El pájaro herido Y el buen Arbol
Adaptación del cuento tradicional “El pájaro herido y el buen pino” Ilustraciones “El pájaro del alma” Otoño 2015
El otoño había llegado de nuevo a nuestra ciudad, y como cada año en Gijón, en el mes de Noviembre, todas las aves se marchan volando a otros países donde hace más calor. Pero un pájaro, aquel otoño no pudo seguir a sus amigos porque estaba herido, tenía el ala rota y no podía volar.
Vi贸 todos los 谩rboles de alrededor de nuestro cole y pens贸: - Seguro que alguno me dar谩 abrigo para pasar el invierno.
El primer árbol que encontró fue el avellano y le preguntó: - Avellano, ¿me dejarías pasar el invierno contigo? - ¡Vaya una idea! contestó el avellano. ¡No, no y no! Y no me molestes, bastante tengo con cuidar de mis avellanas.
El segundo que vió fue el castaño, y se le acercó diciendo: -Hola señor castaño, podría cobijarme en tus ramas? - ¿Qué dices pajarito, crees que te voy a dejar que te comas todas mis castañas? No, no, y no. Búscate otro árbol.
Luego llegó junto a un caqui muy hermoso y le preguntó: - ¿Podría, por favor, pasar este invierno en tus ramas? No puedo volar porque tengo un ala rota. Y el caqui le contestó: - ¿De verdad piensas que vas a vivir conmigo? ¡Ni loco! No, no y no. ¡Vete de aquí! que no quiero que te comas mis frutos.
Cada vez más triste, el pájaro iba caminando y se acercó a un manzano, al que le dijo: - Hola Sr. Manzano, por favor, estoy herido y muy cansado ¿me dejarías pasar en tus ramas este invierno? Y el manzano, enfadado, le contestó: - No, no y no. ¡Vete de aquí y no me molestes! yo no hablo con pájaros.
El pájaro herido, llorando, siguió caminando por debajo de los árboles de Contrueces, cansado de que todos le dijesen que no. Cuando el pájaro pasaba junto al árbol de la puerta del cole, se paró: - ¡Nunca había visto un árbol así!,¡qué alto!, ¡qué ramas tan grandes!, ¡qué hojas tan puntiagudas!, ¿Y este fruto? qué será... En su tronco había un cartel que decía:
“A-R-A-U-C-A-R-I-A”
De repente escuchó una voz: -¿Qué pasa pajarito? ¿quién me llama? -¿Cómo?- respondió el pájaro sorprendido.
- Sí, me has llamado tú, has dicho Araucaria y ese es mi nombre ¿Qué te pasa?, ¿por qué lloras? - Lloro porque estoy herido, tengo un ala rota y ningún árbol me quiere dar abrigo. - No llores más- le contestó la araucaria – elige la rama que más te guste, y pasa el invierno conmigo. Muy contento, se apuró a construir su casa antes de que llegara el invierno.
g6
El viento del otoño llegó, sopló y sopló… sopló y sopló… schssss schsssss… y tiró todas las hojas de los árboles que no quisieron ayudar al pájaro herido: las hojas del avellano, las hojas del castaño, las hojas del caqui y las hojas del manzano. Y así, sin hojas se quedaron.
En cambio, el viento pasó muy suavecito para no arrancar las hojas de la Araucaria. Por eso, el pájaro herido, pasó el otoño y el invierno muy abrigadito junto su amiga la Aracuria, que había sido muy buena. Y éste es el motivo por el que cada otoño, hay árboles a los que se les caen las hojas, y a otros, como nuestra Araucaria, a los que no se les caen. … ¿Creéis que este es el fin de la historia?…
Pues no……… El pájaro herido, cuando llegó la primavera, se curó del ala rota, y alzó de nuevo el vuelo. Pero dicen que en Otoño, ya no se va como las demás aves, se queda a vivir aquí, con nosotros, en Contrueces, para estar con los niños del cole. Si un día ves un pájaro sobre las ramas de esta Araucaria, no lo dudes, es el pájaro herido que vivirá toda la vida con su buena amiga, la Araucaria.
¿Sabéis dónde está? ¡Vamos a buscarlo!
Fin