[Introducir aquí título de la entrada del blog] DISCURSO PRONUNCIADO POR EL DR. JUAN ISAAC LOVATO A NOMBRE DE LOS HOMENAJEADOS
El mayor número de años que tiene una persona le da, a veces, ciertas prerrogativas. Esto me ha conferido la de hablar en esta ocasión. Arduo es, generalmente, el camino de la vida humana. Hacer un alto en su recorrido, para descansar, recordar, reflexionar, recuperar fuerzas, gozar es útil y necesario; más aún cuando la marcha ya es larga. El Gobierno del Ecuador ha hecho que en este día y en este lugar, un grupo de ciudadanos haga un alto en su camino, para honrarles por los servicios que, en cumplimiento de su obligación para consigo y para con la nación, han prestado a la Patria. Este grupo está formado por ecuatorianos dedicados al trabajo en que prevalece el espíritu: escritores, que orientan a la opinión pública; maestros, que ejercen la hermosa función de formar el espíritu de los niños y de los jóvenes, de abrirles los infinitos horizontes del saber, de preparar a quienes se encargarán de la dirección de la sociedad; cultivadores de las bellas artes que con la música alegran el vivir nacional; con la poesía, la pintura, la escultura y la plástica hablan a las generaciones de hoy y seguirán hablando a las del futuro; orientadores del deporte, que fortalece al ser humano; médicos, dedicados al alivio del dolor que las enfermedades causan; juristas, que en sus libros han expuesto los principios fundamentales que rigen la vida del individuo, y que, aplicados
permanentemente, le permiten vivir como la dignidad humana exige, y los que rigen la vida de la sociedad, que se basa en la igualdad jurídica de los Estados, el respeto a su soberanía, independencia y libre determinación, en la no intervención en los asuntos internos, en la renuncia a la fuerza o a la amenaza de emplearla para la solución de los conflictos internacionales, que deben resolverse de conformidad con los principios de la justicia y del derecho internacional; en la cooperación internacional para la solución de problemas internacionales de carácter económico, social, cultural o humanitario, y en el desarrollo y estímulo del respeto a los derechos humanos y a las libertades fundamentales de todos, sin hacer distinción por motivos de raza, sexo, idioma o religión, como preceptúa la Carta de Organización de las Naciones Unidas. Los ecuatorianos de este grupo, en sus actividades se han empeñado, con dignidad, tesón y acierto, en contribuir a la formación de una patria próspera y respetable y un mundo libre de temor y de miseria, al amparo de una paz firme y duradera. El Gobierno ecuatoriano y el señor Presidente de la República, al honrar como han hecho, a los componentes de este grupo de ciudadanos, les han llenado de alegría, les han dado gozo, por lo que les agradecemos cordialmente, así como a los funcionarios que se han dignado enunciar o proponer nuestros nombres para este homenaje. Al honrarnos, también honran a la Patria y dan una lección de civismo.
Quito, Palacio de Gobierno, 17 de Junio de 1987.