FANZINE DIRECTORES DE ORQUESTAS

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13 de julio 2018

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Edición: Alejandra Olay Diseño: Argelia Juárez Fotografía: Juan Casanova

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L. Carlos Sánchez i acudimos a ese recinto donde la música es convocatoria, lo miramos sumergirse en un mar donde las notas son oleaje. Y lo miramos allí. Con la fruición de sus manos en la batuta que se mueve incesante. A veces a galope sereno. Otras veces con mayor vehemencia.

Es su vocación. Dirigir a los instrumentistas que conforman la Orquesta Filarmónica de Sonora. Es David Hernández Bretón, director titular desde hace años ya de esta orquesta que es tan nuestra. Le comento a David que cuando lo hemos visto en esas giras de la orquesta, en el FAOT, por ejemplo, parecería que es un integrante más de la agrupación. El mismo lenguaje para con los músicos, la mirada siempre a la misma altura. No el rigor jerárquico que muchos ejercen ante el poder dispuesto. Hernández Bretón lo tiene claro, y sin ambages me comenta que el tiempo de los directores tiranos, feneció. Afable atiende esta conversación bajo pretexto de este día que se celebra al director de orquesta. Conversamos: -- David, ¿qué significa dirigir? --La dirección de orquesta es una forma de hacer música. Si bien la batuta no suena, uno lo que hace es coordinar el esfuerzo, el tiempo y el concepto estético de un grupo tan disímbolo y tan grande como puede ser una orquesta sinfónica. Es una responsabilidad que va en varios sentidos, una responsabilidad que va desde la perspectiva estética que es donde el director de orquesta se convierte en el defensor, y el contacto del compositor con el grupo musical y a su vez con el público, para poder llevar una versión honesta, fidedigna, real, y lo más cercana posible de lo que el compositor quería. Luego está la responsabilidad técnica que es la de coordinar los esfuerzos del grupo desde el punto de vista de afinación, de articulación, de administración del tiempo para que a través de los ensayos se logren los objetivos estéticos anteriormente mencionados. Y luego por otro lado está la cuestión social y personal, para con el grupo, que es de llevar una buena relación, de manera responsable, administrar el trabajo, los recursos del grupo, a fin de que el repertorio se ejecute con prontitud, con regularidad, de manera correcta, que los recursos sean invertidos de manera correcta y obvia-

DAVID HERNÁNDEZ BRETÓN Estamos viviendo tiempos muy distintos, la época del director tirano ya pasó mente la relación personal para con la orquesta, que es la de llevar una relación armoniosa, que el grupo musical trabaje a gusto y allende los problemas normales que se dan, las cosas salgan avante. Y luego viene la responsabilidad social para con la comunidad. La comunidad hace un gran esfuerzo para mantener a un grupo de músicos profesionales en activo. La sociedad invierte en el arte y el mismo grupo tiene que redituarle a la sociedad ese esfuerzo que ella misma hace. Entonces es una vertiente de responsabilidades que el director de orquesta asume y que de acuerdo a su bagaje técnico y personal, lleva adelante los destinos de un organismo tan complejo como es una orquesta sinfónica. --¿Qué es lo que lo lleva a hacerse director? --Fue un extraño accidente. Primero fui atrilista, fui primer contrabajo en importantes orquestas en México, como es la Sinfónica Nacional, estuve en la Filarmónica de la Ciudad de México, fui fundador de la Orquesta Carlos Chávez, estuve en la Orquesta Sinfónica de Minería. Mi primera actividad con la música sinfónica fue como orquestante, ya después en mi búsqueda por la composición, por los cambios y nuevos retos de todo ser humano, pues ya fue que conocimos la composición y de repente se dio esta beta de la dirección de orquesta que finalmente resultó ser mi gran vocación. Luego me fui a Europa, a Francia y Alemania, hice mis estudios en Francia y me titulé como director allá, y comencé a desarrollar la actividad de manera constante y hasta la fecha. --¿Cómo se logra ser uno más de la orquesta?, lo digo pensando en su relación con los integrantes, se nota la camaradería. --Siempre hay una distancia, y es sano, porque sí tienes qué convertirte en autoridad, pero sí tienes qué guardar ese aspecto humano. Estamos viviendo tiempos muy distintos, la época del director tirano ya pasó, ya el estilo de Arturo Toscanini, el director que pegaba de gritos y era impositivo, esa época, ya pasó, ahora sacas mejores resultados si tienes un comportamiento relajado, dentro de ese relajamiento no pierdes la exigencia de cómo deben de sonar las cosas, entonces finalmente es una premisa que el director tiene que ser autoridad, una autoridad que tiene que ser respetuosa de la dignidad de la gente. Estamos viviendo tiempos donde el respeto es muy importante, si lo decimos de los gobernantes, y de alguna forma el director de orquesta es un gobernante también, entonces mientras menos fricciones se provoquen, los resultados también en corto o mediano plazo serán más interesantes. Y en este oficio de dirección siempre se vive al filo de la navaja. Un músico profesional siempre sabe cuándo un director no está funcionando bien, un músico profesional siempre le perderá el respeto a un mal director, a un director que no venga bien puesto, en ese aspecto nunca puedes perder la autoridad, la legitimidad, y la legitimidad te la da la técnica de dirección.


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L. Carlos Sánchez

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i la pasión es la pauta que marca el oficio, esa pasión se desborda en entrega. Ya sea en la ejecución durante un concierto con la Orquesta Filarmónica de Sonora. O bien, en el aula donde comparte lo que sabe. Hace unas semanas conversaba con Carina Robles Linares, violonchelista, maestra, directora, sobre un proyecto precioso con adolescentes del norte de Hermosillo. La música para con quienes se les ha negado esta asignatura pendiente. Y armar una orquesta por demás digna. Los ojos abotagados de Carina al irme contado sobre la transformación de los jovencitos, quedará impresa para siempre en la memoria. Los ojos abotagados como una rúbrica que es la felicidad de prendar de conocimiento a los otros. Hoy bajo argumento de este día en que se celebra al director de orquesta, Carina accede de nuevo a conversar. Y conversamos:

La labor de la dirección es labor de enseñanza

CARINA ROBLES LINARES

--Carina: ¿qué experimentas en el momento en que estás dirigiendo? --Primero que nada para mí, y para todos los directores, es una gran responsabilidad estar al frente de una orquesta, llámese orquesta estudiantil, llámese orquesta profesional, finalmente todos son músicos. Y primero que nada es conocer muy bien la partitura musical que se está dirigiendo, porque tienes que saber exactamente todo lo que va a pasar en cada una de las personas que están tocando, tienes que conocer muy bien cada parte de cada instrumento, para que tú sepas qué pedir técnicamente. Ya después de puede hablar de lo que va a funcionar en cuanto a la interpretación musical, pero primero es una responsabilidad enorme el conocer exactamente lo que los músicos están tratando de desarrollar técnicamente en sus instrumentos. Básicamente el dirigir es una experiencia de mucha concentración respecto a la cuestión musical.

Lo que experimento cuando estoy frente a una partitura es que en mi cabeza tiene qué sonar exactamente la partitura como el compositor la escribió para yo poder explicarles a los músicos cómo debe de sonar y qué es lo que debe sonar esa partitura. Por eso digo que requiere mucha concentración y conocimiento musical de la obra en sí. --¿Cómo es tu recuerdo de la primera vez que te paraste frente a una orquesta para dirigirla? --Mi recuerdo es que estuve muy concentrada en lo que iba a hacer, mucho nerviosismo, excitación y emoción, para poder yo transmitir a mis compañeros, mis alumnos, las cosas como deben de sonar y un cariño muy grande por haber tenido esa oportunidad que Dios y la vida me da, poder transmitirles en música y en palabras cómo deben de sonar las cosas. --¿Cómo reaccionas cuando alguno de los intérpretes que diriges no está en tiempo? --Ese es uno de los trabajos de los directores, que a todos los tienes qué conjuntar, cada uno de ellos debe estar exactamente en su lugar. Inmediatamente que uno no está en el lugar adecuado, definitivamente tienes que hacérselo saber para que esté al ritmo que tú le estás marcando o al ritmo que la partitura lo dice de cómo debe sonar la obra. La labor de la dirección es labor de enseñanza, por eso es una dirección hacia una enseñanza hacia a dónde vas, y cuando pasa esto inmediatamente tienes que detener y corregir. A veces es difícil que lo acepten, creen que todos creemos que estamos bien con lo que estamos haciendo, pero sí, definitivamente tienes qué corregir el error para que no haya un desfase musical. --Siendo la música el lenguaje universal, ¿qué significa para ti que la música sea lo que te da para solventar la economía, los días, qué trascendencia tiene la música en tu vida? --La música la vivo diariamente. Vivo con música, trabajo la música, pienso en música todo el tiempo, y mis tiempos de recreación, mis vacaciones, estoy en la música, siempre estoy buscando, escuchando, tratando de aprender más, conociendo nuevas interpretaciones, otras orquestas, escuchando, precisamente porque siento que tengo esa enorme responsabilidad de la enseñanza musical que viene siendo la dirección, y la música sí realmente es un lenguaje universal, por eso es muy bueno que los músicos salgan, que los alumnos vayan a otras ciudades, a otros lugares donde está la manera de cómo se van a perfeccionar.

Y yo me siento muy agradecida en poder trabajar en lo que me gusta, que para mí no es ni trabajo, al contrario, aparte de estar agradecida me siento afortunada de hacer algo que ni siquiera para mí es trabajo, que lo hago con tanta pasión y creo que la música finalmente la traemos todos en el alma, en el corazón, y como decía Emiliana de Zubeldía: la música es el lenguaje de los pueblos. --Habiendo una gama tan amplia de instrumentos, ¿por qué eliges tocar el violonchelo? --Definitivamente siempre me han fascinado las tonalidades más graves. El violonchelo me gusta precisamente porque su gama de sonidos es más oscura, es la voz del tenor, definitivamente siempre me encanta todo lo que vienen siendo las características más graves en la música. Sí me gusta mucho el violín, los sonidos más agudos, pero me llama mucho la atención la sonoridad más grave. La sonoridad de las cuerdas, porque soy cuerdista y me parece que es la base de la instrumentación de las orquestas, una orquesta sinfónica sin cuerdas no podría lograr muchas cosas, y si te fijas las orquestas el mayor número de instrumentistas lo tienen en las cuerdas porque viene siendo la pasta homogénea de la sonoridad. --La dirección de la orquesta juvenil, ¿qué significa para ti? --El haber tenido la fortuna de encontrarme con esos alumnos ha sido una experiencia increíble en mi vida, me ha llenado de mucha ilusión. Cada día de la semana que me reúno con ellas (en este momento el número de alumnas predomina por encima de los alumnos) y vamos avanzando juntos, viviendo juntos el crecimiento, ya tuvieron dos conciertos formales, hace días cerramos la temporada con ellas y tocando todavía lo doble que tocaron de bien y de repertorio también. Creo que va ser de sumo beneficio para nuestro ambiente musical porque ellas son futuras instrumentistas que van a ocupar lugares importantes en las orquestas. Esta es una labor de beneficio para nuestra sociedad, para nuestro medio musical porque ya en la última presentación teníamos a dieciocho niños tocando, esos niños que están en un medio excelente, en la edad adecuada, con los instrumentos adecuados, entonces creo que estamos en muy buen camino que me llena de entusiasmo, de mucha vida, por saber que podemos hacer muchas cosas con esa orquesta. Estoy convencida porque estas niñas están creciendo a pasos agingantados.


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L. Carlos Sánchez

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lavio Herrera es director de la Orquesta Juvenil Sinfónica de Sonora. Tiene el bagaje que da el estudio, la sensibilidad.

Sus palabras irrigan pasión. La vocación y la certeza de saber que se vive en el camino correcto. Porque la elección fue la correcta: la música. Ejercerla y ofrecerla. Compartirla. Otra vez la alegría de conversar. Él en la ciudad de México, nosotros en Hermosillo. La tecnología que acota los caminos. Una llamada y conversar. Hoy que es día del director de orquesta. --Flavio, ¿qué te hizo tomar la decisión de dirigir? --Soy músico trombonista, después de haberme graduado en París regresé a México y toqué en orquesta. Recuerdo que en un curso de dirección orquestal, cuando tocaba el trombón, en la Orquesta de la Universidad de Guanajuato, yo naturalmente no era participante del curso de dirección orquestal en esa ocasión, yo formaba parte solamente de la orquesta. Recuerdo bien quien dio el curso fue el maestro Enrique Bátiz, y en ese momento (ante aproximadamente diez participantes del curso) dijo él: si alguien de la orquesta quiere pasar a dirigir, con todo gusto puede hacerlo. En ese momento nadie quiso pasar, pero resulta que yo tenía las partituras que estaba viendo de las obras de lo que estaban haciendo los directores participantes, y nadie quiso pararse a dirigir, yo le dije: maestro, yo quiero dirigir. Recuerdo muy bien que fue en un festival académico, todos los jóvenes directores que tomaron el curso dirigían un par de compases, diez compases, quince compases, y el maestro les daba una indicación, y como son los cursos, todos pasan que para eso son, para ver los detalles que se tienen que trabajar. De tal manera que cuando yo pasé a dirigir, elegí la obra y como ya estaba la orquesta, subí al podio, terminé y al final toda la orquesta me aplaudió, eso le llamó la atención al maestro y me dijo: la orquesta está contigo. --¿Qué ha significado para ti este trabajo de director? --Ser director de orquesta es otra carrera, es como la composición, son otras carreras y todas son de la música, es otro tipo de formación. Cuando estuve en París solamente toqué el trombón, en música de cámara, y solfeo y música orquestal, pero como ejecutante. Cuando decido ser director de orquesta me doy cuenta que la formación es mucho más global: hay que saber de composición, de orquestación, hay que tener liderazgo, aparte de la especialidad que uno tenga, como pianista, trombonista o violinista. De tal manera que cuando yo soluciono mi posgrado, en Alemania, fue una experiencia muy buena, porque como te digo, es una formación más global acerca de la música. Por una parte me puse a estudiar más, digamos el abanico de necesidades para ser director de orquesta lo tuve que tomar: música de cámara, la pedagogía artística, otro concepto más global. Lo que te quiero decir es que para mí al decidir la dirección entré a un mundo de conocimiento más grande, más complejo, eso te obliga a estudiar más, leer más, naturalmente las satisfacciones son mayores.

FLAVIO HERRERA La música, básicamente, son matemáticas

Eso es por parte de la formación orquestal. Y viene la otra parte que es la de la aportación que tú haces y me refiero al trabajo que estoy haciendo en Sonora, esa es la otra parte, la satisfacción. --¿Cómo te sientes de estar en Sonora? --Muy bien. El estado de Sonora es muy particular, es un estado que está en desarrollo, la música orquestal de jóvenes es lo que hemos estado impulsando, lo talleres de Casa de la Cultura han dado muy buenos resultados, pero ahora vamos por la escuela de música, Mi mayor satisfacción es poder aportar al desarrollo de la formación no solamente musical sino también artística. La mayor satisfacción que tengo de dirigir la Orquesta Juvenil Sinfónica de Sonora, es cuando veo que los jóvenes dan resultados. Yo tengo qué hacer ahí un trabajo muy básico, que tiene qué ver no solamente con conceptos musicales, con interpretaciones, sino con un trabajo básico que consiste en trabajo rítmico, solfeo, con una construcción integral. Me siento muy contento porque los jóvenes están dando muy buenos resultados, ahora estamos viendo obras que están tocando las orquestas profesionales,

porque hay repertorio, orquestaciones especiales para jóvenes que naturalmente son simplificados y mucho más fácil de tocar, porque ese es el objetivo, que vayan entendiendo, que vayan leyendo música y en la medida que vaya creciendo su nivel sobre todo técnico, es para mí muy importante y por eso estamos ya trabajando obras que están tocando orquestas profesionales. --¿Qué le aporta la música al ser humano? --Hay dos partes muy importantes. Primero el desarrollo de esta parte cognitiva del ser humano. La otra parte es el desarrollo sicomotriz. Esas dos cosas son fundamentales, y está comprobado científicamente. Los seres humanos tenemos dos extremos, uno trabaja la parte emocional y la otra la parte de la fisionomía, y la música logra unir esos dos polos, porque la música básicamente son matemáticas, nosotros leemos notas que tienen un valor, eso es matemáticas. La parte de la interpretación, frases musicales, expresiones, es la parte emocional. La música tiene esa particularidad, juntan las dos cosas, es decir, los jóvenes que hacen música desarrollan otras cualidades.


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MIGUEL DE LA ROSA De niños escuchábamos música en gramófonos

L. Carlos Sánchez

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ue los años han desvirtuado la calidad musical. La vorágine de los medios de comunicación y lo que en materia de música programan. La competencia desleal en el oficio de la música. Porque se abaratan los costos, porque una tecno banda de dos integrantes, suplen de manera barata lo que es una banda real. Ya no es fácil ejercer el hueso (que significa tocar en un fiesta, con paga de por medio), porque la diferencia en el costo es abismal. No obstante cuando se es músico con vocación, no se puede vivir de otra cosa. A Miguel de la Rosa la música le llegó desde la infancia, en el seno de su hogar. Escuchando los discos de acetato, en Cananea, donde a decir de él, el paisaje ya no es el mismo, pero la nostalgia se apersona de manera constante, por lo que fue, por lo vivido. Miguel ha mostrado el camino musical a muchas generaciones, desde su trabajo en secundarias, incluso en la dirección de la Banda de Música del Estado de Sonora, la cual dirige. Al maestro de la Rosa lo hemos visto tocar con una banda ahora, con otra en otro momento. Y así. Pero siempre tocando. A veces dirigiendo. Ahora con palabras dirigimos juntos esta conversación: --De niño escuchabas bandas, me cuentas. --En los gramófonos de aquellos tiempos, los tocadiscos hogareños, mi papá como profesor de música y músico activo gustaba de escuchar y a la vez nos hacía escuchar a nosotros, nos ponía a escuchar ciertas piezas de música que se usaban en aquellos tiempos. Tenía él sus instrumentos de música caseros y algunos ya más formales y pues ahí como que le hacíamos al cuento nosotros, eso de tocar, acompañar un poco lo que oíamos en las grabaciones. --¿Gramófonos? --Decíamos nosotros en son de burla. --Suena bonita la palabra. --Sí, suena bonita, pero eran los tocadiscos de aquellos tiempos. --Donde se escuchaba el ruido de la aguja sobre el vinil. --Sí, y mucho ruido por cierto. A diferencia de hoy que es más calidad. --¿Dónde viviste tu infancia? --En Cananea, Sonora, soy originario de allí, bonita tierra, todo lo que es el paisaje, a pesar del deterioro del progreso, ya no están los cerros que caminaba yo en aquellos tiempos. --¿Vas seguido a Cananea? --No, muy poco, a veces me toca ir de paso porque vamos hacia algún otro lugar y de paso llegamos a allí, de vez en cuanto la nostalgia, el recuerdo simplemente, si llego y estamos un día o dos, pero ya no es como antes. Pero sí me ha tocado tocar allí, con la Banda de la Música del Estado, a manera de instrumentista, de músico de atril y también como director, también con la Orquesta de Rodolfo el Chino Medina, y con la Orquesta Típica. --Se le viene todo un alud de recuerdos. --Sí, claro, exactamente, se me vienen muchos recuerdos, sobre todos esos de la infancia. --De la calle donde estaba la casa en que vivió, de los árboles. --Sí, ya no como antes que había duraznos albericoques, ciruelas, membrillos, manzanitas esas sabrosas de por allá de los huertos domésticos, queda menos pero todavía existe algo de eso, y ojalá se recuperen. --Cuéntanos sobre la decisión de dedicarte a la música. --Pues como digo, desde el principio ya traía esa tendencia, y sí le busqué por otro lado a otros asuntos, otras cosas que me interesaban, pero no, para mí la música siempre fue, siempre, siempre participaba en la escuela primaria de alguna forma

con la música, que el coro, y en la secundaria n se diga, de hecho yo estaba en la escuela primaria y mi papá era maestro de escuela en la secundaria, en Cananea, tenía una banda de alumnos a ese nivel a esa edad, y yo era el único de primaria que formaba parte de la Banda de Música de la Secundaria Mártires de 1906, allí recibimos la visita, no se me olvida, de don Silvestre Rodríguez, hay una foto por ahí, que la voy a donar a Nacozari, donde está la banda de música juvenil de Cananea, de la secundaria, y yo en un ladito, pegadito, y don Silvestre Rodríguez con su señora esposa a un ladito. Son anécdotas que se le quedan a uno y forman parte de la historia. --Alguna vez escuché decir que también había estado en Cananea Pablo Neruda. --De hecho han ido muchos personajes, en algún tiempo tal vez me tocó a mí, tal vez no, porque yo estuve en Cananea hasta cierta edad, yo vine a terminar la secundaria a Hermosillo y aquí me quedé. --Usted es fundador de la Banda de Estado de Sonora. Ahora regresa a dirigirla, ¿cómo se encuentra en este momento la Banda? --Obviamente se nota mucho más profesionalismo, está mejor estructurada, musicalmente hablando, más sensibilizada sobre todo, que es lo importante. El tiempo ha servido para eso, y sobre todo en esta época política social en la que se ve una apertura, un gran impulso, está muy motivada la Banda. Sí estamos esperando que se resuelvan situaciones que van a fortalecer la vocación, el gusto por la música, de los compañeros elementos de la Banda. --¿Cómo es el inicio de la creación de la Banda? --Hubo un pequeño antecedente, que tal vez no trascendió mucho. Hubo un gran Músico aquí en Hermosillo, Ivón Méndez Hernández, que formó parte de orquestas en México, en Estados Unidos y en muchas otras partes, pero él era de por aquí. Un gran amigo mío igual que el maestro Ignacio Galindo quien también ya falleció. Total que platicando y platicando concluimos que debía hacerse una banda del estado, ese fue el antecedente que tal vez no trascendió. Y sí hicimos recomendaciones, solicitudes. Pasó el tiempo y luego ya se resolvió pero no por medio de nosotros, sino que por medio del Gobierno del Estado. Siendo gobernador el doctor Samuel Ocaña, se abrió la convocatoria, nos dimos cuenta por la publicidad, y ahí vamos nosotros inmediatamente, por eso digo que fuimos los primeros que nos enlistamos a la creación de la Banda de Música, a principios de 1980. Y desde entonces he permanecido. --La Banda tiene mucha actividad, desde espacios abiertos y espacios cerrados, ¿cuál es la diferencia entre tocar en una plaza y hacerlo en un teatro? --Hasta cierto punto el público pudiera ser diferente aunque hay coincidencias. Lo que pasa es que el ambiente, el ambiente de plaza es muy nuestro, es muy de los mexicanos, es una tradición que existe en toda la república, me ha tocado estar en diferentes partes del país, en diversos estados, y las tradiciones se mantienen. Es un ambiente el de la plaza, sobre todo el ambiente diferente, el bullicio de la gente que va pasando, al que llega a escuchar la banda, a que está allí, la que está cerca, la gente que platica, cosa que no siempre se da en un teatro, la que baila, hay gente que se anima. --¿Que la gente baile puede ser un estímulo para los músicos? --Seguro que sí, tratamos nosotros de tener comunicación muy directa con la gente, porque hay personas que preguntan sobre la música que se está tocando, de qué es banda y qué es orquesta, de los instrumentos de música que unos no los veían, nomás lo oían pero no sabían qué eran, y los ven de cerca, de muy cerca, y como digo: no es lo mismo que en un teatro, es otro ambiente y el ambiente es la diferencia, el ambiente que se vive, y la cercanía, platicar con la gente que está allí.


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GEORGE HANSON Director Huésped Permanente de la OFS

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ue nombrado director del Festival de TDSF a mediados de 2015. Desde sus inicios atrajo la atención internacional al ganar el primer premio en los concursos de dirección de Budapest y Stokowski. Su carrera lo ha llevado a más de 20 países, dirigiendo a más de un centenar de orquestas y de óperas en cinco continentes, incluyendo las orquestas de Radio de Hamburgo y Berlín, Komische Oper de Berlín, Kammeroper de Viena, Ópera Nacional Húngara en Budapest, Filarmónica de Varsovia, orquestas de Osaka y Seúl, y las sinfónicas nacionales de Sudáfrica, México y Columbia. Sus compromisos en los Estados Unidos incluyen la Filarmónica de Nueva York; las orquestas de Atlanta, Indianápolis, Phoenix y Charlotte, la Orquesta de Cámara de San Pablo y la Ópera de Arizona. Recientemente hizo su debut con la Orquesta Sinfónica de Chicago, actuando con Joshua Bell y Chris Botti. Actualmente se desempeña como asesor artístico de la Orquesta Filarmónica de Sonora en México, y director musical del Festival de Música Sunriver, en Oregon. En Alemania, como director general de música de la Ópera y Orquesta de Wuppertal durante seis temporadas, supervisó más de 50 producciones de ópera, obtuvo el reconocimiento nacional por los ciclos de conciertos de Mahler y Shostakovich de la Orquesta y ganó el Premio Echo Klassik por mejor grabación clásica. La importante publicación de audio alemana, Stereoplay, escribió: “Hanson hizo sonar los wuppertalers como si fueran la Filarmónica de Berlín.” Hanson sirvió durante siete años como ayudante de Leonard Bernstein; asistió a Kurt Masur durante cinco temporadas y a Giuseppe Patanè en La Scala. Entrenado en la Hochschule für Musik de Viena, la Academia Chigiana de Italia, Tanglewood, la Escuela de Música de la Universidad de Indiana Jacobs y el Instituto Curtis en Filadelfia, estudió con Seiji Ozawa y Franco Ferrara. En 2015, coronó una relación de 20 años con la Orquesta Sinfónica de Tucson como director musical, concluyendo su mandato con las actuaciones de la Sinfonía Nº 3 de Der Rosenkavalier and Gustav Mahler, así como una actuación especial de Das Lied von der Erde. Entre sus logros con la TSO destacan: la realización del Mozart piano Concerti (dirección desde el teclado); la primera grabación de CD de la TSO aclamada internacionalmente y recibir el Certificado de Reconocimiento Especial del Congreso, por parte de la Congresista Gabrielle Giffords por Su servicio a la comunidad. Sus compromisos con la educación y ponerla al alcance de la comunidad han sido sellos de la época de George Hanson en Tucson, Arizona, Estados Unidos.


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