Conciertos para ni単os
Itziar Irisarri
Hoy día existe gran variedad de conciertos didácticos para niños y jóvenes. Hay gran dispersión entre ellos y su calidad
es
muy
heterogénea.
Los
hay
entretenidos,
aburridos, inteligentes, inadecuados, geniales, estúpidos… A la salida de los conciertos se escuchan las siguientes expresiones:
¡Una novedad! -
¡Un concierto arrasado!
¡Un éxito rotundo!
De esta manera, es necesaria la preocupación, puesto que cuanto peor es un concierto, mayor es su éxito.
¿A qué se debe? × En este país, cualquier concierto que se organiza para niños se convierte de forma automática en un éxito. El mundo de los espectáculos infantiles es ACRÍTICO. × Quienes los organizan no son profesionales ni controlan la calidad del evento. El pensamiento más común entre
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ellos es: “frente a los niños todo vale, siempre que sea
divertido”.
3 objetivos comúnmente aceptados:
1. Huir del aburrimiento 2. Proponer espectáculos lúdicos 3. Recabar a toda costa la participación
Si los niños se divierten, queda cubierto el propósito. No importa el vacío de contenido.
Sin embargo, debería haber otro tipo de intenciones en los conciertos infantiles: × Buscar la calidad de los contenidos, la historia, el guión, la música, la interpretación, la puesta en escena. × Procurar un tratamiento original respetuoso y adecuado a las diferentes edades. × Crear mundos nuevos en cada concierto, desarrollar la imaginación
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× Crear hábitos de comportamiento y de respeto a la obra de arte. Saber interpretar el silencio y familiarizarse con él.
¿Tiene algo que ver la crítica y la publicidad en todo esto?
No 1º Escasas veces acude la crítica. 2º Los escolares que acuden son siempre concertados por medio de cita previa, no se necesita publicidad.
Ni la crítica ni la cantidad de público son un balance fiable del éxito de un concierto de este tipo. Si el medidor del éxito es el APLAUSO FINAL nos volvemos a encontrar con otra situación engañosa: El aplauso en los niños es manipulable. Podemos
preguntar
ORGANIZADORES
Y
A
sobre LOS
este
tema
ASISTENTES,
a
aunque
los la
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respuesta de los promotores de conciertos infantiles va a ser siempre positiva. Carecen de criterio y autocrítica. En cuanto a las RESPUESTAS DE LOS NIÑOS Y JÓVENES: resultan muy diferentes según sus edades, su experiencia como
espectadores,
la
persuasión
de
la
pregunta,
el
momento en que se hace, el estado de ánimo...etc. Son respuestas muy sensibles a todo tipo de influencias. Lo verdaderamente importante de estos conciertos es lo que aportan: la experiencia de haber asistido a una función de calidad creada e interpretada para los niños por artistas experimentados. Debe ofrecerse calidad, cultura y educación para formar a un público preparado sensible y exigente. No debemos ofrecer a los niños lo que les gusta, sino aquello que necesitan y que no pueden llegar a conocer por ellos mismos. La incógnita permanece: ¿TODOS LOS CONCIERTOS PARA NIÑOS SON UN ÉXITO?
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