Revista electrónica
Año10. Nº8/9. Setiembre 2014. Lima-Perú. www.interculturalidad.org
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Autopercepciones, expectativas y otros elementos comunes entre las mujeres inmigrantes de Coslada (Madrid) Mariella Carnero Díaz
Las voces, pensamientos y testimonios recogidos y presentados aquí forman parte de una investigación mayor de tipo participativa realizada en conjunto con el Máster de Investigación Participativa para el Desarrollo Local de la Universidad Complutense de Madrid, el financiamiento del Centro de Información, Documentación y Asesoramiento de las Mujeres (CIDAM), organismo perteneciente a la Concejalía de la Mujer del Municipio de Coslada y el Fondo Social Europeo. Este pequeño fragmento es parte del trabajo teórico y práctico que se realizó desde octubre de 2004 hasta mayo del 2006, y surgió de una preocupación por acercarnos a conocer de cerca el mundo, las vivencias de las mujeres inmigrantes residentes en Coslada e identificar con ellas aquello que les dificultaba para la articulación de sus vidas públicaprivada ―nos referimos con esto último a la posibilidad de articular lo personal-privado con lo político-público, desde la relación individual y familiar a la relación social. A este interés se sumó la búsqueda de colaboración para construir mecanismos de participación y fortalecimiento de las redes en las que estas mujeres se insertan como una forma de ampliar sus opciones y generar alternativas a las difíciles situaciones que generalmente afrontan. En cuanto a las I.A.P (Investigación acción participativa) se aplican con una visión práxica1, es decir, a la vez que en el proceso vamos conociendo conjuntamente con las mujeres inmigrantes, su situación, se van transformando sus realidades. Se trata de un proceso “vivo”, en continuo crecimiento, que va cambiando y retroalimentándose en base a las experiencias que se viven.
1De acuerdo a Tomás Rodríguez Villasante la socio‐praxis se entiende como un enfoque epistemológico que
consiste en el proceso de “Acción‐Reflexión‐Acción”: una espiral que se va abriendo con las propias relaciones prácticas o, en el sentido Marxista, “proceso mediante el cual el sujeto se transforma en la acción de transformar” (T.R. Villasante, “La socio‐praxis…”). Construyendo Nuestra Interculturalidad. Año 10. Nº 8/9: 1-14, 2014 www.interculturalidad.org
2 Este trabajo se realizó con metodologías participativas, en línea con una lógica implicativa. Desde esta perspectiva, se pretende que el establecimiento de vínculos comunicativos y la dinamización de redes convivenciales de las mujeres permitan que estas se conviertan en protagonistas de las acciones, que sean ellas mismas quienes definan los procesos a emprender, fortaleciendo y/o creando redes que les sirvan de apoyo en este propósito. Así pues, la investigación se basa en la participación de los mismos colectivos de mujeres inmigrantes y, de esta forma, pasan de ser objeto de estudio a sujeto protagonista. Esto va a propiciar una participación, entendida como una actividad creativa y democrática, que rompe con los esquemas de la investigación tradicional y permite ir más allá, es decir, formar redes creativas, grupos de personas reflexivas y comprometidas con su realidad, que sean capaces de revertir relaciones de poder a partir de nuevos espacios de encuentro. De esta manera, este tipo de participación permite, de manera colectiva, tomar conciencia de las condiciones propias de vida e imaginar y plantear nuevas posibilidades y alternativas que conlleven a revertir posiciones de inequidad, discriminación o sumisión La misma dinámica de participación de las mujeres es la que ha ido definiendo las acciones desarrolladas en el proceso de investigación. Esto nos ha llevado a buscar y, en algunos casos, a crear herramientas que se adapten al contexto y “realidades” de estas mujeres inmigrantes.2 A su vez, cabe resaltar que el equipo de investigación también estuvo conformado por mujeres de diversas culturas y nacionalidades, con lo cual se decidió enfocar, de manera transversal, el análisis multicultural al de las relaciones de género. El equipo de investigación y, a la vez, coautoras de este trabajo, mis amigas y compañeras: Karen Sanabria, Lucía Bermejo, María José García, Bishelly Elías y Begoña Pérez.
Algunas consideraciones previas Antes de presentar sus autopercepciones y expectativas, es necesario conocer algunos datos que nos llevarán a comprender mejor sus testimonios, tanto datos de carácter geográfico, de ubicación del municipio y del por qué la gran cantidad de población inmigrante, así como consideraciones más teóricas en relación a la migración femenina en España.
Las mujeres inmigrantes que llegan a Coslada Coslada, se encuentra en el Área Metropolitana de Madrid, hacia el este, en el llamado Corredor de Henares, a 12 kilómetros del centro de la capital. El territorio municipal tiene
2Estas técnicas fueron aplicadas en otro momento de la investigación participativa, por lo que no aparecerán
en este artículo. Construyendo Nuestra Interculturalidad. Año 10. Nº 8/9: 1-14, 2014 www.interculturalidad.org
3 una extensión de 11,7 kilómetros cuadrados. Limita con Madrid y con San Fernando de Henares y administrativamente está dividida en cuatro distritos. Se considera que Coslada tiene una ubicación privilegiada por estar “enclavado al inicio de la autovía A-II y conectada con la carretera de circunvalación M-45, junto al aeropuerto de Barajas y al recinto Ferial Juan Carlos I”3. La principal actividad económica gira en torno al transporte, el Polígono Industrial y la Aduana. Del total de las mujeres extranjeras, aquellas que proceden de América Latina representan un 21%, mientras que los hombres latinoamericanos significan el 15% de los hombres extranjeros. Esta es la única región en la que el número de mujeres es mayor, destacándose así la feminización de la migración de este colectivo. Estos datos mantienen la tendencia que se presenta en el resto de España. En el caso de las mujeres, existe mayor número de rumanas seguidas de lejos por ecuatorianas, colombianas, peruanas, marroquíes, chinas y argentinas. Aquellos países de procedencia en que el número de mujeres supera al de hombres, son Ecuador, Bolivia, Perú, Colombia y Argentina.
Mujeres inmigrantes: jóvenes, económicamente activas e instruidas El mayor grupo de mujeres inmigrantes se concentra entre los 25 y 39 años, mientras que la población femenina de Coslada se distribuye más equitativamente entre los 25 y 59 años. El grado de instrucción de las mujeres inmigrantes es más alto, en todos los niveles, con respecto a la población femenina total. La diferencia es más evidente en los estudios primarios, donde las mujeres inmigrantes superan en un 12% al total de mujeres residentes en Coslada. También se aprecia que el porcentaje de mujeres extranjeras sin estudios es considerablemente más bajo con relación al total de las mujeres. Del total de las mujeres extranjeras ocupadas, más de la mitad se dedica al servicio doméstico y de cuidados, un 14% en empresas inmobiliarias o de servicios, 8% en establecimientos dedicados a la hostelería y el 4% en empresas de construcción. También hay pequeños porcentajes de ellas en otros establecimientos dedicados a actividades sanitarias (3%), de transportes (3%) y comunicaciones (3%). A partir de estos datos se confirma la división sexual del trabajo doméstico, y además que las posibilidades laborales de las mujeres inmigrantes están limitadas al servicio doméstico y de cuidados, a pesar de su alto nivel de instrucción.
Feminización de la migración en España Un factor que influye directamente en la feminización de la migración, es la creciente incorporación de mujeres españolas al sector formal del mercado de trabajo: la tasa de 3www.ayto‐coslada.es
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4 actividad femenina pasó de 27,1% en 1986 al 45% en el 2004 (García, M.; Vega, C. y Montero, S., 6)4. Para las mujeres españolas, el precio de su ingreso al mercado laboral es la búsqueda de una tercera persona que se ocupe del trabajo doméstico y/o de cuidados: uno de los mecanismos que se utilizan para conciliar el trabajo y la atención a las necesidades familiares ha sido el emplear a mujeres inmigrantes para que asuman las labores de limpieza y cuidados. Es decir, “Las mujeres inmigrantes vienen a colmar una necesidad que ni el Estado ni el sector privado, ni el ámbito semiprivado y asociativo, ni los hombres están dispuestos a asumir”. (García, M., Vega, C. y Montero, S., 5). Esta demanda ha generado que las mujeres no migren solo en calidad de madres, esposas o hijas en procesos de reagrupación familiar, sino que muchas de ellas inicien solas sus procesos migratorios para así insertarse en el mercado de trabajo. La elevada tasa de actividad de estas mujeres inmigrantes y el hecho de que con frecuencia emigren solas, siendo pioneras del proceso migratorio, indica que no siempre se trata de una inmigración solo de arrastre, sino también de mujeres que han emigrado por consideraciones básicamente económicas. (Parella Rubio, 279)5 La triple discriminación: mujer, pobre e inmigrante Estos factores nos hacen considerar el rol de la mujer inmigrante a partir de una triple discriminación: La primera responde a su “género”. Al decir esto nos referimos a que por el hecho de ser mujer, la inmigrante ya se encuentra ubicada en un sector y se reducen sus posibilidades laborales a actividades tradicionalmente consideradas femeninas (cuidados, limpieza, hostelería y prostitución) mientras debe seguir manteniendo la responsabilidad por el trabajo y cuidados domésticos en su propia familia. En algunos casos mujeres que han inmigrado solas, aún a pesar de la distancia, mantienen económicamente a sus familias. La segunda discriminación se da por la condición socio-económica. Los escasos recursos económicos que tienen al llegar (incluso deudas contraídas para emprender el viaje) y las pocas opciones laborales, les obliga a aceptar trabajos en condiciones muy precarias, a esto se suman las dificultades para alquilar una vivienda y poder establecerse en un hogar independiente. Estos son factores que condicionan su situación de pobreza y limitan las posibilidades de alcanzar una mejor calidad de vida. Es importante considerar que en los procesos migratorios, no necesariamente son los sectores más pobres los que emigran, sin embargo al llegar al país de acogida sufren un empobrecimiento relativo, pues no pueden acceder a todos los beneficios que tiene el resto de la población.
4GARCÍA M., VEGA C. y MONTEROS, S. Trabajo doméstico y de cuidados. Estrategia de conciliación y condiciones
de empleo en distintas unidades familiares. Desigualdad de género, clase y etnicidad/origen. Documento no publicado, 2004. 5PARELLA RUBIO, SONIA. “El trasvase de desigualdades de clase y etnia entre mujeres: los servicios de proximidad”. Papers: Revista de Sociología 60 (2000): 275‐289. (http://ww.bib.uab.es/pub/papers/02102862n60p275.pdf) Construyendo Nuestra Interculturalidad. Año 10. Nº 8/9: 1-14, 2014 www.interculturalidad.org
5 La tercera discriminación es por su condición de “inmigrante”. Algunas autoras hacen referencia a este tipo de discriminación, como discriminación étnica, sin embargo consideramos pertinente el uso de término “inmigrante” y no “étnico” pues la discriminación es efectiva a cualquier persona independientemente de su pertenencia étnica. Se discrimina a toda persona que emigra, principalmente por provenir de países empobrecidos6. Esta situación significa en muchos casos no tener los mismos derechos que el resto de las trabajadoras autóctonas, ser víctima de discriminaciones y verse calificadas en base a estereotipos. La mujer inmigrante trabajadora es recibida en la sociedad receptora con el prejuicio de que solo está capacitada para realizar las tareas vinculadas a la reproducción social, en base a que su condición de mujer le confiere este tipo de cualificaciones tácitas o informales, independientemente de su nivel de estudios y de su experiencia profesional previa. Por su doble condición de inmigrante procedente de países pobres y, además, mujer, se le supone un bagaje cultural similar, profundamente desvalorizado, que contrapone su carácter «tradicional» y «subdesarrollado», definido a partir de estereotipos como la «docilidad», la «paciencia» y la «subordinación», al de la mujer occidental, más moderna y emancipada. (Parella Rubio, 288)
Autopercepciones y expectativas: entre la resignación y la esperanza Los distintos discursos que encontramos en las mujeres inmigrantes de Coslada en relación a sus autopercepciones y expectativas, así como los discursos que se producen en cuanto a sus necesidades, intereses y fortalezas. Los resultados del análisis discursivo de estos aspectos reflejan la interrelación que se produce entre los diferentes roles que estas mujeres desempeñan ―como mujeres, madres, esposas, inmigrantes y trabajadoras― pues esto influye de manera determinante en la forma en que se articulan sus vidas públicas-privadas. En términos generales, se detectan dos grandes discursos que recogen las autopercepciones y expectativas de las mujeres inmigrantes: 1. Discurso de la resignación, que manifiesta un desaliento respecto a sus visiones de desarrollo personal. 2. Discurso esperanzador, que da cuenta de una visión más optimista y de mayor realización personal que el discurso de la resignación. Estos dos discursos comparten elementos comunes, sin embargo, la diferencia radica en las expectativas personales y en las auto-percepciones, determinadas en gran medida por las posibilidades de mejora o no de su situación laboral y/o económica. Contar o no con estas posibilidades está estrechamente relacionado con la posesión de ciertos recursos, habilidades personales y estrategias familiares, que les puedan facilitar el acceso a trabajos estables o mejor remunerados; estando, en menor medida, influenciado por su condición legal o por su tiempo de permanencia en España. 6Cabe hacer la distinción entre los términos inmigrante y extranjero. Pues, a nivel de la sociedad española, se
considera inmigrante a todo aquel que llega procedente de países empobrecidos y en búsqueda de trabajo. En cambio, es considerado como “extranjero” todo aquel que llega en calidad de turista, o si son empresarios, rentistas, etc. Construyendo Nuestra Interculturalidad. Año 10. Nº 8/9: 1-14, 2014 www.interculturalidad.org
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1.
Discurso de la Resignación
En las mujeres con hijos/as, con o sin pareja, pero, sobre todo, en situación económica precaria, encontramos una constante en la mayoría de los discursos analizados: manifiestan una desesperanza por su futuro personal y laboral. En relación con las expectativas o proyectos de futuro, estos son poco claros, indefinidos y, quizás, utópicos. En el plano personal encontramos una ausencia de proyectos personales, donde el futuro se limita a satisfacer las necesidades básicas del día a día.
En un futuro, por eso te digo no sé qué futuro voy a tener… tener un trabajo, dar de comer a mis niños. (Mujer latinoamericana de 20 años, sin pareja, con hijos, situación económica precaria) No pensé que la situación era terrible, no se puede encontrar trabajo, sin papeles no se puede hacer nada... los mismos rumanos no nos ayudamos. (Mujer rumana de 25 años, con hijos, con pareja, situación económica precaria) Esta mujer regresó a su país después de una permanencia de más de un año, al ver que sus expectativas migratorias no se iban cumpliendo. Los discursos de estas mujeres dan cuenta de ser víctimas de estereotipos y discriminación y que esto influye negativamente en sus expectativas. Sin papeles no sos nadie. (Mujer latinoamericana de 54 años, sin pareja con hijos/as, situación laboral precaria) Si eras negro te decían negro de mierda, si eras chino, te decían chinito, si eras colombiano te decían sudaca… (Mujer latinoamericana de 20 años, sin pareja, con dos hijos, situación laboral precaria). Ante la discriminación, la actitud que asumen estas mujeres es de pasividad y resignación. Yo a mis hijos les digo que se queden callados, no hagan caso de las cosas que les digan (insultos haciendo referencia a su condición inmigrante o étnica). (Mujer latinoamericana de 34 años, con pareja, con hijos/as, situación laboral precaria) Sienten que el esfuerzo y el sacrificio que representa dejar sus países y empezar una nueva vida en condiciones muy difíciles, no se ve compensado con la situación económica y social que viven. Por ello, sus expectativas se limitan únicamente a que sus hijos/as puedan a acceder a una mejor situación económica y laboral que la que ellas tienen. Construyendo Nuestra Interculturalidad. Año 10. Nº 8/9: 1-14, 2014 www.interculturalidad.org
7 Mi ilusión es comprar una casa para vivir con mis hijos… en España se vive mejor, la quiero comprar en Rumania porque aquí son muy caras… estoy cansada de estar en casas que no son mías… Quiero un sitio para estar yo con mis hijos. (Mujer rumana de 47 años, sin pareja con hijos/as, situación laboral precaria) Si hoy por hoy soy una asistenta o mi marido es un obrero, ella (su hija) no lo va a ser. Depende de lo que ella quiera. Yo puedo poner los medios. Yo quiero para ella otra vida y otro futuro porque para nosotras ya no hay mucho. (Mujer latinoamericana de 36 años, con pareja, con hijos/as, situación laboral precaria) En el caso de una mujer latinoamericana, con nacionalidad española, sin pareja, con un hijo y en situación laboral precaria, manifiesta una profunda tristeza por 20 años de trabajo, la mayoría de interna, y no haber alcanzado sus expectativas: He tenido mala suerte, ahora mi única ilusión es poder algún día volver a mi pueblo a ver a mi mamá, que ya está muy enferma… y que mi hijo siga estudiando para que pueda conseguir un buen trabajo. (Mujer latinoamericana de 45 años, sin pareja e hijo, situación laboral precaria) Esta situación se repite en otras mujeres en las mismas condiciones, es decir con nacionalidad, con hijos/as, sin pareja, en una situación laboral precaria. Los discursos de estas mujeres son poco esperanzadores y de resignación. Reflejan una auto-percepción negativa en cuanto a lo que ellas pueden hacer y esperar de sus vidas. A continuación se enumeran algunos elementos, cuya interacción influye en que se produzca este tipo de discurso.
Una difícil situación socioeconómica. La total responsabilidad de la manutención y crianza de sus hijos/as, La percepción de la existencia de estereotipos negativos hacia ellas. La discriminación que han podido experimentar. La ausencia de redes familiares y escasas redes de amistad. La falta de oportunidades para desarrollar habilidades o destrezas valoradas en el mercado laboral. El no cumplimiento de las expectativas puestas en sus proyectos migratorios. Una baja autoestima.
2. Discurso esperanzador Frente al discurso de la resignación aparece, en mujeres con una mayor estabilidad sociolaboral, el discurso esperanzador. En este discurso entran en juego las redes familiares y de amistad, así como las habilidades y destrezas personales que son utilizadas para mejorar sus condiciones de vida, a pesar de que el sacrificio, el esfuerzo, los estereotipos y la discriminación también están presentes.
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8 Este discurso representa a mujeres de diversas características, algunas con pareja, con hijos/as, que cuentan con uno o dos empleos y que no se encuentran necesariamente en situaciones de precariedad laboral, pero, en todo caso, cuentan con una mayor participación en redes familiares o de amistad y con diversas habilidades o estudios, que les permiten pensar en un futuro mejor y tener una actitud positiva. En el futuro… Yo...Yo me veo bien… Estoy en el paso de comprarme un piso. Estoy luchando por eso. (Mujer rumana de 34 años, con pareja e hijos/as, situación laboral estable) Para varias mujeres, el que sus hijos/as puedan crecer en España tiene una connotación muy positiva, pues representa para ellas un logro en su rol de madres. Señalan frecuentemente que todo esfuerzo o sacrificio se ve compensado con la posibilidad de que sus hijos/as crezcan en un ambiente seguro y con mayores oportunidades que en sus países de origen. Como uno tiene hijos pues lo que más me preocupan justamente es la seguridad de ellos. La seguridad, la educación… Y esas cosas vas viendo… y entonces, ya vas comparando y dices: “no, aquí me quedo”. A pesar que pase… Yo siempre le digo a mi hija: “tu padre y yo hemos venido a trabajar y a sufrir”. Espero que ella lo sepa aprovechar y que ya después en un futuro que ella no va a pasar lo que yo he pasado. (Mujer latinoamericana de 36 años, con hijas y pareja, situación laboral precaria) Bueno que los niños tengan estudios. Lo más importante es eso… A mi marido le sale en abril para ser español, entonces tienes más posibilidades de otro país, y voy a hacer para los niños, para que sean españoles también, para que tengan más posibilidades de trabajar en otro lugar… donde te guste… con mejores condiciones. En Francia, mejor…en Inglaterra, es mejor, están estudiando en una escuela bilingüe. (Mujer latinoamericana de 35 años, con pareja, con hijo/a, trabajo doméstico) Las mujeres que ya han alcanzado una mejor situación sociolaboral tienen otras expectativas, además de tener más tiempo para lo personal y familiar, desean poder visitar el país de origen e incluso poder conocer otros lugares de España. En relación al aspecto laboral, el no tener el permiso de trabajo constituye un obstáculo para mejorar sus posibilidades laborales, una vez superado tal requisito, están seguras de poder acceder a mejores puestos de trabajo, con mayor estabilidad y condiciones económicas, que los trabajos de limpieza y de empleo doméstico. Esta confianza nace de la valoración positiva de sus propias habilidades y de su experiencia laboral previa. Muchas de estas mujeres han sido pequeñas o medianas empresarias o tienen estudios que les permiten desempeñar otros trabajos.
En Rumania trabajaba de administradora en un restaurante… yo tengo experiencia en negocios, por eso fui a la Concejalía de empleo y me dieron un préstamo para empezar con el locutorio. Construyendo Nuestra Interculturalidad. Año 10. Nº 8/9: 1-14, 2014 www.interculturalidad.org
9 (Mujer rumana de 42 años, con pareja e hijos, situación laboral estable) Ahora con el permiso de trabajo ya puedo mandar currículum para secretaria o recepcionista...o ver si puedo empezar con mi negocio de comida que era a lo que yo me dedicaba en Argentina. (Mujer latinoamericana de 54 años, con hijos/as sin pareja, situación laboral precaria) Para estas mujeres es muy valioso el apoyo que le brindan las redes de familiares o de amigos/as, que les ayuda a la hora de enfrentarse a situaciones difíciles e influye en tener más oportunidades de mejora en su situación sociolaboral. Yo soy una persona muy abierta, entonces yo siempre encuentro amigos por todas partes. Yo nunca… si yo por ejemplo estoy en este sitio, y mañana me tengo que cambiar, yo no tengo problemas porque yo en cualquier sitio me encuentro amigos… porque si yo tengo salud, yo no tengo miedo. Pero ¿por qué? Si yo… mira, yo he ayudado aquí a un montón de chicas mm…que me voy con ellas a entrevistas a buscar y hablo para las chicas, porque vienen de mi país y no saben hablar. (Mujer rumana de 34 años, con pareja, con hijo/a, situación laboral estable) Es muy frecuente que encuentren trabajo por estas redes, como en otro caso de una mujer rumana de 27 años, sin pareja, sin hijos, en situación laboral precaria, que consiguió trabajo a la tercera semana de su llegada, a través de sus conocidos de la iglesia Adventista. Cabe destacar que los discursos de algunas de estas mujeres, con respecto a la discriminación y estereotipos no son tan contundentes, no lo reflejan como un hecho importante que afecte a sus vidas cotidianas.
No hay discriminación hacia los rumanos, tienen fama que son muy buenos trabajadores…, yo de la gente que conozco que son empresarios y tienen trabajadores rumanos dicen que son muy buenos, responsables, que no se meten en líos, que los suyo es el trabajo y de las mujeres rumanas que están en las casas también. (Mujer rumana de 25 años, con pareja sin hijos/as, situación laboral estable) A pesar de este discurso, hemos constatado, en entrevistas con funcionarias y representantes de asociaciones de mujeres, que existen estereotipos y se producen discriminaciones hacia las mujeres inmigrantes que habitan en Coslada. Las rumanas tienen serios problemas para integrarse en la sociedad española: por el idioma, la religión y el machismo, para las latinoamericanas es más fácil. (Representante de una Asociación de Mujeres A) Construyendo Nuestra Interculturalidad. Año 10. Nº 8/9: 1-14, 2014 www.interculturalidad.org
10 Una vez estuvimos haciendo cursos de servicio doméstico y de cocina española… también dimos clases de español, a mujeres inmigrantes, y a las socias no les hizo mucha gracia, les molestó. (Representante de Asociación de Mujeres B) En conclusión, en el discurso esperanzador se resalta la certeza de alcanzar un futuro mejor, fruto del trabajo, sacrificio y esfuerzo, que se realiza. Aunque, en algunos casos, no han conseguido todos sus objetivos, siguen animadas y optimistas porque ven cómo están progresando paulatinamente, así como las que ya han alcanzado algunas metas materiales y no materiales (educación y seguridad para sus hijos/as), además, mantienen el discurso de la continua fortaleza y esperanza. Estas metas se han conseguido por contar con algunos elementos facilitadores, tales como redes, trabajo en conjunto con la pareja, habilidades, mentalidad emprendedora, la experiencia laboral previa en sus países natales y un nivel de instrucción mayor que el de las mujeres en las que predomina el discurso de la resignación, características que sustentan sus testimonios.
Necesidades y demandas para una mejora en la articulación de sus vidas públicoprivadas. En todos los discursos de las mujeres inmigrantes aparecen elementos comunes en cuanto a sus necesidades y demandas para mejorar la articulación de sus vidas público-privada, que pueden coincidir con las necesidades de cualquier mujer. Sin embargo, el hecho de ser inmigrantes y las difíciles condiciones en las que viven estas mujeres, hace que estas necesidades y demandas sean más urgentes. Entre las necesidades y demandas que manifiestan las mujeres inmigrantes, son frecuentes las siguientes: Disponer de mayor tiempo. Obtener un permiso de trabajo y de regularizar su situación en España. Obtener mejores condiciones laborales. Mejorar la imagen de las/los inmigrantes. Mejorar los servicios y los lugares públicos en Coslada.
Disponer de mayor tiempo El tiempo aparece como la principal carencia. Tanto en las entrevistas, como en las conversaciones informales, encontramos que demandan más tiempo para ellas mismas. Trabajaría con artes, con teatro, con…Con las cosas que sé hacer: Un grupo de teatro…No sé. Algo así. Si tuviera tiempo. (Mujer latinoamericana de 35 años, con pareja, con hijos/as, trabajo doméstico). Además, aquellas que dedican mucho tiempo a sus empleos demandan mayor tiempo para estar con sus parejas y para estar en familia.
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11 Mi familia, el domingo, me dice los niños: mamá, que nosotros queremos ir a Xanadú. Ahí, a hielo, a patinar. Jolín. Que no puede ser, que yo tengo tareas del trabajo, y tengo que hacer tareas..., y no tengo tiempo, y estoy cansada... (Mujer rumana 34 años, con hijo/a, con pareja, situación laboral estable). En la técnica del mapa parlante que realizamos en el taller diagnóstico, también salió reflejada esta necesidad de disponer de más tiempo para ellas mismas, para actividades de recreación personal como bailar, pasear, etc. Quisiera tener tiempo para ir a bailar. (Varias mujeres de diferentes nacionalidades) Cabe señalar que una de las formas para mejorar la articulación de la vida pública-privada de las mujeres, que incide en una mayor disponibilidad de tiempo, consiste en replantear las tareas domésticas y los roles dentro del hogar, sin embargo, esta necesidad no fue explicitada por las mujeres participantes en la investigación.
Obtener un permiso de trabajo y de regularizar su situación en España Una preocupación constante para aquellas mujeres que se encuentran en una situación irregular es obtener los “famosos papeles”, pues para ellas representa la posibilidad de conseguir un mejor empleo y en las mismas condiciones que una persona autóctona. Sin embargo, en muchos casos hemos constatado que cumplir este requisito no es suficiente para lograr salir de los trabajos precarios en los que se encuentran estancadas. Para mejorar su situación laboral, estas mujeres necesitan los papeles, pero no suponen la única condición para lograrlo, pues para cambiar de empleo, en muchos casos, además, se precisa tener experiencia en áreas específicas, capacitación y habilidades valoradas en el mercado laboral. Contar con redes e información sobre las posibilidades de empleo también supone un factor que ayuda a que sea más probable una mejora en la situación laboral de estas mujeres. Además, como señala una mediadora intercultural del Distrito Centro de Madrid, el proceso regularización que se llevó a cabo durante los meses comprendidos entre Enero y Mayo de 2005, no necesariamente va a beneficiar a la población inmigrante porque hay que tener en cuenta que no es una oportunidad que se le da a los inmigrantes para regularizarse. Es al empresario al que le dan la oportunidad, si éste no quiere regularizar a sus empleados porque no le conviene, no lo hará. Muchas personas se quedarán sin regularización o si un empresario tiene a 30 inmigrantes en su plantilla, puede regularizar a algunos pocos, diez y no más, esta regularización implica unos costes para el empresario en temas de Seguridad Social, impuestos, etc. Es un arma de doble filo. (Mediadora intercultural del Distrito Centro de Madrid) Esta opinión la comparte una de las mujeres inmigrantes entrevistada.
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12 La regularización, que llamamos a eso que podemos hacer documentación. Pero claro, muchas personas, ya los empresarios o… los empleadores ya se echan para atrás, ¿por qué? Porque tienen que pagarte una Seguridad Social, tienen que pagarte más, tienen que pagarte una media paga que no quieren pagártela. Mucha gente esta despedida. (Mujer latinoamericana de 36 años, con pareja con hijos/as, situación laboral precaria)
Obtener mejores condiciones laborales Algunas mujeres inmigrantes, que no necesariamente se encuentran en una situación laboral estable, están buscando emplearse en un trabajo acorde a sus horarios y responsabilidades familiares, y que, además, respete todos sus derechos laborales, que a veces, por el hecho de ser inmigrantes, no se les reconocen. Me voy a la entrevista, me dice los fondos, las condiciones, que me paga todo... Digo, eso no me lo creo mucho, porque así se dice al principio, que se paga todo..., pero al final no te lo van a dar, porque es verdad. (Mujer rumana de 34 años, con parejas e hijos, situación laboral estable)
Mejorar la imagen de las/los inmigrantes Frente a las discriminaciones y los estereotipos que sufren como población inmigrante, fruto del desconocimiento y la intolerancia ante la diversidad cultural, desde las propias mujeres inmigrantes surge, de manera colectiva, la necesidad de trabajar por la mejora de la imagen de los/as inmigrantes. Porque el termino inmigrante, lo ven como denigrante, ya te miran feo. (Mujer latinoamericana de 25 años, con pareja e hijos, situación laboral precaria) Me gustaría que conocieran nuestra cultura, que vean las cosas positivas que tenemos… (Mujer latinoamericana de 35 años, con pareja, con hijo/a, situación económico estable)
Mejorar los servicios y lugares públicos en Coslada Otras demandas, que surgieron en el taller de diagnóstico, tienen que ver con las necesidades inmediatas y más sentidas por estas mujeres en relación a la mejora de los servicios y lugares públicos en Coslada. Ellas mencionan lo siguiente:
Bajar el precio de las viviendas. Mejorar los servicios de salud. Que haya más médicos para que nos atiendan más rápido. Que se realicen actividades físicas gratuitas. Construyendo Nuestra Interculturalidad. Año 10. Nº 8/9: 1-14, 2014 www.interculturalidad.org
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Actividades recreativas para niños y niñas en el verano. Mejorar los parques infantiles. Guardería acorde a nuestros horarios. Bajar los precios de las piscinas públicas. Que se imparta informática en los colegios. Bolsa de empleo en las iglesias. Más limpieza en el municipio.
Fortalezas Otro elemento en común es la fortaleza que se observa en los discursos de todas las mujeres. Además, ellas se perciben a sí mismas como mujeres fuertes y crean una identidad colectiva alrededor de esto. Tengo ocho años de trabajar muy duro, de interna, limpiando casas y aguantando situaciones muy duras, sola sin mi familia, sin saber ni siquiera hablar español. Hoy ya puede decir que estoy bien, traje a mi hija, tengo un piso, me dieron un préstamo y tengo mi negocio. (Mujer rumana de 42 años, con hijo/a, con pareja, situación laboral estable) Esto también lo pudimos observar en el taller de diagnóstico, donde, a pesar de las diferencias de edad o nacionalidad, el elemento integrador fue la fortaleza que tienen como mujeres inmigrantes. A continuación reproducimos una historia construida por ellas: María llegó a Coslada (primera oración de estímulo dado por nosotras). Llegó a Coslada, triste y sola y se quedó allí. Sigue andando. María está buscando trabajo. A María le gusta mirar el atardecer y acordarse de su casa. Encuentra trabajo y le va muy bien. Pero a pesar de todo añora mucho a su familia. María perdió su trabajo. Se siente triste pero sigue buscando y sigue intentando. María se fortalece porque sabe que hay muchas marías como ella. María se adapta, se establece, se empadrona, conoce vecinos. María está en busca de amigos. María está estable y la vida sigue: está buscando novio. María es una persona muy bonita. María tiene que estar muy fuerte en su problema. María tiene que estar bailando cuando la señora está enfadada. María aprendió que pese a todos los dolores la vida es linda y hay que seguir adelante con ella. Hay que ser feliz. En esta historia colectiva, en primer lugar dan cuenta de un momento crucial en su proyecto migratorio que corresponde con su llegada a España, las dificultades a las que tienen que enfrentar, tales como vivienda, trabajo y el duelo migratorio7: Llegó a Coslada, triste y sola y se quedó allí.
7“El duelo migratorio es la sensación de pérdida que experimenta la persona al abandonar el país de origen y
se manifiesta a través de la tristeza. Allí dejan a la familia y amigos, la lengua y la cultura, el paisaje, la situación social. . . La desorientación, la falta de comunicación con la población autóctona, el hecho de querer aferrarse a su cultura y el miedo al rechazo social son factores que afectan y predisponen al duelo migratorio” (Centro de Estudios Psicológicos, www.isep.es/cas/pren_nota_nt32_htm). Construyendo Nuestra Interculturalidad. Año 10. Nº 8/9: 1-14, 2014 www.interculturalidad.org
14 A la vez, surgen en esta historia sus principales preocupaciones, que tienen que ver con el empleo, la familia y la obtención de documentación: María está buscando trabajo. Pero a pesar de todo añora mucho a su familia. María perdió su trabajo. En esta historia también se destacan las estrategias afectivas que ellas utilizan para superar su tristeza y soledad, y poder superar las dificultades personales y laborales que les puedan surgir. María se adapta, se establece, se empadrona, conoce vecinos. María está en busca de amigos. María está estable y la vida sigue: está buscando novio. María es una persona muy bonita. También resalta que hablen de la “fuerza” y de las ganas de salir adelante, a pesar de las dificultades laborales, de la soledad, de la añoranza de su país de origen y de sus familiares. Reflejan una constancia y lucha continua por mejorar. María tiene que estar bailando cuando la señora está enfadada. Se siente triste pero sigue buscando y sigue intentando. Sigue andando. María tiene que estar muy fuerte en su problema. Por último: María se fortalece porque sabe que hay muchas Marías como ella. Lamentablemente, la crisis económica en España, ha llevado a agravar la situación de las mujeres inmigrantes y sus familias, muchas han perdido casi todo lo que han conseguido en tantos años de esfuerzo y sacrificio, como vivienda, trabajo, educación, tanto en el caso de las mujeres que gozaban de una situación laboral favorable y, por supuesto, las que estaban en situación precaria. En muchos casos, han tenido que iniciar el proceso migratorio de regreso después de muchos años fuera de sus países, que prácticamente, significa volver a vivir nuevamente los mismos problemas que en la primera migración.
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