danzine Publicación de Un Desierto para la Danza
Hermosillo, Sonora, México
12 de abril de 2014
www.undesiertoparaladanza.gob.mx
U
EL ESPECTADOR
Hayde Lachino
HACER CLIC CON
Vol 9
n eje central en las reflexiones y producciones artísticas contemporáneas se refiere a repensar y reformular la relación del suceso teatral con el espectador, partiendo de una premisa que subyace en todas las experimentaciones estéticas: percibir el mundo es conocerlo, alterar el cómo lo percibimos es posibilitar otras formas de conocerlo. En esta búsqueda por otras formas de relación con el espectador, los coreógrafos han dirigido su investigación estética por los más variados caminos: sacando la danza del teatro, rompiendo la cuarta pared o indagando con narrativas no aristotélicas. Sin embargo, me parece, que junto con las reflexiones sobre el papel del espectador frente a la obra, lo cual ha generado otros discursos sobre la escena, existe un terreno que corresponde al propio oficio del coreógrafo y del bailarín: ¿cómo lograr que aquello que se propone realmente se haga presente en la escena y sea percibido por el espectador? Esta cuestión puede ser abordada desde muchas perspectivas, una de ellas tiene que ver con la articulación escénica, esto es, qué orden les damos a los acciones que se desarrollan frente al espectador para lograr un propósito específico. El coreógrafodirector organiza desde afuera los elementos del discurso, buscando dar sentido a la puesta en escena, incluso cuando no se quiere buscar un sentido a priori, aparece siempre la significación. Otro asunto es abordar el tema desde la perspectiva del intérprete, aquel que hace un trabajo físico e interno para hacer aparecer esas significaciones o para lograr que la escena “funcione”. Naturaleza monstruosa, obra de Marcela Levi, realizada en colaboración con Lucía Russo, Clarissa Rêgo, João Lima y Laura Samy, abre una interesante discusión en torno a la complejidad que implica lograr una pieza contundente.
La obra cuenta con todos los ingredientes para ser una creación significativa: un claro concepto que da fundamento a las razones de cada decisión sobre la escena, a saber, la ruptura con toda idea de linealidad y por ende, la constante ruptura con toda lógica causal, una interesante exploración de la voz y el movimiento, una propuesta escenográfica abierta a toda posible significación... y sin embargo algo en la pieza no termina por ser contundente. En un análisis estructural, todos los elementos mantienen una coherencia entre sí, quizá el único que escapa a dicha coherencia sea el uso de textos, demasiado explícitos, que no forman parte del mismo postulado estético del resto de la obra, caracterizada por la extrañeza y abierta a las más variadas lecturas. ¿Qué hace que teniendo todo, algo entre la escena y el espectador no ocurre en la medida en que sería deseable? Eso que no pasó plantea más preguntas que posibles respuestas. El trabajo del intérprete es de la mayor dificultad, a través de su cuerpo toman forma ideas y posturas artísticas complejas y diversas que requieren un entrenamiento en múltiples campos y al mismo tiempo hay una intuición que se desarrolla en la medida en que se tiene una mayor comprensión de las reglas que operan en la escena, reglas absolutamente diferentes a las de la vida cotidiana. Queda la impresión de que en la función no se logró el ritmo adecuado en el transcurrir de las escenas, ¿cuál es el tiempo que debe durar un silencio o una escena para que ésta provoque el efecto deseado en la percepción del espectador? La naturaleza de la relación entre los intérpretes sobre la escena tampoco fue clara o no con la suficiente claridad. Toda nueva idea de lo escénico reporta la necesidad de instalar otros mecanismos lingüísticos para la relación de los intérpretes con lo que se va a representar y de lo representado con el espectador. En todo caso, en la función de Naturaleza Monstruosa, algo no hizo clic.
Vol 9.
Hermosillo, Sonora, México
Coordinación: Doris Arenas / Edición: Carlos Sánchez
danzine
12 de abril de 2014 Fotos: Juan Casanova / Diseño: Argelia Juárez / Corrección: Rosy Orozco
Carlos Sánchez
D
espués de los aplausos. Cuando ya el teatro recupera su soledad. Atrás del telón João Lima corre en busca de hielo. Su compañera Laura se ha lesionado un pie.
Con el calor en el cuerpo, con el sudor en la frente. Con la entereza de expresar lo que piensa. João que es oriundo de Brasil, quien radica en Barcelona, España, quien es bailarín y quien vino a Un Desierto para la Danza como integrante de la compañía Improvável Produçoes con la propuesta coreográfica Naturaleza Monstruosa, comparte regiones de los motivos por los que danza. --¿Qué experimentas al galopar en la imaginación? --Acabamos de salir de la presentación y todavía tenemos el cuerpo caliente, y todo el cuerpo, la cabeza, la imaginación están pulsando. El proceso de creación de este trabajo fue bastante intenso en el sentido de buscar situaciones y asociaciones que permitieran devenires corporales polifónicos, o diferentes volúmenes, el cuerpo nunca está en una sola dirección, más bien asume diferentes acciones o estados en el mismo cuerpo, en el mismo tiempo. Esto por pensar en la idea de monstruosidad no como una cosa íntegra o unívoca, sino más bien en una cosa repartida. Esto nos desafió bastante la imaginación para buscar devenires que pudieran atender este tema y que a la vez nos alimentaran, nos hicieran sentir, que nos intrigara. --¿Cuál fue el método de investigación, de qué elementos te nutriste? --El proceso tuvo un montón de variables, fue bastante intenso en términos de tiempo, algunos meses que los de la compañía estuvimos juntos, desde improvisaciones a entrenamientos físicos basados en acciones físicas y estados corporales a apropiaciones directas de materiales audiovisuales o textos de poesía, cosas del estilo que pudieran nutrir este imaginario que puede que sea un poco fantástico, un poco Un jardín de las delicias. El trabajo tuvo ese contenido intricado en lo que es el trabajo físico y un trabajo de construcción de imaginario, de dramaturgia. --¿Qué es lo que pretendes al bailar? --Para mí hay una doble, o triple, o múltiple visión de esta pregunta, pero la respuesta más inmediata que yo diría sería el buscar experiencias intensas, buscar experiencias que puedan sacudir un poco mi presencia y si fuera posible sacudir un poco la presencia del público también. No sacudir por sacudir, por buscar abrir posibilidades, posibilidades de creación de nuevos estados o no necesariamente nuevos pero estados que no tomamos en cuenta y quizá sorprendernos un poco con nuestra propia existencia o presencia en el mundo y quizá estarnos un poco abiertos a lo que sería un mundo que no sea tan regido por las costumbres convencionales, estarnos abiertos para otras posibilidades de existir. --¿Cuál es tu experiencia de participar en Un Desierto para la Danza? --Para mí fue una experiencia bastante intensa en el sentido que nunca había estado en México, la llegada para mí fue bastante intensa porque fue un viaje muy largo, llevé veintiséis horas para llegar a Hermosillo, esto me provocó una gran desconexión, me sacudió, y luego el clima, tan caliente y seco, el paisaje bastante agreste, la gente muy cálida. Fue una experiencia enriquecedora el poder ejercer el trabajo en México, ante un público que no conocíamos y el ver que nuestro trabajo también puede hablar a la gente de aquí fue una alegría. El festival es bastante diverso, las propuestas que he visto son muy diferentes entre sí y esto a su vez tiene su fuerza por poder presentar una variedad de propuestas artísticas, diversas maneras de ver el teatro, la danza. Estoy contento.
João
Lima El cuerpo nunca está en una sola dirección
--¿Cuál es el instante del día que prefieres o que más disfrutas? --Me gusta mucho la mañana, despertar y saber que es un nuevo día en el que parece que todo sigue igual pero sabemos que no porque a la vez hay una posibilidad de redescubrir el mundo, el cuerpo, con la frescura del amanecer.
UN DESIERTO PARA LA DANZA 2014