Esfuerzo en vano
¡Todo lo que hice fue para nada! ¡Cuán frustrante es invertir esfuerzo, tiempo y hasta dinero en algún proyecto, sin lograr lo deseado! Quise sembrar césped en el patio de mi casa, para ello removí la tierra, saqué la mala hierba, sembré semilla que supuestamente era de la mejor, esparcí una camionada de buena tierra sobre el suelo y comencé a cuidar de aquello, regando, espantando a los pájaros que querían comerse la semilla y poniendo fertilizante. La semilla brotó y el césped comenzó a enverdecer la tierra. Pero algo sucedió, el césped que había comenzado tan bien, desarrolló alguna enfermedad porque su crecimiento fue muy lento y mientras más lo regaba, la mala hierba, que parecía interminable, crecía en abundancia. Mi tiempo, esfuerzo y la inversión en materiales resultó en vano. Fue como si nada hubiera hecho, es decir, el patio no había cambiado. Lo mismo puede suceder en lo espiritual, Jesús dijo que enseñar la palabra de Dios es como sembrarla en los corazones. Pero aunque muchas veces la semilla de la Palabra es relativamente bien recibida, pueden presentarse circunstancias que impiden que crezca. Multitudes escucharon las enseñanzas de Jesús, pero pocos demostraron crecimiento espiritual. Los apóstoles sembraron, trabajaron, se esforzaron y sufrieron, pero el crecimiento de los que escucharon siempre fue difícil. A los que en Galacia inicialmente respondieron, el apóstol Pablo les escribió: “Me temo que haya trabajado en vano con vosotros” (Gal. 4:11). A los de Filipos les instó a asirse de la Palabra para que su trabajo con ellos no fuese en vano (Fil. 2:16) y a los de Tesalónica les expresó temor de que el tentador les hubiese tentado y que su trabajo resultase en vano (1 Ts. 3:5). Amigo, por algún tiempo te he hablado a través de estas reflexiones para que consideres tu necesidad de Cristo y respondas. Francamente, no me gustaría trabajar en vano, no quisiera que esta labor fuese como la que intenté hacer con el césped, pero que resultó sin el final deseado. Pero eso, en gran parte depende de ti y de tu respuesta.
Programa
Reflexión Para Hoy
No.
3689
Clasificación
Ilustraciones
Etiquetas
Siembra, cosecha, fertilidad. Infertilidad.
Autor
Cornelio Rivera
Edición
Devocional
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