COMENTARIO
En el pasado los científicos afirmarían que unos cambios aleatorios en la secuencia de bases que beneficiaban al progenitor eran los únicos que lo ayudaban a sobrevivir y reproducirse y, con ello, evolucionar. Dichos genes pasarían a su descendencia de generación en generación. Sin embargo en la actualidad, se ha descubierto un nuevo mecanismo de herencia que involucra la desactivación de genes en respuesta al entorno u otros factores externos. Es un fenómeno al cual llaman epigenética. Las investigaciones y descubrimientos de Antony M. Jose, Sindhuja Devanapally y Snusha Ravikumar, exponen un mecanismo por el cual el progenitor transfiere genes desactivados o silenciados a su descendencia. Esto podría ayudar a entender más acerca de la evolución animal y como es algunas especies han utilizado este método para mantener su población y evolucionar, como es el caso del gusano Caenorhabditis elegans el cual fue examinado por los científicos, quienes hicieron que células nerviosas produjeran moléculas de ARN de doble hebra orientadas a un gen específico.
Este ARN de doble hebra puede desactivar genes cuando su secuencia coincide con la sección correspondiente del ADN de una célula y además descubrieron que puede viajar de las células corporales a células germinales y silenciar genes dentro de estas. Los avances nos han demostrado que el ARN ya no es solo el simple mensajero del ADN sino también un elemento fundamental en la herencia epigenética y la evolución. Sabemos que hay elementos externos o epigenéticos que interfieren en la expresión de los genes. Esto significa que existen sucesos a nivel biomolecular que no tienen nada que ver con el ADN en sí, pero que también codifican las características hereditarias. Los experimentos de los científicos con el gusano nos pueden dar una visión más extensa sobre como ocurre la evolución y con ello entender diferentes procesos que se llevan a cabo para mantener su población y sobrevivir.