Índice
Lunes 9 de Enero de 2017
El Comentario Semanal
CONTENIDO
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Bardos poetas y trovadores de la musa de las palmas, por Verónica Zamora
Pensamiento Diferente, por Ángel Raúl Naranjo Dávalos
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Onirógrafo, por José Rafael Cuauhtémoc
Carta en el cuarto año de mi hija, por Luis Felipe Lomelí
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Los retos del periodismo en este 2017, por César Barrera Vázquez
Domingo, por Brenda Rosales
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El cuerpo habla más que mil palabras, por Ruth Holtz
DIRECTORIO
M.A. José Eduardo Hernández Nava Rector Christian J. Torres Ortíz Zermeño Secretario General Vianey Amezcua Barajas Coordinadora General de Comunicación Social Jorge Vega Aguayo Director General de Información El Comentario Semanal
irectorio AnálisisD e información
Fotografía/ Carlos DIEZ
COLABORADORES
Marco Antonio Pèrez Gaspar Ángel Raúl Naranjo Dávalos Carlos Eduardo Jiménez Ceja José Rafael Cuauhtémoc César Barrera Vázquez Verónica Zamora Barrios Luis Felipe Lomelí Fernando Castillo
José Ferruzca González Director Yadira Elizabeth Ávalos Rojas Coordinadora de edición Laura Cisneros Águila Calidad y corrección Ma. Guadalupe Venegas Peregrina Diseño
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Brenda Rosales Seth Álvarez Ruth Holtz
Atardecer desde una cueva en Laguna La María Autor/ Carlos García e-mail:comentariosemanal@gmail.com Síguenos en
El Comentario Semanal
Las opiniones firmadas por sus autores no son responsabilidad de quienes editan este semanario ni de la U de C.
¿Quién tiene el poder? Por Fernando Castillo*
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Opinión
Lunes 9 de Enero de 2017
o sé si ustedes estén hartos o no de vivir en un país que no es capaz de ofrecer seguridad a sus habitantes pero sí cobra por ello. Yo sí. Estoy harto de un país lleno de corrupción donde vale madre lo que a la sociedad le suceda y donde, cuando hay un asalto en nuestras narices —a plena luz del día o a la hora que sea—, volteamos hacia otro lado. O sencillamente una país donde la opinión del pueblo no vale. Ahora nos damos cuenta que realmente no es suficiente lo que hacemos para ganarnos la vida. A las familias no les alcanza los que ganan para vivir. Pero, ¿Por qué la gente está molesta y hace este tipo de manifestaciones y disturbios? Es gente que gana menos de $200 pesos al día y el alza a la gasolina, el gas, la luz y la tortilla les va partir la madre. Si tú, querido lector, eres como Andrea Legarreta mode economista, que opina sobre la depreciación del peso ante el dólar y dices “No porque suba el dólar suba el precio de todo lo que la familia consumimos nos afecta (…) nuestra economía vende productos a otros países, vende más barato y genera más empleos”… ¿Es neta? A las familias ya no les alcanza. No basta que papá y mamá trabajen, y menos si tienen hijos que implican gastos de colegio, útiles, etc., etc. ¿No se cansan de todo esto? Obviamente tienen que subir los costos de todo, no sólo de la gasolina, el gas y la luz eléctrica. Hay gente que se parte la madre trabajando cada día, que tiene dos empleos y sale de su casa a las 5:00 de la madrugada y llega las 8:00 de la noche. ¿Y todavía se preguntan del porqué de la desintegración familiar? Este tipo de cosas van a generar un estallido social, como comienza vislumbrarse, y no se sorprendan de lo que se espera. Lo que
llegue a suceder no será de gratis. Hay manifestaciones donde de forma violenta saquean tiendas, bloquean carretas, quemen gasolineras. ¿Qué haremos si nos están jodiendo día con día? ¿Será un ojo por ojo entonces? ¿Buscan la razón de la delincuencia y los vicios en jóvenes? Justo hace unos días leía un comunicado que explicaba, de acuerdo a cifras de la Encuesta Nacional de Consumo de Drogas en Estudiantes 2014, que son 5 millones 562 mil 439 menores de edad han bebido alguna vez y 1 millón 516 mil 93 alumnos de secundaria y bachillerato han abusado del consumo del alcohol. Ahí está la respuesta la desintegración familiar, es por la necesidad de pasar más tiempo trabajando para sobrevivir y pagar deudas porque los impuestos cada vez están más altos. Ya viene el 2018 y el panorama no se vislumbra alentador, ni siquiera veo un buen 2017. Debemos buscar las formas para orientar todo este descontento social hacia una buena causa que de verdad cambie a las personas que hemos decidido poner en el poder porque sencillamente no nos han cumplido. Y no sólo en ese sentido, sino en
todos los sentidos: ¿Dónde está la seguridad prometida? ¿La economía mejorada? ¿Cuánto ha crecido tu patrimonio en los últimos 16 años? Cierro con la siguiente reflexión: “Primero vinieron a buscar a los comunistas y no dije nada porque yo no era comunista. Luego vinieron por los judíos y no dije nada porque yo no era judío. Luego vinieron por los sindicalistas y no dije nada porque yo no era sindicalista. Luego vinieron por los católicos y no dije nada porque yo era protestante. Luego vinieron por mí pero, para entonces, ya no quedaba nadie que dijera nada”. __________
*Licenciado en Lingüística por la Facultad de Letras y Comunicación. Productor de Noticias de ZER Informativo Colima, director general de Información de El Centinela de Colima, colaborador de la revista Vida & Mujer y Manzanillo News. Envíame tus comentarios a fernando_castillo@ ucol.mx o sígueme en Twitter como @skidder89. También puedes consultar mis columnas en www. palabrasprohibidas.com.
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Creación
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Bardos, poetas y trovadores de la Musa de las palmas Juan José Arreola, el íntimo lector Por Verónica Zamora “Yo me pongo a leer sin un libro en la mano. Digo cómo va este poema de Darío y empiezo, como va esto otro. Soy inmensamente feliz, más que cuando el primer día que lo leí o cuando lo aprendí de memoria sin darme cuenta, porque era una de las felicidades de la memoria es aprenderse las cosas sin darse cuenta…” (Juan José Arreola, Dos homenajes/ Secretaría de Cultura de Colima 2003)
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na de las virtudes que a simple vista podía notarse en el escritor Juan José Arreola era su entusiasta deseo de compartir hallazgos. Su generosidad en repartir abrazos, sonrisas y sobre todo: lecturas. Lo vívido íntimamente, con el corazón y el intelecto, con alma de poeta sin que nunca pudiera llegar a serlo, cultivó el ser gran conversador, narrador de historias y lector en voz alta.
Efectivamente memorioso, jugador de ajedrez y gran fabulador de historias; Arreola gustaba de venir a Colima y recordar personajes como Cuquita Morales, esa mujer por la que decía tener un afecto enorme nacido en la primera infancia y seguido en la adolescencia como él mismo confesara en el patio del Museo Regional de historia en 203, cuando fue invitado a un homenaje por la Secretaría de Cultura de Colima. Ya no era aquel hombre vivaz y vigoroso que venía durante la administración de Griselda Álvarez, ni el comentarista lujoso de la televisión, era ya un anciano enfermo que se aferraba a la vida y a sus recuerdos. Pero la tarde colimense resplandecía y lo recibía con júbilo para su homenaje en el que iba recordando... “la poetisa Cuquita Morales, quien tenía una hermana llamada Liova, un nombre muy ruso, las dos muy amigas de mi tía Emilia y Zenaida Vázquez, donde yo aprendí a recitar oyendo a Cuquita Morales quien por fortuna fue varias veces a Zapotlán a recitar versos propios y ajenos…” Del Arreola lector se pueden decir maravillas, pues llevaba la lectura en voz alta a
Por Carlos Eduardo Jiménez Ceja* No solo me hiciste feliz, Aún me haces feliz, ¿O solo es tu recuerdo?, Que es lo único que tengo ahora de ti, Pero es tu recuerdo lo que no me deja ser feliz con alguien más, ¡Intenta ser feliz sin mí! fue tu respuesta, Cuando te pedí que regresarás conmigo, ¡Inténtalo! fue lo que me dijiste, Cuando te explique mi imposibilidad de ser feliz sin ti. ¡Inténtalo! me pediste, Y por ti lo intente, Y fracasé, Fracasé al intentar olvidarte, Pero en mi intento fallido entendí que tu recuerdo es lo que me hace bien, Porque el pensar en ti, en la oscuridad de mis días, en la penumbra de mis ideas, en el abismo que ahora es mi vida sin ti, tu recuerdo es lo que produce una sonrisa en mí, no podré ser totalmente feliz sin ti, pero he de recordarte siempre, para siempre tener algo por lo cual ser feliz.
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los mejores escenarios y creo que los escritores de su generación practicaban el acto de leer como parte de su formación estética y creativa como Ricardo Garibay que siendo narrador era un gran lector de poesía. O como Eduardo Lizalde o Jaime Sabines. Al leer en voz alta se comunica un íntimo deleite que logra transmitirse a los otros y es mucho más efectivo que convidar a leer. Arreola lo lograba con creces, citaba y leía sin libros, memorizaba después de repetir poemas que ya de por sí son memorables. Su voz amable y sus gestos histriónicos inspiraron personajes, nuevos autores y a otros lectores a continuar su labor. Arreola el íntimo y entrañable escritor de nuestro Jaliscolimán, esa región intervolcánica en la que compartimos tiempo, vida y destino. Muerte y familia. Y como él mismo se definió aquella última vez que visitó Colima, lo escuchamos y vemos brillar entre la gente, extrañándolo mucho. “Ese objeto extraño que se llamó maestro Arreola está aquí con ustedes con todo el efecto del mundo, de Colima, los restos las cenizas de una voz que alguna vez llevó ese nombre de Juan José Arreola…”
Ser feliz
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Análisis
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Pensamiento Diferente
¿“Separaciones” inteligentes o amorosas? Por Ángel Raúl Naranjo Dávalos
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Para quien siente rencor creyendo en la superficialidad de la culpa juzgando al otro” En términos de la experiencia que uno vive día a día, la expectativa puesta en la ilusión como futuro y el mandato del pasado son el encuadre en que se formulan las relaciones amistosas y las parejas que deciden vivir en común. El presente se anula casi en todo momento; el formato de la herencia familiar, de los amigos, de los compañeros de trabajo, más la falta de crítica que uno no suele ejercer, nos van condicionando una manera de entender las relaciones, amarradas a conceptualizaciones, en términos de: “Tú debes de considerar amigo solo a quien…” o bien, en la pareja amorosa… encontramos frecuentemente dos constantes; la primera “si le amas tienes que aguantar hasta el final” o segunda, si ya no estará conmigo ya verá lo que le espera, me la va a pagar. Es decir, hay una estructura mental basada en un mandato, que uno acepta acríticamente, sustentado en la forma y no en el sentido. Sufrir para merecer es la consigna o frustrante fijación que se asoma tras la construcción del pensamiento lingüístico que se proyecta hacia el contacto amistoso o el contacto de pareja. Aguantar, sufrir, merecer, luchar, sobrevivir nada más son la constante heredada y aceptada por uno para expresarnos en las relaciones. La buena forma, verse bien, cuidar el qué dirán, adaptarse ciegamente al mandato de la tendencia del grupo social son alimento para cultivar opresión y auto-castigo. La expectativa, el futuro de la relación amistosa o amorosa a partir de la aceptación consciente e inconsciente de lo heredado desde el seno familiar y social, por su parte, se afianza en idealizaciones y determinaciones complicadas, ilusas y temerarias en donde o se sostiene
aguantando, simulando, siguiendo las reglas y consejos “prácticos” del grupo social inmediato basados en la imposición por lo que tenemos “mandilones” o “fieras”. La experiencia de la amistad o del amor, siendo así, se plantea como lo que dicen que tienes que perseguir para lograr luchando con pesar para en el futuro, al final o cada aniversario, sentir que triunfaste aguantando o bien te deshaces de ese enemigo que te engaño por su falsedad amistosa o amorosa. Este es un círculo un sistema, una estructura de pensamiento, sentimiento y acción que no contempla el presente y su expresión de diálogo asumiendo la propia reflexión de este proceso de relación y mucho menos su sentir. La dualidad ultra polarizada de fue bueno o malo, éxito o derrota, suerte o desdicha, te quiero, ya no te quiero, te amaba, hoy te repudio, es la manera ordinaria y primitiva en sentido peyorativo, de vivir la experiencia de la relación. ¡El formato, la forma imponiéndose al sentido del contacto, del acompañamiento, de la prudencia, de la autovaloración, de la negación de la comprensión! El triunfo en una relación no está en lo que dura, ni en el aguante, sino en el aprendizaje que uno encontró en el otro para poder trascender como persona sintiendo agradecimiento por la experiencia que le brinda la oportunidad de perdonar…se, amar…se Diez años, cien años o un minuto de la relación en cuerpo y presencia no tienen importancia fundamental en su duración en términos de sentido existencial, de vivir en profundidad desde lo que uno es alejándose de la inmediatez del mandato social ordinario polarizado en la forma, en la fragmentación como base de la relación. Sentir agradecimiento, por con quien Verónica Zamora Barrios hemos decidido alejar nuestra convivencia por diversidad de razones y sentires, es
una maravillosa experiencia de crecimiento donde al final de cuentas se apuesta por desprenderse con un buen sabor de boca, porque esa pareja o amistad fue un maestro, una oportunidad para expandir nuestra disposición mental o como diría Sócrates para forjar el alma. Quizá a la vuelta de la esquina nos daremos cuenta de que podemos volver a encontrarnos y es importante que la “separación” no sea una fragmentación un quiebre soberbio, caprichoso por quien se siente víctima o por quien se envalentona con rencor y amargura. La supuesta “separación total no existe (memoria y campo cuántico integrado). El reto, de un ser inteligente está en ver a ese amigo o amiga, a ese amor con el cual uno se ha alejado, de percibirlo con serenidad, comprensión, compasión y una sonrisa cálida. Aprendamos a manejar nuestra existencia desde lo profundo llevando la atención hacia aquello que anima nuestros pensamientos cotidianos y nuestra manera de relacionarnos. Aprendamos a no ser altamente reactivos desarrollando el neocortex focalizando la atención en la serenidad y el silencio regulando la herencia del “cerebro reptil” (Mc Lean); ataque y defensa, territorialidad, posesión. Quitemos esa “comodidad” autosufriente de “es que así me hizo dios o la naturaleza, por eso soy altamente reactivo, me enojo fácilmente, todo me entristece, nada me hace feliz, nadie me quiere, para que vale la pena vivir. Soy víctima de la herencia y nada puedo hacer, expresiones ordinarias por la cultura que solapamos, como si el cerebro no fuese plástico. Salgamos de esa polaridad y fijación fragmentaria entre herencia y cultura. Ya que como dice la epigenética y lo constata la filosofía budista desde su contexto, nuestras Prólogo de Efraín Bartolomé propias experiencias influyen en nuestro material genético.
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Creación
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O n i ro´g r a f o
Observaron caballos blancos con puntos colorados que galopaban libres por la playa. El chico más curioso e imaginativo les llamó la atención señalando lo que calificó como monstruo marino y describió como dinosaurio, o serpiente gigantesca, pero nadie más lo pudo ver, solo notaron turbulencias en el agua y supusieron, dejándose llevar por la idea de que eso pudiera ser lo que asustó a los cuacos. Empezaba a oscurecer cuando encontraron en la cuesta a varios viandantes que ocupaban el camino. El chofer encendió las luces del vehículo para hacerse notar pero, al parecer, los encandiló pues tuvo que parar hasta que pasaran. De cualquier forma, encender la luz fue benéfico porque alumbraron el camino y así descubrió una cuneta profunda que les hubiera propiciado una volcadura si no la hubieran visto. Por fin, ya de noche, llegaron a la cima en donde encontraron una parte inundada con un charco tan grande que parecía ser estanque. Antes de meter los pies, una niña del grupo tocó el agua con la mano y notó, de algún modo, que había algo en el fondo que despertó
Cruzaron como magia En un sueño de José Rafael Cuauhtémoc
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inguno de los niños del grupo de exploradores era capaz de manejar un vehículo, lo que les había parecido sin importancia porque su excursión sería caminando, pero su guía, que era un joven apenas mayor que ellos, se lastimó y ya no pudo andar. Casualmente encontraron, en la playa “desierta” que visitaban, a un chofer que llevaba su vehículo destartalado y estaba por casualidad ya que había llevado una carga especial, más al no encontrar a quien la recibiría la había dejado en el sitio en donde se suponía que la debía entregar, por lo tanto su carro venía vacío. Los chicos le pidieron que los llevara de regreso y él lo concedió gustoso. Empezaron subiendo la cuesta por un camino de tierra y, al llegar a un punto, pudieron contemplar el paisaje a satisfacción.
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frenético y le jaló los dedos hacia dentro; por suerte los retiró antes de ser alcanzada. ¿Cómo cruzarían?, ¿sería ese el fin del viaje? El chofer descubrió una veredita situada al borde de un acantilado, que conducía a una casa y propuso pasar acompañando a cada chico, uno por uno, para reducir el riesgo de caer al agua. Una vez llegando a la casita, tocaron la puerta y salió una mujer, vestida de doctora, es decir con bata blanca; su aspecto era respetable pues peinaba chongo y lucía lentes con gran aumento. Les dijo que, en efecto, había una especie de pirañas destructoras que hacían peligroso entrar al agua, pero les ofreció ungüento mágico: les dijo que se lo embarraran en todo el cuerpo y así pasarían andando sobre la superficie todo el tramo que les faltaba. Se los dio y se fue caminando sobre el agua, poniéndoles ejemplo. Ellos se lo embarraron en demasía de modo que apenas alcanzó para que el chofer le pusiera la más pequeño; pero para él ya no. Los chicos caminaron como dioses y ni siquiera se despidieron. cuauhtemoc_acoltzin@ucol.mx
El fantástico mundo de Tim Burton en México rios países del mundo como China (en Hong Kong), Alemania, Japón, Corea o Francia. El recinto que albergará la obra del realizador estadounidense será el museo Franz no de los eventos que se tienen pro- Mayer, dentro del Centro Histórico de la ciudad gramados para este año es la llegada y dará comienzo el 1 de noviembre extendiénde la exposición de arte del cineasta dose hasta el 1 de enero de 2018. La exposición presenta más de 200 Tim Burton, después de haber recorrido va- Por Marco Antonio Pérez Gaspar /NotiCASS
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piezas del trabajo del también escritor, quien presenta montajes, escenarios y dibujos que hemos visto en varias de sus películas. Sin duda será una excelente oportunidad para conocer más de cerca el trabajo de Tim Burton que desde la década de los 80’s del siglo XX viene innovando la industria cinematográfica mundial.
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Carta en el cuarto año de mi hija Por Luis Felipe Lomelí*
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a vida es un juego, Alicia. Un juego como los que tú vives cada día: de a de veras, importantísimo, educativo y alegre. No como los juegos que —a veces, si acaso— juegan los adultos: de a mentiritas y sin compromiso. Y, como en todo juego, hay que aprender con quién jugar. Ya has visto que a algunos niños sólo les da por jugar a los golpes y eso les divierte, se ponen muy contentos cada que hacen daño: “me lo chingué”, oirás decir a muchos adultos más tarde, porque son como esos niños que no encuentran otra forma de convivir con sus semejantes en el mundo. Y así hacen, buscan jugar a los golpes, medirse a los golpes; te esperan a que estés descuidada para golpearte y luego irles a presumir a otros que te golpearon. O peor: para reírse solos porque no tienen con quién reírse. ¿Recuerdas a ese niño en el parque de la Piedra Lisa que sólo se entretenía quitando a los niños del resbaladero y luego se quedaba ahí, arriba, sin lanzarse, viendo cómo todos los demás lo esperaban? Así también hay muchos adultos: su idea de juego es impedir que los demás jueguen. Ciertamente se parecen mucho a los anteriores, a unos y a otros les gusta acumular algo que se llama “poder”: poder para agredir a otros impunemente, poder para impedir que otros jueguen. Si me preguntas, al igual que tú y a pesar de que esté grandote, tampoco entiendo la gracia de jugar así; me parece que al final del día debe de ser muy aburrido recordar y darse cuenta de que no han construido cosa alguna. Hay otros niños, ya los has conocido también y los has visto en las caricaturas, cuya diversión parece consistir en quejarse y quejarse mientras juegan: el muñeco debe de estar acá y no allá, yo voy primero y tú después, yo sólo juego después de acomodar todos los animalitos, etcétera. Y así se la pasan todo el rato, se quejan si hace calor y si hace frío, si hay poca gente y si hay mucha gente. Se quejan, básicamente, de todo. Con el tiempo, incluso, se definen a sí mismos a partir del quejumbre: “es que yo soy muy crítico”, afirman. A diferencia de los dos
tipos anteriores, con estos sí se puede jugar un buen rato. Y divertirse muchísimo y aprender harto. Lo malo, con los casos extremos, es que a veces uno puede tener la intención de hacerlos felices sin necesidad de andarse quejando, de ser felices así nomás y porque sí. Y esto por desgracia, con los adultos que son así, casi siempre es imposible. Hay un cuarto tipo de niños —y estos son los peores— que no se lanzan desde el inicio a los golpes ni tratan de impedir que los demás jueguen ni se la pasan quejándose sino que, por el contrario, parecen ser muy afables y muy alegres y muy buenos amigos. Pero ya que está todo el juego dispuesto, entonces toman todos los juguetes y se van corriendo. Estos son los peores —aún no te ha tocado ninguno así— porque no hay manera de anticiparlos. Y uno suele quedarse muy triste cuando se van; o muy confundido, preguntándose qué pasó. En realidad, no pasó nada pues así son, así siempre han sido y, como los primeros dos tipos, parecen disfrutar de las desgracias ajenas. O peor: a diferencia de aquéllos, estos parece que sí quieren construir algo en al mundo, sólo que
se sienten incapaces de hacerlo. ¿Entonces con quién jugar?: con quien disfrute el juego. Con quien se ría de la risa, con quien te ayude a construir juegos más interesantes, con quien se sienta feliz cada que comparte, con quien sepa divertirse con lo que hay, con quien aprenda y se fascine con cada juego, con quien felicite a quien gana una competencia, con quien se tome los juegos como tú: como algo importantísimo con lo que se la van a pasar muy bien y aprender mucho. Por suerte, aunque existan los otros tipos, este último tipo de personas también es harto numeroso. __________ *Luis Felipe Lomelí (Etzatlán, 1975) estudió Física y Ecología pero se decantó por la todología no especializada: un poco de tianguero por acá y otro de doctor en Filosofía de la Ciencia. Es miembro del Sistema Nacional de Creadores de Arte y sus últimos libros publicados son El alivio de los ahogados (Cuadrivio, 2013) e Indio borrado (Tusquets, 2014). Se le considera el autor del cuento más corto en español: El emigrante —¿Olvida usted algo? —Ojalá.
Artes visuales
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Periodismo
Lunes 9 de Enero de 2017
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Los retos del periodismo
http://noticias.universia.net.mx/
en este 2017
*La construcción de ciudadanía a través del ejercicio periodístico Por César Barrera Vázquez
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unca como ahora, ante el advenimiento de las nuevas tecnologías, el periodismo debe reivindicar su papel social: informar con veracidad sobre los hechos más trascendentes que se operan en la sociedad para contribuir a la construcción de ciudadanía. Esta labor se ha perdido, tergiversado y difuminado hasta el punto de convertir a los periódicos, en su expresión digital, en un trasunto de TVNotas, que se refocila en los temas virales pero insustanciales de las redes. Ante la falta de un criterio periodístico, los medios digitales optan por reproducir y propalar contenidos con una alta popularidad —efímera siempre ésta—, soslayando así los temas de relevancia social que requieren de un manejo informativo profesional: un análisis contextual que explique los motivos del problema, fundamente posibles soluciones y dilucide, de manera clara, los intríngulis del asunto. Es la época de la rauda información, que se encuentra a un clic de distancia; sin embargo, navegamos en un mar
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excrementicio de contenidos inanes, que en nada contribuyen a formarnos un criterio de nuestra realidad: en las redes sociales no sólo se propalan temas irrelevantes —como los XV de Rubí—, sino que también se difunden, con facilidad y rapidez, rumores y versiones de hechos que no han pasado por un proceso periodístico de verificación. El periodismo es investigación; comprueba, verifica. Por eso, ahora más que nunca, requerimos que el periodismo se reivindique, sobre todo en los medios digitales que se difunden a través de la plataforma de Facebook. Vemos, en ese sentido, una gran cantidad de medios digitales que pululan en esta red social; medios que enarbolan la bandera del periodismo como un eslogan de venta, pero que, en los hechos, demuestran el desconocimiento de esta profesión: su función no es la de informar sino la de difundir noticias —que más parecen opiniones sesgadas— sobre determinado asunto, sin contextualizar ni analizar. El periodismo de esta nueva era de la información y las tecnologías —todavía en ciernes—debe responder a las premisas de informar, de manera veraz, a la población. Informar no de manera discriminada, aleatoria, sino sobre los temas de mayor
trascendencia; estos que tienen un impacto directo, ineludible en su vida. Estos temas no son otros que los emanados del quehacer político y de su expresión gubernativa, institucional. El periodismo debe, a través de un ejercicio profesional bien interiorizado y reflexivo, perfeccionar este quehacer político, sobre todo vigilar que el actuar de los gobiernos sea acorde con los intereses de la población para alcanzar el beneficio colectivo. Si bien el periodismo es una empresa, un negocio, su trabajo informativo tiene una connotación, un sentido social insoslayable. Malamente, el periodismo digital —más que a informar— se ha engolfado a entretener, a ser solaz y divertimento. En eso se ha ido el periodismo digital que busca más la nota viral, la que se comparte y se difunde no por su importancia, sino por su hilaridad, por su contenido desopilante. Habría que analizar si el periodismo digital está cumpliendo con su función social o si, al contrario, es necesaria la construcción de un nuevo paradigma del periodismo para su versión digital. Y es que el periodismo, en todos sus formatos, su función principal siempre
Cultura
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José Revueltas y el cine Por Seth Álvarez
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osé Revueltas, novelista, ensayista, cuentista, dramaturgo, argumentista y escritor cinematográfico, nació en Durango y perteneció a una importante familia de artistas. Fue hermano de Silvestre, Fermín, y Rosaura. En 1943 recibió un importante premio por su segunda novela El luto humano, y en 1967 el Premio Xavier Villaurrutia, por Obra literaria tomo I. Aparte de su notable trayectoria en las letras, desarrolló una prolífica carrera en el séptimo arte nacional, comenzando como guionista cinematográfico a partir de la invitación de Gabriel Figueroa para trabajar en la adaptación de El mexicano, de Jack London. En su filmografía destaca la mancuerna que hizo con el cineasta Roberto Gavaldón, y entre estas obras figuran: A la sombra del puente (1946), La diosa arrodillada (1947), La casa chica (1949), Rosaura Castro (1950), Deseada (1950), En la palma de tu mano (1950), La noche avanza (1951), El rebozo de soledad (1952), Las tres perfectas casadas (1952),
debe ser la de informar verazmente sobre los hechos más importantes que se suscitan dentro de la sociedad. La saturación de contenidos digitales —mayoritariamente bazofia o productos del ocio o la curiosidad— impiden que los internautas se centren en lo importante, en lo significativo. De ahí la importancia de que el periodismo tenga una mayor presencia dentro de las redes sociales, y no que los periódicos se dejen influenciar por esa dinámica de desinformación que tan en boga está dentro del ciberespacio. La falta de un criterio periodístico en este sentido ha permitido que temas como los XV de Rubí adquirieran las resonancias mediáticas que alcanzó. No se puede considerar como noticia un hecho que se sustenta sólo por la cantidad de veces que se comenta o se comparte. Eso son criterios que son totalmente ajenos al
Sombra verde (1954), La escondida (1955). Aparte de Gavaldón, este singular escritor trabajó para directores como Agustín P. Delgado, Julio Bracho, Mario Luna, Rosario Hernández, Rafael Corkidi, Benito Alazraki y Emilio “Indio” Fernández; así mismo, coescribió argumentos con Salvador Novo, Jesús Cárdenas, Juan de la Cabada, Mauricio de la Serna, Luis Spota y otros importantes escritores de su época. Se cuenta que alrededor de 26 de sus adaptaciones cinematográficas fueron llevadas a la pantalla -mientras que al menos 30, nunca llegaron a filmarse-. Dentro de las que sí se plasmaron en el celuloide, podemos encontrar: Cantaclaro, de Rómulo Gallegos. La otra, de Ryan James -Premio Ariel 1947 por la mejor adaptación-. Que dios me perdone, con guión de Xavier Villaurrutia y Tito Davison -con dirección del mismo Davison-. Y La ilusión viaja en tranvía; argumento que adaptara con Luis Alcoriza y dirigiera el señor Luis Buñuel. Seguramente, sugieren muchos, la cinta más significativa, por lo que representa en su vida personal, es El apando, obra escrita por Revueltas como
periodismo y que responden más a los cánones de chacoteo por internet. Por eso se requiere, con urgencia, de la práctica periodística bien reflexionada y que le permita al ciudadano formarse una percepción verdadera de la realidad donde existe. El periodismo está en un momento crítico, pues la abundancia de estos pseudo medios informativos y la ausencia de criterio periodístico —sí como su práctica en sí— en las redes sociales podría propiciar que el trabajo del periodista se desvirtúe: que el periodista se convierta en una especie de merolico, que condena o encumbra de acuerdo a sus intereses o estado de ánimo, dejando de lado el análisis riguroso de los hechos y la pulcra labor de informar, de manera descarnada, sobre los acontecimientos más importantes y sus consecuencias. El periodista no puede esperar a
snn.imer.gob.mx
El Comentario Semanal
novela y adaptada posteriormente para el cine junto con José Agustín, dirigida por el señor Felipe Cazals. En el ámbito teatral, destacó con su obra El encuadre de la soledad, que dirigió en su momento José Ignacio Retes y donde participó Silvia Pinal, Rosaura Revueltas y Prudencia Grifell. Cabe señalar que Revueltas también se desempeñó como profesor de cine. Dio clases en el Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográficos, y en el recién creado Centro Universitario de Estudio Cinematográficos (CUEC). Su última adaptación cinematográfica fue El apando, y tras su muerte, en 1976, se han llevado a la pantalla grande algunas de sus obras literarias por varios directores, tales como El encuentro (1976), La hermana enemiga (1979), El abismo (1987), El ángel de la guarda (1990) y los Vuelcos del corazón (1993).
que exista un grupo de lectores selectos que rueguen por su trabajo, sino que debe enfocarse éticamente al desarrollo de su labor informativa y, de esa forma, moldear, construir al lector; atraerlo no con la estridencia, sino con la reflexividad de su información, y así contribuir a que la población sea cada vez más activa en el tema social. Y es que por más que las personas seamos proclives al chismorreo y al morbo, siempre se tendrá un genuino interés por los hechos trascendentes que se operan en la sociedad, como el alza de impuestos, una nueva enfermedad, la aprobación de nuevas leyes, el testimonio de un sobreviviente a una catástrofe; todo esto contextualizado para entender su porqué, su causalidad. * Periodista egresado de la Falcom.
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Narrativa
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El ComEntario omentario SEmanal emanal
EEl lCComentario emanal omEntarioSS Emanal
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Fotografía
Christian Villicaña.
Carlos García.
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Creación
Domingo Por Brenda Rosales
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uena Tin-Tan en la casa. Las 12:30 de la tarde y yo me asomo a la ventana, a esta hora comienza a sentirse el tráfico. El mercado Obregón, ubicado entre las calles Ignacio Sandoval y Guerrero mantiene su firme ritmo de domingo. Es una tarde de pequeños grupos de personas deambulando por las calles. El rumor de los coches, la ropa, el sol… el infernal sol, todo con su apariencia de domingo. En la esquina del mercado: una señora, regordeta, se hala su blusa rosa intentando encontrar entre un montón de curvas una mancha de salsa, se limpia la boca y vuelve a tomar su plato de tacos tuxpeños de la mesita donde se sirve la col y la salsa. Da un bocado, vuelve a buscar la mancha, no encuentra entre sus curvas ni siquiera una molestia con su llantesca figura; sigue comiendo y da un sorbo a su refresco bien oscuro, tan oscuro como la suela de sus zapatos bajitos que le aprietan hasta botarle los tobillos y uno que dedo se asoma por la silueta del cuero viejo. Ahora, atraviesa la calle una viejita de delgada figura, viste un traje púrpura satinado y traslúcido que parece haber sido sacado de un viacrucis de Semana Santa y puesta en su propio viacrucis cotidiano, lleva un mandil blanco con manchas de mugre, y en la mano derecha un recogedor y una escoba en la otra mano. Camina lento y cojea. Se detiene a observar un montón de basura que está en la esquina del mercado y toma una caja de cartón vacía. Sigue caminando bajo el sol de casi la una de la tarde; camina y atraviesa la calle sin mirar el semáforo, un conductor frena su “camionetota” y lo hace sonar un tanto más aparatoso, la señora continúa y desde la otra esquina mira hacia atrás y se rasca la cabeza. Se escuchan los cláxones hambrientos, desesperados. Verde, amarillo, rojo del semáforo…. Un carnicero de playera verde, arrastra sus botitas blancas para el agua, y fuma mientras platica a gritos con un motociclista que se ajusta el casco y suelta una carcajada burlona. El carnicero arroja la colilla al piso, no la pisa con sus botitas blancas para el agua, Simplemente se limpia el sudor de las manos en su mandil
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ensangrentado y sigue su camino. Es el domingo previo al día de muertos. Se ven luces como flores y flores como luces en un escuadrón de macetas de cempasúchil justo en la entrada del mercado. La gente se detiene y las mira… poco a poco se hace menor el número vigías y antorchas de ofrendas. “Camarón langostino, camarón langostino, fresquesito, nuevecito… lleve su camarón langostino” grita una morena de voz ladina y a su vez alza los dos brazos mostrando las bolsas con chacales. “Seño, lleve su camarón langostino” dice mientras torea a las personas con sus bolsas del mandado. Al pie de la calle se detiene un hombre carretilla en mano. Uvas, rambután y cerezas forman una paleta de colores del verde-amarillo hacia el rojo intenso. Cerezas. Octubre con olor a noviembre y sabor a cerezas. El hombre abotona su camisa y se limpia el sudor bajo su cachucha. Un vendedor de raquetas eléctricas muestra su mercancía a una señora de vestido largo y floreado. “Ire seño, pa´ que mate a los chicungunña y a los del dengue, ire cómo truena” tap tap se escucha la raqueta y el hombre le muestra la linterna y “se carga directo a la luz”, agrega el mercader. Una sirena se abre paso y todo se vuelve un verdadero caos, los cláxones suenan y la ambulancia avanza por la calle Guerrero rumbo a una vida que se desvanece y tiene que avanzar rápido, entre un montón de láminas, entre un montón de vida, entre vendedores de artefactos para festejar el día de muertos, por estas calles de dios, en este día terriblemente soleado y en fin de semana. Tras la ambulancia, un hombre arrastra al paso de su bicicleta una canción de hip-hop a todo volumen, lleva como mochila y una bocina enorme. Es la 1:20 de la tarde y los taxistas del sitio Tívoli están ya listos para cambiar de turno. Sube el humo de un montón de cigarros hasta mi ventana. Se escuchan los radios que anuncian pasaje a la par de “Los agachados” de Tin-Tan. La hilera de coches amarillos y los portazos sacuden la acalorada tarde y la rutina, el ir y venir, el trajín del mercado que asoma bajo mis pies. Es hora. Salgo de la casa para ir al mercado. Entro y un motín de olores me agazapa. Camotes tatemados. Huevos de rancho, huevos de codorniz. Las chocomileras y licuadoras de doña Blanca en acción. Tuba. Hierbas y remedios. Ropa de “moda”. Las carnicerías; “pásele reinita qué le vamos a dar”, “¿qué anda llevando
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reinita?”, “¿qué le vamos a dar, pásele, pásele”. Se escuchan las sierras cortacostillas, corta-huesos, corta-vacas, cortacerdos. —“¿Qué le vamos a dar amiga? A diez la bolsa de jitomate”. —Ando llevando calabacita. —Uuuy amiga y me la acaban de traer, ire, nuevecita. —¿Me da una palangana por favor?... Poco a poco va perdiendo el fondo enrejado la palangana morada entre calabacitas, cebollas, jitomates y chiles. Ahí va un billete de cincuenta. Suena Juan Gabriel. Me dirijo, entonces, a un puesto de pollo. —Muslo y pierna, por favor. Y me le pone una patita y una molleja. —¿Le pongo también higadito?... —Échemelo de una vez, por favor. Va un billete de veinte pesos. —Ah, ya sé quién es esa que está cantando con Juanga —dice la señora del pollo a su vecina de las verduras— es la muchacha que vino hace poco a cantar al Jardín Libertad. —Natalia Lafourcade —le digo. —Ándale, ésa. Es que estaba oyendo así como sin poner atención. —Es como todo, señora; a veces escuchamos sin escuchar, comemos sin comer, dormimos sin dormir… cosa de diario. —Jajaja de veras que sí, ¿edá tú?, dice la muchacha que a veces escuchamos sin escuchar, comemos sin comer y dormimos sin dormir jajaja. —Eeey, sí es cierto tú —responde esa tercera voz. — Gracias, buena tarde. Me voy con una sensación encontrada, entre la gracia y el desconcierto, cómo es que nos dé risa comer sin comer y escuchar sin escuchar. Un estallido de cristal me habla mientras camino, y andando, me encuentro con una mancha color ladrillo en el suelo. Un plato de tatemado se desplomó de las manos de un comensal y le ha manchado la camisa y ha terminado por pintar el suelo. —Aaay, joven; se anda durmiendo —se escucha—. Camino y llego a la carnicería adornada todos los días por cecina y chorizo seco. Una tina con chicharrones y el cazo con la manteca ya en su punto llenan el ambiente. Suena la maquinaria de tortillas de enfrente. Todo está a un paso. —Buenas, me da medio de molida de las dos por favor. —Sí cómo no. Se escucha el zumbido de la trituradora de carne y salen tiritas de carne todavía colorada. —También tenemos pozole seco, está bien bueno, ¿quiere llevar? —Ahorita con la pura carne está bien, gracias. Y ahí va otro billete de cincuenta. Los domingos son desfiles de historia y trueque. Desfilan Morelos, Benito Juárez, Sor Juana, Frida y Diego salen de las billeteras para
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Cultura
Secretaría de Cultura recuerda a Siqueiros a 43 años de su deceso
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onocido por su militancia de izquierda y su obra muralística plasmada en emblemáticos sitios de México como el Hospicio Cabañas, en Guadalajara, David Alfaro Siqueiros es recordado a 43 años de su muerte, como uno de los creadores más emblemáticos del siglo XX mexicano. Murió el 6 de enero de 1974, dejando un gran vacío en la plástica mexicana que perdió a uno de sus magnos exponentes, quien al lado de Diego Rivera (1886-1957) y José Clemente Orozco (1883-1949) es considerado uno de los iniciadores del muralismo mexicano, movimiento pictórico que le ha dado al país presencia y reconocimiento a nivel internacional. José de Jesús Alfaro Siqueiros, quien adoptó el nombre de David Alfaro Siqueiros, nació el 29 de diciembre de 1896, al parecer en la Ciudad de México, aunque él se consideraba oriundo de Ciudad Camargo, Chihuahua.
encontrarse con nuevas manos. A cambio, bocados de buena vida y recuerdos lúcidos que se añejarán al paso de los días. Al salir de nuevo me encuentro con ella, la calle. Rauda, con el mismo trajín, el mismo calor, el mismo ritmo y sí, ahí está ella, una mujer camaleónica con quien me he cruzado un par de veces esta semana. Nos hemos cruzado un par de veces esta semana. Es una mujer camaleónica de unos cuarenta años, delgada con la cara neutra al punto de que bien puede parecer hombre. Su piel es morena y lleva algunos tatuajes borrosos y mal hechos en el cuerpo. La tinta verde apenas se alcanza a distinguir entre el oscuro de su piel, solamente a cierta distancia uno consigue dilucidar los detalles de los nombres y las letras que encuaderna. Hoy viste una falda de mezclilla corta, está descalza como siempre, lleva una blusa strapple y una gorra roja. Permanece sentada en la banqueta balbuceando algunas cosas, bebe un poco de Coca-Cola. Tiene una mirada distinta a otros días. Hoy se ve “más normal” que en otras ocasiones, me parece más bonito verla cuando usa sus envoltorios en la cabeza y se cuelga flores y se pinta de blanco la cara y va
De acuerdo con la Secretaría de Cultura federal, el trabajo de Siqueiros sobresale por la utilización de procesos analíticos y racionales en la producción mural, a través de la imagen cinematográfica, fotografías, maquetas, bocetos, planos y estudios, y el uso de materiales industriales, herramientas y nuevas tecnologías para el desarrollo del arte. A 43 años de su partida, la obra del pintor y militante de izquierda puede admirarse en los murales del Palacio de Bellas Artes; sus casas de la calle Tres Picos (ahora convertida en la Sala de Arte Público Siqueiros) y de Cuernavaca, Morelos (actualmente La Tallera); la Universidad Nacional Autónoma de México. El Polyforum Siqueiros y el Antiguo Colegio de San Ildefonso, entre otros importantes espacios, así como en diversos recintos en el extranjero. Siqueiros, añade, creó un arte público e integral donde la composición, el espacio arquitectónico y la narrativa están
por la calle como flotando, levitando como un fantasma que deja un rastro a su paso. Verla así sería acorde a estas fechas. Todas las miradas se dirigen hacia ella y yo sonrío. Al pasar junto a ella me mira, pero no me pide dinero. Le sonrío y camino a la casa. Un payaso avanza con sus zapatotes haciendo un ruido notable Lleva un traje verde y amarillo a rayas y una bolsa con un montón de dulces. Su sonrisa pintada disimula un gesto de cansancio en la mirada. La vida en domingo es igual de difícil que un lunes o un miércoles. Tin-Tan sigue cantando. Cuando abro la puerta me recibe Pimienta, apenas unos minutos en el mercado y ella me recibe como si me hubiese ido todo el día. Observo la calle desde el lavamanos y enjuago las verduras. Es apenas un poco más fresca la casa que el mercado.Mientras lavo el pollo y pico la verdura, Pimienta descansa sobre una mancha de sol en el piso. Su oreja izquierda se mueve ocasionalmente en modo antena. Abre sus ojos y encandilada vuelve a cerrarlos con cierta fatiga. Abre los ojos nuevamente y me mira sin explicarse por qué la observo. Gira y se recuesta de lado. Abre y cierra sus ojos una y otra vez hasta
dirigidas a un espectador en constante desplazamiento. Revolucionario en el arte y la política, Siqueiros irrumpió de manera impetuosa en las transformaciones sociales que le tocaron vivir. La oratoria se convirtió en su vehículo predilecto de expresión para manifestar sus ideas desde el seno del Partido Comunista Mexicano, del que fue miembro. Desataron su forma de pensar agudas polémicas con figuras del arte, la cultura y la política, con las que al mismo tiempo forjó vínculos duraderos, como Gerardo Murillo Dr. Atl y Chucho Reyes, entre muchos más. Militante del Ejército Constitucionalista, comandado por Venustiano Carranza, y enviado a Europa con el cargo de capitán primero, Siqueiros conoció en París a Diego Rivera, con quien discutió la pertinencia de un arte monumental para el México posrevolucionario. (AGENCIA NOTIMEX)
que encuentra la perfecta posición y vuelve a su siesta. El sol parece divertirse con su pelaje que brilla, casi dorado. Pasa una nube bajo el sol, pasa sobre el sueño de Pimienta. Vuelve el sol. Un automóvil trae el sol a la ventana y se desliza con astucia hasta el techo. Pimienta brinca, ladra que ladra. Mira hacia el pedacito de sol que baila en el techo, vibrando, mientras el auto está en el semáforo, detenido, esperando el siga. Ladra, Pimienta ladra. Corre hacia la pared y lo mira marcharse… Vuelve a aparecer el señor de la carretilla con fruta ¿o será que es otro? Deja la carretilla y entra a la tienda de la esquina, echándole un ojo a su “changarro”. Sale con una botella de agua helada “pa´ la calor” y se sienta en la banqueta. Pasa la gente y apenas lo mira. Pasa la gente y a él no le preocupa si lo miran o no. Está en sus cinco minutos de descanso. Miro por la ventana, miro la tarde y miro Colima, mi Colima. Con su gente apresurada entre el sol y la rutina. Esta es la versión que yo conozco; Pintoresca entre las casas y los coches. Sus sonidos y carcajadas volcánicas. Me miro a mí como espía de las tardes. Como guardiana de mi tiempo y de mis historias.
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Opinión
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El cuerpo habla más que mil palabras Por Ruth Holtz *
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as personas en general no suelen mostrarse tal cual son. A lo largo de su vida se han dado cuenta que ser de un modo o de otro es más aceptable, tienen más posibilidades de obtener lo que quieren cuando se muestran a los demás de una manera determinada por ciertos valores sociales predominantes en ese momento. Mostrar una forma de ser, expresar ciertas emociones y no otras parece ser requisito en algunas relaciones. Expresar llana y francamente los sentimientos, los deseos y sobre todo los que pueden generar conflictos, comprometer a los demás o producir dolor, no son aprobados. La libertad abre la puerta al “no”, al rechazo, a la posibilidad de ser frustrado, ser mal correspondido. El motivo fundamental por el que podemos requerir una armadura que retenga, contenga impulsos, sentimientos y emociones no aceptables en un momento dado es precisamente por evitar el dolor del rechazo, de la frustración, de la falta de correspondencia o simplemente de las diferencias de forma de sentir y de pensar de las personas. Con el tiempo nuestros verdaderos impulsos, sentimientos y emociones quedan sepultados por actitudes calculadas motivadas por intereses más enfocados a tener poder sobre las personas y controlar las situaciones para conseguir lo que queremos con la menor dosis de sufrimiento y con el menor riesgo de exponerse a perder, a ser rechazado o frustrado. Por supuesto que además de lo dicho anteriormente, como ya puntualizó Freud, tenemos y enriquecemos continuamente un inconsciente, una parte importante y poderosa de nosotros mismos que se oculta y se vale de todo tipo de trucos para pasar desapercibida por la mente consciente. Allí se han constituido fuerzas, deseos, impulsos que si se diera rienda suelta a ellos nuestra vida consciente entraría en caos. Una razón de esa represión es por la necesidad de mantener un equilibrio psíquico, otra porque evidentemente representan dolores intramitables por el momento que deben ser retirados de la conciencia para poder vivir y funcionar en este mundo. Aún así, el inconsciente necesita revelarse a la persona hasta un cierto punto o al menos contactarse y poderse conectar con él
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para contar con su poder y su sabiduría. Toda persona necesita entrar en contacto con sus más profundos deseos, sus más oscuras intenciones y sus más ilógicas reacciones y necesidades para lograr ser todo lo que potencialmente puede ser, para conquistar el máximo de desarrollo y madurez que su mismo ser le impele a desenvolver. El cuerpo es la vía regia para conocer el inconsciente. Con las palabras podemos engañar, podemos decir lo que no sentimos, expresar lo que en realidad no pensamos. Para un avisado psicoanalista, después de esfuerzos interpretativos, pueden obviarse equívocos, lapsus, formas de usar ciertas palabras que pueden revelar las verdaderas intenciones de quien habla. Pero por medio de los gestos, de la postura, de la reacción de la piel, de su coloración, de los patrones de respiración, de la expresión emocional del rostro, del movimiento del cuerpo, de las manos, de la posición de los pies, del tono de la voz, de su volumen y cadencia, de la respiración, de la manera en que se dicen las cosas, de cómo se les da expresión, de la mirada, etc. podemos descubrir los verdaderos sentimientos, pensamientos y reacciones de las personas. El cuerpo habla continuamente más que mil palabras sobre nuestra historia, sobre nuestro sentir pasado y presente y sobre lo que realmente quiere nuestro corazón. En la terapia psicocorporal leemos el lenguaje del cuerpo para corroborar lo dicho por nuestro consultante. Y procuramos que el cambio se vea reflejado en el cuerpo para considerarlo un verdadero cambio. Hay personas que dicen que “ya se sienten mejor”, y sin embargo pueden tener una expresión de ira o de tristeza “congelada” en su rostro y disimulada con una sonrisa fabricada como una máscara para que los demás se sientan a gusto. El verdadero cambio, el más profundo y con efecto permanente es el que transforma los patrones corporales de nuestros hábitos emocionales y mentales. En un tratamiento psicoterapéutico de este tipo se procura no sólo hablar de lo que nos pasa, sino sentirlo, expresarlo, desahogarlo y descongelarlo de nuestro cuerpo, en el cual habita como una tensión muscular, como un trastorno del sistema nervioso vegetativo, es decir, el que controla procesos fisiológicos involuntarios como la digestión, el latido del corazón, la sudoración o los patrones respiratorios. Hay cuerpos que se muestran fuera de la armonía física, con la espalda
encorvada o el pecho hundido, con las piernas muy tensas o los brazos muy lánguidos y sin fuerza, hay quienes tienen como artificialmente muy inflado el pecho, la caja torácica, en general o presentan una “cintura de avispa” que reduce enormemente la respiración y los impulsos sexuales, etc. Todas estas deformaciones de la postura, de la movilidad, de la falta de gracia y belleza del cuerpo son resultado de la historia que la persona ha vivido. Denotan las etapas de desarrollo, sus bloqueos y frustraciones. Y nos hablan de los dolores que la persona ha ido guardando sin resolver. Y lo peor del caso es que le consumen energía, su vitalidad física se invierte en reprimirse el llanto, la ira, el abuso sexual que ha dejado huella en el cuerpo y que éste se encarga de retener para que la conciencia no lo tenga presente, para ya no sentirlo, para no sufrir. Sin embargo, un buen día la armadura antes descrita entra en crisis. La persona crece, quiere más de la vida o vive una situación límite que la cuestiona, que le remueve lo que creía sólido y entonces la armadura se resquebraja y los asuntos pendientes comienzan a aflorar, las emociones rechazadas comienzan a salir o simplemente la persona enferma por este esfuerzo de su vitalidad por reprimirse y fingir que ciertas necesidades no existen, que ciertos deseos no se necesitan satisfacer o que ciertos dolores no se han resuelto. Algunas personas es hasta esa crisis que acuden con un psicoterapeuta, con un psiquiatra o con un psicólogo. Es hasta entonces y no antes que comienzan a percatarse de que necesitan prestar atención a su verdadero ser y darle espacio para desenvolverse y que la felicidad sólo puede darse para quien puede ser cabalmente él mismo y abrirse en todas las áreas de su ser. Una psicoterapia es una invitación a desarmar esa armadura, esa coraza muscular, esa coraza de carácter y actitudes que no nos deja ser nosotros mismos en plenitud y abiertos al placer de existir.
* Mtra. Ruth Holtz, Terapeuta psicocorporal, Analista bioenergética, Psicoterapeuta psicoanalítica. Orientadora cristiana. Informes y citas, días y horas hábiles a los tels. 3 30 72 54/044312 154 1940 Correo electrónico: biopsico@yahoo.com.mx www.facebook.com/crecimientoemocionalintegral Intégrate en el grupo www.facebook.com/ LECTORES DE RUTH HOLTZ
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