ANDANTE Suplemento Periodístico de la Facultad de Letras y Comunicación
Lunes 30 de enero de 2017 Época X III Número 681 Colima, Col.
Solidaridad entre maestros y alumnos debe prevalecer en estos tiempos: Manuel Delgado *Lo mejor de la vida es la experiencia y de todo puedes aprender: Alejandra Rocha *Honra la Facultad de Letras y Comunicación a ambos docentes en su jubilación Redacción
Dra. Alejandra Rocha Silva
Lic. Manuel Delgado Castro
Hablar de Manuel Delgado Castro y de Alejandra Rocha Silva es, sin duda, hablar de dos grandes pilares de la Facultad de Letras y Comunicación, quienes a lo largo de varias décadas han formado a varias generaciones de periodistas y comunicólogos gracias a su perseverancia y preparación como docentes. Manuel –Manolo, para todos- llegó a la Universidad de Colima en 1981, justo cuando el proyecto de comunicación institucional universitario empezaba a ver la luz; pronto se incorporaría como maestro a lo que fuera la Escuela de Comunicación vinculándose también con otras dependencias universitarias y medios de comunicación local. Alejandra –Ale- inició su actividad como maestra en 1988, cuando apenas había egresado como licenciada en Comunicación Institucional: su ahínco y empeño como estudiante logró que pronto se sumara a las filas de la docencia. El 5 de diciembre de 2016, en el marco del IX Christmas Fest a ambos maestros se les
honró con un breve homenaje (que siempre será poco para todo el tiempo y esfuerzo que le han dado a la Facultad de Letras y Comunicación) ahora que dejan las filas laborales de esta institución. En su discurso de despedida, la doctora Alejandra Rocha contó varias de las experiencias que marcaron su paso por la Facultad de Letras; muchas de ellas de naturaleza cómica, recordando las incipientes instalaciones de la década de los ochenta y noventa. “Todo fue una gran experiencia. Al final lo que cuenta en la vida es la experiencia y el contacto humano, lo que has dado y lo que has aprendido de los otros; hay que comenzar y recomenzar una y otra vez, de todo puedes aprender”, señaló. Por su parte, Manolo que llevaba la playera verde del equipo de futbol de la entonces Escuela de Letras y Comunicación dijo: “con esta honrosa playera pedimos siete a dos contra los ingenieros civiles pero esa derrota fue un gran triunfo porque jugábamos en la lija –la lija era en donde hoy está la cafetería,
así le decíamos porque eran puras piedritas-. En ese partido los ingenieros estábamos eufóricos ante el avance pero su goleador, luego de tres goles, cayó al piso y dos compañeros de nuestro equipo lo levantamos y lo encaminamos mientras sus compañeros estaban festejando los goles. En ese discurso viene el sentido de la voluta que distingue a nuestra facultad: el sentido de la cosmovisión de los náhuatl y de otros grupos. La enseñanza es acordarnos del compañero de banquita que está dormido y no se levanta y tampoco toma notas, que no va a la cafetería porque no tiene con qué pagar o de los maestros y maestras que van corriendo de un trabajo a otro o que dejan a sus niños en la guardería
para poder venir a dar clases. Tengamos la cosmovisión de los náhuatl: hay que ser solidarios. La solidaridad debe prevalecer en estos tiempos, entre alumnos y maestros”, señaló. Así pues el Andante, un proyecto precisamente impulsado por Manuel Delgado, se complace en sumarse al homenaje destinado a dos de los decanos de la Facultad de Letras y Comunicación que a partir de febrero le dan seguimiento a otros proyectos personales. Sin embargo queda toda una historia en la que más de 30 generaciones de alumnos respaldan el trabajo realizado por estos inspiradores docentes. No decimos adiós, decimos gracias y aquí estamos, aquí seguimos. ¡Enhorabuena,
Alejandra y Manolo!
Equipo de la Facultad de Letras y Comunicación, docentes y personal administrativo, en el marco del IX XmastFest, en el que se ofreció un homenaje a Manuel Delgado y Alejandra Rocha, los maestros jubilados
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En la vida y en la escuela hay que huir de las etiquetas: Alejandra Rocha Silva *Luego de 28 años de servicio a la UdC, se retira Por: Juan Francisco Sánchez Rangel Alejandra Rocha Silva nació
en Villa de Álvarez, Colima y siempre se ha caracterizado, como dice, por ser una persona interesada en todo lo que le rodea. “Yo creo que es algo que ya se trae; cierta disposición a
y hasta gané algunos concursos pero no dejé lo de hacerme gustaba ya que iba de la mano”. Alejandra Rocha refiere que sus inicios en la docencia universitaria se dieron por “circunstancias extrañas
Alejandra Rocha (Última fila. Quinta de derecha a izquierda) con su generación en 1987 estar al pendiente de lo que pasa en el mundo y conocer por que pasa de esa forma”, dice. Quizá por ello decidió estudiar Comunicación Social y luego especializarse en materias cercanas a la tecnología y a la educación. Dedicada y ejemplo para muchos, Alejandra Rocha se doctoró en Tecnología Educativa, programa que estudio en la Universidad de Salamanca, España. Fue, hasta hace unos días, profesora e investigadora de Tiempo Completo de la Universidad de Colima, adscrita a la Facultad de Letras y Comunicación. A mediados de enero culminó un ciclo más en su vida pues se jubilo con 28 años de experiencia en el campo laboral y esta entrevista es un pequeño reconocimiento a su trabajo. “Me decidí por esta carrera con algo que tiene que ver en parte con mi niñez. Mi familia estaba relacionada con Alberto Isaac, el director de cine, gracias a eso crecí viendo cómo era hacer una película. Eso de alguna manera me marcó. También me gustaba mucho la fotografía pero no la veía como algo no compatible porque finalmente me quedé dando clases en la Facultad de Comunicación. Durante los primeros años hice mucha fotografía
de la vida pero la verdad jamás pensé ser profesora, cuando yo estaba prácticamente saliendo de la carrera, el que era el director en ese tiempo, Salvador Silva, me propuso dar clases y le dije que sí; no fue algo muy meditado”. A esto siguieron los estudios de posgrado: “busqué Pedagogía porque siempre quise tener mejores bases y los otros estudios los hice en la Universidad de Salamanca, algo que me emocionó mucho. En Salamanca había programas
de posgrados con mezclas interesantes, por ejemplo: encontré el programa de Tecnología Educativa que llevaba la parte tecnológica con comunicación y educación. De ahí comencé a trabajar con redes de trabajo y de información a través de la tecnología”. La doctora Alejandra recuerda ese periodo de formación como una época muy afortunada: “no había el apoyo que existe ahora y eran situaciones muy diferentes. Aunque yo fui beneficiada en muchos sentidos; los apoyos de la universidad me los dio el rector directamente. Incluso yo ni siquiera sabía que era ilegal viajar con mucho dinero y lo hice. Cuando estás lejos te toca convivir con personas totalmente distintas a ti, aprendes a convivir con otras culturas y te adaptas, hasta al frío, sobre todo. Aunque también había similitudes, Salamanca por ejemplo era un pueblito tranquilo en ese tiempo. Algo muy bonito fue convivir con una cultura muy antigua, de universitarios, pues Salamanca es una de las universidades más antiguas de Europa”, comenta. Entre todas esas vivencias también sobresale la vinculación directa con la tecnología: “todo eso me cambió la vida. Todos mis años allá en Salamanca estuvieron marcados, por el internet y mi relación con las computadoras empezó allí. Usábamos Apple; al regresar aquí nadie sabía qué era eso. Todas esas cosas te cambian y te dan una perspectiva diferente”, cuenta. La investigadora, quien después de más de 28 años de servicio
Alejandra Rocha con la investigadora Ibis Marlene en la Universidad Autónoma de Barcelona
a la Universidad de Colima se retira, dijo que en ese tiempo le ha tocado vivir épocas diferentes: “son temas delicados. Comencé a trabajar cuando era rector Humberto Silva, momento en el que la universidad se conforma como tal. La Universidad que conocemos es a partir de su proyecto; con Fernando Moreno, llegaron muchos recursos y todo comienza cambiar con más rapidez. Llega el doctor Carlos Salazar, y comienza el tema de la competencia; es decir, con ser competitivos en terrenos nacionales. Cada rectorado, también el de Miguel Ángel Aguayo y el actual, han tenido su particularidad y sus propios temas. Ha buscado cosas distintas acorde a su momento pero todos para fortalecer el proyecto universitario y posicionarse en el terreno nacional”. Comenta también que cuando comenzó a trabajar como docente sus alumnos casi tenían la misma edad, “acababa de egresar y tenía 21 años de edad, porque mi preparatoria la había terminado en dos años. Eera difícil que me vieran como maestra; sin embargo de esa primera generación me llevé muy buenos amigos y compañeros con los que he trabajado. Yo no creo que tenga que etiquetar todo lo que se vive como bueno o malo, sólo son experiencias de la vida. Aprendí a hacer redes de trabajo y a sorprender porque a veces tú tienes una expectativa muy alta de tu trabajo, pero resulta que al final a nadie le interesó pero también pasa al contrario”. “He tenido muy buenos alumnos y no necesariamente de diez. Si el maestro cree que sus mejores alumnos son los que sacan diez, está fregado. Hay algunos geniales, todo depende de su iniciativa y del poder que tienen para trabajar sus propias inquietudes”, agregó. “He aprendido a hacer pocas expectativas, y a no poner etiquetas”, dice. Ahora sus planes han cambiado, “he aprendido a no hacer planes. Ya hice muchos planes. La vida es algo como va, y así debe tomarse. Luego me dicen qué vas a hacer ahora jubilada, qué planes tienes. Yo ya no tengo planes porque ya hice muchos en mi vida”, agrega. La familia, es una de sus principales prioridades, eso y “los viajes, quiero ir de viaje y pasar tiempo con mi madre que está enferma”.
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Seguiré en el periodismo, no me jubilo de la vocación: Manuel Delgado Por: Roberto Macías Cruz Con su característica boina, huaraches de araña, cámara profesional al cuello y barba poblada, se le ve a Manuel Delgado caminando por la Facultad de Letras y Comunicación. Ha sido catedrático de dicha institución desde sus inicios y, con el tiempo, se ha transformado en una pieza esencial de la escuela. Manuel, o Manolo como es conocido, llegó a Colima en 1981 durante la administración del entonces rector Humberto Silva Ochoa. “Fue un tiempo de profundas transformaciones para la máxima casa de estudios”, refiere el maestro. Él es originario de Guadalajara, Jalisco, en donde estudió Ciencias de la Comunicación en el ITESO, la universidad jesuita. A lo largo de su vida laboral estuvo en contacto con diversas experiencias, siempre relacionadas con el tema de la educación; laboró en secundarias nocturnas para trabajadores, se vinculó con proyectos de alfabetización y finalmente se asentaría en Colima, para hacer carrera académica. Manolo es invitado por el rector de ese momento para trabajar
en el Programa Institucional de Comunicación Social Universitaria; de ahí se derivaría la actividad académica para colaborar en la entonces Escuela de Letras y Comunicación. “Fue un tiempo de muchos cambios y necesidades: desde la falta de profesores especializados en Comunicación y Periodismo, así como falta de instalaciones. Las clases se impartían en las aulas de Ingeniería Civil”, dice. Recuerda que las entre las anécdotas más memorables era lo,
medio de las agencias. Estas hacían llegar la información a través de de rollos de papel, con tipografía en mayúsculas; mismas que los capturistas de datos se encargaban de transcribir”. Más allá que tener un gran equipo tecnológico lo básico para ejercer el periodismo eran las redes de trabajo o la inserción con los diversos sectores de la sociedad; “buen ánimo, cercanía con quienes están en las fuentes”. Por lo mismo reiteró la máxima de Kapuscinski, al decir que “para ser un buen Manuel Delgado a principios de los noventa. Se pueden ver algunos discos verbatim, “estábamos estrenando computadora”, dice el catedrático
El maestro Manolo fungió como director de esta institución de 1988 a 1992. Aquí, en una ceremonia de graduación
Con una de sus boinas habituales participó en la grabación de un documental para unos alumnos de Periodismo y Comunicación en 2013
a veces, difícil que resultaba dar clases pues se impartían en aulas pequeñas con un calor insoportable y alumnos desesperados, “pero ahora esos recuerdos son motivo de sonrisas”. Señala también que el periodismo en Colima se ha transformado desde el aspecto tecnológico hasta el relacionado a contenidos y temas de interés, “en la década de los ochenta no había internet y se trabajaba por
periodista se necesita ser buena persona”. “En el periodismo solo hay de dos, el libre ejercicio de la empresa y el institucional (…) cada sujeto es libre de ejercer lo que más le ayude a tener los ingresos para vivir”, señaló Manuel Delgado diciendo además que hasta hace unos cuantos años los periodistas no contaban con una protección firme en cuestión de sueldos, ni seguro social entre otros rubros.
Sin embargo señaló que: “sí se ha mejorado, no acorde a los estándares de vida, de un país como México, el avance ha sido lento pero sí los hay”. Mencionó que para mejorar en esos aspectos “hace falta decisión del individuo y organización en los gremios”. Señaló que hay una área que se está olvidando: la del entrenamiento periodístico, donde se prepara para que el periodista tenga la condición para laborar en diferentes situaciones y en distintas plataformas, tanto digitales como de marketing. Ahora que Manolo deja la docencia comenta que no se jubila de la vocación periodística y por lo tanto seguirá en el ejercicio del periodismo, “compartiendo experiencias y entrenando a aspirantes a periodistas”, sin embargo dijo que no tiene en mente continuar, por ejemplo, “un doctorado a algo así”. Finalizó mandando un mensaje a las futuras generaciones de periodistas y comunicadores, en el cual señala que lo principal es el respeto entre colegas: “hay que respetar la forma de ejercer la carrera de cada quien pues cada quien lo hace desde su trinchera”.
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Andante
Infografía: Hernán Adolfo Pineda Reyes Directorio Rector
M. A. José Eduardo Hernández Nava
Universidad de Colima Facultad de Letras y Comunicación
Directora
M. en Ed. Paulina Rivera Cervantes
Coordinadora General de Comunicación Coordinador Académico en Periodismo Lic. Vianey Amezcua Barajas
M. en A. Guillermo Torres López
Coordinación de Información Lic. Manuel Delgado Castro
IMPRESO EN EL PERIODICO
Coordinadora de Redacción
el Comentario
Capacitación de Formación
Lic. José Ferruzca González
M. en H. Ma del Carmen Zamora Chávez Oscar Zuñiga Carrasco
Director