La Alianza Juega Limpio documentó las horrendas condiciones de trabajo de la industria, las cuales incluían salarios de miseria, jornadas excesivamente largas de sobretiempo obligatorio o subpagado, términos de empleo de explotación y abuso verbal y físico. A través de entrevistas con trabajadores en Bulgaria, Camboya, China, Indonesia y Turquía, la Alianza demostró que esas condiciones no estaban confinadas a unas pocas fábricas de mala calidad o a unos pocos países, sino que eran condiciones “normales” a las que 9 hacían frente en grados variables los trabajadores de la industria de artículos deportivos de todo el mundo.