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Figura
1 Además de estar desocupadas, las casas que están en mal estado pueden tener el mismo impacto en la apariencia de una cuadra al pasar. Esa perspectiva se puede obtener sólo a través de un análisis cuadra por cuadra realizado en el verano de 2019. En este análisis se determinó que el 65,5% de las cuadras están en buenas condiciones o su condición está en tendencia a mejorar. Este es un testimonio del arduo trabajo y el orgullo que tienen los residentes en su comunidad y propiedades individuales. Para el 34,5% de las cuadras en malas condiciones o con tendencia a empeorar, las recomendaciones se dirigirán a estas cuadras en particular para ayudar a cambiar el rumbo y evitar que las viviendas en deterioro se conviertan en las próximas propiedades desocupadas. Fuente: mapping inequality
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La pérdida de población, la topografía y las antiguas políticas de vivienda desempeñan un papel fundamental en la configuración del entorno físico: ∙ LAS PROPIEDADES DESOCUPADAS dejan una marca duradera al alterar el tejido urbano de los corredores comerciales y los vecindarios residenciales. Si bien tienen un impacto mayormente negativo, en ciertas circunstancias han permitido que el vecindario se adapte reemplazando lotes baldíos con jardines comunitarios, viviendas nuevas u otros usos activos que beneficien a la comunidad. ∙ La TOPOGRAFÍA le da al Área Central su carácter físico único con colinas onduladas y pendientes empinadas. También ofrece desafíos relacionados con la accesibilidad, el mantenimiento de las propiedades y las condiciones ambientales. ∙ Se puede ver una conexión clara entre las políticas de vivienda y las propiedades desocupadas cuando se compara un mapa de la Corporación de Préstamos para Propietarios de Vivienda (REDLINING)1 con las propiedades desocupadas actuales. Se pueden encontrar impactos duraderos similares en ciudades de todo el país. Si bien la correlación no implica causalidad, es seguro decir que la combinación de políticas de vivienda anteriores, el declive de la población, la diferencia en la calidad de las viviendas y la dificultad para mantenerlas en zonas de pendientes pronunciadas llevaron progresivamente a las condiciones que existen en el Área Central hoy. Además de estar desocupadas, las casas en mal estado pueden tener un impacto visual en la apariencia de toda una cuadra. Esa perspectiva se pudo obtener a través de un análisis cuadra por cuadra realizado en el verano de 2019. En este análisis, se determinó que el 65,5% de las cuadras están en buenas condiciones o su condición está mejorando. Este es un testimonio del arduo trabajo y el orgullo que tienen los residentes en su comunidad y sus casas particulares. Para el 34,5% de las cuadras en declive, las recomendaciones se basarán en ayudar a cambiar dicha tendencia y evitar que las viviendas en deterioro se conviertan en propiedades desocupadas.