Revista Río Negro 8

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REVISTARÍONEGRO

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REVISTA RÍONEGRO VIII Revista de Creación Artistica y Literaria Río Negro Año I - Nº VIII www.colectivorionegro.cl

Editorial: César Castillo Javier Flores Daniela Silva Diagramación: César Castillo Motivo de portada: “Diving at the Valley Baths” por State Library Queensland.

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“Sunday” por José Luis Flores.

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Ă?NDICE editorial

... 5

poesĂ­a

... 6

narrativa

... 14

la mente del fuego

... 19

traiciones

... 21

cronicas de la frontera ... 24 ensayo

... 31

creer es crear

... 34

participaron .. 36

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EDITORIAL Honestidad: Si hemos crecido, madurado o evolucionado, indicarlo es derecho de ustedes. En cuanto a nosotros como grupo de trabajo podemos decir que ante la consciencia del propio eterno vacío que conlleva a la búsqueda de la comunión con el otro, hemos cumplido con la labor de perseguir constantemente nuevas vías de acercamiento, sin reemplazar por eso la esencia de la constancia como base de nuestro trabajo. Esta es una confesión necesaria, amplia y de múltiples interpretaciones, pero también verídica que sentimos que nos redime como cualquier cotidiano rito, esta vez descubierto en un escenario en las últimas palabras después de la función que requiere del remate de una literalidad nacida del instinto del presente. Se las debemos por confiarnos sus trabajos, su tiempo y mucho más que desconocemos y que hemos atisbado con seriedad. Somos tipos simples y soñadores, que hemos dejado ciertos placeres de lado para entramar esto que es Río Negro; objetivos, los hay por supuesto, pero no tiene sentido hablar de ellos cuando hay una necesidad de primer orden para los creadores, la cual es la existencia de la recepción. Porque dicen que si un rayo golpea un viejo madero y nadie está para escuchar su grito, no se oirá el peso de su cuerpo aclamando sobre la tierra; con esto no queremos decir que somos los únicos y los imprescindibles para el encuentro de los unos y los otros, de los subterráneos con los iluminados, o los refugiados con los que sienten en el pecho la fiebre del grito por la libertad, o que no queremos escuchar jamás las historias de los encuentros que los autores han tenido en su vida íntima que han marcado la dirección de su creación artística y por consecuencia sus vidas, de hecho, sí las queremos escuchar, queremos y necesitamos para crecer, todo lo que el autor nos acepte entregar de sí, su creación y su nebulosa, sus experiencias y con ellas, su razón y su ira. Porque la verdad, siendo honestos, es de la fuerza de la inquietud a veces amarga de todos nosotros de donde ha nacido este proyecto. El fin de la Contracorriente no como una herida, sino como cierta sabiduría callejera que llamamos arte. Es que esa es la forma más honesta que podemos definir el arte en este incendiario presente: Aún queda tiempo para salvar aquello que queremos, aún queda tiempo para aprender a mirarnos a los ojos. Equipo Río Negro.

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“Mirando Angeles electricos” por Leo Lobos.

POESÍA

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Anexos

Por Antonia Galdames Markusovic

Plumada Cómo diferenciar lo que en este momento escribo del papel en el cual escribo, de la pluma con que escribo, de mi puño quien escribe, de mi brazo que está escrito, de mi mente que me escribe, de mis años sobrescritos, de todo el universo subrayado, aposentado, descripto. Cómo diferenciarlo del último y final borrón...

Por Juan Disante

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“Pinturas” por Leo Lobos.

Pétalo de rosa En el suelo quedo Resultado de mis oídos Suspiro limeño de mis lamentos Pedazo de carne que negué Ojos de gato Petición de un orados Cartas al director Lluvia de ideas Franca solución.


te vi partir

son los sueños que he olvidado los que me preocupan, no los que he cumplido ni los razonablemente desechados son los sueños que soñé antes del atardecer y que ahogan sus nombres entre mis deseos sueños esporádicos latentes en sueños no revelados en arcanos no fundidos con verdes anhelos me ocupo de mis fantasías con la misma sensatez pero a veces olvido lo que escribo y suelo acordarme de ti quizás mis sueños olvidados lleven tu nombre tal vez todo vuelva a ti como la primera vez que hablamos o cuando por última vez te vi partir puede que mis sueños sueñen espacios pero yo no soy el hacedor de espejos ni he sido aprendiz de mago sólo fui un sueño dentro mío que he perdido desde la última vez que te vi partir

Por Fernando Palacios Moreno

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Anoche Soñé Un Sueño

Anoche soñé un sueño que, podría decir sin asombro, ya no es sueño Quizás, un abecedario de ideas, en movimientos y sin aire que mas que acompañarme en sílabas silenciosas ya no mueven mis labios Quizás, una sombra que ya no es mas sombra Tal vez fue solo un sueño en medio del miedo que ya no es miedo

Nieve – uno

Por Leo Lobos.

Por Patricio Valdés García

Siempre libre Libre, libre y sin dirección. Vives respiras, inspiras, ¿sabías? No corres, caminas, respiras, observas y admiras. Sonríes, una y mil veces, nada es demasiado importante, ni nada demasiado invisible. ese encanto de ser tú mismo todo el tiempo, con una sombra larga que bordea tus pasos, excepcional, poco convencional y siempre libre, tú.

Por Catalina Lorca Cid 9

“White” por Tolka Rover

Para ver Nieve en la noche Debes cerrar tus ojos En su transparencia Radiante Verás entonces Con los ojos cerrados Una Vez más Nieve dentro de ti


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“B&W” por Nanagyei


15 Continúa la marcha hacia la conducta secreta, Continúa corriendo hacia el espacio correcto. Nadie atrás solo el recuerdo, Nadie atrás, Nadie acá puede seguir el paso indicado/ Hacia la falsa libertad. Camino hacia el silencio de la inocencia que perdí, Mamá, papá, nadie más está aquí. Todos ellos han quedado olvidados Y quizás aún sobre casa, donde los dejé. En donde olvidé. Y ahora en este momento El pasado no es más que sombra del presente Y mi futuro solo es la acción del pensamiento/ Que he estado dejando fluir por mis venas, Mientras vivo este presente. ¿Inconsecuente? Acción es lo que se inyecta dentro de mi cuerpo; Cuando me alejo más del punto desde/ El cual se comenzó a reconstruir la historia, Que un día se ahogo en el más recóndito de mi ser. Oscuro está aquí, ha venido a visitarme Y creo que tiene grandes intenciones. Quedarse junto a mí, Un buen acompañante/ Como él puede ser indispensable para lograr, Todo lo que me he propuesto durante el viaje. Un poco de compañía no humana Puede ayudarme a recordar mi existencia personal. Robusto se inclina, El pobre árbol sobre mis escamas, He cambiado, mi cuerpo lo ha hecho.

Por Hernán Caamaño

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Invierno En Temuco. Lejos de puertos Donde la arena no quema Las humeantes naves, varadas duermen En marea quieta. Los marineros bajan y a sus espaldas quema el viejo ron que llora desde los odres rotos. Me quedo en tu miedo al viento Porque sé que te asirás de mi Le ruego que no nos deje Para que no me sueltes. Mientras el jazmín sueña con la primavera E irrumpe en llanto al recordar su último beso ¿Tendrá dolor la luna, al ver que no la admiran? Cansado de levar anclas Y arrastrar su apego a las alcantarillas. No hay mareas, pues no hay lunas Sin embargo las náuseas sobreabundan Tras el humo colgante que los cocineros vierten. Poco importa si algún puerto espera, Nunca le faltaron pasajeros. Falange que no mengua, Así como los incesantes hilos que urden Techos y plazas. Tose fuerte, Puede que el vecino escuche, Obstruido valle, Obstruido infante que añora el sol. Puede que la luz te alumbre al menguar las velas Si aprendes a consolar la esperma que llora Hace ya días, desde el punto más alto del palo mayor, Si aprendes a llorar por ti mismo No con lágrimas prestadas, Que del Ñielol y este poema caen, Como grandes gotas de sangre. Donde humo hubo Amenazas quedan.

Por Luiz Suarez

“Rust Bloom” por Auntie P

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Aries Sos de marzo de esa manera angosta de palidecer el alma y mostrarla pura exacta de atardeceres tempranos bocas que se arman y desarman guerras que son y que no fueron. Mis venas van llenas de trenes desbordados de hemisferios que se abren a tu llegada perpendicular que crucifica el verde. El color nos encuentra amarillos de fiebre amontonada en las veredas y el tiempo calla me resucitas a otra estación los pasajeros se desprenden del cuerpo siempre es tierna la piel y el desenlace. El óxido me mancha el saco blanco y el andén a seguir es desencadenar el pecho plantarme la espina de tu mirada el desvío el ejercicio de la pérdida. Este árbol no muere de pie, solo resiste.

Por Mariana Garrido

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“Marcos� por Gregorio Alayon.

narrativa

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NO TEMAS POR LA CALLE Un hombre y una mujer caminan al atardecer por la callejuelas del casco antiguo. Él pasa de los sesenta, viste gabardina marrón clara y pantalones de pinzas. Ella debe tener algunos años menos, y aunque lo intenta, no consigue disimularlos del todo. Viste abrigo de piel negro y falda de tubo, y los tacones de aguja de sus zapatos golpean los adoquines mojados resonando como picotazos de pájaro carpintero sobre madera hueca. Giran una esquina y ambos se paran frente a un escaparate. Lo comentan y tras unos segundos reanudan la marcha. La ciudad brilla húmeda bajo las farolas recién encendidas. Llegan a una plaza donde los jóvenes se congregan en grupos dispersos. Se oyen gritos y risas mientras, de fondo, alguien toca los bongos.

ber gente que entre ahí a tomarse nada? -Pues imagínate que tipo de gente debe ser… Putas y drogatas, en esta calle no hay mas que bares de putas y drogatas… Pasan, con la cabeza agachada, junto a un camarero que se fuma un cigarro bajo la intermitente luz de neón de la entrada del pub en el que trabaja. El camarero los mira a ellos de arriba a bajo. Ellos lo miran a él de reojo. Cuando están a suficiente distancia, él observa: -En estos sitios solo trabajan sudacas… -A saber lo que servirán ahí dentro…

-Ahí, droga, seguro… La mayoría de estos sitios -Vamos, anda rápido, que este sitio no me gusta no son mas que tapaderas. Lo que no entiendo nada… es por qué la policía no hace nada al respecto. -Míralos, míralos, es lo único que saben hacer, Luego déjate el coche mal aparcado un segunbeber y fumar porros… do y verás que rápido se te lo lleva la grúa… Y a esta gentuza, nada, no les dicen dicen ni mú… Ahora andan deprisa; tanto, que cruzan la calle sin mirar a un lado y a otro y un coche esta -Calla, calla, que te van a oír. a punto de llevárselos por delante. Él pone la mano sobre el capó, como si eso bastara para Ahora se acercan a un grupo de personas que detenerlo. Y si, el coche se detiene, pero solo hablan en una lengua distinta a la de ellos. después de marcar la calzada con la goma de sus neumáticos. El sonido chirriante del frenazo -Tranquila, si aquí nadie nos entiende. No ves ha llamado la atención de otros transeúntes. El que son todos moros, negros y rumanos. conductor hace gestos desde detrás del volante. Él la agarra a ella por la cintura y la lleva hasta la -Parece mentira que estemos en España. seguridad de la acera de enfrente. Luego se gira y le hace un gesto airado al conductor para que -Así va el país. Esto cada vez da mas asco. siga su marcha. Giran a la derecha y comienzan a avanzar por -Van como locos… una calle mas ancha, donde multitud de vende-Y que lo digas, es increíble… ¿Y si se les cruza dores de baratijas han extendido mantas en el un chiquillo qué? suelo para mostrar y ofrecer sus productos a los -Calla, calla… Esto deberían hacerlo todo pea- viandantes. Ellos pasan de puntillas caminando tonal y así se acabarían los problemas. por el borde de la acera, manteniendo en todo momento la vista al frente para evitar siquieGiran a la izquierda y entran en una calle llena de ra cruzar sus miradas con las de los manteros, bares que comienzan a desperezarse abriendo quienes no dudan en abalanzarse sobre cualsus puertas. Es sábado y todos se han prepara- quier peatón que aminora su marcha y muesdo para la larga noche que se avecina. tra un mínimo de curiosidad por los objetos que venden. -Fíjate, menudo antrucho… ¿Cómo puede ha -Madre mía, no dejan ni sitio para que podamos 15


pasear las personas normales… -¿Seguro? ¿Quieres que entre yo y pida un vaso -Tu tira pa’lante y no te pares… Y no pierdas de de agua? vista el bolso, que esto está lleno de carteristas. Él no contesta, solo apoya su brazo contra la Giran de nuevo a la derecha y se dan de bruces pared. Se encuentra fatigado y le gustaría sencon un grupo de jóvenes de aspecto mugriento tarse, pero allí no hay sillas ni bancos ni nada y desaliñado que tocan la flauta y hacen juegos parecido. malabares. Un perro raquítico se les acerca y los -Espera aquí un momento. olfatea. Moviendo la cola se levanta sobre sus Ella se encamina hacia el bar de enfrente. Él se dos patas traseras y planta las delanteras enci- queda esperándola con la cabeza agachada y ma de ella, quien, asustada, se queda comple- apoyando su brazo contra la misma pared. tamente inmóvil. Él acude al rescate y espanta -¿Se encuentra bien, señor? -le pregunta una joal perro dándole una patada en las costillas. Los ven de raza negra que ha detenido su bici junto jóvenes protestan y él se encara con ellos. Co- a él. Él asiente con la cabeza. La joven no acaba mienzan a discutir acaloradamente. De repente de creérselo del todo e insiste: un par de policías aparecen por el fondo y él los -¿Por qué no se sienta? Estará mejor. llama con gritos y gestos desde el centro del Él niega con la cabeza mientras las personas corrillo que se ha formado a su alrededor. Los que pasan por su lado ralentizan su marcha jóvenes recogen sus cosas y se largan antes de para mirarlo con extrañeza y curiosidad. que los dos policías lleguen hasta allí. Éstos dis- Mientras tanto su mujer lucha por hacerse un persan a la gente y hablan un rato con el hom- hueco en la atestada barra del bar de al lado, bre, quien acusa con vehemencia a aquel grupo donde la gente se ha congregado para ver el de “guarros” de haber intentado agredirle. Los partido de fútbol que está a punto de comenzar. policías lo tranquilizan y al cabo de un rato am- Los hombres la miran de arriba a bajo al tiempo bas parejas reanudan la marcha en direcciones que ella intenta llamar la atención del camareopuestas. ro. Al final lo consigue y el camarero le vende -Vámonos a casa, ya hemos tenido bastante por un botellín de agua. Cuando sale a la calle se hoy… No vuelvo a pisar este barrio en mi vida… encuentra a su marido sentado en el suelo. Hay Este barrio da asco… varias personas a su alrededor que lo observan -Tranquilo, cálmate, que gracias a Dios no ha pa- mientras le preguntan si se encuentra bien. Él sado nada… está muy fatigado y le cuesta respirar, pero aún -¡Que no ha pasado nada, que no ha pasado así asiente una y otra vez. La mujer se abre paso nada! Esos hijos de puta me iban a linchar, si no y se acerca hasta él con el agua. Él se rebusllega a aparecer la policía me linchan… Ya po- ca en los bolsillos: gabardina, chaqueta, pantadrían, ya, seis o siete contra uno… Ahora, si me lón… otra vez gabardina, chaqueta, pantalón… pillan con veinte años menos, te digo que me lío chaqueta, pantalón, gabardina… Pero nada, no a hostias y a un par me llevo por delante… Ya te encuentra lo que busca. digo, quizá no hubiera podido con todos, pero -Me la ha quitado, esa negra hija de puta de la un par de ellos se hubieran acordado de mi el bici me ha quitado la cartera -repite entre jadeos. resto de su asquerosa vida…Guarros hijos de De repente un niño, de no mas de diez años, se puta… le acerca y señala con el dedo un lugar en el -Vale ya, cálmate que te va a subir la tensión y suelo, a su derecha. vamos a tener un disgusto al final… Él se gira, ve la cartera y alarga el brazo para -No, si la tensión ya me ha subido… Y todo por agarrarla. La abre, comprueba que todo su dineculpa de esos cabrones… Guarros hijos de ro sigue estando allí y luego saca algo de denputa… tro. Lo desenvuelve y se lo lleva a la boca. Su El hombre se detiene sofocado. La mujer le pre- mujer, expectante, lo observa con el tapón en gunta si tiene alguna pastilla de las suyas y él una mano y la botella de agua en la otra. El se la asiente. quita de un estirón y le da un trago largo, largo, -Entremos ahí y pidamos un vaso de agua… muy largo… -¿Ahí? Ni loco entro yo ahí… No, sigamos an- -¿Quiere sentarse aquí, señor? Estará mas códando, que ya estoy mejor… modo. 16


“Pintura” por Leo Lobos.

El camarero del bar de enfrente ha salido con que pasan… una silla y se la ofrece. Él la acepta y se sienta en -Venga, va, arranca el coche y vámonos a casa… ella. Poco a poco se va encontrando mejor. Un gorrilla se les acerca y comienza a hacerles La chica de la bici aparece entonces con los dos gestos para ayudarles a salir. policías de antes. Éstos se le acercan y le pre- -¿Y este qué coño quiere ahora? Si piensa que guntan. le voy a dar algo lo lleva claro. -¿Se encuentra bien? ¿Quiere que llamemos a Ella lo mira tras el cristal. Él gorrilla le hace un una ambulancia? gesto para que se detenga, pero él no hace -No, no, ya estoy mejor, ya estoy mejor… Han caso, mete primera y sale chillando rueda. Ensido los nervios, han sido los nervios… tonces siente un fuerte golpe´en el morro del co-Bueno, quédese ahí sentado un rato, ¿de acuer- che y, a continuación, algo sube rodando por el do? Hasta que se le pase… Venga, y ustedes capó y golpea la luna delantera resquebrajándodesfilen, vamos, que aquí no hay nada que ver, la. Cuando coche se detiene, el cuerpo rueda de venga, sigan caminando, desfilen… nuevo por el capó y cae al asfalto. El mira por la Cuando el hombre parece haberse recuperado ventanilla. Varias personas le gritan desde el exdel todo, los policías continúan su ronda por en- terior. Mira entonces a su mujer que tiembla a su tre aquellas calles cada vez mas abarrotadas de lado con el rostro desencajado. Apaga el motor gente. y abre su puerta. Y al salir del coche ve el cuerpo Pasan un par de minutos mas y el hombre se le- de un niño, de no mas de diez años, tendido en vanta de la silla: el suelo sobre un charco de sangre. -Vámonos de aquí. Y comienza a caminar deprisa calle abajo. Ella le Por David Garrido Navarro sigue con dificultad. Los tacones de sus zapatos continúan repiqueteando contra el empedrado. -No pienso volver a pisar este asqueroso barrio, este barrio es una cloaca… -repite sin cesar mientras mueve la cabeza de derecha a izquierda buscando su coche. -¿Dónde coño he aparcado el coche? Juraría que era en esta calle. -¿No es aquel? Su mujer señala una berlina, aparcada en la esquina junto a un árbol, en la que un grupo de jóvenes se apoyan mientras charlan distendídamente. -¿Y esos críos de mierda que coño hacen apoyándose en el coche? Como me encuentre un bollo o una raya se van a enterar… -Tranquilo, por favor, que ya hemos tenido bastante por hoy… -Ni tranquilo ni hostias… Saca la llave de su bolsillo y aprieta el botón del mando. El coche silva y sus faros pestañean encendiéndose y apagándose al instante. Los muchachos se apartan y él los mira perdonándoles la vida. Después abren las puertas y cada uno ocupa su sitio dentro del vehículo: él en el asiento del conductor y ella en el del copiloto. Él mete la llave y arranca el coche: -Mira esas como van vestidas, si parecen putas… No me extraña que luego pasen las cosas 17


EL ESCRITOR Y LA MUSA Otro papel en blanco y estrujado que vuela a la cabellera rojo fuego es larga y ondulada y su papelera, y van más de diez.

hermosura no opaca la de la túnica de seda

Duro oficio el del escritor que ha logrado un best

que la dama lleva cruzada y que prende sobre

seller con su primer libro, sin tener estudios en

el hombro izquierdo con una piedra brillante, de

literatura y sin haber concurrido jamás a un taller

forma singular.

literario; pero tiene estilo y un talento innato que,

Parece una sacerdotisa griega escapada del

sumado a su afán constante de mejorar y per-

Olimpo…es sólo la digna Musa de éste famoso

feccionarse, lo han llevado a estudiar en solitario escritor en potencia. todas las técnicas. De ése modo ha logrado hallar una manera única e irrepetible de crear con un sello indiscutible que le han valido la crítica favorable de los

Por Patricia K. Olivera

especialistas más importantes y, sobre todo, la

(Patricia O. – Patokata)

admiración y el respeto del público. — Tranquilo, te estás apurando. No sé que te sucede hoy que no logras captar lo que intento decirte. — le dice una hermosa mujer que está sentada a su lado en actitud relajada y que lo “Power Lines B&W” por shoothead.

mira, con sus inteligentes ojos negros, mientras mantiene la barbilla apoyada en la mano izquierda. — Lo siento Musa, estoy un poco distraído. Creo que saldré a tomar un poco de aire para despejar mis nebulosas, ¿me acompañas? Quizá juntos encontremos un tema que me llegue más fácil. — le responde él, extendiéndole la mano en señal de invitación. La bella mujer la acepta y se levanta, su larga 18


La Mente del Fuego

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La propuesta literaria de Mónica Gameros por Mariana Garrido. Hace unos meses, con admiración a los estudiantes chilenos escribió “Hoy soy la mecha prendida/ la tinta vuelta transformada gasolina/ la voz sumergida en indignación (…) porque si no es en medio de la guerra que se tiene que hacer poesía/ no lo será tampoco en medio de la calma/La verdad no entiendo la paciencia/ la verdad/ hoy/ soy una bomba molotov” Mónica Gameros, nacida en 1971, México DF. Poeta y editora independiente, creadora de Start Pro con Israel Miranda, dio inicio a la Poesía de la Era del Vacío que compila su obra y la de 40 poetas mexicanos dentro de la Colección DESTOSDEMEDOS. Además es periodista, productora de radio, fotógrafa y artista visual. Todo un cóctel explosivo para la creación literaria de una poesía aguda, también en formato cuento, en tiempo real que yace frente a nosotros como un televisor, como un diario que no esquiva el día a día, los sucesos cotidianos así como los trascendentales “Ser feliz es accesible/ Se compra en cajitas con diasepam/en té relajante/ en una montaña de tabaco”, desigualdad social, la lucha contra los poderes unilaterales que desplazan a los marginados en cada rincón del mundo.

naturaleza presente, como la energía que de ella brota, desde el centro de la tierra, naturaleza que se revela frente al hombre, que al fin y al cabo se ve disminuido frente a lo sublime“No tiene sentido acrecentar los miedos/ carece de importancia/ la libertad completa y absoluta es como romper el viento” Tiene tanto para decir, que “Las palabras se me escapan/ los calificativos son inútiles/ no alcanzan para describir lo que dentro de mí estalla.” Su fuerza en la palabra se acrecienta y es capaz de reconstruir paisajes como destruirlos “a cuatro manos arranco latidos al tambor de la creación/ mi mano izquierda es lengua de fuego/ ojos por huellas/ llagas por palmas/ destruyo al universo” Y de la guerra atraviesa un puente hacia el amor, que es más o menos lo mismo, protagonista, alimento de esa lucha constante que puede tambalear frente al poder del adversario“Es raro el amor/ es un monstruo que nos aguijonea y luego nos abandona en el basurero/ a merced del idealismo/ del vacío/ de la adicción”

Todo este cóctel se sitúa en la boca de Mónica Gameros, y leerla es involucrarse en su lucha, Su pasta de periodista le hace hincar el diente en en su desparpajo, en el campo de batalla en que la política, la realidad latinoamericana, que de- se encuentra la palabra, nuestra mejor arma que fiende enardecida y lleva como bandera en este antecede o acompaña a la acción que moviliza fragmento de historia en la que vivimos, donde las masas, y abre mentes con un trozo de corazón revoluciones y el levantamiento de la sociedad re- en las manos, con el amor a lo que le pertenece y clama ante el abuso “América/ del trigo vengo & nos hace ante todo, instituciones personales parel maíz está en mi sangre/ soy mar/ del río caigo/ lantes. Soy espada/ soy jade/ soy guerra/ violencia/amor impuesto”. Su faceta visual traslada a una imagen sacada por una cámara desde sus manos, a mirar junto a su ojo detrás del visor, a una visión de testigo invisible en medio de la guerra, de una ciudad sin pausa, desde el centro de una flor donde a pesar de todo se siente niña “soy palabra en medio de la niebla, una cruz blanca en la guerra, una granada que cae entre tus hijos”

http://monicagameros.blogspot.com/ monicagameros@gmail.com Libros publicados:

Kronos 2006 Caída libre 2007 La sensación de esa bomba molotov que es, car- Estación fin del tiempo 2008 gada de imágenes, franqueza, ganas de decir, Ideas para volar 2009 porque esa es la única manera de ser escuchado, Estallido 2010 odiado u amado. Nos trae crítica pero no por ello Notas del refrigerador 2011 le escapa a las metáforas y a la estética, a la na- Dasein la niña flor 2011 turaleza. Trae viento, huracanes, cerros nevados, Made in Taiwan 2011 fuego. Pero sobre todo mucho viento. El viento que todo lo arrastra, erosiona, que pule las ideas dándole la belleza de un acantilado tallado. La 20


“Sin Título” por Valentina Mendiburo.

TRAICIONES

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THE EMPTY ROOM

LA PIEZA VACÍA

I have seen today this empty room.

Hoy vi esta habitación vacía.

The person who lived in it

La persona que vivió en ella

welcomed the sun every afternoon

recibir al sol cada tarde

and in the morning

y en la mañana

— the morning meant opening the three win-

— la mañana significó el abrir las tres ventanas

dows

y el envío de una sonrisa.

and sending a smile.

Deteniendo el tiempo.

Stopping the time. The person used to lay hands, full of wheat,

llenas de trigo,

on the window sill

en el umbral de la ventana

and feel—God extends him His hand—

y sentir—Dios extiende a él Su mano—

the wing of a dove

el ala de una paloma

Sometimes the wind called in

A veces el viento llamó en

delivered letters

cartas entregadas

arranging them on the floor.

ordenándolas en el piso.

The person who lived here

La persona quien vivía aquí

couldn’t walk.

dejó de caminar.

Today geranium overgrows the wheelchair.

Hoy los geranios rebasan la silla de ruedas.

I have come in.

He entrado.

Por Eryk Ostrowski \ Traducción por Javier Flores.

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“gaudi-batllo” por Marco De Stabile.

La persona usada para extender sus manos,


GAUDI

GAUDÍ

Arhitekta snova bitku je izgubio nestvarnu katedralu u grob je ponio.

Arquitecto de los sueños la batalla está perdida la catedral fantástica yace en la sepultura.

Por Milenko Županović \ Traducción por Javier Flores.

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“Looking Into the Downtown Core” por The U.S. National Archives.

CRONICAS DE LA FRONTERA

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Capítulo Segundo: Biblioteca Por Ramón Sebastián Chanqueo. Manuel despertó sobresaltado. Hace mucho tiempo que no tenía un sueño tan vívido. Se encontraba él, en el sueño, en las ruinas de algún gran edificio semidestruido, donde grandes y fastuosas explosiones se sucedían cada cierto tanto; él corría, a todo pulmón y con la respiración entrecortada, mas no iba solo. Junto a él iban diez, quince jóvenes de su misma edad y algunos mayores, empuñando lo que podría ser un fusil, pesaban como un fusil verdadero. De pronto, todos ellos se detuvieron. Una enorme explosión incendió los alrededores, se agacharon, algunos exclamaron de dolor o asombro, y muchas voces y sonidos confusos se iban sucediendo. Comenzaron a sentirse los disparos. Rápidamente Manuel y los otros se protegieron tras las ruinas de los edificios en el suelo, y él sintió cómo las balas iban y venían, penetrando el cemento, rozando ruidosamente el aire, impactando directamente en el cuerpo de alguien. Delante de él, una sombra sin rostro se acercaba a una peligrosa velocidad; involuntariamente cargó el fusil y apuntó al centro del espectro que estaba cada vez más cerca. Disparó. Instantes después, la sombra caía inerte, mas, detrás de ella, un ejército de sombras avanzaba sigiloso. Algunas caían por gracia de disparos venidos del bando aliado, pero aparecían más y más, y seguían acercándose. Manuel y sus compañeros disparaban como enajenados, pero ni eso era suficiente, y los enemigos se habían acercado demasiado ya. La desesperación de hallarse sin salida, fue lo que lo despertó angustiado y con un sudor frío en todo el cuerpo. — Ya está despierto, joven—, le dijo el señor Cartes, inspector nocturno del Internado. Estaban aún las luces apagadas, pero la luz del exterior era visible, así que serían ya cerca de las seis de la mañana—. Le agarró fuerte el sueño parece, ¿está bien? — Sí señor, fue una pesadilla, nada más. ¿Qué

hora es? — Un cuarto para las seis, buena hora. — Bien señor. Manuel se levantó sin chistar, estaba más que acostumbrado a la rutina del Internado. Había que levantarse temprano si es que uno quería conseguir agua caliente, ya que después de las seis y cuarto (hora en la que normalmente los despertaban a los de segundo y primero), la batalla por una ducha caliente se volvía más agresiva, y era eso, o resignarse a la gélida agua que salía por las mañanas. Manuel prefería ahorrarse algún pleito con sus compañeros, y fue a ducharse. De regreso acá, llegaba estilando y tiritando, y antes de ir a cambiarse, pasó por la cama de Jorge y lo despertó. — Oye, que Quintana no te gane de nuevo. — ¿Qué? ¿Ah?…Ah, eres tú…sí, sí…ya voy— fue la respuesta semiconsciente de su amigo, que tras levantar un poco la cabeza, la volvió a incrustar en el cojín. Cuarenta y cinco minutos de después, la gran masa de alumnos internos iba al comedor en busca del desayuno. Era ahí donde tenían sus mejores conversaciones, al lado de una taza de algún exótico sabor de leche, imposible de descifrar. — Sigo pensando que sabe como a té— dijo Samuel, dándole un sorbo al desayuno de hoy. — Estás leseando— le replicó Jorge—, es como leche con café pero con muy poca azúcar. Decir que es té, es exagerarlo mucho. — Que son. Es leche no más, no tiene ningún gusto raro. — De ustedes tres, eres tú el que necesita el trasplante de lengua con mayor urgencia— apuntó Manuel, y todos quedaron satisfechos. Así es como se pasaban los desayunos. Charlando sobre alguna cosa del Liceo, o de lo que se hace en el Internado (como el griterío que tuvieron los de segundo año cuando el inspector Car25


tes tuvo que ir a conversar con el Director), sobre los chascarros que ocurren con cierta frecuencia, o lisa y llanamente, de lo que se les venga en gana. Lo bueno de un internado es que conoces a tanta gente con muchos temas de conversación. Ese de allí, por ejemplo, el gordito con el maletín negro de la primera mesa, está obsesionado con todo lo que es conspiraciones de gobierno, cosas misteriosas y cuanta cosa más aparezca contada por un personaje extraño y frik de la televisión local. El demás a la izquierda, ahora está en tercero, y hubo una vez donde hizo una especie de ritual o algo llamado “Ouija”, donde con otros cuatro voluntarios, estuvieron una media hora intentando contactarse con los espíritus del Internado. Y los que recién se están sentando, sí, esos dos, serán terroristas o algo así en el futuro; siempre encuentran alguna manera de crear bombas: de humo de ruido, de olor, pero como es divertido, ningún alumno interno los ha echado al agua (aún). El “talento”, por así decirlo, de Manuel, era muchas veces más sobrio, pequeño e inadvertido. Sabía escribir. Escribir cosas que los jóvenes ya no están capacitados ni acostumbrados a escribir, algo que se perdió hace tanto tiempo que para muchos ya no vale la pena buscarlo entre las habilidades que la sociedad ha desechado en busca de la famosa modernidad o globalización. La literatura en sí, no tiene ningún sólo provecho. De hecho, te llena de frustraciones que no deberías tener a esta tierna edad, y lo que es peor, te hace pensar. Digo que es peor porque para la sociedad en general parece ser así. Y quien tenga este extraño don, de seguro no debe sentirse muy afortunado, porque con la escritura te das cuenta que muchos errores, errores que la gente no quiere aceptar. Quedas como, o muy negativo, o demasiado fastidioso, y eso a la larga hace menos extensa tu lista de amistades. Es decir, ¿a quién le gustaría tener un amigo o amiga literato? Son muy extraños, imprevisibles, románticos hasta un punto hasta fastidioso, pero Manuel no se ha hecho muchos problemas, y los amigos de él tampoco. Jorge, por ejemplo, ya se ha acostumbrado, ya aguanta los ataques pseudo filosóficos 26

de su amigo, y hasta comentan de repente los temas que le llegan a la cabeza. Pero hasta la escritura, hasta para el mismo escritor, resulta a veces bastante frustrante. Que esta historia le falta algo más de acción, que el inicio o es muy típico y convencional o demasiado ingenioso o retrospectivo como para entenderlo a la primera; que este cuento era aburrido por ser demasiado ordinario o mucho realismo sin vida, o el cuento es una locura, con cosas tan abstractas que ni después haberlas leído varias veces se entiende a cabalidad su significado (si es que el cuento en sí contiene algún significado). La historia no tiene buen argumento, o el argumento es bueno pero es difícil plasmarlo, etc., etc. Cosas de esa índoles. Y no hay nada que irrite más que sentirse frustrado por algo que visto desde afuera, resulta tan simple. — Me encantaría saber—comenzó Jorge, ya en la sala de estudios mientras Manuel se calentaba la cabeza pensando en este tipo de cosas—, qué fue lo que ocurrió ayer en la última hora. De verdad que no te veías bien, y cierta persona andaba de lo más entusiasmado por regresar al Liceo. ¿Y bien? — Nada, ¿qué me iba a pasar? (Intento de no hablar del tema…) — Pues según recuerdo, venías con Nadia al término del recreo, eso me da algunas pistas. (Intento Fallido…) — Bueno, en ese caso, supongo que tú sabes por qué. — Pero…oh, bien, ya lo comprendo. Fue por esa chica indecisa, ¿verdad? — Pues sí Jorge. Fue por ella. Corrección. Lo más frustrante deben ser las mujeres, más cuando no están 100% seguras de lo que sienten. Falsas esperanzas, sueños falseados y el que más sufre es el que menos cosas puede hacer. Manuel es un buen ejemplo de aquello. La chica que le gusta está libre, sin compromisos, es bonita, se atraen mutuamente y todo color de rosa, pero son amigos. No hay necesidad de caer en el estereotipo de que no pueden porque son amigos, en las telenovelas esto es una bomba.


Pero en la vida real, es doloroso. La amistad es más fuerte, la lealtad a lo que de verdad sienten es más importante, y sanseacabó. O en realidad, no se acaba ahí. A Manuel le gustaría estar con su compañera, para qué andar con rodeos si es fácil darse cuenta. Pero Nadia es inflexible en ese aspecto: “No hasta que esté segura”. — Posición noble, muy noble— comentó Jorge—, pero no es gracia verte como un perro recién castrado luego de que te juntas con ella. No vamos a decir que sales muy parado de aquellas conversaciones. — Lo sé, lo sé. A mí tampoco me gusta. — Entonces aléjate, y se acabó el problema. No me digas que es imposible, porque sabes que eso no es así. No existen las personas imprescindibles. Ni tu mamá ni la mía lo son. — Es una manera bastante nihilista de verlo, ¿No lo crees? — Mira, según el viejo Cárcamo, el de Biología— Jorge tomó el aspecto de su profesor de aquella materia, los pantalones más arriba de lo normal y sacando pecho—, el hombre sólo necesita aire, comida, un lugar cómodo donde dormir, y sexo. El resto no es indispensable. — Pero el profe de Historia también dijo que necesitábamos relaciones sociales, o si no nos volveríamos locos de soledad. — Bueno, bueno, agrégale eso de las relaciones sociales. Pero no dice con una persona determinada, a eso me refiero. — Um…buen punto. — ¿Y si te encontraras a otra persona? No tendría nada de malo, hasta Nadia entendería, y ella podría hacer lo mismo— Manuel puso cara de pocos amigos. — Qué poco tacto tienes, Jorge. — ¿Por qué? Oh bien, olvídalo— se levantó de su asiento, e hizo ademán de irse—. Me voy, tengo clases de Guitarra y…Oh!, recuerda la tarea de Balmaceda, es para hoy. — ¿Y tú? — Después me las pasas, compañero— agregó Jorge con un guiño de complicidad. — Vete de aquí— dijo Manuel con un artificial dis-

gusto. Tras el almuerzo, Manuel se dirigió a la biblioteca municipal, la Galo Sepúlveda. No hacía un día tan bueno como ayer, el cielo estaba estropeado por gruesas nubes grises que parecían llamar otra vez a la lluvia de los días pasados. Las hojas de los árboles permanecían aún ahí, señal de que el otoño se había retrasado una o dos semanas, así que el frío del sur demoraría un tanto en volver a llegar. Al menos, una buena noticia. La Biblioteca queda a pocas cuadras del Internado. Es un edificio macizo, con muchos años de historia, creado por aquel caballero que ahora está bajo tierra. Es aquí donde Manuel viene a buscar información para tareas, o trabajos hechos a última hora, o también para venir a buscar los libros que le hacen leer en la asignatura de Lenguaje, y de repente es bueno para estar tranquilo y disfrutar del silencio que sencillamente no se puede conseguir en un internado de hombres. Manuel entró en la biblioteca. En la entrada, hay un mostrador donde reciben bolsos y mochilas, donde él dejó sus cosas y pasó hacia el pasillo principal. He aquí tres opciones a seguir, donde la primera es la que lleva a la biblioteca en sí, la segunda hacia el salón de computación, y la tercera, bueno, la tercera opción Manuel nunca la ha visto. Siempre la ha encontrado cerrada. Eligió la primera, segundo piso, que es donde están los libros de Historia y ese tipo de cuentos. — Buenos días— lo saludó la bibliotecaria del segundo piso, una mujer bastante pequeña de estatura, lentes redondos como platos y pelo rojizo, cortito— ah, eres tú, hace tiempo que no venías. — Buenas señora, es que tengo tarea— Manuel saludó a la señora, a la que conocía del año pasado y con la que se llevaba bastante bien. Miró él por toda la gran habitación, especialmente donde había un computador. El año pasado, había una bella estudiante de Informática que había venido a hacer su práctica aquí, y la que le sonreía y conversaba plácidamente con él. Obviamente no la encontró. Encontró a alguien tal vez aún más interesante. 27


Sentada con un grueso libro a ambos lados de la mesa donde se hallaba, la chica nueva de ayer estaba ahí. Estaba con ropa de calle, unos jeans normales y un polerón que le quedaba algo holgado encima del cuerpo, parecía no ser de su talla. El pelo lo tenía tomado, y miraba con bastante interés un tercer libro, el que estaba abierto junto a los otros dos grandotes. Pasaba las hojas rápido, como si supiese ya qué es lo que dicen, y pasando con el dedo índice las partes que al parecer guardaban más información. Manuel la quedó mirando un par de segundos, y luego fue a sentarse, no sabiendo porqué, en la mesa adyacente a la de ella. Los estaban en silencio. La chica nueva no había levantado la vista ni una sola vez, seguía en su abstrayente lectura, mientras Manuel buscaba no hacer ni siquiera el más mínimo ruido para no molestarla. No quería recibir otra mirada como la de ayer. Estuvieron así largo rato. Manuel la miraba por si acaso cada cierto tiempo, y siempre la encontraba en la misma posición, los únicos movimientos que hacía eran el de los ojos y el de la mano que cambiaba de página o remarcaba algo, el resto no cambiaba en nada, y su respiración era apenas perceptible, a pesar de que el silencio de la habitación era bastante. Un sonido sordo. La chica nueva cerró el libro de golpe, tomó los otros dos como pudo y fue a dejarlos donde la bibliotecaria. Rellenó la hojita de Uso de la Sala, y tras dar un corto “adiós”, se fue de ahí. Manuel también había terminado, pero faltaban 35 minutos para entrar a clases, y no valía la pena ir al Internado a esta hora. Prefirió quedarse a leer alguna otra cosa, como aquellos documentos sobre el golpe militar, la operación Cóndor o de la segunda guerra mundial, de la guerra fría y ese tipo de cosas históricas. Tomó el primer libro de la colección de “Segunda Guerra Mundial Ilustrada”, y empezó a ver y a cambiar páginas mientras avanzaba en su lectura. Imágenes de Polonia, Checoslovaquia y Austria antes del desastre, los primeros campos de concentración y las marchas en Alemania hechas por los nazis. Estaba viendo una foto una fábrica alema28

na en Munich de armamento pesado, cuando oyó hablar a una mujer por teléfono. — Y se fue no más… ¿Está contigo ahora?…Yo ni me fijé cuando ella se había ido, estaba leyendo unos libros gruesos de no sé qué cosa, mientras yo buscaba el libro, y cuando vuelvo, ya no estaba…no, no pude encontrarlo…sí, lo sé…no, no es necesario, puedo seguir yo sola…bien, hasta luego. Cortó la llamada. La mujer era joven, de unos 30 años, pelo negro y bonita. Revolvía los libros de un estante cercano a Manuel, como buscando algo, pero que no sabía lo que era, y miraba y giraba la cabeza para leer mejor los títulos de los libros. La bibliotecaria al parecer se percató de la mujer, porque minutos después vino a preguntarle qué necesitaba. — Estoy buscando un libro en particular, uno que no debería estar aquí— le dijo la mujer a la bibliotecaria, quien se rascaba la barbilla como recordando—, es uno pequeño, es como un libro de actas, de tapa más bien oscura y escrito en letra imprenta. Se llama LJS98. — Um…no recuerdo haber visto un libro así. Estoy segura que no debe de estar en ninguna ficha, o lo tendríamos en otro sector de la biblioteca. Pero puede que esté aquí, en estos estantes, no tocamos muchos estos ya que se desordenan bien poco, la gente viene más para la sección de Literatura, no sabría decirle más. — Está bien, seguiré buscando. Descuide que no desordenaré nada y dejaré los libros tal como están. — Pero si es tan importante, iré a buscar en la bodega, tal vez lo dejaron ahí. — Muchas gracias. La pelirroja bibliotecaria desapareció tras una puerta que señalaba la bodega, mientras la mujer seguía buscando en los estantes. Serían las dos veinte de la tarde cuando Manuel decidió irse para el Liceo. Fue a dejar el libro de la guerra mundial en su lugar, y de pronto oyó un ruido sucesivo, como si cosas fuesen cayendo unas sobre otras. Y efectivamente, al otro lado del estante estaba la mujer en el suelo, sobándose la cabeza mientras


varios tomos de “Economía Keynesiana” estaban en el suelo, caídos seguramente. “Maldito capitalismo”, susurró la mujer entre dientes, mientras Manuel colocaba en orden aquellos libros. — Algún día sólo serán libros— le dijo él con algo de timidez, pero la mujer le dio una franca sonrisa y se levantó. La encontró mucho más hermosa, ahora vista desde cerca. Y mucho más alta que él, también. — Muchas gracias, no se me da muy bien esto de ordenar y clasificar. — No importa, pero, ese libro que está buscando, ¿de qué se trata? — Manuel se arrepintió un poco de haberlo preguntado de esa forma, porque parecía muy entrometido de su parte, pero la mujer le contestó sin ninguna señal de haber sido agraviada. — Son recuerdos— la mujer de pronto pareció triste, como nostálgica—, recuerdos de un amigo que hace mucho tiempo que ya no veo hace muchos años. Son actas de reuniones que tuvimos en el pasado. — Y usted quiere recuperar esas actas. — En cierta forma, son más que actas— la mujer comenzó a buscar en el estante más cercano—, son las impresiones que él tenía sobre nosotros, sobre mí, sobre todo. — ¿Cómo un diario de vida? — Algo así. Manuel dejó de preguntar. La tristeza en la cara de la mujer había aumentado bastante, mientras buscaba en silencio. Recordó él que años atrás él también había perdido algo del pasado; era un cuaderno donde transcribió gran parte de los escritos que había hecho en básica, sus poemas, acrósticos y cuentos. Pero un día, lo perdió, y revolvió hasta el último centímetro de su casa, buscándolo. Nunca lo encontró. Así que el igual comprendía lo triste que era perder una parte de su pasado, un fragmento de la historia propia, y simpatizó con aquella mujer que buscaba el recuerdo de su amigo. Le preguntó si podía ayudarla, y ella alegremente le dijo que sí.

buscaban en la quinta repisa de la habitación. — No, no en realidad— fue la respuesta tímida de él. — ¿Seguro? Porque ese “No” parece decir otra cosa— dijo la mujer con una mirada pícara y sonriente. — Es un “No” pesimista— Manuel creyó que no perdía nada con contarle lo que le sucedía, así que mientras revisaban libro por libro, le narró la historia entre él y Nadia. La mujer rió, se confundió y hasta lo retó un poquito, pero siguió escuchando, y al final, dio su opinión. — Complicado…en parte por la niña, pero también por ti. — ¿Por mí? — Claro. Cualquier otro se aburre, le da la lesera y chao pescado. Pero tú sigues aquí, esperando pacientemente a que la niña se decida de una buena vez. Me gusta esa actitud, aunque tampoco es gratis hacer esperar tanto tiempo, pero bueno, no soy quién para juzgar. — ¿Tiene alguna historia parecida? — En realidad, sí. Pero es varias veces más complicada, no lo entenderías del todo. Fueron diez años donde no nos pudimos ver, y al menos yo no me pude olvidar de él— la mujer suspiró levemente—, las cosas que uno sufre por amor. Creo que, según yo, así es la vida ¿No? — Tal vez. Pero cuénteme más… — ¿Qué podría contarte? Pues…nos conocimos en el Liceo, igual que tú y aquella niña, pero nosotros sí tuvimos algo, fuimos pololos. Fue todo bien hasta que yo tuve que irme, por la fuerza. Creo que ninguno de los dos pudo superarlo. Yo no estuve con nadie más, y el tampoco, pero ahora que nos reencontramos, no ha pasado nada de nada. — Qué mal. — Bastante mal. Pero espero a que en el futuro podamos volver a ser como antes, antes de que… La mujer se detuvo abruptamente. Era como si casi hubiese dicho algo que no debía, pero Manuel no se había percatado de aquello. Pensaba él en que le gustaría tener una amiga como esta mujer; una persona con la cual hablar sobre historias de amor, sobre cosas pequeñas pero inva-

— ¿Pololeas? — le preguntó la mujer mientras 29


luables y recuerdos del pasado. Manuel no era ni solitario ni menos antisocial, pero deseaba tener un tipo de amistad que es difícil de encontrar a esta edad, una amistad incondicional de verdad, en las buenas y en las malas, una amistad que trascendiera más allá del Liceo, o del Internado. — ¿Y bien? ¿Qué piensas hacer con esa niña? ¿Cómo se llama, cómo es? — Se llama Nadia. Um…para mí es bonita, pero los otros la consideran normal. Tiene lindos ojos, grandes, pero bonitos; es demasiado simpática, muy risueña, y me siento bien junto a ella. Es contradictorio decirlo, pero es una gran amiga, pero no sé qué hacer, al menos no por ahora. — Chócale, estamos en las mismas. Manuel se sentía bien con esa mujer. Era muy comprensiva, entendía con gran facilidad lo que un simple chico de 16 años le contaba, y daba respuestas y comentarios acordes a esa edad. Después de unos minutos, la barrera que suponía la diferencia de edad y la desconfianza terminó por desaparecer, y comenzaron a platicar sobre muchos otros temas, de música, de películas, de libros, de anécdotas interesantes de su vida. A pesar de que la mujer en sí no le provocaba ninguna sospecha, era extraño que no hablase mucho desde cuarto medio hasta ahora, como que evitaba el tema. Llegaron al tema de la política, y mientras Manuel explicaba su posición personal, la mujer comenzó mirarlo con interés. — Pues bien…no soy totalmente marxista, pero lo de la lucha de clases es legítimo para mí. Ahora, no me gustan los partidos actuales, ya no son políticos, son politiquería, y eso me enferma… hay un viejo de derecha, no sé cómo se llama, pero habla y habla y repite siempre lo mismo, no sirve para nada. — No lo conozco, pero bueno. Yo estoy 100% de acuerdo con la lucha de clases. Entenderás que nací en una época muy política, y elegí ese camino. Siguieron conversando, y el minutero del reloj daba vueltas y vueltas sin cesar, mientras el tiempo pasaba sigiloso. Manuel no se percató de aquello; estaba interesado en lo que hablaba esta 30

mujer, en las cosas que los dos descubrían. De repente tomaban un libro con algún tema interesante, y lo analizaban y discutían, sacando conclusiones muy alejadas del tema, pero al menos se divertían bastante cuando se preguntaban de qué estaban hablando. Pasó mucho tiempo después, mientras ellos buscaban al mismo tiempo que hablaban, hasta que regresó la bibliotecaria pelirroja, con malas noticias para la mujer: el libro no se encontraba. — Oh, bien. Gracias de todos modos, seguramente debe estar en algún otro lugar. — Lo siento, debe ser muy importante para usted— dijo la bibliotecaria, con genuina solidaridad—, si quiere, nos podemos tomar una taza de café, son un cuarto para las seis, la biblioteca cierra en media hora más. Si usted gusta… — ¡¿Un cuarto para las seis?! — exclamó Manuel lleno de sorpresa mayúscula. Hace más de tres horas que debió haber entrado a clases. Ni la mentira más brillante podría esta vez justificarlo ante semejante atraso. La bibliotecaria puso cara de no entender, pero la mujer pareció comprender la situación. Se despidió de la pelirroja, dándole las gracias, agarró a Manuel del brazo, suavemente eso sí, y se lo llevó escaleras abajo, saliendo raudamente de la biblioteca.


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“Camila” por José Luis FLores.

ENSAYO


Los Sentimientos Duales De La Vida. Por Miguel Ángel Guerrero Ramos

Que los sueños galopan siguiendo su propio

lentes, no sólo puede llegar a sonar muy intere-

ritmo, que a veces, por no decir que casi siem-

sante, sino que dicha teoría podría llegar a ser

pre, somos invadidos por sentimientos diversos

incluso una forma de entender la voz punzante de

e insoslayables, y que a veces la vida se torna

la incertidumbre, de las contingencias y el azar

incomprensible, son algunos de los aspectos de

que, a decir verdad, no son sino ofrendas que po-

la vida que nos recuerdan que somos eso… Jus-

tencian los delicados matices del existir.

ta y exactamente eso, es decir, seres humanos.

Pero para referirme, con más detalle, a las am-

Seres humanos que viven, y sienten, y piensan y

bivalencias de la vida, voy a citar, en primer lu-

actúan.

gar, la famosa paradoja de la física cuántica de El

Seres humanos que también nos distinguimos

gato de Schrödinger. Dicha paradoja, que apela

por una cosa muy peculiar en nosotros, y es esa

al principio de incertidumbre de no poder pre-

tendencia natural a imponer límites a cuanto ve-

decir sino por probabilidad en dónde estará una

mos, a esto y lo otro, sin percatarnos, muchas ve-

partícula cuántica en cierto momento, es un sen-

ces, de que nuestro interior, o nuestra psique, o

cillo experimento imaginario que sitúa a un gato

alguna parte secreta y desconocida de nosotros, dentro de una caja perfectamente cerrada con un no conoce en lo absoluto de límites.

dispositivo de veneno que se puede activar o no

Seres humanos que, al fin de cuentas, hemos dependiendo de si una partícula cuántica toma construido un sistema de conocimiento basado

un camino u otro entre dos distintas opciones.

en conceptos unitivos, lineales y muchas veces

Lo interesante de este experimento imaginario,

hasta dicotómicos. Al menos, así es como suele es que nos plantea que tanto la vida del gato presentarse nuestra versada ciencia occidental. como la partícula cuántica estarán sujetas a la La misma que luego se queja de que no puede incertidumbre y que el gato, en principio, se enentender al ser humano aun cuando logra expli-

contrará tanto vivo como muerto al mismo tiem-

car y comprender con gran margen de precisión po dentro de la caja, hasta que no la abramos y las dinámicas celestes y las fuerzas que la rigen.

veamos qué sucedió en realidad con él. Esta, es

Ahora bien, decir que todas las cosas y los seres

una clara perspectiva filosófica ambivalente que

vivos a lo largo y ancho del mundo son ambiva-

cuestiona la materia misma del existir y que ha

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dado lugar a múltiples interpretaciones.

sufren, visiones que nada ven y hasta memorias

Ahora, para continuar con el hilo de las ambiva-

que no se recuerdan a sí mismas.

lencias de la vida, el otro ejemplo al que deseo

Sí, como ya se ha dicho, nuestros conceptos oc-

referirme brevemente para ilustrar los sentimien-

cidentales son unitivos, lineales y muchas veces

tos y las características muchas veces duales del

hasta dicotómicos, aun cuando la realidad no

existir, es el de la teoría del eminente sociólogo

siempre funciona así. Aunque, quién sabe, puede

alemán Georg Simmel. En efecto, dicho sociólo-

que algún día todo llegue a ser una linealidad per-

go, a lo largo de su obra Sobre la aventura. En-

fecta y sin ambivalencias que compongan la vida.

sayos de estética, sostiene que los contenidos Quizás, y solo quizás… cuando los perfumes ya vitales que configuran lo humano están constitui-

no se desvanezcan, cuando se rebose la laguna

dos por una materia bipolar. De hecho, son como

de la vida y el tiempo, por fin, duerma en paz.

un llegar y no llegar, como un estar y no estar, o como un entrar y salir a la vez. La coquetería, por ejemplo, es para Simmel como una dulce y atractiva promesa que no se cumple. Y ni que decir de los procesos sociales que no persiguen más que el doble efecto de unir y diferenciar grupos sociales al mimo tiempo. Una aventura, para poner otro ejemplo más concreto de la obra de Simmel, se distingue porque no tiene ni un antes ni un después, más aún la que tiene un contenido erótico o una vivencia “Pintura” por Leo Lobos.

amorosa fuera de lo peculiar. Es decir, no tiene una línea de continuidad, puesto que es una tensión del instinto vital que exacerba los sentidos y hace del momento efímero algo eterno. De esta forma, debemos entender que la vida y los procesos sociales son en gran cantidad de ocasiones ambivalentes. Que hay veces que podemos encontrar amores que odian, alegrías que 33


CREER ES CREAR

“Ken Babcock, Right, a Native of Doniphan” por The U.S. National Archives. 34


Otra Oportunidad para Andar. Por Camila Dousang Leiva.

Porque déjenme decirles una cosa: frecuencias extrañamente agradables… más Lo único permanente… es el cambio. música en nuestros pasos, más esencia en nuestras huellas… más caminar que trazar rutas… Este es un relato quizás diferente, un poco loco un avanzar entregado a los peligros de la vida… y desorganizado, lo es porque habla justamente que lo único peligroso que tiene es que en algún de hacer las cosas sin tanto lío ni ese orden tan momento se puede terminar… y es un viaje, no ordenado. Esto es un desorden de ideas, algunas más que eso… no tanto drama entonces… disrecientes y otras del pasado, es una mezcla de frutemos más el trayecto, aprendamos más, comomentos, que hoy se conjugan en un texto con nozcamos más… todo lo que alcance a vivir con el ánimo justamente de darles ánimo. mi tiempo atemporal, todo quiero hacer y decir… hasta que ya no sea más… hasta que deje de Lo que leerán en primera instancia es una co- estar en esta extraña dimensión y emprenda un rriente de la consciencia, de mi consciencia de viaje probablemente espectacular… los todos y hace algunos años, se titula “otra oportunidad” y los nadas… que se mezclen… que tengan otra se lee rápido y sin pensarlo. oportunidad… de llevarme por sus aguas correntosas, de botarme y desarmarme… y volverme Otra oportunidad para el delirio de mis labios im- a armar… que me eleven y me arrojen a tantos pacientes, que recorren lugares perdidos en rin- sueños como sea capaz de visitar… a tantas ricones inexistentes… otra chance para las ganas, sas como sea capaz de regalar… tantos abrazos de no tener ganas, para las mentiras que suenan que pueda disfrutar… tantos besos y caricias… a verdades… otra oportunidad para mis sueños tantos hasta pronto… tantas palabras que me y mis constantes cambios de estado… mis sue- permitan expresar… lo etéreo de esta instancia ños irreales y mis realidades distorsionadas… mi conocida como vida… lo intangible de mi realidislexia de pensamiento y mi descontento feliz- dad… lo bello de las ganas de entregar y disfrumente contento… la diferencia que me trae a la tar… lo bohemio de mis pasos y la energía de mis vida, la locura que me hace sentir normal… otra letras… todo es este viaje y a la vez nada viaja, oportunidad para mis oportunidades correcta- simplemente está… un enredo desenredado… mente desperdiciadas, una vuelta al pasado para simplemente otra oportunidad… a la locura que volver a cometer ciertos errores y volver a sentir el vive conmigo y que hará junto a mi de las suyas… placer que otorgaban, no más placebos engaña- hasta que agotemos nuestra última oportunidad dores, no más dosis de cotidianeidad… no tanta consciencia, consistencia y elocuencia, ni validez Al leer este pedazo de sentimientos y pensamienni confiabilidad… no más sumas ni más restas… tos escritos hace ya bastantes años, recuerdo y no tanto orden… ni ganas de mandar… otra opor- me aparecen en la mente importantes cosas que tunidad para la vida, que se rige por sueños ino- usualmente dejo y quizás muchos dejan de lado, centes… que no nos obliguen a despertar!!! Más y la verdad, no se que tanto más haya que agregar 35


a lo que ya está escrito… Es claro que muchos de nosotros no nos damos oportunidades, como si a vida se tratase de un eterno contrato, puro, casto y sin espacio para el ensayo y error.

así y después de todo… una nueva oportunidad, una nueva vida, un nuevo aire… una nueva manera de ver las cosas… un nuevo empujoncito para ponernos a andar…

A mi parecer, hoy en día es difícil para la gente darse otra oportunidad en muchas aristas de su vida, y quizás ha de ser por temor a las consecuencias, al cambio o la incertidumbre, se teme conquistar a diario sus victorias, guardarse los fracasos en el bolsillo, salir nuevamente a la calle y caminar, sin ese temor paralizante a que algo nos suceda en el trayecto… Lo importante es moverse ¿no? E ir avanzando con la vida sin que la

Andar aunque andemos vacíos de ideas, andar porque aún andamos llenos de sentimiento, andar aunque se carezca de hojas, andar porque aún tenemos versos, andar aunque se nos entumezcan las manos, andemos que nuestros dedos están llenos de tinta hirviendo, andar aunque estemos cansados, hambrientos o somnolientos… andar y andar… aunque andemos apenas a veces… a tientas, a reveces… Escritos en nuestras letras

vida se nos escape de las manos, sin que otros andemos, envueltos en nuestro frío, andemos, nos vivan la vida y más importante aún, sin que marchando en mil pasos, andemos… Andar, ir , nadie nos desviva la vida… venir, volver y regresar… Pero andar… porque lo importante no es tanto el camino, sino que os Así de simple y sin mucho que agregar… en este atreváis a caminar. fragmento de letras, en este pedazo de texto, la invitación manifiesta es simplemente a perdonarse los errores o perdonarse incluso no haber cometido algunos cuantos, reconciliarse primero consigo mismo, con las penas, con los dolores, con los dolores incluso que causan las esperanzas, darse un apretón de manos, un golpecito en la espalda y continuar el camino, firme, sonrientes que estamos vivos y que emocionante puede ser todo lo que está por avecinarse… Darse otra oportunidad para reír y hacer reír, que está demostrado que si pensamos positivo, sentimos positivo y actuamos positivo… Entonces… para qué esperar a que se nos arregle la vida sola, para qué quedarse sentado ensoñando ese mundo perfecto… démosle una chance al mundo para equivocarse, pero seamos nosotros quienes le ayudemos a enmendar sus errores, agotemos nuestras ganas de tener ganas y aún así… no dejemos de darnos la oportunidad para darnos aún 36


ón Royer

Alay Gregorio

moha hechos , ta is c li b u yp licidad. Es escritor ias de pub c n e g a s les a los Festiva nos en vari e d r o d a aniz “PoHa sido org en Iberoamericana v o Jo 06. Ha sid 0 de Poesía 2 y 4 0 0 n el 2 l” en quita Fe” e ta ni pape n ti in “S n e 05, antologazo 4 y “Piso Diez” el 20 s, 200 ago Editore Junio del M r o p s a d lica ía Hisambas pub ueva Poes “N la n el e antologado a” publicada en Perú can Edipanoameri ord Byron L r o p a d ja ca ista “La Ca v 2004 publi re la n e arece parciones. Ap aña, como p s E , 5 0 0 el 2 poetas Nocturna” ración de e n e g a v e deu lmente se te de la n a tu c A . e il Ch l arte jóvenes de novela y a e d to c e y o. pro to: gregori c dica a un ta n o c e tos d digital. Da ail.com alayon@gm

PARTICIPARON Leo Lobo s

(Santiago de C tor y artista hile, 1966). Poeta, En v de Literatu isual. Laureado UN sayista, traducESCO-As ra 2002. R chberg ealiza una en CAMA re sidencia c C, Centre re d´Art Marn Marnay-s ur-Seine, ay Art Cen ativa F rancia los ter en apoyo Fon años 2002 do Interna -2 0 c 03 con ional para daciónfra ncesa Fra la Cultura yla Funnk Ténot. ciones de Ha realiza sus dibujo d o exp s, pinturas creativa lo y una resid osis años 20 03 hasta c encia en el centr omienzos o de cultu d ra e l 2006 Jardim da ho, Sao P aulo, Bras s Artes en il donde re Cerquilrelaciones aliza activ internacio idades de nales y ge stión de p www.leolo royectos. bos.blogs pot.com

ndiburo

Miguel Á

ngel Gue rrero Ramos

Actualme nte estudia sociología Universid en la ad Nacion al de Colo Finalista d mbia. el ra Palindró I Premio de Literatu mica REV ER 2011, Primer Co del ncurso de R Histórico de la Edito elato Corto ri al Meyalih de la 4º E uitl, dición Pre mio “BIBL CA FIMBA IO TE” de narra tiv la IV Mue stra Crypts a breve, y de how Festi Relato de val de Terror, Fa n ta Ficción. H a publicad sía y Ciencia o microrre poemas e latos y n algunas páginas y de Interne blogs t, en algun os compil de poesía ados colombian a y en alg revistas d unas igitales. A ctua baja en la constitució lmente tran editorial p ara escrito de su propia res novele llevará el s que nombre d e “E d ic io n Lluvia de es La Una Noch e”.

e Valentina M

en ) Licenciada 8 8 9 /1 1 /0 9 (2 rsidad s de la Unive le a u is V s e rt con A ración 2009, e n e g e a rr e ente Finis T tura y actualm in p n e n ió c n me ilustra postítulo en haciendo un ad. ma universid is m la n e n ció u.tumblr.com www.laburea

Mariana

Garrido

Mar del P lata, 1985 . Argentin Participó a. de varias a ntologías ciudad, B en su uenos Air es, y una paña. En de Esrevistas lite rarias, La pa, La Igu Avisana, y Rio Grande R (Texas). Ó eview pera prim a en proce www.borr so. onyverso nuevo.blo com gspot. 37


. atricia O P ( a r e v K. Oli Patricia ta) – Patoka

ibe uay, escr g u r U o ontevide gs perso Vive en M latos en sus blo r y re edes pa r y s g lo poemas nb í como e nales as vistas Lis. e o v R ti s a ia ip r c a ti v orado en labras Diversas, Ha colab P : a ático, de la red s ia r rte Gram pel, a r A te e d peles de Pa Ágora-Pa emens, Raíces , Res Tr y Tintero a m Delirium lu P iteraria +, Revis Revista L a Estacional Poe e, Cotic zin vista Poé DeGlozel, LaFan rbo21, ria , Ve ta Litera ío Negro R o c oletín ti s tí r ando, B ria ir p a lectivo a P era Literaria evista Lit (no R , Revista a y a u tras d Urug y, entre o brara Socieda u g u r U a de no nom Culturali tes por n ta r o p menos im iemos, es m d a c li las). b u undo. libros p No tiene es y Poetas del M em bro de R

Milenko Žu

panović

Nació el 24 de Febrero del año 197 ña ciudad d 8 en la peq e Kotor, en ueel país euro negro. Toda p eo de Monte vía reside e n Kotor, pero lidad es cro su naciona ata De profe sión ingenie sus tiempo ro naval, en s libres esc ri be historias ficción, litera de ciencia tura fantásti ca y terror. sus trabajo Ha publicad s en el blog o Kišobran, d revista elec e Serbia, en la trónica Balk anski knjiže el fanzine E vni glasnik, ridan, de C en roacia, en e de Serbia, e l fanzine Terr n la revista a, argentina d ción Axxón e Ciencia F , en el sitio ic español No el sitio Orie va Fantasía nt Express , e n d e Italia, en la di Steppa d librería Lup el mismo pa o ís, en la com sitio Blogop pilación del edija - Blog opedija 200 Xenoliterari 8, en a, Revista D ig ital miNatura los sitios Fundación, , La Tercera y en los blo gs Breves n y Químicam o tan breve ente impuro s . También h alguno de s a publicado us poemas en el blog T año 2010, p ragovi y en ublicó su pri el mer libro de historias.

Eryk Ostro wski

Nacido el 1 ero de May o de 1977 Literatura P en Cracovia olaca; tamb , Polonia. G ié n estudió lite Miembro d raduado en e la Asocia ra tu ra ru sa. Poeta, a ción de Es libros de po u tor y editor. c ritores Pola esía. En el a cos. Ha pu ño 2005 la ra colección d blicad ma serbia d e sus 20 po el Club PEN o siete emas tradu de poesía, publicó la cido por el Biserka Ra bien conoc jcic y un añ En el año 2 id o o traductor después su 006 publicó libro Dar (E un estudio d poemas de l Regalo). e ciencia po l ganador d pular sobre el Premio N temente ha lo o s nuevos bel, Wislaw trabajado e a Szymbors n la colecció con la crea ka. Recienn de poema ción de un s de Marina ensayo ace se publican rca de su v Tsvetaeva en periódic id a . Su poesía y os polacos, de “El Prem s ensayos e rbios y húng io El Libro d aros. Fue e el Mes de C nados Muz l ganador racovia” po yka na wzg r sus poem órzu (La Mú comenzó a a s s seleccioica En la Co trabajar en lina, 2006). su primera lírica de Ne En el 2006 monografía il Tennant (P literaria ded et Shop Bo Ministerio d icada a la ys) por la c e Cultura y ual recibió Patrimonio Vive en Cra una beca d Nacional de covia. el la Repúblic a de Polonia . 38



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