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Con el nuevo programa de tutorías académicas del ITESO estudiantes de primer ingreso serán acompañados en materias y en su vida universitaria por tutores estudiantes con gran experiencia y voluntad itesiana. . Páginas 4 y 5
ENTRE PARES DESARROLLAN EXCELENCIA ACADÉMICA La realidad cambia en equipo Un nuevo centro de acopio de residuos y el nacimiento de una nueva cultura de consumo y destino de productos es el resultado del trabajo entre una comunidad y estudiantes universitarios. PAGS 6 Y 7
Mirar desde el espíritu Contemplar la realidad es más que verla, significa involucrarte. PÁGS. 2 Y 3
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E S P I R I T UA L I DA D E N E L CONFINAMIEN TO
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El sentido del servicio desde la espiritualidad ignaciana
Mirar detenidamente y apreciar la realidad de la vida nos permite adentrarnos en la experiencia de otras personas. Dos estudiantes de Relaciones Internacionales se adentraron en la realidad de las personas que migran y descubrieron la capacidad transformadora de la fe en los movimientos sociales.
IVÁN PELAYO OROZCO, EGRESADO DE RELACIONES INTERNACIONALES
Vivimos en una sociedad en la que consciente o inconscientemente se nos ha enseñado a ignorar los problemas o realidades que existen a nuestro alrededor mientras no nos afecten directamente. Una sociedad conservadora que mantiene un doble discurso que se apela a “amar a tu prójimo como a ti mismo” y al mismo tiempo se desentiende de su compromiso de amar bajo la excusa de que el pobre es pobre porque quiere serlo. Estudiar en una universidad privada puede ser, un arma de doble filo, porque a ratos nos sumergimos más en esa burbuja que nos hemos creado con los años que nos mantiene distraídos y en otros, puede ayudarnos a cambiar de perspectiva, a darnos cuenta que seguimos siendo muy privilegiados por el lugar en el que estamos y que justamente por esa razón, no podemos ser indiferentes ante los muchos contextos, realidades, grupos vulnerables, injusticias que vive nuestro país. Durante mi carrera comencé a tener un acercamiento a estas realidades y adentrarme a lo que los jesuitas llaman espiritualidad ignaciana, especialmente cuando observé desde cerca el fenómeno de la migración. Entendí las situaciones que se viven en otras regiones, que hay personas que se ven obligadas a moverse de su lugar de origen porque su vida corre riesgo o porque desean una vida mejor para sus hijas e hijos. Ellas y ellos se aprecian “De poco sirve que como seres invisibles, sin existan personas nombre, sin identidad, que muy preparadas transitan en un país consiacadémicamente derado el mayor corredor si no se acompaña migratorio del mundo y su acción con un uno de los más peligrosos. sentido de servicio, En este país se masacran de regresarle y abandonan personas, algo a la sociedad recuerdo el caso de los para que exista 72 de San Fernando, en el un mayor acceso que los agresores pueden a oportunidades seguir impunes y en el que y justicia para las personas se deshumalos grupos más nizan porque, como sucedesfavorecidos.” de en el conteo de muertes por covid-19, en México Iván Pelayo las personas son números para hacer estadística. La enorme problemática que vive nuestro país en cuanto a violaciones de derechos humanos demuestra la importancia de que existan organismos como el Servicio Jesuita para Refugiados y otras organizaciones no gubernamentales y de la sociedad civil para presionar a las autoridades y a la propia sociedad en la búsqueda de justicia y dignidad para las personas en situaciones vulnerables, para darles rostro e historia. Desde ayuda
LA ESPIRITUALIDAD IGNACIANA Y LA MIGRACIÓN EN RESISTENCIA POR PAULA MARTÍNEZ VALENCIA E IVÁN PELAYO OROZCO CORTESÍA DE PAULA MARTÍNEZ
Estudiantes de Relaciones Internacionales e integrantes del Voluntariado de migración del Centro Universitario Ignaciano (CUI). INTRODUCCIÓN DE FERNANDO VILLALOBOS, PROFESOR DEL CUI.
FOTO CORTESÍA DE FERNANDO VILLALOBOS
Fernando Villalobos Zavala, es integrante del CUI y puedes contactarlo en el correo fvilla@iteso.mx.
Migrar es resistir POR PAULA MARTÍNEZ VALENCIA, ESTUDIANTE DE RELACIONES INTERNACIONALES.
Escribo a partir de una fecha que se ha insertado en la memoria colectiva de este país por representar las violencias a las que se enfrentan las personas migrantes y refugiadas en este territorio. Hace algunos días fue 24 de agosto y, con la llegada de esta fecha, se cumplieron diez años del asesinato de 58 hombres y 14 mujeres migrantes en San Fernando, Tamaulipas, a 150 kilómetros de la frontera. Han pasado ya diez años y ha prevalecido la impunidad, como si las violaciones a los derechos humanos pudieran ser infinitas. Me cuesta trabajo pensar en otra cosa más que en el hecho de que vivir en este país da rabia, miedo e impotencia. Este país lastima. Sus instituciones nos violentan, lo hacen también sus modelos productivos que se centran en mercantilizar nuestros cuerpos, que giran en torno a un sistema roto que decide quiénes sí y quiénes no tienen derecho a una vida digna. Pero en medio del dolor, México se ha vuelto territorio de resistencias: por la tierra y por el agua, por las lenguas, por educarnos, por regresar a casa, por sentirnos libres. Y en todo este entramado de luchas colectivas, se inserta la movilidad humana, porque migrar también es resistir. Cada año, cientos de miles de personas que nacieron en otros “Entendí la capacidad suelos cruzan esa línea transformadora imaginaria que divide de una fe con aquí de allá. Lo hacen características solas y a pie. Otras se sociales — que encuentran en el cafinalmente eran mino y se acompañan políticas — mientras y otras más, migran en aprendía a hacerle familia. Con mochila frente a mis al hombro, se encamiindiferencias y nan a cruzar los más a sumarme a los de tres mil kilómetros esfuerzos colectivos de territorio en guerra para alcanzar lo que transcurre entre El que, parafraseando Ceibo de Guatemala a a las compañeras la frontera Tijuana, eszapatistas, ‘podría perando que las nueser un mundo en el vas geografías traigan que quepan muchos mejores condiciones. otros.” He ido aprendiendo sobre sus caminaPaula Martínez res, sus luchas y sus resistencias desde hace algunos años, cuando el Centro Universitario Ignaciano nos invitó a iniciar un camino de exploración personal y comunitaria que nos llevó a pensarnos más allá de nuestras individualidades, optando por lo colectivo y construyendo una espiritualidad que no se limitara a las palabras. Entendí la capacidad transformadora de una fe con características sociales — que finalmente eran políticas — mientras aprendía a hacerle frente a mis indiferencias y a sumarme a los
Paula Martínez, estudiante de Relaciones Internacionales, es integrante del Voluntariado de Migración del CUI.
esfuerzos colectivos para alcanzar lo que, parafraseando a las compañeras zapatistas “podría ser un mundo en el que quepan muchos otros”. En estos años aprendí a observar con ojos de acompañante. Esa forma de mirar me enseñó a entender la realidad migrante fuera de las cifras, porque comencé a escucharla. Aprendí que Centroamérica está llena de vida, de risas, de bailes. Aprendí de un lugar en el que se dice que llueven peces y de las pupusas, de las playas y los mares, y de los vínculos fraternos que no logra dividir una frontera. Pude comprender que, aunque el tren es rápido e imponente, las resistencias son más grandes. Entonces aprendí a tomar mi rabia y mi indignación, a apoyarme del privilegio de ejercer mi derecho a no migrar y a integrarme en alguna de las resistencias colectivas. Descubrí que las personas que migran no están solas pues existe una sociedad civil y organizaciones religiosas, entre ellas la Compañía de Jesús, que han decidido dedicarse a defender los derechos humanos de las poblaciones en movilidad. Descubrí que aun cuando los grandes sistemas no cambien y las personas de traje (sentadas en oficinas, teniendo juntas importantes) no decidan eliminar las bardas, las rejas y los procesos burocráticos que separan a quienes se consideran dignas de derechos de quienes no; igualmente se sostienen esfuerzos desde el amor y la justicia en Tapachula, en Amatlán de los Reyes, en Bojay, en Irapuato, en Guadalajara, en Saltillo, en Tijuana y en múltiples espacios más, generando lo que Yásnaya Elena A. Gil —lingüista y activista mixe— llama “resistencias minúsculas”. Y que éstas se encuentran llenas de personas que han decidido dedicar su vida para que todas, independientemente de lo que digan los papeles, tengamos acceso a una vida digna. No podemos olvidar lo sucedido en San Fernando (la masacre perpetrada en Tamaulipas, entre el 22 y 23 de agosto de 2010, en la que fueron ejecutadas 14 mujeres y 58 hombres) y tampoco podemos olvidar que violencias como esta todavía suceden. Hoy no nos enfrentamos solamente a las violencias que se han vuelto tristemente cotidianas, nos enfrentamos a una enfermedad que justifica las bardas, las rejas y las divisiones entre aquí y allá. Ahora, más que nunca, es cuando todas las personas y específicamente quienes nos encontramos formándonos profesional y personalmente — las estudiantes — requerimos de lugares comunes que nos permitan pasar de la reflexión teórica a la práctica, encontrarnos y activarnos, aunque parezca que la virtualidad nos ha robado espacios y ha impedido la verdadera escucha. Es urgente recuperar estas prácticas y comenzar a generar nuevas, para formar otras resistencias minúsculas para, paso a paso, construir un mundo en el que verdaderamente ninguna persona sea ilegal.
Cartel de Hugo García, profesor del Departamento del Hábitat y Desarrollo Urbano
CORTESÍA DE IVÁN PELAYO
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mi juicio, uno de los grandes males en la actualidad es la indiferencia, pasar de largo sin un mirar sereno y profundo, amoroso con el entorno, con la realidad, acomodarme y hacer como si no pasara nada. Pasar de prisa, carente de tiempo, provoca que me concentre en imágenes confusas, pensamientos y ruidos internos y externos, que no me permiten detenerme. Me apura la inmediatez. Cuando me decido a romper ese rutinario paso fugaz y con quietud observo el paisaje urbano, a los demás que son otros yo, a mi entorno, mi realidad, caigo en la cuenta de mi posibilidad permanente para tocar tantas sorpresas gratas, que me maravillan con su encuentro. Cada quien tenemos nuestras propias fotografías sorpresivas que nos llenan de gozo con sólo detenernos a mirar un poco y contemplar. Claro que al detenerme también corro el riesgo de encontrarme con sorpresas que no son tan gratas, que me confrontan, e incluso me molestan y que pueden tornarse violentas. Con relativa frecuencia las etiqueto, archivo y desecho. Pocas veces caigo en la cuenta que ese puede ser mi momento del día, en el que ese clamor permanente de la realidad me está ofreciendo la oportunidad para mirar de nuevo, con una mirada diferente. Paula Martínez e Iván Pelayo, son dos estudiantes que participaron en el Voluntariado de migración en el Centro Universitario Ignaciano (CUI) y nos comparten miradas que, frente a la imagen cruda de la migración se propusieron verla profunda y amorosamente, sin etiquetas, ni lástima. Esa mirada les permitió aprendizaje y la posibilidad de compartir y experimentar el compromiso solidario de acompañar.
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Iván Pelayo, es egresado de Relaciones Internacionales y fue integrante del Voluntariado de Migración.
humanitaria en albergues, incidencia en comunidades de origen, hasta asesoría y acompañamiento a solicitantes de refugio. Cada experiencia y cada plática con las personas migrantes y refugiadas que me he encontrado en estos años de colaborar en diferentes proyectos como los Voluntariados en el Centro Universitario Ignaciano ya sea en la ZMG, en Amatlán de los Reyes, Veracruz, o la frontera con Guatemala, me motiva a seguir involucrándome en la búsqueda de la dignidad y defensa de sus derechos humanos pero nunca desde una perspectiva de superioridad, sino de situarme y mirarles de frente, escuchándoles, analizando, conociendo y respetando sus experiencias de vida. Visibilizar a las personas, como personas, que se ven obligadas a migrar es una forma de quitar estigmas y erradicar la xenofobia que la sociedad poco informada aplica para desentenderse del problema, y es que el problema no es fácil de resolver.
La espiritualidad ignaciana que está orientada a la búsqueda de la voluntad de Dios, que lo encuentres a Él en todas las cosas, que hagas y pongas tus talentos al servicio de los demás, es una herramienta que puede ayudarte a conectarte de mejor manera contigo mismo y a mejorar tus decisiones. Considero que desde pequeño he sido una persona muy empática, especialmente con personas en situaciones desfavorables, y con la espiritualidad y discernimiento ignacianos, he podido formarme como una persona desde el conocimiento de mí mismo y de mis decisiones; eso me ha permitido tener un impacto positivo en mi propia vida y en la de otras personas. Hoy el mundo necesita seres humanos más empáticos y solidarios. De poco sirve que existan profesionales muy preparados académicamente si no acompañas tu acción con un sentido de servicio, con la convicción de regresarle algo a la sociedad para que existan oportunidades y justicia para los grupos más desfavorecidos.
E N P O R TA DA
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FOTO LUIS PONCIANO
FOTO LUIS PONCIANO
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Tutoría entre pares es el nuevo programa del ITESO que busca acompañar a estudiantes de primer semestre para que logren un mayor éxito académico a través de tutorías académicas y universitarias que fomenten la construcción de las relaciones sólidas con sus compañeras y compañeros.
La mecánica para reservar tutorías la encuentras en la página de la Caxa: cada semana se publican los horarios disponibles para asesorías sobre cada materia. Hay que escribir mínimo 24 horas antes de la asesoría para poder contactar a una tutora o tutor, y al momento de la asesoría hay que tener dudas puntuales sobre el tema, para que quien te acompañe pueda prepararse y darte un apoyo adecuado.
POR ERIKA TORRES
CONSTRUIR LA EXCELENCIA ACADÉMICA ENTRE PARES FOTO LUIS PONCIANO
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Alejandra Durán, estudiante de Ingeniería Industrial y tutora de vida universitaria.
Alondra Cortes, estudiante de Ingeniería de Alimentos y tutora de vida universitaria.
Itza Noyola, estudiante de Ingeniería en Biotecnología y tutora en Algoritmos y Programación
¡Por supuesto! ¿Dónde firmo?”, se dijo Alondra, alumna de tercer semestre de la carrera de Ingeniería de Alimentos, cuando le llegó la invitación por parte de la Coordinación de Acompañamiento para Excelencia Académica para formar del primer grupo de tutoras y tutores que apoyará a estudiantes de primer ingreso. Alentado por la pandemia por la Covid-19, el programa de Tutores Pares se comenzó a desarrollar en la Caxa a finales del semestre Primavera 2020, cuando se hizo una encuesta para averiguar las necesidades de los alumnos. En dicha encuesta, a la pregunta ‘¿estarías dispuesto a ayudar a otros compañeros?’, cerca del 70 por ciento contestó que sí y más de cien estudiantes de primer ingreso solicitaron tutoría. “Nos dimos cuenta de que no podíamos quedarnos de brazos cruzados y así comenzamos a planear un programa de tutoría entre pares que tiene dos vertientes: tutoría académica y tutoría en vida universitaria”, cuenta María Eugenia Villaseñor, coordinadora de la CAXA. A la tutoría de vida universitaria se unieron cerca de 70 tutores de distintas carreras y semestres, que tuvieron un proceso de preparación acerca del ITESO, y 104 estudiantes de primer ingreso solicitantes. “La idea del proyecto no es solamente emparejar a quien acompañe a un estudiante de primer ingreso, sino asegurarnos de que la información y las herramientas con las que cuentan sean las adecuadas para compartirlas”, afirma María Eugenia. El equipo de la Coordinación de Acompañamiento se reúne con las y los tutores una vez al mes para revisar distintos temas. Antes de comenzar el semestre la reunión fue para explicarles sobre la inducción de las y los estudiantes de nuevo ingreso, las materias en Canvas y todo lo que necesitaban saber sobre el arranque de las clases en línea. Si algún tutor tiene una duda en el tiempo entre una junta y otra, hay un grupo en TEAMS donde pueden exponerla, con la certeza de que les será contestada por alguien de la Caxa o por un integrante del equipo de tutoría. “Cuando yo comencé con la materia de Algoritmos y Programación me fue un poco complicado adentrarme al mundo de la programación,
“Cuando yo comencé con la materia de Algoritmos y Programación me fue un poco complicado adentrarme al mundo de la programación, y la manera en que pude avanzar fue, sobre todo, preguntando a compañeros que ya habían cursado la materia, me sentía más confiada.”
y la manera en que pude avanzar fue, sobre todo, preguntando a compañeros que ya habían cursado la materia. El trato es muy diferente con un profesor, porque a pesar de que aunque los profesores son muy atentos y están disponibles, me sentía más confiada en preguntar mis dudas a un compañero, ya que el contacto era más directo y más rápido, por eso, cuando Caxa me invitó a participar como tutora académica no dudé en aceptar, porque ayudar a mis compañeros, tal como a mí me ayudaron, es algo muy padre”, explica Itza Noyola, alumna de cuarto semestre de Ingeniería en Biotecnología. Las y los 27 tutores académicos de este Izta Noyola semestre, son muy buenos en alguna de las cuatro materias que, por el momento, se están ofertando: Cálculo diferencial, matemáticas administrativas, Algoritmos y programación, y Química general I. Para esta selección, el equipo de la Coordinación de Acompañamiento pidió a los profesores que recomendaran a estudiantes con un perfil específico que supone además de dominar completamente la materia, empatizar, saber explicar y tener paciencia, apunta Cristina Peregrina. Explica también que en cuanto a quienes integran el equipo de tutoría para la vida universitaria, “nuestras compañeras asesoras académicas les han dado charlas sobre cómo hacer rapport [una buena relación] con los chicos y vamos a tener juntas de retroalimentación para ver qué tipo de problemática se les va presentando”. Cada materia tiene un profesor enlace, para que si los mismos tutores tienen alguna duda puedan recurrir a ellos; estos profesores están muy comprometidos con el proyecto y con ellos se ha formado un gran equipo.
Una vez que se reserva la cita, Cristina contacta a un integrante de tutoría disponible y le da el correo electrónico de quien solicita acompañamiento, por si quisieran hacer acuerdos previos antes de la sesión, que se agenda por TEAMS. Cuando terminan la asesoría, se llena una bitácora con los datos de la persona que impartió tutoría y sus comentarios, mientras que a quien la recibió se le envía una encuesta para que evalúe la experiencia. Las evaluaciones, refiere Cristina, han sido muy buenas y las y los tutores cada vez se van sintiendo más cómodos y confiados en dar las asesorías a sus compañeros. “Es un cambio muy grande el entrar a la universidad, y como a mí me hubiera encantado tener a alguien que me apoyara con dudas sobre cómo funcionan las clases, sobre las actividades extraacadémicas o cualquier situación de la escuela que se necesite, así que por eso a mí me interesó mucho participar en este programa”, cuenta Alejandra Duran, alumna de tercer semestre de Ingeniería Industrial. Maru Villaseñor y Cristina Peregrina comentan que se tiene previsto seguir con el programa de las tutorías; la experiencia de este semestre ayudará para hacer ajustes que lleven a mejorar la gestión para los semestres venideros. Un aspecto del programa que ambas enfatizan es el carácter voluntario de las y los tutores inscritos. “Ha salido mucho la bondad y esta parte de darle a los demás, tal como lo que intentamos enseñar en el ITESO”, reflexiona Maru.
María Eugenia Villaseñor y Cristina Peregrina cuentan que la situación de la pandemia por la Covid-19 le ha dado a Caxa una oportunidad única de servir a las y los alumnos.
TRES TUTORAS TE ACONSEJAN Itza, tutora de la materia de Algoritmos y programación, recomienda: • No dejar todo para el último momento, porque luego las dudas no salen. • Pregunta siempre, preguntar no es tan malo como parece, realmente preguntando es cuando vas aclarando y entendiendo, y vas mejorando. • No sirve estudiar para aprobar, estudia para sino para aprender, y hacer uso de todo los apoyos y recursos que ofrece el ITESO. Alejandra Durán, tutora de vida universitaria y estudiante del tercer semestre de Ingeniería industrial: • Aunque tal vez sea una experiencia inesperada vivir el primer semestre de la universidad en línea, no estás sola ni solo, solo es cuestión de acercarte. Alondra Cortés, estudiante de tercer semestre de la Ingeniería de Alimentos, recomienda: • Guarda la calma, porque esto se acabará pronto y, aunque sea en línea, intenten dar lo mejor de ti en tus clases. • No te quedes con dudas. • Intenta hacer amistades, aunque sea por WhatsApp. • Intenta sacarle el mayor provecho al ITESO, porque hay muchas cosas que pueden hacer.
“Es un comienzo diferente pero no significa que sea malo, hay que verle el lado positivo”. Alondra Cortés. No te quedes con la duda. Escribe a caxa@iteso.mx o entra a la página https://caxa.iteso.mx/web/general/detalle?group_id=20019711
Toda la información sobre las tutorías la encuentras aquí: https://caxa.iteso. mx/web/general/detalle?group_ id=20019711
VECTOR @PCH.VECTOR
CAMPUS
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FOTOS CORTESÍA COINCIDE
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PAP SAN ISIDRO MAZATEPEC Entre los logros obtenidos por este PAP está la creación del centro de acopio, la instalación de dos puntos limpios que separan residuos orgánicos, plástico, aluminio, vidrio, papel y cartón; así como la integración del Comité de Medio Ambiente San Isidro Mazatepec.
PAP
El Centro de Acopio Mazatepec es uno de los proyectos de acompañamiento e incidencia social de los PAP de COINCIDE. Se distingue por su gestación desde el diálogo y colaboración entre la comunidad y la universidad. POR YOANA RODRÍGUEZ / ENCARGADA DE COMUNICACIÓN DE COINCIDE
Juntos cambiamos al mundo
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asta hace unos años, por las calles y esquinas de San Isidro Mazatepec, poblado a 30 minutos de la Zona Metropolitana de Guadalajara, no era extraño encontrarse con montículos de basura que podían acumularse por semanas. Hoy, que cuentan con un Centro de Acopio Mazatepec donde se destinan los residuos, son la prueba de que las iniciativas gestadas por las propias comunidades son posibles y viables. El centro es parte de los Proyectos de Aplicación Profesional (PAP) San Pedro Valencia, perteneciente a la Coordinación de Programas de Incidencia Social (COINCIDE) y con presencia en las nueve comunidades del Valle de Mazatepec desde hace siete años. En él participan docentes y estudiantes del ITESO, quienes —en conjunto con las poblaciones— desarrollan iniciativas en asuntos de renovación urbana, saneamiento ambiental y emprendimientos turísticos. Desde hace año y medio el centro de acopio funciona como respuesta desde su población a la problemática de basura y su mala gestión por parte del municipio de Tala. “El objetivo principal es la disminución de los residuos, así como de generar una estrategia de cons-
ciencia con la comunidad a partir de campañas de limpieza, reforestación y talleres de sensibilidad”, señala Joaquín Flores, habitante de San Isidro y estudiante de Ingeniería Ambiental en ITESO. A sus 21 años, Joaquín es líder comunitario y miembro del Colectivo Cultural Mazatepec, organización de jóvenes con proyectos de impacto social. Ellos hicieron el primer contacto con el equipo de profesores de la universidad, quienes ya tenían presencia en la comunidad contigua de San Pedro Valencia. Movidos por la idea del trabajo colaborativo, miembros del PAP y el colectivo organizaron una consulta en la que participaron ejidatarios, padres de familia, niñas, niños y jóvenes; donde se expusieron las necesidades compartidas. “Incluso siendo parte de la misma comunidad teníamos visiones y soluciones distintas, pero trabajando mano a mano es como nos entendimos”, rememora Joaquín. Entre los logros obtenidos está la creación del centro de acopio, la instalación de dos puntos limpios que separan residuos orgánicos, plástico, aluminio, vidrio, papel y cartón; así como la integración del Comité de Medio Ambiente San Isidro Mazatepec. “El hecho que sean los propios miembros de la comunidad quienes empiezan a buscar el proyecto
te habla de cómo nosotros no estamos llegando a imponer o a decir cómo se hacen las cosas. Como profesores y estudiantes del ITESO nos dedicamos a impulsar comunidades en el desarrollo sustentable y trabajamos juntos para lograrlo”, comenta Andrés Zuloaga, profesor del ITESO a cargo del proyecto. En recientes días el PAP San Pedro Valencia recibió el reconocimiento a las Mejores Prácticas Universitarias en la Promoción de Ciudadanía por el Centro Mexicano para la Filantropía (Cemefi). A su vez, fue reconocido por la Comisión Interuniversitaria de Servicio Social por su relevancia e impacto social. El reto de la gestión comunitaria Así como es uno de sus rasgos más distintos y enriquecedores, lo comunitario puede significar un reto complejo pues requiere del compromiso de la gente, de involucrarse y trabajar para lograr los resultados. De acuerdo al profesor Andrés, el centro trabaja a una décima parte de su capacidad, pues todavía son pocos quienes acuden con sus residuos separados. “El gran reto es lograr un cambio de consciencia en la gente, reducir su consumismo y que encuentren en el centro un beneficio a ellos”, señala. Actualmente se trabaja en un modelo de negocio con el que se
INCLUSIÓN E INTERVENCIÓN SOCIAL https://coincide. iteso.mx/
TU EXPERIENCIA UNIVERSITARIA
https://pap.iteso.mx/ web/pap/ sitio-para-estudiantes
pretende incentivar el uso del centro al retribuir a sus usuarios por medio de vales de despensa a cambio de los residuos. “Lo que le da unidad a nuestra presencia en la zona es el diálogo con las poblaciones que nos permiten identificar sus demandas, generando con ellos propuestas de resolución y conformando estructuras sociales para resolverlas desde las propias capacidades de las comunidades”, señala Héctor Morales, coordinador del PAP. Para el coordinador, quien también fue fundador del PAP hace siete años, estos proyectos requieren de paciencia, escucha y acompañamiento a los actores, “de poner la apuesta en las capacidades de la comunidad para ser resilientes y encontrar las alternativas desde su propia mirada y lógica”. Para el joven Joaquín, el proceso le ha permitido reconocerse como parte de una generación más consciente del lugar en que nació y con el compromiso de poner sus talentos y capacidades para transformarlo. “Cada vez somos más los que nos damos cuenta que el trabajo debe ser en colectivo para construir el futuro que queremos”.
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E N T R E V I S TA
LUIS ARRIAGA VALENZUELA, SJ RECTOR | HUMBERTO OROZCO BARBA DIRECTOR DE RELACIONES EXTERNAS | MAGDALENA LÓPEZ DE ANDA DIRECTORA DE COMUNICACIÓN INSTITUCIONAL | KARINA OSORNO HINOJOSA EDITORA| ERIKA TORRES CHAVEZ COEDITORA | ROBERTO ORNELAS OROZCO, LUIS PONCIANO HERNÁNDEZ FOTOGRAFÍA PAMELA SCARLETT GUTIERREZ GONZALEZ DISEÑO | PALOMA HERNÁNDEZ, YOANA RODRIGUEZ, ERIKA TORRES REDACCIÓN | PAULA IVAN PELAYO, MARTÍNEZ VALENCIA, FERNANDO VILLALOBOS COLABORACIONES | HUGO GARCÍA SAHAGÚN ILUSTRACIONES | LUIS PONCIANO PORTADA | PUBLICIDAD TEL. 33 31 34 2954. CRUCE@ITESO.MX
FOTOS CORTESÍA DE DANIELA, MÓNICA Y SARAHÍ
ITESO
DANIELA BONILLA, MÓNICA GONZÁLEZ Y SARAHI CASTELLANOS Tres estudiantes de Derecho del ITESO participaron en el Human Rights Moot Court Competition, del Washington College of Law; quedan en primer lugar entre las universidades nacionales. POR PALOMA HERNÁNDEZ
SE ACERCAN AL SISTEMA INTERAMERICANO DE DERECHOS HUMANOS FOTOS CORTESÍA DE DANIELA, MÓNICA Y SARAHÍ
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Las estudiantes del ITESO en Washington se familiarizaron con temas fundamentales para la defensa de los derechos humanos, estado de derecho y democracia.
Inspirar a ser mejores abogados y luchar por los derechos de aquellos que no tienen representación” es el para qué del Inter-American Human Rights Moot Court Competition, comentó Claudia Martin, codirectora de la Academia de Derechos Humanos y Derecho Humanitario del Washington College of Law. En esta competencia participaron las estudiantes de Derecho del ITESO Daniela Bonilla, Mónica González y Sarahi Castellanos, quienes quedaron en primer lugar entre las universidades nacionales, noveno entre las hispanohablantes y en la posición 22 entre todas las universidades participantes. El tema del Moot Court de este año fue “Estado de Derecho y Derechos Humanos: El Fortalecimiento de las Instituciones Democráticas en Tiempos de Crisis” y la finalidad de la competencia es familiarizar a estudiantes de Derecho con el Sistema Interamericano de Derechos
Humanos para que, cuan“La preparación do ya ejerzan su profesión, es la clave, confiar sepan cómo usar este foro en que puedes para defender a quienes tener muchísima ven violados sus derechos. pasión por el tema “Me pareció muy imy comprometerte a portante y gratificante ha- dedicarle todo porque ber participado. Está muy al final padre que del ITESO que el resultado va a ser te impulsen y que te mosúper gratificante”. tiven a participar en este tipo de concursos que te Daniela Bonilla dan mucho currículum y, sobre todo, mucho aprendizaje que de verdad ninguna otra materia te la da” comentó Sarahi Castellanos, de noveno semestre de la carrera de Derecho. La preparación que propone American University se hace planteando un caso hipotético que los estudiantes tienen que estudiar y preparar para presentar como si fuera un juicio real, dividido en dos etapas, que se evalúan por separado, la primera con la entrega de un memorial y la segunda con audiencias orales frente al jurado en Washington, esta última etapa fue cancelada por la emergencia sanitaria. “Aprendí que para los derechos humanos tienes que tener mucha pasión, pero también muchas bases teóricas y que esas te van a ayudar a que verdaderamente tu defensa sea buena y te de buenos resultados. La preparación es la clave, confiar en que puedes tener muchísima pasión por el tema y comprometerte a dedicarle todo porque al final el resultado va a ser súper gratificante, aunque no te den un primer lugar, porque te va a formar muchísimo y poco a poco vas a ir dejando una huella”, compartió Daniela Bonilla de octavo semestre quien también participó en el mismo Moot Court el año pasado. Mónica González, de cuarto semestre, señala que “en algún futuro te ves ahí, te ves litigando y sabiendo que no es simulación, va a ser realidad en algún momento en el que vas a tener que defender a personas o incluso defender a tu Estado”.