Palabras mayores

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SUMARIO Editorial 3 Entrevista a Fernando Lázaro 4 Encuesta a los «neoprofes» 6 Poesía del exilio 8 Cuando los profes dicen disparates 12 Internet y Educación 14 El retablo de Arnuero 16 Más Europa... ¿Más Imperio? 18 Ingratitud 20 Cara y Cruz 22 Memorias de la Rosa 24 Grupo teatro Pereda 26 La trascendencia del libro 27 La Jenduda 28 Turismo rural 30 Aprender a mirar 33 Las cosas de Douce 34 Al público 37 La imagen rota 38 La bohemia 38 Poemas 42 Les Luthiers 46 Última noticias 47

REDACCIÓN Aurelio BARRÓN Javier BONET Ana GÓMEZ Blanca GONZÁLEZ Fernando LÁZARO Fernando LLORENTE Antonio MARTÍN José Félix MARTÍNEZ Pachi MERINO César NIETO Julio NIETO Maica POLO José Luis SOBRADILLO Dirección en Internet: http://empresas.mundivia.es/iespereda/palabras05.pdf 2


¡Q

ué difícil es hacer un editorial!. ¿Qué ponemos, lo de siempre?, ¿intentamos ser modernillos y nos marcamos un editorial underground y rompedor?. No, no, seamos más clásicos, limitémonos a saludar, a quejarnos de lo malos tiempos que corren para la lírica y a enumerar el contenido de nuestras páginas. No, otra vez, no, por favor, si eso ya lo van a ver nada más dar vuelta a la página. Venga, seamos un poco originales, busquemos la novedad, marquemos un hito en la historia del editorialismo, seamos más que correctos en lo que a política se refiere y dejemos contentos a todos; vamos a hacer varias editoriales, y que cada cual escoja el que más le guste. Así somos en PalabrasMayores, generosos, derrochadores con las palabras.

EDITORIAL

Editorial1 (lacónico - pesimista). Nos seguimos quejando de lo de toda la vida, que si ya no es tiempo de revistas, que si siempre somos los mismos, que si nos leen menos que a Ussía en la sede del P.C., etc. etc. De todos modos, aquí estamos, para dar rienda suelta a las ganas que unos cuantos tenemos de plasmar en el papel cuatro ideas o inquietudes propias más bien de otros tiempos y para que no muera, por segunda vez, entre tanta indiferencia, un intento más de salir de la rutina. Aunque parezca mentira, es el segundo número este curso, ¡quién nos lo iba a decir a nosotros!. Editorial 2 (breve - optimista): ¡Qué bien!, ya van dos números este año, y con material suficiente para un tercero después de las vacaciones.¡Somos la leche, viva el director que nos parió!. Tenemos de todo en este nuevo número: actualidad, opinión, crítica, información, creación, humor, entrevistas (incluso a un perro, toma ya periodismo de vanguardia). Es probable que tengamos que hacer una tirada más grande porque nos la van a quitar de las manos. Tiembla, Babelia. Editorial 3 (sincero - ecléctico): Pues sí, aquí seguimos, seguimos siendo pocos, pero las Palabras Mayores siguen saliendo; en medio de nieves, elecciones europeas y carmelos que se caen arrastrando consigo comisiones y comisionados. Echamos de menos alguna pluma nueva, pero nuestra producción artística roza ya el notable alto: magníficos poemas, cuentos y relatos inundan de nuevo nuestras páginas. Sí, sí, del Instituto casi no merece la pena ni hablar, pero nosotros sí hablamos: con el orientador, que nos alumbra sobre sus competencias, con los nuevos profes, que vienen a decirnos en una encuesta que tampoco está tan mal el Pereda, que está como todos, más o menos. Tal vez parezca que todo está medio muerto, pero nuestra Revista se ocupa de algunas actividades como el Aula de Teatro o de interesantes viajes y excursiones montañeras. Es posible que no nos lean mucho, pero nos gusta pensar que sí: de hecho, el libro, la lectura como ejercicio de libertad y desarrollo ocupa unas cuantas planas de estas Palabras Mayores. Y en estos momentos, en los que no está muy bien visto del todo opinar a contracorriente, pues también lo hacemos, y si no estamos de acuerdo, pues lo decimos, con nuestras Palabras, porque ya somos Mayores. Es verdad que en esta ocasión nadie nos va a sacar los colores, porque salía muy cara la impresión, pero le vamos a echar todos un poquito de imaginación y pintaremos un maravilloso arco iris de grises. Y sí, seguiremos trabajando en el próximo número porque……….. porque sí, porque queremos, porque nos parece que tampoco hay que dar ninguna otra explicación, ni excusa para sacar cada trimestre unos cuantos folios pintados con Palabras, con dibujos, con poemas, con cuentos, con ganas de decir y de que digan. Y así, pues hasta que nos lean Polanco o Lara y nos saquen de aquí para llevarnos al Parnaso de las letras (bueno, esto se ha escapado del segundo editorial, pero también se puede quedar aquí) o no, mejor todavía, hasta el próximo número en el que a otro miembro del Consejo de Redacción se le ocurra otro editorial un poquito más serio que éste.

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(sine animo molestandi)

Entrevista

a Fernando Lázaro, Psicopedagogo

By J&J

Aquí estamos de nuevo los insolentes con la segunda entrega de nuestras entrevistas amables con una nube de mala leche. Si en el anterior número nos estrenamos con la cara visible de nuestro centro, con el eje directriz del mismo, con el lucero que nos alumbra, en esta ocasión nos hemos fijado, como buenos navegantes que somos, en la estrella polar del Instituto, el que nos guía, el que nos orienta a todos en este proceloso mar en el que a menudo zozobramos (el chiste está puesto a huevo).

reflejo de lo que vivimos en la sociedad. A nivel personal, y según las experiencias de cada uno, vivimos con más o menos estrés, cierto grado de neurosis y bastante ansiedad, unas veces por conseguir cosas y otras por lograr que otros nos quieran. Lógicamente, esto influye en nuestro trabajo profesional, y aunque parece claro que el norte sigue estando en el mismo sitio, en la práctica hay quien trabaja para mantener el rumbo y quien lo hace para mantenerse a flote.

Así es, charlamos con Fernando Lázaro, psicopedagogo y Jefe del Dpto. de Orientación. Vamos pues, sine animo molestandi, de verdad.

PALABRAS MAYORES: ¿qué hace un orientador

P.M.: Su encomiable labor orientadora, ¿quién la valora más: alumnos, padres o profesores, o aquí no acepta coordenadas ni Dios? F.L.: Agradecido, por lo de encomiable. Si por valoración entendemos la cantidad de personas que acuden al Departamento para informarse, buscar colaboración para intentar solucionar algún problema (que no consejos), conocer las dificultades específicas que tiene algún alumno o cómo realizar una adaptación curricular, lo cierto es que por aquí pasan a lo largo del curso más del centenar de personas entre alumnos, padres y profesores, e increíblemente, bastantes de ellas incluso repiten. Es difícil saber qué colectivo valora más la intervención que se realiza, o si los reincidentes vuelven porque lo valoran o porque no se ha dado respuesta a su problema. P.M.: Tiene usted fama de afable y su rostro siempre esgrime una sonrisa; ¿no oculta con ello un sordo, intenso y continuado cabreo?

como usted en un sitio como éste, no siente a veces la sensación de estar predicando en el desierto?

F.L.: Sólo en contadas ocasiones, lo que pasa es que como los demás no tienen la culpa de ello procuro que no les afecte. Por otra parte, en psicología cuando nos preguntamos si lloramos porque estamos tristes o si estamos tristes porque lloramos, se observa que hay una influencia reciproca entre el estado corporal y el sentimiento, así que si uno adopta una actitud positiva ante el entorno llega a sentirse así.

FERNANDO LAZARO: No tengo la menor intención de convencer a nadie. Al Instituto acceden, desde hace tiempo, un colectivo de alumnos que antes nunca soñaron con pasar de la enseñanza colegial (alumnos con necesidades educativas especiales, desmotivados, con falta de base, con necesidad de compensación educativa, fracasados escolares...). A estos alumnos, así como a sus familias y profesores les ofrecemos colaboración y orientación académica, familiar y personal.

P.M.: Usted, como diría un castizo “andalú”, ¿qué “e” lo que “é” : un profesor, un orientador o ya no lo sabe ni usted mismo?

P.M.: ¿Tiene usted la impresión de que los profes estamos ya bien orientados, que no nos hace falta brújula, o que más bien vamos sin rumbo, como el Rácing sin Pitermann?

F.L.: Aunque a algunos les parezca extraño, soy profesor antes que psicopedagogo, porque un psicopedagogo puede no ser profesor, sin embargo todo profesor, por el hecho de serlo, debería ser orientador de sus alumnos. Ten en cuenta que la respon-

F.L.: Lo que ocurre en el Instituto no es más que un

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sabilidad del profesor abarca, además de la enseñanza, la educación de sus alumnos, y que un profesor educa, aunque no quiera, cuando usa un vocabulario adecuado en clase, trata con corrección a sus alumnos, procura ser justo con ellos, facilita que le pregunten, le ayuda a tomar decisiones, evita criticarle... P.M.: ¿Es verdad que en sus más terribles pesadillas se ve usted acosado, perseguido y vilipendiado por una cuadrilla de tutores que le fustigan con sus propios informes y al final, antes de despertarse, es liberado por un ( o una, depende del día de guardia) jefe de estudios? F.L.: De momento, mis pesadillas no tienen nada que ver con mi trabajo P.M.: Podría usted hacer un pequeño poema utilizando palabras como diversificación, integración, coeducación y otras lindezas parecidas. F.L.: Creo que diversificación e integración riman con trabajo en equipo para conseguir que nuestros alumnos con dificultades puedan conseguir el título de graduado en ESO (que les habilita para que puedan llegar a ser peluqueros, mecánicos, panaderos, carpinteros... ) y que coeducación rima con igualdad de oportunidades. Es una pena que los profesionales de la enseñanza no hayamos recibido una formación básica común que nos permita diferenciar entre diversidad y diversificación, pensamiento formal y concreto, evaluación y calificación... lo que nos ahorraría malos entendidos y discusiones. P.M.: Bueno, volvamos un poco a la seriedad. Mójese, Sr. Orientador: ¿Se está haciendo lo que se debe (por parte de todos, que conste) con el tema de los alumnos que nos vienen de allende los mares, o simplemente les acogemos en nuestro seno, les amamantamos (unas más que otros) y luego les dejamos un poquito de lado? F.L.: Tanto con los que nos vienen allende los mares, como con los que proceden allende las montañas pienso que lo más adecuado sería incorporarlos a una clase específica durante un tiempo (lo más corto posible) con el fin de poderlos conocer, a ellos y a su familia, y valorar su nivel de conocimientos generales y de castellano. Después se les asignaría a un grupo, teniendo en cuenta la valoración hecha de su nivel escolar y su edad. Si desconoce el castellano debería permanecer un tiempo en esa clase específica aprendiéndolo, y el resto del horario con su grupo de referencia. P.M.: Su despacho, ¿es un refugio, un centro de acogida o una ventanilla administrativa abierta los jueves por la tarde? F.L.: Mi despacho es el lugar donde se diseña la organización de los grupos de diversificación y grupos flexibles, se toman decisiones acerca de la orientación académica de determinados alumnos, se habla sobre los métodos a aplicar a algunos niños con necesidades educativas, determinados padres comentan los problemas que tienen con sus hijos, algunos hijos comentan sus problemas con sus padres.... y de vez en cuando nos “expansionamos” con los almuerzos que traen José Francisco, o José Luis, o Mª José, endulzados con el vino que aporta Asun.

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P.M.: ¿Qué echa usted de menos en su papel de llanero solitario: más comprensión por parte de los compañeros, más medios, un despacho más grande? Pida, pida, que esta revista la leen los que mandan. F.L. En este momento echo de menos no poder acceder a la red interna del instituto desde el despacho. Es algo que espero solucionar pronto ya que el acceso a los expedientes de los chicos es esencial en este trabajo. Desde que comenzó el plan de “mejora” de la red informática hemos “empeorado”. P.M.: Siga soñando, amigo Fernando: si pudiera escoger, ¿hacia dónde se orientaría: entrar en el rebaño de los profesores a secas, seguir con lo que está haciendo, coger la puerta y salir corriendo o pegar un golpe de estado con su equipo y tomar las riendas del poder? F.L.: Si pudiera elegir seguramente procuraría cambiar algunas leyes para que: 1. Los alumnos que no quieren estudiar pudieran pasar el día en un desguace de coches, o similar, machacándolos a martillazos, y volviendo a su casa por la tarde con la satisfacción del deber cumplido. 2. Los que quieren estudiar, pero tienen dificultades, puedan hacerlo ayudados por un equipo de profesores que creen en sus posibilidades y adaptan la enseñanza a las dificultades. 3. Los que simplemente quieren estudiar y tienen capacidad para ello, puedan hacerlo sin que vean pisadas sus ilusiones por el grupo primero. P.M.: Señor Orientador, oriéntenos usted: de sus cuatro colaboradores, ¿verdad que los más atractivos no son José Francisco ni Don José Luís?. No se corte, que ellos lo entenderán, tienen otras cualidades. F.L.: Cada una de las personas del equipo tiene su atractivo, para descubrirlo no tienes más que mirarlos con buenos ojos y verás que cada uno es distinto y cualificado. P.M.: ¿Puede usted indicar a estos insolentes que le hacen este tipo de preguntas (recuerde, sine animo molestandi) algo de lo que se sienta realmente satisfecho? Bueno, de lo que se sienta al menos algo contento. F.L.: Estoy satisfecho de la colaboración mostrada por los profesores con este departamento y, por supuesto, de los profesores que forman parte del departamento. P.M.: Es la hora del desquite; Lázaro, antes de levantarse e irse, critíquenos un poco, ¿qué le parece nuestra revista?. Sea benévolo, por favor. F.L. Echo en falta dos cosas: una el típico obsequio que acompaña a toda revista que se precie, que en este caso, y como sugerencia, podría ser una agenda para el profesor, el cuaderno de derechos y deberes del alumno o una reproducción en plomo del “pin” del instituto, y la otra ¿para cuando tendremos las lujosas tapas para encuadernar la revista?

P.M.: Bueno, muchas gracias, y hasta otra; esperamos seguir bien orientados, no perder el norte ni la cartera y la próxima entrevista insolente (si nos dejan) irá orientada a ...................... ?


Blanca y Maica

ENCUESTA a los «neoprofes» del Pereda

En esta vorágine de encuestas que la revista PALABRAS te ofrece de vez en cuando, le toca el turno de mojarse a los nuevos; a esos señores y señoras que aparecen cada año y cuyos nombres nos cuesta tantos meses aprender. ¿Cómo son, a qué dedican el tiempo libre, en qué lugar se enamoraron del Pereda? A todas esas y a otras preguntas han respondido nueve de estos neófitos en nuestro Instituto.

Y lo cierto es que ha habido bastante unanimidad en las respuestas, aunque con matices. El cuestionario era muy simple, las preguntas muy típicas. Veámoslo con sus respuestas ya trabajadas:

1: Crees que la educación exige vocación o es un trabajo como otro cualquiera? UNANIMIDAD: se necesita vocación, aderezada con un poquito de paciencia e implicación, como antídoto ante el desquicio, el “queme” y la rutina. Algunos acusan ya síntomas de desgaste. 2: ¿Tenías alguna idea preconcebida sobre este Instituto? ¿Se corresponde con lo que has visto? De fama más o menos buena, (algunos le encuentran hasta «solera») que se corresponde con la realidad, aunque hay alguna opinión un poquito más negativa (“triste y estancado”). 3: ¿Qué es lo que más valoras del Pereda? El ambiente, en general, entre el profesorado, que es muy bueno, así como algunos aspectos en torno al alumnado (disciplina, nivel) bastante aceptables.

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4: ¿Y lo más negativo? SORPRESA, SORPRESA: lo que menos gusta a los nuevos es ese excesivo COTILLEO que se respira en el ambiente. Y otros pequeños detalles como el servicio de copistería, el inmovilismo en cuanto a nuevas tendencias pedagógicas, la poca atención a los alumnos inmigrantes y el acoso……. a los fumadores. 5: Respecto al alumnado, ¿te encuentras cómodo, es distinto al de otros centros? Sin diferencias apreciables; aunque cada uno matiza algún aspecto, por ejemplo, «actitud de desprecio» y poca disciplina, , en líneas generales se valora a nuestros alumnos con buena nota respecto a sus colegas de otros centros. 6: ¿Qué originalidad has encontrado en este centro? Pues ninguna en especial, a no ser la modalidad de la Educación a distancia, y el tipo de relación que se establece entre profesor y alumno en este tipo de enseñanza. Aparecen citados otros puntos curiosos como el hecho de que tengamos un bar “para profes”, tarimas... 7: ¿Te has sentido apoyado por el equipo directivo y los compañeros? UNANIMIDAD, qué buenos chicos. Hombre, alguna que otra explicación a principio de curso sobre el funcionamiento de algunas cosillas, no habría venido mal. 8: ¿Qué echas de menos en el Instituto? Pues casi nada, si exceptuamos: un ascensor, una sala de fumadores digna, más sentido del humor, más recursos para ciertas asignaturas, más atención a los alumnos con necesidades especiales, hasta un aparcamiento. 9: ¿Te sientes integrado en el centro? ¡Qué bonito! SIIIIII 10: ¿Te gustaría continuar aquí o saldrías pitando? ¡Más bonito todavía!: todos quieren seguir el año que viene, y hasta los hay que desean jubilarse aquí ... ¡Es tan céntrico! ¿Qué les das, Pereda, qué les das?

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POESÍA DEL EXILIO Desde el día 12 de febrero, y hasta el día 19 del mismo mes, Blanca, Javier y yo, visitamos por tercera vez en los últimos doce meses los campamentos de refugiados saharauis. En esta ocasión nos dirigimos directamente a Dajla, la wilaya más alejada, y allí nos instalamos durante el tiempo que duró nuestra estancia. Además de desarrollar nuestra actividad en la Escuela de Mujeres y en las aulas de las escuelas, establecimos provechosos encuentros con un grupo de saharauis, diplomados en Cuba, que trabajan en distintos campos acordes con sus estudios. Será con ellos, así como con la directora de la Escuela de Mujeres, en cuya casa nos hospedamos, con quienes ya hemos comenzado a coordinar los programas que llevaremos a cabo en un futuro próximo. Una noche conocimos a otro joven diplomado en Cuba, Luali Lehsan Salama, poeta coautor, junto a los también poetas Alí Salem Iselmu, Limam Boisha Buha, Mohamed Salem Abdelfatah y Saleh Abdelahi Hamudi, de un hermoso poemario, escrito en castellano, a pesar de la nula colaboración de las instituciones culturales españolas, y titulado “Añoranza. Imágenes del pueblo saharaui”. El libro ha sido editado por la Asociación de amigos y amigas del pueblo saharaui, de las Islas Baleares, y a los versos los ilustran unas bellas fotografías del menorquín Biel Calafat. A “Añoranza. Imágenes del pueblo saharaui ” pertenecen los poemas que se reproducen. Luali Lehsanal fue el encargado de presentar el libro en el campamento, Dajla, al que llegó con tres años de edad, tras el éxodo de su familia bajo las bombas del ejército marroquí, que invadió su tierra hace casi 30 años. Nos facilitó el texto que en 2002 leyó en el acto de presentación. Le dijimos que lo incluiríamos en nuestra revista. Y así lo hacemos.

Fernando LLORENTE

“Añoranzas. Imágenes del pueblo saharaui” Alí Salem Iselmu, Limam Boisha Buha, Luali Lezna Salama, Mohamed Salem Ahdelfatah, Saleh Abdelahi Hamudi Fotografías: Biel Calafat Ed: Asociación de amigos y amigas del Pueblo Saharaui

Luali Lehsan

Esta poesía pretende ser el reflejo de una realidad cruel y surrealista. Por ello se sirve del alborotador reflejo de esa realidad en el corazón para expresarse. Supongo que tratar de situarnos medianamente en la variada dimensión de los senderos que atraviesa en su amarga génesis puede ser incomprensible para quien no la viva desde sus raíces que calan todavía más profundas que la memoria del primer hombre que nació en las fronteras naturales del Sahara Occidental y una dolorosa reedición de esas palabras en su trayectoria hacia el folio en blanco. Los que firman los textos publicados bajo el genérico y sugestivo título de “Añoranza, imágenes del pueblo saharaui” son un grupo de jóvenes saharauis unidos por una serie de acontecimientos fortuitos que son una ínfima parte de la desventura que le ha tocado a nuestro pueblo vivir. Partiendo del supuesto de que quien escribe “poesía en este caso” deja trozos de su alma en el papel, trataré de reflejaros someramente los episodios que contribuyeron a la sensibilidad poética de los jóvenes en cuestión. Nacimos cuando la RASD se murmuraba en voz baja en los barrios bajos de El Aaiún colonial corría como un chitari (novedad) entre los firgan del Tiris o Namur. Vivíamos ajenos a los macroacontecimientos que marcarían para siempre nuestras vidas: la agonía de Franco, el despertar de España, la muerte del Sáhara.

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Nuestra infancia, que recordamos entre brumas, era un lento transcurrir del tiempo tras una manada o un juego al escondite en algún patio del colonial Villa Cisneros, hasta que se vio truncada con el estrepitoso rugir de los tambores de la guerra. Algunos vimos por primera vez pájaros de hierro escupiendo fuego sobre nuestras familias, que huían del terror de la guerra, de los cañones. Empezamos a sobrevivir en el exilio y empezamos a convivir con el fusil como un utensilio más de la casa. Nació el Frente POLISARIO, un par de años menor que todos nosotros, pero lo creíamos un gigante, un homínido de proporciones desmesuradas, solíamos ver como huellas suyas las depresiones del terreno donde se asentaron los primeros campamentos. Estaba por todos los lados, era como un dios menor. El impacto iniciático del exilio y nuestra fantasía infantil compaginaron de maravilla. Nos perdíamos entre los dunales persiguiendo lagartos, todo era novedoso, virgen, pero aquello no duró mucho: el terror de la guerra anidó en los ojos de nuestras madres, cuando empezaron a llegar las noticias de grandes victorias en el frente mezcladas con las de las pérdidas de seres queridos, mártires de la causa.

aprendimos que hay lugares donde puede llover todo el año, que el desierto es selva a su manera, que una sonrisa no es una mercancía, que el amor es siempre uno de los olores del día, aprendimos que saharaui es la sangre que riega nuestras almas. Allí, a miles de kilómetros, seguíamos oliendo la pólvora en el horizonte, nos llegaba el llanto de la guerra, llorábamos en silencio el dolor de la patria. Entonces empezó nuestra necesidad de verter el peso del corazón en el vacío del papel. El sujeto lírico de entonces, las lágrimas huérfanas, la ausencia de la ciudad y la lejanía de un hogar al que no llegaba ni siquiera el vuelo del sueño. De Cuba regresamos diplomados en las más variopintas carreras. En el fondo traíamos la ilusión intacta, creíamos, y aún creemos, que una mentira puede correr mil años, y que la verdad la alcanza en un día. De vuelta al exilio nos i m p a c t ó cómo habían crecido los campamentos, pero también los cementerios. El tiempo parecía estar detenido, la guerra también lo parecía, los fusiles dormían y las cicatrices ardían bajo el soplo de los sirocos adversos.

quien escribe “poesía en este caso” deja trozos de su alma en el papel

Los juegos pasaron a mejor vida carcomidos por la voracidad del sarampión, fueron los abanderados del surgimiento de los primeros cementerios del exilio. Algunos nos salvamos de milagro. Comprendimos lo que era la muerte, empezó a ser uno de los posibles ocasos del día. Por la noche nos dormimos con seis años y cuando amaneció éramos hombres. Fuimos internados a esa edad en una escuela en medio de la nada, compartimos el primer pupitre, el primer lápiz, las primeras carencias y las primeras nostalgias. Creíamos que estábamos solos en el mundo. Esa soledad habría de prolongarse durante muchos años. Cuba es otra estación en nuestras vidas. Allí comprendimos la infinita inmensidad del océano que baña las costas de nuestra tierra, el océano que nos mantendría por largo tiempo alejados de nuestros seres queridos. Vivíamos otra envoltura del exilio. En Cuba

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Ahora los matices del verso se vuelven inmediatos, acuciantes, nacen como un doloroso parto del corazón. Ahora el protagonista es un dolor persistente e informe. A veces son los rostros de sal y pólvora que pueblan las calles sin nombre de esta cárcel sin rejas, el entierro de un hombre con el amargo sabor de la espera en los labios, el polvo que ahoga la sonrisa infantil, la monotonía de los días que mueren sin perspectiva. El monótono hoy sin mañana posible que tiene maniatadas las alas de la libertad. Estos diez años de paz sin paz son los que hacen que uno piense que mañana puede ser una mala noticia, o que una máxima popular rece el dolor del exilio, que todo lo que hagas sea estéril, porque no quedará como herencia para tus hijos ni como fruto para tu patria. Y lo más doloroso es que la guerra puede, todavía, ser uno de los nombres de mañana.


VOCES MAÑANA Más allá allende la muralla una mujer se asoma a una ventana tarareándole a tu cielo la letra de una canción temprana y cruzando la calle fría alguien en nombre de dios promete devolverte la luna y tú te estremeces con cada latido solitario de una multitud que espera.

Vamos contando estrellas al borde de la madrugada y una vez más — como casi siempre— tu nombre aletea sobre la inmensidad de los senderos y se detiene en cada pedazo de nuestra idea y nos regala el aliento de una tarde ya lejana. Un hombre vuelve los ojos hacia el fusil que duerme y extiende sus manos para tocarte entre las amarillentas hojas de la memoria mientras vas coleccionando las huellas de aquellos a los que se les hizo muy tarde para tomar el té de la próxima mañana.

La eterna lágrima enjuagas el rostro que en la sombra llora. Entonces un joven A la noche susurra ¡Quizá mañana! El viento de palomas emprende el vuelo la duna se abraza a la ausencia del suelo y desde el corazón de cada puerta una voz de hombres y tumbas se remonta al cielo

Acaricias al niño y la inocencia sonríe en sus ojos de arena. Entonces un anciano murmura ¡Quizá mañana!

¡Quizá mañana!

Luali Lehsan

del DESIERTO 10


BUBISHER*

MITOLOGÍA

A veces llega hasta la almohada me susurra en su lengua de jeroglíficos.

«Los años son un pozo de memorias» Mario Benedetti. Mi padre me dijo: »Yo nací el año de los dientes verdes de los dromedarios».

Me despierta. Abro los ojos y receloso se aleja. Lo veo detenerse en el umbral de mi silencio y escucho nítidamente su canto de sosiego.

Ahora yo me pregunto: ¿Qué hemos hecho de nuestros años, tan lejanos y estrechos?.

Mi corazón empieza a vagar por las costas y se remoja los pies descalzos en las olas atlánticas de la paciencia.

¿Cayeron malbaratados entre el olvido de la tradición y la sed de las dunas? ¿Se esfumaron en el aire como haces de leña?

Mohamed Salem Abdelfatah *Bubisher: Pájaro que, según los saharauis, trae las buenas noticias

Buscad en la poesía, huesos de la memoria, como nuestros antepasados. Nuestros años son versos, como una lluvia de estrellas como la hermosa yerba o el parto de las abejas. Estos son nuestros años abandonados esqueletos trágicos, como grandes tormentas como una lluvia roja o un vendaval de langostas.

EL TIEMPO VA

Y no son estos otros incipientes y artificiales que ahora colgamos del almanaque de nuestros sueños.

El tiempo va, siempre va dejando callos en las manos de la historia. Los años se precipitan como perlas de un rosario sobre la ya longeva memoria del exilio. La providencia talla nuestros pasos de mañana en un camino sin brazos, sin flores en lo bordes, y sin ti en el horizonte.

Limam Bisha

El tiempo va, siempre va arrastrando las cicatrices del universo hacia un norte apoteósico. Los días sobre vuelan, sin ruido, como aves de rapiña, el techo de este hogar sin raíz donde anida el sueño de nuestros hijos.

TIRIS Si llegas alguna vez a una tierra lisa y blanca acompañada de inmensas estatuas negras y el andar pasivo de camellos y beduinos, recuerda que existe una tierra sin amo y sin dueño, espejo y alma de todo ser inocente.

El tiempo va, siempre va.

Luali Lehsan

Ali Salem Iselmu

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Cuando los profes dicen disparates “Yo puntúo bajo porque vivo en un primero”. Matemáticas “Todas las palabras que terminan en -aje y -eje se escriben con z”. Lengua “Otra de las obras que tenéis que leer es San Manuel Bueno Martínez”.Literatura “No me confundáis las churras con las meninas”.Filosofía “La Revolución Industrial comenzó en el Reino Unido y de allí se extendió a Inglaterra”.Historia “En esa época, la jornada laboral era de 44 horas diarias”. Historia “Si les molesta, puedo explicar en voz aún más baja”. “Está bien, voy a explicarlo de otra manera: los diptongos y los hiatos son como matrimonios: al principio se quieren mucho y son diptongos; luego se separan y va cada uno por su lado, y entonces son hiatos. Mejor dicho: un hiato es un diptongo que se divorció”. «Hablamos, ahora, de Enrique VIII: pongan, ustedes, una uve y tres palitos». Historia. «-algia- significa dolor. Por ejemplo, dolor de cabeza es cefalea». Lengua

Los autores

Todo surgió de la malévola mente de dos periodistas: Miguel Villarejo y Javier Serrano, redactores de las publicaciones juveniles Menos 20 y Menos 25. Querían crear “secciones interactivas”, según nos han contado, en las que participaran los lectores (de COU y de universidad). Idearon una sección en la que recogerían “dichos” de sus profesores en clase En pocos meses, cientos de cartas inundaron la redacción. A lo largo de los últimos cuatro años, Miguel y Javier se han dedicado a clasificarlas, odenarlas y pulirlas, en lo que Miguel define como “un trabajo de entomólogo”.

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«Me tenéis tan desesperada que no sé si tirarme al metro o al taquillero». Griego. -Un alumno pregusta al profesor: ¿Usted apunta las notas? Profesor: Yo lo apunto todo. (y sacando un papel del bolsillo comienza a leer: mandarinas, queso fresco, salchichon...Filosofía Toda la clase está hablando, el profesor dice: “¿Quién es el alumno de guardia al que le toca responder? Filosofía Alumnos: “ Cómo vamos con el temario?” Profesor: “Si España va bien, el temario también”. Física Alumnos: ”¿Podemos entregarles más ejercicios para subir las medias? Profesor: “ Para subir las medias , lo que hace falta es un liguero”. Lengua Alumnos: “ ¿ Mañana hay clase de Filosofía? Profesor: “ ¿ Por qué no va a haber? Alumnos: “ Es que preferimos quedarnos durmiendo” Profesor: La clase de Filosofía puede ser una buena oportunidad para continuar el sueño” . Filosofía Palabras formadas por el vocablo –“vale” .- “valetío”. Química Mira que es grande España y tenéis que venir a joder precisamente aquí. Filosofía Escuchadme un momento y luego seguís continuando. Matemáticas Con lo bien que suena Tom Cruise en español, Tomasito Crucero. Inglés Un alumno repite varias veces lo mismo, tratando de hacerse entender. Al final el profesor le interrumpe.” Que sí, hombre, que sí, que no sé lo que dices pero tienes razón”.-Lengua Para el examen de mañana que Dios reparta suerte, porque como se le ocurra repartir justicia, lo lleváis claro. Religión Voy a pasar lista por orden cronológico”. Lengua Vamos a analizar esta frase de Machado en su obra “La familia de Pascual Duarte”. Filosofía Profesor: “Si digo ¡Qué grande es esta clase! ¡Qué listos son mis chicos! ¡Qué guapa es Pilar!... ¿Qué son? Alumno: ¡Mentiras! Profesor: “ No, hombre, ¡exclamaciones! Lengua «Voy a chutar desde más atrás, que desde aquí no llego» Educación Física

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Julio NIETO

Internet y educ@ción En estas páginas hemos querido presentaros algunas direcciones de Internet que pueden ser útiles a la hora de buscar información sobre temas educativos, en la elaboración de ejercicios con programas-autor como Hot Potatoes o Jclic, así como diccionarios y traductores que podemos necesitar a la hora de «navegar» por la Red

Direcciones relacionadas con la educación.

CENICE.

EDUCARED. El programa EducaRed está impulsado por la Fundación Telefónica, Telefónica y una mayoría de organizaciones del mundo educativo en la que se encuentran las principales Asociaciones profesionales, Confederaciones de padres y Sindicatos. El Programa pretende desarrollar un ámbito de reflexión y pensamiento en el que se evalúen y contrasten las distintas experiencias, con especial atención a las consecuencias que para la vida ciudadana y el desarrollo personal van a tener los nuevos sistemas de la escuela virtual. El portal Educared se divide en varias secciones: Información: En este espacio se toda la información relevante para el sector educativo: desde noticias de prensa, tanto de ámbito nacional como autonómico, a la información específica dirigida a la comunidad educativa: normativa académica, seminarios, congresos, cursos etc. Sin olvidar toda la información relativa a ayudas, premios y bolsa de trabajo.

La página del CENICE (Centro nacional de la información y comunicación educativa) es la página del MECD dedicada a la investigación y comunicación de las tecnologías educativas.

Recursos educativos: En esta sección se hace una presentación y breve resumen sobre Programas y webs curriculares y extra curriculares, sobre Innovación pedagógica, así como otras utilidades: Dicionarios, Correctores ortográficos, Enciclopedia , Divulgación científica y tecnológica etc....

El sitio presenta cuatro grandes áreas: Proyectos, Recursos educativos, Formación a distancia TV educativa y productos audiovisuales. En esta breve reseña no pretendemos una presentación exhaustiva sino subrayar alguno de los campos que a nuestro juicio, pueden ser de interés para los profesores interesados en el conocimiento e integración de las TICs en su práctica educativa.

Punto de Encuentro: esta sección pretende ser un espacio de intercambio de ideas, opiniones e intereses comunes. ¿Cómo? Participando en los foros, o entrando en las distintas salas. Sala de profesores. Sala de alumnos. Entre padres.Foros de debate

El área que nos parece de mayor interés es la titulada Recursos educativos y en especial la sección titulada: «Recursos de apoyo a Primaria, ESO y Bachillerato». Cada una de las áreas Lenguas, Ciencia y Matemáticas, Ciencias Sociales y Humanidades, Artes y Educación Física, Multidisciplinar encontrarán materiales muy bien elaborados que pueden ser de gran ayuda en la enseñanza de las diferentes disciplinas.

Actividades:En este espacio se proponen todo tipo de actividades. Desde un club de ajedrez, que está a punto de abrir sus puertas, a qué leer, una amplia selección de actividades extraescolares, rutas para excursiones o las exposiciones de la agenda de arte.

Asimismo resultan de interés los “Materiales curriculares” premiados por el MECD, en sucesivas convocatorias desde 1999 a 2004, presentados por Materias y Etapas. (Los CDs correspondientes pueden ser solicitados al Ministerio)

Servicios: Los servicios que ofrece esta Web son, entre otros: una Escuela de NNTT,cómo crear una página web educativa , cómo alojarla etc...

En esta misma sección se puede encontrar software educativo, webs temáticas, banco de imágenes, así como “Páginas profesionales” creadas por profesores que han decidido utilizar las tecnologías de la información y la comunicación , como un apoyo más a su labor educativa.

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OTROS SITIOS EDUCATIVOS

http://es.yahoo.com/ Es uno de los primeros y más popular entre los buscadores. Es no solamente un buscador de recursos (spider), sino que ofrece un «directorio» en forma de árbol ,dividido en categorías. Su sitio oficial superó los 60 millones de visitas (abril2001)

Educalia Es un programa educativo que Fundación «la Caixa» ha desarrollado en Internet para la comunidad que forman los niños y jóvenes de 3 a 18 años, sus familias y sus profesores . Está basado en una concepción amplia de la educación y se caracteriza por ser una web abierta , interactiva y dinámica que potencia el intercambio de experiencias. Dos grandes secciones: Infantil-Primaria y E. Secundaria, subdivididas a su vez en:”Programas,

http:// search.msn.es/ Microsoft se ha renovado utilizando tecnología propia, para competir con sus rivales Yahoo, Google... y aumentar sus ingresos de publicidad. Aprovecha una base de datos almacenados en más de 5.000 millones de páginas y además de permitir la búsqueda de música e imágenes, utiliza los recursos de su enciclopedia Encarta

proyectos, talleres, juegos, ciberteca

DICCIONARIOS -TRADUCTORES Profes.net. http://www.profes.net/ Es una página educativa creada por la editorial SM con una gran variedad de recursos para el profesorado. Aparte de las secciones correspondientes a las distintas “Comunidades virtuales” de Educación infantil, Educación Primaria y Secundaria, encontramos una Revista digital, un Banco de recursos, con Programaciones, Pruebas de Selectividad y sus correcciones, una Biblioteca, Foros de intercambio de experiencias y hasta “Servicios para profesores”:asesor legal, asesor informático...

http://elmundo.reverso.net/ Reverso ofrece una amplia gama de programas de traducción que ayudan a comprender o traducir documentos y/o paginas Web en varios idiomas.

http://world.altavista.com/ La empresa californiana , a través de su programa Babel fish, es uno de los mejores servicios de traducción mecanizada de la Web que puede traducir palabras, frases o sitios web completos hacia y desde el inglés, el español, el francés, el alemán, el portugués, el italiano y el ruso. http://www.diccionarios.com

Maestroteca : http://maestroteca.com/ Toda una serie de enlaces interesantes sobre las más diversas materias Sociales, Comunicación Audiovisual, Educación Física, Educación Infantil ,Educación Musical, Filosofía, Formación Permanente, General ,Informática-Internet, Lengua y Literatura, Lenguas Extranjeras, Librerias en la red, Matemáticas, Ciencias, Física y Química , Necesidades Educativas Especiales , Orientación-Apoyo ,Plástica y Tecnología , Publicaciones digitales educativas ,Sindicatos, Organizaciones , SoftProgramas Educativos , Webs administraciones educativas.

Cinco diccionarios que pueden consultarse en línea: General de la Lengua Española, Sinónimos y Antónimos, Advanced Español-Inglés e Inglés-Español, Francés-Español y Español-Francés, CastellanoCatalán y Catalán-Castellano. http://www.rae.es/ Para añadirlo a tu navegador:abre la lista de Favoritos, arrastra el enlace Diccionario de la lengua española hasta la Barra de vínculos y suéltalo cuando desaparezca la señal de prohibido.

SOFT-PROGRAMAS EDUCATIVOS

BUSCADORES

http://clic.edu365.com/es/jclic/ http:// www.google.es/ Es quizás el más popular y el que tiene una mejor base tecnológica entre los «spiders» o arañas que buscan en la red. La característica principal es la de seleccionar los resultados matemáticos sobre una base de 500 millones de variables y dos mil millones de términos.Es notable también su velocidad de búsqueda (0,29 sg) de media.

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JClic está formado por un conjunto de aplicaciones informáticas que sirven para realizar diversos tipos de actividades educativas: rompecabezas, asociaciones, ejercicios de texto, sopas de letras ... http://web.uvic.ca/hrd/halfbaked/

El programa Hot Potatoes es uno de los más conocidos y permite crear variedad de ejercicios:de elección múltiple, relleno de huecos, crucigramas y convertirlos en páginas web


En torno a la realización de las obras de arte

El retablo de Arnuero

A

Recientemente un grupo de profesores de Cantabria hemos visitado, entre otras obras, la iglesia de Arnuero y su retablo que me parece, en sí mismo, una de las obras más interesantes del Renacimiento en Cantabria. Además, el proceso constructivo informa de variados aspectos de la vida artística de la España de entonces.

juzgar por lo conservado y por lo que se conoce, las parroquias de Cantabria habían recurrido a adornar el interior de los templos con pinturas murales como solución decorativa eficaz y a la medida de los escasos recursos de la tierra. Hacía mucho tiempo que había pasado la moda de cubrir las paredes con pinturas repartidas en franjas o mediante encuadres separadores de escenas. Quienes podían permitírselo encargaban retablos de madera para cubrir el frente del altar. Los lugares menos favorecidos recurrían a retablos fingidos mediante pintura en el testero de la iglesia. Cubrían las necesidades cultuales y ofrecían un esbozo de retablo para cuando las arcas parroquiales pudieran arriesgarse a consumar la obra en madera o para cuando algún parroquiano próspero donara la cantidad necesaria. Se preferían los retablos de esculturas, más apreciados por el público general y mucho más costosos, pues al gasto de las imágenes de bulto había que añadir el precio de la policromía, equivalente o superior al valor de un retablo de cuadros pintados.

El siglo XVI, el del Renacimiento, vio despegar la economía de Cantabria, particularmente la de Trasmiera. Los lugareños renovaron sus templos y comenzaron a amueblarlos con ostentosos retablos, que son una de las grandes creaciones del arte español y objetos muy elocuentes de las características de la religiosidad popular. Uno de los primeros templos renovados es la elegante iglesia de Santa María de Arnuero cuya construcción pudo concluir hacia 1530. Se trata de un espacioso templo de una sola nave con atrio a los pies que sirve de asiento a una poderosa torre y que cobija una de las más llamativas portadas del último gótico en Cantabria. Concluida la arquitectura, era hora de adecentar convenientemente la cabecera y los parroquianos decidieron encargar el primer gran retablo monumental conservado en Cantabria. Se sabe por la documentación que Simón de Bueras, artífice procedente de

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Bueras -en la Junta de Voto- al que se retablo, estaba encargado de las obras en el retablo se concluyó en 1542, pues en talló una larga inscripción conmemorativa la fecha.

adjudica el 1540 y que el banco se que incluye

Con anterioridad, en febrero de 1537, Gabriel Joly, escultor francés establecido en Zaragoza, suscribió un documento de procura a favor de su criado –léase oficial de su taller- el imaginero Gonzalo de Rocillo para que pudiera contratar un retablo con los gestores de la iglesia de Arnuero. Seguramente Rocillo era oriundo de la Montaña pues el topónimo y el apellido son exclusivos de esta tierra. Este documento, rescatado recientemente, es doblemente interesante: además de apuntar hacia un autor tan destacado como creador del diseño del retablo de Arnuero, ayuda a comprender la intensidad de relaciones entre los diversos reinos de España que eran lo suficientemente estrechas como para que los de Arnuero buscaran al retablista en Zaragoza y los trasmeranos –aparte de Rocillo se conocen otros montañeses formados en Aragón- aprendieran los oficios de pintor, cantero y escultor en Zaragoza y en otras localidades levantinas. Lamentablemente Joly murió al año siguiente y no pudo encargarse directamente de la obra de Arnuero, pero es indudable que a esta localidad llegó una traza de su mano que sirvió para erigir el retablo. La tipología del retablo de Arnuero resulta extraña en el ámbito castellano en el que se encuentra y, por el contrario, obedece a la forma de los retablos aragoneses conocidos como retablos en arco de triunfo porque el cuerpo principal del retablo evoca estructuras conmemorativas. Estos retablos están caracterizados por el gran desarrollo de la caja central que está pensada para cobijar a María en la Asunción. Los retablos aragoneses de esta tipología disponen encima de la hornacina central un tondo donde se colocaba a María con el Niño acompañada de cuatro ángeles alrededor. El cuerpo del retablo se levanta sobre un alto banco de dos bandas. La más baja, el sotobanco, -habitual en Aragón y excepcional en Castilla- puede contener figuras entre pilastras con decoración al romano o alternar pilastras y cuadros con motivos del romano como sucede en Arnuero. Es frecuente que las cajas del banco, siempre aveneradas, se adornen con historias de la infancia de Cristo o con historias de la Pasión, y es peculiar de estos retablos que en el remate se coloquen medallones laureados con profetas o imágenes de los prime-

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ros padres. El retablo más antiguo de esta tipología – en la Seo de Zaragoza- data de 1522. Desgraciadamente, los retablos aragoneses más parecidos al de Arnuero –los de Tierrantona y Roda de Isábena, diseñados por Joly- sólo se conocen por fotografías antiguas ya que desaparecieron en la última contienda civil. En la obra de un retablo participaban imagineros -escultores de figuras de bulto-, entalladores –tallistas de relieves- y ensambladores que eran “carpinteros” especializados en conjugar las piezas del armazón y en la elaboración de la arquitectura y del adorno de ésta. Simón de Bueras, citado siempre como ensamblador, había nacido en torno a 1509 y, además de atender encargos en su tierra trasmerana, trabajaba en Burgos y en lugares de su obispado. Mientras erigía el retablo de Arnuero, Bueras atendía otro proyecto, aún más grandioso, en Yudego (Burgos) y, aunque resulte paradójico, los retablos de ambas poblaciones apenas presentan relación estilística. En torno a la figura del artista y a la creación de las obras de arte suelen circular ideas románticas que no siempre conjugan con la realidad de los hechos. En el pasado –y en el presentecontratar una obra de coste “millonario” exigía garantías y fianzas; es decir, disponer de un capital que estaba al alcance de muy pocos. Extraordinarios artistas se vieron obligados a trabajar para terceros durante largos años o, incluso, toda la vida. Por el contrario, otros prosperaron con la ayuda de la capacidad de colegas necesitados pero, a veces, más aventajados que ellos. Existieron artistas-empresarios que contrataban obras a realizar mediante la cesión a otros artífices de las labores que desconocían. En lo que nos interesa, Simón de Bueras debió de colaborar con artífices de tan distintas sensibilidades artísticas que la crítica no le ha podido adjudicar un estilo propio a pesar de que se conocen muchas de sus obras. Las imágenes de los retablos de Arnuero y Yudego y los relieves de la sillería de legos de la cartuja de Miraflores en Burgos –por citar algunas de sus obras- son tan diferentes entre sí que lo más prudente es pensar que Bueras sólo se encargó personalmente de la mazonería de los retablos y de su ensamblaje.

Aurelio A. Barrón


Más Europa,

¿más IMPERIO? Fernando Llorente

L

a caída del Muro de Berlín en los últimos días del mes de noviembre de 1989 confirmó las tesis de la Filosofía hegeliana de la Historia, pero también –y no veamos contradicción donde sólo reside el carácter paradójico que informa la realidad toda y, por tanto, también la realidad históricahizo buenos los presupuestos del materialismo histórico, lo que no impidió que, a la vez, firmara el desmentido de las predicciones supuestamente inherentes a la interpretación del materialismo dialéctico, no tanto porque las clases y sus luchas no desaparecieran, como porque las relaciones sociales –dicho sea, no sólo en el sentido marxista, sino en toda su amplitud de sentido- ya hacía tiempo que habían hecho dejación de una conciencia revolucionaria y utópica, y no tanto neutralizada con argumentos metafísicos o descaradamente religiosos, como mediante el secuestro de sus vidas esgrimiendo la oferta de una existencia mejor en este mundo. Bastaba, y sigue bastando, el empleo de un lenguaje eufemístico para desfigurar una realidad mostrenca. No hemos salido de la caverna de Platón, sólo que ahora las sombras no son en blanco y negro y las cadenas aprietan tan suavemente que dan gusto. Inmediatamente después de la caída del Muro de Berlín, desde la Secretaría norteamericana de Estado se difundió por el mundo un largo artículo, titulado “El final de la Historia”. En él, el alto funcionario Fancis Fukuyama se acogía a la interpretación hegeliana de la Historia, cuyo final creyó Hegel haber registrado casi dos siglos antes, tras seguir el rastro del Espíritu que completó su desarrollo y realización en el Estado Prusiano, compendio de todas las libertades, como todo el mundo sabe, con lo que el Espíritu, al fin, descansó, gloriosamente madura la Historia. En su devenir enloquecedor, el Espíritu había recobrado la lucidez, mediante una milenaria acumulación de Estado, su expresión máxima en la Historia. Síntesis última, superados todos los conflictos, por la que se recompone el disloque alienador, voluntariamente experimentado por el Espíritu para conocerse dándose a conocer en la Naturaleza y en la Historia. Todo esto estaría muy bien, si no fuera porque no ha cesado la locura y cada día es más el mundo que se rompe, como efecto de la onda expansiva de un Espíritu cargado de metralla. Consideraba Fukuyama que, siendo acertada, por ajustarse a la realidad de la Historia, la dialéctica espiritualista, sin embargo Hegel se precipitó al celebrar su final. Quedaba aún por superar la última(¿) gran confrontación dialéctica, el conflicto, entonces pendiente, entre el Este y el Oeste. Es verdad que el Muro fue derribado a golpe de cocacolazos y mcdonalazos y que sus cascotes fueron a caer a las fosas del liberalcapitalismo, que pronto supo incrementar los réditos políticos y económicos que ya le habían rendido excelentes beneficios cuando tanta miseria formaba un bloque cada vez menos compacto, seducido por el señuelo de

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«la Historia desmiente sistemáticamente todas las interpretaciones que de ella se hacen»

un Espíritu muy poco espiritual. El caso es que quedaba aún más Estado que acumular, más provincias que sumar al Imperio, que quizá –seguro- no añadirían, cualitativamente, ni más libertad ni más racionalidad a las escasas de las que tiene a gala presumir, pero que sí lo haría cuantitativamente más grande. La Razón que, según Hegel, atraviesa la Historia y en la que la Historia se cumple no es otra que la Razón de Estado, en la que se asienta el Espíritu, de la que son depositarios naturales los regímenes políticos autoritarios, y que toman en préstamo, a conveniencia, las formas de organización sociopolítica democráticas, cuando han de justificar acciones ni siquiera explicables, retrotrayendo al ciudadano a la condición de súbdito. El otro cauce por el que se ha ido hegelianamente encumbrando la Historia, la Libertad, quedó reducida a la libertad de Mercado, de la que no participan más de dos tercios de la Humanidad. De las otras libertades tampoco, claro. El Imperio ha crecido considerablemente hace unas semanas, con la incorporación de nuevas provincias a la UE. Han proliferado las células en su organismo, y ya se sabe lo que suele ocurrir en un organismo cuando las células se amontonan, sobre todo si el tumor maligno ya hace tiempo que viene decomponiendo el organismo y que lo acabará sumiendo en el abismo insalvable que entre el Norte y el Sur ha profundizado la victoria del Oeste sobre el Este, simbolizada en la caída del Muro de Berlín y escenificada en la incorporación de una considerable parte de los económicamente vencidos a la Unión Europea. No, no se ha producido el final de la Historia, ni el que tan groseramente idealizó Hegel ni el que, a conveniencia del actual Emperador, canta, de modo igual grosero, la lacaya pluma de Fukuyama. Ni se producirá, tampoco el que Marx y Engels pronosticaron tras someter el decurso histórico a un impecable e implacable tratamiento científico. Finalizará el Imperio, como tantos otros finalizaron. Hay síntomas de que ya se ha producido el principio del fin. Que el Emperador y sus pretores promuevan matanzas a ciegas y provoquen venganzas por igual sangrientas, so pretexto de una guerra de civilizaciones que pretende amortiguar la llama con la que el mundo rico abrasa a los mundos pobres, es una máxima señal de alarma. Para el Imperio, claro. No para la Historia. Y es que la Historia desmiente sistemáticamente todas las interpretaciones que de ella se hacen. Es su prerrogativa. Y su desquite.

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ingratitud C

reo que nunca te di las gracias por dejarme leer, releer, garabatear, y aprender tu Platero de 1914. O tu Quijote de Doré. Cuánto amor para permitir eso. Para ti Juan Ramón era excelso. Y a Cervantes volvías una y otra vez, para disfrutarlo más y más. Al contrario que otros próximos, coincidíamos en la admiración por Highsmith y en dejarnos atrapar por su prosa y su Ripley. Tal vez eso explique que una de nuestras películas preferidas fuera Frenesí: la crudeza del argumento, el inocente acusado, la tensión in crescendo... Te gustaba Elvis, y bromeabas con mi padre por sus zapatos de gamuza azul. Compartimos muchas risas nocturnas ante la obra de Tati y varios pases de Centauros del desierto, La ley del silencio, Lawrence de Arabia, Solo ante el peligro, Río Bravo, Viva Zapata y Traidor en el infierno. Sin duda, las dos Hepburn antes que a Marilyn, el cine europeo (De Sica, Berlanga, Bardem, el neorrealismo, lo británico) frente al americano –salvo el western, que adorabamos-, y los guiones de contenido social, bélico y realista a la comedia del absurdo. No te perdías ni una de Isbert. Ni de C. Heston, Peter O´Toole y D. Dailey, porque se parecían a tu admirado hermano, alto y rubio, muerto a los dieciocho años de una bala por la espalda. Tanto dolor por el primogénito desaparecido para siempre, sin una tumba donde depositar flores o rezar un responso. Tantos años sin saber quién le disparó para descubrir al fin lo cerca que vivía y qué bien se le conocía. Un muerto sin cadáver y un superviviente. Nunca me dijiste su nombre. Jamás te lo pregunté: eso suponía hurgar en la herida. Quizá ya no quede nadie para contarlo. Era la segunda bala mortal en la familia. Antes otro inocente – con el doble de edad pero aún joven- había caído. Sí hubo tumba, sí funerales multitudinarios, una ciudad llorándolo (solo la parte católica y conservadora, pero era la mayoritaria) ¿Por qué ese destino familiar? Aprendiste demasiado pronto a sobrevivir a los muertos, de ahí tu carácter firme, duro frente a cualquier adversidad, y padeciste varias. No en carne propia, pero eras tú quien resistía, ayudaba, animaba, velaba de noche... Alguien ha de ser el fuerte. Siempre, siempre tú. (Ahora lo soy yo. O eso dicen. ¿Por naturaleza o por haber vivido contigo?) Cuando no podía soportar

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ver cercana tu muerte, tú me consolaste y me tranquilizaste. Comprendías muy bien la entereza de los Kennedy cuando el mundo se conmovió en lo sesenta: otras vidas segadas, otra familia rota, otras esperanzas frustradas, la violencia, el odio. Pero lamentabas mucho más el asesinato de Ernesto Guevara, cercano al tercer mundo, a los pobres; no se le asociaba al capital. No obstante, entendías y apoyabas mi admiración por líderes políticos como JFK y su hermano, y no aceptabas que otros me lo echaran en cara. Aquí seguías solo a los mejores parlamentarios, y de izquierda, claro. No podías prescindir de El País para acompañar el primer té del día. En la sobremesa me anticipabas la revista de prensa y lo más relevante de la SER. Algo así ya hacías durante la larga agonía de Franco: de madrugada sintonizabas una emisora francesa y, después, me informabas de la verdad no oficial. Me despertaste para comunicarme el comienzo de la guerra del Golfo. No extraña ese interés por la política si se sabe que viste a tus padres acudir separados a mítines de distintos partidos y no votar lo mismo. Nunca te agradecí el placer de haber conocido a tu padre. Sí supiste que lo adoraba y lo admiraba como a nadie. Valiente, ingenioso, sereno, ameno conversador, optimista, pese a tanto luto. No me enseñaste a besar, pero no te parecía raro ni antinatural que yo solo lo hiciera en los labios, y me defendiste del las iras de una ciudadana escandalizada. Me animabas a emprender las empresas más difíciles (“tú vales”). Nunca te dije que debo lo que soy y cómo soy a tu intervención en tres momentos cruciales de mi vida. Ese es mi lamento sin fin. Tampoco elogié suficientemente tus poemas –que aún no he podido releer-. Me queda el consuelo de haberlos comentado contigo, haberte inspirado algún término y haberte animado a difundirlos. No, no, imposible consolarse de la propia e imperdonable ingratitud.

Ana GÓMEZ 21


Fernando LLORENTE

A CARA •

Escasas son las escenas, en esa representación que es la vida, en las que el actor se identifica con el personaje.

Soy un obseso de la puntualidad, lo que compenso alimentando la fantasía de que tengo una cita a la que hago esperar desde hace más de cincuenta años. Pero me temo que, al final, también llegaré puntual. Las obsesiones, tarde o temprano, se acaban pagando: no nos mantienen de balde.

Tras la enfermedad, las relaciones con la vida dejan de ser matrimoniales y adúlteras para ser pasionales y fieles.

La vida no es un problema: los problemas tienen solución. La vida tiene disolución: es un misterio.

La vida es una broma, con frecuencia de dudoso gusto, que nos vemos obligados a aceptar porque no conocemos al bromista.

Hasta un determinado momento la vida no sabe qué hacer sin el azar; a partir de ese momento el azar no sabe lo que hace con la vida: el azar debería tener fecha de caducidad

La vida, como los libros, está sometida a una frecuente corrección de pruebas. Al final, a diferencia de los libros en los que suelen ser escasas las erratas, en la vida abundan los errores. Si detectar las erratas es prueba de que se ha leído el libro, el reconocimiento de los errores lo es de que la vida se ha vivido.

A los que, como a mí, no nos gusta que nadie termine por nosotros aquello en lo que estamos empeñados, se nos presenta un serio problema con la vida.

La vida es una canción con muchas letras, sin que nadie haya dado con la música, aunque todos creen saber bailarla, por más que a cada paso le pisen.

La vida es un campo de batalla en el que tanto las victorias como las derrotas dejan despojos. Y siempre hay quien los aprovecha.

La vida, para hacerse notar, con alguna frecuencia duele.

Un cadáver es un nombre envasado al vacío.

El vivir es un juego con abundantes pérdidas y alguna ganancia. Es por aquellas por las que la vida se da a valer.

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y CRUZ •

Si preferimos la vida a la muerte es por esa tendencia antinatural a ponernos siempre de parte del débil.

¿El proyecto de una vida sin proyecto será también un proyecto que te lo vivan otros?

Con frecuencia ponemos los cuernos a la vida con ella misma.

Entre la palabra “vida” y la palabra “muerte” sólo hay voces, por muy poéticas que suenen algunas.

En los velatorios tienen lugar unas reuniones de despedida en las que el convocante ya se ha ido.

Que no se les oiga no quiere decir que los muertos no nos estén hablando a gritos.

Si mi nacimiento ha sido un puro azar, ¿por qué tengo que morir necesariamente? Que el azar se haya burlado de la necesidad durante toda una vida no me parece suficiente razón.

No puedo dejar de percibir en los muertos un cierto gesto de decepción. Lo que no sé es si lo provoca el antes o el después.

Si el sueño es un ensayo para la muerte, casi todos seremos protagonistas de la función con pleno dominio del personaje. Sólo los insomnes serán meros comparsas que se quedarán dormidos en medio de la representación.

Cuando a la mañana siguiente no recordamos un sueño es porque una parte de nuestro ser se ha perdido en la noche. Y esa pérdida llega a ser irreparable: la muerte es el sueño olvidado.

En el lecho de muerte, instantes antes de expirar, una voz allegada le repetía al oído: estamos contigo. Me pregunto si, desde la inmensidad del límite, le sonaba a eco de despedida o de recibimiento.

La muerte es la representación, sobre los escenarios de la materia, del último acto de la tragedia del espíritu.

La enfermedad es un circo en el que la vida es la funambulista.

La eternidad es una madre a la que todos los hijos le nacen muertos.

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de la rosa

La otra historia del «Principito» ¿Quién no ha leído con emoción la historia del Principito de Antoine de Saint-Exupéry? ¿Quién no ha escuchado alguna vez en su interior, el diálogo entre el Petit Prince y el Renard? -“Apprivoise-moi”, repetía una y otra vez el zorro: “domestícame”. El Pequeño Príncipe no sabía lo qué quería decir “apprivoiser». El zorro tuvo que ir explicándole que era algo demasiado olvidado entre los hombres. “Crear lazos, eso es lo que significa apprivoiser”. Así, pacientemente, fue indicándole el zorro los pasos que deberían dar para que, poco a poco, sintieran la necesidad el uno del otro. - ”Tú serás único para mí... y yo seré único en el mundo” . Oyendo al zorro, el Principito comprendió que una rosa le había “domesticado”.

Memorias

Esta rosa, en quién se inspiró Saint-Exupéry para escribir su historia, se llamaba Consuelo Sucín, una salvadoreña sensible y apasionada que domesticó el corazón inquieto y complejo del aviador-escritor, o del escritor piloto, como queramos. Fue la esposa, la compañera que vivió a su sombra desde 1930 en que se conocieron en Buenos Aires y 1944, cuando el aviador desapareció a bordo de su monoplaza en algún lugar del Mediterráneo. “Ser la mujer de un piloto es un oficio, ¡pero serlo de un escritor, es un sacerdocio!”. Así resumía Consuelo, la Rosa del Principito, su apasionada y tormentosa vida al lado de aquel “gigantón de andares torpes que escondía un alma sensible... Que nunca deshacía el nudo de sus corbatas... que perdía sus zapatos por la habitación y pedía a sus amigos que le ayudaran a buscarlos”. Fueron catorce años de constantes zozobras, de encuentros y desencuentros encadenados, de infidelidades mutuas y apasionadas reconciliaciones. Para la gente que rodeaba al escritor, los que trataban de adularle, los que a veces vivían a costa de su generosidad, ella era “la pequeña Consuelo, la ‘española’ caprichosa, la que hacía escenas”. Aún después de la muerte del escritor a este clan que giraba en torno a él, les interesaba que el mito no perdiera su aureola de héroe. Era necesario mantenerlo en el pedestal en el que le habían colocado, hasta que se fundieran en uno el escritor y su criatura, el Principito. Las Memorias de Consuelo, que nunca tuvo intención publicar, eran para ella una necesidad vital, una satisfacción que se debía a sí misma y también a “Tonio”, al que había amado con todas su contradicciones. “ Me resulta muy penoso –dice- sacar a la luz la intimidad de mi hogar junto a mi marido. Creo que una mujer nunca debería tocar este tema, pero me veo obligada a hacerlo antes de morir, porque se han contado muchas mentiras sobre nuestra vida familiar y no quiero que eso continúe. ¡Realmente , cuando el sacerdote dice que estás casado para lo bueno y para lo malo, es verdad!”

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Las “ Memorias de la rosa”, fueron descubiertas por azar, transcurridos más de cincuenta años después de que fueran escritas, pero ha sido un feliz hallazgo porque nos devuelven la figura de un Saint-Exupéry más humano, más próximo a nuestras propias contradicciones, quizás menos heroico, no tan generoso y romántico. Consuelo las escribió de un tirón, con un estilo directo y apasionado no desprovisto de belleza y elegancia, que en nada desmerece de la escritura de su marido. Es el relato vibrante de la mujer que vivió en silencio sus soledades, que esperó mil regresos, que vivió la zozobra de las sucesivas infidelidades, pero que se mantuvo junto a él hasta aquel verano del 44 en que el aviador abandonó su temporal exilio en Nueva York para emprender su último “Vuelo de noche”. “Sí, yo no estaba a la altura, me acuerdo de mil amarguras, de mi inquietud cuando volvías a casa tarde, por no decir con el alba. ¡Ay, Tonio, cuántas angustias! No sabía que era mejor para ti, si estar perdido entre las estrellas del cielo o entre las cabecitas rubias de Paris” Aquel verano de 1944 Consuelo se desplazó desde Nueva York, donde se había refugiado después de haber atravesado toda la Francia ocupada, hasta North Fort , a tres cuartos de hora de tren al norte de la gran urbe. Allí alquiló aquella casa y la preparó para que “Tonio” terminara de escribir su libro. Lo preparó todo, como años atrás lo había hecho en Buenos Aires , preparando aquella habitación donde el escritor empezó su “Vol de nuit”. No faltaba nada , el tonelete con grifo dorado y el mejor oporto, los termos de té caliente, las cajas de bombones, las pastillas de menta, infinidad de lápices de colores, papeles de múltiples colores, y una gran mesa. Todo preparado para que el escritor no tuviera otra preocupación que la de crear la historia de aquel pequeño personaje, completamente extraordinario, que se presentó en pleno desierto cuando el piloto trataba de arreglar una avería en su motor, diciendo: -“ Por favor... ¡dibújame un cordero!” North Fort fue para Consuelo la paz recuperada. “En Bevin House fui muy feliz”, diría al final de sus memorias. Fue uno de los pocos momentos de calma después de tantos viajes, de ausencias, de crisis, de engaños... Trataba de retener por algún tiempo aquella mariposa, que estaba a punto de dibujar en el aire su último vuelo. A aquella casa acudían los amigos del escritor: Jean Gabin, Marlène Dietrich, Greta Garbo, André Maurois, Marx Ernst... La casa se convirtió en la Casa del Principito, todos posaban para el Príncipe y luego se ponían furiosos al comprobar que el dibujo se había convertido en un señor con barba, en una flor o en un pequeño animal. Fueron los últimos instantes de felicidad , antes de que el aviador acudiera a la llamada de la muerte con la que tantas veces había flirteado. Consuelo sabía que era imposible retenerle, tenía que coger el barco que pasaría al día siguiente por delante de la casa, o quizás aquella misma noche . Pero ella no tendría ya fuerzas para asomarse a la ventana y ver pasar el barco sobres las aguas del Hudson. “Arréglame la corbata. Dame el pañuelo para escribir en él la segunda parte del Principito”. Pero el Principito no pudo volver para dar el pañuelo a la princesa. Ella contaría la otra parte de la historia, la de un príncipe veleidoso, inestable, egocéntrico, ávido de sexo y aventuras, en constante huída de sí mismo, pero seguro de encontrar siempre en Consuelo su paz, su refugio, para descansar un rato , antes de huir de nuevo. Estas memorias eran necesarias. ¡Qué más da, si quizás se resquebraja un poco la imagen idealizada del escritor! Al contrario, lo hace más humano, nos lo acerca más y hasta permite a nuestras contradicciones seguir conviviendo con el Principito que llevamos dentro.

Julio NIETO

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A petición del director de Palabras, escribo esta reseña sobre nuestras actividades escénicas, o pseudoescénicas, por no pecar de inmodestia. Para bien o para mal, la responsabilidad es de quien esto suscribe.

ANA GÓMEZ

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esde hacía años lo venía haciendo en clase con mis alumnos. ¿Motivo? Enseñarles el valor de la modulación de la voz y de entonar, pronunciar y vocalizar correctamente. Tan importante en la comunicación humana como las palabras que se eligen. Casi siempre optaba por comedias (barrocas, neoclásicas o contemporáneas), el humor es agradecido, se entusiasman más rápidamente, y ofrece los más variados matices de personajes y recursos orales. Pensé que se podría llevar a cabo con profesores y alumnos, de manera más firme y continuada. Lancé la sugerencia a dos personas. No les pareció nada disparatado, y abrimos la invitación al resto del claustro. Por lo menos nos posibilitó llegar a cinco personajes, para ensayar la primera obra: El crimen al alcance de la clase media, de Alonso Millán. Como no resultó un fracaso y se corrió la voz de que nos divertíamos mucho en los ensayos, el número de actores se incrementó. De modo que nos lanzamos a preparar otras con más intervinientes: La barca sin pescador (Casona), Las mujeres los prefieren pachuchos (Paso) y La sopera (Lamoureux). Las obras se eligen por consenso, la verdad es que coincidimos en gustos. Hasta ahora ha predominado el humor negro. En una no quedaba vivo ni el apuntador. Algunas están agotadas desde hace años y no se reeditan, pero disponemos de una amplia colección teatral del siglo XX extranjera y española, en este último caso de Escelicer, que fui acaparando desde mis años de bachillerato y los primeros de universidad hasta que arramblé con el último lote que quedaba en Estudio cuando la editorial había desaparecido de la escena –nunca mejor dicho-. Amarillos y en papel barato (¡marcan un precio de 20 pesetas!), y, sin embargo, eran y son mi adquisición más preciada (una balda ex profeso en mi biblioteca). Agradecemos al centro, al Departamento de Actividades Extraescolares y a los bedeles del servicio de reprografía que nos faciliten las fotocopias necesarias de cada título; así como a Luis Recio la preparación, minuciosa, del equipo de sonido. Cuando la acción lo requiere, realizamos cambios de luces y efectos sonoros (micrófono entre bambalinas y equipo de música: hemos adquirido cuatro discos de efectos sonoros para emisiones radiofónicas). Actualmente la compañía estable la componen: Belén Oceja, Mª Jesús Pérez, Susana Tamayo, José Fco. Alonso, Alejandro Fernández, Alfonso Manso y la infrascrita. Intervienen o han intervenido ocasionalmente Marta Cavero, José Luis García, José Luis Lobete, Alicia Pesquera y los alumnos Ana Nieto y Alberto Salas . Nos consideramos enormemente afortunados por contar con Susana como miembro del elenco: diseña y realiza los carteles, que luego Antonio, antes de imprimir las copias, incorpora al programa de mano redactado por quien esto suscribe, para que sirva de portada; aunque a él le supone algún que otro quebradero de cabeza si se ha empleado demasiado el color negro. En alguna obra nos han ayudado: el Departamento de Tecnología y el de Biología, el IES. Cantabria (nos cedió un esqueleto), José Félix Martínez, del Departamento de Plástica (nos diseñó una corona mortuoria), Antonio Soler (le prestó la gabardina a nuestro inspector de policía aun a riesgo de mojarse en pleno invierno) y Juan Carlos (nos consiguió el Porompompero). A todos ellos, un millón de gracias. Nos reunimos los martes de seis a ocho de la tarde y siempre amenizamos la tarde con otra afición compartida: ¡el chocolate! Casi rivalizamos por traer nuevas especialidades descubiertas en algún delicatessen. Con leche, con avellanas, con almendras, negro con 85% de cacao, con 70%, con naranja, con licor, de trufa, de moka, blanco, Lindt, Trapa, Mascao, bombones... No solo hemos progresado en nuestras supuestas dotes escénicas sino que nos hemos convertido en expertos degustadores de esta semilla americana o sus derivados. Todos sabemos que entre bastidores, además del atrezzo, no puede faltarnos suministro para el paladar. Cabe preguntarse: ¿actores que necesitan un tentempié o golosos que de vez en cuando, para disimular, leen alguna que otra línea? Ahora tenemos entre manos Sancho Panza en la Ínsula, de El retablo jovial, de Casona, para los actos que prepara el Departamento de Lengua Española como conmemoración del aniversario de El Quijote. Por el mismo motivo la llevaremos a Santoña, a petición del concejal de Cultura. Y quizá al CIEFP. Estamos dispuestos a acudir a otros centros o asociaciones que nos lo soliciten, o a recibirlos en el Salón de actos de nuestro instituto. Al cabo de un tiempo sin nombre, decidimos bautizarnos con el de nuestro centro, y no solo por razones obvias sino porque nos pareció un modo de recordar aquel teatro llorado por tantos santanderinos, ubicado en Santa Lucía, 1; pleno centro de ciudad. Por último, creemos divertido que los alumnos nos vean en papeles diferentes al que representamos a diario, o haciendo simplemente tonterías en un escenario distinto de la tarima habitual.

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En algunos libros las notas marginales de algún lector son más interesantes que el texto. El mundo es uno de estos libros.

Para llevarnos a tierras lejanas no hay mejor fragata que un libro. Emily Dickinson

George Santayana

E

s la humana la única especie sobre la tierra que está abierta a la trascendencia, así como la única cuyos individuos, no es que estén sujetos a unas normas morales, sino que son sujetos de moralidad. Y ello es así porque la humanidad es la única especie sobre la tierra, a la que trasciende, no sólo se muere, sino que sabe que se muere. Heidegger considera que la esencia misma del hombre es la trascendencia, esto es, que a sus individuos les constituye el afán de sobrepasar los límites espacio-temporales en los que se enmarca su condición de mortal.

Fernando Llorente

Con mayor o menor acierto o torpeza gastamos una buena parte de nuestras energías emocionales e intelectuales en ser aceptados, es decir, admitidos en el espacio y el tiempo de otro, no sólo para mejor convivir mientras tanto, sino también para que, siempre a corto plazo, llegado el momento, sobrevivir de alguna misteriosa manera. Y hasta entonces, entre esos límites, o quizá mejor entre sus márgenes es donde los humanos sobrevivimos a las pequeñas muertes que se suceden en la existencia abriéndonos a pequeñas trascendencias, saliéndonos de nosotros mismos, en una suerte de alienación existencial, que nos conduzca a espacios brumosos, tan inciertos como fascinantes, fascinantes por inciertos, con la pretensión, más o menos determinada, no sólo de estar, sino de permanecer, de seguir siendo, pues a la aceptación de lo inevitable suele ir en compañía de la resignación. El amor, por ejemplo, se vive, en los márgenes de trascendencia de unos amantes que tratan, desde la primera mirada, de ocupar los del otro y ocultar los propios. El amor es una forma de hacer quiebros a lo finito con la aspiración secreta de acceder a lo infinito. La lectura y la escritura son otras. Leer y escribir son actividades que sacan al hombre de sí mismo y lo trasladan a otros ámbitos de realidad, sin dejar de ser ellos mismos y sin salir de este mundo en el que lee y escribe. Y el libro es el espacio en el que escritor y lector confluyen, desde sus respectivas soledades, en un encuentro del uno con el otro, y de cada uno consigo mismo, pues, paradójicamente, lo que en el hombre hay de trascendente se asienta en su centro, no sale de su interior, como la trascendencia del libro se oculta en sus páginas hasta que éstas se abren para que las palabras vuelen sin abandonar el nido. Si desde su corazón el hombre se abre a la trascendencia, al libro lo trasciende la palabra, que es su esencia misma. Pero no la palabra que es morada del ser, como quiere Heidegger, no la palabra que ambiciona inefables cielos, sino la palabra que mora en el hueco que en la soledad de escritor y lector se hace el silencio; ese vacío en el que el ser se funde con la nada; ese margen en el que ambos se trascienden, el uno mirando el mundo y contando lo que ve –interpretándolo-, y el otro cotejando su propia mirada que quiere ver un mundo mejor, o simplemente distinto, en el que instalarse, pero que esté en este. Y en él saberse y sentirse mejor emocional, intelectual y moralmente, si el libro es tan bueno como el mundo que expresa, si conjuga valores éticos y estéticos. Es el margen para la trascendencia en el que lector y escritor sobrepasan sus límites y sus limitaciones, y sobreviven a sus pequeñas muertes el uno en el otro. Dicho de otro modo, el libro contiene ofertas de universos en los que el lector se adentra después de que el escritor, tras haberlos creado y recorrido, los ha abandonado para aumentar la oferta al lector que, necesitado, acepta gustoso y agradecido. Por eso, en la ficha de todo libro, junto al del autor, deberían figurar los nombres de todos sus lectores, que forman parte de la memoria del libro en esos cementerios de vivientes que son las bibliotecas. Si la trascendencia es la esencia misma del hombre, el libro es una de sus metáforas vivas y vivificadoras: al hombre y al libro le habitan esos seres vivos que son las palabras.

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Antonio Martín 12 de noviembre del 2004. Como todos los años por estas fechas, los alumnos de Geografía de España de 2º de bachillerato van a realizar una ruta por un zona de gran interés geográfico. La ruta de este año transcurre por los Picos de Europa y consiste en ir desde Fuente Dé hasta Espinama a través de los puertos de Áliva. Pero en esta ocasión, la salida ha adquirido una dimensión especial. Un buen número de alumnos han querido que no sea una simple salida didáctica de Geografía, sino además una experiencia montañera. Para varios de ellos, un auténtico “bautizo”. Para cumplir ese objetivo, una parte de los alumnos subirá hasta la estación superior de El Cable por la Canal de La Jenduda, una angosta y semioculta brecha por la que se pueden salvar a pie los 800 metros de abismo pétreo del circo glaciar de Fuente Dé.

sostenida llegamos hasta el cruce donde arrancan los antiguos tornos que culminan en la esplendorosa Vega de Liordes. Los tornos son un imponente camino minero, que las pedreras van sepultando inexorablemente para restaurar el estado natural de las cosas. Nosotros dejamos del lado el cruce y seguimos en dirección nordeste. Al ritmo desigual de los jadeos, el grupo se va disgregando. Así llegamos hasta la surgencia por donde se despeñan las primeras aguas del río Deva, un lugar que invita al reagrupamiento, al recuerdo fotográfico y a la recuperación de fuerzas. Unos metros más adelante, nuestro camino cambia bruscamente de dirección, remontando hacia el oeste. El terreno se hace más abrupto y se empina sin remisión. Los corazones se aceleran, los músculos se tensan y se oyen las primeras exclamaciones de agobio y de ¿arrepentimiento? ¡Quién me mandaría a mí! ¿Falta mucho todavía? .. Uff!, sólo estamos empezando la parte dura… ¡Mecagüen la leche! ¡Que llamen al helicóptero!

El viaje en autobús transcurre bajo la incertidumbre que causa una densa masa de nubarrones. Al poner pié en Fuente Dé, la incertidumbre amenaza con hacerse decepción. La muralla caliza del circo se ha hecho invisible tras la espesa niebla. El profesor plantea un cambio de planes, pero los alumnos no están dispuestos a renunciar al “bautismo”. ¡Sea, pues! Vosotros lo habéis querido. Ya veremos si en La Jenduda nos encontramos con la gracia de los dioses o la maldad de los demonios.

Unos cuantos metros más arriba, los esforzados “montañeros” se acogen con gratitud al descanso que ofrece un pequeño rellano. Y es justo en ese momento, cuando el cansancio ensombrece la aventura, que los dioses se ponen de nuestra parte abriéndonos una ventana de luz. Entre jirones de niebla, los haces de sol se encargan de hacer visible el espectáculo divino de las montañas lebaniegas. En el fondo sur, las masas boscosas que engalanan las laderas del Pico Coriscao. Hacia el suroeste, la proa soberbia de Peña Remoña. Bajo nuestra vista de pájaro, el fondo verde de la cubeta glaciar de Fuente Dé. Hacia el norte, una mole calcárea en la que se abre una profunda herida. Una brecha tan oscura que parece la entrada al infierno y que es nuestro inmediato destino. Estamos inmersos en los antiguos dominios de los hielos del pleistoceno. A la vista de las heridas causadas, quizá sintiese alguno como si se le helara la sangre, pero ya se han perdido las posibilidades de volverse atrás.

El grupo se divide en dos. Los trece alumnos más cautelosos se quedan con el profesor acompañante para subir más tarde en el teleférico. Los trece más arrojados se disponen para iniciar de inmediato la ascensión siguiendo los pasos del profesor que ejerce de guía. El camino de aproximación atraviesa la pradera y se enfila raudo hacia la base de la pared tras atravesar un bosquecillo de encinas y de avellanos. Al poco, la niebla no deja ver otra cosa que las siluetas de los compañeros de fatigas y de sudores. Siguiendo un sendero bien marcado y de pendiente

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Para acceder a la brecha no hay más remedio que salvar la pedrera por donde deslizan las nieves y los torrentes. Dos pasos adelante y uno hacia atrás hacen la progresión aún más penosa. Para reducir la penalidad, el sentido común invita a subir pegados a la pared oeste y buscar un apoyo en la roca. Así, hasta llegar a la entrada de la Canal y encontrarnos al “can cerbero de La Jenduda”. ¡Pero no¡, no es un terrible can de tres cabezas, sino un bloque empotrado que cierra la única posibilidad de acceso. La roca está húmeda y resbaladiza por las últimas lluvias, haciendo imposible aferrarse a ella con la única ayuda de las extremidades. Así que no hay más remedio que hacer uso de la cuerda allí fijada para facilitar el paso. Para unos, la descarga de adrenalina se traduce en emoción, para otros en congoja; pero con las debidas medidas de precaución y de ayuda, todos superan el escalón y se introducen en el tubo digestivo ¿de los dioses o de los diablos? Una vez engullidos por La Jenduda, sus entrañas parecen más tenebrosas por la niebla que envuelve su interior. Joer!, ¡mira que si fueran los vapores gástricos de un ataque de hambre!... Oye, ¿y será cierto que allá arriba existe una salida por donde volver al mundo antes de ser devorado? De momento, la única forma de saberlo es ascendiendo por un terreno salvaje, que se inclina sin tregua, con un suelo pedregoso que se desliza bajo los pies y que obliga a poner de manifiesto nuestra condición de animales de cuatro patas. Tras unos interminables minutos de máximo esfuerzo, un haz de luz nos induce a pensar que el monstruo ha bostezado para permitirnos la salida. ¡Quizá sea porque con la sudada que tenemos encima le hemos olido mal! Con una ancha sonrisa en los rostros, lo que vemos ahora es la pequeña cubeta que sirve de boca superior de la canal, cubierta parcialmente de leves neveros y una pequeñita laguna. ¡Hurra!, ¡Ahí estamos; lo hemos logrado! Los retazos de las primeras nieves nos dan prueba de la altura salvada y la bienvenida al mundo alpino. A partir de aquí, la pendiente se suaviza aliviando el tránsito sinuoso para salvar las grietas de los lapiaces. Al poco, el terreno se abre como si accediéramos a un gigantesco escenario. Y es en ese momento de euforia cuando los dioses vuelven a estar con nosotros descorriendo los cortinones nubosos que ocultaban el firmamento. De esta manera, el descubrimiento del paisaje grandioso y sobrecogedor del Macizo Central de los Picos de Europa se convierte en un sublime abrir de ojos. Por doquier que llevemos la mirada, ya sea en forma de lapiaces o de canales, de circos o de jous, las huellas de la erosión glaciar confieren una belleza salvaje a los bloques de calizas paleozoicas. Y mientras tanto, desde las cumbres de La Padiorna o de la Torre Altaiz, desde el Tesorero,

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Horcados Rojos o la Peña Olvidada, el viento nos trae la música tentadora que resulta irresistible para las oídos sensibles. El tramo siguiente es un amable paseo hasta encontrarnos con el grupo que nos espera en la zona superior de El Cable. Tras informar de la experiencia, todos juntos tomamos la pista que lleva hacia las praderas de Áliva. En la Horcadina de Covarrobres, prevalece el sentido salvaje sobre el de la civilización y el grupo es arrastrado por sorpresa al descenso directo por una rampa nevada. Entre los apuros de unos y el retoce de los otros, así descendemos en delicado equilibrio hacia la pradería hermosa y montaraz de los dominios alpinos de Áliva. Antiguo nacimiento de una lengua glaciar, el testimonio morfológico de su movimiento y de su voracidad se adivina en el valle del Duje que separa los Macizos Central y Oriental. Y así mismo, en las morrenas que quedaran abandonadas a los pies de las vertiginosas laderas, como si fueran tributos de pleitesía a las moles divinas de Peña Vieja o del Pico Cortés. Castigados por un viento racheado y frío que nos impide parar a comer, vamos avanzando sobre una especie de ola tapizada de braña que forman las morrenas del desaparecido glaciar. La multitud de regatos hablan por sí solos de los agentes que en este mundo conservan las praderas. Así seguimos caminando hasta el Portillón de Igüedri, donde la fuente que mana junto al camino nos invita a parar y a reponer las fuerzas desgastadas. Sin embargo, la sensación de inminente congelación invita a posponer la sobremesa y a poner en marcha la aterida máquina corporal. Pasado el Portillón, entramos en un mundo más cálido y humanizado. Es el recinto frondoso de la Depresión de Liébana, gigantesca hondonada donde la vida rebosa en variedad cuasi infinita bien protegida por murallas montañosas, poniendo de manifiesto los valores creativos del cruce, de la coexistencia y del hibridaje. En el recinto de Liébana, las montañas protegen, pero no aíslan, pues a través de sus puertos y sus valles las culturas y los climas, los ríos y los árboles, los frutos de la naturaleza y de los hombres, han ido construyendo un espacio de encuentro. A través de los invernales de Igüedri, acometemos el rápido descenso de la pista que conduce hasta Espinama. Durante todo el camino, las hayas esbeltas y engalanadas de otoño nos ofrecen su amparo y compañía. Y casi sin darnos cuenta, las primeras casas del pueblo nos anuncian el final de la ruta. Y una vez en Espinama, los cuerpos desvencijados reclaman su descanso, pero las almas ya poseídas por los diablos de la montaña no quieren saber de despedidas, sino de cuando será la siguiente y endiablada expedición.


Maica y Blanca Una forma diferente de viajar es la que se conoce con el nombre de turismo rural. Merece la pena probarlo alguna vez si os gusta la naturaleza, la práctica del senderismo ,respirar aire puro, descubrir el patrimonio histórico-artístico de una zona, su entorno paisajístico, el conocimiento de gentes diferentes, etc. En realidad, hay muchos motivos posibles para inclinar a uno hacia esta modalidad turística. No menos importante ha de ser, creemos, el hecho de que un grupo de amigos puedan convivir durante unos días en un espacio exclusivo en el que compartan techo pero también cocina, chimenea y buena mesa. Existe una amplia gama de alojamientos rurales en todas las regiones españolas. Algunas comunidades tienen una oferta muy extensa Otras, algo menor. Igualmente encontramos casas rurales en la mayor parte de los países de la Unión Europea. Las casas rurales se seleccionan, como no, a través de Internet buscando la zona a la que nos interesa dirigimos en la provincia correspondiente. Accedemos así a un listado de alojamientos que podemos, con todo detalle, visitar en la Red. Todas ellas suelen estar muy bien equipadas en su interior. Las hay desde 4 plazas hasta de 10,12 e incluso de mayor ocupación. Las habitaciones los baños y la cocina casi siempre son nuevos. Todas tienen calefacción y muchas de ellas, chimenea y barbacoa.Página Web completísima sobre el municipio en el que se ubica, con datos del entorno natural y artístico, de su historia, sus fiestas y de lo que se puede visitar. Los precios son muy variados dependiendo del tipo de casa que queramos escoger. Evidentemente.,si tiene piscina es más caro pero siempre es una opción más barata que la del turismo tradicional. Lo dicho. Si os sentís seducidos por lo que aquí os contamos ,ponedlo en práctica porque merece la pena Es una forma sencilla y divertida de pasar un fin de semana. ¡ Por ejemplo!

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SENDERISMO. La Tejeda de Tosande Desde el pueblo de Dehesa de Montejo sale una pista que cruza la C-626 a la altura del km.2. Desde la carretera se ve, en toda su amplitud, el valle de Tosande, un profundo tajo verde abierto entre las cumbres calizas del Macizo de la Peña. Después de pasar una zona de campos de cultivo la pista nos introduce en un pequeño robledal, tras sortear una valla metálica que cierra el paso. El camino desciende, buscando el valle. Aparecen los primeros afloramientos de roca caliza entre los que crecen encinas y rebollos de porte arbustivo. El valle se va cerrando en una estrecha garganta en la que el camino, de firme rocoso, transcurre escoltado por la vegetación de encinas, robles y brezos que ocupa las laderas de Peña Oracada (1.819 m., a izquierda) y del Roblillo y las Cruces (1.559 m. , a derecha). Al final de la garganta el valle se ensancha. Un circo de cumbres calizas rodea los pastizales que ocupan el fondo. En la ladera de Peña Oracada, a nuestra izquierda, se abre un vallejo en el que se asienta un espeso hayedo. La tejeda se encuentra en el borde superior de este bosque. En el límite del hayedo con la pradera encontraremos un sendero, muy marcado por los numerosos visitantes, que nos conducirá sin dificultad hasta los tejos. Distancia aproximada: 10 Km.(ida y vuelta). Desnivel: 500 metros, Duración: 3 horas y media(ida y vuelta). Epoca: todo el año. A partir del otoño la caída de las hojas de las hayas facilita la localización de la tejeda. El Roblón de Estalaya El itinerario más sencillo para acceder al Roblón de Estalaya tiene su inicio en Vañes, pueblo situado en el Km. 116 de la carretera C-627, Unos 300 metros antes de llegar al pueblo, a la derecha de la carretera, tomamos un camino que asciende en suave pendiente, rodeando primero el pueblo por el este y remontando después la ladera del Cerro San Cristóbal. Tras franquear una cerca ganadera, el camino nos introduce en un bosque mixto de roble y haya, Arropados por la espesura, descendemos hasta la escombrera de una antigua explotación minera. A partir de aquí ascendemos de nuevo hasta otra pequeña escombrera donde termina el camino. Desde la escombrera, a la derecha, una senda, bien marcada por las pisadas, supera, en fuerte pendiente, el breve tramo que nos separa de la maciza figura del Roblón. Es un paseo y sin dificultad.

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Se dice que los frutos de los robles, las bellotas, fueron alimento básico para los pueblos cántabros que poblaban estas comarcas antes de la colonización romana. Este roble legendario del monte de Estalaya, conocido como el Abuelo es sin duda el de mayores dimensiones y más longevo de la Montaña Palentina y es posible que de toda la Península.

Perímetro del tronco: 9,80 metros. Diámetro aproximado: 3,17 metros. Edad estimada: más de 1000 años.

ARTE Y CULTURA. Ruta de las ermitas rupestres Dos núcleos importantes: uno, en la cuenca alta del río Pisuerga entre las localidades e Cervera de Pisuerga y Alar del Rey y el otro, en la cuenca de los altos valles del río Ebro, a los pies del Monte Bernorio, entorno a las localidades de Porquera y Báscones de Ebro. Excavadas en rocas b l a n d a s , g e n e r a l m e n t e areniscas, son construcciones austeras y de escasa ornamentación orientación esteoeste, constan de una o varias naves, techo abovedados y arcos de herradura y de mediopunto. Junto a las ermitas aparecen tumbas excavadas en roca que reciben el nombre de olerdotanas. Ermita de San Vicente, cerca del pueblo de Vado, municipio de Cervera de Pisuerga. En dirección Burgos, nacional 611, llegaremos a Olleros de Pisuerqa donde se encuentra una de la ermitas más original y bella de la península. Excavada en las faldas del Monte Cildá, está dedicada a los Santos Justo y Pastor. En Villacibio una bella ermita dedicada a Pelayo. En Rebolledo de la Inera encontramos las ruinas de su ermita y una serie de tumbas muy deterioradas. En Villarén la ermita rupestre de, San Martín y a unos tres Kilómetros en Porqueta de los Infantes una necrópolis de tumbas antropomorfas. En Helecha, Canduela, Quintanillas de la Torres, Lastrilla, Berzosilla y Olleros de Paredes Rubias se encuentran algunas cuevas y lauras como la Cueva de la Mora o de la Calderona así como restos de ermitas rupestres y tumbas excavadas y en el pueblo de Cezura una ermita-cueva inacabada.


Rutas del románico ·

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Rebolledo de la Torre, Nogales de Pisuerga y San Quirce de Río Pisuerga.

Ruta 1: En este recorrido destaca en Aguilar de Campóo, el Monasterio Cisterciense de Santa María la Real del S. IX, el Museo del Románico, la iglesia de Santa Cecilia y el Castillo medieval, En Barrio de Sa María la e r m i t a románica de S a n t a Eulalia, con pinturas murales del S. XIll. En Vallespinoso de Aguilar la ermita de S a n t a Cecilia, de carácter militar del S. XII, con t o r r e cilíndrica y bella portada.

En Santa María de Mave destaca el Monasterio de Sa María del s. XIll, ·

Ruta 2: Al norte, San Salvador de Cantamuda, San Felices de Castillería Valsadornín, Rueda de Pisuerga, Muda, San Cebrián de Mudá, Villavellaco, Revilla de Santullán, Valberzoso y Salcedillo.

Ruta 3: Al norte, Villavega de Aguilar, Cillamayor, Monasterio, Villanueva de la Torre, Matamorisca, Matabuena, Corvio para finalizar en Matalbanienga.

En Cervera de Pisuerga podemos pasear por la plaza porticada situada en el centro del pueblo con algunas casonas blasonadas y visitar la iglesia gótica de Santa María del Castillo (Monumento nacional) con un hermoso retablo en la capilla de Santa Ana donde destaca la tabla central que representa la Adoración de los Reyes, de honda raigambre flamenca. También podemos visitar un espléndido museo etnográfico de Piedad Isla o hacer un descanso en el Parador.

En Villanueva de la Torre, pueblo medieval, encontramos una Iglesia románica con una hermosa torre del S. XII. ·

Desde Cervera de Pisuerga llegamos a Cubillo de O j e d a , Perazancas de Ojeda, Montoto de Ojeda, Olmos de Ojeda, San Andres de Arroyo, Moarves de O j e d a , Dehesa de Romanos, Revilla de Collazos, Calahorra de Boedo, Zorita del Páramo y Villabermudo. Es de destacar el monasterio de San Andrés de Arroyo con un bello claustro románico (y ricas pastas) y el friso de la iglesia de Moarves.

Otros atractivos: Merece la pena visitar la iglesia de Cantoral con su pila bautismal románica. En Dehesa de Montejo tenemos la iglesia de San Pelayo del s. XVII, transformada en su mayor parte, pero conservando aún algún elemento románico en la puerta de entrada. En su interior tiene varios retablos barrocos.

Podemos admirar, en San Salvador de Cantamuda, por su unidad arquitectónica y por su primitiva pureza, la Colegiata, de finales del S. XII, con una espadaña de tres cuerpos. ·

Ruta 5:.

Ruta 4: En dirección Burgos, Santa María de Mave, Becerril del Carpio (tres barrios),

CASA TARABAS

Tipo de Alojamiento: casa rural

Calle: PZA. LA ENCINA, 10 Provincia: PALENCIA Municipio: CASTREJON DE LA PEÑA Código Postal: 34850

Teléfono/s: 979877155 696333275 Página Web: http://turpalencia.com Total plazas: 10 (5 hab. Dobles) Titular: Manuel Jesús Narganes Peral

calefacción, agua caliente, chimenea, jardín- terraza,

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zona pintoresca


Un día en los Picos. J.N.

Aprender a mirar Fernando Llorente

L

a imagen, que es, según los psicólogos del conocimiento, una representación sensible de la realidad, es también, y por eso mismo, un excelente instrumento para pensar la realidad desde una intuición sensible de la misma. Tengo para mí que si no se visualiza –no es lo mismo que ver- lo que se piensa, la realidad no llega a ser, no ya conocida, que eso nunca, sino tampoco verosímilmente interpretada, pues la realidad existe sólo en las interpretaciones que de ella se hacen. No es preciso declararse platónico para admitir que sin sus geniales imágenes, como las del “carro alado”, así como las contenidas en la alegoría de la caverna, sería mucho más arduo acceder a la concepción de la realidad desde la que Platón configura un orden natural de las cosas, tanto de las físico-naturales como, y sobre todo, de las socio-político-culturales. Por otro lado, toda manifestación artística lo es en la medida en que responde a una poética, más o menos explícita o subyacente, esto es, a una intención coincidente con un modo de estar en el mundo, coincidencia que se expresa siempre en imágenes envueltas en una poética. No se concibe la poesía sin musicalidad, pero ¿puede darse sin imágenes? No se concibe la fotografía sin imágenes, pero ¿puede darse sin poesía? Dicho de otro modo, si la poesía y la fotografía se elevan a la categoría de arte es porque la poesía pone en palabras imágenes que sí se pueden decir –lo contrario de lo que afirmaba José Hierro haciéndose eco de otras voces-, pero que no todos saben decirlas. Del mismo modo, la fotografía muestra con imágenes impregnadas de poesía lo que sí se puede mostrar, pero que no todos saben mostrarlo. En las imágenes trasciende la magia de la poesía, como en la poesía late la magia de la fotografía. Fotógrafo y poeta ven en la realidad lo que otro no ve. A ver se aprende mirando, pero ¿se aprende a mirar?

Santander llueve. J.N.

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Las cosas de Douce

Diario de una perrita Una historia de DOUCE Para los que no me conocen... Pues sepan vuestras mercedes ante todas cosas que a mí me llaman Douce, que así me pusieron mis padres adoptivos, porque de mis verdaderos padres no me acuerdo. Sólo recuerdo que me dejaron sola, abandonada, en una casa de asilo donde deja la gente desalmada a los perritos que por cualquier causa ya no quieren. Bien pudiera llamarse a estos sitios “perrerías” porque de acuerdo con el diccionario de la RAE – yo, como irán viendo, soy una perrita muy leída – la palabra perrería, además de “muchedumbre de perros “, significa también “acción mala o inesperada contra alguien” . Y a fe que perrería fue lo que mis padres naturales me hicieron, dejándome abandonada en aquel lugar en donde , en muy pocos días , todas las pulgas de aquella perrera se instalaron en mi cuerpo . El estrés , la angustia que me produjo el sentirme sola entre tantos congéneres también famélicos, tristes, desesperados hizo que me salieran grandes ronchones haciendo de mí una perrita muy triste, con ganas de morirme cuanto antes en aquel sitio donde todo eran ladridos y gritos de desesperación y abandono. Pero un sábado del mes de julio, hace ahora algo más de 5 años, se presentaron en aquel asilo de perros cuatro jovencitos: dos chicas y dos chicos que tendrían en torno a los 20 años, aunque la más joven de las muchachas rondaría los 15. Estuvieron echando una ojeada a las decenas de canes del albergue y, no sé porqué, se fijaron en mí. Quizás porque no era demasiado grande, quizá porque se apiadaron de mi cara desvalida y triste, o puede que su instinto les dijera que yo era la más dulce de todos mis compañeros. Lo del dulce lo digo, porque cuando al llegar a casa se preguntaban entre sí qué nombre me pondrían, salió espontáneamente “dulce” y todos coincidieron en que me cuadraba como anillo al dedo. Lo de “Douce”, fue luego ocurrencia de mi segundo padre que es un poco cursi, le gusta el francés, y dijo que así sólo los de casa sabrían el verdadero significado de mi nombre, porque para mucha gente el nombre de “Dus” no les dice nada. (Escribo “Dus”, porque es como se pronuncia mi nombre en francés, porque yo soy una perrita que conoce muchas lenguas). Después de algunas discrepancias, que no es el momento ahora de recordar , me quedé definitivamente en aquella casa. En ella me siento muy feliz y trato de que sean un poquito más felices los que conmigo viven. Al menos eso procuro y con ninguno tengo problemas. Últimamente estoy escribiendo un libro sobre “Las cosas de Douce” y de él he escogido este capítulo que recoge la no muy buena fama que tenemos los perritos entre los humanos. A mi me parece muy injusto y por eso lo he escrito.

A

unque soy una perrita pacífica, nada follonera, hay cosas de este perro mundo, para mi , “ humano mundo” , que no me hacen mucha gracia. No sé por qué casi todo el vocabulario y todas las expresiones en que aparece de una manera o de otra la palabra perro o aledaños, tienen un sentido peyorativo. Como tengo bastante tiempo libre, sin descuidar nunca mis deberes familiares, a veces me da por pensar o me dedico a leer, porque han de saber que soy una perrita muy “leída”. Últimamente me he dedicado a consultar varios diccionarios humanos para ver qué dicen de nosotros, los perritos. Abro en primer lugar el diccionario de la RAE ( lo he cogido de la biblioteca de mi papá) y he visto la primera acepción, creo que se dice así, de la palabra “perro”... - ¿ Qué creen ustedes que pone? ¿No lo saben? Pues yo se lo digo: Perro: 1. adj. coloq. Muy malo, indigno.- Dicho de una persona: Enojada, de mal genio. ¡No me digan que no es como para cabrearse! ¡Vaya fama que tenemos! Picada por la curiosidad , me digo: voy a ver qué dicen de ellos. Y busco la palabra “hombre”. Y miren lo que me encuentro: Hombre:del lat. homo-inis (ellos sí tienen origen, nosotros , ni eso) Y a continuación: 1.m. Ser animado racional, varón o mujer ¡Manda...güebs! Ellos son los “racionales”.¡ Si yo hablara...! Y ¿ “animados”? ¡Pero si son unos muermos!. Yo sí que estoy siempre de buen ánimo y me distraigo con cualquier cosa. Si les hablara con qué me divierto, de mis juguetes, se quedarían patidifusos. Yo no necesito ni playstations, ni móviles, ni ropa de marca. No gasto nada en maquillajes y cosas de ésas. Mi único gasto “cosmético” es ir a la “pelu” , mi “pelu” se llama “Bonnie & Clyde” .Tengo un pelu-

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quero guapísimo , que me quiere mucho. Y no piensen que voy todas la semanas , como otras que yo conozco, sino un par de veces o tres al año porque mis uñas , mi pelo crecen y necesito cortarlas y estar fresquita en verano. Y ya que les hablaba de mis juguetes, les diré que son unas cuantas pelotitas de diferentes formas y tamaños , algún hueso de plástico y últimamente un muslo de pollo, también de plástico. Muchas veces juego yo sola y me lo paso pipa. Otras, huelo una pelota que quedó debajo de una cama, de una mesa , o de las estanterías de la biblioteca y empiezo a querer sacarla. Si no puedo, reclamo ayuda con la mirada y cualquiera de la casa va a por un bastón , un paraguas, alguna regla larga y me saca la pelota, porque ellos, tan racionales y tan listos, no siquiera sabían que la pelota estaba allí desde hace un montón de días. Ellos, tan “homo-hominis”, sólo ven lo que tienen delante de los ojos, pero son incapaces de “oler” una pelota que está por ahí escondida. Bueno, a lo que íbamos. Ya ven que soy un poco desordenada, me lío con una cosa y me olvido de lo que les había empezado a hablar: de diccionarios y perros, de expresiones perras o perrunas. Les hablé de la primera acepción de la palabra perro en el diccionario de la Real Academia, y quiero ser justa. En segundo lugar pone lo siguiente, que es casi lo único un poco amable que dicen de nosotros en esos gruesos libros: Perro 2.- m. Mamífero doméstico de la familia de los Cánidos, de tamaño, forma y pelaje muy diversos, según las razas. Tiene olfato muy fino y es inteligente y muy leal al hombre. Menos mal que dicen algo elogioso de nosotros. De lo poquito que he encontrado, oigan, porque si echo mano de otros de esos volúmenes, por ejemplo el de la muy ilustre señora Dª María Moliner se contenta con decir: *Mamífero carnicero cánido, doméstico, del que hay infinidad de razas muy distintas entre sí por la forma , el tamaño y el pelaje. ( ¡Nos ha merengáo! ) Y el señor Julio Casares idem de lo mismo... Pero si les digo la verdad, lo que digan estos señores y señoras me importa un rábano, porque yo sé muy bien cómo soy yo y la mayoría de mis amigos. Y si hay perros que hacen cosas malas, no es culpa de ellos, sino de los “humanos”, de sus dueños, que yo no les voy a llamar “perros”, sino “humanos”. Las demás expresiones que he ido leyendo o

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repasando, más que nada, me ha hecho gracia . Me lo he tomado un poco a risa y hasta me ha divertido. He visto que nuestro nombre vale ya para cualquier cosa. Sino miren... - “No me queda ni una perra chica en el bolsillo”, para decir que están sin blanca. O bien: - “¡Para ti la perra gorda”! Cuando se encuentran con un pesado y ya no saben cómo quitárselo de encima. Y lo peor es que ni siquiera saben que las perras “chicas” y “gordas” eran una monedas de 5 y 10 céntimos, de cobre, de hace más de un siglo y que ni siquiera llevaban la efigie de un perrito en alusión al extraño león que figura en su reverso. Si ya digo que son un poquito ignorantes... Y si seguimos de broma, para no enfadarnos demasiado, ¿Qué les parece eso del “perrito caliente”? Cuando se lo comento a mis amigos los perritos, sobre todo con “Marzo” , que es muy amigo mío, pone una cara de pillo y se sonríe... Le hace gracia que llamen así a un bollo untado con ketchup y mostaza con una mísera salchicha dentro. Y se acuerda de aquel chiste del lepero que veía por primera vez a un señor vendiendo “perritos calientes”: -¡Oye!¡Dame un perrito caliente! El hombre le dio la salchicha metida en el pan y le dice el campero: -¡Coño!¿No tenías otra parte mejor? ¿Y qué me dicen del dicho ese dicho , “atar los perros con longaniza”, para expresar lo rumbosos y espléndidos que pueden llegar a ser? Casi ninguno sabe que esa idea se le ocurrió a una obrera que trabajaba en una fábrica de embutidos en Candelario, bonito pueblo del sur de la provincia de Salamanca, y que apremiada por las circunstancias y teniendo que atar a un perrito faldero a la pata de un banco, no encontró correa más a mano que una ristra de longanizas. Enseguida se corrió por todo Candelario, ya sabe cómo son las gentes de los pueblos, que en casa de Constantino Rico, alias el choricero, ataban a los perros con longaniza. Si les cuento todo esto, es porque no quiero tomarme demasiado en serio la mala imagen que los canes (¿ a qué soy fina?) tenemos entre los humanos, y que se sirvan de nuestro nombre para designar a una “prostituta”, con todos mis respetos para esas señoras, a un “infiel” , las gentes de otro credo, o a una “persona mala o despreciable”, siempre desde el punto de vista del que trata de insultar,claro. Yo que no soy “perro viejo”, sino una perrita aún joven y de muy buen ver, quiero recordar aquí con ternura una historia que un día leí. Esto


escribió un perro, ya mayor, a su amo: “Aquí estoy, tirado en un rincón. Sobre el charco de orín que yo mismo he provocado y que vos estáis cansado de limpiar.

CITAS CANINAS

Las moscas sobrevuelan mi comida, desde ayer que la pusiste en el plato....es que ya no tengo hambre... ni ganas de levantarme....estoy todo el día echado....y casi sin moverme.

«Un perro jamás olvidará la miga ,que de usted recibió, aunque usted le tire cien piedras a la cabeza.» SA´ DI (1213-1292) «No existe fe, que no haya sido traicionada, salvo la de un perro verdaderamente fiel.» Konrad Lorenz (1903).

Me siento cansado. Aunque no hago nada, igual estoy cansado. No sé, pero siento que me pesan los huesos. Y eso que estoy tan flaco que tan solo el cuero me sostiene. Pero por sobre todo estoy triste. Pero no tanto por mí, que me veo así como un trapo viejo. No. No más que nada por vos ¿sabéis?. Ya no me prestáis atención y que veo que cada vez te molesto más.”

«Al principio Dios creó al hombre, pero al verlo tan débil le dio el perro.» Toussenel »Yo soy el perro de mi Alteza, dígame Señor, a quien le pertenece usted?....» Anónimo »Los perros no pelean o discuten contigo. Nunca hablan de sí mismos pero te escuchan cuando hablas de ti mismo, y mantienen la apariencia de estar interesados en la conversación». Jerome K. Jerome »Hasta que hayas amado a un animal, una parte de vuestra alma permanece dormida». Anatole France »Un perro es el único ser en esta tierra que te ama mas que a si mismo.» J. Billings.

Pero como no quiero terminar tristemente este capítulo de mi “Vida de una perrita feliz”, y nunca estoy de “un humor de perros”, porque mi humor de perro es muy alegre, les comentaré otra expresión referida a nosotros que me parece injusta y que indica lo poco que nos conocen los que se llaman hombres, humanos.

»No tenemos que ganarnos su confianza o su amistad: ha nacido amigo nuestro; cuando sus ojos aun estaban cerrados, ya creía en nosotros; incluso antes de nacer, se había entregado al hombre» Maurice Maeterlinck.

Me refiero a ese dicho que dice “llevarse como el perro y el gato”. Y perdonen que una vez más haga referencia a una experiencia personal. Han de saber que mi mejor amigo, en estos 5 años de mi feliz vida, ha sido un gato. Sí, como oyen un gato. Se llamaba “Calcetines”, digo se llamaba porque aunque le advertí mil veces que tuviera cuidado con los coches “humanos”, un día saltó el seto del jardín y le atropelló un coche. Pasé unos días muy malos, muy triste, y siempre que salía al jardín miraba entre los arbustos, a veces en las ramas de los árboles , con la esperanza de encontrarle. No me hacía a la idea de no volver a verle, de no poder jugar con él, de verle tumbado panza arriba moviendo sus patas rayadas, que parecía que llevaran calcetines, esperando a que yo me acercara y le arrimara mi hocico. Otras veces, cuando el hacía ademán de correr yo iba tras él y algunas veces se asustaba porque yo era más grande que él y le asustaba un poco. Pero enseguida se le pasaba el susto y volvía a tumbarse en la hierba del jardín y éramos muy felices.Nos llevábamos muy bien: como el perro y el gato más amigos del mundo.

« Nada podría humillarme más que la mirada desconfiada de uno de mis perros” James Gardnier « El agradecimiento es una enfermedad del perro no transmisible al hombre” « Un perro cuando recibe una piedra, trata más de morder la piedra que al que se la ha lanzado” Marus Parcuvius “Lo más divertido con un perro es que uno puede hacer el tonto con él , y no sólo no os lo reprochará , sino que él mismo, hará el tonto con nosotros”. Buttler Samuel « No aceptéis la admiración de vuestro perro como la prueba evidente de que sois maravillosos! “Para comprender verdaderamente su importancia en la vida el hombre debe tener un perro que le adore y un gato que le ignore”

Espero que estas reflexiones “perrunas”, les hayan parecido casi humanas.

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Respetable público... César NIETO - No pierdan la paciencia. Dentro de unos minutos comenzará la obra. X: -¿Qué obra? P: -¡Qué obra va a ser! La que está anunciada para esta noche. X: -Me temo que no va a representarse obra alguna esta noche. Será mejor que avises de la circunstancia ahora mismo. P: -¿Cómo que no va a representarse la obra? X: -No. No hay obra. P: -¿Cómo lo sabes? X: -Es de lo único que estoy completamente seguro. Tengo la indestructible certeza de que esta noche no habrá obra. P: -No entiendo nada. Al llegar aquí pude ver los carteles anunciando una obra para esta noche. X: -Mira, llevo días viniendo aquí y no he visto ningún ensayo. Te aseguro que esta noche no hay obra. P: -Dios mío, qué hacer. X: -Habrá que avisar, sin duda. P: -Pero qué hacemos con toda esa gente...¡Habrá que devolverles el dinero! X: -No hay dinero. Quiero decir, tampoco hay dinero que devolver. P: -Pero entonces, ¿cómo ha entrado toda esta gente? Habrán tenido que pagar antes. X: -No han pagado. Sólo sé que a primera hora de la tarde entró una persona. Al no estar abiertas las taquillas, lo hizo sin pagar. A esa primera persona le sucedió otra, y, así, sucesivamente, hasta ahora. Nadie ha pagado. Cada persona que entraba seguía el ejemplo de la anterior: echaba una mirada alrededor, buscaba una butaca, se sentaba y adoptaba una actitud expectante. P: -Lo único que se me ocurre es anunciar el hecho y cerrar el teatro por esta noche. X: -¿Qué teatro? P: -Este en el que estamos, ¡maldita sea! X: -No es un teatro. Estamos en plena calle. P: -¿Quién es usted? X: -¿Y usted? P: -He preguntado primero. X: -¿Por qué pregunta? P: -No sé que hago aquí perdiendo el tiempo. Adiós. X: -Adiós.

(Aplausos)

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La imagen rota José Luis Sobradillo

E

l taller está vacío. Hay paneles descansando sobre botes de pintura empezados, paños pringados de diversos colores mezclados, bastidores descansando sobre la pared de la derecha según se entra en el estudio. Todo está desordenado. Los únicos objetos que parecen guardar cierto orden son un caballete montado en el centro del local, un cuadro que reposa sobre el trípode y dos sillas, una para el modelo y la otra para el pintor. Ambas son rústicas, de asiento de paja y respaldo, patas y armazón, de madera maciza. No ofrecen ninguna comodidad. La pintura, todavía reciente, sostiene a una persona. Está terminada y lleva la firma del pintor. Es raro que no la hayan retirado todavía, pues un retratado quisiera verse lo antes posible por si hubiera que hacer retoques. Parece ser que el pintor ha dicho que al retratado, un personaje notable en la ciudad que quiere dejar su imagen para el recuerdo, no le ha satisfecho el cuadro, que se ve tratado en unos trazos y colores que no han engrudado bien para sacar adelante su imagen. Y eso que el personaje habría acudido al pintor más afamado de la ciudad, harto de probar fotógrafos de reconocido oficio. El hombre tampoco comprende que el pendiente que cuelga de su oreja esté en el lugar contrario de donde le tiene ni que la raya del pelo aparezca en el lado contrario en el retrato. Quiere su faz tal y como se imagina a sí mismo, encarándose, no vista a través de un reflejo. En cualquiera de sus representaciones ve su rostro de frente y eso le llena de perplejidad. En su desesperación trata de encontrar en el paseo una respuesta a sus reflexiones. Se aleja de la ciudad a un monte cercano donde hay cantidad de viandantes en constante vaivén armonioso internándose en el halo de pinos y brezos. El hombre da rienda suelta a su confusión interior que no deja de debatir la imposibilidad de conocerse a sí mismo no ya interiormente, sino ni siquiera físicamente. Sus pies dan pasos firmes en el sendero. Cuando quiere salir de sus elucubraciones se ve dentro de un laberinto de setos que crecen varios palmos por encima de su cabeza. Quiere pensar que el destino lo ha puesto allí para vérselas consigo mismo y sacudirse de encima ese personaje que lleva dentro y encontrarse con él sin tener que recurrir ni a retratos ni a espejos. También, que si es capaz de salir, encontrará, sin duda, una solución a su desasosiego en busca de su auténtico retrato interior. Pero no es fácil escapar de un laberinto. Intenta zafarse de las calles tupidas de verde mirando al cielo. Trata de orientarse por la posición del sol. Su idea es brillante pero le falta la perspectiva. Lo hubiera conseguido de haber sido el laberinto un espacio mayor. Sereno, pero sin darse un margen demasiado amplio, le afluyen a la cabeza varias ideas para escapar de allí, entre ellas, sensibilizarse con la temperatura de las calles para no repetir aquellas cuya sensación ambiental hubiera sentido con anterioridad en su cuerpo. Sin embargo pensó que la forma más segura habría de consistir en marcar algunas hojas en los setos que no debería hallar en las calles nuevas. De este modo consiguió salir no sin considerable derroche de imaginación que parece multiplicarse por mil en casos de apuro. Prosiguió su azaroso paseo que parecía esconder todavía nuevas sorpresas. El aire traía perfumes embriagadores, gratuitos, llenos de frescura y vapores relajantes que mantenían intacto el deseo de aventura. Seguía rondando en su cabeza el ingenio que había desarrollado en un

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momento de apuro pensando en los recursos que el ser humano es capaz de desplegar en situaciones comprometidas. Le recordaba el dicho popular “apurado te veas” y le parecía como si alguien estuviera pintando ahora su verdadero retrato. Iba tan embebido en sus pensamientos que casi se da de bruces con un espejo enorme ante el que se detuvo intrigado. Del reflejo vivo del cristal brillante salía una voz que decía: -¡Qué aburrido te veo! Tienes la cara triste y el semblante taciturno. Algo te pasa que no acabo de escudriñar, yo que sólo soy capaz de regalar luminosos reflejos superficiales y externos y tengo fama de frívolo, narcisista y superfluo. Pero toma un trozo de mi orgullosa cara afilado como un bisturí para que deshagas tu entuerto o encuentres un final a tus días que arrastras con tedio y desesperación. Prosigue tu camino y echa mano del ingenio que te sacó del laberinto. Dicho esto sonó un estruendo y el espejo se partió en mil pedazos. La última instantánea ofrecía un cuerpo diseccionado en tantos trozos como esquirlas. Las imágenes troceadas impresionaron enormemente a nuestro personaje que se deshacía en gracias al cielo por estar aún vivo. Tal como le había indicado el espejo tomó un trozo de los más grandes y se alejó dejando tras sí vanos reflejos prestos a descomponer todo lo que se acercara y pensando en la relación que tendrían entre sí los acontecimientos que se habían producido en tan poco tiempo. No cabía duda de que había un hilo conductor entre el laberinto y el espejo que de forma tan inesperada habían irrumpido en su relajante paseo y que le seguían acompañando: El laberinto significaba confusión, incertidumbre, que había que interpretar con un rayo de inteligencia liberador y el espejo roto podía significar la destrucción de algo tan perfecto que no es real. Un espejo no puede seguir existiendo si no refleja también el interior. Por ello, nadie está conforme con lo que tiene ante sí y el sentido común lo desaconseja. Había que encajar el cristal en todo el rompecabezas: Una vez perdido el poder del reflejo, el único significante que le quedaba al pobre trozo de espejo era su finísimo corte del que bien se protegía nuestro asombrado protagonista quien no paraba de andar entre intrigado por la marcha de lo sucedido y la relajación del caminar. Cada vez iba más embebido en sus pensamientos a medida que se sumaban nuevos avatares a la aventura que nació de lo que iba a ser un rutinario paseo. Iba tan perdido entre tanta lluvia de ideas y emociones que casi se cae a un vado que había a la orilla del camino que probablemente aprovecharían los campesinos para dar de beber a sus ganados cuando estaban en el campo. El vado era hermoso, surcado por carrizos, cañaverales y escobas en las orillas y adornado por un islote del que emergían unas pocas hierbas silvestres. En su despiste llegó a mover las aguas con los pies y al proyectar sus ojos sobre la escena vio reflejarse su rostro en el agua. Como el día iba de reflejos e imágenes, faltaba esta última para completar el jeroglífico: Su imagen se movía entre las ondas que habían producido sus pies al pisar el agua y sus facciones: nariz, orejas, ojos, frente, barbilla, pestañas, cejas, parecían querer salirse del cuadro que se reflejaba en el agua de forma tan sorprendente. Eran, además, confusas y costaba distinguirlas. Entonces comprendió de una vez por todas el significado de todo lo acontecido durante el paseo que le había llevado poco a poco a creer que había que diseccionar los diferentes componentes del retrato para entenderlo y pintarlos por separado, mezclarlos o destacarlos y llenarlos de dramatismo en cualquier parte de la superficie del lienzo siguiendo la evolución del arte para liberar los miembros de una rigidez atávica y esa fantasía le había llevado a perderse en el laberinto y a destrozarse como imagen hierática, inmutable. Esta historia bien la pudieron haber oído contar Buñuel y Picasso.

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La Bohemia Maica POLO Llegó en aquel coche verde intenso, extrañamente irregular, con un gallo de colores en la avanzadilla, a modo de brújula.El gallo cantaba si girabas una manivela que se encontraba en el interior del vehículo. El coche por dentro servía de casa. Contaba con una mesa pegada a la pared y desplegable,asientos de lona cuyas patas se abrian o cerraban con unas trabillas,cocina y fregadero con un pequeño depósito de agua que pendía del techo y útiles de p1ástico y duralex, transparentes y de colores. Visto todo eso,tenias la sensación de estar en un espacio atemporal, ,pleno de irrealidad Y sin referente alguno porque no había allí más cosas que las estrictamente necesarias y además nunca habíamos visto materiales ni piezas como las que allí se encontraban. Le recuerdo saliendo del «haiga» verde y grande,parándose a miramos ante la vega de nuestra vieja casa. Nosotros sabíamos de él por sus regalos y sus mensajes esporádicos desde cualquier parte del mundo. Nunca enviaba juguetes al uso. Sus regalos eran únicos: artilugios raros que servían como rompecabezas, muñecos que fumaban ( los primeros «pipo,Y’’) y echaban humo, libros con palabras en clave e infinidad de peluches de animales exóticos cuyos nombres aprendimos entonces: tucán, ñandú, vicuña y otros muchos.Incluso en una ocasión nos mandó desde Barcelona un gran baúl lleno de trajes de papel de seda para disfrazamos. Había vestidos de hadas,de pajes,de reyes ,de animales afiicanos y hasta uno de mariposa por el que nos peleamos y que acabó deshaciéndose en el aire en mil pedazos de papel de colores. Patricio. Ese era su nombre.Profesión no tenía aunque él decía que su afición a la escultura le proporcionaba su «modus vivendi», Acabábamos de ver en el cine «Mí tío» Y al vede salir de aquel extraño coche,con lDl atuendo estrafalario y su pipa en la boca, me pareció una reencarnación del protagonista de la película. Mis padres se indignaron cuando Patricio se negó a dormir en casa .No hubo modo de convencerle y desde ese día, hasta el último que pasó entre nosotros, iba y venía de su vivienda a la nuestra continuamente. Por la noche nos asomábabamos al balcón y veíamos la tenue luz de una linterna que tintineaba dentro del vehículo,en la acera de enfrente. Los niños del barrio merodearon alrededor de nuestra casa todo el tiempo que duró la visita. El automóvil seguía allí parado y cada dos por tres el gaJlo se moVÍa y la música sonaba a golpes, incesantemente, porque no parábamos de darle al manubrio.

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Durante este tiempo las pandillas no jugaron a «guerras» en nuestra zona,no fuera a ser que alguna piedra cayera sobre el coche y lo abollara. Crispín,el jefe de una de las bandas, se sentaba todos los días en el bordillo de la acra y sonreía mansamente a Patricio esperando que le invitara a entrar en su guarida y le permitiera escudriñar en el interior del vehículo. Gueyi, el niño que acababa de volver de Rusia con sus padres,dejó de ser la atracción de todo el barrio y se atrevió a levantar la vista del suelo para admirar la casa con ruedas aparcada en mitad de la calle .Chechu, Tere y Nandi , los hijos del Toles,que no nos invitaban nunca a probar los chicles bazoka que su padre les conseguía cuando llegaba el «Reina del Mar» también se acercaron y Patricio les dejó tocar el manubrio y beber agua en el vaso plegable sin hacer caso de nuestras protestas vengativas. Durante aquellos días, mi madre se salió de la rutina hogareña e hizo cosas fuera de lo habitual. A decir verdad, muy singulares. Tres o cuatro veces durante aqullas semanas cenamos en el jardín con un mantel sobre la hierba y tortillas de patata, gaseosa y fruta de los árboles de la huerta. Los platos, vasos y cubiertos rivalizaban con los de Patricio. Se encontraban en cestas de mimbre y estaban casi sin estrenar. Unos eran verdes y otros de color granate, aplastados los vasos y ovalados los platos. Otro día mi madre pidió a Patricio que nos llevara en su coche a la playa a bañamos. Lo raro estaba en la hora porque siempre íbamos a las 12 y volvíamos dos horas después. Pero aquella vez fuimos por la tarde, algo inusual en aqullos tiempos tan reglamentados. La playa estaba vacía y aun recuerdo el relajante baño del atardecer y la inquietante contemplación del sol en el ocaso. Y en fin, una cosa más. Durante esas semanas se abrió el sótano y se descolgaron de la pared las bicicletas de mis padres, que nosotros nunca habíamos visto bajar de aquellos ganchos roñosos.. La de mi madre tenia una red de colores en la rueda trasem y con ella dio varias vueltas por el jardín ,riéndose sin parar. El invitado se fue un buen día sin decir adiós. Al volver del colegio divisamos la calle vacía. Patricio y su coche habían desaparecido Las palabras sosegadas de mi padre disculpándole no nos convencían. Primero dijo que se debía a su condición bohemia y que, ya se sabe, esta gente necesita de pronto nuevos horizontes. Más tarde añadió que a su hermano no le gustaban las despedidas y que era mejor así para todos. Muchos años después supe a qué se refería. Nosotros volvimos a la monotonía y lentitud de la infancia. De vez en cuando recibíamos noticias suyas desde Venezuela, Brasil o Méjico.Eran tarjetas postales pintadas por él mismo que mí padre leía en voz alta y acompañaba esta lectura con comentarios geográficos del lugar desde donde se envíaban. En una de ellas se nos mostraba una caricatura de Patricio dibujada sobre un mapa de un pais con una maleta en una mano y saludando con un pañuelo en la otra. Fue, creo, la última que recibimos. A partir de ahí,se lo tragó la tierra sin que dieran fruto ninguna de las gestiones realizadas para saber de su paradero. Ha pasado muchísimo tiempo y sólo quedamos ya los niños de entonces que ,algunas veces, como yo ahora mismo, sentimos su presencia excéntrica, su energía vitalista y rebelde envueltas en la mediocridad de aquellos años confusos.

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José Luis SOBRADILLO

po

Instantánea infanti infantil Haber llegado para perder el alma confusa en el polvo sin camino. Sin las armas del alma caí en la ceguera del misterio ante un rostro de heridas y abandono modelado. Lo que incapaz fuera el brillo mundano de abrir allí dentro lo fue mi pequeño al dintel asomado para darme el recuerdo del todo sin el precio que el vil mayor siempre demanda

e Sencillo candor Cruzamos los ojos en el sendero obligado de los pasos apilados. Espejo radiante donde me vi feo y triste. Costó tu imagen bella, irrepetible sólo lo justo. No quería las joyas que lucías. Sólo pude pasar la foto al alma donde ocupa la sala noble del museo.

Acuarela La roca enhiesta crece al cielo amenazante y sometida al tiempo. El nimbo cabalga brecha arriba pintando de bruma el negro lomo pétreo y baja al lienzo del nimbo el agua turbia dejando roca, viento y cielo plasmados en el yermo

mas 42


Reyes y reinas Cargada de dicha a ancas de caballo la ilusión progresa creyéndose anhelada. Hurras en bocadillos de palmas por doquier al paso, pisando precisa la fanfarria cansina, alucinante. La luz neón sostiene las marionetas y estrellas sin nombre a tres magos destronados mangonean. Quiebran el silencio de la noche fría huellas descalzas que, de puntillas, llenan los zapatos de quimeras.

Regreso No vuelvas si has de encontrar los rostros torcidos, ajadas las carnes, los cuerpos más cerca del suelo. Siempre ayudó el talento. Allí quedan encendidas algunas velas y mi clase conserva el orgullo del hidalgo erguido afuera; fresco, embodegado tras la puerta

Sencillez Recogiendo trozos de cielo entre ternes y vocerío entra un ángel en el recinto, sencillo como la paja pisoteada del rastrojo. Me hace llorar su sed de sueños y riego el ambiente a rebosar de ángeles caídos. El niño pide agua donde corren arroyos de sidra y vino. Un balón bajo el brazo podría decir el mundo. No te vayas, mi ángel. Déjame llorar más un rato sobre tu balón, sobre tu cáliz limpio.

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Fernando LLORENTE

Los sueños también arden, pero han de tomar cuerpo para que ardan En carne viva arden por un tiempo: lengua de fuego lame las entrañas -como en la hoguera lame el leño-, con pasión, con ternura, sensual, y guarda en ellas los rescoldos que mantienen el brillo y el calor de un abrazo, una voz, una mirada, cuando le llega el turno –y más alláa la llama ritual donde arden unos ojos cerrados, una garganta muda, unos brazos inmóviles. Cuando le llega el turno a la aséptica llama donde arde un sueño frío. Quien no ha rozado con sus labios de un cuerpo amado las cenizas no ha llegado a saber de su alma nada.

LA LÁPIDA Nombre y dos apellidos que ya no son de nadie. Dos fechas aleatorias, principio y fin de nada. Puerta sin cerradura de entrada a un no-lugar donde habita la sombra, el fósil de una sombra, de un ser que ya es en-sí, sin filiación ni edad. Identidad en piedra a prueba del olvido, tiempo en estado puro:

TU TIERRA Cuando allá dicen unos que mis versos nacieron de la separación y la nostalgia por la que fue mi tierra, ¿Sólo la más remota oyen entre mis voces? Luis Cernuda

eternidad.

No es tu tierra la tierra en que nacieras ni la de tus cosechas es tu tierra ni la que en tu alma rezuma belleza ni la que siembra en tu cuerpo tormenta. No es que sea tu tierra una cualquiera, mas nada sabe de ti ni tú de ella, sombras del corazón siguen sus huellas, allá , sobre la raya, ella te espera, y te recibirá pues te desea, y sabrá de ti sin que tú la sepas, y te sentirá sin que tú la sientas 44


DESCONCIERTO Cuando el concierto está finalizando y la batuta ya no se sostiene en nuestras manos, ¿quién dirige los últimos compases? No lo sé, pero carece de un criterio fiable: o precipita el ritmo nota a nota o desmayadamente lo retiene. Todos los instrumentos desentonan.

PUZZLE Cuando creas que ya todas las piezas están bien encajadas formando un panorama, no olvides que aún queda un hueco para una pieza única, sin materia y sin forma, que acoplará en el hueco su vacío tronante, y la onda expansiva demolerá el conjunto y dispersará todos los fragmentos sin que pueda reunirlos ni volver a ordenarlos nunca nadie.

LA ESQUELA No eres tú. No es tu nombre. Si lo fuera tampoco tú serías. Sientes un cierto alivio. Por un instante sólo. En ese no-lugar te pones enseguida y llegas a olvidarte de tu nombre, que está llamado a ser nombre de nadie. Primicia de última hora, hora primera de una sombra que se anunció desde el principio, y fue tomado a broma. Ahora se proclama con la foto de un vivo en negativo.

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Jorge Maronna

Re fle xio nes

Carlos Núñez

LUTHERIANAS · · ·

Todo tiempo pasado ... fue anterior Tener la conciencia limpia es síntoma de mala memoria Pez que lucha contra la corriente, muere electrocutado

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Los honestos son inadaptados sociales. ¡Señor, Señor...! Si no puedes hacer que yo adelgace... Haz, por lo menos,que engorden todas mis amigas. El que nace pobre y feo, tiene grandes posibilidades de que al crecer ... se le desarrollen ambas condiciones. Si la montaña viene hacia ti ... ?¡¡¡ Corre !!!Es un derrumbe Lo importante no es ganar, sino hacer perder al otro No soy un completo inútil ... Por lo menos sirvo de mal ejemplo. Si no eres parte de la solución ... eres parte del problema. Una mujer me arrastró a la bebida ... Y nunca tuve la cortesía de darle las gracias. Errar es humano ... pero echarle la culpa a otro, es más humano todavía. Lo importante no es saber, sino tener el teléfono del que sabe. Yo no sufro de locura ... la disfruto a cada minuto. Es bueno dejar el trago, lo malo es no acordarse donde. La inteligencia me persigue, pero yo soy más rápido. La verdad absoluta no existe ...y esto es absolutamente cierto. Hay un mundo mejor, pero es carísimo. La mujer que no tiene suerte con los hombres ... no sabe la suerte que tiene La pereza es la madre de todos los vicios y como madre ... hay que respetarla Si un pajarito te dice algo ... debes estar loco pues los pájaros no hablan. No te tomes la vida en serio, al fin y al cabo no saldrás vivo de ella. Felices los que nada esperan, porque nunca serán defraudados .Lo triste no es ir al cementerio, sino quedarse Hay dos palabras que te abrirán muchas puertas: “ Tire y Empuje»

Marcos Mundstock

Carlos López

Daniel Rabinovich

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ÚLTIMAS NOTICIAS ¿Qué dirían los distintos periódicos si se acabara el mundo?

EL PUEBLO VASCO

AS

«Bilbao desaparece»

AVUI

“El Barcelona se queda con su única y pírrica Copa de Europa ¡HALA MADRID!»

«Catalunya s’acaba. La resta del mon també»

SPORT

ABC

«Adiós al Madrid. El equipo blanco se despide de la liga”

«El Rey Don Juan Carlos concluye su reinado y el resto del mundo se le une con entusiasmo»

HERALDO DE ARAGÓN «No habrá trasvase del Ebro»

EL MUNDO DEPORTIVO «Aquest any, tampoc»

EL PAIS

LE MONDE:

«Por fin se acaba ‘El Mundo’»

«C’est fini»

THE TIMES:

EL MUNDO “El PSOE, la Guardia Civil y la trama asturiana culpables del fin del mundo. Publicamos los documentos de la conspiración final»

“All we can say is: God save the Queen!”

USA TODAY

LA RAZÓN

“America wins the war. Irak is over”

“Última editorial de Ansón: ‘Con tanto rojo en el poder, era de esperar’»

MAS ALLÁ

MARCA

«Ahora veréis como teníamos razón»

HOLA

«Definitivamente, el R.Madrid el mejor equipo de la historia»

«¿Adiós?» Sentences By F. Perosillo

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