Fanzine met # 4

Page 1

10 de agosto 2017 Colabora en el Fanzine. Escríbenos al correo medios@isc.gob.mx

WWW.ISC.GOB.MX

Edición: Alejandra Olay Coedición: Marreyna Arias Información: Carlos Sánchez, Samantha Leyva Corrección: Rosy Orozco, Óscar Grajeda Diseño: Argelia Juárez Fotografía: Juan Casanova

Saúl Barrios

Siempre he tratado de ser yo, de dar mi vida a la escena

T

Al hablar de su papel como director, Saúl Barrios saca a relucir conceptos como disciplina, constancia, diversión y aprendizaje

Entrevista a

Por Carlos Sánchez

iene la jovialidad en la mirada. Su tono de voz transmite paz. Es inquieto, va de un lado a otro, como si la vida le diera siempre la última oportunidad para aprovechar al máximo la luz de los días.

Saúl Barrios convierte en su espigado cuerpo la necesidad permanente de decir. Y dice a través de las palabras, los gestos; dice desde sus ideas al dirigir a sus compañeros de oficio que también son actores. Hoy su creatividad y la de sus aliados, forman parte del programa de la Muestra Estatal de Teatro 2017, que organiza el Instituto Sonorense de Cultura. Conversamos con Saúl: —¿Cuáles son los elementos que detonan en tu vida esa necesidad de dirigir? —Primero está la sencillez, la humildad de aceptar lo que viene en la vida, de estar bien con uno mismo, amar al compañero, al prójimo. Esto viene de mi familia, de mis papás, el no decir mentiras, el siempre estar presente y ayudar. Esas enseñanzas las llevo a escena como actor; los años que he trabajado siempre he tratado de ser yo, de dar mi vida a la escena. Eso me ha ayudado a tener presencia y a dirigir… los niños son los que me llevaron a esto. Tuve la oportunidad de ir al Festival Luna de Montaña, en Huachinera, ahí trabajé con niños y eso me llevó a la docencia, a una exigencia de disciplina y constancia. Divertir, divertirte, aprender de los demás, sobre todo, siempre estar aprendiendo y lo que uno aprende darlo, no quedarse con nada. Esa es mi forma de estar en escena.

De monstruos y prodigios, de Jorge Kuri y Claudio Valdés Kuri, bajo la dirección de Saúl Barrios, se presenta hoy en el Teatro de la Ciudad a las 20:00 horas. Una producción de la compañía Coyote Azul. Por Óscar Grajeda

Una tormenta estremeció la Casa de la Cultura de Sonora en pleno clímax de la tercera obra de la Muestra Estatal de Teatro, Divorciadas, evangélicas y vegetarianas, como si el clima correspondiera románticamente a los tormentos internos y externos de las protagonistas, como si la lluvia lavara sus pesares en atinada catarsis para resurgir con una fuerza fulgurante, para reafirmarse como individuos independientes, pisoteando las etiquetas, las categorías opresoras. Sé que no fue así, que Elizabeth Vargas, directora del montaje, no controla el estado del tiempo, pero la depuración en todos los aspectos de la puesta en escena no permitió que la tempestad saboteara la representación. Mérito compartido por las actrices Alejandra Abascal Petterson (Meche), Karina Murrieta Otero (Beatriz) y Andrea Bringas (Gloria), quienes lidiaron con profesionalismo y naturalidad los imprevistos apagones, así como las no pocas descortesías de algunos miembros del público. Divorciadas, evangélicas y vegetarianas (1989) es una de las primeras obras de Gustavo Ott, un reconocido dramaturgo, novelista y periodista venezolano que se caracteriza por tener un estilo jocoso y audaz que raya en el humor negro, con el cual evidencia y cuestiona algunos aparatos culturales inherentes en nuestra sociedad. La comedia nos presenta el encuentro fortuito de tres mujeres que, diferentes pero iguales, reconocen los abusos y vejaciones normalizadas que padecen día a día.

—¿Cuáles son los motivos que te hicieron elegir la dirección de De monstruos y prodigios? —Estaba trabajando con una técnica somática porque antes de este proyecto dirigí Después de la fiesta y utilicé una técnica somática sobre la exploración de los órganos. Monstruos y prodigios me llevó a lo visceral, porque es una historia de castrados. Elegí esa obra porque era muy difícil encontrar el texto adecuado, estuve buscando y

Vivir en la tempestad

buscando hasta que encontré esta obra de Claudio Valdés Kuri, hablé con él, se entusiasmó y me cedió los derechos por tres años. Al montaje entraron otras directoras; en música, Sarahí Estela Noriega y Perla Jazmín López en danza. Me acoplé con ellas y el montaje y la técnica de trabajar con los actores se fue por otro lado, pero sí hay algo de lo que aprendí con la técnica somática, para ir formando a los actores y que la lleven a escena. —¿Qué significa participar en esta edición de la Muestra Estatal de Teatro 2017? —Es la primera vez que me toca participar como director. Es grato saber que te apoyan, que eres aceptado, que llegas con tu carpeta, tu propuesta y de pronto te llaman y te dicen: “Sí, estás en este proyecto”. Es satisfactorio asumir una responsabilidad de que te va a ver gente del gremio, otras personas, está tu trabajo en una institución que te apoya y te presta el espacio; es satisfactorio aprovechar que hay oportunidades para presentar tu trabajo y que lo vean, que vean el trabajo del equipo, que se generen los comentarios, que se arme la polémica y la discusión. Es bonito. —Háblame del reparto, ¿quiénes son y cómo ha sido trabajar con ellos? —Está Gabriela Aínza, excelente actriz, Daniel Soberanes, también excelente actor, está Perla Jazmín, Estela Noriega, actrices, todos excelentes, para mí todos trabajan bien, tienen su creatividad. También participan Ariel Arce y el maestro Luis Ricardo Gaitán. La maestra Perla, que está actuando, también dirige coreografía, como docente de danza que es en la Universidad de Sonora. Sarahí Noriega quien también actúa, dirige el canto, está en entrenamiento vocal y yo en la dirección de la obra. Son tres direcciones que hacemos en equipo, para llevar a cabo De monstruos y prodigios, una obra muy musical, visual, actoral. Trabajamos con la media máscara, ese fue el giro que le dimos a la obra, actuarlo con máscara.

La obra de Ott en la puesta de Vargas participa así en el debate feminista, pues denuncia la prevalencia de los estereotipos de género y los abusos de un sistema patriarcal encarnados en la idiosincrasia del mexicano, no digamos del sonorense. Esta parece ser una inquietud constante de la compañía TeatrodeKarne, liderada por la misma Elizabeth Vargas, que también llevara a las tablas hace dos años la controvertida obra infantil Príncipe y príncipe, una crítica a la homofobia y a la heteronormatividad. Divorciadas, evangélicas y vegetarianas es la primera obra en llenar por completo el Teatro de la Ciudad en esta Muestra. La magnífica adaptación del guion realizada por Elizabeth Vargas y su compañía consiguió identificarse de pleno con el público, el cual no paró de reír con la graciosa interacción de tan disimiles personajes. Los recursos técnicos y escénicos explotados en la casi inexistente escenografía, así como el aprovechamiento de la tecnología y de otros espacios del auditorio, concentraron la atención en las intérpretes, que vistieron sus personajes con tanto realismo que bien podría creer que no se trataba de una caracterización. Divorciadas, evangélicas y vegetarianas aprieta así la competencia rumbo a la Muestra Regional de Teatro, a realizarse el próximo 28 y 29 de septiembre con sede en Hermosillo. Esperemos que, de ser seleccionada, el clima favorezca a la obra, con tormenta o sin ella.


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.