Revista jael joyas de galicia n 10

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JOYAS DE GALICIA Nº 10 | 2016

PARQUES Santiago y A Coruña

MAGAZINE DE JAEL JOYERÍA

celebración Fiestas del Apóstol

HISTORIA Las murallas hoy


AQUARACER CALIBRE 5

Kai Lenny es uno de los mejores surfistas que ha retado a Pe’ahi (JAWS) en el evento de olas gigantes de la WSL. Kai significa océano en Hawaiano, el elemento natural donde #Don’tCrackUnderPressure adquiere su significado: como TAG Heuer, es su forma de pensar.


PRESENTACIÓN

T

enéis en vuestras manos el décimo número de Jael Joyas de Galicia, la publicación con la que modestamente esperamos contribuir al conocimiento de sitios, personas e historias que nos parecen especialmente relevantes en el entorno de Santiago de Compostela y A Coruña. En estos diez ejemplares y a lo largo de casi cinco años hemos visitado, de la mano de expertos, colaboradores y amigos, algunos de los monumentos y sitios favoritos de las ciudades en que estamos presentes. En este caso hemos decidido darnos un paseo por algunos de los parques más representativos de ambas urbes y viajar a localizaciones exteriores de la costa o del Camino de Santiago. Esperamos que la revista os resulte atractiva y nos acompañéis en el periplo. La edición de este número 10 coincide además con el primer aniversario de la apertura de nuestra tienda en A Coruña. Sólo podemos hacer un resumen de este año inicial de Jael en el ensanche modernista coruñés: ha sido fantástico. Nos sentimos muy cómodos en esta ciudad que nos ha visto crecer a ambos; y por ello agradecemos aún más la gran acogida que A Coruña nos ha dispensado. Si a ello le sumamos el buen recibimiento de la apertura del Espacio Rolex en nuestra sede en Santiago de Compostela, no podríamos estar más agradecidos. Desde el inicio de nuestra andadura hemos pensado que Jael Joyería tiene que devolver de alguna forma el apoyo que la sociedad nos dispensa. Por ello, y en la medida de nuestras posibilidades, hemos intentado siempre involucrarnos en causas solidarias en las que realmente creemos. La última de ellas, que os presentamos en este número, es el diseño y fabricación de la Colección Asanog, una serie de pulseras y colgantes pensada para contribuir a la financiación de los proyectos de la Asociación de Ayuda a Niños Oncológicos de Galicia. Es nuestro pequeño grano de arena en apoyo de la impagable tarea de estos padres en favor de la salud y el bienestar de sus hijos. También intentamos aportar algo al deporte más cercano y de base, convencidos de que la práctica física es beneficiosa no sólo para la salud sino también para la mente y la mejora de nuestra capacidad de relacionarnos en sociedad. De ahí que este año por primera vez hayamos colaborado con el Real Aeroclub de Santiago para la creación del Torneo Jael de Golf; además de mantener nuestro apoyo a pruebas y torneos de otros deportes y actividades como la gimnasia, tenis, ciclismo o trail. Aunque no colaboramos con esa intención… ¡quién sabe! Quizá en el futuro alguno de los participantes en estas actividades se convierta en estrella del deporte y en una nueva Joya de Galicia.

Jose Mª Fernández

Tachi Fernández

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SUMARIO

JOYAS DE LA HISTORIA Murallas de A Coruña y Compostela 06

PIEDRAS PRECIOSAS La turquesa 16

JOYAS DE LA TRADICIÓN Las Fiestas del Apóstol

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JOYAS DEL CAMINO Sigrás, en la Ruta Inglesa 41

JOYAS DEL ARTE El triforio de la Catedral de Santiago

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JOYAS DESDE EL AIRE Cornide y la costa coruñesa

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JOYAS SOLIDARIAS Nueva Colección Asanog

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JOYAS DEL MAR A Coruña y los cruceros 72

JOYAS DE LA EDUCACIÓN Gay de Liébana en el CSHG

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LEYENDAS La piedra del destino

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JAEL Regalos y recomendaciones

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English translation

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Jael Joyas de Galicia. Nº 10. Verano 2016 EDITA: Jael Joyería PRODUCCIÓN Y DISEÑO: Versal Comunicación, S.L. DIRECCIÓN: Elena Goyanes COORDINACIÓN: Martiño Suárez TRADUCCIÓN INGLÉS: Reverso Comunicación FOTOGRAFÍA: Adolfo Enríquez Estudio Fotográfico ILUSTRACIÓN: Daniel Pino MAQUETA: Paula Cantero IMPRIME: Gráficas Lasa ISSN: 2254–0253

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71 Jael Joyería General Pardiñas, 7 T. 981 576 895  15701 Santiago de Compostela  santiago@joyeriajael.es Compostela, 8 T. 981 909 029 15004 A Coruña coruna@joyeriajael.es



TEXTO: MARTIÑO SUÁREZ  FOTOGRAFÍA: ADOLFO ENRÍQUEZ

Recuerdo de las ciudades CERCAdas 6


JOYAS DE LA HISTORIA

A

costumbrados a la fisonomía actual de Santiago de Compostela y A Coruña, cuesta creer que hace dos siglos todavía fuesen ciudades rodeadas por murallas de piedra, en su última época ya no tan recias como cabría esperar. Y, sin embargo, lo fueron: algunos vestigios, más en el caso coruñés

que en el compostelano, nos recuerdan un pasado en el que la guerra se vivía en primera fila y en el que las cercas servían tanto para evitar las penetraciones enemigas como para controlar el comercio y los desmanes interiores. La toponimia y los mapas hacen relativamente sencillo revivir aquellos tiempos. 7


FRENTE AL MAR Aunque retiradas hacia el interior por los sucesivos rellenos que han hecho A Coruña lo que es, en la murallas del frente costero coruñés se aprecia aún en la actualidad su carácter de defensa directa sobre las amenazas marinas. La puerta de San Miguel, hoy no demasiado bien conservada, aún se alza sobre las peñas que en tiempos se bañaban en el Atlántico. Fue edificada en 1607 y daba acceso a la isla y al castillo de San Antón. Tanto la de San Miguel como las puertas de la Cruz y el Clavo fueron testigos privilegiados de la historia de la ciudad. Por ellas escaparon de acontecimientos violentos Pedro I de Castilla y Fernando I de Portugal, en el siglo XIV, y desde ellas embarcó hacia Alemania Carlos I en el XVI para ser coronado emperador. También fueron testigo de parte de la historia más negra de A Coruña, pues por sus altos escalones hubieron de pasar figuras históricas como Antonio de Villarroel, militar defensor de la Barcelona tomada por los Borbones en el siglo XVIII; o Porlier, golpista liberal, los dos camino de la cruel cárcel de O Parrote, de tan terrible fama. El ilustrado coruñés don José Cornide Saavedra apuntaba en un manuscrito de mediados del XVIII la doble función de la cerca, más allá de la puramente defensiva: servía sobre todo “para impedir la salida de las casas a la mar y los contrabandos que por ellas pudieran hacerse”.

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De las dos ciudades, es en A Coruña donde hay más pervivencia de estos elementos defensivos, la mayor parte concentrados en la fachada marítima. No hace tanto, las olas llegaban prácticamente a su vera, pero los sucesivos rellenos que fueron conformando la ciudad actual los han dejado retirados.

Colegiata de Santa María, recuerda que aquí hubo en su día una abertura entre dos cubos de muralla. Más abajo, en el terreno que hoy ocupa la modernista Casa Molina, se hallaba la Puerta Real, la entrada principal, de la que hasta la última transformación que sufrió el entorno se podían ver los restos tras un vidrio en el piso.

Es fácil seguir la parte marítima de la muralla, correspondiente a las llamadas puertas de mar, “perennes recuerdos de sucesos históricos en los que ésta ha intervenido activamente”, como las denominaba el arqueólogo Francisco Álvarez Ossorio en 1944, al pedir para ellas la declaración Monumento Histórico-Artístico. Esta zona está bien conservada, a pesar de que los rellenos que dieron lugar a La Solana dejen el mar a docenas de metros. Destaca el denominado Baluarte de San Carlos, sobre el que se encuentra el jardín del mismo nombre, parte de la antigua fortaleza de la ciudad. Entre el paseo y el complejo deportivo La Solana, bajando unas escaleras, se atraviesan la Puerta de la Cruz y la Puerta del Clavo, de 1676, y ante el Hospital Militar, la de San Miguel.

Más fácil es que pase desapercibida la “otra” cerca con que contaba A Coruña y que, sin embargo, en su época fue estratégica para la defensa de la plaza y escenario de batallas encarnizadas. La muralla de la Pescadería separaba el barrio del mismo nombre (habitado por trabajadores, marineros y comerciantes, frente a la nobleza, concentrada en la Ciudad Vieja) del resto de tierra firme, atravesando de parte a parte el istmo coruñés. Imaginar su trazado es relativamente sencillo: ocupaba aproximadamente la franja de tierra en la que hoy se extiende la calle Juana de Vega. Uno de sus extremos estaba en los actuales jardines de La Rosaleda, donde había un fuerte, el Malvecín, y una batería de salvas; la otra punta es lo único que se conserva de la infraestructura.

La traza de la muralla se puede seguir hasta los Jardines de la Real Maestranza y se pierde en el interior de la zona vieja, aunque la toponimia transporta a tiempos pretéritos: la calle de la Puerta de Aires, en la zona de la

Se trata de la llamada Coraza del Orzán o muro de Caramanchón. Actualmente está integrada en el Paseo Marítimo y divide las playas del Orzán y de Riazor, internándose en el mar. Se puede apreciar fácilmente 9


su factura militar, pese a que de ella sólo queda la base de lo que fue un baluarte artillado. Lo que se ve es fruto de una reforma de 1763, aunque el muro original existía desde el siglo XV y contaba con dos puertas, la Torre de Arriba y la Torre de Abajo. Esta última, la más cercana al puerto, fue el lugar en el que concentraron fuerzas los ingleses de Francis Drake en 1589 para abrir una brecha y penetrar en el arrabal, con la consecuencia de la heroica defensa de los vecinos, inspirados por María Pita. De la muralla compostelana queda patente testimonio tanto en la toponimia (Entrecercas, Entremuros, Porta Faxeira, Porta de Mazarelos, Porta da Pena…) como en la propia configuración urbana. Es muy fácil seguir el antiguo trazado empezando por ejemplo en la Porta Faxeira, frente a la Alameda, y caminando alrededor de la zona vieja. Esta cerca, de unos dos kilómetros de largo, cinco metros de altura y forma de almendra, fue la heredera de la primera fortificación, situada en el entorno de la actual Catedral. Dejemos que sea el Códice Calixtino el que describa cómo era este muro en su momento de apogeo, en torno al siglo XII: “Las entradas y puertas de la ciudad son siete. La primera entrada se llama Puerta Francígena; la segunda, Puerta de la Peña; la tercera, Puerta de Sofrades; la cuarta, Puerta del Santo Peregrino; la quinta, Puerta Falguera, que lleva a Padrón; la sexta, 10

Puerta de Susannis; y la séptima, Puerta de Mazarelos, por la que llega a la ciudad el precioso Baco”. Con la llegada de la Edad Moderna la guerra se empezó a sentir como algo relativamente lejano. A salvo de las razzias normandas o musulmanas, los habitantes de las ciudades fueron dejando de cuidar unas infraestructuras que, por otra parte, resultaban carísimas de mantener. Los consistorios comenzaron a alquilar o ceder las cercas y terrenos adyacentes para los más diversos negocios: una torre en la Porta da Pena bien podía convertirse en palomar o un trozo de lienzo entre la Porta do Camiño y la Algalia de Abaixo se cedía a cambio de mantenimiento. Ni siquiera los ataques de Drake a finales de la centuria, que causaron inquietud, consiguieron movilizar el dinero suficiente para reparar unos muros que el militar Ozores de Sotomayor describía como tan ruinosos que “por allí los mochachos pequeños con mucha facilidad se suben y yo lo he visto algunas veces”. En el XVII, conventos y particulares empleaban los fosos y los terrenos cercanos como huertas o como vertederos dando origen a problemas de salubridad. En el siglo XIX el consistorio compostelano se había dado ya por vencido y decidió comenzar a tumbar de forma progresiva una muralla con 800 años de antigüedad y escasa utilidad. English translation on page 90


FONTE DE SANTO ANTONIO En plena ronda alrededor de la almendra que forma la Ciudad Vieja compostelana se contempla con facilidad uno de los restos más significativos de la muralla: el llamado Torreón de la Fonte de Santo Antonio, probablemente procedente de la edificación del siglo XI y hoy absorbido por el convento de las Orfas.

PORTA DE MAZARELOS

RÚA DA OLIVEIRA Y ENTREMUROS

No queda mucho en pie, pero, con todo, aún hoy se pueden ver los restos de lo que fue si se busca con calma. Partiendo de la antigua Porta Faxeira, la más importante de la ciudad, en dirección a la calle Fonte de Santo Antonio se encuentra un café (bautizado muy apropiadamente como La Muralla) en cuyo suelo, bajo un cristal, se aprecia parte de la base de la construcción. Un poco más allá, junto al Café Derby, está la vieja Porta da Mámoa; desde aquí y hasta la de Mazarelos, muchas de las casas hoy existentes se construyeron sobre la antigua protección. La Porta de Mazarelos es el resto más importante que pervive en la actualidad. Entre este lugar y la Porta do Camiño se hallaba el Postigo de San Fiz, junto al también desaparecido Palacio de Altamira, aunque de ello no pervive nada.

Siguiendo en dirección norte, antes de la Porta do Camiño, hay que detenerse en la rúa da Oliveira. Exactamente tras el olivo que le da nombre hay una casa que claramente aprovecha un antiguo torreón, de unos cuatro metros de ancho. Después, y probablemente al abrigo de este cubo defensivo, se encontraba una de las entradas principales, la Porta do Camiño, que según los testimonios de la época tenía dos arcos. Justo en la Porta del Camino hay que entrar en la zona vieja y torcer a la derecha por la calle Entremuros (nombre elocuente) para contemplar en algunos lugares, como en la casa número 18, restos del muro, probablemente del original del siglo XI. La muralla torcía ahora hacia el este y daba acceso al Camino Inglés a través de la Porta de San Roque y de la Porta da Pena.

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Rolex y la tradiciĂłn del golf

La marca helvĂŠtica patrocina los principales torneos y jugadores de este deporte


Aunque se trata de uno de los juegos más antiguos que se siguen practicando y sus orígenes hay que buscarlos en la Escocia de hace 600 años, el golf, como el resto de los deportes, experimentó un enorme auge en los años sesenta del siglo XX. En la década prodigiosa, tres prodigiosos jugadores escalaron a la cima de la popularidad; Arnold Palmer, Jack Nicklaus y Gary Player, The Big Three (“los tres grandes”), enseñaron al mundo los encantos de este juego de caballeros y, de la mano de Rolex, se convirtieron en estrellas planetarias. Palmer fue el primer golfista con el que se alió la firma suiza, abriendo un camino que llega hasta hoy. La marca está presente en los principales campeonatos alrededor del globo. Desde hace más de treinta años colabora con el Open Championship, el torneo más antiguo del calendario, organizado por el Royal and Ancient Golf Club of St. Andrews, la institución que mantiene prácticamente inalteradas las normas y el espíritu del juego desde hace dos siglos y medio. Rolex coopera también con la United States Golf Association, organizadora del U.S. Open; y con el Masters de Augusta (Georgia, Estados Unidos); y con la Ryder Cup, el torneo anual que enfrenta a los mejores jugadores estadounidenses con los top europeos del momento. La marca apoya también los principales circuitos (PGA, European Tour y Asian Tour), y docenas de torneos de menor calibre en todo el mundo. Muchos jugadores han seguido la estela de Palmer, Nicklaus y Player como embajadores de Rolex en el ámbito del golf. Leyendas como Tom Watson, Tiger Woods o José María Olazábal figuran entre los testimonials de la firma, además de promesas del presente como Jordan Spieth, Luke Donald o Matteo Manassero. La empresa relojera se esfuerza además por aumentar la visibilidad mediática del golf femenino patrocinando la Ladies Professional Golf Association y sus principales torneos. De hecho, la mejor jugadora del año figura como ganadora del Rolex Women’s World Golf Rankings.


TEXTO: José Manuel García Iglesias  CATEDRÁTICO DE HISTORIA DEL ARTE

LA ALAMEDA Y LA HERRADURA 14


JOYAS DE LA NATURALEZA

FOTOGRAFÍA: ADOLFO ENRÍQUEZ

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la iglesia parroquial de Santa Susana, con su primera fábrica en el Románico, allá en lo alto y bordeada por una frondosa carballeira, cabe identificarla como el principio mismo que dio lugar a que, atendiendo a su acceso hasta ella, se fuese organizando con el paso del tiempo esta parte extramuros de Compostela. Ya a principios del siglo XVIII se levantó en un lugar cercano e integrado en esta misma feligresía la capilla del Pilar. Ello supuso que, sobre todo en la centuria siguiente, se ordenase en parte la vegetación intermedia entre la entonces Porta Faxeira y este nuevo templo. Así se constituyó ese sitio de recreo santiagués conocido hoy como la Alameda y antes como Campo de Susana. En tanto el montículo inmediato se vio rodeado por otro paseo al que, por su forma, se llamó de la Herradura. Y es una vez más la disposición de la iglesia de Santa Susana la que otorgará, en relación con su fachada, una condición principal a la parte posterior de este paseo que, mediante una escalinata, nos lleva hasta ese antiguo lugar sagrado que lo corona todo. También aquí, en ese espacio allanado, un mirador, ya de mediados del siglo XX, nos asoma al actual Campus Vida, conocido anteriormente como “la Residencia” en razón de los colegios universitarios que, ya en la primera mitad de la pasada centuria, otorgaron a ese lugar una determinada función y agrandaron esta zona meridional. La vegetación, con especies autóctonas y alguna exótica, lo domina todo. Los castaños de Indias nos cubren cuando nuestro andar nos lleva al Paseo de los Leones, esa parte de la Herradura que ofrece las mejores vistas del conjunto de la ciudad. Y algún que otro eucalipto que sobrepasa el siglo está ahí; llama la atención el que está rodeado por bancos, significando un rincón privilegiado de esta urbe, monumental, sagrada pero también (y por qué no) laica. Igualmente el agua le otorga carácter a este espacio; está en sus estanques y en sus fuentes, como parte casi consustancial y significativa de lo que esta tierra generosamente ofrece. Es éste un lugar para el juego infantil, pero también para el paseo de quien ha llegado a la madurez y goza en el andar por sendas de recorrido apacible. Igualmente aquí, en la Alameda, tiene su sitio la música, concretada en ese quiosco concebido cuando el siglo XIX declinaba y nacido para los conciertos de la Banda Municipal. Cuando vamos a la Alameda y a la Herradura la escultura trae ante nosotros, además, personalidades tan relevantes en nuestra cultura como la propia Rosalía de Castro, Valle Inclán, Pais Lapido, Castelao… Las dos Marías o la Leiteira tienen también aquí un lugar para una evocación nostálgica, al igual que es éste el sitio en el que se otorgó honra al almirante gallego Casto Méndez Núñez. English translation on page 92 15


TEXTO: TONO CARABEL  FOTOGRAFÍA: ADOLFO ENRÍQUEZ

Turquesa, el brillo de la piedra turca 16


GEMAS

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ace más de tres milenios, antiguas civilizaciones hoy desaparecidas y geográficamente muy lejanas entre sí como la maya, la egipcia, la inca, la azteca o la persa tenían en común un elemento: su veneración por una piedra que consideraban única y poderosa. En el apartado Tibet los monjes se aferraban a esta misma gema, que denominaban gyu, para atraer la salud y la buena suerte. Era la turquesa, exótica y luminosa, de cuyo esplendor podemos gozar hoy en múltiples creaciones de joyería de alta calidad. Su nombre procede de los comerciantes turcos que la transportaban hacia Europa desde la lejana Persia, recorriendo la mítica Ruta de la Seda. Las vetas iraníes de Mishapur siguen siendo uno de los lugares en que se producen mejores ejemplares, aunque no el único. Estados Unidos (con las famosas gemas de Arizona), México y China cuentan hoy en día con los yacimientos más importantes, junto con Irán, y también se explotan minas en Perú, Nepal o Mongolia. En España se obtiene turquesa en minas situadas al sur, en Cáceres, Córdoba, Almería y Jaén. La “piedra turca”, que para los antiguos cambiaba de tonalidad en función del estado de salud de su portador, es un mineral formado por múltiples cristales microscópicos que se aglomeran en una masa sólida y de color inigualable. Es un fosfato de aluminio y cobre de dureza 5-6 en la escala de Mohs y de textura porosa. Hay que tener en cuenta esta última característica a la hora de proporcionarle cuidados, pues es sensible a los perfumes y a otros cosméticos.

Usados en demasía pueden incluso llegar a modificar el color de la turquesa. Los expertos en gemología recomiendan limpiarla únicamente con un paño suave y guardarla separada de otras gemas. El factor fundamental a la hora de determinar su valor es el color. El mejor considerado es el azul intenso, sin vetas ni manchas, semejante a la piedra que ilustra este artículo, disponible en Jael Joyería. Este tono es el mejor considerado, y se debe a la concentración de cobre en el interior de la piedra. Sin embargo, la gama cromática de la turquesa abarca desde el azul oscuro al verde amarillento (probablemente por contaminación con impurezas de hierro) o el blanco casi total. Su colorido y su brillo pálido y lechoso hacen a las turquesas piedras especialmente indicadas para diversos estilos de joyería: uno más clásico y refinado, muy estilizado; y otro desenfadado, basado en diseños étnicos o de inspiración geométrica. En la actualidad existen numerosas imitaciones de la turquesa difíciles de detectar para un no experto. Una de las más comunes es la llamada turquesa reconstituida, formada por polvo o fragmentos de turquesa de baja calidad que se compactan con procesos de calor y presión de forma artificial. También se fabrican turquesas de imitación a base de crisocola o variscita, minerales mucho menos exclusivos; o magnesita y calcita, que se tiñen para conseguir piezas denominadas turquenitas. Existen también imitaciones de fabricación sintética. 17


TEXTO: S. FRAGA  FOTOGRAFÍA: ADOLFO ENRÍQUEZ

Una gran Bodeguilla en el centro coruñés E

l Ensanche modernista es uno de los mayores polos de atención de A Coruña. “Es el auténtico centro de la ciudad”, dice Marcos Ucha, encargado de La Bodeguilla, un local con 13 años de historia en la calle Padre Feijoo. Con una oferta que va del picoteo al menú de mercado, es una referencia ya en la zona. Uno de los pilares de La Bodeguilla es su amplia bodega. La cava, que llegó a albergar más de mil referencias, contiene botellas “de 15 a 1.400 euros”, cuenta Ucha. Están presentes denominaciones de origen españolas, pero también del resto de Europa, América o el subcontinente australiano. En barra, la idea es que el cliente recurrente vaya conociendo nuevos sabores, así que la oferta de vinos por copa se renueva cada mes. Los fines de semana se acompañan con unos pinchos de camarones, percebes o lo que se tercie.

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También se renueva mensualmente la carta en un 40 por ciento, dando entrada a productos de temporada. El fuerte de la casa está en los chuletones y en el pescado del día. Un buen representante de esta última categoría es Sargo salvaje al horno con patata panadera que proponen como pieza fuerte de este menú para Jael Joyas de Galicia y que podría servir como ejemplo para una comida familiar o de negocios. Como entrante, el jefe de cocina Eduardo Villar presenta unos Taquitos de salmón ahumado y marinado. El proceso se hace completamente en La Bodeguilla, usando maderas nobles y no tratadas. Como colofón, el postre, una Tarta de queso semifría con mermelada de frambuesa. La comida se puede rematar con alguna de las referencias de whisky exclusivas con que cuenta el restaurante en su carta de bebidas.


JOYAS EN LA MESA

Taquitos de salmón Se marinan y ahuman con maderas nobles.

Sargo al horno Los pescados del día son una especialidad de la casa.

Tarta de queso semifría Acompañada de mermelada de frambuesa.

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Cartier explora la música de la naturaleza

El edificio de la Fondation Cartier pour l’Art Contemporain en París acoge hasta el mes de enero la exposición The Great Animal Orchestra, que muestra el interés de la firma francesa por la naturaleza y su conservación, formada por obras basadas en el trabajo del músico y recolector de sonidos Bernie Krause. El trabajo de Krause es singular. Más allá de haber colaborado en los años sesenta y setenta con luminarias del rock como The Doors o Van Morrison y de haber compuesto

Una exposición sobre el trabajo de Bernie Krause muestra sonidos animales en el edificio de la Fondation en París


las bandas sonoras de filmes míticos como La semilla del diablo, de Polanski, o Apocalypse Now, de Coppola, este artista norteamericano ha dedicado su vida a recoger sonidos de la naturaleza. Los emitidos por unas 15.000 especies tanto terrestres como marinas se encuentran en sus archivos, consistentes en más de 5.000 horas de grabaciones. Basándose en esta compilación, Cartier ha reunido las creaciones de casi una veintena de artistas que reflexionan sobre la relación entre el ser humano y los animales. Los arquitectos mexicanos Carrillo y Rocha han creado un espacio que simboliza una orquesta formada por los sonidos animales, y en el que se integran obras como las oníricas fotografías del japonés Manabu Miyazaki (imagen derecha); las pinturas exóticas del beninés Cyprien Tokoudagba; las filmaciones de aves del paraíso realizadas por el Cornell Lab of Ornithology; o un filme sobre el plancton oceánico con música de Ryuichi Sakamoto.


TEXTO: MARTIÑO SUÁREZ  FOTOGRAFÍA: ADOLFO ENRÍQUEZ

Un jardín de poetas C

uesta creer que uno de los sitios más poéticos de A Coruña esté relacionado con dos momentos especialmente convulsos en la historia de la ciudad. Ocurre en el jardín de San Carlos, el rincón romántico por excelencia: presidido por la tumba del héroe de la batalla de Elviña, se ubica en el lugar de una explosión que provocó en el siglo XVII una auténtica carnicería. San Carlos se construyó sobre los escasos vestigios de la Fortaleza Vieja coruñesa. Edificada extramuros en el siglo XIV (hay quien la data en fecha anterior), la evolución de la artillería la fue dejando obsoleta, como a tantos castillos. En el XVII era ya una reliquia de tiempos pasados y su torre principal se utilizaba para guardar pólvora. El 3 de abril de 1658, debido a un descuido durante unas obras, la torre saltó por

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los aires, llevándose por delante buena parte del antiguo Convento de San Francisco y entre 100 y 200 vidas. Cuenta el genealogista José Francisco Saavedra Rodríguez en el Anuario Brigantino que de los soldados que vigilaban el recinto quedó poco rastro: “Entre los fallecidos estaba don Domingo de Castro, del que solamente se encontró una pierna, que fue enterrada con toda solemnidad en la Iglesia de Santiago”. El pavor que debió provocar la explosión tuvo que ser enorme: durante 150 años la ciudad instauró un voto de la pólvora anual, una ceremonia religiosa en la que se pedía a Dios que tal calamidad no se repitiese. En 1810 fue suprimido porque no había “ninguna concurrencia del Pueblo a estas funciones”, según aseguraba el Cabildo de Santa María.


JOYAS DE LA NATURALEZA

Abandonado durante muchos años, en el lugar fue proyectado un jardín siendo capitán general de Galicia Carlos Francisco de Croix, en el siglo XVII. Su aspecto actual es ya del XIX y gira en torno a la memoria de sir John Moore, el héroe de la gran batalla coruñesa (con permiso de la que libraron los vecinos contra Drake y sus soldados). Moore falleció desangrado en enero de 1809 después de haber recibido un balazo en Elviña mientras intentaba frenar al ejército francés del mariscal Soult para permitir que las tropas inglesas embarcasen con destino a su patria. Su sepulcro, rodeado de restos de artillería, preside el conjunto, lleno de referencias la batalla, como una placa con las palabras que el vencedor de Waterloo, el duque de Wellington, dedicó al episodio: “Españoles: dedicaos a imitar a los inimitables gallegos”.

El paso del tiempo parece suspendido entre la frondosa vegetación. Un mirador ofrece una ventana a la vibrante realidad de A Coruña, con vistas sobre el puerto y los altos edificios que caracterizan a la ciudad moderna. El ventanal está flanqueado por los versos de Charles Wolfe y Rosalía de Castro, dos poetas eminentemente románticos que vieron en Moore un ejemplo del héroe decimonónico, apasionado, decidido y, eso sí, de final trágico. En sus muros hay, además, una placa que recuerda a otros británicos, los 172 marineros muertos en el naufragio buque HMS Serpent, que sucedió en la costa de Camariñas en 1890. English translation on page 92 23


TEXTO: ELENA GOYANES  FOTOGRAFÍA: ADOLFO ENRÍQUEZ

UNA DEUDA PENDIENTE CON LÓPEZ NAVALÓN S

antiago le debe aún reconocimiento a Manuel López Navalón, una de las más importantes figuras españolas de la educación del s. XIX. Aunque nacido en Toledo y formado en Madrid, Navalón situó Compostela en el mapa de la formación de los desfavorecidos, al impulsar la creación y dirigir el tercer colegio de niños sordos y ciegos que existía en toda España en el último cuarto del siglo XIX. Persona extremadamente sensible, fue un maestro con fuertes convicciones sobre el papel clave que tiene la educación en el desarrollo de las personas y las sociedades.

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En unos tiempos en los que aún se escondía y se maltrataba a las personas con discapacidades, el Colegio Regional de Sordomudos y Ciegos de Santiago comienza a funcionar en junio de 1864 bajo la dirección de un joven Navalón –tenía entonces 30 años–, que ejercería el cargo hasta su muerte en 1902. Fue, tras Madrid y Barcelona, el tercer centro especializado en España, referencia internacional desde poco después de su puesta en funcionamiento gracias a la formación, impulso e ingenio de su director. Porque López Navalón, además de investigador y


JOYAS DE LA HISTORIA

maestro, era también inventor. Esta faceta, junto a su hondo conocimiento del mundo de los ciegos, sus ideas avanzadas y el hecho de que fuese republicano, masón y muy probablemente protestante; son seguro el origen de las informaciones que hablan sobre su estrecha amistad con Julio Verne, a quien habría conocido personalmente durante una secreta estancia del escritor en tierras gallegas. El Colegio que nos ocupa se creó inicialmente en el antiguo Convento de Santo Domingo, que en el s. XIX y tras la desamortización funcionaba como casa de beneficencia. Se fundó por iniciativa de la Universidad de Santiago y con el apoyo de las diputaciones gallegas con previsión de acoger hasta a sesenta niños internos y externos. Seis años después Navalón ya reclamaba más medios y mejores instalaciones ya que, según narró, faltaba espacio físico, el equipamiento personal disponible para los niños era ruin, y la comida que se les proporcionaba aún mucho peor.

De estas quejas surgió el proyecto del nuevo Colegio, cuya construcción apoyaría desde los inicios Montero Ríos, amigo de Navalón y que se llevo a cabo en San Caetano. Navalón no llegó ni a ver confirmado el proyecto ya que hasta 1910 el rey no firmó el decreto de la construcción. El edificio se diseñó en tres cuerpos: el central para las funciones administrativas, y los pabellones izquierdo y derecho para los alumnos ciegos y sordos, respectivamente. Pero su funcionamiento con el uso planeado fue muy corto. Desde finales de la Guerra Civil y hasta los años 60 del siglo pasado una parte se convirtió en cuartel y hospital militar; después acogería al instituto masculino de Bachillerato; y desde mediados de los años 80 es sede administrativa de la Xunta de Galicia. El centro de enseñanza de niños ciegos se trasladó a Pontevedra en 1943; y el colegio de sordos permaneció en el ala derecha de la edificación, conviviendo con el Instituto hasta su traslado a San Paio do Monte en 1985.

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TAG Heuer se vuelca con el surf en Galicia La World Surf League se zambulle de cabeza en las playas de Galicia de la mano de la TAG Heuer. La marca de relojes de lujo, cronometradora oficial de esta competición, estará presente este año en dos pruebas, el A Coruña Pro y la mítica Pantín Classic, que hacen del litoral gallego la meca de surfistas de todo el mundo. La primera prueba en celebrarse será el A Coruña Pro, que traerá por primera vez este gran espectáculo, puntuable para el circuito mundial de surf. Se disputará en la localidad de Caión entre el 5 y el 10 de julio en las modalidades de longboard y junior. El plato fuerte es el patrocinio de TAG Heuer en la Pantín Classic Galicia Pro, toda una institución ya a nivel mundial. Se lleva a cabo en Pantín (Valdoviño) desde hace casi treinta años (su primera edición data de 1988), cuando el surf en la zona era una actividad reservada a unos pocos apasionados. Es, de hecho, la cuarta prueba más antigua del mundo en este deporte. Hoy día mueve a miles de personas y es el evento surfero de mayor nivel competitivo de toda España, lo que hace que surfistas profesionales de primer línea acudan al arenal para mejorar su posición en el escalafón internacional. La Pantín Classic se disputa este año entre el 30 de agosto y el 4 de septiembre. Ambas pruebas se encuadran en la World Surf League, que cuenta con otras escalas en España: el Peña Txuri Pro Junior, del 14 al 17 de julio en la playa de Arrietara (Vizcaya); y el Franito Pro Junior Teguise, del 9 al 13 de noviembre en la playa de San Juan (Lanzarote).

Cronometrador oficial de la World Surf League, estará presente en la Pantín Classic y el A Coruña Pro



TEXTO: ELENA GOYANES  FOTOGRAFÍA: ADOLFO ENRÍQUEZ

SANTIAGO FESTEJA A SU PATRÓN

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JOYAS DE LA TRADICIÓN

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os que visitan Compostela en el mes de julio se encuentran con una ciudad bulliciosa, preparada para celebrar las fiestas del día de Santiago; y con miles de peregrinos que adaptan las etapas finales para hacer coincidir su llegada con la noche del 24, como ya sucedía en los siglos medievales. Porque las fiestas del Apóstol se repiten el día 25 de julio de cada año ya desde el s. XI, aunque no siempre ha sido así. El calendario era otro antes del cambio de la liturgia hispánica por la romana, cuando la celebración se conmemoraba el 30 de diciembre. Tan importante era, y tan arraigada estaba, que la oposición al cambio en la ciudad fue muy fuerte, aunque no lo suficiente como para evitar la innovación. El conflicto entre las dos fechas para la misma celebración se resolvió definitivamente en el s. XII, cuando se institucionalizaron ambas fiestas: la del mes de diciembre para conmemorar la traslación y la de julio para el martirio del Apóstol Santiago. Desde entonces la del 25 fue ganando terreno, seguro que por la influencia de la climatología veraniega frente al frío y las lluvias de diciembre, que hacían mucho más difícil, en ocasiones penosa, la peregrinación por todos los caminos jacobeos que cruzan Europa. 29


LA FACHADA GÓTICA La fachada de estilo gótico que se instala en la portada del Obradoiro de la Catedral para los fuegos de la noche del 24 de julio sustituyó en el año 2000 a la mudéjar que aún recuerdan muchos compostelanos. La mudéjar se utilizó ininterrumpidamente durante casi 120 años, desde 1880 hasta que, con el inicio del s. XXI, se consideró incorrecto mantener el mensaje que contenía, una alegoría de la victoria cristiana sobre los musulmanes. Para la nueva se estudiaron a fondo los bocetos de la propuesta realizada en 1897 por el entonces arquitecto municipal Daniel García Vaamonde, que no se llegó a construir por falta de recursos económicos. Aunque en 2009 el Ayuntamiento anunció su intención de renovarla anualmente, como acontecía con los castillos en siglos anteriores, el proyecto no se ha concretado y de momento la fachada gótica permanece.

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Poco se sabe de cómo se celebraba el día del Apóstol en la Edad Media, más allá de las solemnidades religiosas y procesiones en el interior de la Catedral. Pero sí sabemos de su gran importancia en los siglos sucesivos. Es fácil imaginárselas en una ciudad engalanada e iluminada con velas, con corridas de toros, juegos de cañas, música de gaitas y chirimías y torneos de caballeros. La gran importancia de la fecha para todo el reino nos la subraya que fuese referencia para muchos actos, ofrendas, milagros y agradecimientos, como la celebración de la victoria contra los franceses de Álvaro de Bazán, marqués de Santa Cruz, el 25 de julio de 1544; o que fuese el día elegido por Felipe II para casarse en Winchester, poco después de haber peregrinado y comulgado en Compostela. Son variadas las referencias históricas a las celebraciones del 25 de julio. En la segunda mitad del 1600, los caballeros gallegos reunidos en Pexegueiro de Abaixo, en Ourense, incluían entre sus demandas al rey que se les permitiese abandonar por unos días la guerra con Portugal para estar presentes en la ofrenda al Apóstol en Santiago; y reclamarle que ese día ningún caballero “o persona de posibles” faltase en la ciudad. Por entonces, la nobleza, los funcionarios y hasta los familiares de los responsables de la Inquisición, participaban siempre en las fiestas del Apóstol. Se sabe también que desde 1564 y hasta finales del s. XVII, se celebraron torneos y concursos hípicos entre caballeros, una tradición fijada por Rodrigo de Moscoso, conde de Altamira, que creó la Cofradía del Señor Santiago precisamente para apoyar la celebración de las fiestas. La Plaza del Obradoiro acogía ya la mayor parte de los actos, aunque los concursos hípicos tenían lugar en las afueras de la urbe, en la explanada de San Caetano. También a las afueras, a Santa Susana, se trasladaron las corridas de toros que hasta 1802 se celebraban en el Obradoiro, en una especie de plaza portátil que se montaba los días previos al 24 de julio, que era cuando tenía lugar. Se han documentado incluso litigios entre el Hospital y la ciudad a causa de estas instalaciones, al impedir la altura de los tablados que la corrida se pudiese ver desde los balcones del actual Hostal de los Reyes Católicos. Poder ver bien las corridas era una cuestión fundamental, y entonces ni la ciudad ni el Colegio de San Clemente disponían de balcones en

el Obradoiro, lo que obligaba a montar estructuras especiales. Los toros eran cita clave de las fiestas y solo se suspendieron en ocasiones muy especiales, como en 1689, por la muerte de Isabel de Orleáns, esposa de Carlos V; o en 1746 por el fallecimiento de Felipe V. Los fuegos pirotécnicos y quemas en la noche del 24, que junto a los gigantes y cabezudos son lo más llamativo de las fiestas actuales, están documentados desde el s. XVII. Se conocía como la quema del castillo, unas estructuras que se colocaban en la plaza cuya elaboración anual dependía del maestro de obras de la Catedral y que, con variaciones, se ha mantenido hasta la actualidad. Del castillo antiguo se pasó a la quema de la fachada, y de ahí a la incorporación de espectáculos de luz y sonido. En la memoria de los compostelanos permanece la fachada mudéjar utilizada hasta 1999. Había sido creada para el Año Santo de 1880 con inspiración en el estilo árabe para celebrar el triunfo del cristianismo sobre el islam, elemento recurrente en la historia del Apóstol Santiago. Precisamente esa 31


fue la razón de su sustitución en el año 2000 por otra de estilo gótico tomada de una propuesta realizada en 1897 por el arquitecto municipal García Vaamonde. La entrada en el s. XXI supuso el estreno de la nueva fachada gótica y el inicio de las proyecciones sobre la Catedral que han dado la vuelta al mundo, aunque los compostelanos siguen sintiéndose especialmente orgullosos del espectáculo pirotécnico que las complementa. Hoy, los fuegos del 24 son seguidos por miles de personas que desde primeras horas de la tarde van tomando posiciones en la Plaza del Obradoiro (el lugar por excelencia), el Paseo de los Leones y Santa Susana, la avenida de Xoán XXIII e incluso el parque de Galeras. Aunque el espectáculo central tiene lugar en la plaza, las familias huyen de la aglomeración y prefieren lugares algo menos concurridos. El mismo día 24 de julio pero por la mañana tiene lugar el otro espectáculo tradicional de las fiestas compostelanas, el encuentro de los gigantes catedralicios y los cabezudos municipales en las plazas y calles cercanas a la Catedral. Los gigantes, que durante todo el año duermen inertes en grandes cajas de madera en la tribuna de la basílica, salen triunfantes cada 24 de julio para sorpresa de los visitantes. Aunque se desconoce si anteriormente existían otros, los gigantes compostelanos están documentados desde 1660, cuando se le paga al escultor Mateo de 32

Prado el molde de ocho de ellos preparados para las fiestas del Corpus. Se vuelve a tener noticia de ellos en 1753, cuando se contrata su reparación por haber sido dañados en un incendio en la Catedral. Y se sabe que continuaban saliendo en los años 30 del siglo XX, aunque ya trasladados a las fiestas del Apóstol. Las figuras, que en otros tiempos debían resultar imponentes, aún sorprenden por su altura y envergadura. Se afirma que representan a los peregrinos que llegan a Compostela para visitar al Apóstol Santiago desde todos los rincones del mundo. El 24 de julio los gigantes se encuentran en las plazas compostelanas con los populares cabezudos que, con trajes de colores mucho más brillantes, bailan emparejados al son de las gaitas. Las fiestas del Apóstol son esperadas durante todo el año por los compostelanos, en especial los más jóvenes. Pero desde 2013 ningún habitante de la ciudad puede evitar recordar el trágico accidente ferroviario producido a la entrada de Santiago en la tarde noche del día 24 de julio. Los compostelanos aún se sobrecogen evocando aquella fatal noche en la que el Alvia segó la vida de 79 personas y cambió por completo la de los restantes 139 pasajeros. A ellos y a sus familias dedicamos un emotivo recuerdo desde estas páginas de Jael Joyas de Galicia. English translation on page 90


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TEXTO: CRISTÓBAL RAMÍREZ  FOTOGRAFÍA: ADOLFO ENRÍQUEZ

QUINTO CENTENARIO DEL PASO DE CARLOS I 34


JOYAS DE LA HISTORIA

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l que madruga… Faltan todavía cuatro años para que se cumpla el primer medio milenio, pero ya apareció quien se ha puesto manos a la obra. Y es que uno de los ayuntamientos que conforman el Camino Inglés a Santiago se muestra siempre preocupado por no dejar pasar por alto las conmemoraciones. Es el de Oroso, separado del compostelano por el caudaloso río Tambre y unido a él por el granítico puente medieval que tiene sus extremos en uno y otro municipio. Y por él pasó, hace justamente 496 años, el rey Carlos I, más popularmente conocido como Carlos V. Curioso, porque cuando el monarca salvó el Tambre sólo era un nada apreciado monarca español venido de Gante (Bélgica) que a duras penas chapurreaba el castellano y que se dirigía a A Coruña para luego embarcarse desde el puerto de O Parrote rumbo a Alemania. ¿A qué? A ser coronado allí como emperador Carlos V, título que heredó tras el fallecimiento de su abuelo. La historia es conocida: a la muerte de Maximiliano I de Habsburgo y la designación de Carlos como su sucesor, este convoca Cortes en el pazo de San Lourenzo, en Santiago, para pedir dinero destinado a embarcarse e ir a Alemania a ser coronado y, claro está, a pagar los correspondientes fastos. Recibió una clara y algo áspera negativa, argumentando los procuradores incluso la poca edad del monarca, 19 años (“De eso prometo enmendarme día a día”, contestó, según aseguran las crónicas), así que manu militari se disuelven las Cortes y se convocan poco más tarde en A Coruña previo soborno de algunos díscolos con el fin de que cambien el sentido de su voto. Es entonces cuando el rey y su séquito se

dirigen a la ciudad herculina pasando por Sigüeiro. El calendario marcaba el 13 de mayo de 1520, y esa noche durmieron en Hospital, sin que quede claro del todo si se refiere a Hospital de Bruma, hoy concello de Mesía, ya que Hospital de Sigrás quedaría demasiado lejos para alcanzarlo en una jornada. Uno y otro, en el Camino Inglés a Compostela. Y eso es lo que quieren celebrar en Oroso, donde se ha formado ya una comisión pro V Centenario del Paso del Rey Carlos I por Sigüeiro (localidad esta que es capital del municipio). Un embrión que deberá ampliarse y elaborar un programa de actos, aplicando el refrán con el que comenzaban estas líneas: “Al que madruga, Dios le ayuda”. O, como decía uno de los integrantes de esa comisión, “el que da primero da dos veces”, antes de señalar que su majestad había pasado también sin duda alguna por otro pequeño puente, el de Ulloa, hoy rehabilitado en medio del gran parque de O Carboeiro, igualmente en Sigüeiro. Es vox populi la austeridad de Felipe II, el rey que mandó construir El Escorial y cuyos retratos permiten conocer en la distancia del tiempo a un hombre triste y de semblante grave. En la oscuridad, sin embargo, permanece el gusto de su padre, Carlos I de España y V de Alemania, por los buenos mantos –ahí está su capa pluvial, que hoy se conserva en Sevilla– y las buenas joyas. Hay algo común en uno y otro: ambos exhalaron su último aliento con una valiosísima cruz entre sus manos. Una maravilla que se da por desaparecida. No así los puentes de Sigüeiro y Ulloa, cuya alma pétrea se prepara ya para ese quinto centenario. 35


TEXTO: F. COUSO  FOTOGRAFÍA: ADOLFO ENRÍQUEZ

El parque del milagro B

elvís es uno de los parques más céntricos de Compostela, pero no se encuentra entre los más conocidos ni los más visitados por los turistas. Amplio, con espacio para el jardín formal y los recovecos misteriosos, y cargado de historia, ocupa una vaguada que en la Edad Media tenía función defensiva y hoy se halla entre los espacios favoritos de los compostelanos. La reforma culminada en el 2007 mantiene parte del carácter anárquico de la zona, en la que convivían huertas del convento homónimo, situado en lo alto

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de la loma; caminos de paso que comunicaban la ciudad vieja con las tierras de labor y las aldeas de los alrededores; y zonas industriales de la época en que Galicia se introducía mal que bien en la modernidad. Son de esta época sus edificios más característicos, las viejas curtidurías que hace más de un siglo daban un ambiente insalubre a la zona. A finales del XVIII un salmantino, Manuel Huidobro, inició en la zona la actividad. No le fue bien, y pocos años después vendió


JOYAS DE LA NATURALEZA

la empresa a Santiago Harguindey, cuya familia mantendría el negocio y se convertiría en una de las más prominentes del XIX compostelano. La curtiduría cerró a principios del siglo XX, pero el edificio se reconvirtió en fábrica de gaseosas durante otros cincuenta años. Hoy es el Centro de Interpretación Ambiental de Compostela, un lugar desde el que conocer las diferentes zonas verdes de la capital. No es el único vestigio de esta actividad en la zona. Más abajo, justo donde la rúa das Trompas entra en el parque, se pueden ver aún los muros de una construcción rectangular aún más antigua, integrados en unas dependencias rehabilitadas. Se trata de la primera curtiduría abierta en Santiago por particulares y su fundación data del año 1783.

Presiden el parque dos enormes edificios religiosos. El más antiguo es el convento de dominicas, con origen en el XIV pero factura básicamente barroca y una leyenda de las obligatorias para quienes quieran conocer Compostela. Parece ser que en el siglo XVII, con la construcción de una nueva capilla, se trasladó allí la imagen de una Virgen que había estado desde siempre en la portería. Aquella misma noche, y todas las posteriores, la portería irradió una luz de increíble intensidad, lo que las monjas interpretaron como señal de que la talla quería continuar en su emplazamiento original. Allí sigue. El otro edificio, de hechuras antiguas, es sin embargo mucho más moderno: se trata del Seminario Menor de mediados del siglo XX. English translation on page 92 37


TEXTO: s. Fraga  FOTOGRAFÍA: Adolfo Enríquez

Auga e sal fusiona producto y técnica

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gua y sal. Con estos dos ingredientes, tan simples, y con poco más, la cocina gallega ha llegado muy lejos. Auga e Sal es ahora el nombre de uno de los restaurantes de más reciente apertura en Santiago de Compostela, situado en la rúa Fonte de Santo Antonio y regentado por Alberto Ruiz-Gallardón Utrera, un abogado reconvertido en hostelero. La llegada de Ruiz-Gallardón a Compostela y a la restauración no es ni mucho menos típica. Abogado de formación, trabajó en el departamento de litigación de una gran firma en Madrid, llevando pleitos de grandes empresas. Hace cinco años se casó con una gallega y vivió una vida trashumante entre Galicia y la capital, hasta que ella quedó embarazada. “Vimos que lo de ir y venir no era factible con un niño, así que decidí reconvertirme del todo”. Durante un año desarrolló el proyecto y reformó el bajo en el que se encuentra el restaurante. “Estoy encantado”, dice, “no me arrepiento, aquí se vive muy bien”.

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La cocina de Auga e Sal se basa en tres pilares. El primero, la estacionalidad: es muy difícil establecer un menú tipo del restaurante porque la carta se imprime minutos antes de abrir el comedor, en función de los productos adquiridos en el mercado (casi en su totalidad autóctonos y procedentes de explotaciones sostenibles) y de las ideas del jefe de cocina, Summa Castro, procedente del Culler de Pau de Javier Olleros. El segundo fundamento es la reverencia por el producto, y el tercero la técnica, nunca entendida como fuegos de artificio. Para el encuentro con Jael Joyas de Galicia, RuizGallardón y Castro preparan, de primero, una Versión del pulpo á feira cocinado a baja temperatura con aceite de oliva y pimentón y una emulsión con el agua de la cocción y algas. Después, Papada de cerdo ibérico con navaja, aromatizada con pil pil y polvo de chipotle. Para cerrar la comida proponen un Sorbete de frambuesa, contrastado con ruibarbo confitado.


JOYAS EN LA MESA

Versión del pulpo á feira  Cocinado a baja temperatura para concentrar sabor y color.

Papada de cerdo ibérico con navaja Con salsa pil pil y polvo de chipotle.

SORBETE DE FRAMBUESA Acompañado con ruibarbo confitado. 39


Jael Joyería destina el 20% de las ventas a la Fundación Andrea de Apoyo a los Niños con Enfermedades de Larga Duración, Crónicas o Terminales

SANTIAGO DE COMPOSTELA GENERAL PARDIÑAS, 7 | A CORUÑA COMPOSTELA, 8 www.joyeriajael.es


TEXTO: CRISTÓBAL RAMÍREZ

JOYAS DEL CAMINO

Sigrás, el referente jacobeo coruñés

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FOTOGRAFÍA: ADOLFO ENRÍQUEZ

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os números engañan. No porque mientan, sino porque no han llegado completos al siglo XXI. Y así se afirma que al menos 17.000 peregrinos británicos desembarcaron en el XIV en A Coruña. Todos ellos volvían a cubierta tras haberse postrado ante el Apóstol y se encontraban con que las telas que habían traído en el viaje de ida eran sustituidas por toneles del muy codiciado vino gallego.

La respuesta es ampliamente conocida: dormían en los hospitales, instituciones que no sólo cumplían las funciones médicas que indica su nombre sino, sobre todo, daban acogida a los peregrinos, cama y cena. Por supuesto, de forma gratuita. Muchos de esos hospitales, la mayoría, han desaparecido para siempre, como el lucense de Fonfría, por ejemplo. Algún otro ha sido recuperado, como el de Ribadiso, en Arzúa.

Hoy esas cifras parecen de otro mundo. Porque la realidad es que los peregrinos que hacen el Camino Inglés lo comienzan sobre todo en Ferrol y, en ocasiones, desde Neda. Es decir, desde enclaves que distan más de cien kilómetros del Obradoiro, “conditio sine qua non” para obtener la preciada compostela. Pero esos 17.000 constan en la documentación histórica, lo cual plantea la siguiente pregunta: ¿dónde dormían cuando enfilaban lo que hoy es Juan Flórez, ganaban el alto de Eirís, echaban una última mirada a la ciudad que los había acogido y enfilaban hacia el sur?

Pero, ¿y en el Camino Inglés? Pues por razones a las que no es ajena la suerte se conserva en excelente estado uno que acogió a esos peregrinos que acababan de dejar A Coruña tras acudir a la iglesia de Santiago a dar gracias al Apóstol por encontrarse sanos y salvos, aunque sin duda con un gran mareo. Si eran horas tempranas, arrancaban a andar y pernoctaban en Sigrás.

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En paralelo a la carretera nacional discurre el Camino Inglés, y es ahí, en un paraje emboscado que invita a la tranquilidad, donde se alza la iglesia de Sigrás, un


templo puesto bajo la advocación del Apóstol y que fue levantado en el siglo XII en estilo románico, arte del que sólo se conserva la nave y parte del ábside. Puestos a destacar otros elementos, la lista incluye la puerta ojival de la parte sur (s. XV) y la fachada del XVII, con elementos renacentistas, neoclásicos y barrocos.

templarios, y algunas fuentes documentales refieren que no era el único edificio en las inmediaciones que se dedicaba a acoger peregrinos, hasta el punto de que no falta quien hable de “todo un complejo hospitalario” que, como no ha sido localizado, permite poner una nota de misterio al lugar.

A su lado, un edificio sólido, casi cuadrado, granítico. Austero en decoración, una gran puerta con arco de medio punto hace de imán para los ojos del visitante. Su origen se pierde en el tiempo, aunque sí se puede afirmar que es bajomedieval. Y ese edificio, hoy casa rectoral, es ni más ni menos que el antiguo hospital de peregrinos, el sitio donde pasaban la noche aquellos que habían llegado temprano al puerto de O Parrote y se echaban a andar con Compostela como meta.

Por otra parte, la mole presume de tejado a cuatro aguas cubierto con teja del país, y con dos pisos (al bajo se accede por la mencionada puerta de arco de medio punto, y al primero por vano distinto con escaleras). Un crucero de piedra de la segunda mitad del siglo XIX, realmente hermoso, acaba llenando la retina.

Todo apunta a que estaba regido por monjes benedictinos, extremo no confirmado de manera plena aunque sí se sabe que el conjunto fue propiedad de los

Es este un enclave que don Ramón Otero Pedrayo calificó de “paisaje admirable”, a lo cual contribuía el que estaba en medio de una “fina arboleda”. Esto es lo que se encontraban los peregrinos. Y este es su principal reclamo para ir hoy a ver el hospital de peregrinos e iglesia de Sigrás. 43


Peregrinación simbólica POR EL CAMINO INGLÉS desde Finchale A Coruña recibirá más peregrinos. Y vendrán desde Inglaterra. Quizás no pasado mañana, pero la excelente promoción de la ciudad que se ha comenzado a hacer en el noreste de ese país la ha puesto en un mapa del que nunca debió ser borrada: el de las peregrinaciones del Camino Inglés, cortadas de raíz a principios del XVI por Enrique VIII, aunque ya desde un siglo antes se encontraban en decadencia. En efecto, después de un trabajo silencioso durante año y medio el Xacobeo organizó para el pasado 11 de junio la primera peregrinación en medio milenio partiendo del auténtico comienzo del Camino Inglés: la abadía de Finchale, a donde en la Edad Media arribaban peregrinos del norte de Europa, volvió a coger vida aunque fuera durante la hora escasa que estuvieron allí los caminantes preparándose para salir y admirando las ruinas. El reputado historiador Benjamin Dodd –su presencia en la marcha se recibió con un cerrado aplauso– puso la guinda: con voz potente recordó que San Godric, el fundador de Finchale en el siglo XI y cuya tumba se sigue buscando como si fuese el Santo Grial, peregrinó a las ciudades santas de Jerusalén, Roma y Santiago de Compostela. Además todo apunta a que desembarcó y reembarcó en el puerto de O Parrote. El topónimo Coruña fue el más repetido, junto con el de Compostela, en las relajadas conversaciones que tuvieron lugar a lo largo de la peregrinación de ese casi centenar de personas, quienes emplearon algo más de dos tranquilas horas en recorrer los 7.080 metros que separan Finchale de la catedral de Durham. Entre aquellas, siete llegadas desde Galicia, que al unísono identificaron un mirador natural como el Monte do Gozo del Camino Inglés. Y no les faltaba parte de razón: desde allí, al dar en ascenso una curva, aparecen ante los ojos por primera vez las torres de la catedral de Durham. Mezclados caminaban desde una representación del Ayuntamiento de Durham hasta el sacerdote de origen irlandés Colm Hayden, con la profesora Penélope Johnson, de origen gallego, animándolo a que hiciese el Camino Inglés en la siguiente oportunidad porque “la iglesia de Santiago, a la que acudían tus compatriotas cuando desembarcaban, es de un románico precioso”. “Father Colm” es el párroco de San Godric, una céntrica iglesia de Durham donde quedó inaugurada una exposición titulada “Acogida y Hospitalidad en el Camino de Santiago”, del Xacobeo. La recuperación de la peregrinación desde Finchale constituye, en suma, una gran noticia para Galicia en general y A Coruña en particular. Ya hay una persona que ha hecho el Camino desde allá: Matt Pallister, en bicicleta. Una sola, cierto, pero es bien sabido que hasta la más larga marcha comienza con un pequeño paso.

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TEXTO: ANTONIO S. RÍO VÁZQUEz  PROFESOR DE ARQUITECTURA

mirada a la ciudad contemporánea L

a singular posición de la ciudad de A Coruña, ubicada en un hercúleo brazo de tierra rodeado por el océano, hace que las pequeñas elevaciones que la rodean, aun sin alcanzar una gran altura, hayan tenido una importancia decisiva en la identidad, configuración urbana, y –en determinadas ocasiones– organización de la defensa de sus habitantes. Lugares como Os Castros o Elviña perviven como parte fundamental de su historia. El monte de San Pedro, otra de las pequeñas colinas circundantes, tardaría por el contrario bastante tiempo en incorporarse a la vida de la urbe. Siempre había estado presente de algún modo: como la primera sombra vespertina sobre la playa de Riazor, como el

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marco que cierra por el oeste el horizonte atlántico, como una silueta velada por la niebla o eclipsada al atardecer, distante y ajeno a los ciudadanos. La metrópolis, en su tránsito de la modernidad a la contemporaneidad, puso en diálogo los lugares históricos –aquellos con identidad, con memoria, portadores de significado– con un conjunto de zonas extrañas, imprecisas o deterioradas, como fábricas en desuso, terrenos vacíos y olvidados o neo-ruinas inexploradas. Supo sentir y aprovechar la oportunidad latente en estos espacios; reconocerlos, reconquistarlos e integrarlos como parte de su desarrollo convirtiéndolos de esta forma en órganos vitales de la nueva ciudad.


FOTOGRAFÍA: ADOLFO ENRÍQUEZ

JOYAS DE LA NATURALEZA

En San Pedro se ponen de manifiesto dos de los ingredientes ignorados, incluso evitados y denostados por la ciudad histórica, que se incorporan en el proyecto de la ciudad contemporánea. Mientras una antigua zona de vertido de basuras, con una dramática historia en sus entrañas, se regenera como superficie de recreo en el vecino parque de Bens, las instalaciones militares levantadas para contrarrestar ataques marinos y aéreos se transforman en el elemento patrimonial más reconocible del nuevo pulmón de la ciudad, logrando también un inédito mirador.

En junio de 1999 fue inaugurado el parque de San Pedro incluyendo la zona de las antiguas baterías de costa, ya desmilitarizadas. Dos años más tarde se inauguraba el de Bens. Ambas zonas verdes introducen la ciudad en el nuevo siglo y simbolizan la recuperación de espacios marginales y abandonados para uso y disfrute ciudadano. En su interior, los cañones permanecen como nuevos monumentos: las colosales máquinas ingeniadas para la guerra, tan precisas que pocas veces hubo que utilizarlas, como hitos en el paisaje.

Los dos cañones Vickers 381/45, erigidos como parte del Plan de Defensa Costera firmado por Primo de Rivera y finalizado durante la Segunda República, acompañados de cámaras de carga, puesto de mando, salas de máquinas, almacenes y construcciones complementarias, nos hablan de la importancia que durante décadas tuvo el Golfo Ártabro en la geopolítica global. Ya no es el plano de las casas y las murallas inmediatas, sino el de los sectores de fuego sobre el mar, cubriendo arcos próximos a los cuarenta kilómetros, el que nos recuerda la historia de la ciudad dentro de un orden mundial.

A su lado, la arquitectura brutalista del bunker, con su hormigón descarnado, convive en la actualidad con otras piezas más recientes y lúdicas, entre laberintos y esferas. Ascender hasta la cima del monte de San Pedro nos ofrece ahora la posibilidad de mirar la complejidad de la ciudad contemporánea, con sus aciertos y sus errores, pero también de reconocernos ante la inmensidad del océano y de la historia y observar cómo las huellas de la memoria pueden servir para dar forma a nuevos lugares. English translation on page 93

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TEXTO: José Francisco Blanco Fandiño  MUSEO DE LA CATEDRAL

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FOTOGRAFÍA: ADOLFO ENRÍQUEZ

JOYAS DEL ARTE

la Catedral desde su tribuna P

ocas actividades culturales entre las que se pueden realizar en la ciudad de Santiago de Compostela resultan tan placenteras e ilustrativas como la que recorre el interior de la Catedral por su parte alta, abierta al público –en formato de visita comentada– desde 2014, para ofrecer al visitante una experiencia incomparable. De hecho, acceder a estos espacios siempre ha causado gran fascinación, tal y como refleja el Libro V del Códice Calixtino: “Quien por arriba va a través de las naves de triforio, aunque suba triste se anima y alegra al ver la espléndida belleza de este templo”. Hoy, la visita programada por el Museo Catedral parte del Centro de Recepción de Visitantes, ubicado en la Cripta del Pórtico de la Gloria. Desde esta pequeña joya arquitectónica, y ascendiendo por la escalera interior de la barroca Torre de la Carraca, se llega, al fin, a la tribuna sobre la nave norte. Resulta sencillo comprender, desde un primer momento, su importante papel dentro de la construcción románica. A nivel estructural, además de ayudar a descargar las presiones de la bóveda central hacia los muros y contrafuertes, permitió desarrollar un innovador sistema de iluminación. Se estima que, en su origen, entraba el triple de luz natural en el edifico, pero las nuevas construcciones que se fueron anexando a la Basílica con el paso de los siglos cegaron buena parte de los vanos. Ya en el plano funcional, proporcionó un 49


espacio extra para fieles y peregrinos, que se personaban en la Catedral tanto de día como de noche. De ello dan fe los documentos y los objetos (monedas, peines, etc.) que se hallaron bajo el antiguo entarimado, hace unas décadas. Reiniciada la marcha, y ya sobre el Pórtico de la Gloria, aparece, majestuosa, la nave central, con el crucero y la cabecera al fondo; y, al otro lado, la cara interior de la fachada occidental: monumental telón barroco, cuya desnudez contrasta con la profusa ornamentación exterior. Cubrir sus inmensos ventanales supuso un notable esfuerzo técnico en su momento. Rematando este espacio abovedado –y ya de concepción gótica– el Agnus Dei, que cierra desde la clave el complejo programa iconográfico que el Maestro Mateo desarrolló en los tres niveles de la fachada (la Cripta, el Pórtico y la Tribuna) y el Coro pétreo. 50


Continuando por la nave sur, vale la pena deleitarse con los capiteles (no hay dos iguales en toda la Catedral), las incontables marcas de cantero, y, en definitiva, con cada detalle. Allí duermen, además, los Gigantes del Cabildo catedralicio, que salen de su profundo letargo cada mes de julio, para recorrer las plazas aledañas en las Fiestas del Apóstol Santiago. Las dos cajas de órgano enfrentadas (de principios del siglo XVIII) también se presentan aquí ante los ojos del visitante, en otro de esos planos que, a cada paso, entremezclan lo románico y lo barroco. Llaman la atención, entre las vigas que las sujetan, los enormes fuelles que insuflaban el aire a los tubos, en tiempos pretéritos. Desde hace décadas, la incorporación de la electricidad permite que ambos instrumentos se accionen desde una única consola, ubicada en la propia tribuna. La actual fue adquirida en Italia, a la prestigiosa casa Mascioni, en el año 1978. La siguiente parada destacable coincide con el extremo del brazo sur del crucero (Platerías), y su impactante panorámica que abarca todo el transepto. No es difícil imaginar, desde la barandilla, la vertiginosa oscilación del Botafumeiro cruzando de norte a sur y quedándose a escasos metros de la bóveda. Estudios recientes, desde el campo de la Física, han mostrado su admiración sobre cómo se pudo diseñar un artilugio tan preciso, a finales del siglo XVI.

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Avanzando de forma pausada, y tras pasar frente a la puerta de la Torre de Reloj, llega la salida a la terraza sobre el Pórtico Real. Desde su balcón, la Quintana se transforma en un extraordinario regalo para la vista. De vuelta al interior, y a escasos metros, arranca la girola, y, con ella, la parte primigenia de la Catedral. Allí surge, de entre los arcos, el imponente baldaquino del siglo XVII. El repertorio escultórico de sus cuerpos superiores se disfruta especialmente desde esta posición privilegiada: las Virtudes Cardinales, el Santiago Caballero y los ángeles por doquier (que en su día sostuvieron estandartes y banderas históricas), se despliegan bajo unas bóvedas cuyas pinturas esperan, pacientemente, su restauración. El escudo de Felipe IV en el frontal es testimonio de su fiel y decidido apoyo al patronazgo de Santiago, y recuerdo de una época en la que se acometieron importantes obras. 52

En el brazo norte se abren las puertas a una nueva terraza (esta vez sobre la desaparecida capilla de San Nicolás), que desvela los entresijos de la cabecera románica, escondida, junto con la iglesia de la Corticela, tras el muro barroco que da a la Quintana. Para finalizar el recorrido, de una hora de duración, se puede contemplar la vista opuesta del transepto (igual de espectacular), y el paso por uno de los almacenes del Museo, justo antes de emprender la bajada por la misma escalera de subida. Con esta visita temática, y tal y como había sucedido en ocasiones anteriores, la Fundación Catedral ha querido recuperar el uso de un espacio cerrado durante largos años al público, y ofrecer a los visitantes una nueva vía hacia un conocimiento más profundo sobre la Basílica jacobea.


Visitas guiadas a la Catedral de SANTIAGO DE COMPOSTELA Ocho siglos de historia han hecho de la Catedral de Santiago un inagotable laberinto artístico e histórico. El Museo pone a disposición de los visitantes una serie de visitas que permiten al público conocer los rincones del edificio y hacerse una idea más exacta de su dimensiones e importancia. Desde un paseo por las cubiertas a la bajada a las excavaciones arqueológicas, pasando por la visita a la tribuna de la que habla este reportaje, sin olvidar la propia colección museística, la oferta es muy atractiva. La recaudación de estas actividades se emplea en la vigilancia y conservación de los atractivos catedralicios. La Fundación Catedral ha puesto en marcha un programa de micromecenazgo denominado Amigos de la Catedral de Santiago, por el cual se pueden hacer aportaciones para la mejora del edificio. La web www.ayudaalacatedral.es ofrece toda la información necesaria al respecto.

MUSEO CATEDRAL DE SANTIAGO Centro de Recepción de Visitantes Taquilla: Praza do Obradoiro Noviembre – marzo: 10:00 h – 20:00 h / Abril – octubre: 9:00 h – 20:00 h Información y reservas en:   www.catedraldesantiago.es   981 967 513 Modalidades de visita I – Colección permanente Visita al Palacio de Xelmírez y exposiciones temporales

CATEDRAL De 7:00 h a 21:00 h Entrada por la Plaza de Platerías

II – Visitas temáticas BOTAFUMEIRO

Según disponibilidad, recomendable reserva previa III – Combinada Colección permanente y cubiertas de la Catedral

Cubiertas de la CatedraL Lunes a domingo: 10:00 h – 14:00 h 16:00 h – 20:00 h Visita guiada en grupo (máximo 25 personas) Incluye visita al Palacio de Xelmírez y exposiciones temporales

Viernes 19:30 h (excepto Viernes Santo)

Tribuna

Excavaciones arqueológicas

Lunes a viernes: 11:00 h y 18:00 h Sábado a domingo: 11.00 h y 17:00 h

Lunes a viernes: 16:00 h

Visita guiada en grupo (máximo 12 personas)

Incluye visita a la colección permanente, Palacio de Xelmírez y exposiciones temporales

Incluye visita a la colección permanente, Palacio de Xelmírez y exposiciones

Visita guiada en grupo (máximo 12 personas)

HORARIOS DE MISA 10:00 h (sábados, domingos y festivos) Altar Mayor

18:00 h (sábados, domingos y festivos) Altar Mayor

11:00 h (lunes a domingo) Parroquia de la Corticela

19:30 h (lunes a domingo). Misa del Peregrino Altar Mayor

12:00 h (lunes a domingo). Misa del Peregrino Altar Mayor

Misas en inglés, alemán, italiano, francés y polaco. Consultar en: www.catedraldesantiago.es/horarios-misas

13:15 h (domingos y festivos) Altar Mayor

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El doble homenaje de Montblanc La colección 1858 de Montblanc es un doble homenaje de la marca alemana. Por una parte, reverencia el más de siglo y medio de experiencia de la factoría en la que fabrica sus piezas de relojería, la mítica Manufactura Minerva, en Villeret (Suiza). Por la otra, el diseño claro y extremadamente legible quiere recordar a la estética clásica de las estaciones de tren de antaño, que cambiaron la vida de las personas y la fisonomía de las ciudades y los pueblos. El reloj Montblanc 1858 Cronograph Tachymeter, con su caja de oro rojo de 18 quilates, es la joya de la corona de esta colección. Cuenta con una caja redondeada, con un canto fino de sólo 13.15 milímetros de altura y un único botón, el pulsador de comienzo y parada. El diseño se basa en un cronógrafo fabricado en Villeret en 1930 que, a su vez, se inspiraba en los grandes relojes que en la época adornaban las estaciones de tren suizas. Incluso la esfera recuerda, con sus detalles, a una vía de ferrocarril pintada en una carta geográfica. El funcionamiento en el interior es pura Manufactura Villeret. El corazón de la pieza es un movimiento de cuerda manual, visible en la cara posterior de la caja, y se inspira en un mecanismo original de la factoría ideado en 1929. Cuenta, de hecho, con soluciones de la época que son difíciles de ver en los

La Manufactura Minerva, perteneciente a la marca, diseña un reloj basado en los antiguos ferrocarriles y en su colección histórica de relojes


relojes de hoy, pero que siguen siendo igual de efectivas que las actuales: una rueda de pilares activada por pulsador único; un puente en V, adoptado por Minerva en 1912; y un acabado biselado completamente a mano. Tiene una autonomía de 50 horas. Montblanc también ha incorporado innovaciones, como la cobertura de las agujas en el material SuperLumiNova, que permanence luminiscente durante mucho tiempo, permitiendo su uso durante las horas con menos luz del día.


TEXTO: S. FRAGA  FOTOGRAFÍA: ADOLFO ENRÍQUEZ

MÁS DE CUARENTA AÑOS en El Refugio Aunque para obras de arte, las que crean cada día el jefe de cocina, Fermín Fuente, y su equipo, del que forma parte Xabier. “Aquí la estrella es el producto, que se compra cada día en el puerto de A Coruña. Utilizamos todas las técnicas contemporáneas para que la materia prima luzca como debe”, explica. “La gente quiere comer alimentos de temporada, y con toda la razón”, explica. En esta línea va el menú propuesto, que se abre con un ingenioso y muy veraniego Milhojas de sardinas marinadas con tomate y pimientos y sigue con un Bonito en costra de sémola y amapola, crujiente por fuera y al punto por dentro.

C

Para finalizar, Fuente, Castrelo y su equipo presentan una Sopa de cereza con helado de queso y pan de especias, un plato muy trabajado y eminentemente de la estación. “En la temporada de caza tenemos venado, jabalí o perdices, en la de setas níscalos o boletus, y cuando toca tenemos angulas, pero cada cosa en su tiempo”, explica Xabier Castrelo.

“Tenemos clientes que son de los de toda la vida. El jefe de cocina lleva aquí unos 30 años. El personal de sala también es el de siempre. Y yo nací en el piso arriba”, cuenta Xabier Castrelo, hijo de uno de los fundadores, Alfredo. Él, su socio Ricardo González y las esposas de ambos compraron en los setenta un pequeño merendero y lo fueron transformando hasta llegar al moderno edificio de hoy, al lado de la Casa Consistorial oleirense, un local repleto de buenas obras de arte, en su mayor parte procedentes de creadores gallegos.

La oferta gastronómica se completa con una bodega amplísima, que tiene fama de ser una de las mejores de Galicia. La carta de bebidas que ofrece la casa no solo cuenta con una representación apabullante de vinos gallegos, sino que suma hasta 800 referencias procedentes de todo el mundo. Hay, además, mucho donde elegir en lo que se refiere a vinos de postre y destilados de los cuatro puntos cardinales.

uarenta años de vida dan para mucho. Dan para muchas vivencias, muchas caras al otro lado del mostrador y muchas, muchísimas recetas. Desde 1975 El Refugio, en Oleiros, ha acumulado experiencias y, sobre todo, una clientela fiel, volcada en sus platos de producto excelente y elaboración novedosa.

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JOYAS EN LA MESA

Milhojas de sardinas marinadas Ingeniosa composición con tomate y pimientos.

Bonito del norte Recubierto por una crujiente costra de sémola y amapola.

Rape asado Se presenta sobre una cama de arroz de boletus.

Sopa de cereza Con cerezas confitadas y helado de queso.

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TEXTO: ELENA GOYANES  ILUSTRACIÓN: DANIEL PINO

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PEREGRINOS ILUSTRES

XOAN SANTÍN Y EL GRIAL GALLEGO L

a historia de Xoan Santín, el campesino de Barxamaior que dio lugar a uno de los más hermosos milagros del Camino de Santiago, se sitúa en el s. XIV en O Cebreiro, una pequeña aldea de las montañas gallegas. Se produjo una tarde oscura y gélida, en unos tiempos aciagos para toda Europa, que a duras penas se podía defender de las hambrunas, las revueltas sociales, la Guerra de los Cien Años o las sucesivas oleadas de la Peste Negra. La nieve cubría no solo los caminos sino también las casas, el monasterio, la iglesia y el hospital. Y no resulta difícil imaginarse al campesino ascendiendo en soledad y muy lentamente por los escarpados montes para ir a Misa al templo prerrománico de O Cebreiro, levantado en el 836 por un grupo de monjes benedictinos y custodiado entonces por los monjes de Aurillac. El religioso que celebra la Misa, sin embargo, desprecia el esfuerzo de Xoan Santín y expresa abiertamente su descontento por la aparición del campesino, tan fatigado, solo para ver “un poco de pan y de vino”, según lo narra en el s. XVII el Padre Yepes. Tras la afrenta inmediatamente la Hostia se convierte en carne y el vino en sangre hirviente, para estupefacción del monje y el campesino; mientras la imagen de Santa María la Real, talla románica del s. XII, inclina su cabeza en señal de devoción por el milagro que se acaba de producir. La carne y la sangre quedan adheridas a la patena y el cáliz, y así permanecieron, adorados por las gentes del lugar y multitud de caminantes, hasta que Isabel la Católica, tras su peregrinación a Santiago en 1486, dona dos pequeñas ampollas talladas en cristal de roca para que los restos se puedan preservar

y mostrar debidamente en O Cebreiro. La narración de lo acaecido se extendió como la pólvora por toda Europa y no hubo desde entonces viajero o peregrino que no hiciese un alto en la aldea para venerar los restos del milagro y a Santa María. La historia no acaba ahí. El milagro fijó la fama del Santuario, transmitida por clérigos y peregrinos; y el romancero popular comenzó a vincular el Cáliz gallego con el Santo Grial de la tradición literaria artúrica, según la cual el Grial de las célebres epopeyas medievales, manantial de gracia y poder divinos, estaría en las montañas de O Cebreiro. Se dice que esa misma tradición fue recogida varios siglos después por Richard Wagner en su ópera Parsifal. Como símbolo, el cáliz forma parte principal del escudo de armas del Reino de Galicia ya desde la Edad Media. El monje y el campesino descansan en la propia Iglesia, en dos tumbas descubiertas tras su rehabilitación en 1962, más de cien años después de que los monjes abandonasen O Cebreiro obligados por la desamortización. Las cumbres legendarias de O Cebreiro son aún hoy una de las etapas más duras y abruptas del Camino. Desde Roncesvalles se habla de ellas como un paso casi mágico. A algunos incluso les infunde cierto temor por la dificultad del ascenso. Se dice también que el templo guarda una energía especial y no es raro ver a los caminantes sucumbir ante la belleza de esta pequeña aldea de piedra, magníficamente conservada a través de los siglos. English translation on page 91 59


BULGARI HOMENAJEA A LA SERPIENTE Símbolo de pecado, pero también de hedonismo y transgresión creativa, la siempre misteriosa serpiente ha sido empleada desde la Antigüedad en las más diversas formas de expresión. Una exposición en el Palacio Braschi de Roma recopiló ejemplos históricos de la relación entre arte y ofidios. La patrocinadora de la muestra fue una firma que ha utilizado a este animal de forma recurrente, la casa joyera italiana Bulgari. La exposición SerpentiForm se llevó a cabo en el primer tercio de este 2016 en plena Plaza Navona y fue diseñada por la propia marca. Se trataba, en palabras del presidente-director general de Bulgari, Jean-Christophe Babin, de “un homenaje a un motivo especialmente evocador que está profundamente unido a las raíces griegas y romanas de nuestra marca”. El listado de obras presentes en la muestra fue de impresión. La relación entre humanos y animales se analizó partiendo de la Antigüedad, con la presencia de joyas de época romana procedentes de Pompeya, Taranto y Nápoles. En su contrapartida actual, Bulgari aportó numerosas piezas únicas de su colección, así como ilustraciones y muestras del trabajo previo a la realización de las joyas. Los diseñadores de la prestigiosa firma utilizan las formas seductoras de la culebra como inspiración desde los años cuarenta del pasado siglo, y las han empleado en la creación de collares, pulseras, brazaletes, relojes y otros elementos fácilmente reconocibles.

La firma joyera italiana patrocinó en Roma una exposición sobre la relación entre arte y ofidios


También se pudieron contemplar creaciones de artistas contemporáneos fundamentales como los grafismos de Keth Haring; las serpientes multicolores de Niki de Saint Phalle; las líneas simples de Alexander Calder; o la abstracción onírica de Paul Klee. En el apartado de fotografía aportaron obra nombres como Mapplethorpe, Avedon o Helmut Newton, maestros en la creación de imágenes seductoras. Por último, SerpentiForm homenajeó a la moda y al cine mostrando ropas de época de los mejores modistos italianos y vestidos de películas como la mítica Cleopatra, encarnada por Elizabeth Taylor en 1963. Bulgari complementó la exposición con la edición de un libro, Serpenti in Art¸ que reúne imágenes de 32 obras de arte desde el siglo XIX hasta nuestros días y un análisis del historiador Anthony Downey sobre la fascinación que sienten los artistas por estos animales.


TEXTO: Elvira Fernández Piñeiro  HISTORIADORA DEL ARTE

El acueducto de Compostela

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FOTOGRAFÍA: ALICIA D. SANISIDRO

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finales del siglo XI comenzaron a llegar a Santiago de Compostela peregrinos desde todos los rincones de Europa occidental, seguidos de comerciantes atraídos por la posibilidad de negocio que ofrecía una ciudad meta de peregrinaciones internacionales. Los vecinos de entonces no podían gozar de agua canalizada que llegase a sus domicilios y por ello habían de procurársela en las fuentes públicas. Los peregrinos, por su parte, tenían que comprarla a los mesoneros que la vendían a alto precio, viéndose mermada así su capacidad para dar ofrendas al Apóstol y para adquirir comida, remedios de farmacia, plantas medicinales o cualquier otro tipo de productos que se ofrecían en el mercado público compostelano. Ante la evidente carencia de infraestructuras de servicio urbano, y con la intención de transformar la ciudad de Santiago en una nueva Roma, en el siglo XII Diego Gelmírez ordenó la construcción de una red de abastecimiento de aguas, aliviando los contratiempos que se presentaban a peregrinos, vecinos y comunidades monásticas, como la de San Martín. Fue así como se acometió la infraestructura hídrica que afectaba a buena parte de la ciudad y de la que tenemos noticia gracias a la Historia Compostelana y al Libro V del Códice Calixtino. En el parque de Ponte Mantible, hoy situado entre los barrios de Vite y Guadalupe, en las inmediaciones del parque Pablo Iglesias, arrancaban estas canalizaciones subterráneas. Todavía hoy pueden verse tres arcos del acueducto que servía el agua procedente del manantial de la Fonte Branca, en el Monte de Dios. Este acueducto

JOYAS DE LA NATURALEZA

y las canalizaciones subterráneas abastecían de agua a las dos arquetas principales de la ciudad medieval, que se ubicaban en la plaza del Campo, la más populosa, y en la plazuela de San Miguel dos Agros, templo conocido entonces como San Miguel de la Cisterna. Gelmírez encargó esta obra, que fue especialmente complicada y costosa, al canónigo tesorero Bernardo, quien mandó reconstruir un viejo acueducto de principios del siglo X, posiblemente de tiempos del obispo Sisnando I (879-922), y renovó la arqueta próxima a la fuente de San Miguel de la Cisterna. Desde este depósito el torrente discurría por tubos de madera, reforzados con abrazaderas de hierro y planchas de plomo, vertiendo parte de su caudal en el claustro del monasterio de San Martín y en la Fuente del Paraíso, situada ante la portada norte de la basílica compostelana y cuya hermosa taza se puede contemplar hoy en el claustro. El libro V del Calixtino la denominaba Fons Mirabilis aludiendo a la excelente calidad del agua, “dulce, nutritiva, sana, clara, muy buena, caliente en invierno y fresca en verano” y de cuyo caudal se podían beneficiar familias o instituciones con los recursos económicos suficientes para costearse los gastos de la acometida. Las obras de saneamiento y abastecimiento hídrico de las que se preocuparía la cultura ilustrada siglos después tienen su decidido impulso en la labor ingente de este prelado medieval, primer arzobispo de la sede compostelana y gran impulsor del culto jacobeo. English translation on page 93 63


TEXTO: J. POMBO  FOTOGRAFÍA: ADOLFO ENRÍQUEZ

José Cornide y la costa coruñesa 64


JOYAS DESDE EL AIRE

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omo en un moderno programa de imágenes a vista de pájaro. Así se debía imaginar su tierra el ilustrado coruñés José Cornide Saavedra cuando escribió Descripción circunstanciada de la costa de Galicia, y raya por donde confina con el inmediato Reino de Portugal, una obra fundamental en la historia de estudio de la geografía gallega. Cornide escribió la obra en 1764, cuando contaba con 30 años de edad. Había nacido frente a la Colegiata de Santa María en la hermosa casa de gusto francés que aún se conserva en el solar. Hijo de familia hidalga, se negó a seguir la carrera de su padre, centrada en las leyes, y ejerció de geógrafo, historiador, político, hombre público e intelectual local por excelencia. Fue el ilustrado gallego más relevante, con permiso del Padre Sarmiento, y entre sus cargos figuran el de regidor de A Coruña, diputado por el Reino de Galicia en las Juntas del Reino, secretario de la Academia de Agricultura de Galicia... Su biografía, sobre todo en lo personal, es poco conocida; se sabe que falleció en 1804 en Madrid, adonde se había trasladado en plena histeria por la Revolución Francesa, y que a su fallecimiento comenzaron a aflorar deudas e impagos múltiples. Pedro López Gómez describe en su biografía José Cornide, el coruñés ilustrado (Vía Láctea Editorial, 1997) una ciudad, la del Siglo de las Luces, bien diferente de la actual. En una época de gran transformación, la Coruña del joven Cornide era, según su biógrafo, una población de 7.500 habitantes, comercial y pesquera que, sin embargo, dependía enormemente de los víveres que llegaban del exterior. Hasta buena parte del agua potable se traía de afuera. La seguridad del puerto era, como se detecta en los propios textos del ilustrado, una auténtica obsesión en una villa que vivía casi en exclusiva de su dársena. 65


Aunque dejó muchos escritos sin publicar, la Descripción circunstanciada no es, por fortuna, parte de sus numerosas obras inéditas. La rescató en 1991 Ediciós do Castro, con introducción de X. L. Axeitos, a partir de un largo manuscrito de 114 folios conservados en el Archivo Histórico del Reino de Galicia. Se trata de un retrato enfocado en parte a la defensa militar de la siempre amenazada costa gallega, en el que el autor incide constantemente en la facilidad para el desembarco de las tropas enemigas que dan muchas playas de la zona. Cornide Saavedra dedica un capítulo extenso a su Coruña natal y a la costa que la circunda, “país fértil y poblado”, en sus propias palabras. De su lectura se desprende el enorme cambio vivido por el país desde entonces. Un ejemplo: en 1764 la hoy pequeña localidad de Caión tenía “117 vecinos pescadores” casi cuatro veces más que la hoy superpoblada zona del puente de O Burgo, que entonces contaba con 37 censados. El ilustrado comienza su vuelo hacia A Coruña en la escarpada punta de Mera, una zona que considera tan fácil de defender que ve lógico el abandono de la batería defensiva que allí había. Pasando por el puente de O Burgo (al que “llegan barcos cargados cuando crece la mar”), sigue hasta el hoy desaparecido castillo de San Diego, del que no queda nada bajo el parque y el complejo deportivo del mismo nombre. Desde allí, cuenta, “empieza el puerto de La Coruña, que es una concha formada por una península que avanza desde la costa sobre la mar por la parte norte”. Sucesivos rellenos y ampliaciones de la zona de atraque harían hoy incomprensible la geografía del lugar para Cornide. La ciudad, describe, “corre desde la parte donde estrecha la tierra con los dos mares, hasta donde ensancha con una elevación bastante extendida, quedando su frente al mediodía”. 66


Aunque su devoción por la ciudad era patente y entre sus logros estuvo la restauración de la Torre de Hércules que le dio su aspecto actual, Cornide es duro a la hora de hablar de las infraestructuras, sobre todo militares, muy importantes en la Coruña de la época: “Los edificios de esta ciudad son poco cómodos”, asegura, denunciando dependencias escasas y en algunos casos alquiladas y dispuestas de mala manera. A Coruña se acababa pronto. Sobrepasada la Ciudad Alta se llegaba a una “parte despoblada, y se encuentra en ella un arenal llamado San Amaro [...] Pasada la punta de la Torre de Hércules [...] el Orzán es una ensenada contigua a las casas de la Pescadería, todo lleno de peñas, tanto que sólo en calma pueden acercarse lanchas con mucho trabajo”. Más allá de

los montes de San Pedro y Bens, el escritor veía una zona “igualmente escarpada, y de difícil acceso por las muchas peñas de que está toda alrededor sembrada”. No fue esta la única obra centrada en la geografía que redactó Cornide Saavedra. Entre sus trabajos se encuentran un mapa del obispado de Ourense y otro del de Mondoñedo, aproximadamente de la misma época que la Descripción circunstanciada. Fue después, asentada su fama, cuando pudo dedicarse a viajar, siquiera de la modesta manera en que lo hacían los privilegiados de la época. Entre sus papeles aparecen documentados menos de 20 viajes, muchos por el interior de Galicia, algunos a Madrid y sus alrededores y, en el final de sus días, unos cuantos a Portugal. Las distancias eran, entonces, otra cosa.

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TEXTO: Emilio Valadé del Río  FOTOGRAFÍA: ALICIA D. SANISIDRO

COLEGIATA DE SAR, LA ALTIVA REDIMIDA

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CUENTOS DE COMPOSTELA

V

isitar la Colegiata del Sar, en las afueras de Santiago de Compostela, me produce una cierta desazón. No encuentro en su interior la serenidad y el sosiego que cabe esperar (es mi opinión) en un templo románico del siglo XII. Otros lugares de la misma época definen un espacio acogedor e íntimo. En éste no es el caso, y no sé la causa. Fue fundado por canónigos de la Orden de San Agustín en el primer tercio del siglo XII, cuando aún vivía Gelmírez, y es posible que la construcción del templo

quisiese ser una muestra del (supuesto) poderío de los canónigos. Tal vez una réplica al poderoso arzobispo, que les había prohibido entrar en la Catedral a caballo y cosas similares. Las crónicas nos hablan de enfrentamientos por temas de poder, algo que sigue siendo de plena actualidad. Me quiero imaginar a los canónigos de la época, ricos en demasía y con la arrogancia que presta el dinero a quienes no lo saben usar, mandando hacer un templo que asombrase a todos a poca distancia del centro de peregrinación jacobea. Las técnicas románicas para iglesias de

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planta basilical, con bóveda central de medio cañón, aconsejaban construir otras laterales, más bajas que la central, de modo que ésta descargase su empuje a través de ellas. Incluso en el exterior se notaba esta estructura con una cubierta, correspondiente a la nave central, y dos pequeños tejados, que correspondían a las naves laterales. Este juego de tres tejados corría a lo largo del templo, desde la fachada hasta el ábside.

como sería de esperar en un edificio bien hecho, y todo comenzó a deshacerse. Las hileras de columnas se abrieron y parte del techo se vino abajo. En los siglos XVII y XVIII se detuvo el deterioro, adosándole al templo unos gigantescos arbotantes y poniendo cuñas de piedra en las partes de la nave central que se habían caído. No sé si lañaron las piedras en su parte no visible, todo es posible.

Los canónigos, que tal vez de esto no tenían idea, quisieron un templo de tres naves con, casi, la misma altura. Incluso con un solo tejado cobijando las tres naves: principal y laterales. La cosa no funcionaría y así se lo dirían los constructores, sabios en su oficio como nos lo muestran las múltiples obras que nos dejaron, aún perfectas, y coetáneas con la iglesia de la que hablo ahora. Porque, además, el edificio en cuestión se construiría en terrenos sedimentarios, sin mucha cimentación. Mal principio.

Para mí, esos arreglos le confieren ahora al Sar una belleza singular, tal vez la elegancia de, por fin, haber asumido su impertinente arrogancia, pagando de este modo el no haberse dejado aconsejar por quienes sabían cómo hacer los trabajos. Ahora, por fin, ha atendido a los técnicos y se ha dejado restaurar.

Quiero creer que se lo advirtieron de todos los modos posibles a los canónigos, pero que éstos no se dejaron convencer. “Quien paga, manda” ya era regla de oro aplicable a los trabajadores, y el templo fue para arriba castigado a venirse abajo. Los peores augurios se cumplieron. La bóveda empujó como tenía que ser, pero no había estructuras que derivasen ese empuje, 70

Al lado de tanta cosa extraña, en el claustro encontramos un reducto de intimidad, esa serenidad que tan bien definen las normas románicas cuando están sabiamente utilizadas. Está atribuido al Maestro Mateo, o a su escuela. Pero del claustro y de las cabeceras del templo, hablaré en otra ocasión. Prefiero dejar aquí mi idea de la impertinencia redimida al asumir la presunción y sus consecuencias, como muchas personas que se hacen grandes al reconocer sus errores.


COLECCIÓN JAEL

Nace la colección solidaria Asanog

La Colección Asanog, lanzada en el mes de junio, se basa en el logotipo de la Asociación, formado por un padre y un niño que caminan juntos hacia un futuro luminoso. Las piezas principales se han fabricado en plata de primera calidad. Mientras, la correa de las pulseras está hecha de seda de colores vivos, como los del logo de esta agrupación.

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l año 2016 ha traído una nueva incorporación a la colección de joyas solidarias de Jael. La joyería y Asanog, Asociación de Ayuda a Niños Oncológicos de Galicia, han colaborado en el diseño y en la comercialización de pulseras y colgantes destinados a financiar actividades para mejorar la vida de los pequeños afectados por cáncer y de sus familias.

Jael Joyería destina el 20 por ciento de las ventas de estos productos al colectivo, fundado en 2012 por padres y madres de niños afectados por enfermedades oncológicas. Su número de asociados supera los 200 y han puesto en marcha proyectos de apoyo a las familias tanto en el duro primer ingreso como en la larga carrera de fondo que supone combatir al cáncer. Información y presión ante las instituciones para mejorar las condiciones de hospitalización son objetivos fundamentales para Asanog.

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FOTOGRAFÍA: ADOLFO ENRÍQUEZ

Un puerto con imán para los cruceros

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on ya una presencia habitual en el puerto de A Coruña y, sin embargo, siguen asombrando por su porte y su despliegue tecnológico. Los cruceros traen a miles de turistas cada temporada: sólo en los meses de abril y mayo de este 2016 fueron más de 30.000 los viajeros que eligieron este tipo de transporte para conocer la ciudad y, de paso, desplazarse a otras localizaciones del resto de Galicia como Santiago de Compostela. Tanto la fachada marítima herculina como las calles del ensanche y la Ciudad Vieja reciben diariamente a estos pasajeros, cuya llegada dinamiza la actividad económica del comercio y la hostelería locales.

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JOYAS DEL MAR

En cifras redondas, la dársena atrae cada año a cerca de 100 de estos buques, procedentes de lugares con nombres tan evocadores como St. Maló, Southampton, Cherburgo, Ponta Delgada o Le Havre. Llegan cargados con casi 140.000 personas en conjunto, lo que convierte a A Coruña en líder entre los puertos de la cornisa cantábrica. La actividad crucerista bate récords en cada ejercicio, aunque una de las cifras que difícilmente se olvidarán será la que propició el atraque del Anthem of the seas en junio de 2015: con 4.235 pasajeros y 1.600 tripulantes, fue el barco más grande en haber entrado en la dársena interior. 73


TEXTO: S. Fraga  FOTOGRAFÍA: ADOLFO ENRÍQUEZ / manuel iglesias

La naturaleza manda en el Alabarda abre como restaurante. Los fines de semana hay, además, servicio de ludoteca para que los padres puedan disfrutar de la cena mientras los niños se divierten un piso más abajo, al cuidado de monitores y animadores profesionales.

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arlos Ayaso confía en hacer las cosas poco a poco, en el boca a boca y en medir bien los pasos. Por eso, su llegada a la Finca da Rocha y su restaurante, el Alabarda, se ha llevado con discreción pero con paso firme: desde hace medio año ofrece en el antiguo sanatorio del doctor Somoza, en Santiago, restauración para eventos y menú a la carta basado en producto fresco. Ayaso es copropietario, junto a su hermano, del restaurante Baiuca en Ribeira, toda una referencia en la comarca. El negocio, fundado en 1998, funciona a pleno rendimiento, y el reto el año pasado era crecer:

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“Queríamos un local como este, con mucho espacio exterior y una ubicación privilegiada”. La Finca da Rocha ocupa una extensión de hectárea y media poblada de frondosos árboles. La casa principal fue sanatorio hasta los años 90 del pasado siglo, aunque el lugar tiene historia para contar desde tiempos muy remotos: la alabarda que da nombre al restaurante es un tipo de puñal prehistórico que se encuentra grabado en un petroglifo presente junto al muro exterior de la finca. La casa se reformó para acoger bodas y reuniones profesionales y, desde hace unos meses, también

El menú, explica Ayaso, “se basa en productos muy poco elaborados. Son de procedencia gallega casi en exclusiva, siempre frescos, y se preparan con el máximo respeto” por parte del jefe de cocina, Óscar Bouzas. Un buen menú para una noche de celebración podría comenzar con un Huevo de gallina de Mos con pisto de verduras, un plato que muestra el apego de la casa por las denominaciones de origen gastronómicas. Para el pescado, Ayaso recomienda preparaciones originales como el Tronco de rape con pasta negra y salsa de erizos, y, en el apartado de carnes, una buena opción es la Carrillera de ternera cocinada a baja temperatura, en la que se aprecian todos los matices de la carne sin ningún disfraz. El Alabarda destaca también por sus postres de factura casera: el Arroz con leche caramelizado y cremoso helado de vainilla natural es una muestra, aunque también se pueden probar postres típicos del Barbanza como el pudin de pasas y piñones que en la zona costera llaman bandullo.


JOYAS EN LA MESA

Huevo de gallina de Mos Escalfado y acompañado de pisto de verduras.

Tronco de rape Aderezado con salsa de erizos y acompañado de pasta negra.

Carrillera de ternera Cocinada a baja temperatura con el máximo respeto a su sabor.

Arroz con leche caramelizado Con helado de vainilla natural. 75


TEXTO: Juan A. Caridad Graña  arquitecto PhD

UN MONTE CORUÑÉS HECHO PARQUE 76


FOTOGRAFÍA: ADOLFO ENRÍQUEZ

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ntes que parte de la ciudad, el monte de Santa Margarita fue extrarradio en el siglo XIX. Una de las colinas primigenias más allá del istmo coruñés, más allá del campo de Carballo, que por el oeste dominaban la ciudad fuera de las murallas de la Pescadería. Elevada 60 metros sobre el nivel del mar, la colina se coronaba de molinos de viento. A Coruña toda, extramuros, coronaba sus cimas de molinos de viento y henchía sus vegas de vides. Dos aldeas próximas, Nelle y Outeiro, custodiaban el monte que tenía en su falda, en Vista Alegre, ermita y fuente. Santa Margarita lo cristianizaba. A partir de 1900, a medida que había crecido, A Coruña había incorporado sus parques. El jardín de San Carlos para la Ciudad Alta. Los jardines de Méndez Núñez para la Pescadería que la burguesía había hecho suya. Las plazas-jardín para los Ensanches una vez ultrapasada por la ciudad, sus murallas. Pero A Coruña ya era mucho más que la ciudad continua. Su alfoz había incorporado extramuros arrabales residenciales y en él se habían instalado algunas industrias de enclave. Entre ellas la Real Fábrica de Tabacos en el lugar de A Palloza. La Fábrica de Tabacos empleaba en 1900 a más de 4.000 trabajadores, en su mayoría mujeres, que desde la ciudad y la periferia tenían que acceder diariamente a su puesto de trabajo. La presencia de la Fábrica de Tabacos y otras industrias de implantación posterior como la Fábrica de Cerillas, situada al final del Camino Nuevo (actual Juan Flórez), determinaron la colonización a la vez espontánea y planificada del lugar de Nelle, ocupado mayoritariamente por familias de trabajadoras de las industrias coruñesas, que tenían en el entorno viviendas de alquiler o propiedad de bajo coste, próximas a su lugar de trabajo. En esta zona obrera se desarrollaron tipologías arquitectónicas singulares como la del Corralón en la que varias viviendas se abrían a un patio comunitario.

JOYAS DE LA NATURALEZA

Esta Coruña, densamente poblada, venida en gran medida del rural, encontró su espacio de ocio en el monte de Santa Margarita. La ciudad creó su parque antes de que éste existiera. En 1929 el Ayuntamiento coruñés adquirió los primeros terrenos del monte, con la intención de formalizar un parque público en aquel lugar ya frecuentado por los coruñeses. No obstante la limitación presupuestaria hizo que la urbanización del recinto, que se pretendía denominar parque Joaquín Costa, fuese demorándose. La idea no se retomaría hasta que en 1947, con Alfonso Molina Brandao en la alcaldía, se encargó al arquitecto Juan González Cebrián un proyecto de urbanización del parque. Según las palabras del autor constaría de “Parque Periférico, Parterre, Escalinata, Jardín del Molino y Jardín de los Estanques”. Todos estos elementos estaban articulados entre sí por ejes que presentaban un punto de partida común en el estanque de la parte más alta. El proyecto no llegó a realizarse por problemas económicos. El parque integró desde entonces diversos usos ya desaparecidos físicamente pero presentes en la memoria del lugar: un camping o la emisora móvil de Radio Nacional tuvieron cabida en él. En los cincuenta comenzó a construirse un palacete en la cima del monte del que sólo se terminó su estructura y que permanecería en este estado hasta que, mediados los ochenta, se remató para albergar la Casa de las Ciencias, según proyecto del arquitecto Felipe Peña encargado por la alcaldía de Francisco Vázquez. La ciudad ya había integrado el parque en su tejido urbano, delimitándolo por la avenida de Finisterre, la ronda de Nelle y el grupo de viviendas Juan Canalejo, y cerrando sus heridas con la construcción, en la vieja cantera al norte, de un equipamiento público, polémico en cuanto a su calidad arquitectónica, el Palacio de la Ópera, sede de la Orquesta Sinfónica de Galicia. La música concluía la apropiación urbana. English translation on page 93 77


JOYAS DE LA EDUCACIÓN

Gay de Liébana, el turismo como motor

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n broche de oro para tantos años de esfuerzo. Así describió José María Fernández, director de Jael, la conferencia del economista José María Gay de Liébana en uno de los actos del fin de curso del Centro Superior de Hostelería de Galicia. El profesor de la Universidad de Barcelona habló sobre ‘El sector hostelero: motor de impulso de la economía española’ en una jornada apadrinada por Jael y TAG Heuer, en la que se entregó el premio al mejor alumno de la promoción. La premiada fue Laura Piteira, quien, a juicio de sus profesores (que hicieron la preselección de aspirantes)

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y compañeros (encargados de la votación final), es quien mejor representa los valores de esfuerzo, emprendimiento, solidaridad, iniciativa, liderazgo e integración que promueve el CSHG. Jael y TAG Heuer donaron para la ocasión un reloj Formula 1 unisex, de inspiración deportiva y casual, valorado en 1.000 euros. Las amenas, divertidas y a la vez profundas reflexiones de Gay de Liébana fueron las auténticas protagonistas de la jornada. El economista trazó un mapa sintético del estado de la economía mundial e identificó para los alumnos los países más interesantes a la hora de atraer turistas a Galicia y España.


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TEXTO: MARTIÑO SUÁREZ  FOTOGRAFÍA: CH. BAUM / KAY ROXBY

LA PIEDRA DEL DESTINO ¿

Y si parte del simbolismo de la corona británica descansase sobre una piedra… coruñesa? La leyenda dice que la Piedra del Destino, en la que han sido coronados los reyes de Inglaterra (y ahora del Reino Unido) desde hace 800 años, pasó por la antigua Brigantium en uno de los giros de su peregrinaje. Todo lo que remite a este trozo de arenisca está envuelto en la bruma de la suposición. La que se supone pieza original se conserva en el castillo de Edimburgo y pesa 152 kilogramos. Durante la Edad Media fue el símbolo de la soberanía de Escocia y sobre ella se coronaban los reyes del país, en la colina de Mott Hill en Scone. Pero en el siglo XIII, con la anexión a Inglaterra, Eduardo I se la llevó a Londres, donde se hizo construir un trono bajo el cual reposaba la Piedra del Destino. Estuvo en la abadía de Westminster hasta 1950, fecha en la cual unos estudiantes nacionalistas la robaron y la llevaron a Escocia; la devolvieron semanas más tarde, después de que el rey Jorge VI comunicara su tristeza por el hecho. En 1996, como gesto de buena voluntad, el gobierno británico la devolvió a Escocia, con la promesa de que regresará a Inglaterra en cada coronación. Pero ¿qué tiene este trozo de roca que ver con A Coruña? Su procedencia mítica: según cuenta la leyenda, la Piedra del Destino era la almohada sobre la que Jacob se durmió y soñó con la escalera que llevaba hacia el Reino celestial; salió de Palestina para hacer paradas primero en Egipto y luego en A Coruña, de la mano de un héroe griego llamado Gaythelos o Goidel Glas. El británico Mark Guscin, residente en Galicia, recopila en su libro La piedra del destino (2006) varias leyendas según las cuales un descendiente de Gaythelos acabó conquistando Irlanda y llevándose la piedra primero allí y finalmente a Escocia, lo que recuerda otra historia coruñesa, la de Breogán y su hijo Ith. English translation on page 91 80


JOYAS DE LEYENDA

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Momentos Hublot en la historia de la Eurocopa Los paneles luminosos de Hublot que indican el tiempo añadido o el número de los jugadores cambiados son un clásico. La marca ha renovado su apuesta por el fútbol, iniciada en 2008, con el patrocinio de la Eurocopa 2016, que se celebra este mes de junio en Francia. Para la cita, ha encargado al fotógrafo Fred Merz una serie de imágenes de iconos futbolísticos que narran por sí mismos la historia reciente del deporte. Hublot y el balompié empezaron a caminar juntos en 2008, cuando la firma patrocinó la Eurocopa, de grato recuerdo para la selección española, ganadora del torneo. En 2010 se convirtió en la primera cronometradora oficial de la FIFA y en estandarte del Mundial de Brasil, una relación que continuará al menos hasta la Copa del Mundo de 2018, en Rusia. Los famosos paneles con su logo se pueden ver en los partidos de la Champions League y la Europa League, dado que Hublot colabora también con la UEFA. Además, se ha asociado y ha elaborado relojes específicos para la Juventus, el PSG, el Bayern o el Chelsea.

Con motivo de la Eurocopa, la empresa suiza ha reunido en torno al objetivo del prestigioso fotógrafo Fred Merz a iconos futbolísticos como Nicola Rizzoli, Roy Hodgson, Fernando Hierro, Xherdan Shaquiri, Karl-Heinz Rummenige, Luis Figo, Rio Ferdinand, Lukas Podolski, David Trezeguet y José Mourinho. Cada uno ha elegido su momento especial en una Eurocopa, y realmente hay algunos que se han quedado en la retina de los aficionados al deporte. Rizzoli, árbitro internacional, recuerda por ejemplo su primer partido en la competición, un tenso Inglaterra-Francia. Por su parte, Hierro, ex jugador del Real Madrid y de la selección española, recuerda, por supuesto, la victoria de España en la Euro 2008. Rummenige, un delantero de leyenda, rememora cómo ganó con Alemania la Eurocopa de 1980; y Figo, su participación con la selección de Portugal en el torneo que se celebró en su país, en 2004. Trezeguet, su gol para la victoria francesa en la Euro de 2000. Para José Mourinho, su momento está todavía por llegar.

Futbolistas, entrenadores y árbitros comparten con la marca sus grandes momentos en la competición continental 82


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JOYAS DEL DEPORTE

máxima implicación en el torneo viravolta E

l Club Viravolta organizó el 9 de abril la tercera edición del Torneo Viravolta Santiago de gimnasia rítmica, que un año más contó con el patrocinio de Jael Joyería. La cita reunió a más de 400 deportistas de toda Galicia con edades entre los 4 y los 22 años. La ex internacional Marta Bobo, referencia de la rítmica española, estuvo presente como integrante del jurado.

Viravolta logró en este 2016 batir su récord de participación. El año pasado, 350 atletas habían acudido a este torneo, ya un referente autonómico en una disciplina en auge. Las competiciones se llevaron a cabo durante todo el sábado en el Pabellón de Santa Isabel con la presencia de numeroso público y de las familias de las gimnastas participantes. El torneo contó en esta edición, además, con un componente solidario: la recaudación se destinó a apoyar las actividades de la Fundación Andrea de ayuda a los niños con enfermedades crónicas o de larga duración y sus familias. Entre las acciones de la Fundación destaca la dulcificación de espacios hospitalarios habitualmente utilizados por niños y la ayuda a familiares para alojarse durante el periodo de ingreso de los pequeños.

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JOYAS DEL DEPORTE

Trofeo Jael en el Real Club Tenis Coruña M

ás de 250 jugadores de todas las categorías se reunieron a finales de junio en el Real Club Tenis Coruña para disputar el Torneo Jael Joyería. Pablo Otero y Celia Montero fueron los vencedores finales en la categoría absoluta individual. El Real Club Tenis Coruña se encuentra inmerso en la celebración de su 50 aniversario, una fecha redonda que, además, le ha traído novedades gratas. Desde este año, la Casa del Rey lo ha autorizado a utilizar el adjetivo “Real” en su nombre oficial y, además, acaba de estrenar varias pistas de tierra batida en sus instalaciones de O Seixal (Oleiros). El Torneo Jael volvió a demostrar la capacidad de convocatoria de este tipo de campeonatos: acudieron tenistas desde la categoría de benjamines hasta la de veteranos de más de 45 años para disputar partidos tanto en la modalidad individual como de dobles. Hubo también espacio para los deportistas aficionados y no federados. Entre los participantes se encontraban varios campeones de Galicia.

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JOYAS DEL DEPORTE

Trail y ciclismo de la mano de Suunto J

ael Joyería y la firma de relojes inteligentes Suunto han colaborado en los últimos meses con varios eventos deportivos en Compostela. El primero fue la etapa del circuito Trail Galaica de carreras campo a través, disputado en Ponte Maceira (Ames) con el apoyo del Real Aeroclub de Santiago. Alba Bahamonde Otero y David Pelísek fueron los vencedores de una prueba muy dura. Entre los participantes se sorteó un Suunto Core cedido por Jael.

La segunda cita en plenas fiestas compostelanas, fue el XVIII Trofeo da Ascensión, organizado por el Club Ciclista Compostelano a principios de mayo con victoria de José Manuel Gutiérrez, del club Rías Baixas.

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Por el Hudson con un Tudor en la muñeca Con más de 500 kilómetros de longitud, el río Hudson es el río de los contrastes: salvaje, aislado, rápido y peligroso en su curso alto; tranquilo, rodeado de población y, en consecuencia, amenazado en su tramo más cercano al mar. Con el apoyo de la marca relojera Tudor, el aventurero británico James Bowthorpe pudo experimentar ambos extremos el pasado otoño, descendiendo el cauce en una barca hecha exclusivamente con residuos recogidos en el propio río y procedentes de la megalópolis de Nueva York. Durante 8 días, Bowthorpe recogió deshechos de metal y plástico en las riberas neoyorkinas. Una vez ensamblado el bote, lo llevó al minúsculo lago Tear of the Clouds (“lágrima de las nubes”), considerado la primera fuente del Hudson, en las impenetrables montañas de Adirondack. En una época muy fría, se puso a prueba a sí mismo y al reloj Tudor North Flag con el que iba equipado. La singladura comenzó en octubre y finalizó poco después de Navidad. Bowthorpe, un experimentado aventurero que tiene entre sus hazañas el récord de la vuelta al mundo en bicicleta, atravesó paisajes helados y rápidos de aguas bravas, pero también tramos de navegación comercial que se encuentran

entre los más transitados del mundo. “La naturaleza, el hecho de estar expuesto ante la montaña y las temperaturas extremas son peligros que nunca se deben subestimar, pero, por otra parte, no hay nada más impredecible que la naturaleza humana”, apreció a su llegada. Remando ocho horas al día, apenas tuvo tiempo para descansar, puesto que tras cada jornada su barca tenía que ser reparada, en ocasiones con botellas de plástico abandonadas en el cauce. Bowthorpe utilizó con profusión todas las capacidades del Tudor North Flag, un reloj-herramienta diseñado para resistir en las condiciones más extremas. Su precisión está garantizada por la certificación del Control Oficial Suizo de Cronómetros, y su caja es hermética a 100 metros, resistente al polvo y a los golpes. Además de utilizarlo para sincronizar tomas con el equipo de rodaje que lo acompañó (y que este año estrenará un documental sobre la aventura), el North Flag le fue útil para conocer su posición: “Mi padre me enseñó a navegar con un reloj cuando era adolescente, así que también lo usé para eso. Es evidente que un reloj no te dice dónde estás, pero puedes usar el sol y la aguja de la hora para saber en qué dirección te estás moviendo”.

Un aventurero británico recorre el río de Nueva York en una barca creada con residuos urbanos


James Bowthorpe se aprovechĂł de la polivalencia y la durabilidad de un North Flag para navegar en un bote reciclado desde el minĂşsculo lago Tear of the Clouds hasta el puerto neoyorquino


Memories of walled cities  Accustomed to the current appearance of Santiago de Compostela and A Coruña, it is hard to believe that two centuries ago they were still cities that were surrounded by stone walls, in its last period not as robust as might have been expected. And yet there were: some vestiges, more in case A Coruña than in Compostela, remind us of a past where war was experienced in the first line. Of the two cities, it is in A Coruña where these defensive elements endure the most, the majority concentrated in the maritime facade. It is easy to follow the maritime part of the wall, corresponding to the so-called sea gates. This area is well maintained, despite the fact that the successive fillings that gave rise to the Solana leave them dozens of metres away from the sea. The so called Bastion of San Carlos should be mentioned, on which we find the garden of the same name, part of the ancient fortress of the city. Between the promenade and the Solana sports complex, down some stairs, we come to the ‘Puerta de la Cruz’ and ‘Puerta del Clavo’, dating back to 1676, and opposite the Military Hospital, that of San Miguel. The outline of the wall can be followed up to the Real Maestranza Gardens and is lost in the interior of the old town, although the toponymy it transports us to yesteryear: the street of the Puerta de Aires, in the area of the Colegiata de Santa Maria Church and Puerta Real, the main entrance, next to Maria Pita.

(pages 6-11)

The “other” wall that A Coruña had is easier to pass unnoticed, yet in its time it was a strategic one for the defence of the square and the scene of bloody battles. The wall of the Pescadería protected and separated the district of the same name (inhabited by workers, sailors and traders, compared to the nobility, concentrated in the Old City) from the rest of the mainland, crossing from one side to the other of the isthmus in A Coruña. Imagine its relatively simple outline: it roughly occupied the strip of land where today we find calle Juana de Vega. One of its ends was in the current gardens of La Rosaleda, where there was a fort, the Malvecín, and a battery of guns; the other end is the only thing that remains of the infrastructure. This is the so-called ‘Coraza del Orzán’ or Caramanchón wall. It is currently integrated into the Promenade and divides the beaches of Riazor and Orzán, going out into the sea. The wall of Compostela is evident testimony both in the toponymy (Entrecercas, Entremuros, Porta Faxeira, Porta Mazarelos, Porta da Pena…) as well as in the own urban configuration. It is very easy to follow the old outline starting, for example in the Porta Faxeira, opposite the Alameda, and walking around the old town area. This enclosure, about two kilometres long and almond shaped, was the heir to the first fortification, located in the current surroundings of the Cathedral. The ‘Porta de Mazarelos’ is the largest remain standing.

THE FESTIVITIES OF THE APOSTLE

Visitors to Compostela in the month of July find a bustling city, prepared to celebrate the feasts of the day of Santiago; and with thousands of pilgrims who adapt the final stages to make their arrival coincide with the night of the 24th, as also used to happen in the Middle Ages. Because the festivities of the Apostle have been repeated on the 25th of July of each year since the 11th century, although this has not always been so. The calendar was another before the Hispanic liturgy was changed for the Roman one, when the celebration was commemorated on the 30th December. The conflict between the two dates for the same celebration was definitively settled in the 12th century. Little is known about how the day of the Apostle was celebrated in the Middle Ages, beyond the religious festivities and processions inside the Cathedral. But we do know of its great importance in subsequent centuries. It is easy to imagine in a city adorned and lit 90

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with candles, with bullfights, mock spears, bagpipe and hornpipe music and tournaments with knights. The great importance of the date for the entire kingdom is highlighted due to the fact it was a reference for many acts, offerings, miracles and acknowledgements, such as the celebration of the victory against the French by Alvaro de Bazán, Marquis of Santa Cruz, on 25th July 1544; or that it was the day chosen by Felipe II to marry in Winchester, shortly after having made a pilgrimage and taken communion in Compostela. The Plaza del Obradoiro welcomed the majority of the acts, although the equestrian competitions took place on the outskirts of the city, on the esplanade of San Caetano. The bullfights were also moved to the outskirts, to Santa Susana, which until 1802 had been celebrated in the Obradoiro, in a kind of portable bullring that was set up in the days prior to 24th July. The fireworks and fires on the night of 24th, which along with the giants and big-heads are the


most striking feature of current festivities, are documented since the 17th century. Structures that were placed in the square were known as the ‘burning of the castle’ and whose annual creation depended on the master builder of the Cathedral and that, with variations, have been maintained until now. The burning of the façade took over from the burning of the old castle, and from there to the incorporation of light and sound shows and projections on the Cathedral that have been shown around the world. Another traditional spectacle of the festivities of Compostela takes place on the same day 24th July but in the morning; this is the encounter of the Giants from the Cathedral and the municipal Big-heads in the squares and streets near the Cathedral. The Giants, which during the whole year slumber inertly in large wooden boxes in the rostrum of the basilica, come out triumphant each 24th July to the surprise of visitors. Although it is not known if any others existed previously, the Giants of Compostela have

been documented since 1660, when the sculptor Mateo de Prado was paid for the mould of eight of them to be prepared for the festivities of the Corpus. They continued to come out in the thirties of the 20th century, although now transferred to the festivities of the Apostle. The figures, which in other times must have been imposing, still surprise due to their height and scale. It is stated that they represent the pilgrims that arrive in Santiago de Compostela every year. The festivities of the Apostle are awaited throughout the year by those of Compostela, especially the youngest ones. But since 2013 no inhabitant of the city can avoid remembering the tragic train accident that occurred at the entrance to Santiago in the evening of July 24th. The people from Compostela are still shaken up when they remember that fatal night in which the Alvia cut short the lives of 79 people and completely changed those of the remaining 139 passengers. We dedicate an emotive remembrance from these pages to those people and their families.

XOAN SANTÍN AND THE GALICIAN GRAIL  The history of Xoan Santín, the peasant from Barxamaior that gave rise to one of the most beautiful miracles of the Camino de Santiago, goes back to the 14th century in O Cebreiro, a small village in the Galician mountains. It was produced on a dark and icy night, during some dark times for the whole of Europe, when people could hardly deal with the famines, social unrest, the Hundred Years War or the successive waves of the Black Plague. The snow covered not only the roads but also the houses, the monastery, the church and the hospital. And it is not difficult to imagine the peasant ascending in solitude and very slowly up the steep hills to go to Mass to the Pre-Romanesque temple of O Cebreiro, built in 836 by a group of Benedictine monks and watched over then by the monks from Aurillac. The priest celebrating the Mass, however, paid no attention to Xoan Santin’s effort and openly expressed his annoyance by the appearance of the peasant, who was so tired, only to see “a bit of bread and wine”, as narrated in the 17th century by Father Yepes. After the insult the Host immediately became flesh and the wine became boiling blood, to the stupefaction of the monk and the

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peasant; while the image of Santa Maria la Real, a 17th century Romanesque carving tilted her head in a sign of devotion for the miracle that had just been produced. The flesh and blood remain attached to the paten and the chalice, and this is how they remained, adored by the people of the site and many walkers, until Isabel the Catholic, after her pilgrimage to Santiago in 1486, donated two small rock crystal engraved vials so that the remains could be preserved and properly displayed in O Cebreiro. The story of what happened spread like wildfire throughout Europe and since then there has been no traveller or pilgrim who has not wanted to stop in the village to venerate the remains of the miracle and Santa Maria. The story does not end there. The miracle made the Sanctuary famous, transmitted by clerics and pilgrims; and popular Spanish ballads started to link the Galician Chalice with the Holy Grail of Arthurian literary tradition, according to which the grail of the famous Medieval epic poems, source of grace and divine power, could be found in the mountains of O Cebreiro. It is said that this same tradition was collected several centuries afterwards by Richard Wagner in his Parsifal opera. As a symbol, the chalice has formed the main part of the coat of arms of the Kingdom of Galicia since the Middle Ages. The monk and the peasant rest in the Church itself, in two tombs discovered after its renovation in 1962.

The stone of destiny  (pages 80-81) What if part of the symbolism of the respected British crown were to rest on a stone… from Coruña? Legend says that the Stone of Destiny, on which all the kings of England (and now the United Kingdom) have been crowned for the past 800 years, passed through ancient Brigantium in one of the changes in direction of its eventful pilgrimage. Everything that refers to this piece of red sandstone is wrapped in the mist of assumption. The supposed original piece is preserved in Edinburgh Castle and weighs 152 kg. During the Middle Ages it was the symbol of Scottish sovereignty and the kings of this country were crowned on it, on Mott Hill in Scone. But in the 13th century, with the annexation to England, Edward I took it to London, where he had a throne built under which the Stone of Destiny rested. It was in Westminster Abbey

until 1950, the date when some Nationalist students stole it and took it to Scotland; they returned it weeks later, after King George VI communicated his sadness because of the event. In 1996, as a gesture of goodwill, the British Government returned it to Scotland, with the promise that it would return to England for each coronation. But what has this piece of rock got to do with A Coruña? Its mythical origin: according to legend, the Stone of Destiny was the pillow on which Jacob slept and dreamt of the ladder leading up to the Kingdom of Heaven; he left Palestine to stop first in Egypt and then in A Coruña, by the hand of a Greek hero called Gaythelos or Goidel Glas. The British writer Mark Guscin, resident in Galicia, includes several legends in his book The Stone of Destiny, history and legend (2006) according to which a descendant of Gaythelos ended up conquering Ireland and taking the stone there first and finally to Scotland, which reminds us of another story from Coruña, that of Breogan and his son Ith. 91


PARKS

La Alameda and la Herradura (pages 14-15) The parish church of Santa Susana, with its first stonework dating backing to the Romanesque period, up there on high and bordered by a leafy ‘carballeira’, should be identified as the very beginning that gave rise over the course of time to this area outside Compostela, due to having to gain access to it. At the beginning of the 18th century the chapel of Pilar was built in a place that was nearby and integrated into this same parish. This would mean that, especially in the following century, the intervening vegetation between the then Porta Faxeira and this new temple had to be sorted out. This was how this recreational site in Santiago was formed, which is today known as the Alameda and before as the Campo de Susana. Meanwhile the hill immediately next to it was surrounded by another walk which, because of its shape, would be called la Herradura (horseshoe). And it is once again the readiness of the church of Santa Susana that would provide, with regards to its façade, a primary condition to the back of this walk that, through a small staircase, takes us to the ancient sacred place that crowns it all. Also here, in that levelled area, a viewpoint, which from the mid-twentieth century protrudes over the current Campus Vida, formerly known as the “Residence” due to the university colleges that, already in the first half of the past century, granted that place a particular function and the enlarged this southern region. The vegetation, with native and some exotic species, dominates everything. The chestnuts from the Indias cover us when our walk leads us to Paseo de los Leones, which is the part of the Herradura that offers the best views of the city as a whole. And there are some hundred year old eucalyptus trees there; and our attention is drawn to the fact that it is surrounded by benches, providing a privileged corner of this monumental, sacred but also (and why not) secular city. The water also gives character to this space; it is in its ponds and fountains, as an almost inseparable and significant part of that which this land generously offers. A garden of poets (pages 22-23) San Carlos was built on the few vestiges of the Old Fortress of A Coruña. Built outside the city walls in the 14th century (there are those who date it as earlier), the evolution of the artillery left it obsolete, like so many castles. In the 17th century it was already a relic of past times and its main tower was used to store gunpowder. On 3rd April 1658, owing to an oversight during some works, the tower was blown up, taking with it a good part of the old Convent of San Francisco and between 100 and 200 lives. The genealogist José Francisco Saavedra Rodriguez narrates in the Brigantine Yearbook that little trace was left of the soldiers who guarded the site: “Among the dead was Don Domingo de Castro, of whom only a leg was found, which was buried with all solemnity in the Church of Santiago". It was abandoned for many years; a garden was planned for the site while the Captain General of Galicia was Carlos Francisco de Croix in the 17th century. Its current appearance is already of the 92

19th century, and revolves around the memory of Sir John Moore, the hero of the great battle of A Coruña (with permission of that of where the residents freed it from Drake and his soldiers). Moore bled to death in January 1809 after having been shot in Elviña while trying to curb the French army of Marshal Soult to allow the English troops to embark with destination to their homeland. His tomb, surrounded by the remains of artillery, presides over the site, full of references to the battle, like a plaque with words that the victor of Waterloo, the Duke of Wellington, devoted to the episode: “Spaniards: dedicate yourselves to imitating the inimitable Galicians”. A viewpoint offers a window into the vibrant reality of A Coruña, with views over the harbour and the modern city. The picture window is flanked by verses of Charles Wolfe and Rosalia de Castro, two eminently romantic poets who saw in Moore an example of a nineteenth century hero, who was passionate, decided and, yes, had a tragic ending. There is also a plaque on its walls that remembers other Britons, the 172 sailors killed in the shipwreck of HMS Serpent, which occurred in Camariñas in 1890. The park of miracles (pages 36-37) Belvís is one of the most central parks in Compostela but it is not among the most well-known or most visited by tourists. The renovation completed in the 2007 maintains part of the anarchic nature of the area, where the kitchen gardens of the convent with the same name coexisted, situated high on the hill; roads that communicated the old city with the villages to the west; and industrial areas of the era in which Galicia introduced more harm than good into modernity. The most characteristic buildings inside the park are from this period, which can be accessed either through the steep Rua das Trompas, virtually from the Food Market; or through the upper area, next to the convent or the Minor Seminary; or through some half hidden steps between the motley urban layout of San Pedro neighbourhood. The tanneries that more than a century ago gave an unhealthy atmosphere to the area have been renovated, but it is still easy to detect traces of the past. At the end of 18th century a man from Salamanca, Manuel Hidobro, started the activity in the area, and a few years later sold the company to Santiago Harguindey, whose family would maintain the business and become one of the most prominent businesses in Compostela during the 19th century. The tannery closed at the beginning of the 20th century, but the building was converted into a lemonade factory. With the new century the large house which was in ruins, was acquired by the Town Hall and converted into what it is today: the Environmental Interpretation Centre of Santiago de Compostela, a place from which to learn about the different green areas of the capital of Galicia. It is not the only vestige of this activity in the area. Further down, just where Rúa das Trompas enters the park, we can still see the walls of the first tannery opened in Santiago by individuals, and it dates from 1783. Two enormous religious buildings preside over Belvis Park. One is the Minor Seminary, built in the middle of the 20th century. The


oldest is the convent of the Dominican nuns, dating back to the 14th century but with a construction that is basically Baroque and which has a legend like those that are obligatory for those who want to know about Santiago de Compostela. It seems that in the 17th century, with the construction of a new chapel, the statue of a Virgin was transferred there and which had always been kept at the gatehouse from times immemorial. That same night, and all the subsequent ones, the gatehouse radiated an incredible intense light, which the nuns interpreted as a sign that the statue wanted to continue in its original location. A look at the contemporary city (pages 46-47) Two elements which are ignored even avoided and badmouthed by the historic city, which are incorporated in the project of the contemporary city, are revealed in the Monte de San Pedro of A Coruña. While a former area for dumping rubbish, with a dramatic story in its interior, was regenerated as a recreation area in the neighbouring park of Bens, obsolete military installations erected to counteract marine and aerial attacks were transformed into the most recognisable heritage feature in the new lung of the city, also providing an unparalleled viewpoint from it. The two Vickers cannons 381/45, erected as part of the Coastal Defence Plan signed by Primo de Rivera and completed during the Second Republic, accompanied by loading chambers, command post, machine rooms, warehouses and auxiliary buildings, tell us of of the importance that the Gulf of Artabro held in global geopolitics during decades. It is no longer the plan of the houses and the immediate walls, but that of the firing sectors on the sea, covering arches close to the forty kilometres, which remind us of the history of the city within a world order. San Pedro Park was inaugurated in June 1999, and included the area of the already demilitarised old coastal batteries. Two years later, Bens Park was opened. Both green areas bring the city into the new century and symbolise the recovery of marginal and abandoned spaces so as to be used for citizen enjoyment. In its interior, the cannons remain as new monuments: the colossal machines engineered for war, so precise that they rarely had to be used, as milestones in the landscape. At their side, the brutal bunker architecture, with its stark concrete, coexists in the present day with other recent and playful elements, between mazes and spheres. Aqueduct of Compostela (pages 62-63) Pilgrims from all corners of Western Europe began arriving in Santiago de Compostela at the end of the 11th century, followed by merchants attracted by the possibility of business offered by a city that was the target of international pilgrimages. Its residents at that time did not enjoy piped water directly into their homes and therefore had to obtain it from public sources. The pilgrims, for their part, had to buy it from the innkeepers that sold it at a high price, and their ability to give offerings to the Apostle was therefore reduced. Given the obvious lack of urban infrastructure services, and with the intention of transforming the city of Santiago into a new Rome, in the 12th century, Diego Gelmirez ordered the construction of a water supply network, alleviating the problems that were presented to pilgrims, residents and monastic communities, such as the San Martin. It was in this way that the water infrastructure, which affected a large part of the city, was overcome and of which we are aware thanks to the History of Santiago de Compostela and Book V of the Codex Calixtinus. In Ponte Mantible Park, today located between the neighbourhoods of Vite and Guadeloupe, in the vicinity of Pablo Iglesias Park, was where these underground channels began. The three arches of the aqueduct that served the water from the

spring of Fonte Branca, in Monte de Dios, can still be seen today. This aqueduct and the underground pipes supplied water to the two main catch basins of the medieval city, which are located in the Plaza del Campo, the most populous, and in the plaza of San Miguel dos Agros, a temple then known as San Miguel de la Cisterna. Gelmírez commissioned this work, which was particularly complicated and costly, to Canon Treasurer Bernardo, who ordered an old aqueduct from the beginning of the 10th century to be rebuilt, possibly from the time of bishop Sisnando I (879922). From this deposit the torrent ran through wood pipes, reinforced with iron clamps and lead plates, pouring part of its flow into the cloister of the monastery of San Martin and the Fuente del Paraiso, located at the northern entrance to the Basilica of Compostela and whose beautiful cup can today be seen in the cloister. The 5th Book of the Calixtino called Fons Mirabilis alluding to the excellent quality of the eater that was “sweet, nutritious, healthy, clear, very good, warm in winter and cool in summer” and from whose flow families or institutions with sufficient financial resources to pay for the cost of the connection could benefit. The works for sanitation and water supply that the enlightened culture would be concerned about centuries later have their decisive impulse due to the mammoth task of this medieval prelate, the first archbishop of the See of Compostela and great promoter of the cult of St James and pilgrimages. A hill of a Coruña made into a park (pages 76-77) Before it was part of the city, the hill of Santa Margarita was in the suburbs in the 19th century. One of the original hills beyond the isthmus of Coruña, beyond the field of Carballo, which on the west, dominated the city outside the walls of the Pescadería. Being 60 metres above sea level, the hill was crowned with windmills. All of A Coruña, outside its walls, was crowned with windmills on its hills, and in its meadows were the vines. The landscape generated by a culture that fed the city. Two closest villages, Nelle and Outeiro guarded the hill that they had at their foothills, in Vista Alegre, the hermitage and fountain. Santa Margarita made it Christian. From 1900, as A Coruña grew, its parks were incorporated. The Garden of San Carlos for the High City, the medieval city. The gardens of Méndez Núñez for the Pescadería, which the bourgeoisie had endorsed. The squares-gardens for the Ensanchas once the wall had been passed. This densely populated Coruña, which to a large extent came from a rural background, found its garden, its leisure area in the nearby hill of Santa Margarita. The city created its park before this existed. In 1929 the Town Hall of A Coruña purchased the first land of the hill, with the intention of setting up a public park in that place which was already visited by the people of Coruña. However budgetary limitations made that the urbanisation of the enclosure, which was intended to be called Joaquin Costa Park, was delayed. The idea was not resumed until 1947 with Alfonso Molina Brandao as the mayor; he commissioned the architect Juan Gonzalez Cebrián to design an urbanisation of the park. The project was not carried out due to economic problems. The park has since then had various uses that have already physically disappeared but that are present in the memory of the place: a camp-site or the mobile station of National Radio. At the beginning of the fifties of the last century a little palace started to be built at the top of the hill and only its structure was completed; it would remain in this state until the mideighties, when it was finished to house the House of the Sciences. It was finished with public facilities, controversial with regards to their architectural quality, which were the Opera House, the permanent headquarters of the Symphonic Orchestra of Galicia. 93


FOTOGRAFÍA: ALICIA D. SANISIDRO

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PROPUESTAS

HANDICAP CERO, UNA REFERENCIA DE LA MODA EN A CORUÑA Desde sus inicios en 1975, la familia Romeo se dedica al mundo de la moda con experiencia a nivel internacional. Beatriz Romeo, formada en Paris y Milán es la artífice de la tienda Handicap cero situada en el centro neurálgico de A Coruña, en la calle Payo Gómez 16, entre la Plaza de Lugo y la Plaza de Pontevedra. El local tiene como vecino al Museo Picasso, donde el maestro pintor vivió y se formó en el mundo del arte. En este espacio de 400 m2, diferenciados en dos plantas hombre y mujer, se pueden encontrar las selecciones mas exigentes y vanguardistas de las mejores firmas de moda a nivel internacional, DSquared2, Jimmy Choo, Marc Jacobs, Carven, Church’s, Ermenegildo Zegna, Nº21, Erika Cavallini, Drome, Santoni, Current Elliott, Armani, Incotex… Una mezcla de firmas históricas con nuevos talentos que se imponen en la actualidad en este mundo tan creativo de la moda. Para Beatriz, una de las prioridades es “el esfuerzo que realizamos por alcanzar el éxito de nuestros clientes en todos y cada uno de sus eventos. Para ello nuestra amplia selección de calzado, complementos, sastrería a medida, ceremonia y sport nos permite ofrecer asesoramiento personalizado, lo cual nos diferencia y otorga el privilegio de contar con clientes tan fieles como exigentes”. www.handicapceromoda.com

ADOLFO ENRÍQUEZ, MULTIPREMIADO Una simple ojeada a la lista de premiados de los prestigiosos Moscow International Foto Awards sirve para constatar una cosa: Adolfo Enríquez, fotógrafo de Jael Joyas de Galicia desde su inicio, ha arrasado en la edición de 2016. Un primer premio en la categoría de arte, dos terceros en las de eventos y naturaleza y siete menciones honoríficas en categorías tan diversas como las de bodas, niños, retrato o paisaje premian el trabajo de Enríquez, que este año también se vio reconocido en certámenes internacionales en Los Ángeles, Siena o en el Prix de la Photographie de Paris por trabajos hechos casi al 100% en Galicia. www.adolfoenriquez.com 97


25 AÑOS DE LA SINFÓNICA DE GALICIA La Orquesta Sinfónica de Galicia, con base en el Palacio de la Ópera de A Coruña, cumple un cuarto de siglo. Para celebrarlo, el curso 2016-2017 será especial. Destaca en la programación todo un reto: la interpretación del ciclo sinfónico más famoso de la historia, compuesto por las nueve sinfonías de Beethoven, que sonarán a lo largo de los 36 conciertos de abono. Dos conciertos extraordinarios, ya en el próximo mes de mayo, homenajearán a los 1.700 abonados. Además de la incorporación de grandes directores como Eliahu Inbal, Leif Segerstam, o Ginovanni Antonini, compartirán escenario con los músicos de la OSG solistas de renombre como las pianistas Maria João Pires y Elisso Virsaladze, los pianistas Julien Brocal, Nelson Freire, Francesco Piemontesi o Horacio Lavandera; violinistas como Ilya Gringolts, Frank Peter Zimmermann, Vadim Gluzman e Isabelle Faust, el violonchelista Asier Polo y la contrabajista coruñesa Uxía Martínez Botana. www.sinfonicadegalicia.com

MIEL DE ALTA MONTAÑA

MODA GALLEGA EN EL GAIÁS

Seis hermanos conforman el núcleo de la empresa Sovoral, una marca dedicada a dar a conocer el “oro gallego”: la miel, producida por abejas del Macizo Central ourensano, lejos de la contaminación y a más de 1.000 metros de altitud. Las colmenas se encuentran en los municipios de Laza, Cualedro y Castrelo do Val, entre robles y castaños, y de ellas se extrae una miel espesa, sabrosa, como la de antes. Sovoral vende además combinados de miel con nueces, avellanas o almendras, tanto a través de su página web como en puntos de venta seleccionados.

Si existe una actividad por la que Galicia es conocida internacionalmente, esa es la moda. El Museo Centro Gaiás de la Cidade da Cultura de Galicia, en Compostela, acoge hasta el próximo 11 de septiembre una exposición titulada Con-Fío en Galicia y dedicada a explorar este fenómeno desde sus diversas vertientes. Por un lado, se hace un repaso histórico que transporta al visitante desde el el Paleolítico hasta las últimas creaciones del grupo Inditex, a través de piezas antiguas y actuales. Por otra, la muestra remarca la importancia económica del sector textil, que supone el 6,5% de la riqueza de la Comunidad y da empleo a 13.000 personas. En este apartado se pueden reseñan, por ejemplo las primeras máquinas Refrey fabricadas en Galicia; las camisas Dalí, que no necesitaban planchado; o las historias de éxito de Adolfo Domínguez o Amancio Ortega.

www.sovoral.com

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