En el jardín de los elefantes - Jesús Armando Molina

EN EL JARDÍN DE LOS ELEFANTES - JESÚS ARMANDO MOLINA

EN EL JAR~ DÍN DE LOS ELE~ FAN~ TES

JESÚS ARMANDO MOLINA

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Gracias a Edgar Rincón y a los talleristas.

Gracias a mi familia y amigos de ahora y siempre.

Este libro es para (my one and only) Frida Landa.

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ACHTUNG BABY Lo escrito aquí es ficción ningún elefante ha sido lastimado la ciudad sigue en las mismas coordenadas ciertos capítulos sin piedad obligaron al capitán a suicidarse pero el apocalipsis y sus promesas siguen allí escritas se puede mantener la fe en que a todo algún día se lo llevará la chingada.

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La domesticación de los animales fue la prueba y el ensayo para instrumentar la tortura del humano por el humano, desde que la memoria es memoria y se desborda por aplastamiento de cráneo de los condenados a muerte bajo las patas monumentales de los paquidermos, los emperadores mongoles nombraban jardín de elefantes al sitio para asesinar al instante, mientras que la memoria era desmembrada por leones y caballos en Roma y en el Salvaje Oeste, más allá de los límites del imperio de la razón, hombres movidos por el verbo y el espíritu de dioses, reyes y gobernantes desollan la espalda de los enemigos, culpables e inocentes, castigo que mortifica la existencia de las criaturas salvajes hasta alcanzar una experticia brutal, un reguero de vísceras para bautizar los valles, sin mancharse las manos dioses, reyes y gobernantes, justo como hoy aunque con otros métodos, respetando la tra(d)ición de siempre, una religión: la soberbia ensangrentando la tierra que nadie prometió y se arrebata, la tierra donde aún podemos escuchar, a veces como un murmullo, la hermosa pero breve canción de la vida.

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I. CANCIÓN DE CUNA A LA SOMBRA DE ELEFANTES

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Inflamación de la corteza cerebral la madre guarda su dolor embarazada.

Los ángeles besaron su visión y su corona.

La Gusana Ciega, El niño elefante

I'm pushing an elephant up the stairs R.E.M., The Great Beyond

He went out tiger hunting with his elephant and gun In case of accident he always took his mom Lennon-McCartney, The Continuing Story of Bungalow Bill

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EN EL VALLE El trigo llena mis manos la claridad del agua deja ver peces acariciándome las piernas el viento desciende al valle el respirar de los árboles es la verde sombra de la yerba un perro reposa sobre su vientre, en el fuego matinal arde el azúcar de la charla la leña desentume y envuelve a la humedad y a la noche, cada quien merece las piezas y los muros armar su corazón en la gloria del polvo y de la piedra.

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DIARIO DE UN NIÑO ELEFANTE (FRAGMENTOS) 3:30 P.M. El arcilla petrifica a los peces del tiempo nuestro nacimiento las muertes anunciadas del cáncer (lloramos una vez muchas veces) entre las llamas de la noche nos convertimos en beso en hombros de infinita gracia.

5:15 A.M. La casa entre lozas tiene su vorágine el agua en su interior agita, destruye, vuelve al cauce soporta los deslaves del cielo... cualquier casa es la tumba.

11:59 P.M. El conejo de la medianoche ruñe la madera

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entre las astillas duerme mi familia su noche es mi día y mi día es una gacela con las patas rotas lame unos instantes la porcelana de la tristeza.

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LA HERMOSA CANCIÓN QUE UN DÍA DEJARÉ DE ESCUCHAR Mi abuelo persigue la luz cardinal en cada ventana y a la orilla de la puerta encuentra ratas recién nacidas las conservamos en alcohol dentro de un frasco flotando como ángeles borrachos en el brillante puño de Dios, mi abuelo monta su silla de ruedas sacude los fantasmas de la casa, toda la familia se va a hacer una vida que de cualquier forma ya está hecha, sólo nosotros escuchamos silbar al tren de la soledad y al mediodía coincidimos en la estación yo desciendo del vagón matinal y el viejo lo toma de partida mi abuelo convaleciente arrastra desde el estómago una palabra de dolor en su saliva se enredan las espinas, en la cámara blanca pero oscura me abandona: las sirenas anuncian el abordaje

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cantan luz, no réquiem.

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(OTROS FRAGMENTOS) 4:00 A.M. El vendaval arrastra nubes y palomas, plantas de viento la casa tiembla y me sueño pluma ante la furia de la jazz band de Dios.

5:30 A.M. Mi padre y mi madre habitúan salir en caravana a los límites de la ciudad para arrancar raíces, mientras yo me quedo a jugar con las hormigas allá en la ciudad Dios pasea entre bestias o eso establece la doctrina.

11:00 P.M. Termina un día, la luna cuelga de un hilo pendiente de una sombra el sueño inunda las veredas

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se entregan a la muerte un rato nacen alas de sus cuerpos una de oscuridad, otra de luz falsa luz, instante tatuado de luz mi niño está indefenso bajo sus párpados repletos de luz le cae la penumbra él también cuelga de un hilo.

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LA ABUELA REPOSA BAJO LA SOMBRA DEL PERDÓN Al juntar las manos sobre el vientre la abuela se dispone a narrar el cuento hay una manta en sus piernas que ha tejido de tiempo y algodón en la historia de la manta y de sus versos hay corazones de tierra desenraizados sombras pájaro y copiosas lluvias le han lastimado y alimentado el sol y sus incendios y habla de un mar de amar como si olvidara la plantación la abuela tiene la cara grande como luna y está llena de cráteres y mapas yo aún no descifro la ruta de su dolor pero me guían a una sonrisa regalada y plena luego cierra los ojos y suspira para liberar el cuervo de su carcajada ella me cuenta el cuento de una reina y una princesa y yo sé que la reina es su madre y ella la princesa

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lo sé porque la historia va sobre un ogro dorado en una huerta de nieve regada por llantos negros, ellas cosechan el oro blanco en tanto reciben en pago relámpagos de sangre en la espalda también sé que la princesa es la abuela pues al final perdona al ogro y queda en paz con el mundo, mi abuela enciende la lámpara radiante de sus cuentos sobre el agua clara de mi ensueño.

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EL VIENTO Los felinos odian el viento les electrifica el pelaje y atrae a los nubarrones que los reclaman los gatos son relámpagos, en mi casa nadie le abre al viento alborotado y a su jazz band de Harlem porque no guarda las formas, lo tira todo y acaricia a la abuela en formas inapropiadas: hay una historia en la familia acerca de un demonio de aire que preñó a una vieja tía abandonada quien, bendito Dios, parió a un tornado que se la llevó para siempre, es un ángel esta criatura que mueve sus alas sobre el cielo y levanta el polvo y hace bailar a los muertos y en su demencia destruye ciudades enteras.

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(ÚLTIMOS FRAGMENTOS PÚBERES) 12:00 Suena el himno y los vampiros aletean a otra parte y luego vienes, cubro los espejos y dejo correr el agua la casa es la ribera donde criamos un montón de perros, en la última ventana vemos las estrellas nos refugiamos bajo la mesa y desaparecemos.

3:33 A.M. En cada rincón encendimos soles desarmamos hueso a hueso la planta bebimos cerveza con nuestros muertos, cuando Dios se fue de vacaciones los cuatro elementos, las sustancias y las bestias derribamos la casa.

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II. EL HOMBRE ELEFANTE Y JACK EL DESTRIPA~ DOR COMPARTEN LA HORA DEL TÉ EN DIFERENTES MESAS DEL JARDÍN

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La lluvia empezó a golpearlo con fuerza.

Corrió a refugiarse dentro de un gran hueco. ¿Era el hueco de un árbol? ¿Era el hueco de una hormiga?

No, era el ano de un elefante.

El elefante cerró su ano. Ogbe suplicó, pero no pudo escapar.

(Fragmento de poesía anónima africana)

Aquí estoy sumamente perturbado, y tú, Señor, ¿hasta cuándo?...

Vuélvete a mí, Señor, salva mi vida, y líbrame por tu gran compasión.

Pues, ¿quién se acordará de ti entre los muertos? ¿Quién te alabará donde reina la muerte?

Salmo 5,4-6

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(D.C./A.M.) Un leve canto inicia delgado en el prado del día diáfanos crustáceos en movimiento excitan a minúsculos océanos pero en la cabeza la multitud de aullidos me despierta.

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UN DÍA COMIENZA A NEVAR EL SILENCIO I El canto se oculta en la cascada quieta en el reposo tibio de la lengua inmisericordes cantares germinan callan sombríos en el encierro de sus días uno está encerrado adentro de su boca.

II A la distancia una banda de guerra comienza a tocar el vibrato apenas dibuja líneas en el agua cuando la batalla termina y en los cuerpos humea la derrota aparece el silencio ahogado por la sangre, nace la primera escarcha y los perros dejan de ladrar a los fantasmas y todo es una estatua de niebla en el silencio y el periódico del día anuncia la primera nevada.

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UN SUICIDA QUE SE MUERE DE VIEJO Los cigarros de los días se acumulan en el suelo me escucho en la cocina tintinear la cuchara descubrir viejas formas de vida en el televisor manadas, estampidas que levantan el polvo parásitos destruyen la corteza de la sequía desbaratan el cuerpo de un insecto me volvería a ver pero me preocupa la negritud del cielo si hoy llueve tendré que correr a descolgar la ropa y vendrá ese niño, Jesús, a ayudarme me dan risa las palabras que se me caen al suelo la lluvia no cae pero relámpagos hieren de luz a la noche, la hacen crujir y en la caverna de su eco tiemblan miles de murciélagos yo soy uno de ellos me gusta colgarme y sentir toda la sangre en la cabeza al descender viene el oleaje de calma y vértigo un cigarro sin encender me espera en la ventana

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también una carta póstuma que nunca empiezo a escribir.

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EL ÁRBOL Y EL RELÁMPAGO El rayo en la superficie del ojo deja más apretada la tiniebla extiende la raíz a infinitos mundos, al reverso de la fe los dioses pastan en la propiedad de las bestias, el rayo rompe en la tierra los sellos de sangre de la ciudad.

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BALADA DE UN CONDENADO Betty es una chica enamorada Clavo alfileres bajo el cristal de mis ojos y las libélulas de fuego permanecen mas no permanece el vuelo en sus alas quiero abrir la sombra, dormir siempre es en sueños que el amor respira incendios.

El convicto Abro el puño en la ciénaga de la noche alimento el tacto de lagartos en mi espalda dibujo el borde de mi espina: brota un ala negra sirena posa la mejilla en mi hombro besa mi cuello, echa raíces en el mar sus dedos de espadas abren llagas me cortan el costillar en busca de mi vuelo miro hacia dentro para encontrar luces

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allí está Betty, brilla como una perla… la sal me cuece los ojos, miro lo que oigo si fuese lo que dicen de mi sería espejo viéndose en otro espejo dentro de la cabeza brujas leen hogueras escupen alcohol en fósiles brasas hacen llover navajas de amor leproso no puedo dormir, doblo las manos en silla eléctrica freirán mi corazón.

El ejecutor A la ciudad de cruces ardientes le arranco los ojos, ojalá fueran los míos nace la oscuridad del mundo y al amanecer lamo sus heridas como si hubiera sido el último ángel en la tierra.

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LAS BALLENAS CANTAN EN SU CASA DE MAR Las ruinas de la ciudad fermentan huesos y las tinieblas derraman germinales en parajes baldíos suaves rumores de una orgía dejan huellas de sangre y de violencia, si pegas la oreja a la tierra aún puedes escuchar el mar.

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CAMINO AL CIELO En la noche horizontal los faros encendidos trazan la silueta de una mujer en el trópico de la calle camina contra el tráfico y sus pasos fragmentan la mirada el cristal de una pesadilla despierta a hombres perro y su mirar de estruendo no hay motor que apague su misericordia lo que hay es una casa hueca para vaciar el día frutos de luz creciendo desde las raíces latas por abrir para alimentar al gato y a los hijos y la noche que camina como una mujer hasta mi puerta.

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LA CANCIÓN DEL VERANO Dejo de llamar a las cosas por su nombre el silencio es un templo en deshielo ave de la noche invade el lienzo, decae en soles la última mirada: los recién nacidos ven por primera vez y hay ancianos de la edad del mundo que aún no se atreven a ver el paso de los trenes en los átomos las huellas de sus dedos en los pubis de terciopelo el abrazar de los perros en la tierra, la jornada de las ratas subterráneas cruza la ciudad las recuerdo mirar rojo e iluminarse cuando abríamos los sellos de las alcantarillas eran otros tiempos, la mierda era distinta muchas capas arriba las tormentas de nieve caían como besos, éramos niños enamorados de la primera luz

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venía lenta y se quedaba allí sobre las casas guardando para después el vuelo y el canto, las piezas de las aves mi aliento también era un fantasma calcaba frescos sobre un cristal que casi enceguecía era mi estío todo el año.

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LA CEREMONIA DE LA TRAICIÓN Te vas para no regresar a la ciudad para no bailar con el hacha en las calles ni contar cuentos ebrios armados de pólvora y agujas inclinas la cabeza, cuánta sangre abandonas tus hijos van a crecer sin ti entreabres la puerta, tus animales huyen de la fiebre el incendio bosteza en el umbral le pegas un tiro al fuego a su violento corazón de niño la lluvia apaga la noche de tu partida tuya será la gloria.

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EL CIELO ES UN HOSPITAL Repugnancia al encontrar en nuestras sábanas limpias el moho donde habita la rectitud de nuestros actos sonrosados y limpios llanamente humanos sin miedo a pisar la sombra sin vértebras ni a evadir el disparo de sol sonando en los callejones, damos la moneda y las cuerdas para que los aten a los hospitales si fuésemos piadosos abrazaríamos su hervor dejaríamos que a este mundo lo gobernaran los reyes que habitan, de verdad habitan, esta ciudad y sus monstruos, pero es un mundo amable.

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DEAD END Abriste los ojos y una planicie en los cristales era una trama de niebla en callejones recordabas los ojos de tu madre, no volverían a mirarte quebraste una botella contra el muro y violento, voluntarioso plantaste tu pie sobre filos traslúcidos para llorar para dar razón a tu dolor para sangrar.

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DESPUÉS DE TANTA BRUSQUEDAD LLEGA LA NOCHE Los pliegues en los párpados de Jesús Merrick no dejan contemplar claramente sus abismos igual que la tormenta de arena se traga la luz y la ciudad se devora a ella misma el hombre elefante y yo fumamos yerbas de nirvana y bebemos algo de su sangre vertida sobre un cáliz, lamenta ser disperso como diente de león no poder atravesar su carne, salirse por sus uñas escupirse a una rutina más o menos satisfactoria y redituable ser otro, sobre su espina dorsal vuelcan caravanas de carruajes circenses.

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DEUS EX MACHINA

Tengo la sensación que detrás de las persianas se fragua el más colectivo de los suicidios, los patos de cerámica despostillados tienen su hábitat de luces navideñas en el pórtico donde no hay niños que arranquen estalactitas, mi abuela sospecha que detrás de éstas laderas norteamericanas entre los pinos, existen osos que bajarán a devorarnos el oso es la bestia del aburrimiento vive en las cuevas de los veteranos con sus fotografías de jóvenes reclutas y sus complejos electrodomésticos nunca el ser humano había trabajado tanto toda la vida hasta alcanzarlos, en la ciudad del sacrificio solo los débiles sobreviven los osos grises de domesticada rabia, los osos de la violencia contra el más mínimo mecanismo fallido:

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ayer, una maquina dejó de funcionar mientras un espécimen se afeitaba decidió masacrar a su familia y después saltar por la ventana.

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DOCUMENTO No puedo ser un cabrón mi demonio no es del tipo que carga un revólver es de los que se quedan ciegos de los que aparentan calma la rutina de mi maldad consiste en mascullar con el esqueleto del cigarro en los labios y en el cenicero con la vieja navaja de afeitar sin amigos ni tragos lleno de libros el termostato la memoria de cuando era niño y a las diez de la mañana mi sombra crecía como un reloj de sol apuntando a cualquier parte solo por eso no puedo ser un cabrón ni mi demonio blandir la espada porque aquí te llueve encima y te inundas y te salvas.

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DOWNTOWN/CENTRO HISTÓRICO I Cuando la esquina abre las piernas desemboca el mar ángeles felinos plagan al ojo y el dulce olor me ahoga del abismo del mar vuelvo a nacer.

II Dejo la habitación a otros amantes matriz en llamarada, ojo reventado gimen y construyen un muro.

III Entro al bar abajo del motel sus pocos habitantes muelen la luz con el filo de sus uñas se beben el sol por miedo a que la oscuridad de sus órganos los devore,

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yo no me ocupo de tales cosas yo soy la noche.

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EPILEPSIA Epilepsy is Dancing Antony and The Johnsons

La roca de los vértigos golpea mi cabeza ojos blancos fosforecen como el sol en Mercurio el rayo abrasa la unión de todas mis astillas mía es la sombra de la ceniza que aún no se consume la saliva de nieve que resquebraja el tiempo mía es la vida que me tumba en la corteza del astro, muerte es la luz.

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EUREKA/CLÁUSULA DE ESCAPE Me dijiste: Tienes que infringir la ley antes que te alcance el alguacil de la edad y te amarre de los pulgares para jalarte con su caballo por el terreno maltrecho e irreparable de la culpa es difícil comprar un cigarro es más fácil ver a tu vecino consumido por el cáncer no, esto no es un puto buen consejo es una recomendación para irse acostumbrando al moscardón de la longevidad ve observando los huesos del viejo amargado que te dice que no y que no y que no porque él también se masturbó con las bragas de las muchachas carnosas de su pueblillo

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y disparó contra su madre y su padre y la patria y no le importaba donde metía la verga aquí faltaría una moraleja te diré cual es: quítate la piel antes que te descarnen.

y años más tarde me dijiste: si te molesta escuchar ensordece si crees que coger es todo lo que harás en la vida vuélvete célibe si careces de dientes usa los ojos si lo has visto absolutamente todo, intenta tocarlo todo y si un día un murciélago pende del techo, justo encima de tu cama, escribe un cuento

pero un día que amaneciste acostado sobre tu furia de seda, harto no desaprovechaste la ocasión ataste los cabos y justo en el cuello

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apretaste el absurdo de ese inefable tú.

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FOSA COMÚN El sol acaricia a la ciudad de las estatuas derrumbadas, en la copa del árbol encima de nosotros el canto de gorriones hace lo mismo contigo yo no me atrevo aun, duermes miro tu cuello, desciendo por tu espalda, abres los ojos que son un pozo en el que la luz ha muerto como si pudieras mirarme, sonríes imaginas de mi lo que antes era tu mejilla acaricia mi palma tiernamente son dos amantes forjadas en el dolor la unión más fuerte tocas mi pecho, construyes la espesura de mi cicatriz no soy distinto para ti yo reconozco en tu ceguera otra mirada no el acecho de sombras estridentes al otro lado de la puerta ya no juegas con el filo de esa cruel adivinanza en tu última mirada descubriste el horror

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yo no tuve que adivinar recorría la calle cuando me abrieron en dos el costillar deteniendo el galope de mi corazón descendimos el largo camino hasta ser como astillas de un trasatlántico sepultado en el océano no lloras más y me abrazas y me cuentas del día en que no necesitaremos dientes, tatuajes, ni estatura nos reconocerá el aire y seremos viento estaremos juntos más allá de la carne, más allá de nuestros huesos y de nuestro nombre.

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EL HÉROE Tu mano que contuvo torrenciales ahora se desborda e inunda la cueva de las hormigas ya errantes toda la paz en la tarde, nadie ladra bajo los árboles policías vigilan tu cadáver y yo pienso en los halcones que desde el cielo te vieron pez bajo el reflejo del agua, muchachas sombras del Hades te advirtieron que no acarrearas el sol a los abismos, dicen que hace mucho debiste haberte muerto que el gran incendio en que ardiste lo formaron muchos fuegos arderán por siempre manos y dedos asesinos bautizaron con tu sangre la calle que llevará tu nombre.

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HISTORIAL CLÍNICO DEL HOMBRE ELEFANTE Al cumplir trece años el paciente (Merrick, J.) cae al fondo de una profunda caverna, la oscuridad clava su daga en los párpados el temor le hace crecer colmillos y su infinita soledad le desangra su piel es corteza de árbol hueco, a través de las raíces desliza la oscuridad hasta desarrollar bulbos de noche, en el alma transparente de noviembre nace el cristal en las ramas de diciembre florece su deformidad.

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HOJA DE BISTURÍ Cada hombre tiene un ángel, una oportunidad tierra fértil, una pequeña puerta, un colapso en el mar que hará llover peces, la libertad de la incisión y la paciencia.

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HOMBRE ELEFANTE EN LAS CIUDADES Merrick yo te ofrendo la vista de las ciudades sus rascacielos y catedrales Merrick santa mascota del animal doméstico gigante cabeza en asimetría perfecta tu que amaste a los hombres que te odiaron y amaste por igual su horror y su estulticia tu que alcanzaste la gloria en lo profundo tu que viste la luz en los sótanos de las minas conságranos a los infaustos.

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JACK THE RIPPER Inspirado en la canción homónima de Morrissey

I Entre las nubes de la calle debajo del silencio era relámpago en tus ojos y en la bruma del hostal te extendía como un mapa, tras la quietud de la ventana comenzaba a llover sobre tu espalda, mis manos deshacían la distancia hasta romper la tela de la noche.

II Mi navaja cortaba el agua mientras dormías y olías a octubre posando glacial en callejones, tu nunca fuiste mía y yo era completamente tuyo, ya nunca sabremos como ardería el sol en el último cristal de nuestro invierno: desarmé tu cuerpo con precisión de relojero.

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MALAVENTURANZA La sombra es el puente hacia la noche y bajo el puente arde un cigarro, un perro ladra a los músicos al abandonar la cantina y un hombre gordo lleva su abrigo como un matador sin faena una puta en su noche más parca se compadece de la pobreza del mundo y de mi pobreza el viento hojea una revista porno, abre el sexo el color del deseo pinta flores en mi como un cerillo humeante enciende gigantes llamaradas en el bosque el río subterráneo hierve, lo bordean canales de lava mi piel termina donde comienza la piel de la mujer que allá va, sobre las brasas de mis ojos y se aleja.

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EL MURO La víctima presentaba un impacto de bala en la frente…

Sus manos estaban atadas con cinta gris hacia la espalda.

Nota de un periódico

Gotas de tu sangre corren por tu cuello hora del sol sin vida una espiga de aire en la cresta del día tus manos trémulas muerden el brazalete púrpura de la ira la luz en tu cabeza parte la brisa y quiebra el muro.

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PARTE Ayer, en la otra orilla, me preguntaron por las batallas de los fuegos que arden en espiral sin juntarse nunca y van quemando todo lo que apenas tocan no supe qué responder: yo no soy una víctima del incendio me gusta mirar hacia ambos lados el fuego aspirar el humo y quedarme en el centro, lugar donde hace tiempo no puedo abrir la boca sin escupir sangre.

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EL PASO DE LA TINTA Un hombre se sienta en un charco de gasolina para fumar su último cigarro otro hombre se echa en reversa cuando en el retrovisor el barranco.

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POLICÍA, POESÍA, La vida está en otra parte Milan Kundera

Policía, poesía, son lo mismo: escozor en los puños de tanto reventar hígados flores del mazo en la cabeza, si el sufrimiento nos aniquila resucitaremos átomos y letras y espirales de bulbos electrificados cegarán a los jueces mayúsculos que suelen repartir desdén mayúsculos gigantes moribundos mueran ya: segaremos sus lenguas.

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POST Abrimos las puertas y la plaga de langostinos revolotea se come al día en los ojos de quienes nos miran ojalá desaparecieran nuestras huellas dibujadas por el fuego estamos condenados a guiar al odio ciego por este laberinto a echar puentes entre barrancos, a no fumar tabaco en lo apacible y a martillar campanas en la mirada de los antílopes amanece y la sed es enorme y no hay ríos bajo las rocas sólo están los cadáveres que parieron al mundo el estertor de octubre nos aquieta, caminamos al bosque a encontrar la oquedad más luminosa y nos volvemos invisibles.

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SIAMESAS PERVERSAS Hay un lugar a donde los perros van a suicidar una calle de un solo sentido los perros van y esperan la señal violácea: cuando desaparece el color se lanzan bajo las ruedas se mezclan con las sombras si les quiebran las caderas y los dejan mitad inmóviles si el grito hace temblar la piel bajo la piel y el lamento mete la lengua en un caudal eléctrico vida y muerte estarán complacidas secarán sus dedos en el vientre y dormitarán una breve siesta mientras dejan de acariciar su cabellera, brevedad en la que nadie en ningún lado nace o muere.

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LA SOMBRA El ciego la enuncia piel de graznido la oye nacer en las astillas de sus ojos rodeados del agua original en dónde flota el espíritu de Dios.

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TELÉFONO DE MONEDAS En el muro una mujer sujeta el auricular el metal cae al metal junto a la esperanza de encontrarlo tras la cifra mientras la tarde se llena de cardenales la tinta de su voz no mide la distancia me estoy quedando ciega de tanto no verte de uno de los dos lados la lluvia cuelga.

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UNION PACIFIC/CIUDAD FANTASMA Entre el sol y las rocas, la vía buitres sobrevuelan esperando el corte de la luz sobre mi cuello, aquí donde la niebla es solo polvo y los cuerpos, arcilla quebrada puedo anudarme al cuello un papalote y esperar la piedad del viento.

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VHS Mis padres leen cuentos para acallar los ruidos blancos de un niño fantasma mueven espigas en el viento como un arpa y en la estancia se oyen los segundos ellos le narran a la transparencia y la luz ondea, retrocede, agiganta la sombra el televisor encendido los dibuja en los muros, yo me quedo mirando esto todas las noches este mismo brillo que resopla en mi orilla me eleva hasta fuera del cuarto y ellos no ven que aun sin ojos los miro, atado a mis pies no me elevo mis padres aletargan la voz y no escucho todo es un sueño que muere a esta hora como aliento final de los días de la risa ese mundo detiene y un Dios en reversa vuelve a unir la luz con la tiniebla.

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III. HOTEL IMPERIO

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Los puentes abren y levantan para dejar pasar los barcos pero los puentes de Hades no abren ni levantan nunca vuelvo, igual que gaviotas, a buscar en la basura cabezas de peces, coles desarmadas, tu cuerpo de mujer los sabuesos de la policía interamericana no rastrearon adrenalina desde los puertos de salida ni tocaron a mi puerta, dejo descansar mi revólver en el cajón donde la Biblia resguarda tu rostro de papel huelo a tu piel en llamas, bordos de sangre muerta en tu cara, mi ángel terrible tu olor de luz en desuello se ha quedado en mis dedos cada caricia asestada fustigo de quien tiernamente arranca un alma, caíste a mis pies, yo era ventisca de nieve enfurecida, no te dejaba mirar cuando me desbordó la rabia, mi llanto enjuagó tus heridas no eras más

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con dos tiros en el torso posaste en la sombra de una rama no volaron tus ojos más en la superficie de los míos estabas muerta y te quité la ropa y la eché a lavar al fuego después traje el Chrysler y te arropé en el portaequipaje era la hora de las ánimas, era la ciudad un baldío y el puerto un negro espejo donde revoloteaban querubines tu sombra era un grumo de pintura sobre la calle, te arrojé por la baldosa y caíste sobre el ferry de los desperdicios, igual que Lucifer tú que siempre fuiste demasiado libre ya nunca te encadenarías a mí y yo en ceremonia perpetua tocaré tu retrato en las páginas de la Biblia cada día lavaré mis ojos con ácido en el cuarto de baño habitación 23 donde una vez arrancaron mi cadáver como un fruto pendiente de un ventilador, oscilante.

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EN EL JARDÍN DE LOS ELEFANTES - JESÚS ARMANDO MOLINA

ÍNDICE 3 ACHTUNG BABY 4 LA DOMESTICACIÓN DE LOS ANIMALES I. DIARIO ESCRITO A LA SOMBRA DE ELEFANTES 7 EN EL VALLE 8 DIARIO DE UN NIÑO ELEFANTE (FRAGMENTOS) 10 LA HERMOSA CANCIÓN QUE UN DÍA DEJARÉ DE ESCUCHAR 12 (OTROS FRAGMENTOS) 14 LA ABUELA REPOSA BAJO LA SOMBRA DEL PERDÓN 16 EL VIENTO 17 (ÚLTIMOS FRAGMENTOS PÚBERES) II. EL HOMBRE ELEFANTE Y JACK EL DESTRIPADOR COMPARTEN LA HORA DEL TÉ EN DIFERENTES MESAS DEL JARDÍN 20 (D.C./A.M.) 21 UN DÍA COMIENZA A NEVAR EL SILENCIO 22 UN SUICIDA QUE SE MUERE DE VIEJO 24 EL ÁRBOL Y EL RELÁMPAGO 25 BALADA DE UN CONDENADO 27 LAS BALLENAS CANTAN EN SU CASA DE MAR 28 CAMINO AL CIELO 29 LA CANCIÓN DEL VERANO 31 LA CEREMONIA DE LA TRAICIÓN 32 EL CIELO ES UN HOSPITAL 33 DEAD END 34 DESPUÉS DE TANTA BRUSQUEDAD LLEGA LA NOCHE 35 DEUS EX MACHINA 37 DOCUMENTO 38 DOWNTOWN/CENTRO HISTÓRICO 40 EPILEPSIA 41 EUREKA/CLÁUSULA DE ESCAPE 44 FOSA COMÚN 46 EL HÉROE 47 HISTORIAL CLÍNICO DEL HOMBRE ELEFANTE 48 HOJA DE BISTURÍ 49 HOMBRE ELEFANTE EN LAS CIUDADES 50 JACK THE RIPPER 51 MALAVENTURANZA 52 EL MURO 53 PARTE 54 EL PASO DE LA TINTA 55 POLICÍA, POESÍA, 56 POST 57 SIAMESAS PERVERSAS 58 LA SOMBRA 59 TELÉFONO DE MONEDAS 60 UNION PACIFIC/CIUDAD FANTASMA 61 VHS III. HOTEL IMPERIO 63 HOTEL IMPERIO

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o La presente obra En el jardín de los elefantes es una publicación digital del propio autor Jesús Armando Molina Barraza, en Ciudad Juárez, Chihuahua, México de manera autónoma e independiente, en noviembre de 2014. Algunos textos formaron parte del proyecto para la beca David Alfaro Siqueiros otorgada en 2003.

Contacto con el autor en el correo electrónico elefante23@hotmail.com y @jesusmerrick en Twitter.

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