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Descontrol en la gestión de residuos

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El deporte de gastarse los cuartos en internet

EL AMOR IMPOSIBLE DE JULIO Y LOS PRESOS CHILENOS

“Raza, género y clase son elementos entrelazados”

ANGELA DAVIS, ACTIVISTA

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08.09.16 21.09.16 2,30EUROS

NÚMERO 277 www.diagonalperiodico.net

PEDRO PEINADO

PA R Á L I S I S E N E L S I S T E M A D E PA R T I D O S

En tierra de nadie El Régimen se muestra incapaz de encontrar una salida a la crisis del sistema bipartidista P. 2-8

Más de 400 menores extranjeros viven atrapados en Melilla

MENA El calvario de los menores extranjeros no acompañados Un informe de la asociación Harraga denuncia la marginación y criminalización a las que están sometidos más

UNIDADES DE GESTIÓN CLÍNICA VARIAS COMUNIDADES IMPULSAN ESTE MODELO QUE DETERIORA EL SISTEMA PÚBLICO

PRIVATIZACIÓN EN DIFERIDO DE LA SANIDAD

de un centenar de menores extranjeros no acompañados que viven en las calles de Melilla. El informe apunta también las deficiencias de un sistema de protección de menores, que incluyen el fraude en la tramitación de la documentación de los niños, privándoles del derecho al permiso de residencia, y la violencia física y psicológica. PÁGS. 24-25


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PANORAMA

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bargo, propone otra forma de analizar la realidad, no basada tanto en la ambición de los personajes –como en Juego de Tronos– sino en su capacidad para sobrevivir en un ambiente desconocido y hostil. La trama de la serie Stranger Things transcurre en una plácida localidad de Indiana y –aquí está el misterio– en una dimensión contigua, llamada en la serie el Valle de las Sombras, o simplemente lo que está al revés. Una vez en ese reverso de la realidad, el único objetivo es devolver las cosas a su estado original. Para los dos principales partidos, la constatación más aguda de este cambio de fase se produjo el ya lejano 21 de diciembre. Horas después de las elecciones, sus líderes y sus augures estaban noqueados. Seguían siendo los dos principales partidos, pero en cuatro años habían perdido cinco millones de votos y la capacidad de llevar la iniciativa de manera convincente. La voladura del sistema bipartidista de enfrentamiento electoral, que había funcionado hasta sólo unas horas antes, condenaba al ganador a purgar su etapa de Gobierno del shock, en la que había procurado no contar con nadie. Por eso Rajoy ni lo intentó en enero. Paradójicamente, pese a haber perdido casi seis millones de votos desde 2008, el PSOE vio abierta una puerta. Su opción pasaba por hacer quebrar, prematuramente, y al mismo tiempo –de otro modo no daban los números– a los dos partidos de la “nueva política”. El objetivo: la regeneración mediante la expiación de los pecados en el cuerpo de la otra pata del bipartidismo.

La visión que tuvo el PSOE

EN EL PAÍS DEL REVÉS Los principales partidos del régimen del 78 se mueven en una ‘terra incógnita’ desde el 20 de diciembre. Pablo Elorduy Redacción

Otras series de moda como Juego de Tronos, la danesa Borgen o incluso House of Cards, han servido en el pasado para animar el relato

parlamentario español, una realidad que nos llega filtrada a través de editoriales, análisis, programas de rabiosa actualidad, compare-

cencias en el Congreso, sesiones plenarias y proclamas en las redes sociales. La última sensación de las series de televisión, sin em-

El término al que los socialistas se han agarrado para navegar en esta nueva realidad es el de las “fuerzas del cambio”, un concepto paraguas que ha sido acogido con ternura por importantes sectores de centroizquierda. En la anterior legislatura, la propuesta fue un Gobierno de salvación nacional entre fuerzas con concepciones opuestas sobre qué es eso de la nación. Esa propuesta se encontró en mayo con los votos en contra tanto de partidos soberanistas como de Podemos y sus confluencias, IU y, por supuesto, PP. Tras la investidura fallida de septiembre de Rajoy, Pedro Sánchez ha vuelto a poner en el mercado su oferta de mayo. La diferencia es que esta vez Sánchez se


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Democracia en funciones

OPCIÓN UNO

EL PP IMPONE SU GOBIERNO ahorrará la humillación de llevarlo al pleno del Congreso si no ata a Podemos al acuerdo. La posibilidad de conseguir la investidura pasa por convertir al partido morado en el socio prioritario, algo a lo que una mayoría de la ejecutiva socialista no parece dispuesta. Esa vía no se intentó, según el relato oficial, por la arrogante apuesta que Pablo Iglesias hizo en una mañana de enero. En sus intervenciones, Iglesias tantea aún un pacto con ERC, PNV y Convérgencia, pero el PSOE no ha movido nada en ese sentido. La explosiva situación en torno al Procés en Catalunya convertiría ese pacto en una posible sentencia de Pedro Sánchez en su partido, y podría hacer que las cuentas no salieran si, como se ha anunciado, algunos diputados socialistas se rebelasen contra la vía propuesta por Unidos Podemos. Confiado en que ha tocado suelo electoral –aunque sea mucho confiar– los socialistas tratarán de atraer a las “fuerzas del cambio” sin tanto empeño como en primavera. Hasta el 25 de septiembre, el PSOE ganará tiempo. Durante las próximas tres semanas, al plano de la realidad llegarán mensajes vagos que no definirán lo que realmente puede pasar cuando terminen las elecciones en el País Vasco y Galicia y quede sólo un mes para el final de la legislatura. Podemos y sus confluencias pueden elegir si aceptan el pacto en las mismas condiciones que en primavera –a cambio de no ir a unas elecciones que, de entrada, no le son tan favorables como lo iban a ser en junio– o si optan por medirse en un tercer intento de sorpasso, con la certeza de que el PP saldrá a competir las elecciones para obtener la mayoría absoluta. Para más inri, un posible pacto con el PSOE sería negociado en un ambiente de crisis total en el partido socialista. Quedaría el premio, eso sí, de liderar la oposición. Después de dos muletazos, Ciudadanos ya ha dejado claro que no aceptará ser la muleta del pacto de las “fuerzas del cambio”. Tras el pinchazo de sus dos acuerdos con PSOE y PP, el apoyo de Ciudadanos a un pacto de PSOE y Podemos les situaría en el campo de la irrelevancia programática –no podrían imponer su modelo laboral ni su modelo territorial– y tendría como horizonte final un cambio de sistema electoral desde el que volver

Esta opción pasa por la abstención de PNV y algún diputado rebelde o por la flaqueza del PSOE después del 25S.

a impulsarse. Su aliciente para firmar este pacto es que en el interín el PP se desmorone sin Rajoy. Casi nada.

La visión que tiene el PP

OPCIÓN DOS

NI RAJOY NI PEDRO SÁNCHEZ El PP ha cerrado filas con Rajoy tras el 26J, lo que convierte una salida del presidente en funciones en algo altamente improbable. Una opción poco realista.

OPCIÓN TRES

CAMBIO O CAMBIAZO La suma con Unidos Podemos y Ciudadanos es la que más satisfaría a la actual dirección del PSOE. Sus riesgos son percibidos por los hipotéticos socios en ese pacto.

OPCIÓN CUATRO

LLAMANDO A CDC, ERC Y PNV Incluso aunque le convenciera la suma con UP y los soberanistas, el líder del PSOE tiene motivos para temer una rebelión de diputados de su partido.

OPCIÓN CUATRO

TERCERAS ELECCIONES El PP es el que más tiene que ganar. Ciudadanos, el que más perdería. El PSOE confía en mejorar resultados a costa de Unidos Podemos.

Tras el 20 de diciembre, Mariano Rajoy, fecundo en ardides, consiguió evitar la paliza parlamentaria de una investidura fallida. Pero es más fácil postergar los problemas que resolverlos. El 2 de septiembre, Rajoy salía escaldado en su intento de escenificar una regeneración virtuosa –sin sacrificio visible para el partido– que le permitiese acercar posiciones con el PSOE. La derrota abultada del presidente en funciones, sin embargo, se irá atenuando, piensan los augures del PP. El partido tiene buenas noticias esperando en Galicia –donde puede conseguir la primera mayoría absoluta desde 2011– y no tan malas en País Vasco, donde puede incluso ganar votos en las autonómicas si se repiten los resultados de las generales. Sus escaños pueden ser clave para un posible Gobierno del PNV. Si así fuese, piensan, arrancarían de los nacionalistas vascos un acuerdo que les dejase a un diputado de echar a andar la versión ‘este muerto está muy vivo’ del marianismo. La visión del PP pasa, en cualquier caso, por la confianza inquebrantable en el papel de lazarillo de Rajoy. En que su discurso de la unidad nacional puede seguir añadiendo votos exsocialistas a sus cuentas. En que la manta del centroderecha se puede estirar aún más, a costa de Ciudadanos y gracias al sistema electoral. Su visión se basa, a fin de cuentas, en que el PP consigue colocar a protago-

En cuatro años, PP y PSOE han perdido cinco millones de votos y la capacidad de llevar la iniciativa nistas de los Papeles de Panamá en la alta dirección del Banco Mundial, una distinción para los Gobiernos amigos de las fuerzas silenciosas que deciden ese tipo de nombramiento. Y esa es una certidumbre para moverse en la terra incógnita que los partidos pisan desde el 20 de diciembre.

DE POSTRE, RAFAEL HERNANDO Un retrato a cuarenta grados del portavoz del PP en el Congreso Nacho Palomitas (crítico cultural) ecía Marco Aurelio que la sabiduría es el arte de aceptar aquello que no puede ser cambiado, de cambiar aquello que…”. Mientras Rafael Hernando hablaba en la sesión de investidura, los calamares se seguían friendo en un aceite barato que inundaba el bar de tapas de extrarradio. A la hora en la que se dirigía al país sólo quedaban un par de jubilados con la espalda doblada de enderezar este país, un lector del ABC, la cocinera colombiana y los repartidores que iban y que venían. No sabemos cuántos de ellos votaban al PP porque esta zona urbanísticamente desolada tendía a vararse hacia la izquierda, pero lo que estaba claro es que Hernando les hablaba como a personas que han sufrido “una de las peores crisis de nuestra historia”, y como calamares que habían sido rebozados. Podíamos hablar de la oratoria autoritaria y repelente de Hernando, pero eso sería como admitir que su discurso sobresalió de algún modo y eso sería mentira. Todos los del bar habían tenido que lidiar con algún Rafael Hernando en su vida y sabían cómo hablaban, porque Rafael Hernando tiene la elocuencia de un comercial cabreado venido a más, alguien que vende productos de mala calidad pero que se cree una fuerza viva del barrio. Alguien que calla las justas quejas de sus clientes con esa verborrea técnica de la economía, “según el FMI seremos

D

la economía que…”. Por eso no debemos despreciarla, ya que la dialéctica de individuos como Hernando fue la herramienta para engañar a jubilados con las preferentes y para llenar el país con hipotecas basura. Tipos como Hernando nos hicieron soñar que éramos ricos. Pero ahora nada de eso importa porque, literalmente, nadie le está escuchando. Si escucharan sabrían que de su baja laringe salía un ruido formado por increíbles mejoras económicas, bajadas de impuestos, contratos fijos y detenciones masivas de yihaidistas. De este modo, la voz de Rafael Hernando representaba lo peor de la política actual, puro ruido blanco que reúne todas las frecuencias del desencanto y la justificación de cuatro años de recortes. Sólo hubo un momento en el que la parroquia levantó la cabeza, cuando Hernando se transformó en Marco Aurelio y, a la hora de meter caña a Podemos, espetó: “¡¡Tienen las manos manchadas de dólares de regímenes tiranicidas y liberticidas!!”. Para después insinuar el plan de Podemos de tomar la televisión con la colaboración del Ejército. Entonces alguien reaccionó y le dijo al camarero de 60 años: “Eh, niño, pon la radio que éstos aburren”, demostrando el callejón sin salida en el que se encuentra la comunicación política: el único modo de llamar la atención es a través del espectáculo político, pero éste es cada vez más irreconciliable con la vida cotidiana.


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25S: EL PNV SE CITA CON PODEMOS Y BILDU Cinco años después del cese de la actividad de ETA, la política vasca espera la entrada de un nuevo sujeto en el Parlamento. Carlos Sevilla Madrid Este viernes arranca la campaña para las elecciones vascas del 25 de septiembre. El debut de Elkarrekin Podemos (EP) –la coalición de Podemos, Ezker Anitza (IU) y Equo–, augura un parlamento inédito. El tamaño de la grieta que esta nueva formación pueda hacer en la lógica de bloques que ha dominado hasta ahora la política parlamentaria vasca es la principal incógnita de unos comicios que se celebran cinco años después del final de la violencia de ETA, con el proceso hacia la resolución definitiva parado y la cuestión soberanista solapada por la crisis y los recortes. La victoria del PNV en las elecciones de 2012 le sirvió para volver al Gobierno del que había sido desalojado tres años atrás. Después de su regreso a la Lehendakaritza, el partido jeltzale obtuvo unos buenos resultados en las municipales y forales de 2015 y llega al 25S con terreno ganado. “El PNV a lo largo de estos años ha llegado hasta las más altas cotas de poder en todo el País Vasco”, explica a Diagonal el periodista Iker Armentia. “A principios de la legislatura no tenía el control sobre todas las diputaciones, la de Gipuzkoa estaba en manos de Bildu y la de Álava era del PP, y eso le daba quebraderos de cabeza porque tenía que negociar los impuestos y los ingresos de todas las instituciones vascas. Todo eso ha cambiado y ahora gobierna en las capitales, las diputaciones, el Gobierno vasco, Kutxabank…”, señala Armentia. De cara al 25S, la encuesta del Gabinete de Prospección Socioló-

gica del Gobierno vasco sitúa a la candidatura de Iñigo Urkullu como la más votada y le da entre 24 y los 27 escaños que tiene actualmente, en un parlamento con 75 asientos. La bajada que pueda sufrir el PNV dependerá en buena medida de los parlamentarios que obtenga EP, situado en los sondeos en segundo o tercer lugar, con entre 14 y 17 escaños. Unidos Podemos fue la fuerza más votada en Euskadi en las generales de diciembre y junio pasados. Sin embargo, estas elecciones son diferentes. “Podemos puede ser una oferta electoral atractiva para mucha gente de cara al Congreso de los Diputados, pero vamos a ver cómo se estructura eso en unas elecciones autonómicas, cuando hay que hacer ofertas concretas y posicionarse sobre los problemas de aquí”, comenta el periodista Iñaki Iriondo. En su opinión, “las entrevistas que ha dado hasta ahora Pili Zabala [candidata de la coalición] se han movido en la indefinición, cuando no en respuestas extrañas. Por ejemplo, que te pregunten sobre el Tren de Alta Velocidad y no tengas una posición, cuando desde Podemos en el ámbito estatal se han criticado y denunciado las obras del TAV”. Esa segunda plaza la disputará con EH Bildu (16-17 escaños en las encuestas). La coalición abertzale –formada por Sortu, Eusko Alkartasuna, Aralar y Alternatiba– afronta los comicios después de cuatro años complicados. En 2012, en las primeras elecciones autonómicas tras el fin de la actividad armada por parte de ETA, EH Bildu logró 21 diputados, la mayor representación parlamentaria conseguida por una marca abertzale. En aquel momento era

la fuerza con más número de concejales en Euskadi y gobernaba en Donostia y en la Diputación de Gipuzkoa. Según Iker Armentia, “todo aquello se ha ido desinflando. Han tenido muchos problemas: su máximo líder ha estado en la cárcel, y en el Parlamento no han encontrado un portavoz efectivo. La persona que se presentó candidata –Laura Mintegi–abandonó la política, la que le sustituyó ha abandonado la portavocía por una sentencia judicial… Y ahora intentan salir de esa crisis con el carisma de [Arnaldo] Otegi sobre la mesa”. Tras seis años de prisión, el dirigente abertzale vuelve como candidato de una organización que es fruto del proceso que estaba contribuyendo a diseñar cuando fue encarcelado. La Audiencia Nacional mantiene sobre él una inhabilitación que le impide ser elegible y concurrir a las elecciones. Su defensa argumenta que la inhabilitación debería haber finalizado con la pena. Se espera que el Tribunal Constitucional se pronuncie sobre la elegibilidad de Otegi coincidiendo con el cierre de este número de Diagonal. Otegi no ha sido la única persona en esta situación. Según El Confidencial, en diciembre la Audiencia Nacional remitió a la Junta Electoral Central una lista con los nombres de 47 personas que no podrían estar en las listas por haber sido condenadas a inhabilitación de cargo público en los casos Ekin, Bateragune y Gestoras Pro Amnistía. Sin progresos en lo relativo a la situación de los presos, la política penitenciaria o la entrega de armas, los avances en el camino hacia la paz pasan por el relato de lo sucedido. “A partir de ahora la disputa se va dirimir en el terreno de la memoria y el recuerdo del ‘conflicto’, y ahí sí que percibo, aunque puede que esté equivocado, un deseo de pasar página demasiado deprisa”, reflexiona para Diagonal el escritor Iban Zaldua. “No sé si es posible la construcción de una memoria colectiva sobre lo que ha pasado en los últi-

mos 50 años en el País Vasco, pero deberíamos procurar no cometer el mismo error que la Transición hizo con la memoria de la Guerra Civil y la represión franquista”, concluye. Ese intento, voluntario o no, de pasar página y las consecuencias de la crisis económica y de las instituciones del Estado han hecho que la independencia o el sobera-

“Percibo, puede que esté equivocado, un deseo de pasar página demasiado deprisa”, dice Iban Zaldua nismo hayan perdido peso en el debate político en favor de cuestiones de tipo social y económico. Según Zaldua, “es como si la sociedad, o parte de ella al menos, hubiera decidido que no es el momento de andar a vueltas con la

independencia, que igual es mejor dejar el asunto en prórroga durante un tiempo. Por otra parte, aunque sea subterráneamente, el tema siempre va a estar, más o menos explícito, en la agenda”. En este sentido, Urkullu ha reivindicado su propuesta de negociar con el Estado un nuevo “estatus político”. Y la izquierda abertzale trabaja, siguiendo los pasos dados en Catalunya, en un concepto de independencia que la presente como un medio para construir un Estado que funcione mejor y garantice derechos sociales. La entrada de la coalición de Pili Zabala en el Parlamento modificará la correlación de fuerzas en el hemiciclo, donde los sondeos prevén una caída del PSE y del PP, que podría mantener sus escaños. En caso de que el PNV sea la fuerza más votada, ¿podrá gobernar con el apoyo del PSE? ¿Afectará a este proceso las investiduras de Rajoy o de Sánchez? En agosto, Urkullu dijo que en Vitoria habrá gobierno antes que en Madrid.


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Elecciones en la CAV

La herencia del Gobierno Urkullu A pesar de que la situación económica en Euskadi es mejor que la de otros territorios del Estado, la gestión de la crisis por el Gobierno del PNV ha ahondado la desigualdad social.

temporales son a tiempo parcial. Además, en Hego Euskal Herria hay 104.498 personas en paro que no perciben ni prestación, ni subsidio por desempleo.

Recortes sociales

Más difícil acceso a la renta mínima

Juanjo Basterra Bilbo (Bizkaia)

La Renta de Garantía de Ingresos (RGI) ha experimentado un recorte del 7% anual en los presupuestos oficiales desde el 2014, es decir un 21% en estos tres ejercicios, a pesar de que este año ya se ha producido un incremento de demanda por el estado de necesidad y pobreza que sigue creciendo; de 64.675 personas atendidas en enero, se ha pasado en julio a 65.181 personas. En la crisis se ha triplicado las personas necesitadas de ayuda social. En este caso, además, hay que añadir que se han endurecido en plena crisis económica los requisitos para tener acceso a las mismas.

¿Estamos en crisis? Es el interrogante que salta viendo las afirmaciones de los gobernantes, que miran por sus votos. La respuesta es sencilla: sí, estamos en crisis y, además, todavía será duradera para el pueblo trabajador, no para la élite económica y empresarial que gracias a las reformas laboral y de negociación colectiva han logrado trasvasar a sus bolsillos más ingresos que los que pagan a quienes generan esa plusvalía. Es cierto que en Hego Euskal Herria [Álava, Bizkaia, Gipuzkoa y Navarra] el paro (13,75%) no alcanza las cotas del Estado español y las ayudas sociales son superiores, pero la comparativa se debe hacer con zonas y regiones equiparables, porque la Comunidad Autonómica Vasca (CAV) –o Euskadi– se encuen-

tra entre las 50 más ricas –medido en PIB per cápita– de la Unión Europea, o entre las 81 más destacadas de la OCDE. La desigualdad social, la precariedad y la pobreza no han dejado de avanzar durante la crisis económica. Así, “el 1,67% de la población controla el 44,78% de la riqueza, mientras que el 8% sobrevive con ingresos inferiores a 500 euros al mes y el 36,33% se sitúa por debajo del umbral de pobreza, medido como el 37,5% del PIB per cápita”, según Nekane Jurado, economista y miembro del Movimiento para los Derechos Sociales de Euskal Herria, Elkartzen. Entre 2008 y 2016, marzo o julio dependiendo de los datos publicados, en Hego Euskal Herria se han destruido 173.425 puestos de trabajo fijos, según las estadísticas oficiales de expedientes de regulación, servicios de intermediación y judiciales. Es la mayor destrucción de empleo que se

ha producido en las últimas cuatro décadas en suelo vasco. De esa cantidad, más del 80% corresponde al ámbito del Gobierno Vasco, presidido por Iñigo Urkullu (PNV). La clave está en que una persona con contrato temporal gana un 39% menos que una fija y los contratos a tiempo parcial suponen un tercio del coste de los fijos. Desde que se inició la crisis, en Hego Euskal Herria hay 75.645 parados más. Hasta agosto existen 182.013 personas en el desempleo inscritas en las oficinas de Lanbide o el Servicio Público de Empleo de Navarra, y a ello hay que añadir a otras 11.264 personas que están en paro pero no se han inscrito en los listados oficiales. A esta realidad le acompaña la elevada precariedad laboral gracias al “ejército de parados” existente. El 93,46% de los contratos en el ámbito vasco son temporales. Más de la mitad tiene una duración inferior a 30 días y un 40% de los contratos

Como gobierno de derechas, el de Iñigo Urkullu también ha continuado con los recortes sociales. La UE gasta un 29,4% en protección social, pero el Gobierno Vasco llega según sus datos al 25,2%. Tendría que repartir 2.761 millones más en esta área para equipararse a la UE. Según los indicadores de riesgo de pobreza y exclusión, que el Gobierno vasco corrigió en 2014 por mandato de la Unión Europea, en la Comunidad Autónoma Vasca hay 489.447 personas en riesgo de pobreza y exclusión social. El porcentaje ha pasado del 17,9% en 2008 al 22,7%, lo que supone un incremento del 27,1% en seis años. En País Vasco la presión fiscal está desequilibrada hacia las rentas de trabajo en beneficio de las rentas de capital y empresariales. Si las haciendas de la CAV aplicarán la presión fiscal media de la UE (39,4%, dato de 2012 cuando la vasca era 30,5%) sus ingresos se incrementarían unos 5.500 millones. Un informe de este año confirma que las arcas de las haciendas forales vascas pierden 2.300 millones anuales de ingresos por el fraude fiscal. De hecho, entre 2008 y 2014, en tiempo de crisis, perdieron 24.602 millones por el fraude fiscal y la economía sumergida. De esa cantidad, 13.597 millones corresponderían a las haciendas vascas; 1.901 millones serían competencia de la hacienda española y 9.094 millones de la Seguridad Social por impago de cotizaciones, etc.


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El PP busca mantener su mayoría de votos El descenso del paro es el primer argumento de Núñez Feijóo en la campaña para la reelección. En Galicia se cronifican circunstancias como el envecimiento y la despoblación. EVOLUCIÓN DEL VOTO EN GALICIA El Partido Popular ha recuperado su suelo electoral mientras BNG es el partido que más votos ha perdido

800000 700000

PP

600000 500000

En Marea

400000 PSOE

300000 200000

AGE

100000

BNG Podemos

votos 0

Ciudadanos

Atonómicas 2012

Europeas 2014

BNG-Nos

Nos

Municipales 2015

Generales 2015

Generales 2016

Evolución del desempleo

Evolución de la inmigración y balance migratorio

El índice de desempleo ha mejorado algo respecto a las cifras de 2012, pero aún se sitúa muy lejos de las de 2008

A partir de 2013, el número de personas que emigraban en Galicia comenzó a superar al de personas que llegaban a esta región

Junio 08

8,3%

Inmigración

10.410 20,9%

Junio 12

1995

Saldo migratorio ( migración de gallegos frente a llegada de personas de otros territorios

Sin datos 17,7%

Junio 16 0

5

10

15

20

25

22.590

2005 Envejecimiento de la población

16.845

El índice de desempleo ha mejorado algo respecto a las cifras de 2012, pero aún se sitúa muy lejos de las de 2008

50 40

35

37

40,4

43,7

46,2

30.707

30

2015

20 10

-774

0 años

1975

1985

1995

2005

2015


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Elecciones en Galicia

EL ATILA DE OURENSE Alberto Núñez Feijóo ha encarnado un modelo de expolio con el que llega a las urnas el 25S Millán Fernández (sociólogo)

n plena Guerra Civil española (que en Galiza no fue tal, si no mera represión de todo lo que olía a cultura y saber, democracia, republicanismo y galleguismo) se editaba desde Valencia una trilogía de álbumes en defensa de la República concebidos como denuncia internacional del genocidio fascista. Su autor era el multifacético y exiliado Alfonso Daniel Castelao. El segundo de ellos se titulaba Atila en Galicia, y sus estampas pasarán a la historia por recrear con concisión, y muy gráficamente, la tormenta de sangre que diezmó gravemente las organizaciones políticas, sindicales y en última estancia al conjunto de las clases populares del país. La serie artística dibuja fielmente las consecuencias sociales de aquella enorme tragedia, y se hace pertinente siempre volver a ella para entender nuestro pasado y presente. Gracias a la política comparada sabemos bien, especialmente por Latinoamérica, que en aquellos lugares pisados por la bota del liberalismo económico sin freno apenas crece la hierba. En ocasiones

E

Feijóo levantó la bandera de la austeridad y la incorporó al diccionario ‘spanish’ los resultados, en términos de igualdad y libertad, son casi equiparables a los que arroja un conflicto bélico. Tras la contraofensiva ante los Gobiernos que discutieron ese modelo, podemos prever el paisaje a medio plazo, casi sin miedo a equivocarnos: privatización de servicios públicos y recursos (que pasarán directa o indirectamente a manos extrajeras), aumento de la corrupción y

el desempleo, aumento de las desigualdades y la deuda pública, dualidad en los sistemas educativo y sanitario, etc. lo vimos en Chile, Argentina, Bolivia o Ecuador. Es un patrón. Lo saben bien los cientos de miles de gallegos que tuvieron que irse a vivir y a trabajar allí en el siglo XX. Sus nietos repiten hoy la jugada. En Galicia, como en Irlanda, es casi una plaga bíblica que adquiere trazas mitológicas. Algunos se hicieron de oro en las Américas. Los más escapaban de la miseria hacia la semi-esclavitud. Conocemos las recetas, y lo que conllevan.

Periferia en la periferia La maquinaria capitalista, en su versión extrema, expulsa a cantidades ingentes de seres humanos de la posibilidad de una vida digna y limita las capacidades de pueblos enteros y millones de individuos. Salvo las de algunos pueblos e individuos. A Galiza le tocó la peor parte, por partida doble: por su histórica dependencia y condición periférica dentro de un Estado que es periferia europea. Después del inicio de la crisisestafa, allá por 2009, el candidato Núñez Feijóo se presentaba ante la opinión pública como un pionero en el Estado español: prometía coger el toro por los cuernos y sería Galiza el laboratorio principal new wave y la administraciónariete de la reconquista popular en pleno desmoronamiento del zapaterismo y su réplica bipartita (PSdeG-BNG), co-liderada por el tándem Touriño-Quintana. Llamado a recuperar el poder para la derecha, si es que algún día dejó de tenerlo; bien es cierto que el PP de Valencia estaba todavía inmerso en su belle époque particular: en sus días de vino y rosas, rotondas, comisiones, trajes, bolsos y fastuosas obras y eventos por donde corría el dinero a espuertas. Para los de arriba, claro. Chocaba un poco, por tanto, pero en Galiza

eso de la austeridad, el ahorro y el trabajo duro vende bien. Es el sentido común, que se explica por la memoria de todo un siglo XX de privaciones y sacrificios. Aún así levantó la bandera de la austeridad y la incorporó con relumbrón al diccionario político spanish. Y la comenzó a poner en práctica con frialdad y precisión quirúrgica. Para los de abajo, por supuesto. Por aquel entonces todavía se desconocían entre el gran público sus andanzas y vínculos directos con un reconocido contrabandista de las Rías Baixas cuando había sido alto cargo de la Consellería de Sanidade durante los gobiernos de Manuel Fraga. Como narra el periodista Nacho Carretero en Fariña, la cercanía entre la criminalidad organizada y el poder político había sido demasiado estrecha por aquel entonces y la posibilidad de haberse convertido en Sicilia estuvo más cerca de lo que se dice. Hoy la omertá se compra a través de subvenciones públicas para que la mayor parte de la prensa, medios públicos inclusive, cuente lo que el poder quiere contar. Feijóo es todo un especialista, y

La población ha descendido, la edad media ha aumentado, el saldo migratorio ha pasado a ser negativo no escatima en gastos. Juan Pueblo paga su propia desinformación. Ni siquiera cuestionan ya nunca la faraónica obra-mausoleo Cidade da Cultura, concebida por Peter Einsenman a mayor gloria del presidente eterno Fraga, que costó a las arcas públicas alrededor de 400 millones de euros hipotecando el presupuesto en Cultura a cada ejercicio. Un sinsentido desde cualquier punto de vista.

¿Y por qué este viaje? Pues porque Alberto Núñez Feijóo, el Austero, deja a su paso, cual Atila, un balance de gestión totalmente antitético al que pinta la tele-realidad: más allá de haber malvendido a capital extranjero (¡venezolano!) buena parte del ahorro de los gallegos en la operación de las caixas, haber intentado infructuosamente poner a plena disposición de multinacionales de la extracción del oro y la megaminería contaminante comarcas enteras del territorio, o haber disparado la deuda pública, los resultados son elocuentes: la población ha descendido, la media de edad ha aumentado en un año, el saldo migratorio ha pasado a negativo, la tasa de desempleo descendió únicamente tres puntos porcentuales pero la de actividad cayó dos, la población ocupada en el sector primario descendió de 80.000 a 68.000 personas, en el industrial descendió otras 10.000, permaneció invariable el contingente de desempleados de larga duración o aumentó el diferencial con las pensiones medias del Estado. También han aumentado los hogares que llegan a final de mes con dificultad o mucha dificultad (55,63%), bajando los ingresos medios y los gastos por cada familia. Por no hablar de más indicadores. Como los referentes a Educación y, muy especialmente, a Sanidad. O también de lo referente a planificación y gestión forestal, al sector lácteo o naval. El balance es objetivamente malo, y todavía lo es más si tenemos en cuenta el periodo de dos legislaturas, salvando los muebles en turismo y exportaciones. La apisonadora ordoliberal, mediante su disciplinado ejecutor Feijóo, haciendo de las suyas en el bonsai atlántico. No hablaremos de los intentos de acallar y desactivar conflictos latentes en diferentes sectores, como pescadores y ganaderos alzados contra sus políticas y las de la UE, mediante limosnas de últi-

ma hora. O en servicios sociales, con el sangrante caso de una “ayuda” de diez euros al mes a un dependiente lucense. Ni tampoco hay tiempo de pararse en los casos de corrupción que infectan al conjunto de administraciones, especialmente la local, desde su llegada a la Xunta. Decía el político Xosé Manuel Beiras que la suya era “una auténtica brigada de demolición, etnocidio, ecocidio y socialicidio que se dedica a vender caramelos tóxicos envueltos en papeles de colores”. Permanece y se acrecenta el mito, que no es mito, de una sociedad envejecida y sometida a las reglas del clientelismo y las nuevas formas de caciquismo que devalúan la vitalidad democrática. Frente a esta gota malaya existe otra Galiza que resiste, se autoorganiza (las mayores movilizaciones sindicales del Estado se producen aquí) y plantea alternativas a través de fórmulas políticas innovadoras. El 25S sabremos cuál de las dos gana en el escenario electoral, siempre limitante para entender la complejidad de la realidad física y política de un país tan contradictorio pero obje-

El 25S sabremos cuál de las dos Galicias gana en el siempre limitante escenario electoral tivamente sometido hoy, como pocos, a las reglas de la ofensiva antidemocrática que recorren el continente. Aunque ya se sabe: porque cinco o seis pacientes hayan fallecido esperando a recibir un tratamiento médico a tiempo, tampoco hay porque alarmarse. Procuren no difamar: eso no ocurre. Tampoco lo del narco. Como si de una escena de Men in Black se tratase: olvídenlo todo.


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LA VOZ DE LA CALLE

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n la última sesión de investidura, ERC le dió un tute al lenguaje. En dos intervenciones brillantes –Joan Tardà y Gabriel Rufián–, a través de las palabras y los marcos que son usuales en Catalunya desde que empezó la cosa Procés gubernamental –2012–, simplemente lo pusieron todo del revés. Fueron, de hecho, el único grupo que pudo describir la crisis de Régimen, la corrupción, la regresión democrática, con efectividad y juego de piernas. Ese lenguaje efectivo y efectista, por otra parte, en Catalunya ha significado todo lo contrario. Ha sido el lenguaje que ha posibilitado un crisis de Régimen más llevadera, una corrupción menos perceptible y penalizable, y una regresión democrática similar a la acaecida en Madrid, Guadalajara o Lepe. Este lenguaje, brillante en Madrid, ¿sigue siendo efectivo en Barcelona? Si entendemos el Procés como lenguaje, como palabras, como propaganda, ¿sigue siendo un corpus eléctrico y efectivo en Catalunya? Tras cuatro años de palabras, y ninguna política efectiva en la cosa Procés, ¿cómo va la cosa Procés? Esta mañana a primera hora, parece que no va muy bien. Los inscritos a las manifestaciones del 11S –este año serán varias, tal vez, precisamente, para evitar una sola y debilitada–, son sensiblemente menos que en otras convocatorias y en estas fechas. La cosa debe de estar pocha, a tenor de la información interna de la Assemblea Nacional Catalana, la organizadora del evento, que ha expedido a sus usuarios instrucciones para paliar y mitigar, comunicativamente, el bajo aforo en los autobuses que transportan a los mani-

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PROCÉS Y PROPAGANDA Minuto y resultado del proceso de independencia iniciado en Catalunya

festantes a los manifestódromos. Es posible que, no obstante, la cosa al final no sea para tanto. Como me dijo una periodista, el independentista catalán es como un pokémon. Si le dan fecha y hora, aparece en el punto señalado con todas las banderas y camisetas que hagan falta. En todo caso, el nerviosismo antes de este 11S es un indicativo de que las cosas no van como deberían de ir a estas alturas de partido.

El arca perdida Sobre el partido. El Procés está en su segunda parte. Recordemos que la primera terminó sin resultado alguno. La propuesta de un referéndum, defendida por parte de la sociedad, fue aceptada por un Govern que, mientras tiraba adelante la austeridad y el sálvese el que pueda, transformó el referéndum en una consulta –las consultas, a diferencia de los referéndums, no existen– y, posteriormente, en un acto simbólico. Es decir, propagandístico. No hubo resultados políticos ni trascendencia, salvo la de saber que el Govern Català, en el trance de gestionar un tema que significa, de por sí, la ruptura, nunca practicaría la desobediencia. Es decir, la

Guillem Martínez

ruptura. Esta segunda parte, como recordarán, tuvo un inicio accidentado. Mas salió del terreno de juego a cambio de que la CUP entrara en él hasta las cejas. En esta nueva emisión del Procés tampoco ha habido consecuencias, leyes o avances al respecto. El último 9N, verbigracia, el Parlament emitió una resolución que hubiera sido la pera si hubiera sido un texto legal. Pero era una resolución. En ella, no obstante, se fijaba la Hoja de Ruta –vocablo propagandístico emitido por la ANC, sin validez, salvo la propagandística; de hecho, desde 2012, hemos tenido tantas hojas de ruta que se podría editar una Guía Campsa–. En esta ocasión, la cosa finalizaría con la emisión de tres leyes rupturistas. No se han emitido. Lo que se conoce de la Ley de Hacienda es que no es rupturista, sino la asunción de competencias fijadas en el Estatut. Lo que iba a ser la monda era la Llei de Procés Constituent, que se presentó antes de verano en el Parlament. Como siempre, bajo el formato chorra de resolución. En la exposición que

se hizo en el Parlament de cómo sería la Transición hacia la desconexión –otro concepto propagandístico, inexistente en ningún proceso de autodeterminación–, se percibió un texto patillero, rapidillo, emitido para consumo interno antes que con voluntad de establecer ley o jurisprudencia. Ejemplo pamearynoechargota: se establecía que Catalunya, esa entidad en el trance de desconectarse, no obedecería a ninguna instancia o tribunal. Se supone que español. Pero como que no se dijo por escrito, se aludía también, pongamos, al Tribunal de Derechos Humanos o la ONU. Vamos, que Catalunya entraría dentro de la cosmovisión Erdogán, si no entrara, me temo, en la del bricolaje y vuelo sin motor legislativo. La resolución inocua volvió a despertar el interés del egregio Tribunal Constitucional, esa joya postdemocrática. Quizás su respuesta puede ser la única consecuencia política de toda esta nada. Es posible, de hecho, que acabe inhabilitando y llevando a juicio penal a la presi del Parlament. Si bien también es posible que el trámite que puede culminar en ello se dilate en el tiempo, de manera que dure más que el Procés.

Detrás de los números están las personas.

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Porque ésa es otra. El Procés, en esta ocasión, iba a durar 18 meses, y culminaría con un nuevo Estado. Ahora durará, más o menos 18 meses, pero acabará “a las puertas de un Estado”, concepto propagandístico que no se sabe lo que significa. Igual alude a Irún, que está, literalmente, a las puertas de Francia. Ni idea. Bueno. Lo que se presentó como la última campaña electoral, elecciones y legislatura autonomista, pinta que no será la última. El grueso de sus energías no se han ido en avanzar en la línea vendida, sino en formar gobierno, votar presupuestos y, una vez derrotados, montar una cuestión de confianza –será el 27S–. En esa hoguera, usual en un gobierno precario, en un Régimen que se tambalea, se ha ido también el grueso de la propaganda y la gestión del marco Catalunya, emitida por Govern, partidos, medios públicos y concertados y la ANC, esa AVT catalana, siempre dispuesta a ayudar a su gobierno favorito. Sí, la parroquia está cansada de este viaje épico al punto de partida. O no. En ocasiones –me temo–, el neoindependentismo catalán, esa cosa consistente, una vez al año, en vestirse de pokémon, con la camiseta de la ANC y chorrocientas banderas, para ser captado por las cámaras, se parece, salvando las distancias –concretamente, 180 grados–, al votante PP, otro mamífero que no necesita pruebas ni movimientos.


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En las próximas semanas las personas que financian Diagonal decidirán el futuro del medio ¿Unos hombres grises de corbata?

No, miles y miles de personas suscritas

Si eres suscriptor/a, el 22 de septiembre te haremos llegar toda la información para que puedas tomar parte en la decisión sobre el Salto.

contamos contigo. Participa en la consulta del Salto a partir del 22 de septiembre

Salto (Fig.) Referencia al proceso que llevó al periódico Molotov a crear junto con otros medios y activistas el periódico Diagonal en 2005 Nombre provisional del proyecto iniciado en 2016 por Diagonal para crear una nueva plataforma comunicativa que nos permita tener más recursos e incidencia, junto con otros medios y personas vinculadas con la comunicación crítica.

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N O TA S D E REDACCIÓN

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l conflicto mediático en torno a la venta ambulante en Barcelona y Madrid ha vuelto a poner de manifiesto las dificultades de los llamados ‘Ayuntamientos del cambio’ para hacer aquello que estaban llamados a hacer: llevar el conflicto social al terreno de lo institucional. A lo largo de este año, el Gobierno de Barcelona en Comù ha desarrollado una serie de medidas contra el ‘top manta’ que ha aceptado el marco clasista y represivo formulado por la mayoría de medios de comunicación y por las autodenominadas asociaciones de comerciantes. Un marco al que en pleno verano se sumó el equipo municipal de Ahora Madrid, con su concejal de Seguridad, Javier Barbero, al frente, que avaló el plan policial para expulsar a los ‘manteros’ de las calles comerciales del centro –para luego decir que se paralizaba en espera de que funcionen ciertas medidas sociales–. Como en otras ocasiones, es la aceptación seguidista de un discurso –el de la supuesta tolerancia cero ante prácticas comerciales irregulares o anómalas– y de una escenificación –la unidad de los supuestos partidarios de la legalidad y el orden– la que posibilita que un fenómeno

Estos y otros equipos de gobierno “del cambio” hacen mal en olvidar lo obvio: gobernar y tener el poder no son la misma cosa

de venta que apenas genera ingresos de subsistencia para quienes lo practican se convierta en objetivo de actuaciones policiales y urbanísticas de corte autoritario. Con el resultado, en el caso de Barcelona, de una persona en prisión preventiva y varias internas en el mismo CIE que el Gobierno municipal había tratado de cerrar. Son demasiados los hechos que dan por supuestos los gobiernos del cambio. Partiendo de la propia segregación establecida por la Ley de Extranjería, la situación del mercado laboral, la situación añadida de racismo –también institucional– padecida por una mayoría de vendedores; así como el acceso al espacio público –y sus nichos de venta– con precios inaccesibles no ya para los vendedores de origen migrante, sino para la mayoría. Es esta ordenación cada vez más desigual del territorio y de los derechos la que tenían que impugnar los Ayuntamientos del cambio. Al contrario, sus políticas parecen más interesadas en aportar una imposible solución 'social' –como los planes de formación o las medidas de autoemprendimiento– que matice el sesgo racista y segregador que los grandes intereses que gobiernan están imponiendo en nuestras ciudades. No es con más gobernismo ni con planteamientos imposibles de café para todos como obtendremos niveles decentes de igualdad y justicia social. Estos y otros equipos de gobierno “del cambio” hacen mal en olvidar lo obvio: gobernar y tener el poder no son la misma cosa. Para cualquier planteamiento de ofensiva contra los propietarios de nuestras ciudades es urgente construir y fortalecer experiencias de sindicalismo social que puedan pensar en alianzas a gran escala por nuestros derechos. El Sindicato Popular de Vendedores Ambulantes en Barcelona es un ejemplo en este sentido. Y así lo entendieron los responsables policiales al internar a su portavoz en el CIE de Zona Franca. ¿Lo han entendido los gobiernos del cambio?

E L K O K O PA R R I L L A

Consulta a suscriptores sobre el Salto

M AU R IC I O M AC R I , PTE . D E A RG E N TI N A - 2 9 / 07/ 2 0 16

"Si yo les decía hace un año lo que iba a hacer seguramente iban a votar por encerrarme en el manicomio"

LA FRASE

Top manta y Gobiernos del cambio

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LA BUENA

Reúnen casi medio millón para proyecto energético Una iniciativa impulsada por Ecooo y Som Energía Valencia ha logrado recuperar dos plantas fotovoltaicas, reuniendo 415.000 euros aportados por 202 personas. La iniciativa lleva recaudados dos millones de euros, que han permitido recuperar ocho instalaciones fotovoltaicas en cuatro comunidades autónomas, según El Salmón Contracorriente.

Diagonal no existiría sin los suscriptores, por ello el 22 de septiembre abriremos un proceso de consulta vinculante entre las personas suscritas para que decidan si nos lanzamos al proyecto que hemos llamado el Salto: una propuesta para crear una nueva plataforma mediática con más recursos e incidencia. Toda la información sobre el proyecto estará disponible a partir del día 22.

LA CIFRA

5,2% es la parte del rescate que los bancos han devuelto, suponiendo que el total del rescate sea de 51.303 millones. Sin embargo, la cifra se queda corta: se ayudó a la banca con al menos otros 168.000 millones.

MIRA TÚ

Este señor fue el primero en usar el término “feminazi” Locutor de radio y fanático del Partido Republicano, Rush Limbaugh popularizó el término “feminazi” a principios de los años 90. Para Limbaugh, “una feminazi es una mujer que cree que lo más importante en la vida es asegurarse de que se practiquen tantos abortos como sea posible”.


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UNA RECUPERACIÓN DE MUERTE

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a penuria que vive el mercado laboral desde hace dos años ha suavizado uno de los indicadores tradicionalmente más adversos: la siniestralidad”. Así comenzaba una noticia en 2010 que describía cómo “la crisis”™ había reducido los accidentes laborales a mínimos de hace 30 años. Un momento, ¿cómo que penuria? En 2015 las cosas empezaron a ir mejor, porque los accidentes y las muertes en el trabajo se dispararon. Como bien sabe el lector, el indicador de desarrollo de un país es “la industria”, y ahí vamos genial, ya que los decesos crecieron un 30,4% el pasado año. Mejor morirte de un golpe en una fábrica que de un infarto en un chiringuito. Que se vea que no somos un lugar de veraneo. Ahora conocemos que “la recuperación económica ha propiciado que la mitad de las horas extra no se paguen” o que, como indicaba otro titular, “las horas extra no pagadas crecen más que el empleo” (porque por lo visto no son trabajo). Vienen encaja-

das en distintos packs: “Te hago contrato de cuatro horas pero trabajas ocho” (el resto te lo pago en negro, si te lo pago); “o haces las extra o te vas a la calle” (tengo nosecuántos esperando en la puerta, etc.). La próxima vez que escuches “crear empleo”, piensa: “Fraude masivo en la contratación”. Creamos empleo al trabajar –que no al ser contratados-, pero un sencillo ajuste legal permite esconderlo, no hay más historia. Salvamos al empleo, y a las sacrosantas pymes que tiran del carro, de un modo paradójico: dejando de llamar trabajo al trabajo y muriéndonos para hacerlo, al volver de hacerlo, durante el tiempo que lo hacemos o años después de terminarlo. Si una “crisis”™ significa que no te vas a morir y una “recuperación” que no puedes vivir, creo que podemos colegir sin miedo a ser demagogos que trabajo y vida son incompatibles. Como la tendencia irrefrenable en lo laboral es hacer entrar con calzador cualquier abuso como ‘derecho’, seguramente aquello de que “luchamos por el derecho a meter más horas extra” que cantan Lendakaris no quede muy lejano.

DOMINGOS EN CHÁNDAL E L I N S TA N T E

EN LA CALLE CONTRA EL GOLPE. Los tanques en las calles y las detenciones masivas en estadios de fútbol (u olímpicos) ya no parecen necesarios (ni convenientes) para tumbar gobiernos. Decenas de miles de personas se han manifestado en São Paulo tras la votación del Senado brasileño que depuso definitivamente a Dilma Rousseff por una supuesta manipulación en las cuentas públicas. / FOTO: MIDIA NINJA


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UNIDADES DE GESTIÓN CLÍNICA (UGC)

Privatizar la sanidad por la puerta de atrás El modelo basado en UGC sigue avanzando en el sistema sanitario. Gladys Martínez López Redacción Si a usted le dicen “unidad de gestión clínica” es probable que ni siquiera le suene. Y sin embargo, las UGC llevan implantándose en nuestro sistema sanitario desde hace más de una década, de manera progresiva… y sin hacer demasiado ruido. Si ha oído hablar de ellas por vía oficial, probablemente recordará palabras como “democratización”, “profesionalización”, “gestión de los servicios sanitarios por parte de los propios profesionales”. Pero hace años que los colectivos que luchan contra la privatización sanitaria denuncian que las UGC, implantadas en hospitales y centros de salud de varias comunidades y en vías de implantación acelerada en otras, son el caballo de Troya de la mercantilización del sistema sanitario, perfecto porque no levanta sospechas. “Están introduciendo y preparando las UGC para el futuro porque mete menos ruido que pasarle un hospital a Florentino Pérez y se puede vender como una democratización de la gestión en la que participan los profesionales, pero realmente se introducen elementos que van a distorsionar la práctica clínica”, dice Antonio Gómez, de la Coordinadora Antiprivatización de la Sanidad (CAS Madrid).

Los últimos movimientos en la implantación de las UGC se producían este verano. El 7 de julio, el Consejo de Estado emitía un dictamen sobre el proyecto de Real Decreto por el que se fijan las bases para la implantación de las UGC en los servicios de salud de las distintas comunidades, que el Gobierno preparó en 2015. El organismo, que da su visto bueno al proyecto, dictamina que la normativa debe tener rango de ley, por lo que emplaza a que lo retome el próximo Gobierno. Paralelamente, el 29 de julio, la Consejería de Sanidad de Castilla y León, que ya en diciembre de 2014 aprobó un polémico decreto para regularlas que se ha encontrado con diversos escollos en el camino, anunciaba la implantación de las 15 primeras unidades de gestión clínica –de más de cien en proyecto– en la comunidad a partir de octubre. Finalmente, debido a la oposición generada en distintos sindicatos y colectivos, ha retrasado su implantación a enero de 2017.

“No es compatible el ejercicio ético de la medicina con la recepción de incentivos por reducir gastos” También este verano, el 28 de junio, Osakidetza, la Consejería de Sanidad del País Vasco, presentaba en la Mesa Sectorial de Sanidad un borrador de decreto que regulará dos estructuras paralelas, las Organizaciones Sani-

tarias Integradas y las UGC. Aunque ambas existen desde hace años en el País Vasco, carecen de regulación. “Creemos que son una puerta abierta a la privatización, primero porque es una atomización de la sanidad pública, y cuando se atomiza una cosa, se crean un montón de desigualdades que van en contra del propio sistema; es una bomba de relojería contra el sistema sanitario”, dice a Diagonal Piedad Manjón, delegada de la sección sindical de Sanidad de CGT en Castilla y León. En esta comunidad se lanzaron dos pruebas piloto en Valladolid y Zamora en 2012, que fueron posteriormente tumbadas por el TSJ. “Los trabajadores que han estado inmersos en estas pruebas también cuentan que disminuye el personal y las cargas de trabajo aumentan, y con ello baja la calidad asistencial. Eso es algo que veremos a largo plazo”, añade. Además, las normativas a menudo establecen la libre designación de los directores de unidad, es decir, que la consejería de turno pueda colocar a dedo a las personas de su confianza, y “los jefes de servicio en estas formas de gestión tienen una autoridad que no es compartida ni democrática, y en sus manos quedan muchas cosas, desde el empleo hasta la organización del servicio y los objetivos”.

Incentivos por recortar Y es que todo el sistema se basa en los incentivos por cumplimiento de objetivos. “No es compatible el ejercicio ético de la medicina con la recepción de incentivos relacionados con reducir el gasto por paciente. Si introduces incentivos, el dinero sale de ingresar menos días a un paciente o de no mandarle una prueba cara o un fármaco caro”, añade Gómez. Vista la oposición generada en Castilla y León, la Junta ha decidido que durante el primer año las UGC funcionarán sin incentivos, pero éstos se introducirán posteriormente. También en el País Vasco, las UGC existentes hasta el momento lo hacen sin incentivación económica, pero el Sindicato Médico, que junto al Sindicato de Enfermería participa en las negociaciones con Osakidetza, condicionó su apoyo a la implantación de las UGC a la introducción de la incentivación económica, critica Unai Ortega, del Colectivo contra la Privatización de la Sanidad (Osasungintza Pribatizatzearen Aurkako Ko-


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Sanidad

PROTESTAS. Contra las privatizaciones en mayo de 2013, en el Hospital Infanta Leonor, en Madrid. / OLMO CALVO

lektiboa, OPAK). También la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos, una de las principales organizaciones defensoras de las UGC, reclama que éstas se implanten con incentivos a los profesionales de al menos 12.000 euros anuales por cumplimiento de objetivos. Toman como ejemplo a la comunidad pionera en este tipo de sistema, Andalucía. Allí, con 700 unidades de gestión clínica en funcionamiento, los directores de las UGC que logren los objetivos de contención del gasto se embolsan una media de 11.000 euros anuales además de su sueldo, y 7.000 el resto de profesionales. Pero, para ello, se les presiona para que recorten en fármacos, pruebas o derivaciones, en detrimento de la salud del paciente, como explicaba ya en 2014 a Diagonal una médica de familia de una UGC de Sevilla, que explicaba que la gestión de la unidad “se hace con criterios empresariales”. En otros lugares, como Asturias, el 49% del ‘ahorro’ realizado por la unidad se reparte como incentivos. “Hay profesionales que creen en ellas como un modelo que puede modernizar el ámbito sanitario, pero reivindicar la recepción de incentivos por una correcta gestión cuando ese dinero podría ir dirigido a una dotación de mayores recursos es contradictorio, además de chocar con el código deontológico”, añade Ortega. Este miembro de OPAK cuenta el caso de médicos que, tras poner en marcha una UGC, decidieron abandonar porque “la Administración deriva la responsabilidad de recorte de presupuesto a los profesionales”. “La Administración –añade Ortega– intenta venderlo como un sistema en que se da autonomía total a los profesionales que lo dirijan, pero ya de primeras el presupuesto no es negociable. Ésa es la primera derrota, la imposibilidad de tener un presupuesto que se adapte a las necesidades del centro y de la población a la que atiende”, añade. Ortega explica que, más allá de las distintas velocidades a las que se está implantando en el Estado, “éste es un proyecto a nivel europeo, que obedece a todas estas nuevas formas de gestión en las que al final se identifica la gestión estatal como una gestión ineficiente, y se cogen instrumentos del ámbito privado para incluirlas en el público”. “Con las UGC se pretende ir impregnando de criterios empresariales al personal estatutario, para posteriormente convertirlas en órganos con personalidad ju-

11MIL EUROSEN INCENTIVOS

Once mil euros anuales es lo que llega a cobrar en incentivos un director de UGC en Andalucía si la unidad alcanza los objetivos establecidos. Un miembro de la unidad cobra unos 7.000 en incentivos. En Asturias, el 49% del ahorro logrado por la unidad se entrega en incentivos.

700 UNIDADES 700 unidades de gestión clínica existen actualmente en Andalucía. En Castilla y León se implantarán 15 a partir del 1 de enero de 2017. Del resto de comunidades con implantación no hay datos.

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NUEVOSCARGOS Son los cargos intermedios para UGC nombrados por la Junta en los últimos cinco años. Estos cargos han supuesto un aumento del gasto del Servicio Andaluz de Salud en 3,7 millones de euros sólo en concepto de productividad.

“No es compatible el ejercicio ético de la medicina con la recepción de incentivos por reducir gastos” rídica propia”, el paso previo a la privatización, explica Vicente Losada, del Grupo de Trabajo Auditoría Ciudadana de la Deuda en Sanidad. Algo como lo que ya ocurre con las Entidades de Base Asociativa de Cataluña, que, con

entidad jurídica propia, funcionan como microempresas. “Esta desregulación va a generar una introducción de los procesos de privatización, y una influencia cada vez mayor de los lobbies empresariales”, añade Losada. De momento, aparte de los sindicatos corporativos de la medicina y la enfermería, las UGC se llevan el apoyo de laboratorios farmacéuticos y organizaciones de directivos sanitarios, como muestra la Guía práctica para la implantación de unidades de gestión clínica, elaborada por la farmacéutica Abbvie y la IESE Business School, con el aval de la Sociedad Española de Directivos de la Salud (Sedisa) y la Asociación Nacional de Directivos de Farmacia (Ande). Y el interés y apoyo de las farmacéuticas, como Celgene, Novartis, Johnson & Johnson, Gasmedi, Abbvie o Pfizer, se ha hecho patente en múltiples foros.

Juegos políticos Mientras tanto, “en los programas electorales nadie habla de esto”, dice Antonio Gómez, que añade que “no hay gestión clínica buena y gestión clínica mala”. Lo cierto es que comunidades de distinto signo político han implantado las UGC. Andalucía (PSOE) las reguló en 2007, Asturias las introdujo en 2009 bajo el PP y las ha mantenido con los gobiernos posteriores, País Vasco (PNV) las introdujo al menos en 2007 y Galicia (PP) las reguló en 2014 pero no ha podido implantarlas aún por la oposición que generan, mientras que Castilla-La Mancha (PSOE) prepara ya su puesta en marcha. Aunque IU en Castilla y León muestra su “más absoluto rechazo” a las UGC, durante su participación en los Gobiernos del PSOE en Asturias y Andalucía no hizo patente su desacuerdo con este sistema. También Podemos en Castilla y León ha exigido a la Junta la paralización de manera inmediata de las UGC, pero la postura de la estructura federal es matizada. Ana Castaño, responsable de Sanidad de Podemos, dice a Diagonal que “tal y como se está orientando es una perversión y puede encubrir una privatización”, y añade que “es el aparato jurídico que da pie a las UGC el que permite lecturas variopintas”. Sin embargo, considera que el sistema puede funcionar si hay independencia en la gestión, transparencia y evaluaciones, tal y como defienden en Podemos Andalucía. En cuanto a sindicatos como CC OO y UGT, mantienen una fuerte oposición en Castilla y León y Galicia, pero defienden el sistema en Asturias o Andalucía.


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TRATAMIENTO DE RESIDUOS

EL HUMO TÓXICO QUE TRAJERON LOS RECORTES El control a las plantas privadas de tratamiento de residuos peligrosos, en entredicho tras un nuevo incendio. Pablo Rivas Redacción Dos desastres medioambientales y con grave riesgo para la salud. A menos de cien kilómetros uno de otro, en la misma región –Castilla-La Mancha–, y en localidades que distan medio centenar de kilómetros de la mayor ciudad del Estado. Ambos en instalaciones gestoras de residuos –una de peligrosos, otra de neumáticos– paralizadas, con procesos judiciales abiertos y con denuncias por desarrollar actividades irregulares. En apenas cuatro meses, y en circunstancias que, sin estar esclarecidas aún, indican que podrían haber sido incendios provocados. Hablamos de los desastres de la planta gestora de residuos peligrosos gestionada por Kuk Medioambiental en Chiloeches (Guadalajara), que ardió el pasado 27 de agosto, y el incendio en el vertedero de neumáticos de Seseña (Toledo), gestionado por Gie Reboot Corporation y DGR Iberia SL, ocurrido el pasado mayo. ¿Qué está pasando para que la historia se repita en circunstancias similares? “Más que un descontrol en la gestión de residuos,

lo que hay es una desidia en cuanto al control al que están obligados”. Es la opinión de José Ramón Becerra, experto en gestión de residuos, cabeza de lista de Equo a las elecciones al Parlamento Vasco y ahora número 3 por Araba en la coalición Elkarrein Podemos. Un mensaje similar al que resalta Carlos Arribas, responsable del Área de Residuos de Ecologistas en Acción: “En Chiloeches la falta

“Colocar sustancias peligrosas en vertederos de escombros es un negocio total” de control es total. Almacenar 20.000 toneladas de residuos peligrosos no es cosa de un día”. La planta alcarreña es el último ejemplo del despropósito en la gestión de residuos por parte de operadores privados. Clausurada por el Ayuntamiento de la localidad –gobernada desde hace un año por Ahora Chiloeches– en junio, estaba siendo investigada por el Servicio de Protección de la Na-

turaleza (Seprona) de la Guardia Civil. El Consistorio sostiene que llevaba años operando ilegalmente. Incluso la Asociación de Empresas Gestoras de Residuos y Recursos Especiales (Asegre), patronal del sector, ha denunciado que la planta “mezclaba residuos peligrosos con otros residuos para después llevarlos a vertederos de inertes”, mezcla que “se camuflaba en los camiones cubriéndolos con escombro y de esta forma poder depositarlos en los vertederos de inertes, que carecen de capacidad para retener la contaminación contenida en los residuos que acaban en el agua y en el suelo”.

Negocio redondo Como resalta Arribas, “colocar sustancias peligrosas en vertederos de escombros es un negocio total”. En España existen, grosso modo, tres tipos de vertederos. Los de residuos no peligrosos, también conocidos como inertes, son los menos problemáticos al no contener sustancias que vayan a modificar sus características físico-químicas y puedan generar gases o problemas de estabilidad. Luego están los de residuos no peligrosos urbanos (basuras) o asi-

milables a urbanos (residuos de hospitales, muebles, jardinería...), los más numerosos. Por último se encuentran los de residuos peligrosos. “Son los más problemáticos”, apunta Arribas, y en su tratamiento “los líquidos se tienen que inertizar previamente y mezclarlos con algún tipo de sustancia que los solidifica”. Los requisitos de tratamiento y control de estos últimos son muy superiores a los de inertes, un proceso mucho más caro. De ahí el posible interés de pasar peligrosos por inertes. De ahí que una de las líneas de investigación vaya por la hipótesis ‘desaparecido entre el fuego, no hay nada que gestionar’, ni pagar. Una de las personas que más de cerca ha seguido ambos siniestros es Miguel Ángel Hernández, portavoz de Ecologistas en Acción en Castilla-La Mancha. Para él, es evidente que existe un mercado negro de residuos que se está aprovechando de las disfunciones de los sistemas de recogidas y reciclado de productos. “Es un mercado ilegal que se alimenta del manejo incorrecto de esos residuos y cuando las autoridades realizan el cerco a la actividad, derivan en una eliminación de la prueba del delito, los residuos”.

Todas las fuentes consultadas apuntan a una misma causa, generalizada en todo el Estado: la falta de personal, derivada de los recortes. “Una de las partidas presupuestarias de las comunidades autónomas que más se ha deteriorado es la de medio ambiente”, resalta Becerra. “Eso implica recortes en vigilancia y seguimiento de las actividades que pueden tener un impacto medioambiental, lo que acaba revirtiendo en que la actividad, por mucho que tenga autorización, tenga un impacto negativo porque no hay nadie que la está controlando”.

Descontrol en Valencia Un ejemplo claro es el del País Valenciano. Con medio millar de instalaciones industriales con autorización ambiental integrada (AAI), el número de funcionarios dedicados a validar los datos de emisiones, contaminantes y transferencia de residuos es ridículo: uno. “El resultado final es que estos no se validan, no hay capacidad”, remarca Arribas. De esta forma, falla el sistema, que prevé que la empresas con AAI comuniquen anualmente los datos del año anterior para que se-


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La nave de Chiloeches contenía 20.000 toneladas de residuos peligrosos. /ALFONSO GUIJARRO

an validados por la administración y publicados por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente en el Registro Estatal de Emisiones y Fuentes Contaminantes. La misma situación se da con las inspecciones ambientales. Cada comunidad autónoma debe elaborar un plan de inspección ambiental en el cual se establece qué empresas deben ser investigadas y con qué periodicidad. Las potencialmente más peligrosas, como las refinerías, deben ser inspeccionadas anualmente. Pero la falta de personal para esta labor es generalizada. “De nuevo en la Comunidad Valenciana”, indica Arribas, “son cinco los inspectores ambientales para visitar 500 instalaciones, desde granjas a cementeras. Así es imposible cumplir con los planes de inspección, y eso se puede generalizar a todas las comunidad autónomas”. Desde Equo abogan por tener un cuerpo de funcionarios que verifiquen que la normativa se cumple, así como “unas administraciones suficientemente sensibilizadas con el medio ambiente”. En este punto, Asegre denuncia lo mismo: “Estas malas prácticas evidencian una vez más la necesi-

Situación de riesgo estatal generalizada Existen decenas de instalaciones como las de Chiloeches en todo el Estado. Sólo en Castilla y León hay tres, y todas ellas han sufrido incidentes en el pasado. La de Indureco, en Venta de Baños (Palencia), ardió en 2006. Al igual que en Chiloeches y Seseña, las tres “han recibido pronunciamientos judiciales contrarios que ponen en tela de juicio su seguridad”, denuncia Ecologistas en Acción, algo que evidencia el peligro de que la historia se repita una y otra vez. dad de dedicar más recursos y reforzar los controles sobre la gestión de residuos”. El número 3 por Álava de Elkarrein Podemos destaca además que dedicar más presupuesto a medio ambiente, “al contrario de lo que se piensa, no es un gasto, sino una inversión a futuro, en calidad de vida de la ciudadanía y en

empleos verdes”. Para este grupo, el futuro pasa por investigar en tecnología verde que evite la producción de residuos peligrosos, “Producirlos no deja de ser un coste para las empresas. Para evitar los problemas, por un lado, hay que controlarlos, pero, por otro, hay que evitar que se produzcan”.

Información irreal Las asociaciones vecinales y los ecologistas no sólo ponen el foco en las causas y las consecuencias medioambientales y para la salud. También en la gestión de las emergencias. Y en esto, los siniestros de Chiloeches y Seseña también tienen similitudes. “La autoridades no están siendo realistas y transparentes en la información que se suministra a la ciudadanía, y eso genera una lógica inquietud por la que colectivos como el nuestro se ven obligados a actuar ante la ausencia de una información contrastada y creíble”, denuncia Hernández. El responsable manchego califica de “trato infantil” el que las administraciones han dado a la ciudadanía y resalta que los responsables públicos han “minusvalorado una situación de evidente emergencia y riesgo”.

Los ecologistas denunciaban en los primeros días del incendio en Chiloeches la falta de información sobre los contaminantes más peligrosos y los mensajes tranquilizadores que las administraciones lanzaban. “En este tipo de situaciones cuando la administración empieza a medir contaminantes lo hace en base a la red de estaciones de medición fijas que tiene dispuestas, que suelen estar alejadas de los focos del siniestro. Lo que hacen es decir que en esos

“Una de las partidas presupuestarias que más se ha deteriorado es la de medio ambiente” puntos de control no han registrado contaminación y lo elevan casi a categoría general, dando la sensación de que no hay contaminación, y eso no es cierto”. El ejemplo de Seseña es claro: mientras los mensajes oficiales de los primeros días hablaban de parámetros normales, una vez llegaban los datos de las estaciones móvi-

les dispuestas en la zona fueron apareciendo contaminantes peligrosos. La investigación que realizaron los profesionales de la Universidad Rovira i Virgili reveló que los niveles en aire de Hidrocarburos Aromáticos Policíclicos (HAP) fueron diez veces superiores a los habituales, la misma proporción encontrada en muestras de lechugas plantadas en un huerto urbano de la urbanización El Quiñón, la más cercana al vertedero. Una situación similar se ha dado en Chiloeches. Mientras las autoridades hablaban de contaminación “baja” o “normal”, la llegada de la nube tóxica procedente de la quema de disolventes, pinturas y otros residuos en la planta de Chiloeches a la estación de medición del ministerio en Campisábalos (Guadalajara), limítrofe con la provincia de Soria, revelaba un importante aumento de partículas PM10 algo más de un día después del inicio del incendio. A las 16h del 27 de agosto, Campisábalos registraba 65 µg/m3 y Soria 7 µg/m3. Precisamente, un reciente informe de la OMS nombraba a Campisábalos como la localidad con aire más limpio de España. Lo mismo ha ocurrido con la contaminación del río Henares, al que vierte sus aguas un arroyo contiguo a la nave incendiada. Los bomberos solicitaron durante el siniestro la intervención de la Unidad militar de Emergencias (UME) para instalar barreras anticontaminación ante los indicios de vertido al caudal. Mientras el director del operativo de la UME aseguraba que la contaminación no había llegado al río, peces muertos aparecían en el Henares. Los datos apuntan a que la explicación oficial de la muerte de los animales –el calor y la falta de oxígeno en el agua, algo habitual en verano– no se correspondían con la realidad, ya que los niveles registrados en la estación de medición de la red de la Confederación del Tajo en Santos de la Humosa, 7 kilómetros aguas abajo de la planta incendiada, no habían registrado cambios significativos de temperatura y oxígeno disuelto los días anteriores y posteriores al siniestro. De hecho, Ecologistas en Acción denunciaba el silencio del organismo encargado de la calidad del agua en la zona, la Confederación Hidrográfica del Tajo, dependiente del ministerio.


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8-21 DE SEPTIEMBRE 2016 MARCHA. Contra el racismo y en apoyo a los refugiados en marzo. / MONTECRUZ FOTO

gración, pero que ha sido criticada por sindicatos y ONG de ayuda al refugiado. Por otro lado, se estima que 100.000 refugiados se encuentran trabajando en el mercado negro, cobrando sueldos míseros también de hasta 80 céntimos la hora sin contrato. Al menos es la conclusión de un estudio de la televisión pública NDR. Para rematar el cuadro, Nahles ha planteado una nueva ley que se espera se apruebe con brevedad a través de la cual los solicitantes de ayudas sociales provenientes de la UE no tendrán acceso a las mismas a no ser que hayan trabajado y cotizado en el país durante un periodo de, al menos, cinco años. La ministra pretende otorgar un crédito que habrá de ser devuelto para que las personas necesitadas puedan volver a sus países de origen.

Contra el racismo

BERLÍN contra el racismo y la discriminación La capital alemana se convierte en el escenario de protestas contra la precariedad de autóctonos, emigrantes y refugiados. Carmela Negrete Berlín (Alemania) La llegada de cientos de miles de refugiados en 2015 ha supuesto para la política alemana la aparición de nuevos retos. Por una parte, el partido de extrema derecha, xenófobo, antiislam y ultranacionalista Alternativa por Alemania (AfD) avanza a pasos agigantados. En MecklemburgoAntepomerania, tras las elecciones del 4 de septiembre, se ha convertido en la segunda fuerza más votada, por delante incluso del partido de la canciller, Angela Merkel. Doble derrota porque,

además, se trata de su propia circunscripción electoral. Para tratar de contarrestar el malestar entre el electorado, el Ministerio del Interior, en manos de la Unión Demócrata Cristiana (CDU), ha endurecido de forma reiterada la ley de asilo, impidiendo las reagrupaciones familiares y otorgando a los refugiados procedentes de Siria un asilo subsidiario. El aumento de las deportaciones, así como la decisión “exprés” sobre las solicitudes de asilo, ha socavado los derechos de los refugiados, que en muchos casos han visto desaparecer la posibilidad de tener un procedimiento justo, ya que varios países

han sido catalogados como “de origen seguro” y en dichos casos las solicitudes se deniegan por sistema sin atender a las circunstancias personales. Por su parte, el Ministerio de Trabajo, capitaneado por la socialdemócrata Andrea Nahles, se ha esforzado en los últimos meses en profundizar el desmantelamiento de las ayudas sociales, endureciendo las condiciones de acceso a las mismas, por un lado, así como aumentando la precarización del mercado laboral con la introducción de los “trabajos por 80 céntimos la hora” para los refugiados. Una medida para la cual se han escudado en la inte-

Ante esta perspectiva, la plataforma de activistas Blockupy organizó un fin de semana de protestas en la capital alemana contra el racismo, la discriminación, el desmantelamiento del Estado del bienestar y la competencia que se está generando entre los menos favorecidos en el país. Unos 1.200 policías estaban preparados para los eventos. El 1 de septiembre, un millar de personas mostraron su rechazo a la pobreza y discriminación crecientes en el país. “Solidaridad en lugar de precariedad” o “Esta economía mata”, podía leerse en las pancartas. La concentración estaba permitida en las plazas de Postdam y Heinrich. Pero los activistas aseguraron desde un principio que su objetivo era el Ministerio de Trabajo, por lo que corrieron en masa por las calles ante la mirada atónita de los policías. Algunos de los agentes golpearon con sus porras y lanzaron gas pimienta, por lo que hubo manifestantes que tuvieron que ser atendidos por personal médico. También hubo quien lanzó piedras frente a la puerta del ministerio, hiriendo a un policía. Se llevaron a las 50 personas detenidas, a las que dejaron en libertad más tarde. Los activistas de Blockupy se manifestaron ese mismo día contra el pacto con Turquía, así como en solidaridad con el pueblo kurdo, frente al Ayuntamiento berlinés. Otras acciones que tuvieron lugar fueron el despliegue de diferentes pancartas contra el racismo y el desmantelamiento de los servicios sociales, así como contra la política climática del Gobierno de Merkel. También se llevaron a cabo acciones de denuncia del sistema capitalista en una oficina de empleo y en el famoso centro comercial Mall of Berlin. El sábado, unas 7.000 personas, convocadas por Blockupy, pero también por otras muchas organizaciones, partidos y sindi-

catos, realizaron una marcha contra el racismo y el partido Alternativa por Alemania (AfD). En el comunicado de convocatoria explicaban que “muchas personas participan en manifestaciones xenófobas y racistas de forma alarmante. Pegida agita los ánimos contra los refugiados y los musulmanes. Mientras tanto, Alternativa por Alemania se ha convertido en un receptáculo para xenófobos y racistas. Los diputados de Alternativa por Alemania propagan consignas nazis y difaman a todo el que piense diferente”. El 15-M de Berlín, Izquierda Unida Alemania y Podemos Berlín firmaron dicho manifiesto y estuvieron representados en la manifestación. Blockupy fue fundado en 2012 a

El Ministerio del Interior ha endurecido de forma reiterada la ley de asilo, impidiendo las reagrupaciones partir del movimiento global Occupy, cuyas acciones hasta ahora se habían concentrado en Frankfurt y en especial contra el Banco Central Europeo y los planes de austeridad para el sur de Europa.


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LAS RAZONES DE LAS FARC LA HABANA. El acuerdo supone el reconocimiento de que en Colombia no había condiciones iguales para la lucha política. / DELEGACIÓN UE CUBA.

o es el sometimiento de las FARC ni la imposible revolución por negociación. El presidente Juan Manuel Santos ha repetido continuamente que no negociaba con la guerrilla ni el sistema político ni el modelo económico ni la doctrina militar. Pero el acuerdo le da la razón a las FARC al reconocer el Estado que lo acordado es para “transitar a un escenario en el que impere la democracia con garantías plenas para quienes participen en política”. Tenían razón las FARC al justificar la insurgencia como el único camino que les quedaba frente a un sistema político, económico y militar, patrocinado por EE UU, que, mediante el terrorismo de Estado, impedía a la izquierda ejercer su derecho a la oposición. Y también tenían razón al insistir, desde su fundación hace 50 años, en que para acabar con la guerra querían negociar una democracia en la que la respuesta a la oposición no sea el asesinato.

N

El acuerdo para la paz 1. Las FARC entregan su armamento a la ONU, que lo convertirá en chatarra para construir tres monumentos conmemorativos: en la sede de la ONU en Nueva York, en Cuba (escenario de las negociaciones) y en Colombia. 2. El Estado se compromete a garantizar la seguridad en la participación política de los insurgentes desmovilizados para “transitar a un escenario en el que impere la democracia”. 3. Una “reforma rural integral”, para la que el Gobierno no ha aceptado la denominación de reforma agraria, que no resuelve la desigualdad provocada por una tremenda concentración en la propiedad de la tierra –origen histórico del conflicto–, que resulta contradictoria con el Plan Nacional de

Desentrañamos los detalles, peligros y esperanzas del acuerdo de paz entre el Gobierno colombiano y las FARC José Manuel Martín Medem (excorresponsal de TVE en Colombia y autor del libro ‘Colombia feroz’) Desarrollo y está amenazada por los proyectos de inversión internacional en la minería para la tercera parte del territorio nacional. 4. Una “justicia especial para la paz” que anuncia la más amplia amnistía posible y que debería imponer condenas de entre 15 y 20 años de prisión a cualquiera de los implicados que no confiese sus crímenes de guerra y sus delitos de genocidio y contra la humanidad. Los agentes del Estado tendrán “un tratamiento penal especial, diferenciado, simétrico, equitativo, equilibrado y simultáneo”. La amnistía no se aplicará a “los delitos de lesa humanidad, el genocidio, los graves crímenes de guerra, la toma de rehenes u otra privación grave de la libertad, la tortura, las ejecuciones extrajudiciales, la desaparición forzada, el acceso carnal violento y otras formas de violencia sexual, la sustracción de menores, el desplazamiento forzado y el reclutamiento de menores, en conformidad con lo establecido por el Estatuto de Roma”.

5. Una nueva política contra el narcotráfico, que en realidad depende más de la dimensión internacional del negocio y que se complica en su repercusión interna por el matrimonio de los narcos con los paramilitares. 6. Los colombianos decidirán el 2 de octubre en un plebiscito si aceptan el resultado de las negociaciones. La debilidad de la democracia colombiana queda en evidencia con las condiciones para el resultado: será suficiente que el ‘sí’ gane al ‘no’ con sólo un 13% del censo electoral. La campaña del ‘no’ está encabezada por el expresidente y ahora senador Álvaro Uribe, que acusa a su sucesor, Juan Manuel Santos, de entregar Colombia a las FARC. Un disparate que no ha reducido su popularidad. La vigilancia sobre el cumplimiento de lo acordado depende de la ONU y de la CELAC. El acuerdo firmado es un tejido cuidadosamente elaborado que contiene una gran cantidad de compromisos, condiciones y pro-

cedimientos pero que, en lo fundamental, establece lo que debería ser determinante: la negociación no ha sido para cambiar el sistema colombiano (en lo político, lo económico y lo militar), sino para garantizar que quien lo quiera cambiar podrá ejercer su derecho a la confrontación electoral sin padecer el terrorismo de Estado. Y el acuerdo no lo asume un gobierno, sino precisamente el Estado, para que otro presidente no pueda cancelarlo. El Acuerdo Final se incorpora a la Constitución “como parámetro de interpretación y referente de desarrollo y validez para las normas y las leyes en su implementación y desarrollo”.

La amenaza paramilitar El acuerdo incluye una promesa de tan extensa redacción como dudoso cumplimiento: “El Gobierno garantizará la implementación de las medidas necesarias para intensificar con efectividad y de forma integral las acciones

contra las organizaciones criminales responsables de homicidios y masacres o que atentan contra los defensores de los derechos humanos, los movimientos sociales y las organizaciones políticas, incluyendo las organizaciones criminales que hayan sido denominadas como sucesoras del paramilitarismo y sus redes de apoyo y la persecución de las conductas criminales que amenacen la implementación de los acuerdos y la construcción de la paz”. Había paramilitares antes de la fundación de las FARC y los habrá después de que la guerrilla entregue sus armas a la ONU. No es cierto que los paras fueron la respuesta a la actuación de las FARC. La insurgencia se organiza en 1966, cuatro años después de que el presidente Kennedy enviara una misión militar para aplicar en Colombia, mediante un protocolo secreto muy bien recibido por el Gobierno y el Ejército, su política contrainsurgente, que recomendaba utilizar a los paramilitares para la eliminación del enemigo interno según la Doctrina de la Seguridad Nacional en la Guerra Fría. Siempre vinculados con las Fuerzas Armadas, los paramilitares fueron patrocinados por los terratenientes y los ganaderos y reclutados por el narcotráfico. Abogados de los narcoparamilitares han reconocido que el sector más rancio de la cúpula militar les está pidiendo que se mantengan en capacidad de actuar para asesinar a los comandantes desmovilizados de las FARC. Lo confirma Enrique Santiago, dirigente de Izquierda Unida y asesor jurídico de las FARC: “Un sector de los militares conspira con los paras contra el acuerdo de paz. Sin el compromiso de EE UU en el desmantelamiento de estos grupos criminales, será imposible acabar con ellos y conseguir las necesarias garantías de seguridad”.


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DHEISHEH: MANTENER VIVA LA MEMORIA DEL 48 Los campos de refugiados palestinos en el Estado de Israel resisten a los ataques del Ejército y los castigos colectivos. Izaskun Sánchez Aroca Dheisheh (Palestina) La Basílica de la Natividad, en Belén, donde dice el cristianismo que nació Jesús de Nazaret, es una de las paradas ineludibles de las hordas turísticas que viajan cada año a tierra santa en paquetes cerrados que incluyen madrugones, subidas y bajadas de

autobuses con el aire acondicionado a todo trapo, largos periplos culturales aderezados con hummus, zumos naturales y compras varias de supuesta artesanía local en muchos casos made in China. Todo en un marco incomparable, eso sí. Rara vez el turista verá en lo que se intenta camuflar como barrera de sonido de la autopista un muro ilegal construido por Is-

rael que se anexiona un 20% de Cisjordania y divide familias, ciudades y pueblos, o un puesto de control militar (check point) israelí como elementos centrales de la ocupación de Palestina. Es probable que el turista tampoco vea o quiera ver que a tan sólo tres kilómetros del supuesto Portal de Belén se ubican varios campos de población refugiada de Palestina. En este caso habla-

mos de Dheisheh, pero lo cierto es que podríamos hablar de cualquiera de los 27 que hay entre Gaza y Cisjordania que reciben servicios de Naciones Unidas. En sus inicios, en 1949, Dheisheh estaba formado por un conjunto de tiendas de campaña que acogían a unas 3.000 personas de 45 pueblos diferentes expulsadas de sus casas con la creación del Estado de Israel en 1948. Más de medio siglo después, la población del campo se ha multiplicado por cinco, llegando a los 15.000 habitantes, que continúan viviendo prácticamente en el mismo espacio que en 1949. Eso sí, en vez de tiendas de campaña, ahora viven en una amalgama de viviendas de hormigón, hacinadas, sin apenas intimidad y muchas de ellas inacabadas, que van de las dos a las tres plantas. Más que calles, lo que hay son pequeños callejones entre las casas con graves problemas de saneamiento donde ponen un poco de color y memoria las pintadas, dibujos o fotos de mártires, los asesinados por Israel. La llave, el símbolo del retorno de la población refugiada, está

presente casi en cada esquina. Entre los callejones surgen pequeños comercios locales y alguna arteria principal que atraviesa parte del campo. Resulta imposible encontrar un espacio público en el que sentarse, tomar la fresca o echarse unas carreras en el caso de los más pequeños.

Comunidad Dheisheh, como muchos otros campos, está formado por una comunidad muy fuerte, que se apoya y se ayuda en el día a día. No en vano ha sido muy castigado durante las intifadas. Fue cercado, tuvo toque de queda y a día de hoy casi todas las semanas hay incursiones de militares israelíes que registran las casas, detienen y se llevan a gente para interrogarla. Dunia Ali Muslih es una de ellas. Tiene 19 años y en el momento de esta entrevista apenas lleva cinco días fuera de la cárcel. Ha cumplido una condena de 10 meses. Salió el pasado 24 de agosto. Está cansada y tiene ojeras, pero a pesar de todo no puede evitar sonreír por volver a estar en casa. “No


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DUNIA. En el campo de Dheisheh tras diez meses presa. / IZASKUN S. AROCA

Palestinos torturados en cárceles israelíes Según los informes publicados por ONG en los últimos años, la tortura a presos palestinos se aplica de manera sistemática en cárceles israelíes. La organización B’Tselem detectó 105 métodos de tortura en su informe de 2014, mientras que la ONU ha enumerado unos 200 métodos diferentes. Según los últimos datos, 71 de los más de 200 palestinos muertos en prisiones israelíes desde 1967 murieron como consecuencia de las torturas.

MAYÚ

AS ES O R Í A

COOP.

duermo bien y me está costando coger el ritmo. Sólo quiero volver a mi vida cotidiana, ir a la universidad, ver a mis amigas, estar con mi familia”, explica. Cuenta cómo todo comenzó con una llamada del Ejército israelí a sus padres. “Vamos a detener a su hija porque es una maleducada y aquí la vamos a educar”. Dunia Ali Muslih, como cualquier otro día, volvía a casa después de clase. Hacía unos meses

había empezado a estudiar contabilidad: “Me encantan las matemáticas”, confiesa. “Devolví la llamada y efectivamente me contestó el comandante de la zona para decirme que si no quería que me detuvieran delante de mis padres me presentara en el puesto de mando”, dice. Ali Muslih nunca se presentó, y 20 días después el Ejército israelí irrumpió en su casa a las tres de la mañana para arrestarla. Un capitán se identificó y le dijo que era a él a quien le había colgado el teléfono. “Si quieres arrestarme, hazlo ahora, no hace falta que hagas tanto teatro”, le dijo ella. Dunia pasó maniatada por siete centros diferentes sin saber de qué se la acusaba, para terminar siendo interrogada en Moscobiya, un edificio en pleno corazón de Jerusalén, en lo que llaman el Russian Compound, rodeado de bares y terrazas. La acusaron de recaudar fondos para el Frente Popular para la Liberación de Palestina y de estar planificando un ataque a Israel. “Nunca reconocí los cargos y en el juicio me sentenciaron por las declaraciones de un supuesto tes-

J U R Í D I CA

C O N TA B I L I DA D , F I S CA L Y L A B O R A L 662 440 854 contacto@mayucooperativa.org mayucooperativa.org Duque de Fernán Núñez, 2-1º | 28015 Duque 28015 Madrid

tigo”. La primera vez que consiguió ver a un abogado ya llevaba un mes en la cárcel. En la corte militar en la que fue juzgada pidieron dos años de cárcel, pero finalmente el abogado consiguió negociar diez meses. Dunia Ali Muslih es una de las 10.000 palestinas que han pasado por una cárcel israelí desde 1967, una cifra que se eleva hasta 800.000 personas si incluimos a los hombres y a los menores. Esto es el 20% de la pobación palestina. Actualmente hay unos 7.000 prisioneros y prisioneras políticas, 70 son mujeres y 414 menores, y 715 se encuentran bajo detención administrativa, es decir, sin que se hayan presentado cargos contra ellos y sin haber sido juzgados.

Estrategia de ocupación Desde distintas organizaciones, como Addameer, se coincide al señalar la política de detenciones y encarcelamientos como una estrategia más de la ocupación israelí que criminaliza especialmente a jóvenes, activistas, periodistas, políticos y organizaciones de la sociedad civil.

Dunia Ali Muslih es una de los 800.000 palestinos que han pasado por una cárcel israelí desde 1967

Los campos de refugiados están de manera continuada en el punto de mira del Gobierno israelí “El efecto es muy negativo, se siembra el pánico continuo porque no es la detención, sino el hecho de llegar por la noche, de asustar a la familia –afirma Ali Muslih–. Algo que, sin embargo, no logra detener el movimiento de la gente, por eso recurren a métodos más extremos”. En uno de los últimos ataques israelíes, el capitán de la zona declaró públicamente que la política de detención de

jóvenes iba a terminar: “Sólo los vamos a inmovilizar, les dispararemos a la pierna izquierda para que ya no puedan moverse”. La amenaza se ha consumado y, efectivamente, un breve paseo por el campo permite ver a varios chavales con muletas, entre ellos el tío de Dunia, Mahmoud Add Alazez, de 23 años, que un mes después de haber salido de la cárcel tras una condena de año y medio recibió un disparo en la pierna. Cuando le preguntas a Dunia por qué los campos de refugiados están de manera continuada en el punto de mira del Gobierno israelí, su respuesta es muy clara: “Es uno de los sitios donde se mantiene vivo el origen de la causa, la memoria del 48. En un lugar como Dheisheh se cría a los niños y niñas, generación tras generación, recordándoles su lugar de origen, ayundándoles a mantener sus raíces, esperando poder regresar a sus tierras. Yo misma, a pesar de haber nacido y de haberme criado en Dheisheh, mantengo esta identidad fuerte de refugiada. Este campo no es mi lugar de origen”.


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SE ACABÓ EL RECREO Los dos años de asalto institucional han producido frutos raquíticos Juantxo Estebaranz (historiador)

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ace ahora dos años denominamos desde estas mismas páginas como “mantra instituyente”, a la repetida reflexión de algunos –pocos, pero bien posicionados–, de un necesario desplazamiento hacia el campo de la política formal del renovado tejido militante que había surgido con la década. Beneficiado por los sorprendentes buenos resultados –para una opción como el neonato Podemos– de los comicios europeos de 2014, la proximidad del ciclo electoral que renovaba cargos en municipios y Cortes Generales en poco más de un año –ciclo salpimentado con diversas convocatorias autonómicas–, se generó un clima que favoreció el que una considerable parte de dicho tejido militante comulgara con la hipótesis. Y se embarcara en la construcción del partido o pusiera en marcha las más variadas confluencias con vistas a objetivos locales o autonómicos. Pero también es cierto que la paulatina desaparición de los repertorios ofensivos que se habían puesto en marcha en la cresta de las protestas había comenzado a ser una realidad durante la segunda mitad de 2013. Y que la tensión militante en conexión con el malestar social, que había conseguido mantener un tono ascendente durante dos años, declinaba en curiosa coincidencia con la mayor audiencia a los que apremiaban hacia la participación institucional. Así, pareció más fácil mudar hacia la esfera formal de la política, presentada como una superación de la fase movimentista, que analizar los propios errores y cansancios de aquellos años de cara a mante-

ner la iniciativa. Es por todo ello que desde este mismo medio calificamos el acuñado “asalto a las instituciones”, como la “escenificación de una derrota”. La contraofensiva del Régimen se materializó con el recambio monárquico de junio de 2014, desplazando la desgastada figura de Juan Carlos por la de su hijo varón Felipe. Ésta sería a partir de entonces la cara pública que regiría el inmediato guirigay electoral de 2015, que comenzaba con las autonómicas andaluzas en marzo, municipales y autonómicas de

El bloque habitual de izquierda no ha ampliado su base: se la ha repartido entre tradicional y renovada

Las carencias sociales continúan y las políticas que surjan del nuevo parlamento repetirán recetas mayo, catalanas de septiembre, para acabar con las generales de diciembre. Si lo de 2014 podría caricaturizarse como la atracción fatal de la ‘erótica –de la agenda– del poder’, lo de 2015 fue simplemente dejarse llevar por las exigencias de un calendario omnímodo. Los resultados de la voluminosa cartera de convocatorias fueron variados: los triunfos de las candidaturas populares en algunas grandes urbes tuvieron mucho que ver con las alianzas loca-

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TRIBUNA les y las culturas movilizatorias de las mismas. Los resultados autonómicos mostraban minorías de porcentaje distinto en cada territorio, con una cierta capacidad de descabalgar a la derecha popular en algunas autonomías al alimón con fuerzas políticas tradicionales. El colofón del ciclo lo pusieron las generales de finales de año, en el que el conglomerado Podemos consiguió cinco millones de sufragios.

La tozuda realidad Visto así, la repetición de las elecciones de junio de 2016 podía llevar a poner a la izquierda renovada en una posición de ventaja para liderar el cambio como ya había ocurrido en algunas autonomías. Las cuentas estaban hechas: con una participación de 25 millones de votantes, los tradicionales 11 millones que habían sumado los socialistas en los años ZP, más uno de los incondicionales de Izquierda Unida, daban la mayoría relativa para el cambio de gobierno. Con cifras casi parejas con los socialistas en diciembre de 2015, estos con 5,5 millones de votos, la coalición con los de IU daban ya la posición de supremacía dentro del cómputo clásico de una izquierda con 12 millones. Pero la tozuda realidad estrellaba el cálculo: un millón de votantes más se abstuvieron, los socialistas apenas si perdieron sobre su resultados de las generales –5,4 millones de votos– y la izquierda renovada coaligada quedó en cinco. El sistema territorial y proporcional de la ley electoral daba de nuevo la mayoría parlamentaria a la derecha tradicional y renovada, que repetía al alza sus 11 millones de votantes. Y no hay más que recordar el comportamiento de la abstención en las generales españolas para constatar que dentro de ese colectivo heterogéneo –unos diez millones–, alrededor de cuatro se movilizan en contadas ocasiones, siempre y cuando crean que su voto es en esa convocatoria decisivo. Y que la izquierda cuenta con el favor de tres de estos. La repetición electoral del 26J no fue el caso. Ésta es la respuesta a la pregunta del millón. Si el ciclo electoral se resume entonces en términos de mayorías relativas al uso, si el bloque habitual de izquierda no ha ampliado su base, sino que se la ha repartido entre tradicional y renovada, lo que habrá que cuestionarse es si el pretendido ‘asalto’ y su ampulosa retórica responden a algo más que a las ambiciones de

núcleos leninistas que tan sólo han conseguido imponer su hegemonía en los ámbitos militantes surgidos con la década. Porque las carencias sociales continúan y las políticas que surjan del nuevo parlamento repetirán recetas en un entorno en el que el desmembramiento de la UE y los nuevos picos de crisis que se avecinan –previsible alza de los precios del crudo, nuevas crisis bancarias europeas, ralentización de economías emergentes...– ratifican negros horizontes. Y las herramientas movilizatorias para hacerlos frente ya han sido ensayadas. Es preciso entonces comenzar con el análisis aparcado en 2014, comprendiendo cuáles fueron los aciertos y los errores que facilitaron abandonar las calles para diluirse en el espejismo de la política formal. Comprender los cansancios propios de la tensión militante continuada y de los al-

La contraofensiva del Régimen se materializó con el recambio monárquico de junio de 2014 tos costes represivos que conlleva, por ejemplo. Pero también relativizar las posturas defensivas que consiguieron llevar el ámbito del discurso cada vez más hacia los intereses de las clases medias pauperizadas por la crisis y a las ambiciones incumplidas por el crack de los segmentos de edad media, universitarios y urbanos. Abrazar, por contra, un horizonte largo de luchas en el marco de un estancamiento a la baja del capitalismo europeo, enarbolando un fuerte discurso ajeno al crecimiento económico, pero rico en alternativas de base y cercanía. Volver a crear espacios en conflicto que pongan en marcha iniciativas prácticas y nutricias en el marco de una superación de las formas capitalistas que demuestren la existencia de otro tipo de relaciones, capaces de recaudar la complicidad social. Y en este marco, empujar de nuevo iniciativas ofensivas, pero siempre amparadas en un ambiente social de descontento próximo que anule un suicida activismo. Y si la izquierda renovada continuara, que utilice el aparato institucional para limitar la represión o sancionar los espacios de conquista. Vuelta a las tareas; se acabó el recreo.

EN UN RECIENTE ENCUENTRO de reflexión activista en centro peninsular, y que ve en los nacionalismos pelas vegas del Guadiana, el profesor Julio Martínez riféricos un enemigo incluso de clase. Del alma feaconsejaba que, para entender la actual coyuntura deral y libertaria emana otra lectura, a mi juicio más política, lo mejor era apagar la tele e ignorar la pren- útil, solidaria y amable: en el laberinto español los sa. Y en su lugar estudiar la historia del siglo XIX nacionalismos periféricos han sido históricamente español, es decir la historia de la incompleta revolu- aliados objetivos de los movimientos democratización liberal y la construcción anómala del Estado dores tanto en la I como en la II República…, y hoy moderno. En aquella conflictiva etapa ya podemos también deberían volver a ser aliados en la “larga rastrear los antagonismos colectivos y conflictos marcha” del proceso de transformación del Estado que a la postre han impedido la renovación y rege- y de regeneración democráticas. La falta de ‘saber neración de las élites y la formación de un gobierno hacer’ democrático –que también alcanza a la izque gestione la actual crisis multidimenquierda y los actores de la nueva polítisional y sistémica. Hay dos ejes de ca– y la hegemonía del discurso esreflexión que pueden sernos tatalista y centralista en detrifértiles para diagnosticar mento de relatos más nuestro presente: este país federalistas y posnacionacarece de cultura y tradiles –que ídem–, explican ciones democráticas en parte el actual atasporque, de hecho, sóco y retroceso en el lo ha conocido dos ciclo de cambio políbreves experiencias tico que pareció de eclosión y ruptuabrirse en 2011. ra democráticas, la Es lógico que se I y II República, y viva el actual moambas acabaron mento con desániviolentamente. El mo y cansancio. resto de los últimos Hay que reconocer dos siglos de histoque las élites han loFERNANDO LLORENTE ria este país ha vivigrado una efectiva do bajo regímenes despolitización de Politólogo y agroactivista que, aun invocando nomasas por la vía de la minalmente el derecho y inflación del espectáculo la democracia, ni siquiera de la política representatieran democracias represenva. Pero si esta decepción actativas formales sino formas de tual sirve para disipar la ilusión gobierno despótico y corrupto de de que sólo se puede cambiar el orunas élites con demasiados elementos ideden de las cosas por la sola vía institucioológicos y sociológicos del Antiguo Régimen. El Ré- nal, y sirve también para superar la tentación caudigimen del 78 en ese sentido se inscribe en esta tradi- llista y populista tan frecuente en nuestra tradición ción de “democracias otorgadas”, un régimen bor- política, entonces será un retroceso útil. Un aprenbónico. dizaje precioso para volver a la más fértil raíz demoLa otra línea de reflexión a explorar es que todos crática, plurinacional, libertaria, comunitaria y aholos intentos de recomponer las hegemonías y posi- ra también feminista y ecologista. Tenemos, pues, bilitar gobiernos estatales de sólida mayoría parla- motivos para la desilusión, pero la cuestión es cómo mentaria chocan con la cuestión territorial que tam- a partir de lo mucho conseguido en esta derrota –el bién heredamos. Esto nos remite a la pugna entre municipalismo, las redes tejidas tras el 15M, los arlas dos almas del movimiento democratizador y de tefactos políticos que han puesto en tantas dificultala izquierda peninsular: la jacobina y la federal, la des al bipartidismo– trabajamos la esperanza de autoritaria y la libertaria. Del alma jacobina bebe que este momento se leerá en el futuro como el punese ‘populismo nacionalista español’ que cala hon- to en que volvimos a reconectarnos con la onda lardo incluso entre los votantes de izquierda del sur y ga de las luchas históricas por la emancipación.

De la desilusión a la esperanza

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ENTREVISTA

ANGELA DAVIS ACTIVISTA Y ESCRITORA

“Raza, género y clase son elementos entrelazados” Hablamos con la histórica activista e investigadora sobre feminismo, racismo y sistema penitenciario

ANGELA DAVIS. Nacida en 1944 en Birmingham (Alabama), ha publicado este año el ensayo ‘Democracia de la abolición’. / EDITORIAL TROTTA Maria Colera Intxausti Barcelona Angela Davis es filósofa y profesora de Historia de la Conciencia en la Universidad de California. También es una histórica dirigente del Partido Comunista de EE UU, ex miembro de las Panteras Negras e investigadora especializada en feminismo, marxismo, abolicionismo del sistema penitenciario, teoría crítica y estudios afroamericanos. Hablamos con ella.

Abogas por la justicia restaurativa en lugar de la punitiva. ¿Qué forma tendría una justicia restauradora destinada a reparar el ‘pecado original’ de explotación y acumulación que se encuentra en el origen de las desigualdades de redistribución de nuestras sociedades? De hecho, prefiero el término ‘justicia transformadora’, ya que no presupone la existencia de un estado ideal que sea necesario restaurar. Me gustaría destacar la importancia de la memoria his-

tórica, especialmente en cuanto a la necesidad que hay hoy de un análisis explícitamente anticapitalista. La llamada “acumulación originaria” es uno de los capítulos más importantes de El capital, precisamente porque desenmascara la expropiación, injusticia y violencia que marcaron el inicio del capitalismo y que, aunque pudiera parecer que ya no es así, siguen en el centro del proceso capitalista. A finales del siglo XX, el complejo penitenciario industrial comienza a mostrar el

grado en que las sociedades capitalistas continúan basándose en ideologías racistas y coloniales a la hora de fabricar tecnologías de violencia, reflejo, a su vez, de la violencia histórica ligada a la esclavitud y a la colonización. ¿Qué opinas del uso disuasorio y disciplinandor de la violencia feminista como mecanismo dirigido a defendernos a nosotras mismas? ¿Qué es la autodefensa feminista para ti? Siempre he tenido un cuidado es-

pecial en la manera en que utilizo el término ‘violencia’. Como estudiosa de la teoría crítica, siempre me recuerdo a mí misma que las herramientas conceptuales que decido utilizar podrían estar haciendo un trabajo que, en realidad, contraviene lo que pretendo expresar. Así pues, trato de no equiparar ‘autodefensa’ y ‘violencia contra el agresor’. Mi apuesta por la formación en autodefensa se inserta en un contexto más amplio, basado en un análisis que vincula la violen-


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Feminismo y lucha de clases

cia misógina con los sistemas de dominación de raza, género y clase, dentro de una estrategia que pretende purgar nuestras sociedades de toda forma de explotación y violencia. En Mujeres, raza y clase (Akal, 2004) desmontas el mito del violador negro y explicas que “fue una invención claramente política”, propaganda construida con el fin de consolidar y justificar los linchamientos, como método de “contrainsurgencia” destinado a evitar que los negros alcanzaran sus derechos. El pasado fin de año asistimos al despliegue de este mismo mito en Colonia, en los cuerpos de hombres “de apariencia árabe o norteafricana”. ¿Cómo interpretas esta utilización de los derechos de las mujeres para otras cruzadas? En su libro Arrested Justice: Black Women, Violence, and America’s Prison Nation, Beth Richie expone los peligros de confiar en tecnologías de criminalización como supuestas soluciones a los problemas de la violencia de género. Su argumento es que el movimiento antiviolencia predominante en EE UU dio un giro peligrosamente equivocado cuando comenzó a apoyar la represión policial y el encarcelamiento como principales estrategias destinadas a proteger a las ‘mujeres’ de la violencia masculina. Era fácilmente previsible que quienes más estarían en el punto de mira de estas iniciativas destinadas a garantizar la seguridad de las ‘mujeres’ serían los hombres de comunidades ya sometidas a una hipervigilancia de la policía y que ya contribuían de manera desproporcionada al incremento de la población penitenciaria. Resulta que el uso generalizado de la categoría ‘mujer’ escondía una racialización clandestina operativa dentro de esta categoría, según la cual ‘mujeres’ en realidad significaba ‘mujeres blancas’ o, aún más concretamente, ‘mujeres blancas acomodadas’. El caso de Colonia y el discurso sobre el violador árabe, que pretende consolidar aún más las representaciones colonialistas de los hombres árabes como agresores sexuales, nos recuerdan la importancia de las teorías y prácticas feministas que cuestionan la instrumentalización racista de los derechos de las mujeres y enfati-

Eldiscurso sobreelviolador árabe nos recuerda la importancia de cuestionar la instrumentalización racista de los derechos de las mujeres

zan la interseccionalidad de las luchas por la justicia social. En las últimas décadas, hemos experimentado lo que Nancy Fraser define como “desacoplamiento de las llamadas ‘políticas identitarias’ de las políticas de clase”, en lo que se ha convertido en una lucha por el reconocimiento en lugar de por la redistribución, con un desplazamiento del sujeto colectivo hacia uno individual(ista). Tú, en cambio, siempre has defendido las “comunidades de lucha”, al considerar que “las comunidades son siempre proyectos políticos”. ¿Qué opinas de las políticas identitarias y cuáles son, en tu opinión, las luchas y los proyectos

políticos que deberían situarse en el centro en la actual era de hegemonía neoliberal? Lo que encuentro más problemático de las políticas identitarias es la manera en que las identidades muy a menudo se naturalizan y no son consideradas como un producto de la lucha política, de modo que no se sitúan en relación con las luchas de clase y antirracistas. Recientemente, el movimiento trans, por ejemplo, se ha convertido en un importante territorio donde luchar por la justicia. Con todo, hay una diferencia fundamental entre las representaciones dominantes de las cuestiones trans, que habitualmente hacen hincapié en la identidad individual, y los movimientos trans interseccionales, que consideran que tanto la raza como la clase son elementos fundamentales en las luchas de las personas trans. En vez de centrarse en el derecho de la persona a “ser” él mismo, ella misma, o ell@ mism@, estos movimientos trans afrontan la violencia estructural –en manos de la policía, la prisión, el sistema sanitario, el ámbito laboral, etc.– que las mujeres trans de color tienen más probabilidades de experimentar que ningún otro grupo de la sociedad. En otras palabras, luchan por unas transformaciones radicales de nuestras sociedades en contraposición a la asimilación en un estado de cosas determinado e inamovible. ¿Cómo entiendes la interseccionalidad y en qué términos resulta productiva hoy en día? El concepto de interseccionalidad, tal como yo la entiendo, tiene una genealogía muy interesante que se remonta al menos al período de finales de los años 60 y principios de los 70. Como ahora no puedo entrar en gran detalle, me limitaré a mencionar alguno de los elementos fundamentales que me gustaría destacar: la creación de la organización Alianza de Mujeres Negras, como respuesta a la voluntad de plantear un debate sobre cuestiones de género dentro del Comité de Coordinación Estudiantil No Violento (SNCC), principal organización juvenil del Movimiento por la Libertad del Sur. La Alianza planteaba que no era posible entender el racismo en toda su complejidad sin incorporar un análisis del sexismo y, para

La recesión y la crisis de los refugiados manifiestan el impacto que sigue teniendo la historia de esclavitud y colonialismo en Europa

sustentar esta tesis, en 1970 Fran Beale escribió un artículo que tuvo gran difusión, titulado Double Jeopardy: To Be Black and Female [Riesgo doble: ser negra y mujer]. Poco después de la publicación del artículo, de resultas del hecho de tener conocimiento de luchas como las de las mujeres puertorriqueñas contra la esterilización forzosa, la Alianza de Mujeres Negras se convirtió en Alianza de Mujeres del Tercer Mundo y publicó un periódico titulado Triple Jeopardy, en referencia al racismo, el sexismo y el imperialismo. Aquello implicaba una militancia sobre el terreno que abordaba de manera simultánea el racismo, la misoginia y la guerra imperialista. Es con el espíritu de

aquellos esfuerzos intelectuales orgánicos de comprender las categorías de raza, género y clase como elementos conectados, entrelazados y entrecruzados que entiendo actualmente los conceptos feministas de interseccionalidad. En relación con el panorama político estadounidense, has destacado “el reto de complicar el discurso” en vista de que “la simplificación de la retórica política facilita la adopción de posturas extremistas”. En los últimos años, en Europa hemos sido testigos de la aparición de la autodenominada ‘nueva política’, que se opone a ‘los de arriba’ con miras a provocar una revolución democrática. ¿Qué significa para ti la democracia en esta era del populismo despolitizador y de los significantes vacíos? En EE UU asistimos totalmente estupefactos a la creciente influencia de Donald Trump, el cual se está aprovechando de la atracción que importantes sectores de las comunidades de clase trabajadora blanca sienten por este tipo de retórica política simplista, extremista y de tendencia fascista. Esto también ocurre con la peligrosa atracción hacia personajes y partidos de extrema derecha que está habiendo en Austria, Francia, Polonia y otros lugares de Europa, donde la combinación de recesión económica y crisis masiva de los refugiados –la cual pone de manifiesto el impacto que la historia de esclavitud y colonialismo de Europa sigue teniendo– ha hecho prosperar el populismo de extrema derecha alrededor del racismo antinegros y antiinmigrantes, y ha reactivado la islamofobia con espectáculos que traen a la memoria racismos del pasado. No será posible hacer frente al populismo de extrema derecha y generar un diálogo sobre futuros democráticos –enfoques sustantivos y transformadores que desplacen el foco político de la representación neoliberal del individuo hacia las necesidades y aspiraciones de las comunidades– si no somos capaces de construir movimientos potentes contra el racismo y la xenofobia en el mundo. Como fuiste alumna de Marcuse, me gustaría hacerte una pre-

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ENTREVISTA

DE NIÑOS

EN PELIGRO PELIGROSOS A NIÑOS

“Lo que el reino del capitalismo ha sofocado completamente es nuestra capacidad colectiva de imaginar una vida que no esté repleta de mercancías”

Un informe de Harraga muestra la desprotección y la criminalización de los menores no acompañados en Melilla. Ter García Redacción

COMPROMISO. Angela Davis estuvo relacionada con los Panteras Negras y militó desde los 60 en el Partido Comunista de los Estados Unidos. //

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gunta que él ya planteó en Un ensayo sobre la liberación: “¿Cómo puede [el individuo] satisfacer sus necesidades sin reproducir, a través de sus aspiraciones y satisfacciones, su dependencia de un aparato explotador que, al satisfacer sus necesidades, perpetúa su servidumbre?”. En otras palabras, ¿cómo podemos liberarnos de la mercantilización de nuestros sentimientos? A estas alturas, no estoy segura de si es posible eludir completamente las consecuencias del deseo mercantilizado, ya que es esa la naturaleza del deseo contemporáneo; el capitalismo ha invadido hasta tal punto nues-

tras vidas interiores que nos resulta extremadamente difícil separar capitalismo y deseo. Sin embargo, creo que sigo la tradición filosófica de Marcuse cuando afirmo que deberíamos tratar de desarrollar una conciencia crítica sobre las maneras en que, en parte, estamos implicados en la propia reproducción del capitalismo a través de la mercantilización de nuestros sentimientos. Es a través de este tipo de reflexiones negativas que podemos empezar a vislumbrar posibilidades de liberación. Durante tu visita al País Vasco hablamos de la importancia del arte y la literatura como esferas donde expandir los límites de lo inteligible, derribar el monopolio de la realidad y ensayar nues-

tras nociones políticas. ¿Cómo se concreta todo esto? Especialmente ahora que la posibilidad de liberación parece ser descartada por las mismas luchas políticas que pretenden mostrarnos vías hacia futuros mejores, podemos aprovechar lo que Marcuse llama “dimensión estética” y Robin Kelley, “sueños de libertad” o “imaginación radical”. Lo que el reino del capitalismo ha sofocado completamente es nuestra capacidad colectiva de imaginar una vida que no esté repleta de mercancías. Es por esta razón que necesitamos el arte, la literatura, la música y otras prácticas culturales, para educar nuestra imaginación de manera que consiga liberarse de las restricciones impuestas por la privatización.

El 25 de mayo de 2015, Oussama murió al caer por uno de los acantilados que da acceso al puerto. Acababa de cumplir la mayoría de edad y, a pesar de haber estado tutelado por la Ciudad Autónoma de Melilla, no tenía permiso de residencia. Seis meses más tarde, Monssif, del que no se había concretado su edad, murió también, esta vez de hipotermia al intentar cruzar a nado el medio kilómetro de distancia para alcanzar el barco en el que pretendía llegar a la península. La última muerte de un menor no acompañado en Melilla fue la de Hamza, de 15 años, en marzo de este año, también de hipotermia al intentar llegar al barco. Hasta entonces Hamza estaba en régimen de acogida en el centro de menores Fuerte Purísima. Un niño más murió también, pero al intentar llegar a nado desde Nador hasta Melilla. “En ninguna de las muertes, la Ciudad Autónoma de Melilla tomó responsabilidades y se encargó de la repatriación de los cuerpos a sus ciudades de origen”, señalan desde la asociación Harraga. Estas cuatro muertes son la cara más dramática de la marginación a la que se ven abocados cientos de niños y niñas que llegan al territorio español por la frontera sur. La exclusión del sistema educativo, la extinción de los permisos de residencia a la mayoría de edad, la violencia y malas condiciones generales del centro de acogida son algunos de los problemas que enfrentan los menores extranjeros no acompañados (MENA) que llegan a Melilla, según se desprende del informe De niños en peligro a niños peligrosos, elaborado por la asociación Ha-

rraga, constituida en enero de este año y surgida de la ONG Prodein. Esta asociación, cuyo nombre viene del dariya (árabe magrebí) y significa “el que quema fronteras en busca de una vida mejor”, trabaja actualmente con 83 menores que viven en las calles de Melilla, la mayoría de ellos procedentes de Fez. “Los niños con los que trabajamos se autodenominan como harraga”, explica Sara Olcina, miembro de esta asociación. El informe explica cómo la cultura migratoria en la que estos niños viven se hace latente en las canciones y palabras que emplean para hacer referencia a los distintos tipos de migración, como ‘risky’ –como denominan a intentar entrar en el barco sin que la policía les vea o les huelan los perros–, o ‘Ghorba’ –Europa–. Según explican desde Harraga, el fenómeno de la migración infantil se inicia en nuestro país a mediados de la década de los noventa y su presencia en los sistemas de protección de menores se generaliza en toda España hacia el año 2000. “En la actualidad, la llegada de MENA es constante, sobre todo a las

La mayor parte de los niños de las calles de Melilla duró menos de seis meses en el centro de menores comunidades de Canarias y Andalucía, así como a las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, habiendo experimentado un fuerte incremento en los últimos años”, señala el informe. Según los datos más recientes de la Dirección General de Policía recogidos por Harraga,


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MENORES. La situación en los centros es de maltrato y desprotección, lo que les conduce a fugarse e intentar cruzar a la peninsula. / SANTI PALACIOS

Desprotección frente a abusos sexuales

en 2013 se contaban 4.059 MENA, de los cuales 2.841 estaban en centros de menores y los otros 1.218 se habían fugado de estos centros. Sólo en Melilla, la Policía tenía censados en 2013 un total de 403 menores no acompañados, de los que 151 estaban viviendo en la calle. El estudio realizado por Harraga muestra que, de los 91 niños que viven en las calles de Melilla entrevistados, más de la mitad tienen entre 16 y 17 años y el 84% llevan viviendo en esta ciudad entre un mes y tres años. A pesar de ser menores de edad, ninguno de ellos tiene el permiso de residencia, tal como obliga la legislación. Casi todos ellos han pasado por el centro de menores Fuerte Purísima y el 25% entra y sale de este centro de forma continua. La mayor parte de los niños entrevistados han permanecido en el centro de menores menos de

seis meses, un 15% duró menos de una semana y sólo el 7% ha aguantado allí más de un año. “Pero ¿qué mueve a los niños a abandonar el sistema de protección de menores español?”. Ésa es la principal pregunta que intenta responder el informe presentado por Harraga.

“Esto no es un hotel’ Es una de las frases que más escuchan los menores que llegan a Fuerte Purísima, centro de menores de Melilla gestionado por Clece (Grupo ACS). En marzo de 2016, el centro acogía a 360 niños, más del doble de su capacidad. El 92% de los niños entrevistados afirman que la razón para fugarse del centro es la “violencia sistemática”, y el 75% concretan que es la violencia que ejercen sobre ellos los educadores el principal motivo para no permanecer allí. Preguntados so-

bre a qué tipo de violencia se refieren, todos los niños entrevistados denunciaron “golpes” y “palizas”. Las malas condiciones higiénicas del centro fueron la segunda razón más presente (el 36% de los niños entrevistados),

2,2%–, la medicación que les suministran para dormirlos. La estancia en el centro de menores tampoco garantiza a estos niños que puedan regularizar su situación administrativa. “Según los datos recogidos y las distintas experiencias vividas en primera persona, podemos afirmar que los niños son engañados entre trámites burocráticos y vacíos legales”, explica el informe. En la mayoría de los casos, los niños se ven obligados a abandonar el centro el mismo día que cumplen la mayoría de edad “sin ser informados absolutamente de nada”. A pesar de que la legislación obliga a que se certifique la estancia en España de los menores tomando la Guardia Civil sus huellas en un plazo de nueve meses, el estudio señala que muchos de ellos no han ‘huellado’ ninguna vez aun llevando en Melilla mucho más de nueve meses.

Todos contra los MENA

“Podemos afirmar que los niños son engañados entre trámites burocráticos y vacíos legales” sobre todo por las chinches en las camas. Otras razones para fugarse del centro de menores son las duchas de agua fría, la mala calidad de la comida, la superpoblación, la ropa en pésimas condiciones –sólo les facilitan una muda de verano y otra de invierno– y, en algunos casos –el

El informe de Harraga incluye también un estudio de opinión sobre la opinión de los vecinos de Melilla sobre el fenómeno MENA. Según este estudio, el 30% de los entrevistados afirmaban que los niños de la calle les daban pena y hasta el 70% que “no deberían estar en la calle porque roban, molestan, dan miedo y mala imagen a la ciudad”. En concreto, el 60% de los encuestados afirmaron sentir miedo cuando los ven y los relacionan con robos, agresiones, violaciones o apuñalamientos, a pesar de que el 90% de los encuestados también admitieron

“En todos esos meses de acompañamiento, hemos sido testigos de cómo los pedófilos se acercan a los niños, frecuentando en vehículos las zonas donde suelen estar, proponiendo cobijo y drogas en sus casas, en los parques de la ciudad aprovechando las idas y venidas de los niños en busca de sustento y alimento. Consideramos que hay una dejadez absoluta por parte de la Fiscalía para abordar este tema, puesto que es, por desgracia, una realidad muy común”, explica la asociación Harraga en el informe De niños en peligro a niños peligrosos. que nunca habían sufrido robos o agresiones por parte de niños extranjeros no acompañados. “Todos los días en las prensa local aparecen dos, tres o cuatro noticias sobre los MENA”, lamenta Olcina, quien señala que la criminalización de los menores ante la opinión pública no se corresponde con las cifras de criminalidad. Desde el Juzgado de Menores de Melilla, el magistrado Álvaro Salvador señala que el número de delitos cometidos por menores extranjeros no acompañados no llega al 10%. Sin embargo, según apunta el informe de Harraga, en el último año han sido 12 los menores no acompañados que fueron ingresados en el reformatorio Baluarte de Melilla. Siete de ellos fueron ingresados en régimen cautelar y posteriormente fueron puestos en libertad sin cargos tras pasar hasta seis meses de plazo máximo legal.


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SALUD

¿TODAS LOCAS O UN GRAN NEGOCIO? Las mujeres reciben mayor número de prescripciones de psicofármacos en las consultas médicas Carme Valls-Llobet (endocrinóloga) y Noemia Loio Marqués (médica)

as demandas y quejas de las mujeres en la asistencia sanitaria se han considerado en un 25% de los casos como psicosomáticas en primera consulta antes de realizar cualquier exploración, como ya constató B. Bernstein en 1991. En la evaluación de quejas semejantes, las demandas masculinas son consideradas más “serias” (dolor precordial, intento de suicidio, dolor lumbar). En primera consulta es mucho más probable que se administren psicofármacos a las mujeres que a los hombres. Por su parte, tomados en su conjunto, los trastornos mentales, neurológicos y por consumo de sustancias representan el 13% de la carga mundial de morbilidad, es decir, de la cantidad de personas que enfermaron durante el año. El diagnóstico de depresión representa el 4,3%, y se encuentra entre las principales causas mundiales de discapacidad, ya que representa el 11% del total mundial de años vividos con discapacidad, y se aplica sobre todo a las mujeres. Con los antecedentes citados no es difícil deducir quién está recibiendo mayor número de prescripciones de psicofármacos. Según el Informe Alegra 2013 en España, con una encuesta que analiza el consumo en los quince días anteriores a ser preguntados, la media nacional de consumo de ansiolíticos, relajantes, tranquili-

L

zantes o pastillas para dormir es de un 16,8% de la población y la media de consumo de antidepresivos de un 7%. Asturias y Galicia presentan el consumo más alto (Asturias con un 28,7% en sedantes y 13,9% en antidepresivos, Galicia con un 21,4% en sedantes y 10,6% en antidepresivos). En el caso de Galicia, 216.700 mujeres toman tranquilizantes frente a 108.200 hombres, y 128.400 mujeres toman antidepresivos frente a 22.500 hombres. A partir de 2003 los psicofármacos son los primeros fármacos que aumentan la factura farmacéutica en el Estado español, según datos del Ministerio de Sanidad. En Catalunya se calcula un gasto de más de 265 millones de euros anuales en psicofármacos, el 85% de los cuales son destinados a mujeres. Según Soledad Márquez y Ri-

En el caso de Galicia, 128.400 mujeres toman antidepresivos frente a 22.500 hombres card Meneu (Revista de Filosofía, enero 2007), la administración de psicofármacos entraría de lleno en uno de los conceptos de la medicalización: “Marginar cualquier otra forma alternativa de lidiar con las dolencias”. En primer lu-

gar porque no se valoran los factores psicosociales, la doble jornada, la discriminación y la devaluación patriarcal de las mujeres en la génesis de los problemas de salud mental, y se intentan tratar problemas relacionados con la cultura patriarcal con psicofármacos. Y en segundo lugar porque, tal como denuncia Marcia Angell en el The New York Review of Books de 2011, se diagnostican cada vez más problemas de enfermedad mental. La discapacidad por enfermedad mental creció, entre 1987 a 2007, de uno por cada 184 estadounidenses a uno por cada 76. Entre niños/as, el incremento fue de 35 veces más en estos 20 años debido al exceso de diagnóstico del Síndrome de Hiperactividad. Marcia Angell denuncia que a veces las bases fisiopatológicas por las que cree que actúa un fármaco se descubren después de la comercialización. La teoría de la alteración de neurotransmisores fue encontrada a posteriori del fármaco inhibidor de la recaptación de serotonina. Es decir, el fármaco se comercializa antes que la descripción de la anomalía. España es el país del mundo que receta más psicofármacos en atención primaria, destinados mayoritariamente a mujeres. El investigador Vicente Sánchez ha realizado una evaluación sobre la utilización de ansiolíticos e hipnóticos desde 2000 a 2011 en la Revista Española de Salud Pública de 2013, en el que concluye que en


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Sesgos de género

11 años el incremento del consumo de ansiolíticos ha sido del 37,34%. También el grupo de los hipnóticos sigue la misma tendencia con un incremento progresivo desde 2000 del 66,24%.

¿Son eficaces? En 2008, dos investigadores analizaron 35 ensayos clínicos, con el apoyo de la FDA (Asociación de la Alimentación y el Medicamento estadounidense), sobre los efectos de los antidepresivos versus los efectos del placebo en la depresión, usando los seis antidepresivos más prescritos entre 1987 y 1999. El número total de pacientes era de 5.133: 3.292 con medicación y 1.841 con placebo. Las conclusiones fueron muy sorprendentes: el efecto general de los antidepresivos fue el mismo que el del placebo. Además, los antidepresivos de nueva generación presentaron un efecto terapéutico inferior a los criterios recomendados para efectos clínicos significativos. Se vio que la “eficacia significativa” del efecto terapéutico de los antidepresivos sólo se alcanzaba en los ensayos con pacientes con depresión severa, pero se observó que este efecto se debía a la disminución de la respuesta al placebo, no al aumento de la respuesta a los antidepresivos. Las conclusiones sobre la escasa eficacia de los antidepresivos llevaron a la dirección de Salud Pública del Reino Unido a redireccionar los fondos públicos dedicados a la salud mental invirtiendo en apoyo psicológico y mejora de las condiciones socioculturales.

¿Diferencias por sexo?

SANCHO RUIZ

La ciencia de la medicina de la diferencia está avanzando desde los años 90, en los que denunciamos la ausencia de las mujeres en las cohortes de los trabajos de investigación y en el estudio de fármacos. Un excelente artículo de Begoña Calvo Hernández, publicado en la revista de Formación Médica Continuada en 2013, señala diferentes factores fisiológicos y moleculares existentes en función del sexo: mayor semivida de eliminación del fármaco (duración del efecto), acumulación del mismo a nivel de los tejidos y mayor incidencia de efectos adversos si no se realiza un ajuste de la dosis. Diversos estudios han demostra-

Las píldoras para dormir acortan la vida Éste es el título del libro que Daniel F. Kripke publicó en 2012. La prescripción de hipnóticos incrementa la mortalidad a partir de 18 píldoras al año. A mayor dosis, mayor incremento de problemas secundarios. El autor asocia el consumo de hipnóticos con un 35% de incremento en la incidencia de cáncer. Los ingresos en urgencias aumentaron en casi un 220% entre 2005 y 2010. En el caso de las mujeres el aumento fue mayor, 274% frente al 144% en hombres. En 2010, el 37% de las visitas a emergencias en EE UU se debió a este tipo de fármacos que deprimen el sistema nervioso central. En enero de 2013, la FDA obligó a los fabricantes a reducir la dosis a la mitad en el caso de las mujeres (y analizar la de los hombres) y advirtió del incremento de mortalidad entre mujeres que utilizan los opiáceos como tratamientos para el dolor. En España son usados especialmente entre mujeres a las que se les ha dicho que tienen fibromialgia.

do, además, que la actividad de la enzima hepática CYP3A4 es hasta un 40% mayor en mujeres que en hombres, siendo ésta responsable de la biotransformación de numerosos fármacos. Además, la proporción media de grasa corporal en el sexo femenino aumenta desde el 33% en jóvenes pospuberales hasta el 48% en la tercera edad, mientras en hombres la proporción es del 18% y 36%, respectivamente. El mayor contenido de grasa corporal en la mujer conlleva, en general, un mayor volumen de distribución de agentes liposolubles tales como la ciclosporina o el diazepam.

Además, tanto los medicamentos anticonceptivos como el embarazo producen una disminución de la 1 glicoproteína ácida en plasma. En consecuencia, la fracción libre de muchos fármacos (diazepam, clordiazepóxido, imipramina, etc.) es significativamente mayor en mujeres que en hombres. Ello se traduce en una mayor cantidad de fármaco disponible en mujeres para su distribución a los tejidos. Aunque no existe una opinión unánime en la literatura, parece ser que los antipsicóticos inducen mayor mejoría en mujeres que en hombres, pero también les provocan más efectos secundarios. Esto, en parte, es debido a que la mujer posee más receptores dopaminérgicos en el córtex que el hombre; por este motivo, las mujeres también son más sensibles a la cocaína y a diferentes psicoestimulantes y al diazepam, y son más dependientes a las benzodiazepinas. Aunque las evidencias disponibles indican que las mujeres deberían recibir dosis más bajas de antidepresivos en comparación con los hombres, las guías clínicas actuales no recomiendan ajustar la dosis en función del sexo, ya que se considera que las diferencias no son clínicamente significativas. La salud mental es uno de los principales problemas actuales de las sociedades occidentales, con fuertes estigmas sociales y sesgos sociosanitarios. Se necesita un abordaje amplio, específico y con visión diferencial de los diferentes condicionantes que influyen sobre ella. Medicalizarla sin investigar sus causas convierte en enfermas o enfermos a quien padece condicionantes exógenos. Estoy de acuerdo con Marcia Angell, que criticó en 2011 la responsabilidad de los DSM (manuales diagnósticos y estadísticos de los trastornos mentales) en convertir en discapacitadas y enfermas a casi la mitad de las personas de Estados Unidos. La FDA ha notificado que no se piensa adherir ni

Las guías médicas actuales no recomiendan ajustar la dosis en función del sexo utilizar el DSM V. Ni dos o tres veces más locas que los hombres, pero, eso sí, de tres a cinco veces más medicalizadas. * El artículo original ha sido publicado en la revista Mujeres y Salud.


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LITERATURA

Ladrillo, capitalismo y cocaína en la burbuja En ‘Crematorio’, el escritor Rafael Chirbes supo plasmar una narrativa de la mediocridad, el éxito y el fracaso de diferentes generaciones y sus modos de relacionarse entre ellas y con la burbuja inmobiliaria que ha arrasado el paisaje mediterráneo. Joan Miquel Gual Barcelona El gran historiador del Mediterráneo Ferdinand Braudel dejó escrito que los novelistas debían colorear con sus propias tintas la grisura del texto histórico. Es decir, resultaba necesario completar la información empírica sobre el pasado con otros registros más libres, complementarios con la tarea del historiador. Rafael Chirbes tomó en mano esta idea no solamente en Mediterráneos, libro de viajes encabezado con la cita del francés, sino también en Crematorio, sin duda la novela más paradigmática de la burbuja inmobiliaria española. Equiparable en crudeza al filme italiano de Mateo Garrone Gomorra, explica la singularidad de la camorra valenciana: la relación entre cocaína, construcción y capitalismo. Realismo descarnado y encarnado en las

coordenadas de la devastación paisajística de la burbuja y la historia de vencedores y vencidos que gravita a su alrededor.

Misent, cualquier pueblo A principios del siglo XX quienes dibujaban el paisaje mediterráneo eran los pintores y escritores románticos e impresionistas. En los inicios del siglo XXI lo hacen los constructores, grandes y pequeños, que tienen en las imágenes promocionales de cada nuevo complejo sus lienzos (también pintan mucho las cámaras fotográficas del “yo estuve aquí” vacacional del turismo de masas). El desmantelamiento del imaginario de Sorolla comenzó durante el franquismo, justo al final de la autarquía y el inicio del desarrollo inmobiliario. Ya sólo el recuerdo media en el tiempo entre los dos mediterráneos: aquel de los niños jugan-

do en las orillas, las barcas a vela de pescadores y los pueblos blancos, frente al actual de muros de hormigón y grúas alzándose hacia el cielo. Las comparaciones visuales entre pasado y presente han devenido un género informativo en

En el siglo XXI quienes dibujan el paisaje mediterráneo son los constructores, grandes y pequeños sí. Un terremoto ha devastado el paisaje hispano, pero en lugar de la mera destrucción ha ido arrasándolo todo, erigiendo infraestructuras y edificios a lo ancho y a lo alto del territorio. Destrucción creativa según los defensores del modelo político económico, que lo venden como un win-

win en el que nadie pierde. Destrucción a toda costa titulan en Greenpeace sus informes acerca de una insostenibilidad edificativa que, en lugares como La Manga del Mar Menor, ya empieza a ahogar los hoteles más cercanos al agua a causa del calentamiento global. Tres de los diez municipios más destruidos (Calp, Oliva y Oropesa) se encuentran en la costa valenciana. Cualquiera de ellos podría ser Misent, el pueblo imaginario en el que se ubica Crematorio. En una de las muchas discusiones que enfrentan a Rubén Bertomeu –padre de familia y arquitecto especulador– con su hija Silvia, ésta le espeta: “Lo que se construye por aquí es tan cutre. No han dejado ni una de esas viviendas que los arquitectos europeos venían a estudiar por su armonía y funcionalidad (sin ir más lejos Le Corbusier estudió esas viejas casas mediterráneas. Se lo trajo Sert

aquí al lado, a Ibiza, para que viera la casa ibicenca, el casament, un modelo canónico de arquitectura popular que también hubo aquí y del que no habéis dejado ni rastro)”. Hay dos maneras de describir el paisaje en Crematorio. La primera es emocional: las memorias de los personajes. La segunda se encuentra inscrita en el lenguaje mismo del texto, una narración sin pausas, sin ningún punto y aparte, construida precisamente con la intención de que la o el lector no pueda ni respirar. Una forma hipnótica de escritura que contiene una estética parecida a la de los escenarios del cine expresionista alemán. La densidad léxica nos acerca a la vivencia atormentada del autor al respecto de un lugar y las relaciones corruptas que ocurren en él: la realidad como algo que se experimenta desde la propia corporalidad, apelando a las emociones del mundo, a la pri-


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DEVASTACIÓN. Zona quemada en Javea en septiembre de 2015. Este año los incendios han sido aún mayores . / DAVID FERNÁNDEZ

macía de la expresión subjetiva por encima de la representación de objetividad. En este sentido, la ausencia de horizonte, o mejor dicho, la reconversión del horizonte en privilegio de unos pocos –como Rubén Bertomeu– forma parte de aquello que está en juego en la novela.

Vida privada de la nación A otro nivel, el paisaje también funciona como una metáfora de unas relaciones de familia que son, al mismo tiempo, metonimia de la nación. En un bando está Rubén Bertomeu, personaje que supone exactamente la antítesis de Benito González, interpretado excepcionalmente por Javier Bardem en Huevos de oro (dirigida por Bigas Luna en 1993). El primero encarna la viva imagen del éxito y la masculinidad, un self-made man orgulloso de su trabajo y que a los sesenta años va a tener un hijo con una ambi-

Una mirada desde el desencanto El 15 de agosto se cumplió un año del fallecimiento de Rafael Chirbes. El escritor valenciano comenzó firmando crítica literaria y gastronómica antes de abrir una obra novelística que nunca rehuyó hurgar en las costuras aparentemente suturadas y que destacó por su mirada. El retrato de la Transición en ‘La caída de Madrid’ o la lupa puesta sobre los estragos de la fiesta inmobiliaria de ‘En la orilla’, que recibió el Premio Nacional de Narrativa en 2014, son dos muestras incontestables.

ciosa mujer cuarenta años menor que él, Mónica, a quien muy probablemente ha conocido en un burdel. El segundo, en cambio, resulta castigado a causa de su deseo de ascensión social: desgraciado en el amor y en el oficio de construir rascacielos como fa-

La modificación del paisaje y las relaciones que se dan en él actúan como una síntesis de la sociedad española los, el tiempo lo acaba recolocando en su lugar de pobre del que no puede escapar. En el otro bando se encuentran Silvia (hija), Juan (marido de Silvia), Matías (hermano de Rubén) y Federico Brouard (antiguo amigo de Rubén). Todos ellos escriben artículos en prensa cuestionando la forma de desarrollo eco-

nómico que ha adquirido Misent. Brouard escribe también la novela La voluntad errática, cuyo protagonista todo el mundo reconoce que es Rubén. Todos ellos cuestionan en lo privado y en lo público al triunfador indiscutible, al portador del zeitgeist o espíritu del tiempo que convierte su proyecto empresarial en paisaje. La manera de protestar en su contra se acerca más a la neurosis que a la política: no rechazan el dinero y los regalos del paterfamilias. De hecho, Matías sufre en vida una clara humillación por parte de su hermano: después de resistir la venta de terrenos familiares durante años, se los ofrece a un precio muy caro que Rubén no acepta. Sin embargo, este último le enviará a los depredadores locales con el gusto de saber que regatearán el monto al máximo. Todo ello, perversamente, en tono de favor a la familia. De esta manera la modificación del paisaje y las relaciones que se dan en él actúan como una síntesis de la sociedad española, con una sociedad civil crítica muy débil y unas elites fuertes, a pesar de su condición minoritaria. Tal como dice el economista José Manuel Naredo, la democracia trajo consigo una refundación oligárquica de un poder “más neocaciquil que neoliberal”, consistente en el mandato ejercido triplemente por la nueva clase empresarial –a la que pertenece Rubén–, los gobiernos del bipartidismo y las entidades financieras. Es de la dimensión privada de esta refundación de lo que trata Crematorio.

No hay riqueza inocente ¿Qué subyace en el subsuelo de la riqueza? ¿es imposible desvin-

cular riqueza económica y crimen, tal y cómo expresó Balzac? Chirbes está convencido de que, al menos en la España posterior a la Guerra Civil, no existe riqueza inocente. El imperio de Rubén Bertomeu comienza con el tráfico de cocaína a gran escala. Es en la ilegalidad donde obtiene la suficiente acumulación de capital como para dedicarse a los negocios legítimos. En algún momento de la novela, justo en el marco del inicio de una obra, afloran los esqueletos de caballos enterrados con los que trajo cargamentos de droga que permitieron su ascenso. Crematorio fue publicada en 2007, antes del estallido y de los múltiples casos de corrupción que acecharían a la Comunidad Valenciana. A pesar de ello, Chirbes no es un visionario. Escribe más bien como anatomista, como cirujano que da parte de la realidad a partir de la observación del día a día. No predijo nada, simplemente supo plasmar una narrativa de

Chirbes no es un visionario. Escribe más bien como anatomista, como cirujano que da parte de la realidad la mediocridad, el éxito y el fracaso de diferentes generaciones y sus modos de relacionarse con la burbuja. De hecho, Crematorio narra el triunfo indiscutible de personas como Rubén Bertomeu. Habrá que esperar hasta En la orilla (2013), publicada ya en plena crisis y último título editado en vida del autor, para vislumbrar su decadencia.


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PUBLICIDAD Y DEPORTE

MÁS ALLÁ DEL QUINIELISMO SENTIMENTAL

La explosión de las apuestas deportivas en internet como forma de hacer al espectador partícipe en el juego AUGE. Desde 2014, el dinero apostado en casas deportivas online ha aumentado un 35% anual. / JUAN CARLOS ROJAS

traspasar los límites del simple aficionado. En el juego online, explica el documento, “este control social no existe y, por tanto, se carece de este relevante freno que puede favorecer el paso del riesgo moderado al juego problemático. La soledad del juego online parece ser un factor de riesgo añadido, sobre todo si se acompaña de sesiones intensivas de navegación por internet”. De hecho, las casas de apuestas tienen como peculiaridad una alta fidelidad del cliente, señala Daniel Noblejas, especialista en este sector del márketing, así que frecuentemente regalan cupones de hasta cien euros a un nuevo cliente por el simple hecho de registrarse y hacer una apuesta. En ese sentido, internet ha supuesto una renovación del mundo de las apuestas, tras un decreto que limita la publicidad en medios tradicionales como la televisión y la radio: “El canal online se ha convertido en la principal herramienta de las casas de apuestas para captar usuarios segmentados”, señala Noblejas.

Isidro Jiménez Gómez Madrid Apostar dinero al Atlético Sanluquero-Ceuta Fútbol Club no parece, en principio, una actividad especialmente rentable. A no ser, dice FederBet, la asociación europea de casas de apuestas, que éste sea uno de los 115 partidos sospechosos de amaño en la pasada temporada. La obsesión por las apuestas llega a cualquier espacio deportivo en el que se pueda terminar moviendo dinero, también a los partidos amistosos de fútbol y a deportes minoritarios, denunciaba FederBet ante el Parlamento Europeo el pasado junio. Este amaño de partidos, explicó una eurodiputada

en la presentación del informe, es también “uno de los instrumentos preferidos del crimen organizado para el lavado de dinero y otras actividades ilegales”. Las casas de apuestas deportivas, que han crecido en los últimos años al mismo ritmo que su ya omnipresente publicidad, intentan controlar este tipo de fraudes y también los negocios que surgen al calor de las apuestas online. Entre ellos está el de los apostadores profesionales, pero también el de los ‘tipsters’ o pronosticadores de apuestas. Generalmente hombres jóvenes aficionados al deporte y que cobran por aconsejar en las apuestas, por la publicidad de sus páginas webs o directamente por apostar el di-

nero de sus clientes. A su vez, estos nuevos profesionales, símbolo del éxito de este negocio en el burbujeante espacio digital, se quejan de ser vetados al estilo ‘Los Pelayos’ por las webs de apuestas. Sin embargo, las casas de apuestas son las primeras que se benefician de esa tensión, la del aficionado al fútbol que tras apostar y ganar varias veces cree poder vivir de ello, aunque sea echándole diez horas diarias al ordenador y tras desterrar definitivamente lo que podríamos llamar el “quinielismo sentimental”, esa forma de rellenar el boleto atendiendo a cómo le gustaría a uno que quedara su equipo: “Existen varios tipos de apostadores, los

que apuestan por intuición, por su equipo favorito, por alguna cábala, etc. Estos apostadores son los jugadores que siempre pierden porque actúan de manera emocional e irracional”, dice el sitio web El Sistema Maestro, que promete enseñarte a ganar con metodología” y “control de riesgos”.

El jugador ‘problemático’ El último informe sobre los juegos de azar de la Universidad Carlos III de Madrid y la Fundación Codere ya habla de “un nuevo tipo de jugador problemático”, jóvenes menores de 25 años que acceden a las apuestas online sin las herramientas sociales que evitan

Inversión publicitaria Según datos de la Dirección General de Ordenación del Juego (DGOJ), el auge de las apuestas deportivas online ha sido realmente significativo desde el año 2014, con un aumento anual del dinero apostado de casi un 35%. Tan solo en publicidad y promoción, las empresas del sector moverán este año unos 140 millones de euros, récord de inversión media por empresa en internet durante estos últimos años. Así que no es de extrañar que una casa de apuestas como BWIN, con sede en Gibraltar, haya pasado de ser una total desconocida a la marca que patrocina al Real Madrid: “Como partner oficial de apuestas y juego, podemos


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TODOS SOMOS MESSI ¿Cuál es la razón última de las obscenas ganancias de los deportistas famosos? Antonio Caro (autor de ‘Comprender la publicidad’)

ofrecer a nuestros usuarios experiencias únicas con el equipo blanco: acceso al palco de BWIN, visitas exclusivas del Estadio Santiago Bernabéu, conocer en persona a los jugadores…”, dice la empresa en su página web.

La mística del azar Mientras las casas de apuestas recurren a deportistas famosos para dar a entender que la apuesta es algo tan consustancial al deporte como el balón, el discurso que transita cada uno de sus anuncios publicitarios nos ofrece una inquietante proximidad a la fortuna. “Si no

Las empresas del sector moverán este año 140 millones de euros en publicidad y promoción

“Si no ganas a la primera, ¡le damos otra oportunidad!”, dice la web de la casa de apuestas BWIN gana a la primera, ¡le damos otra oportunidad!”, dice en titulares la web de BWIN. Nada nuevo, es cierto, porque Loterí-

repartoatodabiela@gmail.com 695 647 028

as y la ONCE mistifican el azar en sus anuncios a base de nubes, pompas de jabón, nomos, avioncitos de papel y otras representaciones edulcoradas de lo onírico. “No tenemos sueños baratos”, dice la conocida campaña de la Primitiva, dando un espectáculo de chaletazos, cruceros a lo grande y demás lujos para recordarnos que hasta soñar cuesta dinero. Todo apunta a que la comercialización de los sueños y a que las apuestas en internet tendrán mucho más recorrido y, como muestra, el Festival de publicidad de Cannes sorprendía este año con Guess the lions, una web para apostar por las campañas publicitarias que considerabas con más opciones de ganar los premios del festival. Frente a la pantalla que nos mantiene alejados del espectáculo, la apuesta parece integrarnos en el propio juego, haciéndonos partícipes vía el dinero apostado, aunque sólo sea para intentar predecir qué pasará en el juego en el que ahora jugamos. Dice Santiago Alba Rico en su libro Capitalismo y Nihilismo que la televisión es un intento de “revestir de soberanía” a un telespectador que sólo es súbdito en el trabajo, las urnas y el mercado. Quizás la mirada mercantilizadora con la que las apuestas cubren cualquier evento deportivo sea sólo una forma de mirar todo aquello por lo que se puede apostar. Eso sí, como toda mirada propia del capitalismo, diría Alba Rico, no deja de ser una forma de “comerse el mundo”.

l pasado mes de julio, cuando la Audiencia Provincial de Barcelona condenó al astro futbolístico Leo Messi y a su padre a 21 meses de prisión por tres delitos fiscales, la reacción de la afición .barcelonesa, sabiamente orquestada por los dirigentes del club, fue el hashtag que se convirtió rápidamente en trending topic #TodosSomosLeoMessi. Esto es, todos defraudamos a Hacienda en la medida de nuestras posibilidades. Todos dejamos de pagar el IVA cada vez que se nos presenta la oportunidad. Todos tratamos de disimular esos ingresillos que nos llegan –si llegan– como caídos del cielo. Y en lógica correspondencia, todos o una buena mayoría de los españoles siguen votando erre que erre al partido político que, como decía Pablo Iglesias en la frustrada sesión de investidura de Rajoy del 31 de agosto, es la encarnación misma de la corrupción o a su único rival electoral consistente hasta tiempos recientes, que tampoco le anda demasiado a la zaga en la materia. Pero en el caso del deporte hay más factores involucrados. Lo que venían a proclamar los autores y difusores del citado hashtag es que no existe pecadillo con Hacienda capaz de derribar a un ídolo tan encumbrado como el futbolista argentino. Un jugador como Messi, que nos deleita con sus driblings y con sus goles en las pantallas de los tele-

E

visores o en los estadios está, por definición, por encima del bien y del mal. Y en una sociedad tan carente de ideales que ha reducido sus aspiraciones a adquirir el último smartphone que anuncia la tele, los deportistas famosos cubren una buena parte del vacío que han dejado otras encarnaciones más preclaras de esa necesidad de trascendencia que define a la humanidad. Ahora bien, ¿cuál es la razón última de esas ganancias de los deportistas famosos que podemos calificar de obscenas y que llevan a muchos de ellos o a los que pululan en su entorno a valerse de todo tipo de ingenierías financieras? Y esta razón estriba en el hecho perfectamente cons-

#TodosSomosMessi, o lo que es lo mismo, todos somos unos pobres tipos, vasallos de la hidra publicitaria tatable de que los grandes espectáculos deportivos y sus protagonistas se han convertido, en relación directa con el porcentaje de audiencia que arrastran en sus retransmisiones televisivas, en inestimables soportes publicitarios. Estos días, hemos asistidos a las procelosas negociaciones resultado de las cuales la Liga BBVA ha pasado a denominarse Liga Santander, y está demasiado reciente toda la podredumbre desvelada en el seno de

la FIFA como para que tengamos que referirnos a ella. ¿Y cuál es la razón última de todo este tejemaneje? Sencillamente, la rentabilidad publicitaria que tiene, para un determinado banco, la liga española de fútbol o el hecho de que un campeonato mundial de fútbol –o bien de unos juegos olímpicos, si queremos referirnos a un universo paralelo– se celebren en una determinada ciudad. ¿Y qué pasa con los deportistas famosos, introducidos –muchas veces sin saberlo y, en todo caso, sin contar con su consentimiento– en este juego? Que, salvo los casos de deportistasbussinesmen –que también los hay–, la dimensión publicitaria que adquiere su actividad les coge en muchos casos desprevenidos. Es bastante probable que un chico de mentalidad bastante simple como, según todos los testimonios, parece ser Leo Messi, no se haya planteado otra cosa que jugar bien al fútbol. Pero ahí está su entorno –léase su padre o todo el género de agentes ávidos de oportunidades que pueblan lo que ha terminado por denominarse marketing deportivo o gabinetes de imagen– para exprimir a cualquier deportista que se haya dotado de un nombre propio en los medios de comunicación como se exprime un limón en función de su rentabilidad publicitaria. Todos somos Messi, decía el hashtag de los aficionados del Barça. O lo que es lo mismo: todos somos unos pobres tipos, vasallos sin saberlo, en un sentido u otro, de la hidra publicitaria.

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AURORA MORCILLO. Es especialista en historia de género durante la dictadura. //

Un régimen que puso a raya los cuerpos El Franquismo desarrolló una ideología de género destinada a sostener su proyecto político. Un reciente ensayo analiza ese corpus teórico y las prácticas que lo cuestionaron. Por Pablo Elorduy

La historiadora y profesora de estudios de género Aurora Morcillo (Granada, 1962) ha publicado En cuerpo y alma, un estudio sobre la ideología y las políticas culturales que el Franquismo impuso sobre las mujeres.

¿Es exagerado decir que el Franquismo se sostuvo sobre los cuerpos de las mujeres? Es importante que entendamos que la historia es una sucesión de control de cuerpos. No solamente de las mujeres, sino también de los hombres. Es fundamental saber cómo se construye el cuerpo simbólicamente, políticamente y socialmente. Es muy importante para poder ejercer un control sobre la población. Creo que el cuerpo femenino supone un espacio de control y de justificación de muchas políticas franquistas. Detrás de esa imposición está la ideología que tú calificas como “neobarroca”. ¿en qué consiste? El sustrato detrás de todas las políticas franquistas

está basado en la religión católica. El Franquismo va a mirar hacia atrás, hacia la reconquista, presentada como cruzada. Los rojos se van a convertir en los infieles de la época de la Contrarreforma. Es una manera de legitimarse en el poder con una cantidad de símbolos y de claves que son muy conocidas y muy familiares para la inmensa mayoría de la población. Y, además, tiene como apoyo a la Iglesia católica del momento, desde el comienzo de la guerra con la Carta Pastoral de 1937. Esta noción neobarroca es una manera del régimen de actualizar y de legitimarse en el poder a través de los discursos religiosos y las figuras sagradas como Santa Teresa de Jesús, o de los tratados del Renacimiento como el de La instrucción de la mujer cristiana de Juan Luis Vives, que va a ensalzar la virginidad tanto espiritual como física, y que se va a plasmar después en la sociedad franquista con esta división entre la mujer mala y la mujer pura, que está destinada a casarse. Éste es el discurso oficial; luego hay una serie de resistencias, por parte de la población, en el día a día, que van a contradecir estos discursos.

Hay un cambio en mitad de ese periodo, de paso de la autarquía a la sociedad de consumo. ¿Cómo influye en la sociedad? Es muy interesante explorar los 50, que es una década gozne entre la autarquía de los 40 y la sociedad de consumo que se va a inaugurar con los dólares americanos después de firmar el Pacto de Madrid en 1953, con la entrada en Naciones Unidas en 1955, y con el concordato del 53 con el Vaticano, que rehabilitan internacionalmente al régimen. La americanización de Europa es a partir de entonces evidente, y esa americanización es la que va a hacer que se rehabilite la dictadura franquista. Los distintos modos de vida se van a cambiar por la emigración, con el turismo que viene a España, etc. Esa época de transición es donde uno puede advertir lo que va a venir después, cómo la derecha se va a metarmofosear para hacerse más aceptable. Me parece que el estudio de los 50 es muy interesante en el sentido también en que son el germen de todos los movimientos sociales más interesantes de los años 60, la época poscolonial y demás. En ese momento, los cuerpos se con-

“Tanto la mujer ‘mala’ como la ‘buena’ necesitan la una de la otra para perpetuar la sexualidad disfuncional del régimen”

vierten en espacios de resistencia y de control. A través de la sexualidad o a través de la tortura. Se ejerce el control, no solamente por parte del Estado, sino que cada uno nos lo imponemos a nosotros: “Esto es pecado o no es pecado”, que es lo que las mujeres tenían en la cabeza. Hay que fijarse en lo que supone transgredir estos discursos. Cosas que son invisibles como revolución al uso de movimientos políticos, pero que son una re-

sistencia personal de autoafirmación, como creo que las mujeres españolas ejercieron con sus hijas. Ese cambio tiene especial impacto sobre las mujeres que ejercen la prostitución. Realmente, el argumento que trato de hacer es que tanto la mujer ‘mala’ como la ‘buena’ necesitan la una de la otra para perpetuar la sexualidad disfuncional del régimen. Es decir, el cuerpo de la prostituta se convierte en un espacio público controlado hasta 1956. Es propiedad pública realmente, con las Casas de Tolerancia del Régimen, que están enraizadas también en la Contrarreforma. Después de 1956, el Régimen tiene que abandonar este tipo de políticas al integrarse en el ambiente internacional de no tolerancia a la prostitución. Y de nuevo el cuerpo de la prostituta sigue como propiedad pública, ahora criminalizada. En los dos periodos, la prostituta está mal vista, y en ambos va a ser, digamos, la Magdalena en ese discurso católico de un mal necesario para preservar con una “pared de carne” la virginidad y la pureza de las mujeres casaderas, de las mujeres buenas. Cuando

en los años 60 y 70 empieza a haber unos cambios de comportamientos sexuales porque hay emigración, y se conocen los medios de anticoncepción, o porque las suecas han venido a las playas y hay unos nuevos comportamientos, la prostitución también va a cambiar. Se va a convertir en lo que ahora es un tráfico de personas y una explotación económica. Cuando hablas de que la sociedad de consumo transforma todas esa concepciones iniciales, ¿ves que esto tiene un mayor peso sobre el conjunto de la sociedad que la acción política? La definición de lo que es político es mucho más amplia, y al hacer historia cultural se insiste en que lo político también es lo personal, que es el eslogan de las feministas. El motivo por el que yo hago una historia más de tipo cultural es porque me interesa averiguar qué es lo que pasa fuera del archivo, en la vida diaria, con la gente anónima que no dejó rastro escrito. Entonces, tengo que mirar los discursos simbólicos, utilizar historias orales, el arte, la música, que nos dan una visión de las mentalidades más que de la superestructura o de las ideologías. Al fin y al cabo, la acción vecinal, por ejemplo, de los años 60 va a ser fundamental para articular después ciertos comportamientos democráticos, y eso no se puede estudiar separado de la mentalidad del día a día.


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Eduardo Rincón: composición de una vida Aprendió a escribir música en la cárcel, donde entró por primera vez con quince años.

JESÚS HITA Huir de la guerra, regresar y ser detenido poco antes de cumplir los quince años; conocer la crueldad más extrema en una prisión en los primeros años del franquismo –y su anverso en ella misma: la dignidad, la amistad, el compromi-

so–; soñar tras los barrotes con componer bellas y perfectas piezas musicales; vivir en la clandestinidad como dirigente del Partido Comunista de España en Cantabria y Asturias; salir y entrar al país; volver a la cárcel; organizar huelgas junto a obreros y mineros; ex-

perimentar las formas de hacer del Comité Central y finalmente decidir apartarse, y de esta manera también poder sumergirse en su gran pasión, la creación musical: sinfonías, cuartetos, óperas... Conocí a Eduardo Rincón poco después de la gran neva-

FRENTE AL PIANO Eduardo Rincón toca el piano en el salón de su casa. Foto: Mar Amat.

da que tuvo lugar en Cataluña el 8 de marzo de 2010. Desde el castillo del macizo del Montgrí todavía vimos de blanco los campos de frutales y cereal, seis días después. En su casa de Torroella, al pie de la mole de granito, Eduardo tal vez trabajaba en alguna de

sus obras musicales o en su biografía, Cuando los pasos se alejan (Ediciones de la Bahía, 2011). De regreso al pueblo, nos arropamos alrededor del fuego, la comida y el vino. De la misma manera, Eduardo, de apariencia seria y serena, me fue entrando poco a po-


MÚSICA Y MEMORIA

Rincón ha estrenado 36 obras sinfónicas en diversos escenarios de Europa co, estableció un diálogo exuberante, con un conocimiento cultural que me sobrepasó y una ironía vital cautivadora. Uno puede sentir admiración y respeto, pero algo más complejo es experimentar complicidad cuando median más de cincuenta años entre dos personas. Desde entonces he visitado a Eduardo en diversas ocasiones. Y a su compañera Dolça, que estudió el oficio de bufona para perfeccionar su provocadora actitud natural. Una vez nos contó que se dirigió por carta al rey Juan Carlos para ofrecerle sus servicios. No le contestó él directamente, sino el portavoz de la Casa Real, para darle las gracias y declinar la oferta, puesto que al rey no le hacían falta bufones, ya que se bastaba con los ministros. Que la historia fuera real o no es lo que menos me importó. En la última visita pude hablar con Eduardo sobre algunas cuestiones que despertaban mi curiosidad. A través de esa conversación y de diversos pasajes de su biografía, recomponemos su historia. Eduardo Rincón García nació en Santander en 1924. Dice no guardar muchos recuerdos de su infancia y prefiere pasar a los momentos de acción. Escapó de la guerra con su tía, hermanas y primas hacia Cataluña, donde vivió en una colonia para refugiados, cerca de la ciudad de Vic. Allí, nos cuenta, conoció a una de las personas que mayor influencia han tenido en él, don Saturnino de Diego Escudero, el maestro de la colonia, “un hombre joven, cojo, con una niña pequeña y otra que iba a nacer. Un hombre serio, de derechas –enfatiza–, muy buena persona y muy justo, honrado. Nos educó muy bien y para mí fue un apoyo definitivo. Porque yo le contaba todas mis penas... Siempre lo he recordado y me he reprochado muchas veces no volverlo a ver. Intenté buscarle, pero no le encontré en el pueblo donde me dijeron que vivía. Era un intento de darle las gracias por todo lo que hizo por mí y por los chiquillos que estábamos allí”. Durante un breve periodo de exilio en Francia perdió la pista de su tía, primas y

hermanas. Decidió volver a Santander, donde encontró que su padre, a quien habían arrebatado el taller y la tienda de electricidad, acababa de salir de prisión pocos meses antes. Entonces, recordó una de las enseñanzas de don Saturnino (“sólo está vencido el que se da por vencido sin luchar”), según cita en su autobiografía.

Cárcel y militancia Una noche en la que escuchó en la radio de un vecino la declaración del comienzo de la Segunda Guerra Mundial, la Policía Política entró en su casa. Iban a por su hermano, que formaba parte de Socorro Rojo, una organización que buscaba recursos para familiares de presos políticos. Pero no lo encontraron y decidieron llevarse a Eduardo. Acabaría en la Prisión Provincial de Santander, compartiendo celda con el poeta Pepe Hierro, dos años mayor que él y al que ya conocía por ser vecinos. “Cuando entramos Pepe Hierro y yo en la cárcel, mataban a la gente de una manera brutal. Cada semana había una saca: venía la Guardia Civil, formaban en el pasillo central... Empezaba a salir gente con las manos atadas atrás con alambres, para ser fusilados. Ésa es la imagen que me quedó grabada. Pepe Hierro tiene al menos media docena de poemas dedicados a las sacas. […] Yo nunca he escogido el camino –reflexiona–, pero sí que he puesto el camino político entre la realidad y yo. Una vez que entré en la cárcel por primera vez, la impresión que recibí fue tan brutal que me prometí a mí mismo que haría lo posible para evitar que ocurrieran cosas de ésas”. Un año después de la detención volvió a Santander, se puso a trabajar con su padre e inició su militancia en el PCE, donde acabaría desempeñando cargos de dirección en Cantabria y Asturias. Durante la década de los 40, vivió “profundas amistades que duraron toda la vida”, al tiempo que colaboró en diferentes iniciativas editoriales de poesía y literatura: Novus, de la que se editan no más de diez o doce números,

TORROELLA DE MONTGRÍ Eduardo Rincón y Dolça Vilallonga. Foto: Mar Amat.

El timbre del despertador y Proel. Esta última será una referencia en el Estado por su calidad, el renombre de las colaboraciones y su difusión. Dicha importancia tal vez no hubiera sido posible sin el patrocinio del gobernador civil de Cantabria, Joaquín Reguera

Sevilla, integrante del ala liberal del falangismo, tan capaz de poner el mayor empeño en destruir al maquis como de no ceder a las presiones para evitar que Pepe Hierro, tal vez el más significado de los colaboradores por sus ideas políticas, formara parte de la revista.

Eso sí, nombró como director de la revista a Pedro Gómez Cantolla, uno de los fundadores de Falange en Santander y subjefe provincial del Movimiento, con quien Eduardo mantendrá una fiel y duradera amistad. Además del amor por la poesía y la literatura, les


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advertido por sus devaneos, fue nombrado jefe provincial de Vivienda en Canarias. Eduardo combinó estancias en la capital francesa y en la clandestinidad en Asturias. Era conveniente no dejarse ver por Cantabria, y así comenzó su labor con los trabajadores de las fábricas y las minas. Pero a las desavenencias con el partido en cuestiones de seguridad se sumaron otras de raíz ideológica: “Yo considero que Carrillo fue una catástrofe [...]. Un mando de ésos no tiene derecho a tener personalismos [...]. Tiene que ser imparcial y sobre todo estar más a mis órdenes que yo a las de él. Y yo reñí con él porque en una reunión del Comité Central expuse que Asturias estaba preparada para la huelga y que estaban esperando mi vuelta para empezarla. Me dijo que no podía decir eso: 'Nosotros, la dirección, tenemos planes y esto los altera'. Y le contesté: '¿Y qué quieres, parar la huelga para que tus planes pequeños puedan brillar? Lo siento mucho, la gente está preparada e irá a la huelga, lo quiera yo o no'”. Eduardo fue de nuevo detenido a su vuelta, por la delación de un infiltrado, junto a la dirección del partido en Asturias. Pero, efectivamente, al día siguiente empezó la huelga, que se propagaría a otros lugares del Estado durante la primavera de 1962, en lo que constituirá el primer gran desafío al Régimen desde su inicio. “Fue la huelga más importante en aquella época. Nos había costado meses y meses de trabajo. Pero lo conseguimos”.

La creación musical

unió la preocupación por los problemas del campo, que fructificó en otra revista dirigida por Cantolla, Tierras del Norte, una publicación sobre la agricultura y ganadería cántabras. En un momento, Eduardo se sinceró con él y le previno del riesgo que co-

rría por trabajar con un comunista militante. Sin embargo, la colaboración entre ambos irá a más, hasta el punto de que llegaron a reunirse con un miembro del comité central del PCE que se encargaba de cuestiones económicas. “Al final (Cantolla)

era prácticamente un miembro del partido [...]. Falange era una cosa muy rara. Se creía de izquierdas, pero era un movimiento fascista [...]. Cantolla era un hombre honrado”. Tiempo después de la reunión, Eduardo tuvo que salir de España y Cantolla,

Recluido en el Penal de Burgos, a la vez que fueron expulsados del partido Jorge Semprún y Fernando Claudín, que defendían posiciones gramscianas, Eduardo luchó por el reconocimiento de los presos políticos en las cárceles españolas. Al tiempo, aprovechó para estudiar música. El gusanillo se le había metido muchos años antes, en la escuela para refugiados, cuando escuchaba al piano a la mujer de don Saturnino, y más tarde, en su primer ingreso en prisión, de la mano del maestro Galdona, que le “hablaba de la música, de su belleza, de cómo era su escritura”. Había empezado a componer a finales de los años 40 y durante los 50, pero será en Burgos cuando, gracias a los materiales que le envía el compositor parisino

Jean Wiener, y siempre de manera autodidacta, consigue culminar unos estudios interrumpidos en varias ocasiones. Una vez que aprendió a escribir nunca dejó de hacerlo, aunque no se dedicará enteramente a la música hasta su jubilación. Así hasta llegar a estrenar 36 obras sinfónicas, cuartetos y música para piano, formaciones de cámara y vocales en diferentes escenarios de Europa. Con más de 90 años, Eduardo continúa a diario con su pasión. “Y la creación musical” –le preguntamos– “¿era como te la habías imaginado?”. “Era mejor”, responde con satisfacción. “Nunca terminas de hacer una cosa de éstas, siempre encuentras algo que no está bien. El caso es trabajar. Creer que una obra es perfecta al milímetro es iluso. Solamente con que en vez de en la línea lo coloques en el espacio, ya no vale. Pero algún día vendrá alguien que sea lo suficientemente conocedor y dirá: ‘Este cabrón se equivocó’. Y lo podrá sustituir. En el ensayo siempre encuentras a alguien que te dice: 'maestro, este fa que está aquí está mal. ¿Lo cambia o quiere que se quede así?' Y tú le dices: 'no, no, está mal, cámbialo'”. Le pregunto al final, para provocarle, a qué se va a dedicar cuando muera, él que no ha parado de estudiar y crear durante toda su vida, y me responde sin alterar el semblante: “Me dedicaré a morirme […]. Me he interesado siempre por las cuestiones científicas, he leído todo lo que he podido. Mi problema es que no he aprendido bien matemáticas. Entonces, so-

“Cuando se apaga el cerebro, se apaga todo. No hay cielo ni Cristo que lo arregle” bre las cuestiones científicas actuales, si no sabes matemáticas, estás perdido, me quedo a medias. Pero me quedo lo suficientemente seguro para saber que cuando se apaga el cerebro, se apaga todo. No hay cielo ni Cristo que lo arregle. Te mueres y ya está”. //


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MÚSICA

El misterioso concierto de Julio Iglesias en una cárcel

En febrero de 1975, Julio Iglesias actuó (¿o no?) en la cárcel de Valparaíso (Chile). Las incógnitas sobre lo que sucedió siguen sin despejarse. Los presos políticos aseguran que el cantante les insultó. Iglesias a veces lo recuerda, otras no. KATIA CHORNIK “Ésta, aquella, yo, ésta, yo… si tuviera 30 años, si tuviera 30 años, ay, ay, ay, no puedo ni cantar”, se lamentó Julio Iglesias en un concierto reciente, tras sucumbir al hechizo de las curvilíneas caderas de una de sus bailarinas. Se persignó y reiteró gritando: “¡No puedo ni cantar!”. Debido a razones muy distintas, Julio Iglesias tampoco fue capaz de cantar en un peculiar evento ocurrido en la cárcel de la ciudad chilena de Valparaíso, que salió a la luz a raíz de mi investigación so-

bre música en recintos de detención política y tortura durante la dictadura de Augusto Pinochet, de cuyo inicio se conmemoran 43 años este 11 de septiembre. El suceso tuvo lugar en febrero de 1975, cuando Iglesias se encontraba en la aledaña ciudad de Viña del Mar con motivo del Festival Internacional de la Canción. El evento tuvo un desafortunado desenlace debido a las palabras que el artista pronunció ante su público, que estaba compuesto en su mayor parte por reos.

Según Álvaro Vidal y Mauricio Redolés, dos ex-presos, el artista señaló: “Aparentemente soy un hombre libre pero en realidad soy un prisionero de mis compromisos, de cantar aquí y allá, de los hoteles, los aviones. Las fans no me dejan en paz. Os entiendo muy bien”. Vidal y Redolés estaban internados por motivos políticos. Junto a otros cientos de presos políticos se hallaban en la tercera galería de la cárcel, donde eran sometidos a torturas sistemáticas por parte de los agentes del Estado. La cár-

cel también albergaba a reos acusados de crímenes financieros y de delitos comunes. Los presos políticos se sintieron especialmente ofendidos por las palabras de Iglesias. “Él se estaba riendo de nosotros. Comenzamos a gritarle epítetos espontáneos al unísono: '¡Buena, concha de tu madre! ¡hijo de puta!', y de ahí para adelante. Iglesias tenía cara de sorpresa, miraba para todos lados, estaba desconcertado”, recuerda Vidal. Redolés añade: “Iglesias preguntó: 'Y vosotros allá arriba, ¿por qué estáis tan enojados?'. Alguien le explicó que había presos políticos. El mánager anunció que Iglesias se iría. Y se marchó sin haber cantado ni una sola canción”. Para Vidal, el episodio fue “el acontecimiento más absurdo que he visto en mi vida. Iglesias fue muy caradura, se fue sin decir nada”.

En 2014, al enterarme de que Iglesias daría dos conciertos en Londres (donde resido), me propuse escribir un artículo periodístico con los detalles del episodio en Valparaíso, el cual, hasta ese entonces, era prácticamente desconocido fuera del círculo de los testigos. Acto seguido, intenté conseguir una entrevista con Iglesias para contraponer su visión a la de los ex-presos. Mi petición nunca fue concedida, a pesar de varias tentativas. Sin embargo, su representante me envió un correo explicando que había conversado con el artista, y que éste “verdaderamente no recuerda aquel episodio”. Desde que el artículo fue publicado en Reino Unido por The Guardian y por El Mostrador en Chile, se han destapado nuevas aristas de la historia. A continuación, las más reveladoras.


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Silencio en el penal En una contribución reciente al proyecto ‘Cantos Cautivos’, Luis Madariaga (ex-preso en la cárcel de Valparaíso y otros recintos) recuerda cómo recibieron los presos políticos a Julio Iglesias. “Dijo una imbecilidad: ‘Yo también soy un preso, vivo arriba de un avión’. La reacción de los presos políticos en la tercera galería del infernal penal fue de silencio. Se pidió que nadie aplaudiera lo poco y nada que Iglesias expresó. Por ello, posteriormente preguntó al que lo había traído quiénes eran ésos que estaban en la tercera galería de la cárcel, que no aplaudían y se mantenían callados. Fue una manera de expresar nuestro desagrado por un hombre venido a gracia con la dictadura criminal chilena”.

Iglesias tenía una guitarra Gracias a un lector de El Mostrador logré localizar a Mario Herrera, el presentador del evento en la prisión. “La historia no es simple”, anunció al comienzo de la entrevista. Herrera era un conocido locutor de radio en Valparaíso y tenía contacto con los presos comunes a través de un amigo que trabajaba en la televisión: “Con él, muchas veces yo animaba eventos artísticos en la cárcel. Llevaban mujeres de cabaret y magos”. Herrera se define como “amigo de los presos, de los que estaban condenados por delitos comunes y estafas. Ellos eran los presos buenos, los presos en que uno puede confiar. La galería de arriba estaba llena de niñitos malos, eran los peligrositos”. A petición de los presos comunes, Herrera se hizo cargo de la conducción del evento de

Iglesias. “Me vestí muy elegante, pero no era para tanto”. Según él, el motivo central del evento era la entrega de una guitarra construida especialmente para Iglesias por los presos comunes. Iglesias llegó solo. “Tenía unos ojos… Venía muy trasnochado de un carrete (parranda). Me dice ‘no me hagáis cantar’. Y claro, no lo hice cantar”. Tras presentar a Iglesias, recuerda Herrera, “un interno subió al escenario y le entregó la guitarra. Dijo que en la cárcel escuchaban mucho sus canciones, y que por eso le habían dedicado una guitarra. La habían hecho perfecta. Iglesias expresó: ‘Les agradezco mucho la guitarra pero ahora no puedo cantar porque estoy enfermo’. Iglesias estaba enfermo por esa farrita que se había pegado. Yo creo que todavía debe tener la guitarra colgada en su closet”.

Cuando menciono los abucheos que recibió el artista, Herrera salta a la defensiva: “No, no. Es la primera vez que escucho que le gritaran consignas de tipo político”. Le replico que no eran consignas políticas sino insultos. Herrera insiste: “A mí no me consta que le gritaran consignas. Yo no escuché nada. Si hubiera escuchado consignas, habría subido a saludar a los presos”. Herrera resalta el lado caritativo de Iglesias, al no haber cobrado por asistir al evento. “Dijo palabras de buena crianza: ‘Me alegro de estar aquí porque sé que ustedes escuchan mis canciones, y las canciones tienen vida. Me siento prisionero por la situación que vivo, prisionero de mi público, prisionero por estar cumpliendo compromisos. Tengan la esperanza de la libertad'. Iglesias dijo esas cosas que dicen los artistas. No lo pifiaron, no: lo aplaudieron”. Le pregunto si no le pareció extraño que Julio Iglesias fuese a la cárcel de Valparaíso. ENTRE REJAS “No, de ninguna manera”. Julio Iglesias, en la En 2015 el periodista José cárcel de Vásquez, del diario chileno El Valparaíso (Chile) Mercurio, entrevistó a Iglesias en 1975.

con motivo del lanzamiento de su disco México. Entre varios temas, el periodista abordó su lapsus en la cárcel de Valparaíso. Iglesias respondió: “Me acuerdo perfectamente bien […], no sé quién me invitó y me llevó. Canté, me gritaron, seguramente me dirían ‘ca-

“Fue muy caradura, se fue sin decir nada”, recuerda un ex-preso político brón, maricón’, y me fui. […] No me acuerdo de las tonterías que dije, eso significa que eran muy banales, porque hay unos momentos en mi vida donde me he subido a una nube y hasta que no ha venido la lluvia fuerte no me he bajado de ella. Y cuando la lluvia ha venido, seguramente era tar-

de, y habré dicho alguna tontería y los que estaban allí razonarían con propiedad. Esa gente probablemente ya me habrá perdonado y yo, por supuesto, estoy arrepentido”. Aparte del claro contraste entre el “verdaderamente no recuerdo aquel episodio” que Iglesias me transmitió en 2014, y el “me acuerdo perfectamente” que contestó al periodista de El Mercurio en 2015, salta a la vista que el artista se acuerda de haber cantado. Este detalle no concuerda con las memorias de los expresos y el presentador. También existen algunas diferencias en cuanto a los recuerdos acerca de la reacción de los presos frente a las palabras de Iglesias. Por mi parte, me siguen intrigando los motivos por los cuales Julio Iglesias se habría presentado ante un público y ambiente tan distintos a los que comúnmente frecuenta, y los motivos por los que se habría retirado de la prisión tan abruptamente. Sólo el artista podría esclarecerlos. // KATIA CHORNIK Directora del archivo Cantos Cautivos.


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ENSAYO

Porque Dios lo quiere...

El libro ‘Los internados del miedo’ da voz a las víctimas, entonces niñas y niños, que fueron a parar a los preventorios e internados del franquismo donde se practicaron todo tipo de aberraciones.

LOS INTERNADOS DEL MIEDO Montse Armengou y Ricard Belis documentan malos tratos sobre niñas y niños.

MARÍA JOSÉ ESTESO POVES Abusos sexuales a niñas y niños, maltratos psicológicos y físicos, experimentos médicos y explotación laboral. Eso fue lo que sufrieron muchas niñas y niños en el franquismo y entrada la democracia. De forma exhaustiva, con decenas de testimonios, Los internados del miedo (Now Books, 2016) de Montse Armengou y Ricard Belis, documenta esta realidad silenciada. En la postguerra, niñas y niños pasaron por una dictadura que marcó a sus familias a sangre y fuego. Pero también por la represión del régimen ejercida por muchos curas y monjas. Con total impunidad, con el argumento de que “Dios lo quiere y si dices algo, tu familia va a sufrir cosas malas”, como le dijo un sacerdote a Dolores Zamorano, una de las protagonistas de Los internados del miedo, se cometieron crímenes de lesa humanidad contra los más indefensos. Así lo documenta el relato de Dolores y demás víctimas en este libro. “Nada más llegar nos separaron en filas […]. Empezaron a llamarnos y a raparnos el pelo: “¡Qué asco estas pio-

josas! ¡Piojosas asquerosas, muertas de hambre!”, revive Dolores Zamorano. Era el año 1956 y tenía nueve años. Ella y su hermana fueron a parar al Preventorio Antituberculosos de Guadarrama, en Madrid. Iban de vacaciones. Entonces, familias con pocos recursos mandaban a sus hijos a estos 'retiros', aunque no tenían ninguna enfermedad, para que salieran de una sociedad gris.

Tras el silencio En Los internados del miedo se da voz a decenas de personas que sufrieron el adoctrinamiento nacionalcatólico. Pero los afectos al régimen fueron más allá: practicaron violaciones y torturas contra niños. Muchos eran hijos de madres solteras o separadas a las que se les había quitado la custodia. A partir de estos testimonios valientes, tras años de silencio y daño psicológico, Armengou y Belis realizaron el documental Els internats de la por (Los internados del miedo). Ahora el libro pone negro sobre blanco estas terribles historias, aunque el

franquismo se arrogaba el cuidado 'exquisito' de los pequeños. El terror era lo habitual. Dolores recuerda su primer desayuno allí: “Probé la primera cucharada, pero la segunda vomité”, entonces la cuidadora le dijo: “Agáchate, marrana, puta, ahora te comerás lo que has vomitado...”. Pero no sólo eso. “Entrábamos a las duchas por grupos. Mientras esperábamos nuestro turno empezamos a oír unos gritos. De repente salió una niña llorando de las duchas con sangre que le corría piernas abajo. Yo en ese momento no entendía nada”, continúa Dolores en el libro. Después lo entendió. El cura del preventorio la llamó varias veces a su despacho. Un día le dijo: “Hoy haremos algo que no puedes contar a nadie”, porque “si Dios se enfada contigo nunca volverás a ver a tus padres”. Dolores explica: “El capellán me puso el miembro en la boca hasta que sentí que me empezaba a escurrir una cosa asquerosa”. Pero el cura siguió: “Y por detrás también me hizo lo que quiso”, completa el relato. Al salir, una cuidadora le dijo que tenía que guardar silencio y curó las heridas de la niña con normalidad. Estas mismas empleadas del preventorio vejaban a las niñas si se hacían pis en la cama, frotaban con ortigas los genitales de las pequeñas.

De esto también da cuenta Las desterradas hijas de Eva (Algon, 2012), de Consuelo del Cid, interna en ese preventorio, que recopiló muchos testimonios que Armengou y Belis amplían. Ni el Estado ni la Iglesia han pedido perdón por los crímenes del franquismo.

Un día, el cura le dijo: “Hoy haremos algo que no puedes contar” Tampoco a los niños de entonces. “Son los olvidados de los olvidados”, afirman los autores del libro. En Los internados del miedo traspasan también los muros de Hogares Mundet, en Catalunya, reconocidos como 'una gran institución' donde algunos Salesianos practicaban el sadismo. Varios de estos casos son ahora parte de la Causa Argentina contra los Crímenes del Franquismo. Lo que sufrieron estas niñas y niños, hoy mujeres y hombres, no fue anecdótico. //


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EL TEMA

DEPORTES

que conserva la chimenea de la antigua Fábrica de Gas–, sino al otro lado de la calle Gasómetro, a la derecha según se asciende esta calzada de leve pendiente, en un solar que hoy ocupa un edificio de ladrillos.

Arqueología inmaterial

Hubo un tiempo, no tan lejano, de globos aerostáticos elevándose sobre una chimenea de gas.

web– un texto titulado Tiempo aprendido en el Campo del Gas, el cual, tomando como hilo conductor el reciente libro

Boxeo de leyenda y globos que ascienden, memoria de la calle Gasómetro LAFÁBRICA DE GAS junto al Rastro de Madrid.

partir, y una enorme multitud de curiosos llenando los alrededores del lugar de la fiesta”, escribía Rubryk.

#OtoñoVírico

JAVIER DE FRUTOS El pasado 23 de junio apareció en la versión impresa de Diagonal –y días después en la

de José Luis Garci sobre ese templo del boxeo al aire libre que funcionó en Madrid desde los años 40 hasta 1987, evocaba el deporte de las doce cuerdas y las circunstancias que en aquel tiempo lo rodeaban. En el cuarto párrafo quedaba escrito: “El Campo del Gas es hoy un parque con perros melancólicos, gentes que guardan una prudente distancia y pintadas de plaza dura a medio construir”. Sonaba bien. Quien esto firma –y firmaba aquel texto– estuvo allí una tarde para escribir esas líneas. Sonaban bien, pero no eran ciertas. En la versión digital de Papel, desde el pasado 24 de agosto puede leerse un reportaje de Quique Peinado titulado ¿Qué pasaría si tirasen el Bernabéu para poner una pizzería?. Relata el valor que en su momento tuvo el Campo del Gas y detalla qué podemos encontrarnos hoy en ese espacio: “Un edificio en cuyos bajos ocupan las esquinas un Telepizza y un Ahorra Más. (…). Sin embargo, casi nadie, ni siquiera muchos de los vecinos que ocupan esos pisos con persianas y toldos idénticos, sabe que ahí estuvo hasta hace menos de 30 años uno de los recintos deportivos más míticos de la historia de España [el Campo del Gas]”. La exactitud de la localización viene avalada por los recuerdos del exboxeador José Durán, quien, entrevistado en el reportaje, sitúa en la actual pizzería el lugar por el que entraban los boxeadores al recinto. En definitiva, el Campo del Gas no estaba en el Jardín del Rastro –nombre del parque

Valga esta fe de errores tan extensa para contribuir a restaurar los lugares que ya no existen o que sólo existen en la memoria. Y, ya en la senda de esta arqueología inmaterial, vayamos un poco más lejos. A fin de cuentas, el Campo del Gas sólo ocupó aquel terreno a partir de los años 40. Una búsqueda en la hemeroteca ofrece como insólito resultado que la calle Gasómetro, antes de ser puerta de entrada a las veladas de boxeo, fue el escenario de matinales aerostáticas a principios del siglo pasado. Luego parece que este entorno de la Fábrica de Gas tuvo un extraño imán para los deportes populares. Tal y como recordaba el periodista Rubryk en un artículo publicado en Blanco y Negro en septiembre de 1925 titulado De Ícaro al Autogiro, el 18 de mayo de 1905 se inauguró en las inmediaciones de la Fábrica de Gas el Real Aeroclub de España. “El Gasómetro, lleno de gente; los globos inflados, prestos a

Así que la calle Gasómetro fue escenario de una fiesta solemne y popular en la que se alzaron hasta cuatro globos: el Avión, el Alcotán, el Vencejo y el Alfonso XIII. El periodista Rubryk viajaba en el Alcotán y veinte años después recordaría las sensaciones del vuelo con un párrafo preciso: “Un día tranquilo, sereno, espléndido; una temperatura deliciosa y el dulce caminar por el espacio que, si de ello nos dábamos cuenta, era tan sólo al fijarnos en la tierra y ver cómo los objetos se distanciaban de nosotros”. Ese plano cenital de la calle Gasómetro, con la multitud celebrando el nuevo deporte, lo contemplaron otros pilotos hasta bien entrada la década de los veinte. Sólo entonces los deportes aéreos se alejaron del casco urbano. Boxeo de leyenda y globos que ascienden sobre la ciudad forman parte de la memoria de la calle Gasómetro, cuyo aspecto actual, es cierto, no permite imaginar nada de lo que allí pudo ocurrir. Tal vez convendría seguir indagando en el pasado de esta calle, de este espacio, por si hubiera sido testigo de algún otro deporte o acontecimiento cultural. Otra opción para despedir este texto es volver de nuevo al Campo del Gas.

Artistic Metropole En efecto, el edificio al que alude Quique Peinado y en cuya pizzería reconoce el exboxeador Durán el lugar por el que los boxeadores accedían al recinto no tiene nada de particular. Quien lo rodee irá descubriendo la entrada a un garaje, un portal y los locales comerciales propios de cualquier manzana de propietarios como hay tantas en Madrid. Sin embargo, en el número 6 de la calle Cigarreras encontrará un pequeño cine, el Artistic Metropole. Abrió sus puertas en 2012. Puede que dentro de unos años alguien escriba sobre el tiempo aprendido en esa sala tan apetecible. //

w w w.v i r u s e d i to r i a l . n e t

Tiempo aprendido en el Campo del Gas (y II)


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CINE

*

CUARENTA Y UNO |

Buenos ladrones en un Detroit fantasma

El sí de cada no

NO SON

PARÉNTESIS

El thriller agonístico 'No respires' invierte algunas convenciones del cine de invasión doméstica: en esta ocasión, los cacos son los héroes (o antihéroes).

BELÉN GOPEGUI

tagonista femenina, preocupada por el desarrollo de su hermana menor: la emigración interior (hacia la utopía cotidiana, perenne, de la soleada California) se percibe como la única manera de vivir dignamente. Y el robo es la única manera de conseguirlo. Los ladrones actuan con motivaciones discutibles pero comprensibles: Rocky es la chica preocupada por su hermana; Alex ejerce de escudero romántico y de contrapeso a la temeridad de Money, el elemento más cuestionable del trío de buenos cacos. Estos antihéroes no se representan de manera idealizada, pero tampoco son sacrificados en el altar del respeto a la propiedad privada por encima de cualquier circunstancia. Priorizar la acción y el suspense previene de sutilezas discursivas. Aun así, el planteamiento de la película supone una cierta inversión tanto del thriller de invasión doméstica, que normalmente parte de la sensación de inseguridad del propietario, como del suspense con personas discapacitadas. En esta ocasión, el enfoque va más en la línea de El sótano del miedo: la audiencia empatizará con los invasores y la víctima se convertirá en agresor. Entre otras cosas porque, como también sucedía en la obra de Wes Craven, el antagonista esconde unos secretos y deseos terribles. IGNASI FRANCH Como en las recientes Sólo los amantes sobreviven e It follows, los responsables de No respires se inspiran en las imágenes de abandono del Detroit postindustrial para ubicar una historia de desasosiego y amenaza. En el filme, tres jóvenes planean el atraco de

la casa de un excombatiente ciego, único vecino de un barrio fantasma de la localidad. El dinero que éste atesora, proveniente de la indemnización por la muerte de su hija, les proporcionaría una oportunidad para cambiar de vida. El botín resulta especialmente atractivo para la pro-

Desafío de supervivencia El director de la función es Fede Álvarez. Para su segundo largometraje, el uruguayo intenta mantener la misma intensidad presente en su remake de Posesión infernal, pero usa los resortes de la intriga violenta y abandona los salpi-

cones de sangre fresca y gran guiñol. En esta ocasión, prevalece el espectáculo de moratones, sufrimiento y resistencia a una amenaza que no es sobrenatural. La lógica de acción y reacción, de confrontación y evasión, no da mucho espacio al tratamiento de unos personajes estereotípicos. Ni siquiera aparecen los pequeños tiempos muertos, ecos indie (y algo adolescentes) de los momentos de pausa carpenterianos, que decoraban la reciente Green room. La vieja casa donde se sitúa la acción, un cul de sac de verjas y puertas cerradas, es el escenario de una batalla por el dinero y por la supervivencia. En un barrio abandonado de Detroit, como en el espacio exterior al que hacía referencia una frase promocional de Alien, nadie oirá tus gritos. Pero sí se oirán tus exhalaciones: los sentidos agudizados del propietario, en su doble condición de invidente y de antiguo soldado, convierten cualquier huella sensorial (como el sonido de la respiración, de los pasos dados) en una condena. Este aspecto enfatiza todavía más el desarrollo agonístico de la película. De alguna manera, la experiencia acaba resultando inmersiva. El público puede acabar tan agotado como los personajes y probablemente ése sea un éxito de los responsables del filme. Aunque parezca que ellos libren su batalla particular, a la búsqueda del equilibrio entre la representación del sufrimiento y la creación de algo parecido a un final feliz. La aparición recurrente de un obstáculo más, de una nueva dilación del happy end que no llega, puede llegar a impacientar. Pero nadie dijo que sobrevivir fuese fácil. //

Son ciudades que están dentro de la ciudad. No solemos verlas al pasar, o a veces sí porque alguien a quien quisimos pasó por una de ellas y fue su última estación. No son cárceles, aunque a menudo guarden relación. Están existiendo ahora. Lo habitual es pensar que sólo existen cuando una circunstancia las impone. Por eso, cada cierto tiempo, aparece un artículo en un periódico recordando la experiencia de alguien que estuvo en una, agradeciendo los servicios recibidos y pidiendo un poco más de presupuesto para mejorarlas. Lo habitual es olvidarlas enseguida como si la existencia fuera otra cosa: como si en esas ciudades se viviera en estado de excepción. Como si la dignidad pudiera suspenderse en ellas precisamente por ser transitorias. Así también ocurre con la mayoría de los trabajos, con las tensiones familiares, con la prisa y los vagones de metro detenidos, con todo lo que no sería la vida sino que estaría al otro lado de lo que sí lo es. Esas ciudades, llamadas hospitales, no son la excepción. No es algo de lo que haya que acordarse un rato para nunca más volver. Porque se vuelve, porque están dentro de la vida. La insurrección no habría de consistir en remendar esos lugares de paso, sino en, precisamente, tratarlos como vida diaria, convertir en ordinario lo que se pone entre paréntesis, el cansancio, las vías en las manos, la llamada locura. Al prestar atención política a esos momentos, al dejar de arrinconarlos como si sólo fueran una espera desolada para otros que vendrán, tal vez algo que no fuese siquiera indignación sino pura sed comenzase a abrir un camino incontenible en las leyes, los derechos de cada paciente, los estatutos de las trabajadoras y los trabajadores. //

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