SICUE,
programa de intercambio para estudiantes
Estudiar lejos de casa Irse de intercambio académico no siempre ha sido fácil. Hubo un tiempo en el que era más fácil acceder a una plaza para irse a estudiar a una universidad europea que conseguir una plaza de intercambio en una universidad española. La experiencia Erasmus y las modificaciones que ha introducido el EEES, como por ejemplo, la unidad de reconocimiento académico (el crédito ECTS) han facilitado las cosas. Cuando se habla de programas de movilidad académica a todos nos viene a la cabeza el Programa Erasmus, es lógico, lleva más de veinticinco
años funcionando y su éxito va creciendo año a año. Este proyecto facilita la movilidad a nivel internacional, en este caso permite el intercambio en países del ámbito del Espacio Europeo de Educación Superior. Sin embargo no todo el mundo quiere irse al extranjero a continuar sus estudios y busca otro tipo de alternativas para completar su formación dentro de España. El Sistema de Intercambio entre Centros Universitarios Españoles, más conocido como Programa SICUE, nace tras los buenos resultados del programa Erasmus en el año 2000. La experiencia Erasmus,
por aquella época, ya llevaba más de diez años en práctica y unos doscientos mil universitarios habían disfrutado de estancias académicas en multitud de países europeos. Con estos resultados tan positivos los dirigentes universitarios se dan cuenta del interés que los estudiantes muestran por la movilidad con respecto a su formación universitaria y descubren que resulta más fácil irse a estudiar al extranjero que disfrutar de un intercambio universitario dentro de España. Estas dificultades se fueron solventado utilizando como referente los procedimientos los programa de intercambio europeo.
En los comienzos de la aplicación del Programa Erasmus, surgieron problemas como la dependencia excesiva de los coordinadores de cada intercambio, la escasa implicación institucional, la falta de uniformidad y continuidad, la ausencia de los trámites y calendarios estandarizados y, sobre todo, la falta de garantías del reconocimiento académico de los estudios cursados.
Para solucionar estos problemas y dificultades, se implantaron procedimientos y mecanismos creados anteriormente en el programa Erasmus, para estructurar y simplificar los intercambios con normalidad. El programa SICUE decidió adaptar estas herramientas para sistematizar la movilidad universitaria en los Centros Universitarios españoles.
La movilidad es un factor muy valorado en el ámbito de la enseñanza que repercutirá también de forma muy positiva cuando se dé el paso al mundo laboral. Estar dispuesto a realizar un intercambio académico además de enriquecer el currículum académico, es revulsivo para la vida personal y supone una experiencia excepcional también a nivel cultural y social.
Movilidad sin becas Hace tres años, el Ministerio de Educación de mano de José Ignacio Wert, eliminó la convocatoria de las citadas becas para el curso 2013-2014, al haber aumentado el número de estudiantes que solicitaban becas debido a la crisis económica. Las becas Séneca eran ayudas a la movilidad de estudiantes universitarios para que parte de los estudios puedan seguirse en universidades distintas a aquellas en la que el estudiante se ha matriculado. En el año 2012 se convocaron 2..224 becas de este tipo con una cuantía de 500 euros mensuales y una ayuda de viaje única a cada beneficiario de entre 120 y 200 euros dependiendo del desplazamiento. A causa de esta decisión, a día de hoy, los estudiantes que participan en este programa, deben de pagar todo de sus bolsillos.
“Más o menos, la estancia ronda por 500 euros mensuales en cualquier ciudad, incluyendo el piso y el mantenimiento diario”
¿Para quién es? Este programa proporciona a cualquier estudiante universitario la oportunidad de realizar un intercambio académico con las instituciones universitarias que colaboran en este proyecto. Por eso, hay que asegurarse de que la universidad de destino participa en el programa. El intercambio es para aquellos que quieran moverse de lugar, pero que no quieran alejarse demasiado de sus casas. Además, ahora sin las becas de ayuda, será para quien se lo pueda permitir. Pero, hay muchas opciones de llevar una vida digna sin tener la cartera demasiada llena. Durante los meses de la estancia, que pueden ser como mínimo seis y como máximo nueve, el universitario cambia totalmente de aires: de compañeros, de profesores, de asignaturas, de facultad y también de ciudad.
¿Qué ventajas aporta? El programa tiene como misión “incrementar la diversidad y la amplitud de la oferta educativa en la enseñanza superior”. Además el sistema “hace posible que el estudiante experimente sistemas docentes distintos, incluido el régimen de prácticas entre otras cosas”. Además de eso, ofrece la posibilidad de poder emanciparse y aprender a vivir sin que nadie esté encima. El intercambio aporta valores tanto buenos como malos en la estancia. El tener que compartir un piso con otros estudiantes,
hace que aprendas y valores las cosas aún más. También hace reflexionar sobre lo mucho que tienes, porque te das cuenta de las cosas que en la estancia no los tienes. Otra de las ventajas que aporta el programa es que se puede estudiar en castellano en todas las universidades. En el caso del País Vasco, hay la opción de recibir todas las clases en castellano y en caso de Cataluña, no ofrecen la opción de escoger el idioma, pero dan la oportunidad de acudir a clases de catalán gratis.
Gracias al Sistema Europeo de Transferencia de Créditos implantado con la adaptación al Espacio Europeo de Educación Superior las asignaturas cursadas en la institución de destino que sean evaluadas y su resultado sea positivo obtendrán reconocimiento académico de forma automática. Antes de la adaptación al proceso de Convergencia Europea y de la existencia de los créditos ECTS la forma de reconocer las materias cursadas ya aprobadas era costosa y complicada pues se hacía a través del procedimiento de convalidación.