12 de agosto 2018 Colabora en el Fanzine. Escríbenos al correo medios@isc.gob.mx
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Edición: Alejandra Olay Coedición: Marreyna Arias Diseño: Argelia Juárez Fotografía: Juan Casanova
ENTREVISTA A CUT LÓPEZ
REINTERPRETA LA TEATRALIDAD PARA GENERAR EMPATÍA A TRAVÉS DE LO ESCÉNICO Por Samantha Leyva El teatro como cuna, su hogar. El talento en Cut López es innato. Es joven, pero su experiencia no es poca: tiene ya dos décadas en la labor escénica. En la Muestra Estatal de Teatro Sonora 2018, dirige PIARA (Lucas8:32) con la compañía Abemvs Teatro, donde a través de la cocina y una estética minimalista, buscan llegar a la audiencia con una propuesta fresca y nuevas maneras de explorar la teatralidad. Con un núcleo familiar que ha sido un referente para el teatro sonorense y su desarrollo, ¿cómo fueron tus primeras aproximaciones al teatro? ¿Cómo recuerdas tus primeras interacciones o acercamientos con la escena? Es imposible negar la cruz de mi parroquia: mi papá, Cutberto, se dedica al teatro: es director dramaturgo, fue actor; mi mamá fue actriz, es productora de teatro para niños, y que yo cuando nací, prácticamente ya era cincuenta por ciento teatro. Y el otro cincuenta por ciento, lo he ido adquiriendo con experiencias durante mi carrera desde el día que decidí que lo que quería hacer era dedicarme profesionalmente a hacer teatro. He tenido muchos encuentros; pero uno que recuerdo muy especial, que esta contado desde una anécdota, fue que mi primer encuentro con el teatro fue a los cinco meses de haber nacido. Yo nací en febrero y esta obra se presentó en septiembre de 1991. Fue un encuentro esotérico más que personal y profesional, fue algo espiritual porque no tenía un nivel intelectual desarrollado, y en esa obra salía en los brazos de la actriz Sonia León como un bebé. Continué a la edad de siete años, ya más profesional, con una obra que dio gira por todo el estado de Sonora. Veinte años haciendo teatro me han ido reafirmando por qué me dedico a esto. Viajar a festivales internacionales, encuentros nacionales y estatales, trabajar para teatro comunitario: a estos también les llamo encuentros con la escena que me ayudan día con día a recordar por qué hago teatro y que me inyectan de mucha pasión para seguir de pie realizando esta labor. El año pasado participaste también como director en la Muestra Estatal de Teatro. ¿Qué experiencia te llevaste de la edición pasada y qué retos percibes para esta MET Sonora 2018? La MET Sonora 2017 fue una experiencia que no vamos a olvidar. Fue la primera vez en la que participé como director y en la que participó Abemvs Teatro como compañía. Sin duda, fue un parteaguas para nosotros como agrupación, pues teníamos objetivos muy claros por cumplir y la mayoría de ellos fueron logrados: el mostrar nuestro trabajo, nuestra propuesta, esta tendencia a hacer teatro a través de lo
performático, a través del posdrama y de una estética minimalista. No solo pudimos participar con una obra, sino con dos. El otro objetivo era tener una convocatoria más amplia, el llegar a más gente y poder mostrar nuestra labor escénica. ¿Qué es lo que propone Abemvs Teatro con PIARA? PIARA es una obra que nace a partir de un laboratorio, de una búsqueda. De entre tantas cosas, decidimos que íbamos a hablar sobre los cerdos. Buscando la manera de hablar sobre estos contenidos, nos encontramos con un texto de Omar Bravo y decidimos que la dramaturgia de la obra se formaría como una compilación de textos de autoría de Cutberto López, Sara Pinedo, Luis Eduardo Yee y Diego Álvarez, que escribieron escenas para la obra, además de una serie de datos curiosos que obtuvimos a través de Internet y otras fuentes de información para poder construir la dramaturgia de la obra. PIARA habla sobre los cerdos. Critica la humanidad porcina. La intervención del humano, los cerdos y el carácter porcino de la humanidad. ¿En qué forma buscan acercarse al público con este montaje? A través de la propuesta estética y el riesgo escénico. Son obras que al final generan empatía a través del dispositivo escénico corporal. Más allá de su contenido, trata de conectar contigo a través de la atmósfera que va generando el cuerpo a través de la intervención del espacio. Es la propuesta que tenemos como compañía, es esta idea de teatro corporal: el buscar empatía a través del acotamiento del actor, es la manera en que nosotros comunicamos nuestra palabra. ¿Cuál es tu percepción con respecto a la escena teatral sonorense? Me parece que el teatro en Sonora es ahora de los jóvenes. Poco a poco se han ido apoderando de él, lo que ha hecho que las compañías ya establecidas comiencen a exigirse más, a actualizarse, que explores nuevas maneras de transformarse, de innovar, de reinterpretar la teatralidad, a buscar maneras alternativas de encontrarse con el público y de generar otros; de encontrar nuevos discursos y formas estéticas que le presenten a la audiencia una nueva visión del teatro. Ahora, los jóvenes tienen esta nueva e importante tarea de no quitar el dedo de renglón y de exigirle a la comunidad teatral. Eso hace que la audiencia tenga mayor interés para ir a ver las puestas en escena. Que exista una nueva reinterpretación del teatro me parece que es una buena forma de seguir consolidando públicos y acercándoles al teatro sonorense.
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DOMMY FLORES UNA VIDA DEDICADA AL TEATRO Cinco miembros distinguidos de la comunidad teatral, designaron a la maestra y directora de teatro, Domitila Flores Castellón para recibir el Reconocimiento Desierto Ícaro 2018, en el marco de la Muestra Estatal de Teatro Sonora 2018. En sesión celebrada el pasado martes 7 de agosto en la Sala de juntas del Instituto Sonorense de Cultura (ISC), se reunieron Daniel Borbón Soto, actor, docente y diseñador de vestuario; Roberto Corella Barreda, dramaturgo y director; Imelda Figueroa López, productora teatral, actriz y docente; Raúl Ortiz Figueroa, director teatral y actor e Hilda Valencia, directora, actriz y productora. De acuerdo al dictamen firmado en calidad de integrantes del Comité especial, dicha selección se realizó en virtud del trabajo de Flores Castellón en la formación de artistas y público para las artes escénicas y, su contribución al desarrollo de las comunidades del sur de Sonora, a través de su labor como gestora, docente y promotora cultural. Durante el desarrollo de la sesión, propusieron adicionar a la próxima convocatoria el ejercicio de crítica teatral como perfil elegible a recibir este reconocimiento y considerar como requisito un mínimo de 10 años de trayectoria en el caso de grupos o colectivos. Asimismo, plantearon que el Comité tenga la facultad de postular candidatos adicionales en caso de que sus miembros no logren consenso respecto a las postulaciones. Como testigos firmaron el dictamen Mario Welfo Álvarez Beltrán, director general del ISC; Marianna González Gastélum, coordinadora general de Artes; Juan Carlos Valdez, coordinador de Teatro y Osvaldo Sánchez, actor y productor teatral. Sobre la designación, el titular del ISC puntualizó: “Este es un reconocimiento a la resistencia, perseverancia e impulso necesario para preservar el legado cultural de nuestro estado. Sonora tiene grandes artistas, Dommy Flores es una de ellas”. El Reconocimiento será entregado en la ceremonia de clausura de la MET 2018, este domingo 12 de agosto a las 19:30 horas, posterior a la obra Piara (Lucas 8:32), bajo la dirección de Cut López, de la compañía Abemvs Teatro. Domitila Flores Castellón Ciudad Obregón, Sonora (1960) Maestra y directora de teatro. Fundadora y directora de la Compañía Universitaria de Teatro Paradigma del Itson (1994-2006), de la Compañía de Teatro La Petaka 1996 y en 2009, del Centro Cultural de Artes Escénicas La Petaka. También fundó la Muestra de teatro al aire libre por 10 años consecutivos en Cajeme. Ganadora en tres ocasiones a reconocimientos a la Mejor Dirección en las muestras estatales de teatro convocadas por el ISC: en 1996 con la obra Bienvenida sea la muerte, de Germán González. En 2001, con la obra Jesucristo Súper Estrella, con Ciudad Obregón como sede y en 2004, con la obra La noche de los asesinos, de José Triana, que además se lleva el premio al Mejor Actor. Ganó el Proyecto Colectivo de Teatro convocado por la Secretaría de Cultura en 2017 y el Programa Nacional de Teatro Escolar con la obra Corazón Gordito, del dramaturgo Saúl Enríquez en el ciclo 2017-2018.
GORDITA: INTENTO DE ASIR LA VIDA PARA SEGUIR JUGANDO
Por Misuki Takaya 8:05 pm. Una música japonesa, alegre, rápida, con voces agudas y dulces, abre paso a Gordita, quien entra por el público buscando un bollito. Gordita, esta puesta en escena, transcurre en Teatro íntimo de Casa de la Cultura, en contexto de la Muestra Estatal de Teatro 2018. Gordita es una niña que desde el inicio de la obra hace verse, ya sea por su ropa y algunos modos estilo Lolita, por el volumen de su cuerpo o por esa energía que ejerce con público. “Sólo se nos hace agua la boca con cochinadas”, dice Gordita sosteniendo en sus manos bombones o cacahuates japoneses que nadan en salcita naranja. La dramaturgia es de Mónica Perea, y aquí la comida siempre está presente, podemos ver a Gordita deleitándose con unos bombones o describiendo, como todo un sibarita, el sabor de los cacahuates. En el monólogo, la protagonista habla del consumo de dulces, de la comida de su abuela, del rechazo de la comida que hace su madre, del daño que le hace la salsa, del padecimiento de gastritis y de la dieta a la que se somete. En medio de la comida, sabemos que sus padres trabajan mucho y que ella pasa su mayor tiempo sola. La relación con la comida prevalecen en la obra, pero en la exposición inocente de esta fijación, subyacen otros temas: la condición vulnerable de una niña que carece del buen cuidado de sus padres, el duelo y el bullying escolar. Sin embargo hay fuerza y voluntad para bailar, jugar y ¿por qué no? cambiar para llegar a ser “La reina de su escuela”. La abuela es quien mitiga las ausencias paternas y se vuelve aliada en estas dificultades, pero al fallecer, las cosas se complican de nuevo y los bombones se convierten en consuelo constante.
Ante la nobleza de los primeros años, “Ser la reina de la escuela” se convierte en una promesa, que rinde homenaje a su abuela, pero mantener “dieta, ejercicio y agua”, es algo arduo cuando uno está solo. Gordita: intento de asir la vida para seguir jugando y bailando y un llamado para nosotros los adultos a escuchar a los niños. “A veces me siento como una bailarina profesional de esas que salen en la televisión. ¿quieren ver mi baile?”. Gordita, invita a los niños a bailar, no pasan ni diez segundos de su convocatoria cuando los niños comienzan a bailar, algunos desde sus asientos, otros arriba del escenario. El montaje, dirigido por Tristana Landeros, es hábil en su relación con los niños, proporciona un tiempo para bailar, opinar y hasta comer. La obra es consecuente con sus demandas y ha convertido el teatro en un verdadero foro donde se escuchan las voces de estos pequeños que denuncian: “A mí también me regañan por subir los pies al sillón”“me hacen comer verduras”“me mandan hacer la tarea” Nabila Nubes, quien da voz a Gordita, confiere un personaje de grandes gestos, tierno y carismático. Gran destreza para conectar con los niños, adquirida quizá por experiencia, pero sobre todo por amor a lo que hace. Se dirige a ellos como sus cómplices, los hace camaradas y los niños agradecen estos gestos con un gran abrazo de oso. Al terminar la función, Nabila menciona que la obra está hecha para incentivar que los padres hablen con sus hijos. Yo por lo pronto pienso en mis sobrinos, en los niños, pienso que tengo que escucharlos más. También cuestiono el origen de mis excesos: ¿de dónde provienen, por qué están ahí?