Me lo contaron mis abuelos

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Hace pocos años, mi abuela Pili trabajaba en el almacén de la fresa. A mi abuela le da mucho coraje decir su edad. Cuando terminó la jornada a las tres de la tarde, con mucho calor, ya camino de casa, se cruzó con una mujer que la paró, le preguntó por su edad y mi abuela, con mucha educación, le dijo ! ¡Adios, hasta luego! Y siguió us camino. Nora Iglesias Albarrán


Esta es la historia de mi abuela. Mi abuela Dolores vivía en una casita en el Rocío. Ella vivía con sus padres y sus hermanos. Como antes no había colegio, todas las mañanas se iba con sus hermanos al parque. Algunas tardes un maestro venía a enseñarles a leer y a escribir. Jugaba en la calle solos, con sus amigos, porque antes no había tanto tráfico y gentes malas como hoy en día. Rocío Cabrera Cabrera Bejarano.


Un día, cuando mi abuela era pequeña, pidió en una carta a los tres Reyes Magos que le trajeran un a muñeca y le trajeron una de cartón, al día siguiente ella estaba jugando con la muñeca y la metió en el agua para bañarla y se deshizo porque era de cartón, y mi abuela se quedó sin muñeca.

Tanya Mª Sardin Sardinh dinha


Mi abuelo ha sido un policía en Barcelona, de los que perseguían a los ladrones, todavía era muy joven. Tenía porra, pistola y esposas y una gorra para que cuando llueva no se moje la cabeza y no se empape. Y esta es la historia de mi abuelo cuando era policía. Iván Acosta


Mi abuelo Juan es de Rociana del Condado, se enamoró de mi abuela Esperanza, que es de Almonte y siempre han vivido en este pueblo. Tuvieron tres hijos, mi padre Juan y mis tíos Carlos y maría del Rocío. Mi abuelo Antonio y Frasquita son de Almonte, vivieron en una casa de campo, cerca de El Rocío, tuvieron seis hijos, mi madre Isabel, y mis tíos Curro, Josefi, Antoñi, Mari y Antonio. Juan José Martín Rodríguez Rodríguez


Era una tarde de Abril y mis abuelos paternos fueron a Sevilla a la Plaza de la Maestranza, a ver una corrida de toros. Fueron con mi padre y mi tía, ellos eran pequeños. Pasaron los cuatro una tarde muy divertida. Uno de los toreros era Curro Romero que tuvo una tarde muy buena, cortó oreja y rabo y saludaba a toda la plaza y el público aplaudía y sacaban pañuelos blancos. Victoria Fernández


Una tarde, mi abuelo iba caminando hacia el campo, y vio algo que se movió en la conejera, se acercó para ver lo que pasaba y vio que faltaban conejos, cunado se volvió, vio a una serpiente y la mató y entonces comprobó que la serpiente se había comido a todos los conejitos chiquetitos, le abrió la barriga y le sacó los conejitos. Florida Rodríguez


Mi

abuela

Enriqueta

estudió

el

Bachiller

y

Magisterio en el colegio de las monjas de Trigueros, que era el pueblo de su madre. Estaba interna y sólo venía a casa en verano de vacaciones. Ella cuenta que estaba muy bien allí, aunque echaba de menos a sus padres y me cuenta que se ponía triste y lloraba cuando oía el tamboril y ella no iba al Rocío. Pedro A. Martín Peláez


Cuando mi abuelo tenía 12 años, vivía con sus padres en el campo y sus hermanos. Una de las cosas que más le gustaba era montarse en un burro e irse con sus hermanos a recoger leña,

también

le

gustaba

ir

al

pueblo

para

comprar comida para la semana. Jugaban al escondite y se bañaba en los charcos. Esto sucedió en una finca llamada Vaqueriza. Mariló


Cuando mi abuelo tenía 12 años trabajaba con su padre ene l campo. Un buen día cuando terminaron de trabajar su padre lo mando a recoger el burro que estaba amarrado. Cuando soltó el burro, le dio un bocado en la mano y otro en el codo, y le dejó la cicatriz. Juan Manuel


Mi abuelo Antonio era cazador y tenía un perro en su cortijo que se llamaba Algarrobo. Un

año,

unos

zorros

se

querían

comer

las

gallinas, entonces mi abuelo dejó a Algarrobo suelto esa noche y cuando mi abuelo llegó al cortijo por la mañana, había una zorra en la puerta del cortijo. La había cazado Algarrobo. Lo más curioso es que en los siguientes cuatro días, todas las mañanas había otro zorro en la puerta del cortijo. ¡Qué gran perro tenía mi abuelo! Antonio Alejandro Sánchez


Mi abuelo se llama Juan y cuando era pequeño tenía diez años y se dedicaba a cuidar un rebaño de ovejas en el cortijo donde trabajaba su padre. Un día su madre lo mandó a llevar a su padre el almuerzo, era una cacerola llena de garbanzos. Iba mi abuelo despistado mirando los pajaritos y tropezó y

cayó la cacerola, derramando toda la

comida. Se puso muy nervioso, recogió todos los garbanzos del suelo y los volvió a echar en la olla.

Javier García Zambrano.


Mis

abuelos

no

son

de

Almonte,

son

de

la

provincia de Sevilla. Mi abuelo era guardia civil y lo mandaron a trabajar a este pueblo llamado Almonte, se trajo ami abuela y a sus hijos! mi papĂĄ y mi tito. Les gustĂł tanto este pueblo que se quedaron a vivir para siempre, a veces van a visitar su pueblo y a sus familiares. Les gusta mucho Almonte que ahora es mi pueblo. Rafael DĂ­az Bourre


Un día de verano, estábamos en el Rocío y mis abuelos salieron a dar una vuelta en el coche y al ratito de salir, llamaron a mi padre porque se habían quedado atascado y fuimos en mi coche y lo salvamos. Diego Medina


A mi abuelos le gusta mucho viajar, el último viaje que han hecho ha sido a Gibraltar. Cuando hicieron un descanso para comer un bocadillo, un monito de los que allí hay le quitó el bocadillo sin que ellos se dieran cuenta. Aunque los dejó sin comer, me dijeron que se lo habían pasado muy bien y además me trajeron un regalo de allí. Paula Palma Pérez


Mis abuelos paternos emigraron hace muchos años a Francia. Cuando llegaron tuvieron que coger un tren para que los llevara a Toulousse, que era su destino. Fueron tantas horas de viaje que a mi abuelo le entró ganas de ir al baño, le preguntó al revisor que donde estaba el baño, pero como no entendía el idioma, se hizo caca encima. José María de los Santos


Mis abuelos se casaron en 1967, fueron de viajes de novios a Gijón. Tuvieron dos hijos, uno de ellos es mi padre y el otro mi tío. Mis abuelos tuvieron su primer hijo al año de casarse que es mi padre. A los cinco años tuvieron su segundo hijo, mi tío y ahí se quedaron. Mis abuelos son los mejores. Carmen Trigueros Trigueros Ramos


El padre de mi padre iba a pescar los fines de semana y salió un pulpo vivo y se le lió en el pié y tuvieron que darle con un palo y se lo quitaron. El padre de mi madre tenía más de 300 libros en casa y ya se los había leído todos y hacía trueque con sus amigos. Antiguamente como no había biblioteca, hacían eso para leer más. Óscar Duque


Un día mi abuela fue a lavar al río la ropa y de repente

empezó

a

llover,

entonces

tuvo

que

recoger la ropa limpia y ponerla en la canasta y andar un kilómetro hacia casa. Cuando llegó se encontró a su hija malita y tuvo que llevarla al pueblo en un burro para que la viera un médico y se recuperó. Mi abuela le daba a mi madre muñecas de trapo porque entonces no había juguetes. Alberto Gabriel Ramírez.


Mis abuelos se llaman Luciano y Dolores. Tuvieron cinco

hijos.

Mi

abuela

tenía

una

tienda

de

alimento y mi abuelo trabajaba en el campo. Mi abuelo, al cabo de los años, emigró como mucha gente a Alemania . Allí trabajó en una fábrica y después se fue a Francia con 3 hijos y ahora se ha jubilado y yo lo quiero mucho. Lucía Cabrera.


Hace mucho tiempo, mis abuelos también fueron pequeños como lo soy yo ahora. Ellos me dicen que entonces no había luz y se alumbraban

con

una

candileja,

por

tanto,

tampoco había televisor y no podían ver los dibujos animados. Antonio Acosta Duque


Esta es la historia de mi abuela. Cuando mi abuela era pequeña, vivía en el campo porque su padre trabajaba allí y vivían muy tranquilos, porque no había temores ni miedo y también, porque el campo siempre ha sido tranquilo y muy bonito y silencioso. Allí tenían de todo, por eso podían vivir allí en el campo. Paula Cabrera Bejarano.


Mi gata

cuando estaba tranquila, se fue para

arriba un gato, la arañó y se puso a sangrar. Yo le cogí la patita, la lavé y le eché betadine, la vendé y cuando pasaron unos cuantos días, se curó. Mi gata un día parió cuatro gatitos, dos eran blancos, dos eran negros. Yo juego mucho con ellos y me lo paso muy bien. Lucía Laino


Mi abuela Nieves, un día fue a recoger la ropa y como había llovido mucho y estaba la azotea mojada, al entrar en el pasillo se resbaló y se cayó. Mi abuelo Rafael se puso malito por que mi abuela se había caído y mi tío lo llevó al hospital.

Cristina


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