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ALEGORÍA MARINERA

A modo de despedida, los servicios de Lugrís fueron requeridos para el último número de Vida Gallega que se realizó desde A Coruña, antes de que la revista pasase a manos de la editora de Faro de Vigo. Corría el verano de 1961 y el artista respondió al encargo con Alegoría marinera, un soberbio dibujo en el que aparece un surrealista reloj de pie a través del que se accede a otro mundo y en el que vemos, en primer término, una caracola a modo de péndulo.

Reloj Y Marina

La faceta que ha hecho de Lugrís un pintor popular en Galicia es la de decorador de espacios públicos y privados: en A Coruña, Vigo, Malpica, Santiago, Madrid… En su ciudad natal, una de sus intervenciones más celebradas la realizó en el Restaurante León en 1962. En ese local de la calle de la Estrella, aún hoy dedicado a la restauración pero con otro nombre (A Mundiña), se conservan in situ dos de los murales que Lugrís realizó. Uno de ellos es un Reloj de pared del que cuelgan pistas de chorizos y en el que se puede leer una leyenda muy lugrisiana: «Unha cunca de viño e faise o camiño».

Dos de los grandes murales que adornaron el León los conserva hoy la Fundación María José Jove en A Coruña. En el extremo derecho del titulado Marina se alza un grupo de esbeltas torres, otra iconografía recurrente del autor. Una de ellas tiene un detalle que resulta excepcional por nada habitual: en su parte superior cuenta con un reloj. ᴥ fotografía: fundación eugenio granell texto: j. pombo

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