FRANZ KAFKA (1883-1924) El escritor
checo Franz Kafka
es
de
uno
los
grandes
renovadores de la novela de principios del s. XX y uno de los escritores fundamentales de la literatura universal. Aunque vivió los años de efervescencia del
expresionismo, no hay acuerdo de la crítica sobre su adscripción a dicho movimiento. Desarrolló una obra muy ligada
a
sus
problemas
vitales.
En
obras
como
La
metamorfosis, por ejemplo, las referencias biográficas son evidentes. Franz Kafka, hijo de un comerciante judío, nace en Praga en 1883. Transcurre su infancia en medio de soledad, de aislamiento familiar, sometido a la dura autoridad paterna. Estudia Derecho y Filología, y sus primeras incursiones en la escritura literaria datan de 1907, cuando ya trabaja en la asesoría jurídica de una empresa de seguros. En esta época traba amistad con Max Brod, que será el principal difusor de su obra después de la muerte de Kafka. Debido a su actividad laboral en esa compañía de seguros como supervisor e inspector de accidentes durante 14 años, una
gran
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redactar
cantidad de informes sobre
Página
debe
mutilaciones con máquinas y
diversas
enfermedades,
explotación
a
la
que
pero
también
someten
los
da
cuenta
empresarios
de
la
a
los
trabajadores, y estos no luchan para remediar su situación. Estos informes, a veces minuciosos y desagradables, serán material provechoso para alguna de sus obras. En 1914 se independiza de su familia, y busca la soledad para poder escribir con tranquilidad, pero cambia muchas veces de domicilio, por las continuas discusiones con los dueños
de
los
apartamentos
donde
reside. Además,
su
necesidad de aislamiento venía azuzada por la pésima relación con su padre, pues entre los dos había profundas diferencias. Mientras Franz era un hombre enfermizo y pasivo, su padre era un comerciante muy activo, con una vitalidad y una personalidad arrolladoras, lo que creaba una profunda distancia entre los dos. La relación con el padre es “la mayor obsesión de su vida”. La mejor expresión de este conflicto filial es la Carta al padre, redactada en 1919, con sus reproches, con su acumulación de hechos de la niñez y la juventud. Antes de terminar la década de los diez escribe El proceso, termina Amerika y se publica en 1915 La Metamorfosis. Su trabajo no impidió que su devoción por la escritura fuera casi total. Para él, escribir era consustancial a su persona: el acto de escribir le era necesario, más que cualquier otra actividad humana. Sus relaciones directas con el extranjero se deben a los viajes de vacaciones a Italia, Francia y Alemania. Pero su
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obra, más que en el resultado de una proyección externa, se basa en la introspección. Kafka se encierra en su soledad; él mismo afirma: “Me aislaré de todos”.
Su vida sentimental está determinada por
tres
fracasos:
compromiso berlinesa
ruptura
matrimonial
Felice
del
con
Bauer;
la
fallidas
relaciones con una joven praguense, en 1920; el amor de
Milena, expresado
emotivamente sus
extraordinarias
en
cartas.
Desde 1923, la joven judía Dora
Daimant
será
su
compañera y permanecerá con él en Berlín hasta su muerte.
Seguramente, todas las
mujeres que cruzaron por su vida supusieron en su imaginación una forma de huida frente a los círculos estrechos de
la
vida
familiar
y
laboral. A consecuencia de la tuberculosis
que
viene
soportando
desde
1917
muere en el sanatorio de Kierling, el 3 de junio de 1924. El día 11 de junio le
entierran
en
el
cementerio judío de Strachnitz en Praga. Kafka no quiso publicar la mayor parte de su obra. El material escrito y publicado en el momento de su muerte no supera las
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En vida, Kafka sólo publicó en forma de libro tres colecciones
Página
250 páginas, algo menos de lo que se publicó póstumamente. de relatos breves: Contemplación, El médico rural y Un artista
del hambre. Y cuatro relatos largos: La condena, El fogonero, La metamorfosis, En la colonia penitenciaria. Dejó, en cambio, una abundante producción inédita de la que hoy se conocen tres novelas largas inconclusas (El desaparecido, El proceso y
El castillo), casi un centenar de relatos, los diarios y centenares de cartas escritas, entre ellas la célebre Carta al padre, de 1919. Antes de morir, encargó a su amigo Brod que quemara todos
sus
manuscritos,
por
considerarlos
inacabados.
Lógicamente, Max Brod conservó esos escritos y los fue publicando. Pero la pronta llegada de los nazis al poder frena la divulgación de la obra de Kafka en el ámbito geográfico de habla alemana. Durante el Tercer Reich la obra de Kafka fue prohibida en Alemania; sin embargo, con el exilio, sus escritos se dan a conocer en Francia y Estados Unidos. El conjunto de
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la obra de Kafka no se traduce en España hasta los años 70.