Simbiosis

22.06.13 - 31.07.13 Gema Ramos | Isabel Cuadrado | María Castellanos CMAE. Avilés

SIMBIOSIS

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Contenidos 4

Simbióticas Juan Carlos Gea Martín

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Después del Jardín Gema Ramos

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Irregular Isabel Cuadrado

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Cuerpo en tránsito María Castellanos

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Simbióticas Juan Carlos Gea Martín Gijón, junio de 2013

Uno de los rasgos más reconocibles del arte contemporáneo es su desbordante apetencia de interacción. Aquí la palabra “desbordante” debe ser tomada en sentido estricto, y expandida en todas direcciones: se ansía desbordar los límites del objeto artístico tradicionalmente entendido; las particiones entre medios, lenguajes y géneros; los diques entre conductas mentales y conductas físicas; entre el emisor, el receptor, el medio y el contexto; entre el pasado y el presente; la brecha entre lo que se considera y todo lo que no se considera arte, entre la actividad artística y la vida misma... Ese persistente haz de vectores delata una suerte de ansiedad por el contacto, y se manifiesta antes que en ninguna otra instancia en el interior mismo del proceso creativo. Las tres artistas que comparten el espacio único del CMAE en Simbiosis no son una excepción respecto a esa tendencia, y el título que han escogido para su muestra conjunta aporta una buena metáfora biológica al respecto. Simbiosis: esa “reunión de diferentes formas de vida” de la que habla la bióloga Lynn Margulis, ferviente (y muy contestada) defensora de la simbiogénesis en cuanto proceso que “reúne a individuos diferentes para crear entidades más grandes y complejas”, y en el que fundamenta la “base de la creatividad” y “novedad” que emergen en los procesos de la evolución.

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El alcance científico de la posturas de Margulis puede ser, y será seguramente todo lo discutible que dictaminen los expertos; a los legos nos basta con sacarle algún rendimiento a los oportunos símiles que suministra para el caso: considerar la sala del CMAE como el medio físico para un episodio temporal de simbiosis que ha puesto en contacto las aportaciones de María Castellanos Vicente, Isabel Cuadrado y Gema Ramos y ha propiciado la interrelación de sus trabajos y la generación de algo “más grande y complejo” que cada uno de ellos tomado individualmente. No es en este caso una convivencia que se perciba como forzada o incómoda. Todo lo contrario.

Al fin y al cabo su forma de enfocar la creación artística, en su raíz y su interior, es simbiótica en el sentido que parece estar proponiendo el título de la colectiva: profesan desde siempre ese principio de desbordamiento e interacción, esa apetencia de expansión y contacto de los que se hablaba antes, si bien con puntos de partida, medios y estrategias muy diferentes.

En el caso de María Castellanos Vicente cualquier símil biologicista es especialmente ajustado, por cuanto todo su trabajo se basa de un modo u otro en el cuerpo humano y en muy diversas formas de interrelación de lo corporal con su medio: el físico, el simbólico, el cultural. La práctica totalidad

de su obra tiene su origen en un movimiento concéntrico que parte del hecho vital y biográfico de la conciencia del propio cuerpo y la despliega en una investigación cada vez más amplia y rigurosa. Valiéndose de medios tradicionales –y no solo de las artes plásticas: también de la artesanía textil, del diseño gráfico o de moda-, del vídeo, de la instalación, de la performance y más recientemente del texto escrito, su obra recorre las continuidades y discontinuidades, las limitaciones y prolongaciones naturales y artificiales del cuerpo y lo corporal con todo lo que le rodea: en la superficie de la piel o entre pieles (el tacto, la herida, el dolor, el erotismo...); en la relación íntima o crítica con el vestido, con las modas y la identidad social, y ahora también, cuerpo adentro y, por así decir, transcorporalmente, en relación con la mente y sus funciones, especialmente las relacionadas con la percepción del organismo en el medio físico, involucrando además directamente el cuerpo ajeno: el del espectador. En esta última dirección se sitúa una de las dos piezas especialmente producidas para Simbiosis, la instalación multimedia interactiva Detrás, pieza que prolonga y amplía el juego físico y conceptual de la anterior Help (2011).

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En el trabajo de Isabel Cuadrado, el elemento invariable de la interrelación simbiótica es lo gráfico; el punto, la línea, la mancha e incluso el texto impreso en lo que tienen de representaciones de un elemento mucho más esquivo, entre lo conceptual y lo poético; el otro “simbionte” puede ser cualquier objeto externo a la representación, cualquier elemento material del contexto. A lo largo de toda su trayectoria artística, Cuadrado se empeña en romper sistemáticamente la bidimensionalidad de lo gráfico y, con ella, en el fondo, la idealidad de lo geométrico (que se puede volver material, e incluso orgánico) o de los conceptos mismos (que toman carne en una suerte de poemasobjeto); sus obras subrayan el carácter material de la representación, en cualquier sentido de la palabra, trayéndola a las cuatro dimensiones del medio físico (el movimiento y el tiempo también han tenido un papel fundamental en muchos de sus proyectos), o bien subvierten con limpios e ingeniosos mecanismos las convenciones en el interior del propio espacio bidimensional de la representación. A partir de esas reglas constantes, las piezas de Simbiosis, se centran especialmente en el juego del doble: el objeto y su huella inmediata; el vértigo de la realidad disuelta en el espejo, y la realidad del espejo mismo; la línea geométrica y el hilo de algodón;

las falsas simetrías; la fragilidad de nuestras representaciones del espacio y de nuestras maneras de ocuparlo, construir en él, incluso de nuestras formas de conferirle valor artístico...

La vida misma es el campo de trabajo de Gema Ramos: la vida como el complejo e inabarcable fenómeno biológico que se manifiesta en la naturaleza -una de las constantes de su obra-, y la vida como biografía, como decurso emocional y afectivo, como problema y conflicto individual o colectivo... De manera parecida a la de Isabel Cuadrado, a Gema Ramos siempre le ha preocupado dar cuerpo físico a la imagen e inmiscuirla en el mundo; pero en un mundo que es esta vez el mundo enmarañado (creo que ella aprobará este último adjetivo) de todos los días.

Las imágenes-objeto de la artista, provenientes casi siempre de la fotografía, son organismos en constante busca de simbiosis simbólicas a través del medio: invaden espacios naturales o domésticos, se desplazan en pos de contacto con los más variados elementos de la realidad cotidiana y sus recovecos, se posan sobre cuerpos de mujeres u hombres sumidos en sus alegrías o sus tribulaciones comunes, llaman la atención sobre aspectos críticos o relevantes, hermosos o conmovedores del relato de los días...

Su intervención en el CMAE carga el espacio

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con la densidad simbólica habitual en la autora, y lo llena con su laborioso entrecruzamiento de narratividad, poesía y reflexión conceptual. Junto a otras producidas expresamente para Simbiosis, las piezas provienen en parte de Después del jardín, una aproximación personal que se basa en las estrategias de construcción del paisaje en la jardinería dieciochesca. Como sucede en esta disciplina, el territorio (el de la propia sala) y las representaciones de la naturaleza que contienen se perciben a través de las mallas y los filtros de lo cultural.

Estas, tomadas por separado, son, por así decir, las endosimbiosis, las relaciones simbióticas internas que se generan en el ámbito propio de cada una de las obras reunidas en la presente colectiva. Pero, llevando el juego metafórico hasta el final, quedaría por precisar (quizá lo más interesante en esta experiencia) cuál puede ser el resultado de su ectosimbiosis, de las relaciones simbióticas que cada una de las aportaciones puede establecer con las dos restantes en este medio cerrado que están compartiendo durante unas fechas. Eso dependerá, seguramente, a su vez de la interacción en ese mismo medio de un cuarto simbionte: el propio visitante. En mi experiencia personal, los trabajos de María, Isabel y Gema, puestos en contacto, recorridos

en distintos sentidos, contemplados los unas desde y a través de los otros, se enredan en un hilo muy tenue, pero a la vez robusto, de complementariedad, un vínculo singularmente armónico que hace circular entre ellos una relación de mutualismo, esa modalidad de simbiosis en la que todos los organismos implicados reciben algún beneficio y multiplican de algún modo su eficiencia.

Y eso es lo que sucede. En el centro de esta asociación efímera que seguramente ha ofrecido a las propias autoras una perspectiva inédita de su trabajo, el visitante queda enredado (literalmente) en los hilos, los tejidos, las ramificaciones de un organismo artístico tripartito singularmente sutil y complejo en el que se abordan por igual cuestiones relativas a su cuerpo, a los mecanismos de percepción, de conceptualización y simbolización, a las formas de relacionarse y cuestionar el entorno en diversos niveles: un pacto simbiótico del que ha merecido la pena formar parte y ha merecido la pena suscribir.

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Después del jardín Gema Ramos

Instalación: Del proyecto “Lo que estoy viviendo. Proceso 2”, 2013.

Malla. Panel unidad 72 x 72cm Varios paneles en dimensiones variables

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Imagen p. 12 | Instalación: Del proyecto “Lo que estoy viviendo. Proceso 2”, 2013.Mosaico textil. 216 x 216 cm.

Imagen p. 13 | Instalación: Del proyecto “Lo que estoy viviendo. Proceso 2”, 2013. Dimensiones variables.

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Imagen p. 14 | Instalación: Del proyecto “Lo que estoy viviendo. Proceso 2”, 2013.Dimensiones variables.

Imagen p. 15 | Instalación: Del proyecto “Lo que estoy viviendo. Proceso 2”, 2013.Dimensiones variables.

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Irregular Isabel Cuadrado

Inclusi贸n, 2013 Hilo de lana Instalaci贸n de medidas variables Paraca铆das, 2012 Pintura, madera y cord贸n 200 x 30 cm.

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Variaciones, 2010 | SerigrafĂ­a sobre papel Geler y lana | 8 piezas de 38 x 38

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In situ, 2013 | Tinta, peanas de madera y papel de arroz | Instalaci贸n de medidas variables

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Uno y su doble, 2011 | Tinta, espejo y papel hecho a mano | 2 piezas de 95 x 95 cm. c/u

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Cuerpo en trĂĄnsito MarĂ­a Castellanos

Detr谩s. 2013 Instalaci贸n multimedia Medidas variables

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Juego de tocador I Tranfer sobre tela. 56x40 cm.

Edici贸n 煤nica 2011 Juego de tocador II Tranfer sobre tela. 40x40 cm.

Edici贸n 煤nica 2011

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S.T– de la serie Tapete – Intervención textil. Latex + acrílico Edición única. 2013

Punto de inflexión Serigafía, dibujo e imágen en movimiento. 40x40 cm.

Edición única 2013

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Erupci贸n I y Erupci贸n II | Fotograf铆a Lambda sobre dibond. 100 x 77 cm. |Edici贸n de 5 unidades + 1 P.A. 2012

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Este catálogo se edita con motivo de la exposición Simbiosis, que tuvo lugar en el CMAE. Avilés.

Del 22 de Junio al 31 de Julio de 2013.

Catálogo

Exposición

Texto: Juan Carlos Gea Martín

CMAE. Ayuntamiento de Avilés

Diseño y maquetación: María Castellanos Fotografías: María Castellanos José Ferrero Manuel G. Carranza Gema Ramos

Editorial: MARBAS Impresión: Depósito Legal: AS-XXXX ISBN: 978-84-940901-3-4

© de los textos: Sus autores © de las fotografías: Sus autores

Coordinación: Emilio Suárez Lanzas Artistas: Gema Ramos Isabel Cuadrado María Castellanos