La expansión acelerada del coronavirus tiene en alerta al mundo. Ya han muerto más de 3.000 personas y se han contagiado unas 90.000 en unos 60 países. La enfermedad amenaza con interrumpir la vida cotidiana, y de hecho ha obligado a la cancelación de numerosos eventos públicos y viajes. Incluso podría provocar una recesión económica global, porque ha desencadenado una parálisis en muchas industrias. En Carolina del Sur ya se están adoptando medidas preventivas. Páginas 4 y 6