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Aperitivo
ยกFelicidades! Vas a leer.
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Aperitivo
Del blog “Mil piezas para ti y otros espectáculos”.
Acerca de...
Ixchel Morales, Jorge Elizondo sobre el amor
Don palabras
Jaime Sabines; biografía y “No es nada de tu cuerpo”.
Directorio
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Para llevar
Recomendaciones de libros: Rayuela de Julio Cortázar y más.
Música para leer Lila Downs canta a Sabines.
Cinectura
Los miserables, El ojo de Tom Hooper
Director/Editor Isaac Lázaro, Redacción Julio Ortega, Ilustración Federico García, Colaboradores R
Editorial
Portada
“Heart to say” Isaac Lázaro 2012
Roberto Cruz, Abimael Prieto, Antonio Delfín.
Revista Farabeuf toma su nombre de uno de los personajes más icónico de Salvador Elisondo, escritor mexicano fallecido en 2009, quien nos regalara este ser ficticio de costumbre probabilísticas y esotéricas, asi como ser médico y ejercer de maneras poco ortodoxas su profesión. Ligado a una fijación primitiva por la carne, el gozo insistente por lacerar con fines seudomédicos la piel humana. Esta publicación de Farabeuf (y las consecuentes) puede leerse en cualquier orden, nosotros al estilo de Cortázar sugeriremos uno que será evidente en el índice de contenidos, pero el lector será quien decida a seguir este, o el suyo propio. En esta primer edición nos complace iniciar con una dedicatoria especial al amor y sus muchas presentaciones, partiremos de hechos sumamente románticos hasta la pérdida de la cordura y los crímenes que esto acarrea, porque el amor cuenta con deminaciones diferentes. Nos dejaremos guiar por Jaime Sabines como un guía poético-urbano, que como bien decía es un peatón, un transeunte al igual que ustedes y nosotros, quien mejor para llevarnos de la mano al insoportable pero perseguible mundo del amor. Bienvenidos.
Aperitivo
Mil piezas para ti y otros espectáculos
Arder
"Hay que ceder de vez en cuando, agarrarse fuertemente de los brazos del pecado, bañarnos por completo en alcohol y fornicar hasta que vomitemos sexo para joder de nuevo y entonces prendernos como fósforos mientras frotamos los cuerpos. Arder hasta llegar al infierno."
Renunciar Puedo renunciar a la vida, dejar de comer un mes, no dormir por 10 dias, dejar el futbol, desconectarme de Internet. Puedo dejar de fumar, dejar de beber, olvidarme de vestir, olvidar mi nombre, a mi familia, mis amigos. Puedo dejar la Coca Cola y el café, no volver a abrir los ojos nunca más; puedo no escuchar música de 6
nuevo en todo el resto de mi vida, sabes cuanto me gusta la música, me vuelvo loco sin ella, mi vida no tiene sentido sin música; pero peor que el sentido de mi vida es que el sentido de mi música sea tu voz. Puedo renunciar a todo, menos a tu voz, porque ella ha pronunciado mi nombre para decirle te amo.
Cura hipotética Busco personas faltas de amor con la intención de amarlas, luego las dejo libres con la responsabilidad de saberse capaces de amar. Las anécdotas, los recuerdos, todo el intercambio de cariño ocurrido durante nuestra breve permanencia, lo
guardo en los rincones dañados de mi corazón. De esta manera espero que se vaya soldando de nuevo. La cura es hipotética.
No te escribo/ te escribo No te escribo para que tus mejillas exploten en carmín, me leas incansablemente o me robe por completo tu atención. Tampoco para que me muerdas los labios o me regales tu sexo. Te escribo porque dentro de mi, donde habita el alma, en ese pequeñísimo lugar donde la razón no es bienvenida, algo, no se que, me dice furioso que asesine en palabras lo que está sintiendo por ti.
Guarda en el baúl Guarda en el baúl de tus deseos impensables, todas las atrocidades que haría de tu sexo. Ciérralo muy bien y arroja la llave. No permitas que ultraje tu nombre con las espontáneas malversaciones del amor, que te tengo destinadas. 7
Acerca de...
descubrir una manera de alargar Ixchel Morales
Sigo escribiendo de amor, Casi siempre lo hago. Hay días primaverales, otros con abundante sequia. Bueno pero esa sequía es mental, porque los árboles siguen frondosos. No se por qué, a veces me niego a ver sus hojas brindándome flores cada vez que pueden. Creo que a veces me da miedo que llegue el otoño.. Y tire todo lo que una vez fue compartido conmigo. Lo irónico es que se que la vida es así.. 8
Tarde o temprano llega esa estación.
Sin embargo las hojas se renuevan, Las estaciones siguen avanzando.. Cada una similar pero diferente. Contradictorio‌ Pero espero entiendas de lo que hablo. Quisiera encontrar la manera de no temerle a estas estaciones, a este otoùo que tira las hojas. Dejando solo las flores disecadas y las memorias e historias que unas vez existieron. En verdad quiero encontrarla.. O aun mejor: Descubrir una manera de alargar la primavera..
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Acerca de... Isaac Lázaro
He descubierto al amor de muchas maneras tan diferentes una de la otra que ahora me doy cuenta que es inexplicable, no puede ser restringido a unos renglones de alguna enciclopedia, y mucho menos darlo por hecho como un concepto único y universal. Está presente en nuestras vidas desde el día en que nacemos hasta el último de los respiros. Es parte indispensable, intangible y subconsciente de nuestro ser, es una idea que convence de principio y hasta el final, una que se convierte en sentimiento porque, precisamente, involucra 10
cada uno de los sentidos.
provocadas por el amor.
Debe ser desinteresado, practicarse por placer, nunca por conveniencia o a la fuerza, es un acto de elección libre, un ejercicio de pureza tal que no puede ser advertido u obligado, si es así, estamos sintiendo algo distinto motivado por una meditación previa. El amor no se programa.
Les digo, se trata de un hecho inadvertido e inmensurable que afecta a cien de cada diez personas, así de exagerado puede llegar a ser, o incluso peor si somos correspondidos, es aquí cuando a los ojos del mundo mutamos a perfectos tarados.
Podemos enamorarnos de un cuerpo irresistible, de voces que derriten aunque sus discursos estén repletos de palabrería inútil, uno mismo se vuelve inútil cuando es atacado por el ejército de sensaciones
Siempre me ha importado un coño parecer imbécil estando enamorado, no es un precio, es una consecuencia de poseer tal privilegio, al final quien nos ve de ese modo es quien no está momentáneamente caminando sobre ríos de miel.
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Acerca de...
este, debe mantenerse circulando y multiplicándose ya que se trata de una riqueza incomparable. Me da tristeza que no sea entendido como tal.
Esta simple palabrita de cuatro letras es tan infinita como la imaginación, tan poderosa que no podemos dominarla, ni guardarla en un cajón con nuestros objetos mas preciados. Es de dominio público, de mayor valor que el dinero, pero al igual que
Es un lenguaje universal que se habla con el espíritu desnudo y el corazón en la mano dispuesto a ser ofrecido a ciegas, no respeta ni conoce prejuicios; tampoco hace daño a nadie al contrario, es benéfico para la salud. Si bien dicen que uno puede morir de amor, creo en una postura mas prudente, que se muere por la ausencia del mismo. Hay que amar de cualquier manera, todos los días, cada estación del año, en la recámara, en la calle, en la fila de las compras o esperando el autobus. Debemos nacer al
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amor, tener celos, equivocarnos, llorar amargamente, deprimirnos y levantarnos de nuevo preparados a sentir. No sintamos vergüenza por amar sino por no hacerlo. Amen y sean amados.
“Me expresso como quiera”
Martí No. 3421, Boca del Río, Veracruz, Ver.
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Don Palabras
Jaime Sabines: Por Roberto Cruz
Al husmear en la obra de Jaime Sabines, los lectores de lupa intertextual, los fisgones de cuenta minuciosa delatan inconsistencias formales, antiintelectualismo a ultranza, sobredosis sentimental. A esto, los devotos de la intensidad oponen una hilera de virtudes: sencillez, irreverencia, desenfado. Pero la poesía de Sabines no se deja tratar así. Para entender a este poeta mayor de nuestra lengua es de veras inútil colocar, en la balanza de los juicios terminantes, su desaliño supuesto, de un lado, y del otro la pureza inobjetable de su energía verbal. A un mis14
a la poesía
mo tiempo desbordada y justa, su obra es como un caldo sustancioso cocinado con los ingredientes más diversos. En un mismo poema caben piedras, cigarros, una varita seca, un zapato. Entran sapos y arcángeles, monjas despatarradas, voces tiernas y oscuras. Versos largos y cortos ocupan su lugar sin estorbarse; llegan endecasílabos perfectos de la mano de algunos paticojos que reclaman su sitio en el puchero; vienen compases de bolero y palabras hostiles que muerden al lector embelesado. Para Sabines, la escritura poética es incompa-
...la inspiración le viene de quedarse quieto. tible con las ideas de pulimento y esmero, porque piensa que la unidad de un poema no es de orden material. No hay gran poesía sin gran técnica, nos dice, pero enseguida aclara que toda retórica debe estar subordinada al arte de vivir. A lo largo de su obra insiste en que
y al diablo la inspiración le viene de quedarse quieto, de observar todas las cosas y dejarlas crecer en su interior hasta ser excedido por su peso. Entonces, todo lo que le sucede de un modo común y corriente vuelve a pasar en el poema con un ritmo lleno de sentido. La poesía de Sabines alcanza la vida en "esa recóndita sencillez de lo simultáneo". Esto no es como aquello; esto es esto, más esto, más esto... El poeta es mujer que viene del mandado, niño que va a la escuela con la libreta sin tarea, viajero que no puede abandonar la ciudad a la que llegó de paso. Sabines odia con ternura. Se declara derrotado y al mismo 15
Don Palabras
tiempo enarbola el gozo como una protesta. Asume su ruina, afirma que todo es pesadumbre, pero vuelve al pie del día a redimirse llevado de la mano de una madre estelar. Sabe que su oficio exige renunciar a la costumbre y se pone a escribir los dictados de su época, consciente de servir a la poesía y al diablo:
Sabe que su oficio exige renunciar a la costumbre y se pone a escribir los dictados de su época, consciente de servir a la poesía y al diablo 16
¿Qué puedo hacer en este remolino de imbéciles de buena voluntad? ¿Qué puedo hacer con inteligentes podridos y con dulces niñas que no quieren hombres sino poesía? [...] ¿Qué putas puedo hacer, Tarumba, si no soy santo, ni héroe, ni bandido, ni adorador del arte, ni boticario, ni rebelde? ¿Qué puedo hacer si puedo hacerlo todo y no tengo ganas sino de mirar y mirar? Este quedarse quieto propiciatorio nada tiene que ver con la inmovilidad: significa esperar, crecer en el suspenso del silencio. Para combatir el desaliento, Sabines avanza hacia el encuentro con lo cotidiano. Mientras, oye pasar al tiempo. De cara a la muerte, extrae de la orfandad y el desarraigo el agua limpia de la vida. Y aunque a veces nos hace pensar que escribe abandonado al dolor, su poesía es un empeño sostenido de darle carne a la esperanza.
Como pocos poetas, Sabines se ha propuesto ser fiel a sus hallazgos, que son los del peatón que camina con los ojos bien abiertos para no ser atropellado, los del hombre que es hijo, padre, marido, y trabaja como otro cualquiera. Soñar y mirar son para él una misma cosa. Tiene sueño de vivir. En su mundo todas las cosas, incluso Dios, el alma o la muerte, poseen la concreción del polvo, la cama, el cepillo de dientes. Y como sólo la vida existe, le duele el alma como el estómago. Sin leche, sin azúcar, sin frijoles, los muertos no pueden morir: trabajan en sus tumbas inventando lentamente sus desechos. La respiración de los bueyes, el temblor de las plantas y la velocidad de los arroyos son el vaho de Dios. Cuando el poeta se cansa de arreglarlo todo, cuando parece asumir que es imposible que un pez cante como un pájaro, llega Dios, le tiende una toalla y le sonríe. Ese Dios de Sabines, que no sabe nada del más allá y entiende mucho del misterio. Un Dios para tutearlo, para insultarlo por no estar aquí, para conversar con él ante un altar lleno de viandas, retratos y aguardiente. Un vacío lleno de promesas, invocado, conjurado:
Cuando el poeta se cansa de arreglarlo todo, cuando parece asumir que es imposible que un pez cante como un pájaro, llega Dios, le tiende una toalla y le sonríe.
Por subterráneos andamos, buscándonos, llamándonos, igual que dos amigos perdidos. Inextricable estás, madeja de sombra, raíz obscura, obscura, nido de sirenas. [...] Dios, hermano, lo que no sé, lo que no quiero, viejo porvenir. Estoy desmantelado, aguardándote, 17
Don Palabras
y siento tus pasos sobre mi pecho, crujiendo como sobre un piso de maderas podridas. Vacío y viejo, y con miedo y con odio, en mi soledad te acecha mi amor para atraparte, vivo, como a un pájaro.
res" no lo leen y sólo acuden al Recuento de poemas para buscar los versos consabidos, los que se publican en periódiEnfrentada a la realidad más acuciante, cos, revistas y panfletos, se reesta poesía lleva sus dudas a un punto escriben en las bardas, se citan de máxima zozobra, para luego desemen los bares y en las fiestas: "Los bocar en reflexiones de una inteligenamorosos nunca duermen..." Pero cia originaria: "...la vida es la sed y el quienes de veras lo leen siguen agua". Sabines ha templado su instinto siendo unos cuantos. bárbaro con dosis oportunas de sabiAunque sus poemas nos hablan a duría y desconfianza. Su obra supera menudo de su aversión por la fama, sus riesgos gracias a estas constantes Sabines rehúye la imagen del poeta intercesiones de humor y rigurosa que se desvela en una torre lejana. ciencia: "Los borrachos que gritan Tiembla de veras al pensar que su oficio no duran mucho". pudiera separarlo del resto de la tribu. En nuestros días, en México, no Y entonces exagera sus peores notas: el hay un poeta más popular que tono chillón, el acento profético. Otras Jaime Sabines. Una popularidad veces, se avergüenza hasta la médula de engañosa: su obra se conoce no estarse callado sólo por no tener "el pumuy parcialmente, en buena dor necesario del silencio". Escribe porque medida porque sus "admiradoya estaba dicho que había de comer su piedra "con el sudor del corazón", pero sabe que el amor, el dolor o el miedo apenas pueden decirse, que se muerden como un pan. Su fuerza nace y termina en un saber muy sencillo: que lo verdaderamente extraordinario, lo monstruosamente anormal, "es esta breve cosa que llamamos vida". 18
Jaime Sabines
No es nada de tu cuerpo, ni tu piel, ni tus ojos, ni tu vientre, ni ese lugar secreto que los dos conocemos, fosa de nuestra muerte, final de nuestro entierro. No es tu boca -tu boca que es igual que tu sexo-, ni la reunión exacta de tus pechos, ni tu espalda dulcísima y suave, ni tu ombligo, en que bebo. No son tus muslos duros como el día, ni tus rodillas de marfil al fuego, ni tus pies diminutos y sangrantes, ni tu olor, ni tu pelo. No es tu mirada -¿qué es una mirada?- triste luz descarriada, paz sin dueño, ni el álbum de tu oído, ni tus voces, ni las ojeras que te deja el sueño. Ni es tu lengua de víbora tampoco, flecha de avispas en el aire ciego, ni la humedad caliente de tu asfixia que sostiene tu beso. No es nada de tu cuerpo, ni una brizna, ni un pétalo, ni una gota, ni un gramo, ni un momento: Es sólo este lugar donde estuviste, estos mis brazos tercos.
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Para llevar: libros
Rayuela. Julio Cortázar. Conocemos en este libro a Horacio Oliveira, un argentino que nos cuenta sus aventuras y la relación que mantiene con la Maga, primero Del lado de allá, París, y luego Del lado de acá , regresa a Buenos Aires y sigue con sus amigos y amores. finalmente, también lo vemos De otros lados, en una colección de textos, libros, citas.. que complementan la historia. Este libro tiene dos posibles lecturas. Eso me resultó sorprendente en su momento. De un lado lo podemos leer de la forma habitual, empezando por la primera página y terminando con mayor o menor fortuna, en la que dice fin. Sin embargo dispone de la posibilidad de seguir una guía que nos saltea la lectura siguiendo un orden que se considera el correcto de una novela que se ha considerado muchas veces antinovela. Atomka. Franck Thilliez. A poco tiempo de celebrar la Navidad recuperamos a Sharko y Lucie. Pero las suyas no serán unas navidades ordinarias porque se enfrentarán a un nuevo caso. Un cuerpo en un congelador chicas muertas o encontradas al borde de la muerte en lagos helados, una periodista desaparecida... y un nuevo caso que les llevará a viajar, a enfrentarse a nuevos monstruos y viejos fantasmas en busca de la pieza que encaje resolviendo este enrevesado caso.
La princesa Tarakanova. G. P. Danilevsky. Corre el año 1772 y aparece una mujer en París que afirma haber sido raptada y enviada a Persia, hasta que un príncipe le revela su verdadera identidad instándola a regresar a Europa a reclamar su trono. Según ella, se trata de La Princesa Tarakanova, rodeada de un misterioso círculo, extenderá la idea de que el trono de Rusia es suyo por derecho consiguiendo que se tambalease la mismísima Catalina II, La grande.
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Música para leer
La poesía que se canta Por Heiken Jiménez
Lila Downs interpreta una poesía de Jaime Sabines.
“Mi corazón me recuerda que he de llorar por el tiempo que se ha ido, por el que se va”, es la primer frase que escuché de la voz de Lila Downs -que para mi sorpresa, además se trataba de un poema de mi ídolo Jaime Sabines- en su disco “Border (La línea)” que si bien no es el primero de su lista, es el que me permitió conocerla lejos de “La Llorona”
y aún más distante de la comparación que le hacía con Chavela Vargas, ambas son difusoras de la música vernácula mexicana, sin embargo Downs ha llevado este folclor a la fundición con otros géneros logrando cautivar a gente de todas partes del mundo. Si bien había oído su nombre muchas veces con anterioridad, nunca hice por escucharla, considerándo
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Música para leer
la una más de las rancheras, además de la poca difusión que su nombre tiene, al menos en nuestro país. Un día surfeando por internet en uno de los millones de foros de descargas directas que existen, buscaba música nueva para mi colección digital que sigue en ascenso. En uno de los temas vi el nombre de “Lila Downs varios discos”, de inmediato accedí. Dentro del tema estaba una lista de seis discos de la cantante y compositora oaxaqueña, de los cuales pude descargar cinco de ellos siendo el primero el ya 24
mencionado, por lo que la primera canción que escuché fue “Mi corazón me recuerda” que es el primer track y dueña de la frase con la cual comencé. La canción fue de inmediato de mi agrado pues, para mi sorpresa, inicia con un bajo que me hizo recordar la “Kumbala” de La Maldita Vecindad. Teniendo ese referente lo demás fue amor a primer oído. Lo siguiente fue aún más emocionante, un requinto que parecía decirte ¡oye, quédate otro rato!, y de fondo una extensión de voz superior en dulzura a las 25
Música para leer
cocadas y manzanas acarameladas del mercado. De pronto, el tono de voz alto de Lila cual Celia Cruz mexicana, seguido de una letra metafórica y nostálgica acompañada de un ambiente lounge y un solo de saxofón que bien envidiarían en Nueva Orleans. “Yo soy el tiempo que pasa, es mi muerte la que va en los relojes andando hacia atrás”. Así concluye la oaxaqueña luego de haberme erizado la piel, lo demás fue escuchar todos los discos que conseguí, sin detención alguna.
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En su repertorio es muy fácil encontrar temas que van desde la ranchera hasta el rock, pasando por otros géneros como el pop, la cumbia, la balada, la regional (hasta el rap en ocasiones); retomando incluso canciones indígenas con la música de la orquesta de pueblo, esa con percusiones, instrumentos de aire, platillos y marimbas que tan poco queremos notar. En sus letras se encuentran al indígena, el indocumentado, el rico y el pobre por igual; y se refleja el acontecer diario así como todo aquello de lo cual nos quejamos o nos reímos. Por lo tanto Lila Downs tiene un lugar en mi lista de reproducción musical diaria.
Jaime Sabines Mi corazón me recuerda que he de llorar por el tiempo que se ha ido, por el que se va. Agua del tiempo que corre, muerte abajo, tumba abajo, no volverá. Me muero todos los días sin darme cuenta, y está mi cuerpo girando en la palma de la muerte como un trompo de verdad. Hilo de mi sangre, ¿quién te enrollará? Agua soy que tiene cuerpo, la tierra la beberá. Fuego soy, aire compacto, no he de durar. El viento sobre la tierra tumba muertos, sobre el mar, los siembra en oyos de arena, les echa cal. Yo soy el tiempo que pasa, es mi muerte la que va en los relojes andando hacia atrás. 27
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Cinectura
Los Miserables Por Abimael Prieto Un estilo propio. El ojo de Tom Hooper En París, en 1980, se estrenó la versión musical de la novela de Victor Hugo, Los miserables. Su autoría se le debe a Claude-Michel Schönberg (música) y a Alain Boublil con Jean-Marc Natel (letra). Fue un éxito y lo sigue siendo. Pues sí, ¡imposible que al cine se le escapara esta oportunidad! La propuesta social se cuela entre lo lírico y lo dramático, lo político y lo picaresco, donde lo marginal tiene en la actriz Helena Bonham-Carter una firme expresión. Ahora nos llega la versión cinematográfica bajo la dirección de Tom Hooper, conocido realizador salido de la televisión inglesa y llegado al éxito gracias a su anterior filme, El discurso del rey (2010). Su película Los miserables (2012) ha generado muy dispares reacciones allí donde se ha estrenado. Pienso que la novela se presta más para ser recreada como ópera que como revista musical, tal su densidad dramática. 29
Cinectura
Los musicales revisteros tienden, más bien, a ser superficiales. Se me ocurre que esa intención la tiene el director Tom Hooper con su película: la de imprimirle más fuerza dramática y menos acento de revista a la relación entre Valjean y Javert. El primero es un prófugo de la ley traído al bien por el gesto de un sacerdote. El segundo es un representante de esa misma ley, incapaz de ver la realidad más allá de lo blanco y lo negro. Valjean se hace cargo de la niña Cosette, quien queda huérfana a la muerte de Fantine, su madre, quien 30
se ve obligada a convertirse en prostituta y a morir como tal por sus carencias económicas. Cosette crecerá en vida errante ante el cotidiano huir de Valjean seguido por Javert; así hasta los hechos políticos de una Francia sacudida desde su Revolución, donde el amor apare-
cerá entre Cosette y Marius, joven revolucionario y uno de los líderes de la barricadas republicanas de 1832. Dentro de ese espacio argumental, el director Tom Hooper ha preferido una versión más intimista de los acontecimientos, aún dentro de ciertas grandilocuencias del filme, que las tiene. Pare31
Cinectura 32
ce que esto no le ha gustado a una gran parte de la crítica, más bien acostumbrada a los juegos coreográficos y a la opulencia visual cuando de musicales se trata. Esa opción de Tom Hopper hay que respetarla y, desde ahí, juzgar a la cinta. Así vista, no hay duda que estamos ante un
filme bueno en calidad, incluso en fluidez narrativa, y donde las imágenes van en beneficio de los contenidos expresados por los cantables, sin llegar a ser redundantes. Noble manejo del primer plano. Hay secuencias de gran pasión dramática,
por ejemplo, cuando la excelente actriz (en este caso) Anne Hathaway nos da su aria I Dreamed a Dream. Igual, el hilo narrativo del guion se enriquece con la exposición visual de coros como Red and Black, en tanto se afirma el sentimiento político y la denuncia social con Do
You Hear the People Sing? La dirección actoral es buena, excepto por Amanda Seyfried, superficial como Cosette. Quien se lleva las palmas es Hugh Jackman (Valjean), por la sensibilidad que le da a su personaje. Como Javert, Russell Crowe lo hace bien, pero su voz no lo ayu-
da para el barítono que se necesita en este caso. Crowe es totalmente disonante, peor en esa honda y magnífica aria que es Valjean's Confession. La gramática escogida para esta versión musical en cine puede no gustarles a algunos, pero no quiere decir que sea incorrecta o 33
Cinectura que esté mal planteada, aunque su final bordea lo más sentimentalón del melodrama, casi un final ‘kitsch’ con respecto al resto de la película. Para advertencia de los lectores: Los miserables es una película donde no se para de cantar durante dos horas y media. Es una convención que hay que aceptar: se canta en las buenas y en las malas. Entendido esto, el filme seduce y, entre sus pliegues, logra darnos un sentido de actualidad a lo que sucede en el siglo XIX en París.
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Fototeca
de Veracruz
Exposici贸n Fotogr谩fica
Omar Torres, Objetos Invisibles
Abril 08/2013
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