MURAD 2015-2016. MODULO 3. DISEÑO CONTEMPORÁNEO 1.3. Ámbitos, escalas y densidades del carácter público del espacio A. Sobre el espacio A.1 ¿Que hay de individual en el espacio privado? A.2 La accesibilidad como rasgo diferenciador del espacio contemporáneo. A.3 Accesibilidad como movimiento reversible, visible y afectivo. A.4 Playground. Sobre las zonas y el juego en el espacio público. B. Sobre el diseñar B.1 ¿Diseño del dominio público ascendente o descendente? B.2 La apropiación como acción configural espacial. B.3 ¿Flexibilidad o polivalencia? B.4 Patterns of living C. Bibliografia
MURAD 2015-2016. MODULO 3. DISEÑO CONTEMPORÁNEO 1.3. Ámbitos, escalas y densidades del carácter público del espacio A. Sobre el espacio A.1 ¿Que hay de individual en el espacio privado? A.2 La accesibilidad como rasgo diferenciador del espacio contemporáneo. A.3 Accesibilidad como movimiento reversible, visible y afectivo. A.4 Playground. Sobre las zonas y el juego en el espacio público. B. Sobre el diseñar B.1 ¿Diseño del dominio público ascendente o descendente? B.2 La apropiación como acción configural espacial. B.3 ¿Flexibilidad o polivalencia? B.4 Patterns of living C. Bibliografia
A. Sobre el espacio A.1 ¿Que hay de individual en el espacio privado? Entender el espacio privado y público como un lugar destinado a organizar la individualidad y la colectividad, respectivamente, es un cliché. (Hertzberger, 1991) Bajo esta estructura organizativa, al hombre se le asume desde la inseguridad, ubicándolo en estados de aislamiento, asentando las bases de una glorificación de lo individual donde la colectividad se muestra como la última barrera construida por el hombre para no encontrarse consigo mismo. Tomando el panorama de las Case Study Houses, podemos observar las condiciones publico-privadas en relación al espacio domestico a fin de extraer ciertas conclusiones sobre la identidad del carácter público del espacio contemporáneo. Las Case Study Houses fueron 36 diseños experimentales de arquitectura residencial norteamericana patrocinados por la revista de John Entenza Arts & Architecture quienes pagaron a los mejores arquitectos del momento, Richard Neutra, Raphael Soriano, Craig Ellwood, Charles and Ray Eames, Pierre Koening y Eero Saarinen, entre otros. El programa empezó en 1945 y terminó en 1966. Las primeras seis casas fueron construidas en 1948 y atrajeron más de 350.000 visitantes. Aunque no todos los 36 diseños fueron construidos, la mayoría de los que fueron construidos se realizaron en Los Ángeles, unos pocos en San Francisco Bay Area, y uno se construyó en Phoenix, Arizona. Algunos de ellos han quedado retratados icónicamente por el fotógrafo Julius Shulman. El motivo de esta iniciativa es fruto de la demanda de casas residenciales en los Estados Unidos causado por el fin de la Segunda Guerra Mundial, resultado del regreso de millones de soldados, muchos de ellos en débiles condiciones físicas y psíquicas. El objetivo de estos diseños domésticos asumen por un lado el compromiso con la innovación y experimentación en temas de vivienda, por otro lado con la producción económica y eficiente bajo sistemas de construcción prefabricada, y la atención política a lo que había sido un guerra donde familias desestructuradas debían afrontar un futuro duro en sus países de origen. Estos espacios, condensaban en lo domestico una privacidad individual como lugar de calma y reposo, aislados de una esfera publica ubicada en una intemperie donde cualquier cosa no deseable es posible, entorno de descontrol y peligros. La casas elevadas, protegidas, apartadas de lo publico aparecen como
Esta herencia sobre el espacio domestico privado, se manifiesta hoy en día en nuestro tiempo contemporáneo planteando disfuncionalidades y desgarros a varios niveles, sobre varios agentes, en diversos entornos y manifestaciones. 1. Arquitectura doméstica fantasma derivadas del no ajuste de la arquitectura a lo parámetros económicos y sociales del sistema. 2. Espacio domestica desprotegida en el espacio público por la falta de esfuerzo en establecer una arquitectura posible, de código abierto, para todo el mundo. 3. Afectados por la hipoteca, como resultado de un ejercicio de diseño doméstico a favor de las estrategias económicas del sistema y lejos de las necesidades sociales. 4. Desatender el espacio transición entre la capsula del coche (Sheller y Urry, 2000) y la cápsula de la vivienda, es decir, las posibilidades del espacio mas allá de la burbuja propia. 5. Arquitectura doméstica como víctima del paisaje urbano a la sombra de la arquitectura monumental, sede de los agentes económicos que nos azotan. 6. Viviendas de protección oficial como símbolo de la capacidad política y de gestión de un mandato. 7. Espacios domésticos definidos desde patterns de uso como por ejemplo pisos para familias prototípicas, aun todavía premiadas socialmente: madre y mujer de casa, padre y hombre trabajador, con dos hijos uno de cada sexo, que tras el divorcio alquilan el piso a un grupo de estudiantes que no saben que hacer con el. 8. Vivienda como un quiero y no puedo, como es el caso de la gran mayoría de los “héroes modernos” que mueven las masas y que a través de sus viviendas no solo muestran su poderío sino su mal gusto, su incoherencia, falta de identidad, y poco cuerpo. 9. Espacios doméstico, mejores, mas equipados, mejor distribuidos para que la mujer haga sus labores en mejores condiciones, afianzando el género como registro estructurador de la vivienda y desestructurador del cambio. La realidad de la cuestión del espacio público/privado parece pues no recaer en temas de colectividad/individualidad sino mas bien, como apunta Herman Herzberger en temas relativos a la participación de agentes en ambas esferas. Así pues, durante un tiempo ya pasado, los agentes diferenciados construían por su implicación en el campo vectorial una realidad publico o privada, dependiendo de su posibilidad de acceso. Hoy en dia, se puede observar como
los agentes significativos de la espera de lo publico operan en la privada y viceversa, configurando un terreno donde lo constitutivo del espacio no esta ya relacionado con sus presencias diferenciadoras. “La Casa en la Pradera” de los Ingalls fue el referente de un espacio domestico impenetrable por los ajetreos políticos imperantes en la arena pública. Hoy en día, el espacio domestico, aparentemente privado, es en realidad el único urbanismo posible. Es dentro de nuestras cases desde donde nos relacionamos con los desconocidos a través de la estión de las “tele-asistencias”, las redes sociales, y los “online”. Ya fueron John Lennon y Yoko Ono en 1969, los que movieron la cama de la suit del Hilton Hotel de Amsterdam colocándola contra la gran ventana, para que los medios los grabaran juntos, en el interior de la cama y con el fondo de una ciudad que entraba por el gran ventanal a la vez que sus voces sobre la guerra de Vietnam se esparcían por toda Amsterdam y más allá. Otros modelos de espacios domésticos fugados hacia lo público o públicos inmiscuidos en lo privado se ha seguido dando; desde la Moncloa a la Casa Blanca pasando por Starbucks, limpiándonos los zapatos en el felpudo de la república independiente de mi casa, donde a penas dejo entrar a diseñadores de espacios. Parece pues claro y evidente que lo público y lo privado no es lo que eran, ni tan siquiera queda claro que lo publico y lo privado sean términos que hayan podido mantenerse intactas en su significado después de la evolución sufrida por las preguntas acerca de la naturaleza del espacio contemporáneo y realidad. Es necesario entender bajo que naturaleza se erige el término de espacio hoy en dia y por ente, revisar la terminología que define nuestro contexto espacial, sin forzar que el significado de publico y privado sea si, o si, la definición de algo que ya no es. El panóptico de Foucault está en crisis. Los espacios de encierro definidos por Foucault propios de las sociedades disciplinarias: familia, escuela, cuartel, fábrica, hospitales y cárceles, se manifestaban en una democracia asociada a los espacios púbicos que se regían por una gobernanza basada en los parámetros establecidos por un orden público. Un orden público regulado socialmente por un cuerpo legal intencionado, estratégico y hegemónico, creado para manipular fuerzas y reacciones implicando diferentes actividades y agentes. La legibilidad a través de estos códigos imperativos (Scott, 1998) no se expresa por lo visible, sino por el umbral de aceptación del orden permitido. Es en lo que se puede o no hacer, en la posibilidad de acceso, donde el delito puede llegar a emerger. A.2 La accesibilidad como rasgo diferenciador del espacio contemporáneo. Podemos entender que la naturaleza del espacio contemporáneo radica en la accesibilidad de los agentes que lo configuran dejando atrás la “selección natural” que la ética del espacio hacía de los participantes configuradores de lo privado y lo público.
Es la accesibilidad el parámetro que rige, data, marca, estructura y pauta el nacimiento del espacio contemporáneo, su carácter y cuerpo significante, siendo las relaciones afectivas entre los agentes permitidos lo que construye el espacio (Dewey, 1927), considerando al individuo como un agente más, habitante desde la primera acción configural, que por la convivencia en la gestación se moldea con el espacio, quedando lejos la idea del individuo que con “llave en mano” accede a habitar un espacio diseñado, preparado, perfectamente equipado y acabado, listo para ocupar. Los espacios no se compran o alquilan, se crean, ya sean de primera o segunda mano. Si es el concepto de accesibilidad lo que se asienta en la naturaleza del espacio contemporáneo, parece conveniente hablar de las condición de umbral o frontera de un espacio (Joseph, 1984), así cómo del control de las relaciones, teniendo de fondo las tecnologías de la comunicación como mediadoras. Dentro de las políticas de seguridad, entendidas como factores implícitos en el termino de lo accesible, podemos destacar las sociedades de control anunciadas por Deleuze, las velocidades de control tratadas por Paul Virilio y las estrategias virales de control descritas por Jean Baudrillard. Deleuze define el control como un modulado autodeformante que cambia continuamente, un tipo de “monstruo” entendido como “muestra”, accesible por el uso de contraseñas y habitado por un individuo que se convierte en dividual. El término dividual es utilizado por Deleuze para enunciar la figura de un hombre contemporáneo dividido, esquizofrénico, propio de las sociedades de control; frente al hombre paranoico, derivado del miedo de las sociedades disciplinarias. Paul Virilio adjetiva las formas de control como aceleradas y accidentadas, ubicadas siempre en el espacio libre, estrechando el planeta y por lo tanto operando a distancia. Las estrategias virales que describe Baudrillard trabajan desde los contagios propios de un mundo integrado, donde tiempo y espacio son complices bajo una expresión virtual, siendo la exterioridad cada vez mas un medio poco creible. Es característico de las políticas de seguridad, que la multiplicidad dinamite las identidades y que estas queden reflejadas en simulacros, haciendo como ya anunciábamos el desplazamiento del hombre hacia lo “dividual”. Este es el hombre que habita hoy, con el que lo espacial aparece en el terreno de lo real, que como afirma el poeta Adonis “es también una metáfora”. A.3 Accesibilidad como movimiento reversible, visible y afectivo. El término de espacio público contemporáneo queda definido y actualizado por la accesibilidad de los agentes que bajo un cierto grado afectivo en sus relaciones configuran el espacio, no siendo ya característico de su naturaleza la fisificidad, estructura o materia, aunque si de su forma de estar presente. La accesibilidad, las afecciones y las relaciones se manifiestan por el grado de
visibilidad, tangible o intengible y se hacen posibles por la consideración del movimiento que radica en ellas. A fin de ir adaptando la terminología, la socióloga Andrea Mubi Brighenti, presenta el término de Dominio Público frente al de Espacio Publico, siendo este un término que puede añadir y hacer convivir de forma redefinida aspectos vinculados a “la esfera de lo público”, “el espacio publico”, “el orden público” o el “ámbito público”. Los tres ejes (x, y, z) bajo los cuales se da forma tridimensional al dominio público son la “ecología urbana”, la “ecología de los media” y la “ecología de las atenciones”. Estos tres ejes son los encargados de dar forma a los sujetos, eventos, cuerpos, ritmos de un dominio público, entendido como movimiento formado por apropiaciones reversibles en un territorio de afecciones definido por la visibilidad, la accesibilidad y la resistencia (Mubi, 2014). A.4 Playground. Sobre las zonas y el juego en el espacio público. Los Playgrounds, o “zonas de juego” son definidos por el arquitecto Aldo Van Eyck como los “lugares para que el hombre redescubra lo esencial y la ciudad redescubra al niño”. Podemos enunciar tres modelos de playgrounds en relación al grado de apropiación que estos permiten por el usuario y en todo caso la consideración de usuario establecida en cada modelo. 1. Playgrounds protegidos. Son espacios específicos, zonificados y diferenciados, desde los que operan la mayoría de las empresas de ocio para niños en el espacio púbico, alimentados por el peligro que los hace definirse y situarse desde la protección de los agentes indeseables de la ciudad como son los coches, los vagabundos, el viento, etc. Son espacios que aunque con la presencia de niños, resultan no están ocupados. El miedo es lo que les da forma, aislando al niño, expulsando al adulto y haciendo de la ciudad un lugar de desconocidos con lo que mas vale no encontrarse. “La valla es fría y austera, y los niños juegan en una jaula. Usted no tiene la culpa. Así es como funciona la sociedad.” Aldo van Eyck, 1962, en el catálogo de la exposición “Playground”, 2014. 2. Playgrounds “con peligros”. Experimento 007. Playgrounds en Van Hogendorpplein. Son espacios accesibles, que nacen del diálogo con los agentes que configuran la ciudad, pactando y negociando márgenes y presencias, pero nunca negando la realidad. Es un lugar de asamblea, convivencia, conocimiento y respeto, la invisibilidad no es la elección para la manifestación del espacio. Las formas que lo definen están pues asumidas y apropiadas por la ciudad, pudiendo acceder a ella todo tipo de usuarios, no solo juegan los niños, ni los artefactos de juego son solo para jugar.
“La violencia de la ciudad pone en evidencia inmediatamente cualquier error. Pero la ciudad también recompensa lo que tiene sentido, ya sea o no deliberado. Puede haber resultados imprevistos, como una montaña llena de chicas, y eso es algo especialmente bonito. El niño ha descubierto por si mismo esta posibilidad, toda una recompensa para el diseñador.” Aldo van Eyck, 1962, en el catálogo de la exposición “Playground”, 2014. 3. Playgrounds emergentes. Aldo Van Eyck, en una conferencia pronunciada en Marcanti, Amsterdam, en 1962 enmarcaba la calle de la ciudad Holandesa de Amsterdad, Weesperstraat, a finales del 1950 como un entorno de juegos infantiles propio, auténtico, posible e íntegro. Esta calle, víctima de la Segunda Guerra Mundial, presentaba en el periodo de finales del 1950 y principios del 1960, una estructura desecha, ruinosa, pero repleta de formas sugerentes que necesitaban ser tomadas por la inquietud propia de los niños, levantando a través de sus pisadas en las ruinas, el deseo y las ganas por la reconstrucción de una ciudad, un país y una sociedad caída.
MURAD 2015-2016. MODULO 3. DISEÑO CONTEMPORÁNEO 1.3. Ámbitos, escalas y densidades del carácter público del espacio A. Sobre el espacio A.1 ¿Que hay de individual en el espacio privado? A.2 La accesibilidad como rasgo diferenciador del espacio contemporáneo. A.3 Accesibilidad como movimiento reversible, visible y afectivo. A.4 Playground. Sobre las zonas y el juego en el espacio público. B. Sobre el diseñar B.1 ¿Diseño del dominio público ascendente o descendente? B.2 La apropiación como acción configural espacial. B.3 ¿Flexibilidad o polivalencia? B.4 Patterns of living C. Bibliografia
B. Sobre el diseñar B.1 ¿Diseño del dominio público ascendente o descendente? Enunciado el contexto del espacio, el diseño necesita aclarar cual es la operativa procesual que mas se ajusta a considerar los factores expuestos. Tomaremos para ello la definición de espacio público que realiza Richard Sennett como lugar de encuentro entre desconocidos, (Sennett, 1970), una definición positiva donde radica mas una objetivo que no una realidad palpable y actual. Por otro lado, la definición que realiza Robert Sampson de espacio púbico como lugar de asentamiento y percepción del desorden, (Sampson, 2009), nos sitúa de partida en una visión aparentemente mas negativa, pero táctil y real. Mientras que para Sennett, la acción de diseño procuraría la formalización de un modelo teórico, no vigente, visible o accionado por los agentes, para Sampson, las características reales y compartidas de desorden por la diversidad de agentes, son la fuerza estructuradora que accionaria una responsabilidad y emergencia configural del proceso de diseño. Mientras que en el proceso de diseño de Sennett, la sociedad no esta preparada para entrar a la acción configural espacial, ya que primero es necesario aprender, entender y confiar en el supuesto que el enmarca, con Sampson, la injusta y táctil realidad, llama a la acción de forma mas directa y amplia. Necesidad frente ideal. Los resultados de una buena propuesta teórica, como en el caso de Sennet, suelen formalizarse siempre de forma mas torpe que como se han construido en el discurso, ya que la crítica enjuicia de forma mas dura la materia producida que la imaginación habitada. Los resultados de una emergencia social a atender, necesitan de un buen guía, un diseñador que conduzca las fuerzas que se están produciendo, llegando a una satisfacción siempre mayor que el punto de partida. Mientras que en el primer modelo el individuo puede que no entre al espacio configurado, en el segundo modelo, el individuo queda localizado desde el primer momento, ya que queda atravesado desde los inicios. El diseño participativo, que no asistencial, presionado por Sampson, queda definido por la participación de agentes y roles a asumir en el proceso de diseño, así como por su sentido ascendente. El diseñador es el encargado de gestionar los modos de participación en la asamblea así como de conseguir una
temperatura media en la controversia que ofrezca manifestación y voz a todos ellos, enrolándose el diseñador en los agentes no tan claramente manifestados. El diseñador se convierte en un gestor del procesos y accionador de roles, guiando como un director de orquesta la improvisación que esta haciendo emerger a tiempo real el espacio.
ESPACIO PÚBLICO FACTORES INICIO PROYECTO DESARROLLO PELIGROS DISEÑO LLEGADA DIRECCIÓN
Sennett 1997 Lugar de encuentro entre desconocidos Desconocido>desconfianza Parte de un modelo positivo Torpe/crítica Distante Gestión participativa No materializada en muchos casos Descendente: ideas>materia
Sampson 2009 Lugar de asentamiento y percepción del desorden Desorden>estructuración Parte de un realidad negativa Satisfactorio/necesidad Asistencial Naturaleza participativa Materializada Ascendente: controversia>materia
B.2 La apropiación como acción configural espacial. El arquitecto holandés Herman Hertzberger enmarca la creación del espacio en una acción de configuración basada en las alianzas a través de tres consideraciones: 1. La apropiación es fruto de la identidad tras el uso y la interpretación. Al igual que las personas y las cosas nos relacionamos a través de la apropiación, Herman Hertzberger defiende esta capacidad entre el arquitecto y el usuario. El espacio debe comportarse como un instrumento musical, corpóreo, definido, capaz de albergar cualquier tipo de individuo dependiendo del campo de interpretación y negociación entre este y el propio instrumento, haciendo tras este acuerdo emerger un espacio sonoro diferente según sean los actores y agentes que entran en convivencia. 2. El espacio es el anfitrión que invita al usuario a entrar. En este sentido existen responsabilidades tanto del espacio como del usuario. El anfitrión sirve para servir, su obligación es invitar, su función es la de excitar al invitado para que este pueda estar presente. El tipo de organización del encuentro ha de ser liberado ya que el sentido de la situación viene después, cuando se ha podido construir un pensamiento sobre lo sucedido, no aconteciendo siempre lo que uno se esperaba que aconteciera.
El invitado en cambio, sirve para que le sirvan, siendo su función ofrecerse para que le atiendan. Su obligación es la de estar presentes en la acción haciendo uso de un sentir libremente, fruto de una confianza consigo mismo que permite una conexión con el entorno exterior. El invitado al espacio debe pues comprender, reconocerse y querer descubrir el tejido que el mismo está generando. 3. El espacio esta vivo no por el mantenimiento y evolución de su fisificidad, sino por que permite continuar la existencia del tejido que lo hace posible, incluyendo a los individuos como agentes constructores. En este sentido, es fundamental no cegar la mirada vital que permite entender la naturaleza del espacio. B.3 ¿Flexibilidad o polivalencia? Es por la necesidad de apropiación que el diseño no debe ser cerrado, ha de ser un cuerpo de código abierto, así como provocador e insuante, ya que debe ejercer de anfitrión hacia el individuo. Es por ello que no interesa que sea específico, pero tampoco neutral o flexible, mientras que la polivalencia es absolutamente necesaria. La flexibilidad permite una mutación de un cuerpo presentando en cada movimiento la caducidad del pasado y el renacer de un nuevo espacio. En este sentido, en la flexibilidad interesa la evolución física generada por el movimiento, siendo el acomodo del uso y la funcionalidad el objetivo de búsqueda de un cuerpo flexible que se va adaptando a las nuevas realidades desde la segregación de otros posibles. La flexibilidad no es una actividad liberada, sino sujeta a las reglas rígidas que la operativa es capaz de permitirle articular. Es flexible el movimiento, no el sistema. La polivalencia no está condicionada por lo físico, ya que en ella son partícipes no solo los movimientos de cambio de forma, sino también los desplazamiento de la imaginación y la memoria introducidos por los agentes que generan el desplazamiento configural. En la polivalencia, los cambios no se producen en secuencia de planos como en la flexibilidad, donde la figura 1 es flexibilizada a la 2 y/o a la 3, y así sucesivamente. En la cuestión polivalente, es la apropiación la que genera el movimiento, teniendo en el mismo plano un cuerpo sin partes delanteras o traseras en su fase evolutiva, lejos ser un Frankenstein como cuerpo en mutación o un kit de gadgets a acoplar en un cuerpo base. La polivalencia no es flexible ya que no recae en el cuerpo físico en evolución, sino en los agentes, siendo por ente ligera, voluntaria siendo la acción lo que le da sentido y significado. El kit de recursos que nos ofrece la flexibilidad supone un amplio abanico de recursos inapropiados para solucionar problemas, cuando la mayoría de las veces, el diseño no debiera pretender solucionar nada sino mediar entre el
contexto de la controversia. El uso de esta flexibilidad provoca por otro lado una coagulación colectiva de las libertades del individuo por las formas en las que crea estructuras y acciones predeterminadas en evolución. Estos movimientos permitidos por la flexibilidad, lo que nos muestran son unos patterns vitales que el diseñador, sin filtrar, pone a disposición del proyecto de diseño.
INGREDIENTES MOVIMIENTO INTERESA PROGRAMA TEMPORALIDAD NATURALEZA CUERPO
FELXIBILIDAD Forma Físico Desplazamiento Usos Caduca Selectiva/individual Individual
POLIVALENCIA Agentes Físico+mental Apropiación Roles/agentes No caduca Participativa/Colectiva Plural
B.4 Patterns of living. Los diseñadores trabajan desde los patterns of living definidos por lo que los individuo esperan de las actos (Hertzberger, 1991). Esto supone una intromisión en los espacios de la esfera humana, condicionando los actos y limitando las posibilidades de los individuos, interviniendo en las operativas de todas sus esferas de presencia. Es lo que Hertzberger denuncia como intromisión humana. Dejar margen a la interpretación y a la apropiación es la responsabilidad “legal” de un diseñador de espacios, operar fuera del pattern estereotipado que etiqueta los actos para poder diseñar en “código abierto”. Para ello el diseñador no debe parar de diseñar para buscar con ello la intención de un modelo participativo, abierto y flexible, ya que esta opción no produce en ningún caso una interpretación libre e ingeniosa tras la salida del diseñador del panorama del proyecto. El diseñador debe en todo caso tratar de trabajar desde los diferentes roles implícitos en la asamblea del proyecto, pero no desde la multipolaridad, sino desde el corte que el diseñador puede hacer de todas las partes implicadas, no dejando de ser uno mismo. Frente al modelo de creación por expulsión propio del diseñador que como en un parto deja fuera de si una parte de el procurándole un buen futuro, el segundo modelo de creación funciona por moldeo, algo mas parecido a un ritual de convocatoria de un cuerpo.
MURAD 2015-2016. MODULO 3. DISEÑO CONTEMPORÁNEO 1.3. Ámbitos, escalas y densidades del carácter público del espacio A. Sobre el espacio A.1 ¿Que hay de individual en el espacio privado? A.2 La accesibilidad como rasgo diferenciador del espacio contemporáneo. A.3 Accesibilidad como movimiento reversible, visible y afectivo. A.4 Playground. Sobre las zonas y el juego en el espacio público. B. Sobre el diseñar B.1 ¿Diseño del dominio público ascendente o descendente? B.2 La apropiación como acción configural espacial. B.3 ¿Flexibilidad o polivalencia? B.4 Patterns of living C. Bibliografia
C. Bibliografia Adonis, 2014. Zócalo. Madrid: Vaso Roto Deleuze, G. 1990. Postscript on the societies of control. “L’altre Journals”. 1. Reimpreso en Pourparlers. Paris: Minuit, 2003. Pp: 240-247 Dewey, J. 1927. The public and its problems. Athens: Ohio University Press Hertzberger, H. 2009. Lessons for students in architecture. Rotterdam: 010Publishers Iveson, K, 2007. Publics and the city. Oxford: Blackwell Iveson, K, 2009. The city versus the Media?. Mapping the mobile geographies of Public Adress. “International Journal of Urban and regional reserch”. 33. 1, pp: 241-245 Joseph, I. 1984. Lepassant considérable: Essai sur la dispersión de l’espace public. Paris: Librairie des Meridiens. Lynch, K. 1960. The image of the city. Cambridge MA: MIT Press Mubi, A. 2010. The publicness of public space. On the public domain”. Trento: Quaderni del Dipartimento di Sociologia e Ricerca Sociale; 49 Sampson, R. 2009. Disparity and diversity in the contemporary city: Social (dis) order revisited. “The british Journal of Sociology”. 60. 1. pp: 1-31 Sheller, M. and Urry, J. 2000. The city and the car. “International Journal of Urban and Regional Research”, 24. 4, pp: 737-757. Sennett, R. 1970. The uses of disorder. New York: Knopf Sennett, R. 2014. L’espai public. Barcelona: Arcadia Catálogo de la exposición: “Playgrounds. Reiventar la plaza”. Museo Nacional Centro de Arte Reina sofia. 30 abril 2014-22 septiembre 2014
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by Irma Arribas