Agrupamento Escolas José Relvas – Alpiarça
Celebrando
12 de
la Hispanidad
octubre
2016
Esta historia hace parte de un conjunto de historias cortas escritas en colaboración por los alumnos de Español LE del Agrupamento Escolas José Relvas – Alpiarça para celebrar el Día de la Hispanidad – 12 de octubre 2016.
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La pista Érase una vez, en Cuba, un hombre llamado Juan que llamó su amigo Tiago a su casa para decirle que había descubierto una pista en una mesa en el Museo de la Revolución que los iría a enviar al Castillo del Moro. Ellos buscaron por la pista todo el día y la noche fuera. En el patio vieron una estatua que era el Monumento al Che Guevara que tenía una pista en su arma que los conduciría a la Catedral de La Habana pero Tiago había visto hace unos días ahí unas sombras raras. Cuando llegaron a la Catedral ellos notaron una alfombrilla con un número de una campa. Juan se dio cuenta que más personas habían visto la pista. Ya en el Cementerio Cristóbal Colón ellos empezaron la excavación en la campa de un monje que tenía un mapa en la caja torácica que los enviaba a Nicaragua. Notaron que en una pared estaba una paloma con un micrófono en la pata y un ojo con visión infra roja. Ya en Nicaragua en una tienda de guitarras ellos querían comprar una guitarra con un papelito que decía la calle de la Plaza de la Revolución donde durante días personas muy sospechas paseaban, seguro villanos o a su mando. Sin embargo, Juan y Tiago no se molestaron con los villanos. En una Heladería mientras comían un helado avistaron la paloma de nuevo. Cuando la paloma se fue les dejó un papelito que dijo a Tiago para ir a un faro visionario que por la noche enviaba una luz para el mar donde estaba el tesoro. Tiago y Juan fueran a coger un barco y fueron en busca del tesoro. En el mar ellos se sumergieron y encontraron un tesoro con oro, perolas, rubís y diamantes que llevaron poco a poco para el barco. Poco tiempo después partieron para la playa. En la playa estaban Diego Murillo y la paloma que querían robar el tesoro. Ellos lucharon y Juan les dio un tiro en las piernas y llamaron a la policía. Al final, Juan y Tiago se quedaron con el tesoro y adoptaron la paloma.