Otoño en el duraton

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Oto単o en el Duraton

25 de Octubre de 2015


25 de Octubre de 2015 - Otoño en el Duraton Hace 5 años realizamos esta ruta. Y nos encanto. Buscando poder volver a conocer el Duraton en Otoño buscábamos una perspectiva diferente, mas allá de la típica senda domesticada aun bonita- entre Sepulveda y el Puente de Vilaseca. Escarbando encontré esta ruta. La fusile, la realizamos y, a posteriori, nos encanto. El Cañon de San Juan El rio San Juan genera (aun seco, con su cauce lleno de vegetación pero sin una gota de agua) un barranco mas que bonito con unas choperas que ya están con el color otoñal. Algunos arboles mezclan el verde y el amarillo, casi mas bonitos. A estos les faltan unos días para su plenitud. Otros tienen ya las hojas caídas. Nos habremos equivocados en el momento de la ruta? Muy poquitos tienen un color casi rojizo,que resalta aun mas en el paisaje. La senda discurre paralela al cauce y guardada por las paredes del barranco. El terreno es igual al del cañon del Duraton, así estamos ante una arenisca de terreno quebradizo y cuevas o aberturas habituales. Un paseo bonito y solitario, mas allá del continuo parloteo de nuestro participante mitad, por el tamaño, Lara. El rio retoma su agua a partir del Molino de San Juan. Un gran edificio que, parece, se intento su rehabilitación hasta que el dinero, o la intención, ceso. Ahora aúna unas paredes perfectas con una entrada protegida por zarzas de las mas agresivas. Su situación es ideal, eso si, con el rio por fin con agua y unos arboles hermosos de no reciente repoblación. De estos últimos encontramos enseguida. Hay áreas enteras con chopos jóvenes bien alineados que rodean tocones de arboles viejos. Negocio o salud ambiental? En todo caso la arruga es bella y, la no simetría, también .

Mapa de ruta

Perfil de ruta


El barranco de San Juan acaba en el de Duraton. A la altura del puente de Vilaseca. En el Duraton Evitamos el puente. Nuestra ruta continua por la ribera izquierda del rio Duraton. La menos transitada. Ascendemos la loma que nos va a situar en la llanada segoviana. La que hora el rio. La subida es corta pero el sendero esta repleta de una arena blanquecina que dificulta el caminar. Progresamos por el pinar. Aquí, distinto a 5 años atrás, los arboles son ordeñados. Es la resina.

Sabemos donde vamos. Sabemos donde queremos comer. Enfrentados a la chopera de Vilaseca. La margen izquierda del Duraton cera un acantilado de arenisca sobre el rio aquí. Los chopos tan cerquita y tan altos, disponen aquí sus copas casi a nuestro alcance. Y son de un fuerte amarillo otoñal. El lugar ideal para nuestra comida! Abajo, en la ribera derecha, aquella a la que se llega en coche, se oyen muchos ruidos. Un picnic al que solo falta música lolailera. Esto no es El Manzanares a su paso por El Tranco pero... Que bien estamos aquí, en el otro lado, en las alturas. Seguimos ruta a través del pinar. Nos dirigimos al area denominada La Molinilla.


Un meandro cerrado del rio solo accesible desde esta margen. Nos reciben chopos plenos de color. A diferencia de los del barranco de San Juan estos son viejos, con muchas ramas formando estructuras arbóreas variadas. El suelo cruje bajo nuestras botas. Muchas hojas han caído pro, aun muchas mas, están en su sitio. Y todas con distintos tonos amarillentos. Alberto no resiste el encanto otoñal y se tumba para crear, con el, una tumba de hojas. Lara interviene con entusiasmo. No le cubre, le lanza las hojas como si fueran piedras! Tras cubrirlo le plantamos un arbolito... Lastima de las cuerdas, no tardo mucho en levantarse. En La Molinilla ( un antiguo edificio - molino- da fe del significado del topónimo) las dos riberas casi se unen, una espectacular pared de arenisca, la ribera derecha, es casi tocable sin mojarse siquiera. El lugar ideal para probar el agua. Aunque solo sean los pies. Descalzos retozamos. Fria, pero no congelada! De vuelta al pinar y a la blanca arena. Muchas playas pagarían por una arena tan fina. Nuestros últimos kilometros de ruta nos preparan aun mas sorpresas. Incluso el premio gordo.pro, vayamos por partes. Queremos bajar al cauce y sabemos donde. Pero, esta vez, no atajaremos por el monte. Tomamos un sendero precioso y bien marcado, no pista, que progresa por todo el borde del barranco. A menudo con miradores a trozos de color, los que marca el otoño en los arboles del cauce. En un rincon asoma el lecho del rio. Un verde que se difumina en marrón. Un pastel de colores de difícil ejecución. Somos muchos y el espectáculo nos separa y alarga el recorrido. Un tiempo que ya nos es escaso. Les grito, a lo lejos les veo. El eco repite mis palabras. Un corzo sale desde la ladera del rio hasta el bosque para escapar por el pinar. Antes Alberto vio un zorro. Fauna en el Duraton.

Zoom a mapa de ruta


El Convento de la Hoz La noche amenaza con acabar con nuestra ruta cuando aun debemos visitar un lugar único: el Convento de la Hoz. En el cauce del Duraton, al pie de uno de los muros de arenisca y medio sepultado por los regalos que este le envía. Un Lugar único. Llegar hasta el supone bajar por un estrecho sendero. Llegando al cauce el lecho del rio se aprecia de un verde pálido. No tiene los colores de hace 5 años, unos colores que si he visto desde nuestro bordeo del cañon, apenas unos minutos antes. Aun asi, a estas horas del atardecer, con el sol recién puesto y avanzando con la claridad previa al anochecer, el lugar es mágico. El lecho verdoso esta agrietado. Si andas por encima se hunde ligeramente bajo tu peso. Hiber nos da una lección leyendo las huellas sobre el. Una nutria, jabalíes, la huella de una garza, posiblemente unas huellas de perro y, seguro, unas cuantas de hombre.

Tras doblar un recodo aparece el espigón que forma el meandro y donde se asienta el convento. Trepamos hasta el. Una gran higuera pone limites a las edificaciones. Las higueras, aquí muy presentes, lanzan un aroma dulzón. Si queremos identificar el lugar con un olor, ya lo,tenemos! Un primer arco de piedra en una construcción lateral. Luego uno mayor relleno de piedras: Evita su derrumbe. Entre grandes rocas, caídas del farallón rocoso en el que se asienta, progresamos hacia el centro del Convento. El deterioro es claro. La dejadez en cualquier reforma se una a la lluvia pedestre que soporta. Solo hay muros. Los techos ya no existen. Pero el lugar es mágico. En un rincon unos restos de pinturas. Siempre un mirador sobre el rio. Jose y Miguel Angel aparecen tras explorar una cueva cercana. Estamos casi de noche y nos debemos ir. Seguro que volveremos. Y antes de 5 años!


Primer bosque - CercanĂ­as de Aldealcorvo




Por el cauce seco del rio San Juan


Claire, el oto単o y el barranco de San Juan


"El escaramujo es el fruto de un rosal silvestre llamado rosa canina destacando por ser uno de los mejores antioxidantes naturales y ser rico en vit C." En Buenas Manos - El Escaramujo

El Escaramujo


Los buitres, el mayor sĂ­mbolo del Parque del Duraton


Barran cos de arenisc a

CANCION DE GARBANCITO


Buitres sobre las rocas

Repoblacion, chopos jovenes


Molino de San Juan


Llegando al Duraton


Pinares sobre arena "Los arenales se sitúan principalemente en el suroeste del Parque Natural, y se encuentran cubiertos por pinares de Pino Resinero (Pinus pinaster), fueron plantados a mediados de siglo XX con el objeto de dar respuesta a la importante demanda de los derivados de la resina existente en esta época. Este tipo de monte cumple actualmente una función protectora, fijando los terrenos arenosos y evitando así la erosión y la pérdida de suelo."


En el entorno del Puente de Vilaseca ( izquierda), punto ďŹ nal de la clĂĄsica ruta del Duraton (desde el puente Talcano, derecha)


Nuestro lugar de comida. Un farall贸n rocoso sobre la amarilla chopera de Vilaseca. El rio Duraton entre ambos. Las cimas de los chopos a nuestra altura pero inalcanzables



Otro gran c贸mic de nuestro " El Abuelo"



http://sebulcor.com/2011/04/resineros-devuelta-al-pinar.html



Meandros ďŹ nales

La molinilla



EL ENTIERRO DEL ABUELO

La presa de La Molinilla,..., sin presa



La Catedral de la Molinilla



Ba単ito en el paraiso




Progreso hacia nuestro ďŹ nal de ruta: el Convento de la Hoz



La arena blanca de los pinares del Duraton


Barranco del Duraton




Bajando al cauce!



Llegando al cauce: el limo nos revela la fauna del lugar


Ultima curva antes del convento


El Convento de la Hoz



1923

1970


S XX, primer tercio




Frescos en el Convento

ZOOM


Ventana al Paraiso. Y desde aquĂ­ a Sebulcor


SuperGarca, el Mago de los montes (Regalito cumplea単ero)


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