Agrupamento Escolas José Relvas – Alpiarça
Celebrando
12 de
la Hispanidad
octubre
2016
Esta historia hace parte de un conjunto de historias cortas escritas en colaboración por los alumnos de Español LE del Agrupamento Escolas José Relvas – Alpiarça para celebrar el Día de la Hispanidad – 12 de octubre 2016.
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Conociendo Ecuador Mes de junio, mucho calor y sobre todo mucho agotamiento, después de un curso muy intenso. Sólo nos apetecía ir de vacaciones. Nos juntamos y decidimos hacer un viaje, pero ¿dónde? Nos preguntamos unos a los otros. Después de mucho pensar y discutir sobre nuestro destino, nadie llegaba a una conclusión. Entonces, nos fuimos a una agencia de viajes y nos decidimos por el viaje más barato que estaba disponible en aquel momento. Así, fuimos hasta Ecuador. Con el destino elegido, no veíamos la hora de entrar en el avión y empezar nuestra aventura. Cuando llegó el momento tan esperado, nos encontramos en el aeropuerto y pasado un buen rato ya estábamos iniciando nuestra aventura. Pero, así que el avión descoló, Miguel empezó a gritar. ¡Increíble!, Miguel se había olvidado de su maleta. Pero, es normal que el avión no podía aterrizar para solucionar el problema de Miguel, por lo que intentamos convencer a Miguel que no había problema, ya que le podríamos prestar algunas cosas de las nuestras y también tendría la oportunidad de comprar ropas nuevas, por lo que ni todo era malo. Con todo esto, Miguel siguió el viaje mucho más tranquilo. Algunas horas después, aterrizamos en Quito. No lo podíamos creer. Estábamos empezando la mejor aventura de nuestras vidas. Entonces, salimos del aeropuerto, cogemos un taxi y nos fuimos hasta el hotel para dejar nuestras maletas. Era un hotel maravilloso, con piscina, gimnasio y un restaurante maravilloso. Nos sentimos maravillosos en un lugar paradisiaco. Después, nos fuimos con Miguel a comprar algunas ropas y volvemos para el hotel, donde comimos. ¡Maravilloso! Probamos algunos de los platos típicos de Ecuador, pero nos encantó el balón de verde, la sopa de bagre y claro, los dulces que eran fenomenales. ¡Qué bueno que era el flan de coco! Por la tarde, nos fuimos a conocer la ciudad de Quito. Visitamos la Iglesia Compañía de Jesús, la Basílica, la Iglesia de San Francisco y fuimos, también al Museo Templo del Sol Pintor. Fue una tarde inolvidable. Al día siguiente, hicimos un viaje en teleférico y así pudimos disfrutar de una vista maravillosa de la ciudad de Quito. Después, nos fuimos al Museo Guayasamin y al Museo Casa del Alabado de Arte. Por la tarde, viajamos en autobús y nos fuimos hasta Banos, donde hicimos un paseo encantador
cerca de la Ruta de las Cascadas. El segundo día de nuestra aventura fue genial, pero estábamos todos ya agotados, por lo que decidimos volver hasta el hotel y disfrutar de la enorme piscina de agua caliente. Llegamos al tercer día de nuestra visita por Ecuador, parecía que el tiempo volaba y decidimos ir hasta las Islas Galápagos, para aprovechar la playa que era maravillosa. Allí también pudimos observar una enorme y variada diversidad de especies animales y vegetales. ¡Fue encantador! Con todo esto, nuestro viaje de sueño se aproximaba a pasos largos del fin, pero no podíamos dejar de conocer otra ciudad muy bonita. Así, viajamos hasta Cuenca y nos divertimos un mogollón en el Parque Nacional El Cajas. Por fin, fuimos hasta Cotopaxi, vimos la Laguna Quilotoa y claro que Miguel no podía dejar de hacer algunos de los deportes radicales disponibles y, desgraciadamente se cayó. Todos nos quedamos muy preocupados con él, pero no le había pasado nada de grave. Fuera sólo un gran susto. Al final del día, volvemos al hotel y ya había llegado la hora de volver a hacer las maletas y coger el avión, ya que nuestra aventura estaba terminando. Volvemos a casa muy cansados, pero muy felices. Fue una semana encantadora que jamás olvidaremos.