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La Fundación IDIS pide que se retome la
La Fundación IDIS pide que se retome la actividad asistencial programada y de demanda
La Fundación IDIS cree necesario retomar progresivamente la actividad asistencial programada y de demanda de los centros sanitarios en este momento de la desescalada después de que el sector privado haya mostrado su “absoluta entrega, dedicación y puesta a disposición del interés común de todos sus recursos”. Destacan que su objetivo es que los pacientes “se encuentren atendidos” y los profesionales puedan “atender sus consultas y ejercer con normalidad”. En estos más de dos meses de pandemia, IDIS ha agrupado más de 110 iniciativas de todas sus entidades en la plataforma Coronavirus.fundacionidis.com. Iniciativas solidarias y de apoyo que, para la fundación, muestran el “papel fundamental en momentos de crisis” que juega la iniciativa privada. Tanto en las fases iniciales, donde la asistencia y el apoyo a pacientes era clave, como en la actualidad, cuando las necesidades cambian pero requieren de “una cooperación absoluta con el fin de aprovechar todos los recursos en beneficio de los pacientes”. Marta Villanueva: “La desescalada supone un nuevo reto social de forma global y las entidades que forman IDIS la afrontan con seguridad, confianza y en plenas condiciones de operatividad” “La actual fase de desescalada supone un nuevo reto social de forma global”, afirma Marta Villanueva, directora general de la Fundación IDIS. “Las entidades que forman parte de IDIS la afrontan con seguridad, confianza y en plenas condiciones de operatividad”. Este año se han sumado nuevas entidades a IDIS, con las que ha reforzado su posicionamiento en el sector sanitario. Son nuevas incorporaciones tanto en su patronato como en el restos de segmentos de pertenencia de la fundación. La Fundación IDIS ya suma 87 entidades, 27 de ellas integran su Patronato y 10 instituciones configuran el Patronato de Libre Designación. A todos ellos se suman 18 compañías en calidad de patrocinadores, 22 en el segmento de colaboradores y otras 10 como asociados. Para Marta Villanueva, “la representatividad del emprendimiento privado” que han alcanzado permite a IDIS “trabajar de forma sinérgica, estratégica y con visión a medio y largo plazo por una sanidad única e integrada”. Crisis Covid-19
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La infección por Covid-19 puede causar problemas cardiacos por afectación directa del corazón o del pulmón y, además, puede favorecer la descompensación de patologías cardiacas previas. Además, la pandemia ha afectado al manejo y seguimiento clínico de las diferentes enfermedades cardiacas, tanto por el cierre de las consultas programadas, como por el hecho de que un número indeterminado de pacientes no han acudido a los centros sanitarios por miedo al contagio, pese a presentar sintomatología cardiaca. La Sociedad Española de Cardiología (SEC) junto con el ministerio de Sanidad, el departamento de Salud del Gobierno Vasco y el Igualatorio Médico Quirúrgico (IMQ) han emitido una serie de recomendaciones. Tal y como destaca el Dr. Ignacio Díez, cardiólogo de IMQ, “tener una enfermedad cardiaca, en sí, no facilita el contagio; lo que sí sabemos es que las personas con enfermedades cardiacas pueden tener un peor pronóstico. En el grupo de pacientes con mayor mortalidad por COVID-19, padecían más frecuentemente patologías como la hipertensión arterial, diabetes mellitus, cardiopatía isquémica y mayor edad”. Cualquier infección, también la causada por el coronavirus, produce una sobrecarga para el corazón. “Por eso, si un paciente presenta una enfermedad previa como, por ejemplo, insuficiencia cardiaca, el corazón empeorará su funcionamiento y se puede producir una congestión o acúmulo de líquido en los pulmones, lo que complicará la respiración, aumentando su riesgo vital”. Además de sobrecargar el corazón, “también se sabe que la infección por COVID-19 puede producir un daño directo, infeccioso e inflamatorio, sobre el músculo cardiaco; es lo que conocemos como miocarditis. Dependiendo de la afectación, ésta puede empeorar la función de la bomba del corazón de forma temporal o indefinida y con diferente gravedad”, explica el cardiólogo de IMQ. Además de la suspensión obligada de las consultas programadas, un número indeterminado de pacientes no han acudido a los centros sanitarios por miedo al contagio
Problemas derivados del confinamiento
Según expone el Dr. Ignacio Díez, un “problema importante” que ya se está viendo “es la disminución de la capacidad funcional de algunos pacientes por el menor entrenamiento físico que han realizado y cambios en la dieta durante las semanas del confinamiento. Ello obliga a revaluar el riesgo cardiovascular de cada paciente, evaluando los niveles de azúcar en sangre, sobrepeso e hipertensión arterial, principalmente, por su fuera necesario el ajuste de tratamiento médico”.
Reinicio de las consultas y pruebas diagnósticas
La situación actual permite ya un retorno progresivo a la actividad asistencial en Cardiología, siguiendo medidas ya establecidas para protección del paciente y el personal sanitario. Para los y las pacientes en tratamiento con patología cardiaca previa, “es importante el reinicio de la actividad física, retomar las consultas de seguimiento que se hayan dejado de realizar en estos meses de forma presencial o telefónicamente y recordar durante las consultas los síntomas actuales o previos que puedan suponer descompensación cardiaca que podrían ser graves”, apunta el especialista. Los principales cambios en las consultas se refieren, por ejemplo, a las salas de espera, con nuevos protocolos de limpieza y separación adecuada entre pacientes. Las citas se espacian adecuadamente y se realizan consultas telefónicas y videoconsultas cuando es posible, sobre todo, para revisiones y resultados de pruebas, teniendo en cuenta las preferencias del paciente. Consultas presenciales “se efectúan con las mismas indicaciones que hasta ahora” y con protección de la vía aérea del paciente y del personal sanitario. Se utilizan mascarillas y batas de protección cuando son necesarias, con limpieza continua de material, camillas, etc.” Por lo demás, es preciso seguir recordando las recomendaciones preventivas básicas a seguir hasta la finalización de la pandemia: lavarse las manos con frecuencia y evitar tocarse los ojos, la nariz y la boca; usar mascarillas en espacios cerrados; al toser o estornudar, cubrirse la boca y la nariz con el codo flexionado o con un pañuelo desechable; evitar las salidas del domicilio y limitar la actividad social según las indicaciones de las autoridades den cada momento; y, especialmente, ante cualquier síntoma (fiebre, tos y dificultad para respirar) o contacto con un enfermo diagnosticado, es preciso quedarse en casa y contactar telefónicamente con su médico.