CONTENIDO
Índice
Lunes 9 de Diciembre de 2019
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Se nos están yendo de las manos los ecosistemas naturales: Julia Carabias
Divagaciones de una mente sin reposo por Sugey Navarro
por César Barrera Vázquez
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Frente a los muros de Jericó
por Jesús Adín Valencia
Importancia de la psicología en la vida cotidiana
por Naomi Arelí Villafuerte Martínez
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Cotidianidades
por Nadia Contreras
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CompagInah
por Rafael Platas Ruiz
DIRECTORIO
Las opiniones firmadas por sus autores no son responsabilidad de quienes editan este semanario ni de la U de C.
Ladera este del Templo del Dios Descendiente, (Chichén Itzá, Yucatán) Autor: Juan Carlos Recinos
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Fuente: artelista.com
M.A. José Eduardo Hernández Nava Rector Christian J. Torres Ortíz Zermeño Secretario general Vianey Amezcua Barajas Coordinadora general de Comunicación Social Jorge Vega Aguayo Director general de Prensa
El Comentario Semanal José Ferruzca González Director del periódico El Comentario Yadira Elizabeth Ávalos Rojas Coordinadora de edición Brenda Rosales Peña Información y corrección Ma. Guadalupe Venegas Peregrina Diseño
e-mail:comentariosemanal@gmail.com
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El Comentario Semanal
Entrevista
Lunes 9 de Diciembre de 2019
Se nos están yendo de las manos los ecosistemas naturales:
Julia Carabias En los jóvenes está la esperanza para combatir el cambio climático, aseguró la especialista Por César Barrera Vázquez
L
a especialista en temas de medio ambiente y sustentabilidad, Julia Carabias, explicó que la política ambiental ha tardado en plantearse en México, tanto que incluso en el Plan Nacional de Desarrollo del gobierno de Andrés Manuel López Obrador no aparece con la fuerza que se esperaría en este gobierno de la cuarta transformación. Julia Carabias, quien fue secretaria de Recursos Naturales y Pescas durante el gobierno de Ernesto Zedillo, visitó Colima para impartir las conferencias “Democracia y Medio Ambiente”, y “Sustentabilidad y Calidad de Vida”, en el Poliforum Cultural “Mexiac”. En entrevista exclusiva para El Comentario Semanal, la especialista indicó que hay preocupación por los proyectos de desarrollo más importantes de la 4T, como son el tren maya y la refinería en Dos Bocas. “Se comenzaron anunciar proyectos muy amarrados a la oportunidad de inversión cuando no se habían hechos los estudios de
impacto ambiental; no se había hecho una valoración de la dimensión ambiental de un asunto regional como es el tema del tren maya”. Explicó que el tren maya no puede tener un solo estudio de impacto ambiental, sino que tiene que entenderse en todo un contexto regional, preocupación que fue expresada en su momento por las organizaciones de la sociedad civil, así como de la academia. “A mí lo que me ha dado gusto ahora es que hay una expresión del presidente, el primero de diciembre, en términos de la protección de los ecosistemas naturales, y también hay una declaración reciente, en su conferencia de la mañana, 8 de noviembre, en donde está planteando a las selvas tropicales húmedas de nuestro país, que quedan muy pocas, y dice que no se van afectar”. Aseguró que eso da un respiro, una buena señal, puesto que la región donde más se concentra esta superficie es la selva lacandona -por un lado- y toda la región de Calakmul, donde se prevé parte del trazado del “Tren Maya”. “Si realmente hay un interés por no afectar lo que queda de estos ecosistemas, habrá que repensar toda la parte sur del tren maya. Que el tren maya tiene dos grandes problemas, distintos problemas. Por un lado es toda la zona donde están las vías, el desarrollo de las vías y las comunidades
donde pasan esas vías”. El otro aspecto, enfatizó, se relaciona con la construcción de la parte sur del “Tren Maya”, donde está la biósfera de Calakmul. Ahí, indicó, tienen que estar muy atentos los grupos de medioambientalistas para cuidar que no se afecte esa zona tan importante para el ecosistema. -¿Qué es lo que falta por hacer en política pública para la cuestión de la sustentabilidad? ¿Qué es lo que falta? -Yo creo que hay muchos temas que se han debilitado del 2015 para acá, vienen en caída del presupuesto. Tenemos un presupuesto disminuido en el 60 por ciento, del 2015 a la fecha, y eso no es un presupuesto superfluo. El medio ambiente siempre tuvo recursos bajos, porque es una institución y una política que nace tardíamente, y se ha ido consolidando. Cada vez hay más demanda de acciones, cada vez hay más demanda de la sociedad, cada vez hay más problema y cada vez hay menos presupuesto. “Eso es un tema que tiene que revisarse -resaltó Julia Carabias-. No se puede quedar el presupuesto del tema ambiental tan bajo como está, porque eso afecta a la gente que está trabajando en campo en materia de medio ambiente, porque la gente tiene que estar en campo si no, no va entender nuestra realidad; está afectando la posibilidad de moverse, del gasto operativo, está afectando los apoyos que había en
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Entrevista las comunidades para hacer proyectos productivos sustentables”. Aseguró que hay una afectación importante en el quehacer de sustentabilidad por el presupuesto recortado, lo que ha implicado la disminución de los cuadros técnicos capacitados, tema que es trascendental. -¿Basta con sembrar árboles con el programa “Sembrando vida”? -No, por supuesto que no. El tema de sembrar árboles es una política… está bien: México necesita muchos espacios para restaurar. “Sembrando vida” tiene, además, un componente importante de ayuda a la gente campesina que tiene bajos recursos económicos. El problema es que
Lunes 9 de Diciembre de 2019 hay tener mucho cuidado en la velocidad que se demanda como resultados, no está permitiendo que se haga con el suficiente cuidado para no impactar zonas que ya están forestadas. Entonces deforestar para reforestar no tiene sentido. Julia Carabias aseguró que sí tiene sentido el programa, pero que a esos ritmos de atender las metas pueda lograrse el objetivo que el presiente Andrés Manuel busca, por lo que se debe revisar y analizar, porque no es suficiente, sino que se requiere meterle muchos más recursos a lo preventivo. “Se nos están yendo de las manos los ecosistemas naturales y no es un asunto de recuperarlos, sino evitar de que se vayan”, sentenció la especialista, quien es miembro
del Sistema Nacional de Investigadores y del Colegio Nacional. -¿Se nos acabó el tiempo ya o todavía estamos a tiempo para hacer algo con la cuestión del cambio climático? -El problema es que el tiempo se nos está acortando. Tenemos evidencia de las tendencias. La medición como se viene dando del monitoreo de la pérdida de especies, el incremento de la temperatura, de los países que están entrando en escases de agua, de la degradación del suelo, son tendencias que continúan; no se están revirtiendo. Entonces cada vez va a ser más difícil, porque cada vez hay más gente y hay una mayor demanda, porque el bienestar requiere más recursos económicos y más recursos naturales. Finalmente, Julia Carabias aseguró que se requiere más un círculo virtuoso y no un círculo vicioso. “Entonces, hay tiempo o no hay tiempo. Claro: aún hay vida. Todavía hay futuro. México tiene muchas oportunidades para lograr proceso sustentable del desarrollo, pero cada nos tardamos más y eso va generando que las futuras generaciones tengas muchas más dificultades. Ahora yo apuesto a que ellos traen la capacidad, el mensaje, el empuje, la ganas de hacer un cambio y eso, para mí, es esperanzador”. * Periodista egresado de la Falcom.
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Literatura
Lunes 9 de Diciembre de 2019
Frente a los muros de Jericó
Por Jesús Adín Valencia
L
os hay libros de poesía, por otra parte, poemarios. Ambos elementos divergen en esencia. Sin demeritar el extracto que pudiera integrar un poeta deseoso de mostrar al mundo su obra, para un poemario basta la recopilación de versos dispares en tópico y significado. El primero es más complejo, apegado a la estructura de un cuerpo orgánico. Se preocupa por llevar la ilación, consiste de mayor apego y línea cronológica en tanto imprime la huella en la pupila de que algo va desarrollándose; de esa forma, con mayor facilidad, el libro de poesía esboza un objetivo épico en los orígenes del arte en alusión. Durante el proceso de idear el prólogo para Jericó, consideré la idea de omitir la cita de fragmentos que dieran el norte -de qué va- e ilustraran lo dicho en el transcurso de párrafos. Además de generar expectativa, me parece alegórica la coyuntura de seguir los pasos del autor a su ritmo y ubicarnos nosotros, entre lectores como en una cofradía, similar al pueblo bíblico en el éxodo. Tras el peregrinaje, juntos, frente las murallas de una gran ciudad, nos hallaremos sabedores de la promesa divina: por más inexpugnables que presuma la fama de esos muros, con ayuda sagrada pueden penetrarse.
Así pasa con la poesía, según se concibe a distancia prudente, debido a esa aureola de hermética e inalcanzable. Pocos se acercan a la lectura de este noble género que tanto ama la belleza. La construcción poética en Jericó es ajena de principio a fin, a todo tipo de circunlocuciones innecesarias. Su noción es directa, precisa, libre de excedentes, similar a un bloque de mármol auto cincelado que manifiesta una vida devota de la naturaleza, del fuego, del agua; Dios está presente. Los muros de este ejemplar en sus manos tienen la promesa de ingreso conquistable. Es un libro que Juan Carlos Recinos abre de par en par, sin llamados a la ruptura, con una prosa breve y profunda a la vez. La alianza íntima del poeta con Elliot Naguib, su hijo, a quien le dedica la obra justo antes de evocar las trompetas referidas por Wislawa Szymborska. El resto del mundo damos fe de esa comunión. Jericó, lugar paradisiaco en el valle del Jordán, oasis auténtico al final del desierto y de la vida nómada. Conocida también como ciudad de la luna ostenta el apelativo que para el caso da tributo al emblema por excelencia de todos los poetas. De igual forma, Jericó conocida como ciudad de las palmeras, comparte la denominación tradicional de Colima. En ambas formas el autor honra su oficio y el suelo donde vive. La voz poética tiene historia. Comienza a través Cantos peregrinos, continúa en Cartografía íntima, hace un reposo en Nagara y avanza en dirección a Jericó. Hay una frecuencia hasta punto, cierra un ciclo. A partir del primer poema, el horizonte se avizora, nos reconocemos contemplativos. El agua es real en toda su obra, nada de espejismos, es la base de una cimentación genésica. Adentro hallaremos una casa. Y la casa es medular. Poblada en otra
época, expresa al momento de observarla desde sus interiores, un panorama triste que la naturaleza, su dominio abrupto, se encarga de esperanzar. Jericó no refleja el interés de asumirse filosófico, nada hay en estas letras de carácter intelectualizado, por mero afán de presumir lecturas específicas. Jericó no da lecciones de vida o enseñanzas de superación; con suma pulcritud emplea uno de los recursos más recurrentes en el resto de las obras del poeta: la sentencia. Asegura sin temor, goza de la certeza y la confianza de nombrar a las cosas, concretas y abstractas, describirlas y advertir sobre ellas. Es un dogma personal, es credo humanista, postura poética ante la vida, es un statement, como señaló alguna vez el autor mismo, ante el vendaval de cosas que hay en el mundo, múltiples idus de marzo. Al contar la acción, que es vivir, se acerca a la epopeya. Quiere mostrarle a ese ser querido el mundo ante sus ojos, exegético describe a qué fuentes pertenecen las sombras de la cueva, allá afuera, ante su inminente salida. Es la vida como hecho narrable, sin dubitaciones. Expresa el pensamiento, no ordenar a la práctica, su sentencia es adagio amoroso, proverbial y atmosférico. Pone al espectador en una escena de 360 grados. Corre el agua, suena el goteo, desde las grietas minan agua y luz. Llueve casa adentro, hay un río interior franqueado de musgo y liquen. El chapoteo esparce ondas que no se difuminan, en tanto crecen atestiguamos cuadro por cuadro la descripción de una imagen sacra no religiosa. Esta poesía del hombre y su entorno señala a un padre que percibe la mística de la soledad. Inmersos en aguas de misticismo, parece tratarse de una escena de Tarkovsky. Jericó lleva agua en movimiento bajo techo, aislados con ternura y devoción, tiempo y espacio transcurren en libertad.
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Literatura
Lunes 9 de Diciembre de 2019
Cotidianidades Por Nadia Contreras
Hábitos
T
omasa es una gata de hábitos. Antes de dormir, por ejemplo, bebe un tazón de leche mientras mira en pequeñas pausas, en mínimos parpadeos, una película o el capítulo de una serie. Se levanta de su echadero y se sienta, muy erguida, a mi lado izquierdo justo cuando le sirvo. Hace años comenzó a beber leche antes de dormir y también a fanatizarse por todo lo que las pantallas proyectan. Le gustan, por ejemplo, las películas con música estridente, con explosiones y balazos. Caso extraño, porque es sabido que poseen una gran sensibilidad auditiva. Bebe leche tranquilamente y se anticipa cuando nos vamos a la cama. Mientras termino de ordenar y paso por última vez el trapo con pinol y cloro - tal vez no despertemos y sería una pena que encontraran una casa sucia y desordenada-, Tomasa observa desde la barra de la cocina. Serena, imperceptibles sus movimientos. Listo ¡vámonos! le digo y la tomo en brazos. Todo el día va y viene por la casa; su cola es un látigo mientras salta de un espacio a otro, un mundo a otro. No obstante, si en ese justo momento no la cargo, se queda inmóvil en el primer escalón. Una noche me hizo rabiar y opté por dejarla ahí, sola, la luz apagada, el silencio de la medianoche. Consideré que me alcanzaría en la cama y, como todas las noches, buscaría el calor bajo las cobijas. No ocurrió así. Comenzó a maullar tal como si la hubiesen atropellado. Eran unos gritos ensordecedores. Regresé, la tomé en los brazos y así nos fuimos escalera arriba hasta llegar a la cama en donde, bajo las cobijas, comenzó a ronronear y a amasar. Poco a poco el sueño le cae encima, o de lado, porque Tomasa duerme de lado y con la cabeza sobre la almohada. Mañana la historia volverá a repetirse: Tomasa mirará desde la cama el ritual para vestirme, almorzaremos juntas, platicaremos en silencio del tiempo, de dios, de la muerte que ronda pero no se atreve, del amor que es siempre otro gato, como afirma, cuando mira tras la ventana, el paso fugaz de otro olor. A mi regreso, miraremos una película, ella beberá leche, yo cualquier otra cosa, y nos iremos a dormir, abrazadas, su vida y la mía como este impulso sutil ante la fatalidad.
Fuente: catsfineart.com
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Juego eterno Lo que fue ronroneo de gato, quizá estertor, se volvió golpe incorruptible alas, sonido de plumas contra el viento. Son las palabras, su fuerza recobrada. Años atrás, abandonaron la casa, la ciudad, el universo mismo. En completo abandono aguardaba en la sala de los consultorios; cada día, cada semana, el alma gestando punzadas, dolores, alucinaciones. Sola, vacía, seca. Bastaba un ligero dolor de cabeza, el araño de la buganvilia o el desplome causado por la ceguera de mi ojo izquierdo, para encontrarlas golpeando como yo la puerta de los consultorios. Siempre ahí las palabras, o en los velorios, o en los instantes en que el nudo de la adversidad angosta el flujo de la sangre. Las llevaba en la boca, en la piel, debajo de las uñas. Ahora las palabras se amontonan en mis dedos y salen cuando tocan sin mayor esfuerzo las teclas del IPad. No salen de mis dedos, no, realmente no. Las palabras salen de mi pie izquierdo; mi cuerpo es solo un lado izquierdo y en ese lado, la frágil cordura de llamarme todos los días con el mismo nombre, levantarme, asearme, llevar el pantalón apropiado, el saco, cerrar la puerta y trazar en la pantalla de la computadora de la oficina, una línea, un bloque para sostener el aire. En el lado izquierdo está el dolor pegado al hueso, el vacío dejado por aquellas palabras. En efecto, las que volvieron plumas contra el viento, arrojadas, intrépidas, son otras. Sus graznidos, sus filos desgarrándome el vientre. La respiración se reduce; el sol con sus rayos más luminosos comienza a oscurecerse. Es la escritura, este juego eterno de caer y levantarme.
Creación
Lunes 9 de Diciembre de 2019
Divagaciones
de una mente sin reposo
La selva crece ante el ojo del día Por Sugey Navarro La selva es un rompecabezas sobre la tierra húmeda. Fuera de mí, hablan las luces y algún susurro es quien traspasa para advertir que aún es de día. El sol incide, dificultoso entre las amplias hojas y sin embargo, dentro afirmo que los arbustos brillan con su propia savia. Mis pies tocan el suelo blando; así sería caminar el cielo, nubes. Sé de la lluvia por la humedad que se evapora ante lo soleado.
Dime que busque tus ríos -ojos alargados de la selva que miran de soslayo al cielorecuérdame seguir tus aguas que no se detienen, brújulas, delimitan el claro abierto en medio de la hojarasca. La gota, única mensajera entre el piso silencioso y un secreto estrellado. Yo nunca supe andar descalza sobre piedras un ancho río, sin deslizarme en el verde con que el sol arropa las rocas mojadas. Aprendí a esperar en el margen de la sombra, a leer constelaciones en el agua diáfana.
Los animales buscan resguardo dentro de cuevas construidas cuando el sol radiante, para sacudir el sueño extendías su brazos, cosquilleaba este techo de extendidas hojas.
El sol que no me toca es un claro arrebolado en la vertiginosa cumbre. Denota miedo de caer. Y yo soy una humana con temor a las alturas.
¿Qué tan lejos estaremos de la orilla dentro de esta gran sombra? Húmeda oscuridad que el rayo difumina.
El sol, felicidad altiva que ríe de la tristeza durmiendo en la espesura.
Cine-arte “Persépolis” (Cine feminista actual)
La selva es lo que crece ante el ojo del día.
Por Lía Llamas
“
Persépolis” es una producción francesa basada en la novela de la pintora y escritora iraní Marjane Satrapi, adaptada a manera de animación, lo cual la hizo lucir mucho más interesante. La música del filme estuvo a cargo del gran Olivier Bernet, lo cual formó una simbiosis muy peculiar y ello llevó a la obra a ser galardonada en el Festival de Cannes en la edición del año 2007. Esa película fue un éxito ese mismo año, seguramente por la temática trascendental que maneja: la hegemonía cultural que lentamente se desplaza de lado y va dejando agonizando al androcentrismo tan remarcado en casi todo el mundo. En resumen, es un filme feminista, ya que muestra lo difícil de ser mujer en un país extremista como lo es Irán. Marjane era una niña cuando en los años 70 tuvo que salir con su familia para el exilio, debido a
que el Sha de Irán abusaba del poder. Ello propicia que se forme su propia filosofía de rompimiento con el sistema que le toca experimentar. Todo ello con la Revolución Islámica en marcha, la cual obliga a cada mujer iraní a usar el velo islámico todo el tiempo. Todo ello vuelve a Marjane un testigo de tanta desigualdad y despierta en ella la necesidad de desear salirse de su país, lo cual no será fácil. La misma dicotomía la lleva a soñar despierta y se imagina perteneciente a un grupo de heavy metal o viviendo en un país occidental. Ella construye su realidad alterna en medio de tanta confrontación y sometimiento político. Es el ser mujer en un país fundamentalista, con ideas de empoderamiento e izquierda. A manera de stop motion moderno, “Persépolis” es una historia cruda, con un guion poderoso. Yo me pregunto: ¿Cuántas revolucionarias Marjane siguen luchando por su libertad absoluta?
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Letras
Palabrario
Lunes 9 de Diciembre de 2019
mexicano
Por Karla Patricia Valdovinos Mendoza Chamagoso: Chamagoso es una palabra que describe el aspecto de una persona, y que a su vez tiene varios sinónimos dentro de la cultura mexicana. Empelamos dicha designación para describir que una persona (especialmente las niñas o niños), están sucios, ya sea de la cara, manos, pies, ropa, o toda su persona; es decir, a una persona que se le denomina chamagosa, es aquella que no está limpia. Algunas personas, en lugar de chamagoso suelen decir mugriento, misma que se deriva de mugre que también funge como sinónimo de sucio. Una situación que suele caracterizar a esta palabra es que entre los mexicanos hay una línea delgada entre andar chamagoso y ser “cuachalote”. En primera instancia es importante señalar que “cuachalote” quiere decir descuidado con el cuidado personal, entonces, se puede deducir que cuando las personas andan chamagosas es porque son cuachalotas, pero, puede haber algunas excepciones.
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Patatús: Si la dividimos, nos da como resultado una palabra, y una onomatopeya: pata (que suele usarse en lugar de pie), y tús (sonido empleado para describir cuando algo cae), entonces, se puede interpretar que patatús, quiere decir que alguien se cae, pero dicha caída es inconsciente, con otras palabras, se desmaya, da el patatús. Existe una línea muy delgada entre decir patatús, y pronunciar la frase estiró la pata, ambas se vinculan por la palabra pata, pero mencionar estiró la pata, es otra de las formas mexicanas que existen de decir que alguien falleció, por ello es importante tener en cuenta el significado tanto de patatús, como de estiró la pata.
Tilanga: Quizá esta sea muy similar a trapo, pero sólo similar, ya que trapo es, digamos una tela un poco menos vieja que la tilanga; esta última se caracteriza por estar rota y desgastada. Si ubicamos las palabras dentro de una temporalidad, la que actualmente es más usada es trapo, pues tilanga ha pasado a ser más empleada entre los adultos mayores. Lo complejo de estas palabras, como de muchas mexicanas, depende del contexto en el que se digan. De modo general podemos decir que tilanga es un pedazo de tela desgastada, rota, roída o muy usada, entre otras descripciones, pero, también es importante señalar que como se menciona, es tela, entonces se puede nombrar tilanga a todo lo que es de tela, desde el objeto con el que se limpia la cocina, pasando por tapetes, colchas, sábanas, cortinas, ropa y demás objetos, por ello que depende del contexto en el que se mencione la palabra, para poder comprender a qué tilanga se refiere la conversación, recordemos, tilanga es aún más viejo que trapo.
Tanates: En la actualidad, esta es una palabra muy poco usada entre los mexicanos, y desde luego, mucho menos conocida por los jóvenes, es justamente por este motivo por el cual se anota aquí, para que se promueva. Tanates, es nada más y nada menos, que otro modo de decir huevos. En México, existen muchos modos de denominarlos, como por ejemplo blanquillos. Desde luego, en México no sólo se emplea esta palabra como denominación del alimento que proviene de las gallinas, sino que también se emplea como otro modo de decir “con ganas”, “a fuerzas”, “con fuerzas”, “sin fuerzas”, “flojera” (huevonada), “afirmativo”, entre otras que desde luego, sólo entenderán los mexicanos.
Libros Fotografía
El ComEntario SEmanal
Lunes 9 de Diciembre de 2019 Lunes 7 de Agosto de 2017
Para mí, un libro es…
(Los niños del programa “El Imaginario!”, que se transmite por Universo 94.9, estuvieron por la Feria Internacional del Libro de Guadalajara 2019) Para mí un libro es un amigo, algo que tu abres y empiezas a leer, ya sea una historia, un cuento, algún tipo de leyenda, de serie, comedia o hasta una película…un libro es un objeto que tu lees las veces que sean, cuantas veces sean, ese amigo siempre estará disponible para que tu lo leas, un libro es un cuento hecho por algún autor, un libro es tu amigo, compañero. Ashanty, 10 años.
Un libro es un amigo, es sabiduría y el camino a una vida exitosa. Luis Rodrigo, 7 años.
Para mí, un libro es una manera de fomentar la imaginación, adquirir conocimientos y entretenimiento para toda la gente.
Un libro es para mí un cuento o historias que escriben las personas que se convierten en autores y pueden ser reales o fantasiosos, un libro nos ayuda a ser mejores personas y a disfrutar de muchas aventuras.
Alonso, 9 años.
Víctor, 10 años.
Un libro para mí es como jugar, donde todos los niños y las niñas podemos leer las veces que queramos y convertirnos en diferentes personajes, viajar por el mundo, por diferentes épocas y aprender nuevas cosas. Gonzalo, 8 años.
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Opinión
Perspectiva
Lunes 9 de Diciembre de 2019
adolescente
Importancia de la psicología en la vida cotidiana Por Naomi Arelí Villafuerte Martínez*
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Debido a su amplitud, su importancia varía dependiendo de la aplicación a la que nos refiramos. Entender a los seres vivos es una de las principales: cualquier actividad producida por un individuo es susceptible para ser analizada. Evidentemente esta ciencia es útil para potenciar la salud mental y el crecimiento personal, pero los beneficios de esta ciencia no se limitan a la psique. Algunas de sus ramas se centran también en procurar el bienestar físico y la adquisición de hábitos conductuales saludables. La psicología, al igual que otras ciencias, profesiones y disciplinas que
Es hasta el siglo XIX, cuando hay un aumento de conocimientos sobre la forma en la que está integrado el cerebro, los procesos mentales son entendidos como consecuencias biológicas. En 1879 es abierto el primer laboratorio de psicología experimental, abriendo lugar a la psicología entre las demás ciencias oficialmente. A partir de esa fecha muchas corrientes comenzaron a nacer, como el conductismo, el psicoanálisis, el humanismo y el cognitivismo, por mencionar algunas. A pesar de las discrepancias que pudiera haber entre ellas, todas coinciden en su interés de comprender a los seres vivos.
trabajan en contacto directo con el humano, tienen la dicha y la responsabilidad de cargar con la salud de los individuos; el bienestar físico, mental y social. Por ello, considero que los psicólogos tienen un papel fundamental en el día a día, pues por el simple hecho de pensar existimos, y alguien tendrá que analizar estos pensamientos, ¿no?
Fuente: lamenteesmaravillosa.com
ía a día nos movemos en comunidad, somos un conjunto de átomos uniéndonos para formar moléculas. Desde pequeños aprendemos a vivir en sociedad, compartir el espacio, formar vínculos. Y así nuestras habilidades de socialización se van desarrollando, así como nuestra conducta es forjada y nuestra moral puesta a prueba. Decir que la psicología es la ciencia que estudia la conducta humana, sería dar un concepto muy general. La psicología estudia la psique, las reacciones ante los diversos estímulos, la manera en la que afrontamos el mundo, cómo pensamos, cómo se relaciona con lo que hacemos y por qué pensamos y actuamos de la manera en la que lo hacemos. Si bien muchos aún piensan que la psicología es sobre locos atendiendo a locos, están completamente equivocados. El desarrollo de esta ahora ciencia, se remonta desde la edad antigua, donde los trastornos eran vistos como consecuencia de una posesión por parte de espíritus y demonios y eran tratados por medio de conjuros y encantamientos. El interés sobre el comportamiento estuvo presente en los primeros pensadores, entre los cuales cabe destacar a Platón, quien concebía el cuerpo como vehículo del alma, y esta última como la verdadera responsable de la conducta humana. En una época donde diseccionar cuerpos era ilegal, Galeno fue uno de los primeros escritores sobre anatomía, que aunque algunas de sus ideas eran incorrectas, debido a estas estrictas normas no se desmintieron hasta tiempo después. Se llega a la Edad Media, donde el pensamiento queda dominado por la iglesia, y hay un significativo retroceso en la ciencia. Los trastornos mentales son pintados como
una consecuencia de que el individuo o los padres de este han cometido pecados, una forma de pagar por la limpieza de estas manchas. La manera de tratarlos era por medio de rezos y exorcismos. Posteriormente, con el Renacimiento y la Ilustración, se ve un futuro prometedor para el mundo de la medicina. Surgen nuevas ciencias, cuyo objetivo es conocer el sentido y el destino del hombre. Los autores clásicos griegos y romanos de la época comienzan a relacionar los trastornos psicológicos con alteraciones físicas y no precisamente morales, como anteriormente se pensaba.
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__________ * Estudiante del primer semestre de la Licenciatura en Psicología de la UdeC. naomi.villaf@gmail.com
Historia
Lunes 9 de Diciembre de 2019
Un arresto de virilidad, de Guillermina Cuevas Comentarios a unas obras de los integrantes del Taller Literario “Galopante”
[Información obtenida del documento titulado: Datos biográficos mínimos de escritores colimenses. Nacidos aquí, avecindados, radicados o de pasadita. Material inédito del maestro Víctor Gil Castañeda. 363 pp.]
Por Víctor Gil Castañeda
E
n febrero de 2013 fue impreso el libro Un arresto de virilidad, de la escritora colimense Guillermina Cuevas Peña. Con un tiraje de mil ejemplares, el volumen forma parte de la colección “Letras en el fondo”. Se compone de 112 páginas y la edición estuvo a cargo de la Secretaría de Cultura del Gobierno de Estado de Colima, el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), así como el Fondo Estatal para la Cultura y las Artes (FECA). El documento tiene como portada una imagen que participó en el “Concurso de Fotografía Antigua”, es propiedad del señor Fidel González Ventura. En la ilustración vemos lo que parece ser la parte trasera de un amplio y elevado templo colimense. La escena fue captada desde la prolongación de una calle empedrada, todavía, por la que avanza rápidamente un joven en su bicicleta. Al final del recorrido hay numerosas personas viendo los comercios y las tiendas. Al lado izquierdo de la foto están dos niños viendo al fotógrafo y autor de la imagen. Los infantes cuidan unas garrafas o tinas llenas de nieve. Tal vez tienen hielo y adelante de ellos se observa el título de una tienda comercial con el nombre de “Guerrero”. Otra bicicleta, acomodada en sentido contrario, tal vez propiedad de los jóvenes, permanece cerca de las tinas. Es la imagen de un Colima que se fue hace tiempo. Tal vez en las primeras tres décadas del siglo XX, es decir, entre 1900 y 1930. Una época donde suceden muchas de las anécdotas e historias contadas por Guillermina Cuevas Peña, en este bello libro de recuerdos, de memorias, remembranzas, añoranzas y suspiros. Cuando terminé de leerlo, yo, que nací en el puerto de Manzanillo, sentí nostalgia por
Integrantes del Taller Literario “Galopante”, el Grupo Artístico CPU y del Taller Literario “Voz de Tinta”, con el escritor mexicano Gustavo Sáinz, Rubén Martínez González, Marina Saravia, Víctor Gil Castañeda, Lucila Gutiérrez Santana, Socorro Arce, etcétera.
sus personajes y sus atmósferas; poetas, declamadores, periodistas, políticos, músicos, actores, actrices, maestros, profesores, funcionarios, visitantes y turistas extranjeros. Sin calificarse como una historiadora o experta en el campo de la historiografía. El texto de Guillermina Cuevas tiene más verosimilitud que muchos libros oficiales de historia. Hay más certeza en lo que cuenta y cómo lo cuenta. Notamos un sincero sentimiento de investigación que fue cobijado por una escritura literaria, poética, más trabajada que otros especialistas del mismo campo profesional. La obra se compone de seis partes: “Primer encuentro”, “Segundo encuentro”, “De los colimenses y su elaborada cortesía”, “Reseña de un triunfo anticipado”, “La muerte…esa celosa damisela iracunda”, y
las fuentes o la bibliografía utilizada para la elaboración del trabajo. Las seis partes se amplían a un total de 109 crónicas y relatos. Hay fragmentos que oscilan entre la leyenda y la fantasía, por el misterio con que fueron resguardados los acontecimientos allí narrados, que suman 30 tópicos diferentes; el conflicto de los intelectuales contra los políticos incultos, la vida y obra de la poeta Cuquita Morales Trejo, las técnicas de la declamación y la oratoria de los eventos culturales, los conflictos religiosos y cívicos, la música de la época, los poetas y artistas del momento, el teatro que se escenificaba y sus rasgos, las artes plásticas, la gastronomía regional, el Palacio de Gobierno y su mala imagen, la incursión de la masonería en la vida pública y política, la vida y obra de Gregorio Torres Quintero, características de la
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Historia
Lunes 9 de Diciembre de 2019
Artes visuales
pesca ribereña, el odio a la cultura por algunos políticos iletrados, la cachondería sexual y el amor bajo los naranjos, las asociaciones y organismos culturales independientes, el humor y la ironía de los colimenses, los eventos del Teatro “Hidalgo”, las enfermedades de la región, la corrupción y el saqueo político. Éste último tema está presente en la página 55, donde se narra cómo se construyó el Teatro “Hidalgo”. Se indica que los alemanes donaron una bellísima luminaria, o “araña” que serviría para engalanar el majestuoso edificio, terminado de construir en los tiempos del gobernador Francisco Santacruz. Sin embargo, las autoridades no tuvieron dinero para hacer los pagos de los impuestos aduanales y la “araña” permaneció arrumbada cuatro años en el puerto de Manzanillo. Cuando la trajeron a la ciudad de Colima no tuvieron dónde instalarla y permaneció arrumbada, en el olvido, otros cinco años, en el antiguo Palacio, que también estaban construyendo. Pasó el tiempo. Cuando supieron cómo instalarla y tenían con qué: “Un gobierno de uñas largas la hizo perdediza, con el pueril pretexto de su excesivo peso que, según ellos, ponía en peligro la estabilidad de la cubierta”. Lo interesante del libro es ver la cantidad de eventos culturales que se registraban en aquellos años, así como las numerosas organizaciones que para tales fines surgían de vez en cuando. Por ejemplo, estaba la Sociedad Mutualista de Artesanos “Unión y Trabajo”, donde llegó
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a declamar sus poesías la maestra Cuquita Morales, quien había aprendido este arte de su profesora María Guadalupe Medina. Se incluye la anécdota del viaje que hizo Cuquita Morales a Ciudad Guzmán, donde ofreció un recital poético. Se incluye el rumor, la anécdota o la leyenda, que de ella aprendió el gusto por la declamación, el maestro Juan José Arreola. El 4 de diciembre de 1932 el Ateneo Colimense celebró su primera sesión –dice el libro, donde hubo una conferencia del doctor Miguel Galindo, una exposición de pintura del joven Rafael Heredia, una intervención musical en memoria del maestro José Levy Rehims y charlas sobre salud pública. El presidente del Ateneo Colimense era el doctor Miguel Galindo. Dicha organización estaba dividida en varias secciones: científica, literaria, de canto, de piano, de solistas (violín y guitarra), y de pintura. También se menciona la Sociedad de Aficionados al Arte, donde colaboró Cuquita Morales. Un organismo que desapareció al poco tiempo, tal vez por la indisciplina y los pocos recursos con que se movieron sus integrantes. Igualmente, son señaladas las organizaciones siguientes: Unión Colimense de Periodistas, Sociedad de Madres de Familia, Comité de Acción Cívica, y Representaciones Extranjeras. Otros intelectuales y artistas mencionados en este libro son: Ángela Betancourt (pintora), Maximino Matute y Luis Lepe (violinistas), Carmen Bazán y Manuel Escamilla (pianistas), Amalia Castel
y Eva Burgos (cantantes), Santiago G. Barbosa, Rafael L. Macedo, Juan Macedo López, José G. Alcaraz, Agustín Santacruz (literatos), Aniceto Castellanos (divulgación científica y artística). El título del libro proviene de la segunda parte, que en la página 11 es denominada Segundo Encuentro, donde se incluye la crónica titulada precisamente “Un arresto de virilidad”. También hay referencias en la página 41 llamada “Retorno a un arresto de virilidad”. En ellas, su autora nos cuenta la mítica hazaña de la poeta Cuquita Morales, quien reunió a numerosas personas afuera del Palacio de Gobierno, frente al jardín Libertad. Protestaron en contra del Reglamento de Cultos que atacaba la libertad religiosa, pero además pedía tres cosas: La libertad de conciencia, la excarcelación de los legisladores y la renuncia del gobernador. Este acto de virilidad en una mujer, que además se dedicaba a escribir versos, fue un escándalo político y se regó en la capital del país. Hubo disparos, varios muertos y una persecución silenciosa, tenaz, frecuente y mediática, contra la autora intelectual de este hecho. Un arresto de virilidad es un inquietante libro que nos muestra cómo los intelectuales siempre han estado al pendiente de los deslices y errores políticos. Sobre todo cuando atentan contra los derechos civiles, religiosos y las garantías constitucionales. Un libro lúcido, como las dos novelas de Guillermina Cuevas Peña: Piel de la memoria, Dulce y prehistórico animal.
Historia
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Así
se fundó
Colima, su reconstrucción a partir de la arqueología Por Karla Valdovinos
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n la actualidad, Colima es uno de los estados más pequeños de México, pero, sin duda, también es un espacio de mucha cultura e historia, de la cual aún faltan cosas por descubrir. Los vestigios arqueológicos que se han localizado nos permiten conocer tanto su estilo de vida como la importancia que tuvo su localización geográfica para tener contacto con otras culturas. Es importante señalar algunos aspectos importantes que los colonizadores notaron en la región, entre ellas destacan diversos montículos destruidos por la industria ladrillera, y dentro de estos montículos que localizaron destaca uno al que llaman “Cerro del Serrano”, esto lo menciona Miguel Galindo en su libro Bosquejo de la geografía arqueológica del Estado de Colima, en el cual describe que: “Aunque documentos indígenas hacen sospechar que en esta región había un pueblo llamado Zacamachantla, y que el montículo tenía el nombre de Tilahuantepeque. (…) ese montículo tiene sus misterios. Por todas partes los trabajadores (de la industria ladrillera) se han encontrado dentro de su masa huellas de mano de hombre. Con mayor frecuencia son muros de piedra y lodo,
haciendo dos cosas notables en materia de construcción: primero, construcciones de adobe casi cúbico o, mejor dicho, en forma de pirámide cuadrangular truncada; y segundo, construcciones de piedra y lodo, uno de cuyos restos, que todavía existen, demuestra claramente dos alas de muro unidas en ángulo rectos (Galindo en Olay, 1997: 87). Este dato resulta importante debido a que hace referencia a La Campana, la cual, en sus inicios, fue localizada por ladrilleros, que mientras movían tierra para hacer ladrillo, localizaron un primer montículo de piedras, y una vez que profundizaron en la excavación, localizaron huesos, objetos de barro y figuras humanas. Pero, regresando al tema de los ladrilleros, se especula que este recinto en sus inicios funcionó como banco de arcilla a varias generaciones de ladrilleros, de ahí que localizaran huellas humanas en barro o lodo. Sin embargo, también existen referencias a otras zonas arqueológicas de Colima, por ejemplo, El Chanal, del cual algunos campesinos llamaban “de restos de cimientos y piedras”, pero para el investigador Galindo lo que más llamó su atención de este lugar fue que están esparcidas aquí y allá con sorprendente abundancia, piedras labradas con figuras diferentes, algunas naturales y otras simbólicas, tratándose en muchas la re-presentación estilizada o desfigurada del Dios de la lluvia, Tláloc (Galindo en Olay, 1997: 88).
Con respecto al Chanal, Galindo también fue la primera persona en notar una enorme rana de piedra localizada al pie de uno de los montículos más grandes, en los cuales se apreciaban jeroglíficos y la representación de un dios o rey. Gracias a los datos anteriores se puede apreciar que la civilización prehispánica que existió en Colima tenía un conocimiento sobre construcción bien cimentado, al grado que después de varios siglos aún podemos apreciar sus obras, del mismo modo, tanto los vestigios del Chanal como de La Campana, y las figurillas encontradas, nos permiten darnos cuenta de que la cultura colimota estuvo en contacto con otras culturas. Bajo el punto de vista antropológico se revela una diferencia de raza que me parece palpable. Mientras en unos la cara es ovoidea y la nariz levantada y delgada, en otros es triangular y la nariz achatada y gruesa. En los primeros, el tocado parece ser de plumas, y en los segundos, es una banda o diadema que circunda la cabeza (Galindo en Olay, 1997: 90).
Bibliografía: - Barrientos, M. Á. (1997). Memoria del tiempo la arqueología de Colima. Colima: Universidad de Colima, Gobierno del Estado de Colima, CNCA.
Fuente: pueblosmexico.com.mx
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Arqueología
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El complejo cerámico Aztatlán en Colima Arqlgo. Rafael Platas Ruiz Investigadores del Centro INAH Colima E-mail. rafael_platas@inah.gob.mx
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entro de los materiales arqueológicos que se recuperan en los contextos del periodo posclásico (900-1500 d. C.) en el valle de Colima, resalta una cerámica que se conoce como Chanal Policromo, la cual está primordialmente representada por unas vasijas que se distinguen por ser cajetes de soportes trípode cónicos,
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cuyas características decorativas y ubicación contextual, refieren que es una cerámica restringida a grupos de poder de esa época. El símbolo impreso bajo la técnica al negativo que exhibe su decoración, plasmada en tonos blancos, naranjas y negros, fue aplicada sobre una superficie pulida pintada de color naranja. Un rasgo aún más distintivo en su manufactura es un reborde medial en su cuerpo exterior que resalta por una figura en forma de almena, símbolo claramente utilizado en toda Mesoamérica, con amplias implicaciones y aplicaciones. Es de resaltar que el diseño en
forma de almena para el Colima prehispánico hasta ahora solo lo vemos estos cajetes, sin embargo, en otras áreas culturales del país durante la época prehispánica, fue sumamente recurrente su uso, ya que se identifica plasmado en las vasijas mexicas del centro de México, hasta en arquitectura monumental en molduras de edificios, templos e incluso códices; la esquematización del diseño es sin duda un indicador arqueológico de que los poseedores de dichas cerámicas tenían claros vínculos con las redes socioculturales fuera del actual territorio del estado.
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Las vasijas que se encuentran en Colima podemos decir que se relacionan con una amplia tradición cerámica pan-regional, como parte de un complejo mayor llamado Aztatlán. Este estilo cerámico ha sido materia de amplios debates y discusiones dentro de foros regionales y nacionales, los cuales aún hoy en día se siguen llevando a cabo. Esta constante contrastación ha derivado en una de las grandes líneas de investigación, que gira básicamente en entender cómo el Occidente de México se relacionó en época prehispánica con otras áreas culturales, dentro de los periodos tardíos antes de la llegada de los españoles. La primera arqueóloga en identificar y describir al tipo cerámico que referimos como Chanal Policromo perteneciente a la tradición Autlán, fue la doctora Isabel Kelly, nombrándolo como “Autlán polychrome”1, identificado dentro de la fase Tolimán, mediante seriación cerámica dentro de la última fase temporal de la región de estudio. Este tipo es contemporáneo al identificado en
el valle de México como Azteca III y IV, y en Colima corresponde con la fase Chanal. En la arqueología regional de Occidente, es claro que el complejo Aztatlán, fase típica del epiclásico (fases ArmeríaChanal, para los sitios de Colima) se asocia a la etapa de mayor auge en lo referente a cantidad de sitios planificados con arquitectura monumental, complejidad y desarrollo poblacional. Lo mismo ocurre en otras áreas cercanas, por ejemplo, Autlán-Tuxcacuesco, en la cuenca de Sayula y el Valle de Atemajac. Así mismo, destaca dicho fenómeno en diferentes escalas y espacios geográficos tales como en los Altos de Jalisco, sur de Guanajuato, sur de Querétaro, altiplano y zona Media en el altiplano potosino, incluida la Huasteca, algunas regiones de Michoacán y porciones de Zacatecas, entre muchas otras. A pesar de dicha complejidad social, hasta nuestros días no sabemos claramente cómo surge este apogeo, ni su conformación, sólo vislumbramos pequeñas partes de este fenómeno cultural. Asombroso es que este hecho se ha reconocido en regiones o sitios arqueológicos tan alejados de nosotros, tales como el Valle de México con la tradición Tolteca, Culhuacán, Cholula, La Mixteca, El Tajín, entre otros, cerámicas con características similares.
__________ 1 Kelly. Isabel. The archaeology of the Autlán-Tuxcacuesco area of Jalisco. II: The Tuxcacuesco-Zapotitlán zone. Universidad of California press. 1949. Pag.47-50
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