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Recopilan y comentan: Mtro. José Luis Sánchez Vega y Eduardo Pliego Pérez.

Estimados amigos, queremos compartir con ustedes el caso que nos confió el compadre Salvador, de entrada diremos que el compadre ha estado al servicio educativo por treinta y cuatro años, tiene dos plazas, una docente frente a grupo y otra como director, hasta donde sabemos es muy estimado por los habitantes de la colonia donde labora y porque no, si fue el fundador de la escuela primaria, con decirles que ni los días de asueto disfruta ya que se va a la escuela a hacerle algunos arreglos, el centro de trabajo es su vida pues, imaginemos cuántas generaciones han pasado por su escuela, bueno así le llama él. Pues resulta que el Domingo, ya tarde noche nos buscó a los amigos donde sabe que nos reunimos llevaba en sus manos una copia de la Ley General del Servicio Profesional Docente, copia que a decir verdad se la proporcionó uno de sus hijos, nos preguntaba muy afligido que tanta verdad era lo que decía la famosa Ley, tiene muchas dudas, pues dice que por qué no la han dado a conocer las autoridades educativas ni el Sindicato de maestros, que había escuchado algo en los anuncios de la televisión pero que le parecía como cuando se promociona una oferta “abono chiquitos”.

Es decir, no les prestaba importancia, porque mejor dedicaba su tiempo en preparar sus clases semanales, planeaciones por supuesto de acuerdo a su formación profesional de hace cuarenta años, aclaramos que tiene más preguntas que respuestas, como ejemplo le dio lectura a algunas, esperando que le diéramos las respuestas, la verdad no pudimos aclararle mucho, por ello recurrimos a ustedes para de alguna manera nos apoyen para responderle al amigo Salvador.

Décimo Cuarto, Transitorio de la Ley General del Servicio Profesional Docente (LGSPD). “La Secretaría y las Autoridades Educativas Locales diseñaran un programa, que estas últimas llevarán a cabo, para la regulación progresiva de las plazas con funciones de dirección que correspondan a las estructuras ocupacionales de las Escuelas de Educación Básica, de conformidad a la disponibilidad presupuestal conforme a lo siguiente: I.Quienes a la entrada en vigor de esta Ley ejerzan funciones de dirección sin el nombramiento respectivo seguirán en dichas funciones y serán sujetos de la evaluación del desempeño establecido en el articulo 52 de esta ley. Lo anterior, para determinar si dicho personal cumple con las exigencias de la función directiva”. Al respecto el compadre nos dio lectura de una recomendación de Sylvia Schmelkes: “Para un director, lo más importante son las personas,. Esto significa que piensa en las necesidades de los beneficiarios, y que para satisfacerlas procura que el trabajador se sienta orgulloso de su trabajo”. Mejor, sigamos con el Transitorio: II.De obtener un resultado suficiente en la evaluación del desempeño el personal recibirá el nombramiento definitivo y quedará incorporado al Servicio Profesional Docente conforme a los dispuesto en esta Ley. Para todo venía Salvador preparado: De Schmelkes, “El director de una escuela es el elemento clave en un proceso de búsqueda de la calidad. Si la dirección de una escuela no está involucrada y comprometida con el propósito de mejorar la calidad, es muy difícil que ésta mejore” III.El personal que incumpla con la obligación de evaluación o cuando en ésta se identifique la insuficiencia en el nivel de desempeño de la función de dirección volverá a su función docente en la escuela en que hubiere estado asignado u otra conforme a las necesidades del Servicio, quedando sujeto a lo dispuesto por l artículo Octavo Transitorio o Noveno Transitorio de esta Ley, según sea el caso.

Sylvia Schmelkes, sostiene que: “Las exigencias sobre el papel del director en un proceso de búsqueda de la calidad difieren radicalmente de la forma en la que estamos acostumbrados a entender el papel del director. El director debe convertirse en un líder que impulsa y estimula un proceso de mejoramiento continuo”.

Transitorio Octavo de la LGSPD. El personal que a la entrada en vigor de la presente Ley se encuentre en servicio y cuente con Nombramiento Definitivo, con funciones de docencia, de dirección o de supervisión en la Educación Básica o Media Superior impartida por el Estado y sus Organismos Descentralizados, se ajustarán a los procesos de evaluación y los programas de regularización que se refiere el Título Segundo, Capítulo VIII de esta Ley. El personal que no alcance un resultad suficiente con la tercera evaluación a que se refiere el Artículo 53 de la Ley, no será separado de la función pública y será re adscrito para continuar en otras tareas dentro de dicho Servicio, conforme a la que determine la Autoridad Educativa o el Organismo Descentralizado correspondiente, o bien, se le ofrecerá incorporarse a los programas de retiro que se autoricen. En todo caso, el nombramiento que se emita en términos de las disposiciones de esta Ley quedará sin efectos. Al respecto, Schmelkes ,opina: “El director debe asegurarse de que el proceso de mejoramiento de la calidad sea un proceso de formación en el trabajo y esté acompañado de los elementos formativos indispensables para lograr que puedan llevarse a cabo los cambios propuestos”.

Hay aun más. Del Transitorio de arriba mencionado: “El personal que no se sujete a los procesos de evaluación o no se incorpore a los programas de regularización del Artículo 53 de la Ley, será separado del servicio público sin responsabilidad para la Autoridad Educativa o el Organismo Descentralizado, según corresponda”. Antes de que Salvador continuara con más información sobre la Ley General del Servicio Profesional Docente, le expusimos que: En un proceso de mejoramiento de la calidad total se preocupa por todos los involucrados en el mismo, no se debe pensar solo en la mejora de algunos de ellos. Porque, ya hemos mencionado que para la calidad es más importante disminuir las variaciones que mejorar los promedios. En este principio de la filosofía de la calidad están sintetizados los valores de equidad y justicia.

La equidad consiste en brindar oportunidades iguales a todos. La justicia consiste en dar más a quien más necesita. La justicia es un valor mucho más profundo que la equidad. Pero en la vida cotidiana, y en la vida cotidiana de la escuela, existen violaciones constatables y tangibles al primero y al segundo. Las escuelas deben ofrecer oportunidades para vivir la equidad como condición sin la cual no se puede vivir la justicia; y oportunidades para vivir la justicia. De la misma manera, y nuevamente por la vía de la extensión de la cotidianeidad, ya mencionada es necesario brindar oportunidades para conocer la desigualdad y la injusticia externas, y al menos vicariamente, para actuar en contra de ambas. Recordemos, las escuelas educan. Forman y transforman a los futuros ciudadanos, no lo hagamos insensibles.

Antes de continuar, con más artículos de la Reforma Educativa, nos apegamos más a lo que hemos pregonado todo el tiempo como educadores, con la seguridad de que los trabajadores de la educación, sí sabrán de lo que estamos hablando, de los ajenos a la educación no estamos seguros, compartimos: La filosofía de la calidad cree en las personas y en ellas invierte sus mayores esfuerzos. Nosotros, como causantes de la calidad, tenemos la exigencia de creer en nuestros alumnos (sin importar que las autoridades en turno no lo hagan). Hemos descubierto en investigaciones recientes que los alumnos aprenden más cuando los directores y maestros creen más en ellos. Es común encontrarnos posturas derrotistas, sobre todo cuando trabajamos con poblaciones en situación de pobreza.

Tendemos entonces a reducir nuestras exigencias sobre los padres de familia, los alumnos y sobre nosotros mismos; a conformarnos con poco; a enseñar con la esperanza de que, al

menos a algunos, algo les sirva. Hoy, es un dilema, son nuestros padres de familia, nuestros alumnos, nuestros maestros o nosotros.

Creer en ellos significa apostar que son capaces de enseñar y aprender como enseñan y aprenden los mejores directores, maestros, padres de familia y alumnos del país; a que serán capaces de continuar laborando los directores, los docentes y los estudiantes con éxito, o a que sean capaces de superar obstáculos de la vida diaria, para lograrlo requerimos apoyo de las familias, de los maestros, de los directores y de algunas autoridades, de los habitantes que saben y conocen la realidad mexicana y no de personas que todo lo han tenido en la vida, y que además se educaron, se formaron y transformaron en países extranjeros, esto es México, señores, somos orgullosos de serlo, no copiamos modelos extranjeros. Mejor continuemos con las preguntas del comadre Salvador: Transitorio Noveno de la LGSPD. El personal Docente y el Personal con Funciones de Dirección de Supervisión en la Escuela Básica o Media Superior impartida por el Estado y sus Organismos Descentralizados que a la entrada en vigor de esta Ley tenga Nombramiento Provisional, continuará en la Función que desempeña y será sujeto de la evaluación establecida en el artículo 52 de la presente Ley. Al personal que obtenga resultados suficientes en dicha evaluación, se le otorgará Nombramiento Definitivo y quedará incorporado al Servicio Profesional Docente conforme a lo dispuesto en esta Ley. Será separado del servicio público sin responsabilidad para la autoridad Educativa o el Organismo Descentralizado, según sea el caso el personal que: 1. Se niegue a participar en los procesos de evaluación.

II.Obtenga resultados insuficientes en el primer o segundo proceso de evaluación a que se refiere el artículo 53 de la Ley y no se incorpore al programa de regularización correspondiente en cualquier de ellas, o III.Obtenga resultados insuficientes en el tercer proceso de evaluación previsto en el artículo Artículo 52 de la LGSPD. Las Autoridades Educativas y los Organismos Descentralizados deberán evaluar el desempeño docente y de quienes ejerzan Funciones de Dirección o de Supervisión en la Educación Básica y Media Superior que imparta el Estado. La evaluación a que se refiere el párrafo anterior será obligatoria. El Instituto determinará su periocidad, considerando por lo menos una evaluación cada cuatro años y vigilará su cumplimiento. En la evaluación del desempeño se utilizarán los Perfiles, Parámetros e indicadores y los instrumentos de evaluación que para fines de Permanencia sean definidos y autorizados conforme a esta Ley. Los evaluadores que participen en la evaluación del desempeño deberán estar evaluados y certificados por el Instituto.

Artículo Transitorio 53 de la LGSPD. “Cuando en la evaluación a que se refiere el artículo anterior se identifique la insuficiencia en el nivel de desempeño de la Función respectiva, el personal que se trate se incorporará a los programas de regularización que la Autoridad Educativa o e Organismo Descentralizado determine, según sea el caso. Dichos programas incluirán el esquema de tutoría correspondiente. El personal sujeto a los programas a que se refiere el párrafo anterior, tendrá la oportunidad de sujetarse a un segunda oportunidad de evaluación en un plazo no mayor de doce meses después de la evaluación a que se refiere el artículo 52, la cual deberá efectuarse antes de inicio del siguiente ciclo escolar o lectivo.

De ser insuficientes los resultados en la segunda evaluación, el evaluado se reincorporará a los programas de regularización para sujetarse a una tercera evaluación que se llevará a cabo en un plazo no mayor de doce meses. En los casos de quien no se incorpore a los programas de regularización o no alcance un resultado suficiente en la tercera evaluación que se le practique, se dará por terminados los efectos del Nombramiento correspondiente… ¿NOVELA?