Football Underground 16

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o de redactores

Aus Deuschtland mit Liebe Desde Bélgica con amor/Entrevista Paco Jémez Wembley Connection Entrevista Luis El Negro Guevara De Gamper a Xavi Tiempos de peseta, fútbol de oro Suizalandia France, the place to be Infierno turco El ojeador Desde el banquillo De tierras que quieren volver a ser El rincón Oranje Invierno ex-Soviético El gol de Grosso A país do futebol


Índice Entrevista a Paco Jémez

8

Preguntamos a los expertos

22

Entrevista a Luis El Negro Guevara

26

Wembley Connection

36

El gol de Grosso

42

Aus Deuschtland mit Liebe

48

Desde el banquillo

52

Tiempòs de peseta, fútbol de oro

60

Infierno turco

70

Desde Bélgica con amor

76

A país do futebol

84

Suizalandia

88

France, the place to be

90

El rincón Oranje

92

De tierras que quieren volver a ser

94

Invierno ex-Soviético

98

El ojeador

104

De Gamper a Xavi

108


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Nuestra foTOP




‘’Prefiero que me llamen imprudente a que me llamen cobarde’’ Finalizaba uno de los últimos entrenamientos de la temporada en Vallecas. Los vecinos charlaban despreocupadamente en las gradas, los jugadores reían en el césped. Los frutos recogidos con la satisfacción del que hace bien su trabajo pero él aún gritaba órdenes y se cargaba a hombros la portería para preparar un nuevo ejercicio, que ningún entrenamiento fuese igual. Le esperamos en la sala de prensa de la Ciudad Deportiva del Rayo Vallecano y allí nos atendió Paco Jémez. Nos habló de la misma forma que entiende el fútbol, sincero y valiente.

Texto de Irati Prat @iratipdp21 Fotografía Alex de Llano @AlexDeLlano

Agradecimientos a Sergio M.Potenciano

@SquadraEterna


Se te define como un central expeditivo, con fuerte personalidad, un líder natural. En ocasiones como un jugador que se mostraba excesivamente agresivo en el tackling. ¿Estás de acuerdo?

Si, era agresivo porque en aquel entonces se permitía mucho más de lo que permite hoy. Lo del tema del balón jugado o no era un tema de exigencias. Había entrenadores que no querían que los defensas no saliésemos con el balón jugado, no es que no tuviéramos la capacidad de sacar el balón desde atrás, que no es complicado. Pero hay entrenadores que prefieren que el balón llegue de la forma más rápida posible a una determi-

nada zona del campo y como el entrenador es el que se manda, se hacía lo que él decía.

Y aún así, como entrenador, eres uno de los prototipos de técnico que obliga a jugar a su equipo a lo que hoy se conoce como ‘’jugar bien al fútbol’’

Es la manera que me gusta, la forma en la que veo el fútbol, así lo vivo yo. Los defensas son defensas, está claro, pero tienen que ser los primeros atacantes. Lo mismo que se le exige a los delanteros es ser los primeros defensas cuando la hemos perdido. Una situación en la que todos puedan hacer de todo. Claro está que

‘’Tenemos que ponernos de acuerdo en lo que entendemos todos por buen fútbol’’

cada uno tiene unas tareas específicas que no podemos obviar. ¿No te chirría tal término?

Yo creo que es un error, si. Se puede jugar de muchas maneras al fútbol y lo bonito es que jugando de distintas maneras se pueden obtener resultados. Un equipo que juega al contra-


golpe, es buen fútbol también, pero es distinto. No solo es buen fútbol si tu equipo realiza juego combinativo de una portería a otra. ¿Qué estéticamente puede ser más bonito? si, eso sí es posible. Pero hace tan buen fútbol un equipo que juega al contragolpe que el que mantiene la posesión, es decir, lo que tenemos que hacer es ponernos de acuerdo en lo que entendemos todos por buen fútbol.

¿La ciudad de Córdoba te ha marcado mucho, no? Jugador, entrenador, tu último partido con la selección fue allí. Te criaste en la ciudad califal…

Pues muchísimo, tanto en el aspecto personal como en el profesional. Allí empecé a jugar al fútbol, he tenido el placer de jugar y entrenar en el equipo de mi tierra. Por ello Córdoba siempre será para mí una ciudad muy importante en mi vida por diferentes razones. Pri-

mero, a nivel personal, porque mi familia vive allí y he vivido muchos años allí. Segundo porque desde pequeñito me he criado en Córdoba, he pasado por todas las categorías inferiores del Córdoba y está claro que es una ciudad y un equipo a la que le tengo un cariño especial.

Y te están eternamente agradecidos por aquella temporada en la que casi logras el ascenso a primera división…

Sí, bueno. Es imposible caerle bien a todo el mundo pero bien es cierto que cuando voy a Córdoba noto más muestras de cariño que otra cosa. También un poco por las buenas temporadas que estamos haciendo aquí en el Rayo. Y eso es bonito, que reconozcan en tu tierra el trabajo que has hecho, que estamos haciendo o que haremos, porque nadie sabe donde vamos a acabar, es para sentirse orgulloso y satisfecho.

Aunque hay alguno que no entendió tu marcha al Rayo porque pensaba que quedándote se podía volver a intentar ,y a lograr esta vez, el ascenso. ¿Volverías?

Si, si, si. Lo que pasa es que la gente no sabe el porqué me marché yo del Córdoba y tampoco es cuestión de ponerse ahora a indagar. Lo que está claro es que yo no podía seguir en Córdoba, era imposible que yo siguiera otro año más allí. Como es imposible que en estos momentos pueda entrenar al Córdoba. Obviamente no sabemos qué va a pasar en un futuro pero yo para trabajar necesito estar bien, estar cómodo y esas condiciones en Córdoba no se daban. ¿Qué yo algún día puedo volver a ser entrenador del Córdoba? Estaría orgullosísimo y sería un placer estar otra vez allí pero se tendrían que dar unas condiciones que ahora mismo no se dan.


¿Y el barrio de Vallecas? ¿Cómo has encajado?

Pues bastante bien. El hecho de haber sido jugador del Rayo en diferentes etapas me ha ayudado mucho a conocer la idiosincrasia del pueblo, de la afición, del club. Y es un sitio donde se trabaja muy a gusto, muy tranquilo si lo comparamos con otros equipos de Primera División, y eso para el entrenador siempre es importante. Es un club muy humilde, muy hogareño, muy casero, en el que todos nos conocemos, todos sabemos cómo nos llamamos y a que nos dedicamos y está claro que eso le da un clima más cercano, más personal, que otros clubes más grandes no tienen. Cualquier entrenador que venga aquí a trabajar y a demostrar, y a dejarse la piel aquí por el equipo, cae bien entre la afición. ¿Y crees que el Rayo se siente identificado con el barrio? ¿O el fútbol moderno ha acabado con esta unión que antaño pudiera ser tan pura?

Yo creo que nosotros somos todavía de los pocos equipos donde se respira aún ese ambiente, entre otras cosas por la afición y por nuestro campo. Además, yo creo que la directiva y el club no pueden estar ausentes de ese tema, sino que tienen que identificarse también, entender como es la gente y la afición de Vallecas porque al fin y al cabo vamos todos en la misma dirección. No podemos caminar unos para un lado y otros para el contrario. Incluso los jugadores cuando vienen, se les intenta

‘’El Rayo tiene ese algo que clubes más grandes no tienen’’

de enseñar, de que conozcan de dónde venimos, que hemos sido históricamente, porque luchamos y porque no. Eso es esencial.

El golf te unió a Pep Guardiola en las concentraciones de la selección. ¿Por entonces ya se compartía una forma de ver el fútbol? ¿O eso fue posterior?

Lo que nos unió realmente fue el hecho de ser compañeros en la selección. Es cierto que compartíamos la afición del golf y que eso nos permitía practicarlo juntos en ocasiones pero lo que nos unió fue la selección. En aquel entonces yo ya empezaba a pensar que quería ser entrenador y está claro que él se ha criado en un sitio donde el fútbol se practicaba como él lo muestra ahora. Está claro que era uno de los caminos que más me gustaba para intentar hacer las cosas y que mis equipos jugasen con esas bases y esas perspectivas. Con el paso de los años los dos hemos escogido más o menos el mismo camino, el de entender el fútbol de una determinada manera, que no es mejor ni peor, y sobre todo confiar en él hasta el final y ser consecuente.

¿Puede decirse entonces que Pep Guardiola ha sido una de tus influencias futbolísticas?

Está claro que él es uno de los referentes pero al final el juego son modas. Lo que tenemos aquí ahora ya se hacía hace sesenta años. Que la gente no piense que esto se ha inven-


tado ahora, en el fútbol está prácticamente todo inventado. Lo único que hay que intentar es hacer pequeñas modificaciones, de escoger el modelo que tu equipo tenga… Pero la mayoría de las cosas ya están inventadas al fútbol por eso digo que la gente no se piense que el fútbol combinativo surgió hace dos años, porque es

más viejo que los campos. Lo importante es coger el modelo que tú quieres e intentar de tener la secuencia de trabajo, los entrenamientos y toda la metodología que rodea a un equipo tenerla preparada para que pueda funcionar.

‘’El fútbol combinativo es más viejo que los campos’’


Hubo esta temporada una fase de la campaña donde se puso en duda al estilo porque no acompañaban los resultados y se temió por el descenso. ¿Es Paco Jémez fiel hasta la muerte con su estilo?

Bueno, nunca he pensado en morirme o en matarme con nin-

gún estilo, ¿no? Lo que si he buscado es que mi forma de trabajar me dé resultados. Si es cierto que hubo un momento en el que esos resultados no acababan llegando pese a que el equipo jugaba bien. Y el problema no era el estilo sino que cometíamos determinados errores muy graves en ciertas zonas donde esos

errores no se pueden cometer nunca. En el momento que mejoramos eso, nada más que eso, el equipo empezó a ganar partidos. Es normal que cuando las cosas van mal todo el mundo opine y aporte su solución al tema pero en aquel momento yo la solución no la vi en cambiar sino en mejorar lo que hacíamos. No lo estába-


mos haciendo bien y solo faltaba mejorar.

¿Cómo se planifica una temporada sabiendo que no se pueden fichar jugadores a no ser que vengan a coste cero o cedidos? No es tanto ese problema, que puede ocurrir y nos ocurre. El

grave problema es la cantidad de gente que tenemos que traer cada año. Ese es el principal problema y es en lo que no hemos mejorado. El año que vine se fueron diez jugadores, el pasado doce y este año se van a ir diecisiete. Es decir, vamos a peor. Y esa situación el club la tiene que cortar porque para el entrenador que esté aquí es un auténtico asesinato. El empezar con un equipo nuevo, tener un mes solo para prepararlo y hacerlo para que juegue de la forma que a mí me gusta es muy complicado. Es imposible hacerlo bien en un mes, es decir, eso solo cabría si mantienes más del 70% de la plantilla, que es lo que suelen hacer prácticamente todos los clubes. Aquí cada año se va más gente por lo que cada tempo-

rada es más difícil alcanzar los objetivos, este año que viene será muchísimo más complicado que los anteriores lograr la salvación. Ese yo creo que es el gran hándicap del Rayo y en el que se debe trabajar para mejorar. Y pese a ello, temporada tras temporada, el equipo se salva contigo. Y no en la última jornada con angustia. ¿Cuál es la clave?

Trabajar, ilusionar, convencer, luchar contra todos los problemas y adversidades que surgen que en un equipo humilde como el nuestro son muchas. No darte nunca por vencido y hacer bien las cosas. Mantener las buenas costumbres y preparar a tu gente para que cualquier cosa que pase en la competición no te afecte. Sabemos que somos un equipo que va a perder muchos partidos pero que también va a ganar y en ese equilibrio es donde están todos los partidos que nos hacen conseguir los puntos necesarios para lograr el objetivo.

‘’Sabemos que somos un equipo que va a perder mucho pero que también va aganar’’


Algunos te llaman valiente y otros imprudente. Todos lo hacen porque planteas los partidos igual contra el Real Madrid que contra Osasuna, por ejemplo. ¿Valiente o imprudente?

Prefiero que me llamen imprudente a que me llamen cobarde. Sí, creo que sí, que quizá somos demasiado valientes pero entiendo que un equipo humilde como nosotros no tiene otra opción para competir. Si tú vas a ir a jugar contra un Madrid y vas a salir

arrugado, metido atrás, te van a ganar igual y encima no vas a disfrutar. Nosotros normalmente solemos perder contra equipos como el Madrid o el Barcelona pero por lo menos disfrutamos, tenemos el balón… Luego si nos ganan es porque tienen mejores jugadores que nosotros, pero tenemos el balón e intentamos disfrutar, creamos ocasiones. Nosotros pasamos una buena tarde, nos divertimos. No entendemos esos partidos como una forma de pasarlo mal sino todo lo contrario. Así es como

entiendo yo el fútbol, no me gusta ganar de cualquier forma, solo quiero ganar cuando mi equipo es superior y juega mejor que el contrario. No quiero irme con la sensación de que mi equipo no ha hecho nada por ganar, es lo que más odio en el fútbol. Y si aún así perdemos, será cuestión de mejorar. Pero tengo claro que si no tenemos la sensación de que no hemos podido ganar el partido nunca lo ganaremos.


¿Nunca hubo miedo a que no funcionara?

Por mi parte no. Llevo haciéndolo desde que empecé a entrenar y en la mayoría de las situaciones he obtenido buenos resultados. Esto no quiere decir que vaya a valer para todos los sitios pero nadie tiene la fórmula mágica para saber lo que se debe hacer en cada lugar y que funcione. Entonces bueno, cada uno elige la fórmula que creemos es más adecuada y nos comprometemos con ella e intentamos trabajar de la manera más profesional que podemos. Pero eso no quiere decir que esa manera valga para todos los equipos, valga para todos los clubes, valga para todos los sitios… El fútbol es como es y lo que vale un año en un sitio al siguiente no vale en otro diferente. Por lo que sea, porque no llegan resultados… Y ese es el mundo del fútbol, es la grandeza del fútbol.

‘’Solo quiero ganar cuando mi equipo es superior y juega mejor que el contrario’’

¿Y desde arriba nunca te han dicho nada sobre tu forma de entender el fútbol?

No, porque saben que no… Son ganas de perder el tiempo. Yo escucho, si, y hay gente que me ha dicho ‘’oye Paco, reconsideramos y tal’’ y mi obligación es escuchar porque soy una persona a la que, además, le gusta escuchar, porque escuchando se aprende mucho y no siempre te tienen que dar el punto de vista que tú ya tienes sino que creo que te lleven la contrario es bueno porque puede hacer que cambies algo de tu estilo, tomar determinadas decisiones… Pero está claro que luego el que toma

‘’Si el que se juega todo con sus decisiones es el entrenador, que menos que hacer las cosas como a él le gustan’’

esas decisiones soy yo porque luego el que se juega el puesto soy yo. Así que si el que se juega todo con sus decisiones es el entrenador, que menos que hacer las cosas como a él le gustan. Hacer las cosas como quiero yo, no la afición, la directiva o los jugadores. Si ellos se responsabilizan pues todavía pero sabemos que cuando las cosas no salen bien, siempre lo paga el mismo.

Y tras estos éxitos con el Rayo, ¿nunca pensaste en la posibilidad de trasladar tu estilo de juego a un grande?

Sí, eso siempre está en la mente de cualquier entrenador, el mejorar. Pero lo que tenga que llegar llegará, no por preocuparte llega antes. Yo sé que estamos haciendo las cosas bien e igual eso nos abre las puertas de otros equipos. ¿Cuándo? No sé si será este año, el siguiente, no será nunca… Eso no se sabe. La idea es que esté donde esté siga trabajando con el mismo compromiso y con la misma ilusión y oye, si algún día tenemos la posibilidad de dirigir un equipo grande, con más posibilidades y presupuesto pues será interesante probar si nuestro estilo vale también allí.


‘’Sí algún día tenemos la posibilidad de dirigir un grande será interesante probar nuestro estilo allí’’

Y tras estos éxitos con el Rayo, ¿nunca pensaste en la posibilidad de trasladar tu estilo de juego a un grande?

Sí, eso siempre está en la mente de cualquier entrenador, el mejorar. Pero lo que tenga que llegar llegará, no por preocuparte llega antes. Yo sé que estamos haciendo las cosas bien e igual eso nos abre las puertas de otros equipos. ¿Cuándo? No sé si será este año, el siguiente, no será nunca… Eso no se sabe. La idea es que esté donde esté siga trabajando con el mismo compromiso y con la misma ilusión y oye, si algún día tenemos la posibilidad de dirigir un equipo grande, con más posibilidades y presupuesto pues será interesante probar si nuestro estilo vale también allí. ¿Y aspira Paco Jémez a ser seleccionador nacional?

Para mí sería un auténtico orgullo y una satisfacción enorme. Creo que es una de las cotas más altas a las que puede aspirar un profesional como yo. He tenido la suerte de ser internacional y conozco

la Federación, conozco la casa y creo que, para toda la gente que hemos sido internacionales alguna vez y seamos entrenadores en la actualidad, es la guinda a nuestra carrera futbolística.

¿Cómo sería Jémez con las estrellitas?

Pues tratándolos como gente normal. A mí nunca me han asustado los jugadores. Yo he sido jugador y sé lo que me van a decir porque he sido uno de ellos y he vivido entre ellos. El problema no son los jugadores, es la persona que hay detrás de los jugadores. Y esa persona es la que tiene sus inquietudes, tiene sus egos, sus virtudes y sus defectos. A esa persona es a la que te tienes que ganar porque el jugador es una persona muy simple, muy fácil de llevar. Por ejemplo, puedes tener a un Roberto Trashorras jugador y a un Roberto Trashorras persona. Esas personas que hay tras los jugadores son los que realmente o te los ganas o te dan problemas, o se comprometen o no lo hacen. Son con los que verdaderamente debes luchar.

¿Y jugadores del estilo de Diego Costa, al que no llegaste a tener en el Rayo, es tu prototipo de jugador? ¿Aquel que se deja el alma por la camiseta que viste?

Es importante. El carácter que tiene Diego se lo imprime también al resto de compañeros. Es un jugador que todos los entrenadores querríamos tener porque, además de ser un portento y de ser muy bueno, para los defensas es un quebradero

de cabeza constante, no se pueden acomodar ni un momento. A eso le sumas que es un depredador del área, un goleador.

¿Y cuál fue el delantero que te obligó a mostrar tu mejor cara como central?

Yo tuve la gran fortuna de enfrentarme a los mejores juga-


dores de aquella época. Posiblemente me encontré al mejor Ronaldo de siempre, posiblemente al mejor Romario también. Tuve la suerte de marcar a Van Basten. En aquellos enfrentamientos es donde te das cuenta de hasta donde puedes llegar a la hora de hacer tu trabajo, al enfrentarte a jugadores de primera talla mundial.

Para acabar, ¿cree Paco Jémez en los fines de ciclo?

No, no veo porqué. Lo único que tiene ciclo es la vida. No creo que un sistema de juego tenga caducidad. Llevan inventados muchos años y tendrán muchos más de vida. Si es verdad que se acaban ciclos de jugadores, de presidentes o de entrenadores pero no de sistemas de juego.

‘’Lo único que tiene ciclo es la vida, un sistema de juego no tiene fines de ciclo’’


Especial

Historia de Mundiale


e los es


Preguntamos a H istoria de los Mundiales Responde Fran Alameda

(@Fran_Alameda)

Periodista; en El Enganche, Magazine Perarnau y Play Fútbol Ser.

Alessandra Roversi (@aleroversi)

Periodista deportiva;  editora jefa en Sphera Sports.

Juan Arroita

(@Juan Arroita)

Periodista; director de Kaiser Football y presentador de Kaiser TV.

Bruno Alemany (@brunoalemany)

Periodista; fútbol inter. en la Cadena SER y director de Play Fútbol SER.

Enrique Julián Gómez (@EnriqueJulian23)

Periodismo en la Unisi; Calcio y ciclismo, editor en Sphera Sports.

Javier Martínez

(@JaviMartinez82)

CEO Lineker Magazine y Premier League Spain.

El Mundial que más te haya marcado

El Mundial en el que vieras más nivel

Corea-Japón 2002

Sudáfrica 2010

Alemania 2006

Brasil 2014

Maradona (México’86)

Gol de Grosso (Italia – Alemania 2006)

México 1970

España 1982

Rivelino (México 1970)

La cantada de Zubizarreta (Francia 98)

Francia 1998

Francia 1998

Stoichkov (USA 1994)

Control + gol Bergkamp vs ARG (Francia 98)

Alemania 2006

Alemania 2006

H a san Sas (Corea y Japón 2002)

España-Corea del Sur y Al Gandhour (Corea y Japón 2002)

USA 1994

Francia 1998

Zidane (Francia 1998)

Gol de Iniesta (Sudáfrica 2010)

Futbolista con el que te quedas de un Mundial

Un recuerdo Mundialista

Uruguay-Ghana, la Ronaldo parada de Luís (Corea y Japón) Suárez y el penalti 2002 que hundió a Gyan.


a los expertos Brasil 2014 Campeón

Revelación Decepción

Mejor Jugador jugador revelación

Brasil

Colombia

Alemania

Oscar

Teo Gutiérrez

Alemania

Bélgica

Argentina

Schweinsteiger

Courtois

Argentina

Japón

Alemania

Leo Messi

Josip Drmic

Brasil

Colombia

Inglaterra

Thiago Silva

Aleksandr Kokorin

Brasil

Croacia

España

Neymar

Ciro Inmobile

Alemania

Bélgica

Francia

Neymar

Lukaku


Preguntamos a H istoria de los Mundiales Responde Daniel Prat

(@DanielPrat)

Periodista; estuvo en Líder (2006-11) y ahora en El Nacional (2011-...).

Francisco López (@pacolopez2292)

Periodismo y Com.Audiovisual; En Sphera Sports y El Enganche.

Diego H uerta

(@diegofhuerta)

Periodista; editor de @Culturaredonda y algo (?) en Clarin.com

Alberto López Frau (@albercampeontv)

Periodista; en Retro Football, Ver Tele, Diario Fenix, Perarnau Magazine y Play Fútbol Ser.

Borja Pardo

(@Borja_Pardo)

Abogacía, periodismo y deportes; CEO Sphera Sports y en This is Fútbol.

Alex de Llano

(@AlexDeLlano)

Periodismo; Director de Ventana Internacional.

El Mundial que más te haya marcado

El Mundial en el que vieras más nivel

Futbolista con el que te quedas de un Mundial

Un recuerdo Mundialista

USA 1994

Sudáfrica 2010

Zidane (Francia 1998)

Gol de Bergkamp a Argentina (Francia 1998)

Francia 1998

Alemania 2006

Zidane (Alemania 2006)

Tanda de penaltis (Corea del Sur España 2002)

USA 1994

Francia 1998

Roger Milla (Italia 1990)

Diego Maradona antes del 0-4 ante Alemania en Sudáfrica y la locura colectiva que se generó en el país.

Italia 1990

Sudáfrica 2010

Maradona (México 86)

Gol de Maradona a Inglaterra (México 86)

USA 1994

Alemania 2006

Ronaldo (Corea y Japón 2002)

Inglaterra - Camerún (Italia 1990)

USA 1994

Francia 1998

Forlán (Sudáfrica 2010)

Partido por el tercer puesto (Corea y Japón 2002)


a los expertos Brasil 2014 Campeón

Revelación Decepción

Mejor Jugador jugador revelación

Brasil

Chile

Estados Unidos

Neymar

Marco Reus

Brasil

Bosnia y H erzegovina

Portugal

Thiago Silva

Josip Drmic

Alemania

Costa Rica

Bélgica

Leo Messi

Teo Gutiérrez

España

Inglaterra

Colombia

Iniesta

Eden Hazard

España

Bosnia

Italia

Leo Messi

Diego Costa

Alemania

Colombia

Bélgica

Müller

Enner Valencia


Luis El Negro Guevara Mora Entrevista con...

Texto de テ]gel Iturriaga @anituarco


El guardameta más joven en las historia de los Mundiales

(San Salvador, El Salvador, 2 de septiembre de 1964) Guardameta salvadoreño que fue el único jugador menor de edad en el Mundial de España junto a Norman Whiteside. Por un error, en las fichas oficiales figuraba que tenía 20 años durante el torneo mundialista, pero como él mismo ha corroborado en esta entrevista, apenas tenía 17. Considerado el mejor portero de la historia de su país, era un hombre ágil a pesar de su 1.86. Se caracterizaba por sus grandes reflejos y sus palomitas, estéticas a la vez que efectivas. Fue considerado el niño prodigio del fútbol salvadoreño como lo demuestra el hecho de que debutó con su selección con apenas 15 años en un amistoso ante Panamá. Realizó toda su carrera en su país natal, pasando por el Club Deportivo Águila, Xelajú, Aurora, Once Lobos, Atlético Marte y Alianza F.C. Se retiró en su segunda época en el Atlético Marte cuando estaba a punto de cumplir 40 años. A nivel internacional fue 89 veces internacional con su selección en los 17 años en los que defendió la elástica salvadoreña. Fue el héroe en la clasificación de su país para el Mundial de España 1982, en la segunda participación de los centroamericanos en la historia de los Mundiales. Solo encajó un gol en las previas y todavía se recuerda su gran actuación en

la victoria ante México. Con 20 años fue el portero titular en el Mundial y no pudo empezar de peor manera que encajando 10 goles ante Hungría en la mayor goleada de la historia de los Mundiales. Los centroamericanos fueron mejorando sus prestaciones en el campeonato y sólo encajó un gol ante Bélgica y dos ante la Argentina de Maradona y Kempes.

El Salvador vivía en situación de guerra durante el Hexagonal de la Concacaf y posteriormente en el Mundial de 1982. Tuvo que ser muy difícil para ustedes concentrarse en el fútbol en un contexto social tan complicado, ¿no es cierto?

En verdad fueron días muy tristes para todos, vivíamos una realidad que nos puso a prueba en todo sentido, cada día era un nuevo reto y convivíamos con la muerte pues la mayor cuota de sangre la pagaban los civiles es decir los que no tenían parte en el conflicto, en trampas explosivas o en medio de alguna balacera, al salir de tu casa era una despedida muy difícil conteniendo la emoción para darle seguridad a tu familia pues no sabias si ibas a regresar, pero como en todo en ese día a día nos fuimos habituando a la situación en un contexto donde no caben los cobardes y esa fortaleza de carácter se fue forjando en todos los habitantes a través de muchas angustias y

sufrimientos pero con la fe en Dios y las ganas de vivir y ganarte el pan de cada día. Así nosotros, la selección nacional de futbol éramos el reflejo de todos nuestros compatriotas pues no éramos más que ninguno de todos los salvadoreños, lo diferente era que estábamos en la atención de todos y el futbol era de las pocas cosas que le daban alegría a la gente. Si entiendes esto veras que es muy fácil concentrarse en el futbol, pues a la hora de competir antes de entrar a la cancha solamente cierras los ojos y aflora todo el sentimiento por tu gente que con todos sus problemas y pesares, te sigue y apoya, esto sumado a un carácter curtido en esas situaciones tan adversas es capaz de lidiar con todo y contra todo con una fuerza mas allá de todos tus limites, abstrayéndote de todos tus problemas y enfocándote en un anhelo de triunfar para seguir alimentando la esperanza y alegría de tu pueblo.


Usted era el portero más joven de la Copa del Mundo española y el miembro de menor edad de la selección salvadoreña, ¿cómo vivió un evento de magnitud mundial en la que los ojos del mundo estaban puestos sobre ustedes?

Yo nací el 2 de septiembre de 1964 y jugué el mundial con 17 años 10 meses,(esto significa que es el portero más joven de la historia de los Mundiales. Este dato no estaba registrado pero mi formación deportiva no es precisamente de futbol, comencé jugando baseball pues el referente deportivo de mi familia era mi tío Mario que fue por mucho tiempo internacional y también jugo un par de mundiales, estuve en la selección nacional de base ball infantil hasta que en el colegio empecé a jugar Baloncesto y a los 14 años era miembro de la selección nacional de baloncesto juvenil y campeón centroamericano, al terminar torneo Raúl Magaña QEPD. Quien fue el portero de Nuestro país en su primer mundial en México 70 me contrato para el CD Platense y me hizo debutar en primera división a los 14 años con 7 meses, luego fue elegido Director Técnico de la selección juvenil y estando en la selección nacional de futbol juvenil, llego al país Héctor Rial ex miembro de la delantera mas famosa de el Real Madrid y el me convoco a la selección nacional, después se fue y el Ing. Mauricio Rodríguez lo sucedió yo continúe y vino la eliminatoria, lo demás es la historia que ustedes conocen. Como viví el mundial es una mezcla de sentimientos encon-

trados, por un lado la amargura de no poder contar con una preparación adecuada pues no teníamos dinero y las selecciones de otros países no querían venir a jugar a mi país por el riesgo de la guerra, todas la dificultades que vivíamos cotidianamente, con unos grandes problemas para poder incluso hacer el viaje a España, pero con la ilusión de jugar en el torneo mas grande sobre la fas de la tierra y contra los mejores jugadores y selecciones del mundo, poder ser uno de ellos para que mi bandera, mi escudo, mi himno y el nombre de El Salvador, se conozcan y se respeten igual que el de todas esas grandes potencias. Viví la atención y el cariño de los españoles, sus frases de aliento, su alegría de estar y compartir con nosotros, en contraste con aquellos periodistas que en lugar de preguntarnos por nuestras ilusiones y esperanzas o nuestras humildes opiniones sobre el futbol como a todos los demás, solo nos preguntaban de la guerra y hablaban de nuestra patria sin siquiera conocer adonde estaba y peor aun no sabían que idioma hablamos, mas bien ni les interesaba. Vi como mientras teníamos esa triste promoción del pobre paisito metido en una guerra, España y su gente nos reconocían el haber llegado hasta allí con mil veces mas dificultades que todos los demás y nos prodigaban mas respeto y cariño. Y lo mejor de todo fue que nunca nos sentimos menos que nadie, a todos los vimos como iguales y los vimos con nuestra frente en alto, yo creo que no hay orgullo mas grande para un jugador

En conclusión ha sido una emoción mas grande e intensa de lo que uno puede soñar o imaginar, que seguramente va a perdurar en mí hasta el final

Todo el mundo recuerda el 10-1 ante Hungría. Sin embargo, creo que se debe destacar los grandes partidos que hizo su selección ante Bélgica y Argentina. ¿Qué les sucedió en el primer encuentro y como supieron recuperarse para llegar a tutear a la campeona del mundo con Maradona y Kempes?

Nuestro viaje fue una cosa inaudita, viajamos a Guatemala para tomar un vuelo que después hizo escala en nuestro país, paso por Nicaragua y Costa Rica haciendo escalas hasta llegar a Panamá, donde esperamos 12 horas para abordar otro vuelo que nos llevaría a Santo Domingo, Rep. Dominicana y esperamos 6


horas mas para salir a Madrid en un vuelo de 9 horas, al llegar a Barajas sucedió algo que jamás imaginábamos, salimos del avión y nos cayo encima una nube de reporteros que tomaban fotos y hacían preguntas, en una cantidad que nunca habíamos visto había tanto flash que nos costaba abrir los ojos después de casi 48 horas sin poder dormir y conferencia de prensa, después nos llevaron a otro avión y salimos para Alicante donde al salir del avión sucedió lo mismo que en Madrid pero ya no nos causo sorpresa, teníamos tanta hambre que ya casi hacíamos un zafarrancho porque ya teníamos dos días de solo comer la comida del avión, pero tuvimos que esperar a que el autobús que nos dieron nos llevara hasta el estadio de Elche para acreditarnos y después hasta Campoamor en la Zenia Orihuela y al día siguiente entrenamos por la mañana suave y jugamos con el equipo local

por la noche, eso era horrible pues entre España y El Salvador había 9 horas de diferencia, nuestro organismo estaba desorientado en la noche no pudimos dormir y en el día no tenias mas que sueño y note daba hambre, al día siguiente fuimos a conocer el estadio de Elche y no teníamos ni balones para entrenar, los Húngaros estaban terminando y nos prestaron unos balones. El día del juego esto nos es excusa, salimos al campo con toda la ilusión de ganar y cualquiera que vea el juego puede darse cuenta que antes de el primer gol habíamos fallado un remate y un cabezazo, pero ese no era nuestro día y mientras nosotros fallábamos ellos acertaban y así termino el primer tiempo perdíamos 0 a 3 pero teníamos la convicción que podíamos remontar, entramos al segundo tiempo y rápido nos hicieron dos mas de contrataque nosotros seguimos atacando y anotamos,

luego la suerte ya no nos sonrío y en cambio a ellos todo les salía, así se abulto el marcador y termino tan mal como nunca nos hubiéramos imaginado pues no éramos un equipo muy goleador pero nos hacían muy pero muy pocos goles, para clasificar recibimos 1 y anotamos 2 en 5 partidos de la hexagonal de Honduras. .


Sin duda ha sido uno de los días mas tristes de mi vida, recuerdo que estábamos en el vestidor y todos teníamos una cara de rabia, decepción y de incredulidad, pero nadie abrió la boca y si alguno lo hubiera hecho seguro se armaba una gresca que hubiera roto la armonía del grupo; fue hasta después que llegamos a la concentración que al bajar del autobús estaban todos los empleados que no se habían ido a sus casas, nos estaban esperando para darnos ánimos y se quedaron con nosotros sufriendo incluso hasta unos noruegos que se hospedaban allí estaban con unas camisas azules que ellos les habían pintado ES en el pecho en alusión a nuestro uniforme de juego y fueron al partido nos pedían que les firmáramos sus camisas, había una muchacha que solo me abrasaba y me limpiaba la cara sin decirme nada

porque era sueca y no hablaba español, mientras yo lloraba en el restaurante hasta que amaneció no se de donde salió ni la volví a ver, después me encontré con el Director Técnico que se paro enfrente mio y me dijo “con usted vine hasta aquí y con usted voy a ir a donde sea, así que prepárese porque usted va a jugar contra Bélgica”. Después los jugadores con más experiencia se reunieron con el doctor Calix y al salir comenzaron a darnos ánimo a todos y a arengar para ponernos a tono de lucha de nuevo. Al pasar los días ya no sentíamos tanto el desorden orgánico y empezamos a adaptarnos, yo me repetía constantemente, eso nunca mas, nadie tiene el coraje que nosotros que vemos todos los días de frente a la muerte y vamos a luchar contra tipos que si oyen una bomba pue-

den morir del susto, arriba que mi gente sufre y debemos dar alegría. El punto que nos hiso reaccionar con mas animo que nunca fue cuando unos compañeros que llamaron a su casa, regresaron indignados porque sus familiares les contaron que Maradona había dicho que si Hungría nos había hecho 10 ellos nos harían 20, la verdad no se, ni me consta si dijo algo como eso y mas bien sigo creyendo que fue un ardid de mis compañeros para lograr una reacción psicológica mas rápida, recurriendo a esa mescla de resentimiento y revanchismo que provoca algo así. Hubo muchas cosas como estas y muchos estarán pensando si era correcto o no, yo creo que en esas circunstancias todo esto es valido mientras no le cause daño a nadie y te ayuden a sobrellevar una


situación tan grave dándote fuerza para revertirla en solamente 4 días.

¿Cómo fue enfrentarse a jugadores como Ceulemans, Maradona o Kempes? La prensa española de la época destacó especialmente su actuación en el torneo.

Quiero que quede muy claro que siempre es un aliciente extra el enfrentarte con jugadores de tal envergadura, pero para mi no era tan extraño enfrentarme a estos grandes jugadores, por mi posición en el campo yo podía apreciar los esquemas, sus variantes y movimientos tácticos de los rivales y de mi equipo, en verdad la preocupación mas grande para mi era el orden táctico de su juego que permitía a cada uno de sus jugadores hacer valer sus características y pro-

piciaba que cada uno tuviera el balón en las situaciones que mas le favorecían, si a esto le sumamos que tenían estos grandes jugadores juntos era algo muy serio. De pronto les parecerá muy arrogante que alguien diga que no le era extraño jugar contra estos monstruos del futbol, en el sentido de que eran extra clase en todo, pero yo tenia a mi lado al que a mi juicio y con toda la humildad del mundo, es el mejor jugador de todos los que he visto y enfrentado, él es Jorge “el Mágico” González, quien todos los días practicaba toda clase de regates, tiros y trucos en mi contra en los entrenos, yo conocía los jugadores como Maradona a quien ya había enfrentado hacia unos meses con su equipo Boca Juniors, también a Mario Kempes al cual lo teníamos en muchos videos, a Jean Ceulemans también en la Eurocopa del año anterior, me inspiraban respeto pero no temor, eso jamás lo sentí en una cancha de futbol. Y después al tenerlos frente a mi en la cancha yo tenia la confianza y la serenidad para enfrentarlos, llevo en mi mente muchas acciones de estos juegos y el recuerdo de las jugadas con estos señores frente a mi, yo creo que mis respuestas fueron correctas contra ellos especialmente, después los vi contra otros arqueros, también los otros encuentros de todo el mundial y me siento orgulloso pues mis acciones están entre las mas espectaculares del mundial aun en el juego contra Hungría, pero de corazón te digo que todo esto lo cambiaría sin pensarlo solo por haber te-

nido mas suerte y haber conseguido una victoria para darle alegría a nuestra gente en esas terribles circunstancias que atravesábamos como país. Ahora después de todo me siento muy afortunado por haber coincidido con ellos en un mundial que es el sueño de todo futbolista, jugar una copa del mundo y enfrentar a los mejores jugadores, a la selección campeona del mundo como era Argentina, la mayoría de jugadores en el mundo no llegan a jugar ni siquiera un juego internacional entre selecciones nacionales, muy pocos tienen la fortuna de estar donde nosotros estuvimos y mas con las dificultades que pasamos.


Usted está considerado el mejor portero salvadoreño de todos los tiempos. ¿Ve algún heredero de su legado en su país?

Yo no soy mas que el producto de una situación muy difícil de repetir, sobretodo en mi patria, tuve por maestro a Raúl Magaña, el portero salvadoreño que jugo en el mundial del 70, a Jorge Suarez que también estuvo en ese mundial como compañero de selección en el ultimo año de su carrera, a Gualberto Fernández también mundialista compañero de ellos como entrenador en la selección y también a Tomas Pineda el cuarto portero de esa primera participación en un mundial como amigo y consejero. Eran los tiempos que El Salvador tenia el orgullo de tener siempre al mejor portero de Centroamérica por tradición, esa era una responsabilidad

extra que tenias al ser parte de la selección nacional, me honra el hecho de ser recordado y considerado así, porque es una señal para mis maestros que no se equivocaron conmigo y para mi personalmente que he sido digno de todo lo que ellos depositaron en mi, te lo digo con toda humildad creo que hay muchos otros que no tuvieron la suerte de vivir en este mundo de grandes facilidades para la comunicación y a veces la memoria es injusta y los olvida. Como veras es una bendición haber recibido toda esa transmisión de experiencia acumulada a ese nivel, yo solo deseo tener la oportunidad de transmitir mi experiencia a todos los talentos nuevos, veo en muchos jóvenes un gran potencial para tener una gran carrera, pero deben despojarse de orgullos mal entendidos y esa fijación por hacer

crecer su imagen por sobre el equipo o de no ser señalados por un resultado, esto por simple lógica te dice que si el portero es el que mas resalta en un partido el equipo esta en serios problemas muy cerca de la derrota o la derrota misma y si el portero siempre es el mejor en cada juego tu equipo es muy débil, deben comprender que no se ataja solo cuando disparan a tu portería, se ataja mejor cuando tienes la capacidad de dirigir a tus compañeros para que todos te apoyen en defensa y ser el primero que ataca y les da confianza de ir a hacer daño. De corazón espero que todos triunfen y tengan los frutos y el reconocimiento a su trabajo.


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Los héroes del 66 Corría el verano de 1966. Inglaterra se preparaba para albergar el mundial de fútbol. Era el plan perfecto para que su selección por fin alcanzase la gloria. Nada podía fallar. Nada fallaría. Dieciséis equipos disputaban esa fase final, al igual que había sucedido cuatro años antes en Chile donde Brasil se había coronado campeona e Inglaterra había sucumbido ante ellos en cuartos de final.

Texto de Jorge Ulloa @redjor

WEMBLEY CONNECTION


El combinado inglés había caído en un grupo que les haría sudar la gota gorda, con Uruguay, México y Francia. Debutarían en Wembley el día 11 de julio. La expectación era grande y más de 87.000 aficionados acudían el estadio para el estreno de su equipo. Sin embargo, el conjunto uruguayo les plantó cara, acabando el encuentro con un simple 0-0. Pero esto no desanimó a los hinchas que tras el 1-1 con el que debutaron Francia y México, dedicaron un mayor compromiso todavía que el mostrado en el debut para el trascendente encuentro ante México. El partido se disputaba a las 3 de la tarde hora local y el ambiente era fabuloso, su-

perando esta vez los 90.000 espectadores. La selección inglesa se contagió del espíritu de la grada y esta vez no fallaría. Bobby Charlton abriría el marcador en el minuto 37, pero no sería hasta el 73 cuando Roger Hunt, el mítico delantero del Liverpool marcaría su primer tanto en el Mundial, certificando los 3 puntos para Inglaterra. Uruguay a su vez se había deshecho de Francia por un ajustado 2-1, lo que implicaba que los ingleses eran líderes de grupo a falta de un encuentro. Por aquel entonces, la unificación de horarios si había algo en juego brillaba por su ausencia. México y Uruguay jugaban su encuentro un día

antes del Inglaterra-Francia. Los primeros empatarían a 0, lo que eliminaba matemáticamente a México y clasificaba a Inglaterra. Pero en ese instante (recordemos que se daban 2 puntos por victoria y no 3), los locales acumulaban 3 puntos. Necesitaban al menos empatar para ser primeros de grupo (por la diferencia de goles) y optar a un cruce en cuartos más asequible. Pero no salieron pensando en eso y sumarían su segundo 2-0 en dos encuentros, ambos goles de Hunt que ya acumulaba 3 en el campeonato. Así, la selección inglesa pasaba la primera fase con 5 puntos, 4 goles anotados y la portería todavía intacta.


Esto les llevaba a jugar contra Argentina, que había sido segunda en el grupo B por detrás de Alemania del oeste, grupo en el que también estaba España que sólo pudo sacar 2 puntos en 3 partidos, quedando tercera de grupo. En el C, Brasil había dado la sorpresa negativa. Pelé y los suyos, tras empezar el Mundial ganando a Bulgaria, se bloquearon, siendo incapaces de ganar a Portugal y Hungría que les pasaron por encima. Finalmente, los otros 2 equipos clasificados que completaban el cuadro eran la URSS y Corea del Norte. Los cuartos de final se disputaron todos a la misma

hora pero en distintos lugares (como es obvio). Portugal deslumbraba ganando 5-3 a Corea con 4 goles de Eusebio en Goodison Park, siendo el rival del ganador entre Inglaterra y Argentina, mientras que Alemania hacía lo propio (4-0) con Uruguay en Sheffield y la URSS con Hungría (2-0). La selección volvía una vez más a Wembley, jugando ante 90.000 almas esperanzadas. Era la segunda vez que ambas selecciones se encontraban en un campeonato del mundo, repitiendo la experiencia de 4 años antes en la que los ingleses ganaron por 3-1 el encuentro. También se llevaría este en-

cuentro por 1-0, gol de Hurst en el minuto 78, pero el hecho más notorio de aquel día fue la expulsión del jugador argentino, Antonio Ubaldo Rattín. El conjunto argentino no llegó a entender aquella expulsión, literalmente. El partido se tuvo que detener más de 10 minutos porque no lograban comprender los motivos que explicaba el árbitro e incluso llegaron a pedir un traductor. Rattín acabaría abandonando el campo, no sin dejar un recado sentándose varios minutos en la alfombra roja destinada a la reina que estaba presente en el encuentro. Este hecho y más problemas de co-


municación como las amarillas a los hermanos Charlton, de las cuales apenas se enteró nadie, llevaron a que la FIFA, en el siguiente mundial, implantase las tarjetas que actualmente tan normales nos resultan. No sin sufrimiento, llegaron las semifinales. Alemania presentaba su candidatura al título al llegar a la final ganando a la URSS por 2-1, resultado más cómodo de lo que parece ya que los soviéticos no marcaron hasta el minuto 88, cuando ya era casi imposible la remontada. Inglaterra jugaba un día

más tarde, cómo no, en Wembley, ante la Portugal de Eusebio. Pero por fin, Bobby Charlton que desde el primer encuentro no veía puerta, apareció con sendos goles en el 30 y el 80 para meter a su equipo en la final de su Mundial. Eusebio reduciría distancias en el 83 tras transformar un penalti, pero como en el caso de la URSS, no hubo remontada. Portugal que, por cierto, acabaría tercera de aquel Mundial.


compañero de equipo, el mediocentro Martin Peters ponía el 2-1 en el marcador, desatando la euforia en Wembley. Tan cerca estaba la victoria, que el gol del defensa del Colonia, Wolfgang Weber a un minuto de acabar el partido fue un jarro de agua fría tremendo. El partido se marchó a la prórroga, 30 minutos para sacar un campeón, todos los corazones en Inglaterra al borde del infarto, quizás no se volverían a ver en una igual. Y ahí, en esa prórroga, nace la leyenda de Sir Geoff Hurst. Su primer gol, digno de cómo estaba siendo el encuentro, es decir, de infarto. Ni el árbitro lo vio. Tras golpear en el larguero, fue el linier quien tuvo que darlo, indicando que él si había visto que cruzase la línea. 3-2 y des-

Y llegaría la gran final. Era el momento, Alemania daba miedo, Beckenbauer y compañía sólo habían cedido un empate en todo el torneo ante Argentina. Casi 100.000 personas en el campo querían vivir un momento histórico. Pero no empezó bien el encuentro, ya que Helmut Haller, el jugador del Augsburgo en sus inicios y en ese momento en el Bolonia

(ficharía dos años más tarde por la Juve), abría el marcador poniendo el 0-1. Pero poco tardaría Geoff Hurst, quien se convertiría más adelante en el héroe de aquella final, en igualar el encuentro. El delantero del West Ham marcaba su segundo gol del Mundial y ponía todo como al inicio. Así se mantendría hasta mediada la segunda parte, cuando su


canso de la prórroga. Tenían que aguantar como fuese. Alemania se fue al ataque a la desesperada, tenían sólo 15 minutos para hacer un gol que volviese a empatar el encuentro. Pero lo único que se encontraron fue una contra justo al final (con invasión de campo incluida), en el minuto 120, que

coronaría a Hurst como el gran héroe de aquel Mundial. Aquel gol en que el comentarista de la BBC, Kenneth Wolstenholme también se haría famoso con su frase “Some people are on the pitch! They think it's all over!” (Algunas personas están en el campo, ¡piensan que se ha acabado!”) justo antes del gol de Hurst

donde remató su frase con ”It is now, it's four!” (Pero lo está ahora, ¡son cuatro!). Y así, Hurst cerró su hattrick e Inglaterra ganó el Mundial, algo que, desde entonces se les ha resistido. Quizás, Brasil les digne una nueva oportunidad.


Fabio G

Instrucciones h茅roe ine

Texto de M贸ni @Pintur


Grosso

s para ser un esperado

ica Fernรกndez ricchia13


El gol de Grosso

“Hola, soy Fabio Grosso y supongo que estáis pensando que porque yo, una persona que es saludada desde Trieste hasta Bari por cualquier italiano que haya cogido un periódico, visto la televisión o escuchado la radio en los últimos 8 años, se presenta con su nombre el primer día de trabajo en un sitio. Bueno, la frutera sigue dándome las mejores frutas, aquellas que están en su justo punto de maduración, al cartero, en este país alérgico a que las cosas salgan bien, no se le extravía nunca una carta mía y perdonadme la vanidad, las muchachas siguen guiñándome un ojo a la primera ocasión en cualquier barra debar, pero lo de presentarse educadamente son cosas que no se pueden desaprender. Estáis aquí conmigo porque queréis ser futbolistas, porque sois ya futbolistas y estáis aquí conmigo en uno de los mejores clubes del mundo, en una potencia para aprender a ser un jugador de fútbol. Por eso, os tengo que contar mi historia. Yo soy Fabio Grosso, fui lateral, un lateral decente con una bellísima temporada en Palermo y bueno, algunas y mejores actuaciones a lo largo de mi vida profesional. Yo no estaba destinado a la gloria. Yo me he puesto las botas al lado de Francesco Totti. Y yo no era un Totti, chavales. A mi Nike no me pagaba millones ni ocupaba día sí, día también la portada de la Gazzetta. Era bueno, pero sin alardes. Ganaba pasta, era bastante conocido y tenía mi carrera encaminada en un equipo interesante como era el

Palermo. En 2006, el Calcio, la liga italiana estaba a punto de estallar en pedazos, pero yo estaba viviendo mi mejor momento profesional. No pensaba que iba a haber algo mejor que eso, pero me equivocaba, sí lo iba a haber. Soy Fabio Grosso, chicos, soy un lateral que un día hizo los más felices de la tierra a 57 millones de italianos. Soy Fabio Grosso, héroe inesperado, santo súbito y he ganado un Mundial. La selección italiana era

prácticamente la vergüenza internacional cuando llegamos a Alemania en aquel verano del 2006. No sé si os acordaréis de las fechas exactas, pero fue durante la concentración, ya jugando el Mundial, cuando se supieron las sentencias del Calciopoli. Se notaba tensión en el ambiente, compartías comidas, entrenamientos, ratos libres con jugadores que no sabían si iban a jugar en segunda o qué, el año siguiente. Los afectados por el descenso de la Juventus eran la columna


vertebral de la selección. Buffon, Del Piero, Cannavaro, Zambrotta... Y tú estabas ahí, les mirabas y yo a veces pensaba ¿creerán que yo creo que ellos sabían algo y callaron? ¿Lo sabían? ¿Debo dudar? Nunca dude. No sé lo que paso y sé que el tema sigue levantando ampollas, aquí más que en ningún lado, pero yo nunca dude de esos jugadores. Esa gente era mi equipo. Nadie dudaba. Hubo cosas, claro, como en cualquier otro grupo. Marcello se enfadó un

día porque creía que había quien filtraba las alineaciones y cosas de esas a la prensa. Y se enfadó mucho. Pero era algo normal, en todos los equipos profesionales en los que he estado ha pasado. Pero estábamos unidos y decididos a olvidar lo que se decía, hacía y se deshacía en Italia y luchar todos juntos por el objetivo común. Creo que eso fue la clave, había gente que era buenísima como Francesco, estaban los goles de Luca, estaba Andrea en el mediocampo

y Gattuso le escoltaba. Y la defensa y Gigi estuvieron magistrales. Pero solos no éramos nada, éramos un equipo, juntando cada una de nuestras habilidades, siendo cada uno de nosotros mismos sin pretender ser lo que no somos. A veces el fútbol es tan simple como eso. Tener unos recursos y tener el esfuerzo y la inteligencia suficiente para sacarlos el máximo provecho. Eso que no se os olvide.


Sois italianos y nosotros, los italianos, somos diferentes para hacer todo tipo de cosas. Nadie convive como nosotros con el drama y la tragedia, con la fealdad esperpéntica y la belleza suprema, y algo de eso hay en nuestra forma de ganar campeonatos, entre la agonía y el heroísmo. Italia, amigos míos, es especialista en dar auténtica pena en la primera fase, donde nos clasificamos gracias a triples empates y la diferencia de goles como en 1994 o como en el 2010 cuando no nos clasificamos por un pelo, pero nos faltó un gol en un grupo con Nueva Zelanda, Eslovaquia y Paraguay. La primera fase, la liguilla, ese escaparate, chicos, donde las selecciones empiezan a mostrar sus galas, nosotros mostramos la agonía como traje de gala. Los italianos llevamos apenas 200 años unidos y si uno ve las noticias comprueba que es un milagro que este país sea capaz de sobrevivir entre tanto desastre, así que me parece bastante normal que pasemos las fases previas de puntillas, como quien no quiere la cosa y dando un espectáculo lamentable. Luego a medida que nos vamos jugando la vida, en las eliminatorias a cara de perro es cuando un italiano muestra cómo se muere y se mata, intempestivamente, sin pensar, sobreviviendo en el último instante como aquel penalti de Totti en el último minuto ante Australia, como aquel regate a Zubizarreta de Baggio, como el penalti de panenka de Pirlo. Como tantas veces hemos hecho. Para ser un héroe italiano

tienes que hacerlo así. El stage y sus semanas previas tienen que estar salpicadas por algún tipo de escándalo, como pasó en 1982 con el Totonero o nos pasó a nosotros con el Calciopoli. Porque un auténtico héroe tiene que salvar a la humanidad, y como quizá eso es demasiada responsabilidad para un simple futbolista, nos toca salvar el honor del fútbol italiano cada vez que se encuentra con algún problema de descrédito. Para ser un héroe italiano, después del escándalo y de la liguilla mediocre, tienes que aguantar un montón de críticas. Convivir con la sensación de que todo es un desastre para luego acabar apareciendo en plan estrella, cuando nadie se lo espera y poner a todo el mundo patas arriba. Tiene que ser así, tiene que ser como con Alemania en aquella semifinal de Dortmund. Todo el equipo hizo un partidazo, no hay más que recordar la exhibición defensiva de Cannavaro, por ejemplo, y luego en la prórroga nos volvimos completamente locos y llegamos a jugar con cuatro delanteros. Y me llegó ese balón, un córner más, me da el pase Pirlo y no sé cómo

explicaros que pasó después, todos sabemos golpear así, evidentemente, pero la última instrucción para ser un héroe es que ese tipo de goles no tienen explicación. He visto mil veces repetido el partido y siempre creo que en el último momento va a dar al palo o algo así. Pero no, entró y yo fui el héroe inesperado. Dentro de un mes habrá un nuevo Mundial y quizá dentro de unos años, vosotros también tengáis la suerte de ir a uno. No es como una temporada liguera, no es como una competición europea, es lo más grande que puede haber entre otras, porque nunca se sabe quién puede ser el héroe inesperado, quizá un día seáis vosotros” Desde la Temporada 20132014, Fabio Grosso el autor del famoso gol a Alemania en Dortmund y del último penalti en Berlín, ambos claves para la consecución del cuarto Mundial italiano, entrena a los Primavera de la Juventus de Turín. Esta charla ficticia está dirigida a esos jugadores y a todos, aficionados incluidos, los que sueñan con un Mundial.



Identidad y carácter Texto de Shark Gutiérrez @Shark_Gutierrez

Aus Deuschtland mit Liebe


El carácter es el apellido ideal de nuestro nombre. Algo a lo que nos gusta ensalzar y enterrar según conveniencia o situación (des)favorable. No obstante, el carácter forma parte intrínseca (por inseparable) de nuestro ser. Muchas veces, es algo que nos define por encima de cualquier otra virtud o defecto. Muchos países han demostrado tener (o faltarle) esa personalidad necesaria en algún momento de la historia. El estado alemán sabe mucho de carácter. Tanto por exceso, como por defecto, Alemania ha tenido carácter suficiente para ser hasta 3 o 4 estados diferentes en menos de un siglo, Albergar en su seno a gente como Hitler, Goebbels, Kant o Nietszche, bien merece ser –como poco- digno de atención. Un carácter que nunca le faltó para dividirse en dos y, por primera vez desde

tiempos de von Bismarck, unirse como un estado único. El fútbol ha contribuido mucho al carácter. Una imagen ruda, fuerte, difícil de doblegar en situaciones complicadas, entremezclada con la lucha, la entrega, el sacrificio, la precisión y la elegancia, son adjetivos que forman parte de una identidad: una imagen fuerte y dominante ante el resto de pueblos de la vieja Europa. Por tanto, el público en general no deja de preguntarse qué le falta a Alemania para proclamarse campeón del Mundo. Desde 1990 no consigue un centro mundial, y desde 1996, no consigue ningún título (Eurocopa de 1996). Muchos jugadores han pasado por la selección del águila entre 1974 y 2014. Desde el último entorchado mundialista han pasado veinticuatro años y una multitud de sinsabores. “Casi ganamos, pero...”. La Bulgaria de

Stoichkov, la Croacia de Suker, la selección brasileña de Ronaldo Nazario & compañía en 2002, la Italia de Fabio Cannavaro o Buffon en 2006 y España en 2010, han sido sus verdugos, privándoles de una cuarta –e incluso, quinta- estrella en el pecho. ¿Qué le pasa verdaderamente a Alemania? Le falta carácter, personalidad y un saber estar de las grandes ocasiones, diluida con la retirada de grandes figuras y sin que las actuales den un paso al frente con la selección, para rescatarla de los momentos más complicados. Sammer, Matthäus, Köhler, Beckenbauer, Rumenigge, Müller, Magath, Kaltz o Vogts son irrepetibles; tanto en la memoria como en la herencia de la misma.


Otra de las posibles causas es su cierta falta de nivel. Neuer no es el bastión que era Kahn y los centrales Hummels, Boateng o Mertesacker, no tienen ese carácter para ejercitarse como líderes de una defensa, que gobierna Lahm desde un costado. Precisamente, junto con Bastian Schweinsteiger y el veteranísimo Miroslav Klose, deberían ser quiénes sostengan a una selección con aires de cambio en su ideario futbolístico: a medio camino de lo que fue y lo que quiere ser. Precisamente, esa falta de definición sobre su identidad futbolística, es otro de los grandes problemas que se ha encontrado Joachim Löw, desde que Klinsmann dio un buen paso al frente en 2006, dándole el peso a gente joven y opacando a pesos pesados del equipo. Esa característica (que debería ser virtud) es la que ha definido a la “Mannschaft” estos últimos 8 años. En esta ocasión –y pese a lo inclemente de las lesiones como la de Khedira o Schweinsteigerla calidad no le falta línea por línea, pero sí les hace falta un paso adelante. Suficiente como grupo, para poder optar al título. Demasiada cuota de favoritismo desde cualquiera de los frentes (medios, casas de apuestas, entorno, aficionados) que siempre se ve traducida en presión añadida. Si bien la presión era un elemento motivador para anteriores generaciones, para la actual supone una losa difícil de superar. Los rasgos que siempre definieron a los teutones están mutando a algo distinto,

más latino y les cuesta. Pasará un tiempo en que Alemania gane como España…o quizás no. Todo dependerá del carácter, ya que como dijo Charles de Gaulle: “el carácter es la virtud en tiempos difíciles.

2002

2006


1994

1998

2010


DESDE EL BANQUILLO

Texto de Christian Díez @christiandiez

Bora Milutinovic, seleccionador en vena

Nacido en una pequeña pobla- el OFK Belgrado o el Partizan, ción en el corazón de la Anti- justo antes de hacer las malegua Yugoslavia, ahora tas dirección Francia, donde perteneciente a Serbia, Bora jugó en Mónaco,Niza y Rouen, Milutinovic será recordado por para cruzar la frontera postemuchos como el primer entre- riormente y cerrar su etapa eunador en llevar a cinco selec- ropea en el Winterthur suizo. ciones diferentes a cinco citas Entonces no desaprovechó la mundialistas, un logro que oportunidad que le brindó el igualó el brasileño Carlos Al- Pumas de la UNAM para cruzar berto Parreira en el Mundial de el charco. Cuatro años como juSudáfrica, al comandar a los gador que le brindaron la oporlocales en un envite del que no tunidad de hacerse un afamado pasaron la fase de grupos. Una futbolista en el país norteamerihazaña en la que a Bora Milu- cano. Circunstancia que bien la tinovic podríamos sumar una valió posteriormente para ser más, su experiencia también entrenador del equipo mexien Sudáfrica, esta vez como cano. segundo de RadomirAntic al Allí, en Ciudad de México comando de la selección Serbia, menzó a forjarse su leyenda en su corazón. Asimismo, y con los banquillos. Al mando del más reseña, Milutinovic es, por equipo que le permitió cruzar el ahora, el único técnico que ha Atlántico, Milutinovic se hizo un pasado a segunda ronda con nombre. Una Liga (1980-81), cuatro selecciones diferentes precedido de dos subcampeoen un Mundial. Un récord natos (1977-78 y 1978-79), único. además de una Copa de CamComo jugador, Bora siempre peones de la CONCACAF vivió a la sombra de la estela (1980) y una Copa Interamerique dejaban sus hermanos, cana (1981) a los mandos del Milorad y Milos, dos genios de Pumas de la UNAM. El serbio la antigua Yugoslavia. Centro- comenzó una aventura que a campista, sus dotes como di- sus 69 es la de nunca acabar. rector de juego le vieron Gracias a su buen hacer en disfrutar del fútbol en equipos los Universitarios le llegó la importantes de su tierra como oportunidad de tomar las rien-

das de su primera selección, y cómo no, tendría que ser la mexicana, su segunda patria. Cogió al equipo en 1983, guiándole en su viaje a cuartos de final de su Mundial, el de 1986, cayendo en los penaltis ante Alemania Federal. Era la segunda ocasión en la que el combinado tricolor llegaba tan lejos en un Mundial, repitiendo el éxito de México ’70.



Trabajo hecho. Tras el o éxito con México, el técnic ió serbio no continúo, decid embarcar, seguir cono , ciendo mundo. Argentina Lo n para entrenar a Sa lo renzo, Italia, para hacer a propio con Udinese, y vuelt r a México, para proba s suerte con los Tiburone s co Te Rojos de Veracruz y y de la UAG. Así, con todo, a tras esas ‘mini-pruebas’, escasas semanas de co lia menzar el Mundial de Ita el ’90, Milutinovic cogía . avión dirección Costa Rica ís Desembarcaba en el pa vicentroamericano con la tola de un técnico serio, res r. ce ha ponsable y de buena Dicho y hecho. En la pri rrimera participación costa ra cense en un Mundial, Bo o. dejó el pabellón bien alt , da ron Superó la primera venciendo a Suecia y Esco aBr cia, sólo superada por se sil, pero en su camino en cruzó Checoslovaquia nntu co octavos de final, y el dente 4-1 de los centroeuro . sa peos les mandó para ca El éxito en México y Costa o Rica no pasó desapercibid

en muchos lugares del mundo. Su nombre ya sonaba como futurible de muchas selecciones. Er a el hombre de oro. Todo lo que tocaba brillaba, hasta aquello en lo que nadie conf iaba. Así, desde Estados Un idos recibió una llamada, era la USSF, le querían com o seleccionador. Franz Be ckenbauerhabía sido su princ ipal valedor en las altas ins tancias. Querían a un té cnico que alimentara la pasió n por el ‘soccer ’ en territorio yankee, algo hasta la fech a inaudito, y lo logró. De la mano de Milutinov ic el equipo estadounide nse sembró una semilla qu e se ha seguido cultivando hasta nuestros días. Marcó un antes y un después pa ra el soccer. Gestando un proyecto ilusionante que ganó la Copa de Oro de 1991 y de 1993, siendo terceros también en la denom inada Copa Rey Fahd, o lo qu e es lo mismo, la primera ed ición de lo que posteriormen te se conocería como Copa Confederaciones.



Piedra angular de su proyecto fue el Mundial del ’94, el de EEUU, donde la anfitriona llegó hasta octavos de final siendo apeada por a la postre el campeón, Brasil, con un solitario tanto de Bebeto cuando restaban 18 minutos para el final en los octavos de final.Dejó el cargo, México llamaba de nuevo a su puerta. La tricolor recurría a su hombre talismán para ser de nuevo importante. Milutinovic consiguió el objetivo, clasificar a la selec-

ción mexicana para el Mundial de Francia ’98, con excelentes resultados por el camino como la consecución de la Copa de Oro de 1996 y el tercer peldaño en la Copa América de 1997, sacando máximo rendimiento a jugadores como Cuauhtémoc Blanco o Luis Hernández. Pese a todo, la federación mexicana dio un cambio de rumbo. Y le respondió con la carta de despedida. Un triste final para su relación con el país más septentrional de

Norteamérica, circunstancia que han tratado enmendar con el tiempo, incluyéndole en el Salón de la Fama. Este despido no impidió que Milutinovic estuviera en el Mundial de Francia ’98. Nigeria llamó a su puerta y él no le negó la bienvenida. Una nueva prueba, entrenar a un equipo africano. Las Águilas Verdes superaron con nota la primera ronda, venciendo a España y Bulgaria, pasando a octavos de final con una sólo derrota, la


cosechada en el último partido de grupo ante Paraguay. En octavos Dinamarca acabó con el sueño nigeriano, en el mismo punto que cuatro años antes (sus dos mejores clasificaciones en una Copa del Mundo). De ahí a China a seguir conquistado mundo. Un papel encomiable en una selección emergente, en la que estuvo dos años, clasificándola por primera vez para un Mundial, el de Corea y Japón, donde se

topó con un grupo endiablado: Brasil, Turquía y su, tan amada, Costa Rica. Cayeron a las primeras de cambio. Un duro golpe, que sumado a la tensa relación mantenida con la federación, no permitió a Milutinovic echar raíces en territorio asiático. Tras dicha experiencia, una década de infortunios en Honduras, Jamaica e Irak le sirvieron para poner, de momento, punto y seguido a su carrera en los banquillos, al menos

como primero de abordo. En Sudáfrica estuvo como segundo de Antic con Serbia, pero desde entonces, nada más. Muchos rumores, muchos ofrecimientos, pero nada ha terminado de convencer a Bora. Él vive tranquilo, inmerso en la preparación del Mundial de Qatar 2022, siendo un hombre clave en territorio árabe. Se ha ganado una buena jubilación.




El Mundial de España

Seguramente haya personas, personan jóvenes, que cuando se habla del Mundial de España pensarán automáticmente en vuvuzelas, waka-waka y el gol de Iniesta. Sudáfrica. Pero a los que ya rondamos la edad de Cristo, o más; el Mundial de España es el de Naranjito, el Mundial jugado en España el verano de 1982 entre el 13 de junio y el 11 de julio.

Texto de Pepe Salgado @Pepatxto_Salgado


Naranjito, ese controvertido personaje, mascota del mundial que, esto me suena, nadie quería y a nadie gustaba en un principio. ¿Por qué una naranja? La gente pensaba o quería que la mascota fuese algo más motivador, más grandioso, con más empaque,... un lince ibérico, un toro quizá. "Vi las naranjas y me pregunté ¿por qué no? Quería evitar lo del toro y la pandereta como mascota del mundial." Comentaba José María Martín Pacheco uno de los dos co-diseñadores de la mascota junto a María Dolores Salto. Esta fruta, típica de la costa levantina, resultó ser un gran éxtito con un ampísimo merchandising que iba desde balones, toallas, gorras, llaveros, mochillas, hasta una propia serie de animación para la televisión "Fútbol en acción". La R.F.E.F. Vendió los derechos de Naranjito por 1.400 millones de pesetas, estamos hablando de 1982. Los diseñadores y su equipo recibieron 1 millón a repartir. Otro objeto esférico importante en el mundial fue, por supuesto, el balón. Adidas se encargó de rediseñar y mejorar el "Adidas Tango". Balón oficial en el mundial anterior celebrado en Argentina, de ahí su nombre. El nuevo esférico,

Tiempos de peseta, fútbol de oro

"Adidas Tango España '82", seguía siendo un balón fabricado en cuero pero con unas costuras impermeables lo que permitía al la pelota no absorber agua y, por lo tanto, no aumentar su peso a pesar de humedecerse. España '82 fue el primer mundial en el que participaron 24 selecciones nacionales, repartidas tal que así entre las diferentes asociaciones continentales: 13 plazas para Europa, tres a Sudamérica, dos a América del Norte y Cen-

tral, dos a África y dos a Asia y Oceanía. Además del vigente campeón clasificado automáticamente para defender el título y, también, la selección del país anfitrión del evento. Debido a esto, el mundial se dividió en tres partes. Una primera fase de seis grupos con cuatro naciones en cada uno, otra segunda fase de grupos a la que llegaban los dos primeros clasificados de la anterior fase y de ahí, los primeros de cada grupo se convertían en semifinalistas.


Este mundial era importante para España, no sólo por ser anfitriona sino por que contaba con un equipo más que decente para conseguir meterse en semifinales. Partía como cabeza de serie junto con las grandes potencias futbolísticas del momento: Argentina, actual campeona, que se presentaba con nombres como Passarella, Kempes, Valdano y Maradona ; Basil con jugadores como Junior, Falcao, Sócrates y Zico; Italia presentaba a futbolistas de la talla de Rossi, Zoff, Baresi, Gentile o Tardelli, Inglate-

rra llevó a Bryan Robson, Butcher o Keegan, Alemania Occidental jugó con Schumacher, Matthaeus, Rummenigge como estrellas. El plantel que José Emilio Santamaría eligió para competir en el mundial contaba con tres porteros, Miguel Ángel, Urruticoechea y Arconada (c); siete defensores, Camacho, Gordillo, Tendillo, Alexanco, Urquiaga, Jiménez y Maceda; como centrocampistas, Miguel Alonso, Joaquín, Zamora, Saura, José Sánchez y Ricardo Gallego, seis en total; y

en punta nos representarían Juanito, Satrústegui, Ufarte, Uralde, Santillana y Quini, otros seis. Seguramente les suenen la mayoría de los nombres de esta selección. Selección muy presionada por los medios de comunicación, debido principalmente a los constantes enfrentamientos dialécticos entre estos y el seleccionador nacional. Una selección mirada con lupa, dentro de una nación vigilada con recelo desde el exterior a causa de la "Transición" y con la amenaza


Tiempos de peseta, fútbol de oro

constante del grupo terrorista E.T.A. que hacía peligrar, no sólo la vida de los jugadores de la selección nacional, hubo mucha polémica con el caso Arconada, sino la celebración misma del mundial. Los equipos de seguridad nacional estaban en máxima alerta e incluso se les llegó a poner guardaespaldas a los miembros de la selección española. Otro hecho político que en cierta manera contaminó el mundial fué la Guerra de las Malvinas entre Argentina e Inglaterra, finalizada justo un día

después del comienzo del mundial. Ambas naciones no se encontraron en ninguna fase del mundial. A pesar de todo, comenzó la Copa del Mundo de Fútbol. El Camp Nou acogería la celebración inaugural, debido a su mayor capacidad, aún así y con cierta controversia sobre la adquisición y venta de entrada, no se logró llenar el estadio. El resto de sedes en las que se jugarían los partidos fueron: el ya mencionado Camp Nou y el ya inexistente Sarriá en Barcelona, el Rico

Pérez de Alicante, el Martínez Valero en Elche, el Molinón de Gijón, el Carlos Tartiere en Oviedo, Riazor en A Coruña, Balaídos en Vigo, la Rosaleda de Málaga, el Villamarín y el Sánchez Pizjuán en Sevilla, Estadio Luis Casanova en Valencia, el José Zorrilla en Valladolid, la Romareda en Zaragoza, San Mamés en Bilbao y el Calderón y el Bernabéu, en donde se jugaría la final, de Madrid.


Los grupos de la primera fase fueron estos: Grupo A

Grupo B

Grupo C

Fue una primera fase bastante previsible y sin sorpresas. Bueno, a execpción de la sorpresa en el partido que enfrentaba a Francia contra Kuwait en el que el hermano del emir kuwaití decía haber oído un pitido justo en la jugada en la que los galos hacían el cuarto gol pensando que era fuera de juego. Éste bajó al terreno de juego llamando a los

jugadores kuwaitíes a abandonar el campo y, escoltado por los cuerpos de seguridad españoles, obligó al árbitro a anular el cuarto gol francés. Ante el estupor de "les bleus" que veían como su propio seleccionador era arrastrado fuera del campo por el mismo cuerpo de seguridad que protegía al hermano del emir, el árbitro ruso Miroslav Stupar no dio validez

al gol. Después de este rocambolesco suceso Stupar fue suspendido de por vida. Los grandes equipos pasaron con más o menos apuros. Un Brasil deslumbrante con su "jogo bonito" que algunos ya comenzaban a comparar con el equipo de O'Rei Pelé. Polonia primera de grupo con Boniek a la cabeza por delante de una Italia que no convencía con Rossi que


Grupo D

Grupo E

Grupo F

seguía desaparecido tras sus dos años de inhabilitación como castigo a presuntas apuestas en el caso "Totonero". Inglaterra pisando fuerte le puso las cosas difíciles a la Francia de Platiní que pasó segunda. Argentina, por debajo de Bélgica, accedía a la siguiente fase como número dos de grupo, al igual que España tras Irlanda y por último, Ale-

mania que, después su pacto de no agresión en el último partido contra Austria, se clasificaba como primera de grupo, muy a pesar de Argelia, tercera en discordia y la gran perjudicada de ese resultado pactado. Bien es verdad que a pesar de la clasificación de España, su juego y su actitud no parecían los que se deberían desplegar en un mundial en el que jugabas como cabeza de

serie y además representabas al pais anfitrion. Los propios jugadores parecían desmotiviados, sin fuerzas, les faltaba una marcha. Ellos mismos decían que la concentración anterior al comienzo del mundial no había sido planificada de buena manera. Estaban cansados antes de empezar el mundial. Vencían poco y convencían menos.


Después de esta primera fase de grupos, llegó la segunda ronda de grupos. Unos cuartos de final que quedaron así: Grupo 1

Grupo 2

En esta segunda ronda de grupos vimos a una Polonia pasar sobre sus dos rivales sin mayores dificultades con un Boniek brillante y decisivo. Del grupo de la muerte, Argentina, Brasil e Italia hay algo más que contar. En el partido Italia Vs. Argentina recalcar el marcaje con el que se consiguió anular a Maradona, pieza clave para conseguir vencer a argentina. Enzo Bearzot le encomendó tan titánica tarea a Gentile. "No dejes que se de la vuelta". Gentile, conociendo la difucultad de su misión estudió a Maradona y consiguió anularlo de manera asombrosa, sólo una vez se zafó el Pelusa de tan férrea marca. Bien es cierto que Gentile jugó mucho al límite del reglamento, un árbitro menos permisivo podría haberle mandado a la ducha antes de tiempo. Italia vencía a Argentina por dos a uno. Rossi seguía sin aparecer sobre el

césped. El Brasil contra Argentina vino etiquedado por la inpotencia Argentina para contrarrestar el, esta vez, juego feo que Brasil quiso mostrar. Tras adelantarse en el marcador los cariocas no vacilaron en detener el partido en todo momento, deteniendo el balón una y otra vez con las manos. El Barrilete Cósmico no pudo con la presión y acabó expulsado por una fea entrada. El último y definitivo partido enfrentaba a Italia contra Brasil. Fue una copia del jugado contra Argentina, esta vez el marcaje recayó sobre Zico, al que Gentile volvió a someter a una lección de seriedad, concentración y dureza futbolística. Italia se clasificaba gracias a que ese día Rossi si quiso jugar, después de cuatro partidos a cero, el ariete transalpino destapó la caja de los truenos. Un hattrick de Paolo mandaba a Brasil a casa.

En el grupo 4, Francia se clasificaba para semifinales sin difucultad, con un equipo en racha y con la moral por las nubes. El otro semifinalista llegó del grupo 2, el grupo en el


Grupo 3

Grupo 4

sin duda, que no hicieron un buen papel, que no dieron la talla. Arconada, como capitán del equipo entonó el mea culpa ante la prensa y los aficionados, consciente de la mala imagen dada y del mal sabor de boca dejado en el aficionado. Pero la prensa se centró en Santamaría. Como seleccionador fué el primer responsable y fue atacado en desmedida haciendo que él, un jugador y entrenador, que sólo había hecho fútbol en su vida, llegara a odiar este deporte. Después del descalabro en el '82 Santamaría se alejó del balompié durante más de cinco años. que jugó España. La selección española se enfrentó a Alemania en un partido decisivo. El combinado español hizo todo lo que supo y pudo para tratar de contrarrestar el serio y eficiente juego alemán, pero la

superioridad física de los germanos fue un imposible para los españoles. Dos a uno a favor de Alemania Occidental. España cayó eliminada en la liguilla de cuartos de su propio mundial. Aunque lo peor fue,


Después de estos cuartos de final grupales, llegaron las semifinales, y con ellas, uno de los partidos que más se recordaran en la historia de los mundiales. La semifinal entre Francia y Alemania. Partido épico donde los haya. Alemania comenzó dominando y marcando aunque "les bleus" consiguieron empatar de penalti, seguían en tablas cuando Platiní lanzó un balón a la espalda de la defensa a por el que corrió Battistón pero también Schumacher. El choque entre ambos fue inevitable. Schumacher en su salida saltó y golpeó con la cadera el rostro de Battistón que no pudo hacer nada para esquivar al portero alemán, un más que posible penalti. La imagen era sobrecogedora, el jugador francés inerte en el suelo con las manos agarrotadas era atendido por los médicos mientras Schumacher esperaba para sacar de puerta, nervioso y asustado, jugando con el balón. El público reaccionó abucheando al cancerbero pues lo que a ellos les parecía una falta de respeto no era otra cosa que miedo y preocupación. Conmoción cerebral, dos dientes perdidos y dos costillas rotas fue el resultado del encontronazo. Aún así Francia se recompuso y a punto estuvo de ganar el partido en los noventa minutos reglamentarios. Pero llegarían a la prórroga en la cual se vieron desbordando al equipo alemán y marcando dos goles, remontada épica y uno a tres para los galos. Parecía todo hecho pero un gol de tacón de Rummenigge de tacón y otro de Fischer de chilena llevaron el partido a los

penaltis donde, finalmente, Alemania se impuso a Francia. Este partido dejó muchas sensaciones, unas dulces y otras amargas aún entre los ganadores. Aunque Battistón perdonó a Shucmacher al poco tiempo, éste último fue perseguido, criticado y hasta amenazado de muerte por aquella polémica jugada. En la otra semifinal, una Polonia sin su goleador Boniek cayó ante una Italia con Rossi desatado. El equipo italiano no lo tuvo muy complicado para ganar a su adversario. Paolo marcó otros dos goles, cinco en total, después de sus cuatro partidos sin ver puerta. Por fin llegamos al Santiago Bernabéu el 11 de julio. Lugar y fechas señaladas para la finalísima en la que dos equipos europeos lucharía por hacerse con el ansiado trofeo de oro y malaquita. Ambos aspiraban a su tercer mundial pudiendo igualar a la por entonces tricampeona, Brasil, que también estaría presente en la final por medio del árbitro Arnaldo Cézar Coelho. Cabrini falló un penalti a favor de italia al comienzo de un partido que siguió su curso marcado principalmente por la dureza del juego y la brusquedad de las entradas. Ya comenzada la segunda mitad, Tardelli saca rápidamente una falta hacia Gentile que mete el balón en el área pequeña donde, cómo no, Rossi cabecea al fondo de la red, uno a cero para la "Squadra Azzurra". El segundo gol de Italia también vino por una recuperación al borde del área del mismo Rossi, aunque esta vez fue Tardelli el que rubricó la ju-

gada con un gol y una celebración que seguirá grabada en la retina del fútbol mundial. El éxtasis, la alegría y la emoción desatadas con aquel gol fueron los clavos que cerraron la tapa del ataud de la victoria alemana. Altobelli marcaba el tercero a nueve minutos del final y aún así, Alemania sabién-


dose derrotada tuvo tiempo de marcar el gol de la honra por medio de Breitner. Dino Zoff levantó el trofeo que concecía a Italia su tercer campeonato del mundo. Paolo Rossi se convirtió en el máximo goleador del campeonato con 6 goles a pesar de permitirse el lujo de estar cuatro partidos sin mar-

car.

El mundial celebrado en España en 1982 quedará en la memoria de todos los españoles por el mal papel de la selección que a pesar de jugar en casa y contar con un gran equipo, no supo sobreponerse a la presión y a la responsabilidad de verse como favorita.

Fue un mudial insípido tanto para los seguidores como para los jugadores. Jugadores que poco tiempo después se desquitaron dándonos una de las mayores alegrías que ha tenido el fútbol español. El 12 -1 a Malta y el subcampeonato de Europa en Francia '84.


TurquĂ­a

Lo bueno se hace esperar Texto de Francisco Javier Cuesta @FTEsp

El infierno turco


La Copa del Mundo no es un torneo que esté muy presente en la historia de la selección nacional de Turquía. La selección turca ha participado solo en dos mundiales. Aunque se clasificaron para el Mundial de Brasil de 1950, declinaron la participación. Por lo tanto, el primer Mundial en el que participaron fue en Suiza, en 1954. En aquel torneo cayó en la primera fase, en un grupo compuesto por Hungría, Alemania y Corea del Sur. El segundo fue en 2002, el Mundial de Corea y Japón. Y casi llegan a la final. 48 años después, Turquía volvía a una Copa del Mundo. Entró en el torneo tras la repesca. Quedaron en la 2ª posición del grupo de clasificación, tras Suecia, 5 puntos por delante, y delante de Eslovaquia, a la que le sacaron 4 puntos. Una 2ª plaza que les llevó a jugar contra Austria en una eliminatoria previa, en la que no

hubo color. Con un 0-1 en Viena y un 5-0 en Estambul, Turquía se plantaba en su segundo Mundial. La lista fue muy completa. Una de las mejores generaciones, sin duda, del fútbol turco. Míticos como Hakan Şükür, Hasan Şaş, Bulent Korkmaz, Rüştü Reçber, Ümit Davala… a los que se les unían sangre joven como Emre Belözoğlu, Yıldıray Baştürk y Nihat Kahveci. Y todos ellos dirigidos por otro mito de los banquillos en Turquía como es Şenol Güneş. Tocó el grupo C. Grupo con la 2ª plaza asequible, a priori. Brasil, China y Costa Rica eran los rivales. El partido del debut fue contra la todopoderosa Brasil. Turquía concedió muchas ocasiones, pero antes de que llegara el descanso, Hasan Şaş abrió el marcador y la sorpresa saltaba en el Estadio Munsu de Corea del Sur. Ronaldo empató en el inicio de la

segunda parte. Las ocasiones se sucedieron en ambas porterías, pero fue Rivaldo en los minutos finales, con un penalti que no fue (fue falta, pero fuera del área), quien le dio la victoria a la canarinha. Turquía no solo sufrió la derrota, sino que fueron expulsados Alpay Özalan (autor de la pena máxima que indicó el árbitro) y Hakan Ünsal, por lo que serían baja para el siguiente partido. Ese duelo contra Brasil dejó una nota curiosa. Hakan Ünsal fue expulsado pasado ya el minuto 90, con 2-1 en el marcador. Tenía una amarilla y el penalti pitado crispó los ánimos turcos, de sangre caliente ya por naturaleza. Rivaldo esperaba en el saque de esquina y el turco le envió el balón de un punterón, con poco decoro. La pelota le golpeó al brasileño en la rodilla, pero el entonces jugador del Barça se echó las manos a la cara, derrumbándose en el suelo como si hubiera sufrido una agresión. Una nota curiosa, de mal gusto y que creó cierta animadversión entre ambas selecciones. Luego se volverían a ver las caras, pero todavía no lo sabían.


El siguiente partido para Turquía era clave. Costa Rica ganó 2-0 a China y una derrota en este encuentro suponía la eliminación y vuelta a casa. Con las bajas de Ünsal y Özalan, Şenol Güneş modificó la defensa. Turquía dominó un partido tosco, feo, y se puso por delante en la segunda parte gracias a un gol de Emre Belözoğlu, tras una dejada con el pecho Şaş. Costa Rica veía que, con Brasil en el último partido, se iba a ir fuera con esta derrota. Y empató en los minutos finales. Otra vez, Turquía recibía gol en los últimos minutos. Una falta lateral mal defendida, de manera grupal e individual, permitió a Parks rematar, sin oposición alguna, para el empate. Como el anterior, este partido también dejó una nota desagradable. De todos es sabido la pasión con la que los turcos viven el fútbol. También los ju-

gadores. El autor del gol turco, Emre Belözoğlu, dio un empujón a un miembro del cuerpo técnico de Costa Rica que no le cedía el balón para sacar de banda. Esta vez, Turquía se libró de otra tarjeta roja. Turquía necesitaba ganar o ganar a China. No solo eso, sino que ganar por la máxima cantidad de goles posible. Y confiar en que Brasil ganara a Costa Rica. Los turcos salieron en tromba y se pusieron 2-0 en los 10 primeros minutos del partido, con goles de Hasan Şaş, su segundo en el campeonato, y Bülent Korkmaz. Rüştü se lesionó pasada la media hora de partido y tuvo que salir a sustituirle bajo palos Ömer Çatkıç. El partido pudo acabar en goleada histórica, pero solo Ümit Davala consiguió perforar la red China otra vez. Un 3-0 que, junto con la victoria brasileña por 5-2 frente a Costa Rica,

clasificaba a Turquía como segunda de grupo, con los mismos puntos que Costa Rica, pero con mejor goal average. Turquía estaba en octavos de final con más problemas de los previstos. Allí, esperaba una de las anfitrionas. Tocaba Japón. La primera fase se disputó en Corea. Para los octavos de final, Turquía tendría que cambiar de país. Se desplazó a Japón para jugar con la selección del mismo país. Era una oportunidad histórica para ambos conjuntos. Nunca, ni Turquía ni Japón, habían pasado de la primera ronda en un Mundial. Y uno de los dos


avanzaría a cuartos de final. Esto daba esperanzas a ambos países. Podían hacer algo histórico. Y la eliminatoria estaba muy igualada. Güneş pudo volver a poner su defensa titular, con la vuelta de Alpay Özalan al once. Y el central fue el mejor del partido. Cortó todo y lideró a una defensa turca que no se fisuró en ningún momento. Rüştütambién volvía a la portería, tras la lesión que sufrió contra China que obligó a que fuera sustituido. Este planteamiento defensivo se vio favorecido por el gol tempranero de

Ümit Davala. Ergün Penbe puso un buen saque de esquina en el centro del área. Davala, libre de marca, conectó un poderoso cabezazo que puso 0-1 a Turquía frente a los anfitriones. Y no se volvería a mover el marcador. Turquía mostró una solidez defensiva casi inaudita para hacer historia. Estaban en cuartos de final. Allí esperaba una selección revelación, la Senegal de El Hadji Diouf, Henri Camara o Papa Bouba Diop. Los africanos se clasificaron en un grupo donde Dinamarca quedó primera, quedándose fuera Uruguay y Francia. En octavos, Senegal eliminó a Suecia con un gol de oro de Henri Camara. Sería otro partido histórico para ambas selecciones. Un partido entre revelaciones.

Ambos equipos jugaron con miedo. Querían hacer historia, jugar unas semifinales de una Copa del Mundo. Y se notó en el juego practicado. Senegal esperaba descaradamente atrás, buscando el fallo turco para salir rápido a la contra. Camara fue un auténtico dolor de muelas y tuvo varios acercamientos peligrosos. La ocasión más clara, para Turquía. Buena combinación entre Hakan Şükür, Hasan Şaş y Baştürk, cuyo cabezazo superó al portero, pero fue salvado bajo palos en el último momento. No se movió el 0-0 en los 90 minutos y nos fuimos a la prórroga. En ese torneo regía el gol de oro en el tiempo extra. Coloquialmente, quien meta, gana.


Fue un partido de ida y vuelta, roto durante muchos minutos del partido. Ahí, con más dinamita arriba y por las bandas con Roberto Carlos y Cafú, Brasil era netamente superior. Una genialidad de Ronaldo, al poco de iniciar la segunda parte, ponía a Brasil por delante y daba rienda suelta a los contraataques de Brasil, incrementados en peligro por la decisión turca de irse arriba a empatar el partido. Turquía dominaba la pelota tras el gol, pero apenas se encontró en un par de ocasiones


con Taffarel, quien, unos meses antes, había dejado el Galatasaray. En realidad, estuvo más cerca el 0-2 de Brasil que un hipotético empate de Turquía, pero el gol de Ronaldo se quedó solitario en el marcador, decidiendo el destino de ambas selecciones en el torneo. Turquía se quedó con la miel en los labios. El sueño se acababa y las lágrimas recorrían las caras de los aficionados turcos. Se quedaron sin final y sin venganza. Pero tenían la oportunidad de quedar solo por detrás de las dos mejores se-

lecciones del momento, las que disputarían la final, Brasil y Alemania. Disputarían un último partido, que definiría quién se llevaba el bronce mundialista. Contra el otro anfitrión, que eliminó a Italia y España, cayendo contra Alemania en semifinales. Corea del Sur. El partido de consolación dejó a Turquía como 3ª del Mundial, tras ganar por 3-2. Y, además, dejó el gol más rápido en la historia de la Copa del Mundo. Hakan Şükür tuvo el honor, al marcar el 1-0 en ese partido a los 11 segundos. El central coreano se durmió, tras sacar su equipo de centro. Mansız, el héroe de los cuartos de final, robó y asistió para Şükür, que solo tuvo que empujar. Corea empató con un imparable lanzamiento directo,

pero Hakan Şükür se dedicó a dar una clase magistral de cómo tiene que jugar un 9. Movimientos de desmarque, fijar a los centrales, luchar los balones aéreos, jugar de espaldas… volvió locos a los centrales y le sirvió a Mansız dos asistencias de lujo, una con un taconazo, que pusieron el 1-3 antes del descanso. Corea recortó distancias en los minutos finales, pero el marcador sería 3-2 y Turquía quedaría 3ª del Mundial de Corea y Japón de 2002. Solo dos participaciones en citas mundialistas y un más que meritorio tercer puesto. Una lástima, más con la cantidad de buenos jugadores que han vestido la camiseta de Turquía, que no la hayamos vuelto a ver en otra Copa del Mundo. Turquía ha estado ausente en 2006, 2010 y estará ausente en el Mundial 2014 de Brasil. Al menos, nos endulzaron el paladar también con la Euro 2008, donde dieron una lección de coraje, ilusión y garra. Siempre nos quedará el recuerdo.


Desde Bélgica con amor

EL ÚLTIMO GOL EN LOS MUNDIALES Y UN ÁRBITRO JAMAICANO Texto de Irati Prat @iratipdp21


Acababa de cumplir los siete años y venía de celebrar el gol imposible de Zidane al Leverkusen en Glasgow que nos daba la novena. Recuerdo muy bien que estaba de vacaciones cuando se celebró la final de aquel Mundial que se jugaba en Corea y Japón, en 2002. Estaba sentado frente al televisor, tras salir de la piscina, y me dio tiempo a ver la exhibición de Ronaldo ante Oliver Kahn. Por aquel entonces no me caía demasiado bien el mito alemán pero idolatraba al astro brasileño que tras ese Mundial llegaría al Real Madrid. Por aquel entonces solo supe que Bélgica jugaba el Mundial gracias al álbum de cromos que Panini sacaba para cada fecha mundialista. Tampoco sabía que un árbitro jamaicano había truncado el último sueño de una generación

belga y que había cambiado por completo el devenir de lo que restaba de Mundial, no sabía que por culpa de aquel jamaicano había visto los dos goles de Ronaldo a Kahn, no sabía que igual todo hubiese sido distinto. E ya lo sé ahora y por eso me dispongo a contarlo. Aquella fue la última cita mundialista de Bélgica. Desde entonces pasaron doce años hasta que Wilmots, esta vez como entrenador, devolvió a los Diablos Rojos al mayor evento deportivo del planeta. que igual Curiosamente, ahora, Bélgica quedó encuadrada junto a Croacia y Escocia en el grupo para la clasificación de la zona Europa hacía el Mundial de Corea y Japón. Un 2-0 frente a Escocia en Bruselas les aseguraba, mínimo, estar en la repesca, pero

la derrota contra Croacia, 1-0, en el Maksimir les privó de aquella primera plaza y les obligó a jugarse, en dos partidos fatídicos, el billete mundialista. La rival sería la República Checa de Pavel Nedved y Milan Baros. Un 1-0 en la ida gracias al gol de Gert Verheyen permitía respirar un poco a los belgas de cara a la vuelta en Praga, donde el estadio del Sparta fue un auténtico infierno. Aún así, Bélgica consiguió sacar su billete para el Mundial de 2002 cuando, en el minuto 85, Marc Wilmots desde los once metros marcaba el 0-1 definitivo.


Poco después se celebró el sorteo de grupos para el Mundial de Corea y Japón y nuestros belgas quedaron encuadrados en el H, en el último grupo, como este año, junto a Rusia, Japón y Túnez. Bélgica acudió a aquel Mundial con Marc Wilmots como princi-

pal estandarte y capitán, el poderoso delantero del Schalke 04 se despedía de la selección nacional en aquella cita, con 33 años de edad. Veteranos como Danny Boffin (36), Gert Verheyen (31), Nico Van Kerckhoven (31 y compañero suyo en el equipo de Gelsenkirchen)… lo escudaban en una convocatoria que distaba mucho de ser la convocatoria joven y rebosante de energía que es ahora, una convocatoria que superaba con creces los 26 años de media de edad y cuyo jugador

más joven era un Wesley Sonck que acababa de comenzar a fraguarse su goleadora carrera. Era el último tren para una generación que quería igualar a la de los años 80. Pero la cosa no empezaba de la forma prevista por Robert Waseige, el seleccionador belga. Dos empates ante las escuadras japonesa y tunecina dejaron a Bélgica al borde del abismo de cara a la última jornada en la fase de grupos. Eran terceros, por detrás de Rusia, a la que se enfrentaban,


y solo les valía ganar para clasificar. El partido se celebró en el ECOPA Stadium de Fukuroi, en Japón, ante más de 46.000 espectadores que hacían que el aforo rozase prácticamente el lleno aquella tarde. El actual seleccionador Sub21, Johan Walem, adelantó a los Diablos Rojos con tan solo siete minutos jugados en el estadio japonés pero Beschastnykh empataría el encuentro tras volver del túnel de vestuarios. A Waseige y a Bélgica no les valía el empate para nada y el

seleccionador decidió dar entrada al jovencísimo Wesley Sonck. Ocho minutos tardó el delantero de Ninove en desequilibrar el marcador, hizo el 2-1. La tensión se palpaba en las gradas, iba a tocar sufrir pero Marc Wilmots debió pensar que ya no tenía edad para sufrir y cuatro minutos después anotó el 3-1 para completar un magnífico partido del siete belga. Aún así los rusos no se rindieron y Sychev le puso miga al partido hasta el final anotando el 3-2. Bélgica ganó

el partido y se clasificó para los octavos de final, poco duró la alegría cuando comprobaron que Japón había ganado a Túnez y que su rival en la siguiente ronda sería la todopoderosa Brasil de Ronaldo y compañía.


Tres días después, a las 20:30 en Kobe, esperaba la Brasil de Scolari. Y esperaba Peter Prendergast, el árbitro jamaicano que acabaría siendo protagonista, quizá involuntario, del encuentro. Marc Wilmots encaraba la salida de vestuario al frente de un once que daría su última gran exhibición ante el mundo. Fue el partido donde Mbo Mpenza destrozó por la banda derecha obligando a Marcos a sacar su mejor versión bajo palos. Fue el partido donde Timmy Simons y Daniel Van

Buyten, por entonces jóvenes, compartieron trinchera en el eje de la zaga belga. Fue el partido donde Marc Wilmots marcó y su gol fue anulado sin saber nadie el por qué, el partido donde Marc Wilmots dio una clase maestra de cómo debe jugar un delantero centro y el partido donde Marcos le ganó, una tras otra y de forma increíble, cada disparo. Fue un partido en el que Bélgica seguramente no mereció perder pues, hasta el gol de Rivaldo en el 67, fue muy superior a Brasil pero cuya genialidad del

astro brasileño tras pase magnífico de Ronaldinho rompió el encuentro e inclinó la balanza a favor de la canarinha. Nada pudo hacer De Viegler cuando el disparo golpeó en Simons y cambió ligeramente su trayectoria. La suerte estaba aquella noche de parte de Brasil. Todo acabó tras otra aparición estelar de Marcos para evitar el empate. Una contra de libro llevada desde la derecha por un Kléberson que acababa de entrar e iba dejando atrás belga tras belga sirvió para que Ronaldo acabará marcando el de-


finitivo 2-0. Tras aquel partido Marc Wilmots dejó los Diablos Rojos con la cabeza gacha, pese a ser, hasta la actualidad el último goleador de Bélgica en un Mundial. A la mañana siguiente los periódicos clamaron contra la actuación de Prendergast y como el jamaicano había evitado que Bélgica siguiese avanzando de forma heroica en el Mundial de Corea y Japón. ¿Quién sabe lo que hubiera pasado entonces si Prendergast hubiera dado por válido aquel cabezazo de Marc

Wilmots? Nadie. Lo que sí sabemos es que Marc Wilmots ha vuelto para devolver a Bélgica a un Mundial, para superar a Croacia en la clasificación, para cambiar la veteranía por la juventud y para aspirar a todo. Igual la suerte de Bélgica en los Mundiales cambia precisamente en Brasil.





Una historia de amor que empezó con un desencuentro Brasil se ilumina de una forma especial cuando se oye “Copa do Mundo”, es algo difícil de describir, casi una adoración por este torneo como si de un dios se tratara. Desde tiempos inmemoriales el gigante sudamericano se transforma cuando se acerca esta fecha: las calles se tiñen de verdeamarelo, las entidades permiten descansos especiales para seguir a la selección, la vida completa del país gira alrededor de la participación en el Mundial de fútbol. Sin embargo, todo empezó con una derrota que nunca será olvidada, el famoso Maracanazo.

Texto de Héctor Da Serpa Pinto @kriok


O país do futebol Para entender el calibre de Brasil en esta competición debemos tener en cuenta una serie de datos: además de ser el equipo con más títulos (5), es también el que más partidos ha ganado y el que más goles ha marcado en la historia de los Mundiales. Sin embargo, aquello que lo hace distinto al resto de países del Mundo es nunca haber fallado a su cita con este torneo desde su creación en 1930. En las dos primeras ediciones su participación no tuvo mucho éxito, quedando eliminada a las primeras de cambio. En 1938, la edición previa al torneo que el país albergaría en 1950, dio lugar al primer gran resultado de la canarinha con un meritorio tercer puesto. Como país anfitrión, Brasil se convirtió en un huracán ofensivo que solamente fue frenado en la histórica final contra Uruguay disputada en Maracanã (que albergaba a más de 170.000 espectadores pagantes, aunque se estima que había más de 210.000 personas presentes) en un ambiente perfecto para la consecución del primer título mundial. Sin embargo, aquella trágica noche de Julio fueron los uruguayos quienes silenciaron el coliseo carioca con los goles de Schiaffino y Ghiggia. El país quedó desolado – hay informes que hablan de muchos suicidios - tras semejante decepción, y se decidió cambiar el color del uniforme de blanco al amarillo que conocemos hoy en día. Pero tal pasión no podía

quedar así, y tras alcanzar los cuartos de final en 1954, llegaría la generación dorada del fútbol brasileño: Pelé, Vavá, Garrincha, Didi, Nilton Santos y Zagallo entre otros harían a Brasil alcanzar algo que aún ningún país ha conseguido, ser campeón del Mundo en dos ediciones consecutivas (1958 y 1962). Algunos de esos jugadores aún iban a conseguir volver a ser campeones en 1970, en una de las mejores selecciones que se han visto en la historia del fútbol. Hasta 1982, Brasil alcanzaría las semifinales en otras dos ocasiones (en 1974 y 1978). Pero en el Mundial de España se iba a producir un segundo momento dramático para el fútbol brasileño, el equipo comandado por Telê Santana enamoró a todos en los partidos de la primera fase, donde el juego de Sócrates, Zico, Júnior o Toninho Cerezo parecía no tener rival para volver a conquistar el título. Sin embargo, acabaron siendo eliminados por una archi competitiva Italia en uno de los partidos que pasará a la historia de los Mundiales. Hasta el año 1993, Brasil se encuentra en una época donde duda de su propia capacidad para rendir en las competiciones, que se ve unida a la gloriosa época de su enemiga Argentina comandada por Diego Maradona que consigue mermar la confianza en la canarinha. Como claro ejemplo de esta situación encontramos la victoria de los argentinos en Octavos de Final del Mundial

de Italia 1990 en un polémico partido (conocido por los tranquilizantes suministrados por el equipo argentino a los jugadores brasileños) decidido por un gol de Caniggia tras una brillante jugada de Maradona. Es la peor participación de Brasil desde 1966 y aumentada por caer ante los rivales vecinos. La importancia del año 93 en la historia reciente de Brasil en la Copa del Mundo es relevante. Con Carlos Alberto Parreira como seleccionador, llegó la primera derrota de la canarinha en un partido de clasificación para el torneo (en Bolivia por 2-0). Con este panorama, la selección se jugaba una final ante Uruguay en Maracanã con la vuelta de Romário tras una disputa con el técnico; aquella noche fue mágica para el jugador del Barcelona, que llevó a su país al torneo en Estados Unidos. Con Parreira a los mandos se produjo un cambio de estilo en el juego de Brasil, pasando a ser menos vistoso y apostando por la competitividad en todas las líneas. Se trataba de un equipo rocoso, con talento y liderado por dos estrellas como Romário y Bebeto. Las críticas se volvieron júbilo cuando se proclamaron tetracampeones del Mundo tras 24 años sin ganar un título. En ese equipo ya estaba un joven jugador que sería protagonista en los 3 siguientes torneos: Ronaldo. En 1998, Brasil volvió a sufrir un shock. Comandados por el mítico Zagallo, el equipo se plantó en la final de París habiendo jugado un fútbol vistoso


y que daba resultados. Ronaldo ya era una estrella consolidada y uno de los mejores jugadores del mundo de la época, pero un episodio aún sin aclarar le produjo sufrir una serie de ataques epilépticos la noche antes de la final, viendo afectado su rendimiento y el del equipo en la derrota ante los anfitriones. Un oscuro capítulo que se vería vengado en 2002, en el primer Mundial disputado en Asia, donde el delantero brasileño guiaría al

1958

1970

2002

equipo entrenado por Scolari a la victoria final sin perder ningún partido. Brasil es pentacampeón. Las dos siguientes ediciones solo servirían para coronar a Ronaldo como máximo goleador de la historia del torneo y alcanzar los cuartos de final, dejando un sabor bastante agrío a la afición canarinha con las eliminaciones ante Francia y Holanda. Con este panorama, lleno de éxitos y algunas sombras, Bra-

sil se presenta ante una nueva Copa del Mundo, más colorida y deseada que nunca al volver a disputarse en su territorio. Pero con la presión que conlleva ser uno de los países que vive con más intensidad este torneo y el añadido del precedente de 1950 que les persigue sin cesar. Aunque no cabe duda, que como ocurre cada 4 años, la “Copa do Mundo” se seguirá viviendo de forma especial en las tierras brasileñas.

1962

1994


En el nombre del káiser

Suizalandia

Texto de Tomás García @ToMasGaRcia77


Huegi, Ballaman, Fatton, Antenen, Bocquet, Volanthen y la magnífica generación del '54 o los Trello Abegglen, Kielholz, Amado, Aeby o Minelli que comandaron a los helvéticos en el Mundial de 1938. Fueron generaciones diferentes, separadas por casi dos décadas y ni más ni menos que una Guerra Mundial, pero con algunos denominadores comunes. Ambos combinados siguen siendo los que más lejos han llevado a Suiza en un Mundial con sus cuartos de final (igualados con la cita de 1934) y, pese a la evidente distancia temporal, a esos dos conjuntos los dirigía el enorme estratega austriaco Karl Rappan. Hoy, recordando a una generación –la de 1938- que a un servidor le queda lejana y solo conoce por los libros, me venía a la cabeza Severino Minelli, considerado como uno de los mejores jugadores suizos de la historia y que capitaneó a su país en dos Mundiales (1934 y 1938). De hecho, es el único futbolista del país en la lista de los 100 mejores jugadores europeos del siglo XX que elaboró la Federación Internacional de Historia y Estadística de Fútbol (IFFHS). En definitiva, un auténtico símbolo de Suiza en las Copas del Mundo, con 80 partidos como internacional, una cifra altísima para la época y que aún le mantiene en la parte alta de los ránkings de internacionalidades de la selección suiza. Hablamos de un mito. Severino, según los expertos de la época, era un adelantado a su tiempo, un defensor con buena salida de balón, técnico e inteligente, al que además acompañaba un físico porten-

toso. Conquistó ligas con el Servette (un título en la temporada de su debut) y el Grasshopper (cinco campeonatos de liga y ocho Copas) y acabó su carrera con un descenso con el eterno rival de la ciudad, el FC Zúrich. Gracias a sus dotes también se convirtió en un fijo en las convocatorias de su país, con el que participó en tres Copas Dr. Gerö – torneo también conocido como Copa Internacional de Europa Central y en el que participaban las selecciones más poderosas del centro del continente: Austria, Checoslovaquia, Hungría, Italia y Suiza-, y en dos Copas del Mundo. La primera, en 1934, les enfrentó en octavos de final a los Países Bajos, al que acabaron venciendo por 3-2 con un doblete del delantero Kielholz. Días más tarde caerían en cuartos de final frente a la poderosa Checoslovaquia por 32 pese a otro tanto de Kielholz, que por cierto jugaba con gafas y era buenísimo. Y fue en el primer duelo de

la cita mundialista de 1938 cuando Rappan decidió dar un giro inesperado al guión para eliminar a Alemania en la primera ronda, restando un jugador al habitual quinteto ofensivo de la época y retrasándolo por detrás de la línea defensiva con el objetivo de que se encargase de cubrir al atacante que sobrepasara la defensa. Ese hombre era Severino Minelli. Los helvéticos iban a caer de nuevo en los cuartos de final, frente a la máquina magyar por 2-0 y con Minelli viendo el choque desde el banquillo, pero iban a pasar a la historia con esa nueva disposición táctica de la que muchos hablan como la invención del catenaccio. Minelli fue la cabeza visible de aquella innovación, pero sobre todo se recuerda de él que era un defensor que ahora querrían muchos equipos del más alto nivel, un tipo de jugador por el que ahora suspiran los grandes, un futbolista actual, que sin embargo triunfó en los lejanos años treinta.


CAERSE ESTÁ PERMITIDO, LEVANTARSE ES OBLIGATORIO Texto de Luis Vallejo Colom @lvallejocolom

France, the place to be


Hay proyectos que triunfan. Otros que fracasan. Hay proyectos que llegan al Olimpo de los dioses y se encuentran con los más grandes. Y cuando digo los más, me refiero a los extraños seres que lograron hitos imposibles de repetir, hazañas dignas de los más sinceros elogios y carreras a un nivel tan alto que nadie ha sido capaz de llegar a divisar jamás. Ahí arriba se podrían crear grupos varios. En el primero conviven un conjunto de personas en un piso sobre los demás, ya que la herencia emocional de todos ellos es impagable y perdurará durante una cantidad inimaginable de décadas y siglos, tipos que se ganaron a pulso el ser recordados cuando tan solo quedara en este planeta su alma, como es el caso de Luis Aragonés, Dani Jarque, Antonio Puerta o Manolo Preciado. En el siguiente, futbolistas que siguen maravillándonos con cada esférico que rozan como Messi, Cristiano, Ribery o Ibrahimovic. A los cuales podríamos unir con los que están un escalón por encima, en el cual encontramos a Pelé, Maradona, Cruyff, Beckenbauer… Leyendas que escribieron cientos de páginas en la historia del fútbol. Y después, hay un conjunto de selecciones que dejaron con agujetas en los mofletes a miles de aficionados de tanto dejarles verano tras verano con la boca abierta. Ahí hay varios nombres que retumban más en la eternidad sobre los demás. El Brasil de Pelé, de Jairzinho, de Ronaldo, la Italia de Mazzola, de Zoff, de Buffon, la Alemania de Beckenbauer, la Argentina de Maradona o hasta el Uruguay de

Ghiggia. Pero asomando la cabeza entre los más grandes aparecen Platini, Zidane y Fontaine unidos por un mismo escudo. El símbolo con el que se identifica el país que ha terminado 4 veces entre el mejor póker del mundo a pesar de innumerables historias a nuestro favor que podremos contar a nuestros nietos. Minuto 46, una brillante Croacia se adelantaba en SaintDenis con un gol del mítico (y pichichi de aquel torneo) Davor Šuker. Eran las semifinales del Mundial de 1998 que se disputaba en la misma Francia en los tiempos en los que Batistuta, Vieri o Ronaldo se coronaban como el súmmum. Pero ahí estaba él. Sí, él. Lilian Thuram. Uno de los mejores defensas centrales que he visto en mi vida al igual que la mayoría de hinchas al fútbol. Suena raro decir que era la clave de la zaga y a su vez comentar que con un doblete en veinte minutos metía a Francia

en su primera final por aquel entonces de una Copa del Mundo. Y tal como empezaba el texto, termino esta historia. Hay proyectos que triunfan. Otros que fracasan. Todos somos conscientes del orgásmico y glorioso desenlace que tuvo esta bonita historia con Zidane, Petit, Thuram, Henry, Deschamps, Lizarazu y Jacquet entre otros, como protagonistas principales. Aunque aquel, era tan solo el final de una oda al deporte rey en toda regla en la cual están incluidos sendos abusos a Arabia Saudi y Sudáfrica, una victoria sobre la Dinamarca de los hermanos Laudrup, un triunfo en la prórroga y otro en penaltis hasta llegar al ya comentado anteriormente encuentro ante la mítica Croacia. Porque caerse está permitido caerse (Francia 2010) pero levantarse es obligatorio. Y si es en Brasil, mejor.


El superclase que no brilló en los Mundiales Texto de Miguel Ángel Hernández @miguel_angher verse a juEn el fútbol suele nfan mucho gadores que triu ro no traslaen sus clubes pe s selecciodan ese éxito a su r estilo de nes, ya sea po sos la calijuego en otros ca diametraldad del club es la selección mente opuesta a iggs, Weah de origen (caso G oblemas de por ejemplo) pr a al estilo adaptación, ya se la dirección de juego o con so de Ruud técnica, en el ca podría decir van Nistelrooy se de "mala que fue un poco suerte". carrera Ruud empezó su de segunda en Den Bosch ol holandés, categoría del fútb como mede hecho lo hizo por cosas diocampista, pero on con el del fútbol probar fue un éxito como atacante y só al Heerotundo, luego pa forjador de renveen un club casos de delanteros (ver Dost entre Huntelaar, Bas zó a desotros) y allí empe ho y encumpuntar, PSV lo fic o en 1998 bro su carrera, es al, era difícil luego del mundi ado por los que fuese convoc bía en la senombres que ha lección.


El rincón Oranje

ester Luego pasó al Manch nsolido United donde se co dial del como una estrella mun rdió el gol, antes de eso se pe donde primer gran torneo la Euro tenía opciones de ir, camino del 2000 por lesión, y selecal mundial del 2002 la aría elición holandesa qued ción por minada en la clasifica rigidos Irlanda y Portugal di seguía por Louis van Gaal, an torsin estrenarse en un gr pecífineo de selecciones, es al. camente en el mundi Euro En 2004 lo haría en la ión ac tu de Portugal, buena ac ral del individual y gene to para equipo, todo estaba lis y coel mundial del 2006 arca un mienza bien hasta m en Alegol en fase de grupos Marfil, mania hasta Costa de nda es pero en segunda ro co van descartado por Mar e entonBasten técnico en es os ante ces, quedan eliminad cia su Portugal. De allí anun lección, primer retiro de la se salida luego volvería tras la en dede Van Basten. Tambi ited y jaria el Manchester Un adrid. fichaba por el Real M en la Jugaria la Euro 2008 ranje" que la selección "O

haría una impecable fase de grupos, pero caería inc reíblemente en cuartos de final ante Rusia, ya para el Mundial de 2010 no contó para el cuerpo técnico y no le quedó mas que anunciar su retiro a nivel de selección (otra vez) Como puede verse le faltó esa suerte a nivel de m undiales, pudo disputar do s Eurocopas con su selecció n y en clubes ganó varios títulos tanto de equipo com o individualmente, otro "luna r" es no haber podido ganar la Champions League en sus clubes. En general Ruud er a un delantero letal, buen cabeceador, oportunista y co n sangre fría, aparte de ser un jugador de equipo, Actualmente fue nom brado asistente técnico de la selección nacional a pa rtir de Agosto tras el Mundial , lo encabezan Guus Hiddin k hasta la Euro 2016 y Dann y Blind hasta 2018. ¿El fútbol le dará la oportunidad de br illar en Mundiales como técn ico? Veremos, queda tiempo para ello, dicen que el fútb ol da revanchas y pone las co sas en su lugar.


Barrilete Cósmico, Maradona y el Mundial 1986

Aquella Copa de México fue la última obtenida por la Argentina, con Diego Armando Maradona como máxima figura. El mejor gol de la historia, “La mano de Dios”, sus gestas heroicas y la final ante Alemania.

Texto de Nico Galliari @nico92galliari

Unos metros detrás de la mitad de la cancha, Diego Armando Maradona recibe la pelota y comienza la mejor obra de todos los tiempos. Empieza con su slalom a sacarse rivales de encima, esos que van saltando a su paso intentando pararlo de cualquier forma. No lo consiguen, el ‘10’ pasa una y otra

vez y avanza en el campo con la pelota pegada al pie. Un toque tras otro al balón con esa zurda magistral, las patadas no lo alcanzan y se va acercando al área. Amaga en un par de ocasiones, gambetea al arquero Peter Shilton y convierte con el arco vacío. Un relato de esa obra perdu-

rará por muchísimos años. “La va a tocar para Diego, ahí la tiene Maradona, lo marcan dos, pisa la pelota Maradona, arranca por la derecha el genio del futbol mundial, y deja el tercero y va a tocar para Burruchaga...Siempre ¡Maradona! ¡Genio! ¡Genio! ¡Genio! ta-ta-ta-ta-ta-ta-ta...y


De tierras que quieren volver a ser

Goooooool... Gooooool ¡Quiero llorar! ¡Dios santo! ¡Viva el futbol! ¡Golazo! ¡Diego! ¡Maradona! Es para llorar, perdónenme.Maradona, en una corrida memorable, en la jugada de todos los tiempos...barrilete cósmico... ¿de qué planeta viniste? Para dejar en el camino tanto inglés, para que el país sea un puño apretado, gritando por Argentina.... Argentina 2 - Inglaterra 0... Diegol, Diegol, Diego Armando Maradona... Gracias Dios, por el futbol, por Maradona, por estas lágrimas, por este Argentina 2

- Inglaterra 0”, decía Víctor Hugo Morales desde la cabina de transmisión. Ese gol sigue siendo conmemorado como el mejor en la historia del deporte. No solo por su heroica y maravillosa jugada, sino también por el contexto. Argentina enfrentaba a Inglaterra en los cuartos de final del Mundial de México 1986. Unos minutos antes, Diego había arrancado en velocidad cuando recibió la bola en tres cuartos de cancha. Pasó a dos e intentó jugar con Valdano, al tiempo que fue al área a buscar la devolución. Un inglés desvió la pelota y habilitó a Maradona, que saltó y con la mano abrió el marcador. El árbitro no lo notó. En solo unos minutos, con “La mano de Dios” y aquel arranque y definición glorioso, Maradona le dio el triunfo a la Albiceleste, que accedía a semifinales ganando por 2-1 a los británicos. Hasta hoy en día, Maradona sigue sosteniendo que en el campo sabían que los rivales nada tenían que ver, pero quedaba el sabor y el intento de venganza por la guerra en que Inglaterra venció a las tropas argentinas por las Islas Malvinas en 1982. Por eso mismo es que aquel gol con la mano

quedó registrado para la eternidad como una respuesta, como una alegría que tapó cierta frustración, esa que ponderará siempre en el territorio argentino posteriormente al conflicto bélico. Pero aquel partido fue el puntapié que el equipo dirigido por Carlos Salvador Bilardo necesitó para ir por la Copa. Esa tarde magnánima de Maradona hacía confiar a todo el pueblo. El Estadio Azteca era testigo de una función que quedará en la historia y de un gol que evidenció una mínima reparación al agravio de años anteriores. Maradona era el mejor jugador del mundo en aquel entonces e iniciaba una gesta importantísima para dar a la Argentina su segundo título mundial, tras el conseguido en 1978 jugando en su territorio. Diego fue la máxima figura del equipo, que sin él tal vez no hubiese llegado tan lejos en la competencia. Aquel conjunto no tenía muchos jugadores de elite, pero Maradona los potenciaba con su excelencia única. De esa forma, Burruchaga, Valdano, entre otros, fueron los mejores acompañantes del ‘10’ en la fase ofensiva del equipo.


En aquella Copa, la Selección de Bilardo se encontró en la fase de grupos con Italia, Bulgaria y Corea del Sur, una época en la que todavía se daban dos puntos por victoria. Argentina terminaría invicta en esa primera instancia por dos triunfos y una igualdad. Debutaría con un 3-1 ante los asiáticos, luego empataría 1-1 ante la Azzurra y finalmente derrotaría 2-0 al combinado búlgaro. Eran seis las zonas por ese entonces, y a octavos de final accedieron los primeros y segundos y mejores terceros. Para la próxima ronda lo esperaba un duelo sudamericano, frente a Uruguay. Allí los argentinos se impusieron por 1-0, lograron avanzar y jugaron en un estadio que albergaba más de 100.00 personas ante la selección inglesa. En la actualidad, muchos jugadores de Inglaterra de ese partido siguen sosteniendo que veían a Maradona trasladar la pelota con una velocidad impropia de un ser humano en el segundo tanto, y apuntan a que verdaderamente se hacía imparable. Otros, en tanto, expresan que aquella jugada fue magnífica y que sin el gol con la mano esa obra no hubiese existido, dado que fue un punto de inflexión. El árbitro tunecino Ali Bennaceur convalidó el gol y luego vería como la inigualable habilidad de Diego haría lo imposible. Las semifinales encontraron a Argentina enfrentando a Bélgica, que en aquella competencia logró llegar más lejos que en ningún otro Mundial en su historia y que tenía en el plantel jugadores como Jean-Marie Pfaff, Enzo Scifo o Nico Claesen. La tarde del 25 de junio

los de Bilardo vencerían a los de Guy Thys para seguir dándole forma al sueño de volver a conquistar el mundo. Maradona resultaría fundamental de nuevo en una Copa que lo coronó para todos los tiempos. El mediocampista Héctor Enrique lo habilitó con un gran pase al espacio, Diego Armando atacó el vacío y sentenció al arquero ante su salida con un sutil toque a la pelota con la cara externa de su botín zurdo. Un golazo que empezaba a marcar el paso a la final de Argentina. Pasados unos

minutos, Maradona encontró el lugar para recibir de Cuciuffo y comenzó a encarar a la defensa de frente al arco. Desniveló con su monstruosa capacidad, se sacó de encima a tres y convirtió nuevamente un doblete. Otras dos fenomenales conquistas y el pasaje al partido definitorio, en el que sería figura aún sin anotar. Alemania Federal esperaba en la final después de ganar a Francia en semis, y el partido en el Azteca tendría su cuota de total dramatismo. El zaguero central José Luis Brown


abría el marcador para los argentinos con un cabezazo luego del saque de falta desde un costado. En el complemento, Valdano recibió libre en una contra, con todo un espacio para recorrer y definir. Con el pie derecho abierto, la colocó al segundo palo, sin que nada pudiera hacer el arquero Schumacher. Todo parecía finalizado, pero en el último cuarto de hora del partido habría un quiebre. Dos tiros de esquina desde el mismo sector, dos jugadas casi calcadas, y el empate alemán con los

goles de Karl-Heinz Rummenige y Rudi Völler. Pero aún quedaría una obra más de Maradona. Con la pelota en el centro del campo, Diego habilitó a Jorge Luis Burruchaga con una notable visión de juego. El ‘7’, ante lo mal parada que quedó la defensa germana, aprovechó el espacio, corrió y marcó el tercer tanto, el que le dio la última Copa del Mundo a la Argentina, en México 1986, el 29/06. Aquel equipo comandado por Bilardo, el de las eternas antinomias con César Luis Me-

notti por cuestiones de estilos, se consagraba con un Maradona formidable, en un estado imparable de forma, durante el mejor momento de su carrera. Los goles del diez, sus grandes habilitaciones, jugaba y hacía jugar al equipo. Pumpido defendía el arco, Brown y Ruggeri custodiaban la zaga, Batista y Enrique hacían el trabajo de marca y equilibrio, Burruchaga y Valdano eran abastecidos por el referente. Diego, el líder absoluto,le diola gloria en tierras mexicanas a toda una Nación.



Sin premio tras la desintegración Texto de David López @dablop_

A lo largo de 1991, la Unión Soviética se desintegró "oficialmente" en diversos territorios independientes que abarcan algo más de 22 millones de kilómetros cuadrados. Como es obvio, también se desintegró uno de los grandes combinados nacionales de fútbol. Desde entonces, sus sucesores no han logrado buenas actuaciones en los campeonatos balompédicos. Se sucedían las declaraciones de independencia y la selección que dirigía Anatoly Byshovets debía disputar los partidos de clasificación para el Campeonato de Europa 1992, que se disputaría en Suecia. Esa clasificación comenzó en septiembre de 1990 y se prolongó hasta el último mes de 1991. Con hombres como Protasov, Aleinikov, Kanchelskis, Mostovoi o Kuznetsov, la Unión Soviética se clasificó para el torneo tras quedar invicta en su grupo clasificatorio. Con la URSS en el pasado, la selección de fútbol también debía disolverse. Fue entonces cuando se decidió que la selección de la cual formarían parte la Comunidad de Estados Independientes (C.E.I. - C.I.S. en inglés-) sustituiría a la de la Unión Soviética en el Mundial. Esta selección "de transición"

conservó los colores -rojo y blanco- de su predecesora y jugó en Norrköping y Gotemburgo bajo la 9ª sinfonía de Ludwig van Beethoven. El combinado tan sólo sumó dos puntos (empates ante Holanda y Alemania) y quedó en último lugar en el campeonato. A partir de ahí, cada territorio volvió a tener su propia selección y ninguna, hasta la fecha, ha hecho un gran papel en un Campeonato del Mundo. Rusia y Ucrania son las representantes post-soviéticas que han conseguido superar una fase de clasificación para un Mundial. Los primeros lo han conseguido en tres ocasiones (1994, 2002 y en el presente 2014). Hay que recordar que el país más grande del planeta también disputará el Mun-

dial de 2018, puesto que ejercerá como anfitrión. Los ucranianos, por su parte, sólo lo han conseguido en 2006. Ningún otro combinado post-soviético ha conseguido llegar a la fase de grupos del torneo más importante. Tanto Rusia como Ucrania han tenido serios problemas en las 'repescas' mundialistas. Ambas cayeron tanto en la de Francia 98 como en la de Sudáfrica 2010. Ucrania ha caído dos veces más en dicha fase: Corea/Japón 2002 y Brasil 2014. La 'zbirna', además, no disputó la fase de clasificación en el 94. En resumen, tres participaciones: un 22º y un 18º puesto conseguidos por Rusia y un 8º puesto logrado por Ucrania en su única participación.


Invierno Ex-soviético

En Estados Unidos, Rusia cayó ante Brasil -que luego sería campeón- en el primer partido. Romário a la salida de un córner y Raí de penalti consiguieron la primera victoria para la selección de Carlos Alberto Parreira. Después llegó Suecia. La selección escandinava llegaba de ser semifinalista en su Eurocopa (la primera que disputaron) y también derrotaron a Rusia a pesar de que Salenko puso el 0:1 en el minuto 4' de penalti. También de penalti llegó el empate de Brolin y el delantero del Borussia Mönchengladbach, Martin Dahlin anotó un doblete de cabeza para poner el 3 a 1 final. Rusia llegó al tercer partido del grupo casi sin

opciones de pasar de ronda. Aún así, los rusos endosaron un 6:1 a Camerún con 5 goles de Oleg Salenko, por aquel entonces jugador del C.D. Logroñés. El gol de Camerún lo consiguió Roger Milla con 42 años, casi nada. Con esos tantos, Salenko consiguió un récord que aún sigue sin superarse y sumó 6 tantos, los mismos que Hristo Stoichkov (máximos goleadores del torneo). No tuvieron suerte los hombres de Pavel Sadyrin y se quedaron a un punto de pasar de ronda al haber quedado entre los 4 mejores terceros de grupos. Rusia volvió a un Mundial en 2002. Comenzó ganando a Túnez, la selección más débil

del grupo, con goles de Titov y el jugador del Celta, Valery Karpin. En el segundo partido se enfrentó a una de las selecciones organizadoras, Japón, y en su territorio (Yokohama). Valió el gol conseguido por Junichi Inamoto, jugador del Arsenal, en el 51' para que los nipones se clasificaran matemáticamente, puesto que Bélgica y Rusia se enfrentaban entre sí en la última jornada. En Fukuroi (cerca de 84.000 habitantes) y ante algo más de 45.000 espectadores, ambas selecciones se jugaban el segundo puesto y pasar la fase de grupos. La selección de Romantsev llegaba con 3 puntos y la de Waseige con 2 puntos. Por tanto, a los rusos les bas-


taba con el empate. Se adelantó Walem con un buen libre directo y Beschastnykh empató nada más arrancar la segunda parte. En la recta final, Sonck volvió a adelantar a los belgas y, a los pocos minutos, Wilmots -el actual seleccionador- aumentó la ventaja. Un jovencísimo Dmitri Sychev consiguió recortar distancias en el 88', pero era demasiado tarde y Rusia volvía a quedarse en la fase de grupos. Ucrania participó en el Mundial 2006 tras haber quedado líder en un grupo muy complicado. El primer encuentro fue ante la España de Luis Aragonés, que ya empezaba a formar el equipo para los éxitos que llegarían después. En definitiva, un 4:0 que estuvo en

parte condicionado por la expulsión de Vladyslav Vashchuk. Ucrania quería venganza y se la tomó ante Arabia Saudí en el segundo partido. Devolvió el 0:4 con goles de Rusol, Rebrov, Shevchenko y Kalynychenko. A los chicos de Blokhin les bastaba con no perder en el partido final ante Túnez para pasar a las eliminatorias. Ziad Jaziri fue expulsado al final de la primera parte y Shevchenko consiguió anotar de penalti en el 70'. Ucrania se topó con Suiza en Octavos de final en un partido que se decidió por penaltis. Shovkovskyi ejerció de héroe al detener dos de los tres penaltis lanzados por los suizos. Milevskiy sí anotó, y a 'lo Panenka'. Hizo lo propio Oleg

Gusev para poner el 0:3 en la tanda y pasar a Cuartos. Los post-soviéticos se vieron entre los 8 mejores del Mundo, rodeados de selecciones históricas. El rival fue Italia, que acabaría levantando su 4º título. Ucrania no pudo parar a Zambrotta y a Luca Toni en dos ocasiones y se despidió del Mundial de Alemania. Fue su primera -y única- participación, ni estuvieron en Sudáfrica ni estarán en Brasil. Tras la desintegración, tres veces ha habido un combinado post-soviético en un Mundial. Rusia estará en los dos siguientes que se van a disputar y Ucrania tiene una plantilla poderosa. Veremos si cambian sus actuaciones.


@RevistaHighway




El ojeador

Pelé

La estrella que comenzó a brillar en 1958 Texto de Jaime Toral @Jaime_Toral

Estoy prácticamente convencido de que si os mencionó a Edson Arantes do Nascimento, muchos de vosotros no sabríais decirme a quien me refiero, pero si os digo el nombre de Pelé, ya todos vosotros sabéis de quien hablo. ‘La perla negra’, ‘El rey del fútbol’ u ‘O Rei’ son entre muchos otros los apodos que ha recibido Pelé a lo largo de su inmensa y colosal carrera futbolística, todos hacen referencia a la gran calidad que atesoraba en sus dos piernas este magnífico jugador brasileño desde una edad muy temprana. Por ello, nos tenemos que marchar hasta 1958, para mostraros los orígenes de este talentoso jugador de Três Corações que comenzaba a despuntar en este deporte, a nivel profesional. El año 58 sería muy especial para Pelé, tras una primera temporada con el Santos, con tan solo 16 años, en los que solo había disputado dos partidos con dos tantos conseguidos, su segunda campaña con el conjunto ‘Alvinegro Praiano’ con 17 años, acabó con 36 dianas en 29 encuentros disputados (41 goles en total en toda la temporada), siendo la joven promesa que tiró del carro del

equipo santista en aquella temporada que se alzaron con el campeonato Paulista. Pero la mayor sorpresa para el joven jugador del Santos llegaría cuando se aproximaba el verano, Vicente Feola, entrenador en aquella época de la selección brasileña y un experimentado técnico que venía al banquillo de la ‘Canarinha’ tras una larga trayectoria en Sao Paulo, le introduciría en la convocatoria para el Mundial de Suecia de aquel año (1958). Fue la gran sorpresa de la lista, pero Pelé se lo había merecido tras dar el do de pecho con su equipo en la competición liguera de aquel año. Pero las sorpresas no se frenarían tan solo en la lista de

convocados para el Mundial, sino en el gran torneo que labraría Pelé y que culminaría con el título para Brasil, a pesar de haber estado a punto de perderse la cita por una lesión en la rodilla derecha. Por este motivo, no jugaría los dos primeros encuentros de la competición, pero fue en el tercero y último de la fase de grupos, cuando ‘O Rei’ debutaría, con tan solo 17 años, en un Mundial de fútbol, y lo haría ante la URSS de Lev Yashin y Simonian, y donde acabarían ganando los ‘cariocas’ con un debut goleador de Pelé, tanto que metió en una buena combinación con Garrincha, otra de las estrellas de aquella épica selección brasileña.


El Mundial fue un gran escaparate para Pelé, donde su fútbol se mostraría ante el mundo y sobrepasaría fronteras. La Copa Mundial de Fútbol que se celebró aquel año (1958) acabaría de una manera ancestral. Enfrentando en el Estadio Råsunda a la anfitriona, la selección sueca de Nils Liedholm, Gustavsson, Agne Simonsson, Kalle Svensson y Gunnar Gren, frente al conjunto que estaba arrollando todo lo que encontraba a su paso, la ‘Canarinha’ de Vavá, Garrincha, Didí, Zito, y por supuesto de Edson Arantes do Nascimento ‘Pelé’.

La final acabó con un 5-2 favorable para los brasileños, el conjunto de Vicente Feola aplastó a los de casa con una contundente goleada encabezada por ‘La perla negra’ que conseguiría 2 dianas aquella noche y 6 en total en toda la competición en cuatro partidos disputados. Dos de las imágenes más recordadas en la historia de los mundiales se registraron al término del partido de aquella final del 58. Una es la de Pelé, llorando por la felicidad y la euforia del primer título para su país y su primer título a nivel colectivo con Brasil. La se-

gunda, en la cual el joven delantero es llevado en hombros por sus compañeros. Apenas era el comienzo de lo que sería la carrera de uno de los futbolistas más importantes de la historia. Los futbolistas suecos reconocieron con dignidad la derrota. De hecho, el defensor Sigge Parling afirmó después del encuentro: "Después del quinto gol, tenía ganas de aplaudir".



GRANDES AUSENTES DE LOS MUNDIALES Semana de preselecciones para el Mundial, quinielas constantes invaden las redes sociales en los últimos días para hablar de aquellos futbolistas que se merecen ir al Mundial y aquellos que no. No obstante, en nuestro presente y a lo largo de la historia han sido muchos los jugadores que se han quedado sin disputar un Mundial.

Texto de Albert López @Albert7Lopez


Jordi Vila

Ya lo recordamos hace unos números, uno de los grandes olvidados de uno de los mejores Barça de la historia. Nacido en Santpedor, al igual de Josep Guardiola, jugó cuatro años en el Barça marcando 31 goles. No obstante, la canción de Joan Manuel Serrat “temps era temps” donde recuerda la delantera del Barça de las 5 copas (Kubala, Moreno i Manchón) no nombra a Jordi Vila y es por eso que pocos culés conocen la figura de uno de los jugadores más importantes del Barça de las 5 copas. Serrat siempre reconoció que no lo incorporó en la letra de la música por la métrica. Jordi Vila no jugó nunca un Mundial y tampoco debutó ya que en una ocasión fue convocado para la segunda plantilla de la selección Española para jugar un partido en Paris ante Francia aunque a última hora no fue convocado a causa de una enfermedad. Tal y como he dicho, Jordi Vila es uno de los grandes olvidados de la historia del F.C.Barcelona.

Josep Escola

Con el apodo de “el catedrático del futbol”, Escolà sufrió de lleno la consecuencia de la Guerra Civil española a causa de la suspensión de la liga. El F.C.Barcelona viajó por México y Estados Unidos para jugar con diferentes equipos. No obstante, muchos jugadores aprovecharon este viaje para exiliarse y jugar con equipos del extranjero. Uno de ellos fue Josep Escolà que fichó por el Football Club de Sète 34, situado en el sur de Francia fue fundado en el 1900 con el nombre de Olympique Cettois. Al terminar la guerra, volvió a Barcelona aunque tardó un año en volver a jugar ya que la Federación Española le sancionó con un año de suspensión. Con el Barça llegó a marcar 118 goles en 191 partidos oficiales convirtiéndose de esta forma en uno de los mejores delanteros de la historia del F.C.Barcelona. En su palmarés podemos encontrar dos ligas (1944-45, 1947-48). Con la selección española jugó dos partidos, los dos ante Portugal y ambos partidos con el mismo resultado, 2-2. En su debut marcó uno de los goles.

Josep Seguer

Josep Seguer, nacido en Parets del Vallés. Gran lateral derecho llegando a jugar algo más de 200 partidos con el F.C.Barcelona marcando 30 goles. Considerado uno de los mejores defensas de la historia del Barça, ganó 5 ligas siendo uno de los jugadores principales del Barça de las 5 copas. Fue el primer entrenador de la historia del F.C.Barcelona Atlètic (el segundo equipo). Fue internacional en 4 ocasiones en el 1952. Debutó de la mano de Zamora ante Irlanda. Posteriormente jugó ante Turquía, Argentina y Alemania.


Jonathan Soriano

Nacido en el Pont de Vilomara, formado en las categorías inferiores del Espanyol, considerado el nuevo Raul Tamudo sufrió continuas lesiones de rodillas que le impidieron seguir con su gran proyección. Cedido en equipos como el Almería, Poli Ejido, Albacete…no fue hasta que llegó al F.C.Barcelona B que recuperó el instinto goleador de la mano de Luis Enrique llegando a marcar 32 goles despertando el interés de grandes equipos como el Benfica. Finalmente decidió irse al Red Bull Salzburg donde esta temporada ha conseguido ser el máximo goleador de la Europa League y de la Bundesliga austriaca haciendo que se convierta el máximo goleador español anotando 45 goles. Capitán del equipo y consi-

derado un auténtico ídolo en Salzburgo, Jonathan Soriano es feliz y sólo una oferta del F.C.Barcelona le haría cambiar de aires como él mismo ha dicho hace unas semanas en el programa “La Graderia”. Sin duda, uno de los grandes olvidados de la lista de Vicente Del Bosque. Ha sido internacional con España en las categorías inferiores y es el único jugador en la historia de los Mundiales capaz de anotar y parar un gol ya que en el Mundial Sub-20 de 2005 consiguió marcar un gol a Honduras en el minuto 5 y posteriormente con los 3 cambios realizados, expulsaron a Roberto (portero actual del Granada) en el minuto 78 aunque finalmente Jonathan Soriano consiguió parar el penalti.

Jose Callejón

El delantero ha encontrado en el Napoli la estabilidad que buscaba tras su paso en el Real Madrid. De la mano de Rafa Benítez se ha consolidado en el equipo anotando 14 goles siendo su mejor registro goleador. Creado en la fábrica y tras su paso en el Espanyol, realizó grandes temporadas en el Real Madrid desempeñando el papel de delantero suplente apareciendo cuando el equipo más lo necesitaba. No entrará en la preselección seguramente porque el de Motril tampoco tiene una gran repercusión mediática y su puesto en la selección está más que cubierto.



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