CONTENIDO
Índice
Lunes 9 de Marzo de 2020
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Divagaciones de una mente sin reposo por Sugey Navarro
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Feminismos, arte y política para la acción
por Ada Karmina Benavides
12 Toponimia
Alzar la voz
por Adriana de la Mora
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por Karla Janette A. Cruz
Un mundo que ya no entiendo
Cuatro poemas
por Ada Aurora Sánchez
por Wen Hernández
DIRECTORIO
Autor: César Tadeo.
Fotografía de Massiel Hernández.
Las opiniones firmadas por sus autores no son responsabilidad de quienes editan este semanario ni de la U de C.
Bosquejo de Mar Franco.
M.A. José Eduardo Hernández Nava Rector Christian J. Torres Ortíz Zermeño Secretario general Vianey Amezcua Barajas Coordinadora general de Comunicación Social Jorge Vega Aguayo Director general de Prensa
El Comentario Semanal José Ferruzca González Director del periódico El Comentario Yadira Elizabeth Ávalos Rojas Coordinadora de edición Brenda Rosales Peña Información y corrección Ma. Guadalupe Venegas Peregrina Diseño
e-mail:comentariosemanal@gmail.com
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El Comentario Semanal
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Lunes 9 de Marzo de 2020
Divagaciones
de una mente sin reposo
El nueve ¿ninguna se mueve? Por Sugey Navarro
Aprender, investigar, y cuestionar a partir de la empatía es una búsqueda por mejorar las condiciones para todas las personas por igual. Hace tiempo concluí que ya es demasiado el esfuerzo la tarea constante de deconstruirse una misma, como para perder el tiempo en educar que, encima de no aceptar su desconocimiento sobre el tema, la desigualdad histórica, las políticas y acciones afirmativas para reducir dicha brecha y demás, pretenden escuchar a quien creen su contraparte, sólo en busca de defectos del discurso o debates estériles. Si en algo vamos a volcar nuestro tiempo y energías es en estrechar lazos, y abrazar a la otra.
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o también crecí con la idea de que las mujeres no podíamos ser amigas, que los hombres eran los seres más confiables y con quienes mejor me llevaba, porque ellas eran, a mi parecer tan distintas. Una labor de introspección, comunicación y apertura que me ha ido abriendo los ojos -nadie tiene la verdad absoluta y siempre hay más por aprender- y llevado desde la empatía hasta la sororidad.
Transformar la venda en un lazo
En ese intermedio transcurrieron algunos años, pláticas, cuestionamientos internos y lecturas y preguntas realizadas a mujeres con la idea del feminismo mucho más avanzada, artículos, cifras, conversaciones con otras realidades a través de su activismo o su literatura: Virginia Woolf, María Luisa Puga, Tania Tagle, Estefanía Vela Barba, Eréndira Derbez, Cristina Rivera Garza, Lydia Cacho, entre muchas otras más, me llevaron de la mano hasta la creación (o el descubrimiento) de lazos más extendidos y fuertes que nunca con mis congéneres, del concepto de amistad y su importancia en mi vida, de esta red de apoyo. 2020: Se anunciaron las marchas y eventos para conmemorar el 8 de marzo, Paro nacional el día 9; escuché insultos, improperios, y demás cosas que en su momento afectaron mi sensibilidad ya latente por las noticias más recientes de mujeres desaparecidas, y asesinatos en manos de su pareja, la persona con quien compartían su existencia, el hombre en quien confiaban. Recordé a los abuelos y demás creencias populares que dicen que ante una aparición o ánima hay que insultar con el mayor número de injurias, alejar el mal (lo desconocido) a mentadas de madre. En el odio, es el miedo lo que habla, es el pánico; a nadie le gusta ser cuestionado por su privilegio. Entonces, como al caminar por las calles, los audífonos se volvieron mis mejores amigos estos días, en todo espacio público.
La ausencia anunciada. Un logro desde el silencio
Foto: Massiel Hernández.
El 9 de marzo no se redujo a un día, el 9 de marzo se vino integrando es el mes de febrero, desde el día que se proclamó por primera vez “el nueve nadie se mueve”. La consternación, el odio, la incertidumbre, el enojo, la tristeza, los cuestionamientos, la alteración el orden a partir de la ausencia, la locura, el caos que estaba previsto para un solo día, ya se había instaurado en la mente de todo un país desde días y semanas antes de su posible llegada.
Escribo esto antes del 9 de marzo. Lo hago desde mi habitación, la habitación propia a la que hizo alusión Virginia Woolf, la mínima, la indispensable; hablo entonces, también desde mi privilegio y unos cuantos sacrificios que me han permitido este espacio, desde el cual puedo buscar las palabras con que voy construyendo el presente texto; mi lugar, el sitio donde puedo bailar, correr desnuda, o simplemente guarecerme cuando la hostilidad del mundo parece superarme. Sé que este día pasará, que después de las marchas del día 8 y del paro propuesto para el 9 de marzo, darán rienda suelta a los comentarios, las estadísticas, las burlas, análisis del impacto, el resultado. Recuerdo los feminicidios que sucedieron a la marcha del año pasado, cuando pretendía echar en cara las pintas y destrucción motivadas por la furia, porque las protestas pacíficas parecían no haber cambiado mucho; los que resultaron ofendidos, encima se mofaron, preguntando, vituperando, si los destrozos habían salvado alguna vida, si habían provocado una diferencia. Puedo asegurar que ni nosotras mismas lo sabremos, sino al paso de algunos años. Las redes sociales (virtuales) están a un clic de quedar guardadas en un espacio lejos de nosotros, de nuestra salud mental, de nuestra paz. Podemos dejar de seguir a ciertas personal, sean simples conocidos, o líderes de opinión; podemos bloquear,
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8-M colocar esa barrera invisible, aplicar la ley del hielo en la comunicación por medios electrónicos, desaparecernos, suspender cuentas... cortar estas múltiples líneas de comunicación, que más que llenarnos de información, a veces nos abruman con una serie de desgracias, de las que ya teníamos conocimiento; añadiendo la lamentable posibilidad o acceso que tenemos a la opinión de los que nos rodean, acerca de los mismos hechos: la inconciencia, la revictimización, la culpa, las aseveraciones, los señalamientos. Lo que no podemos suspender son las redes sociales directas, reales y obligadas: los comentarios de la familia, de los amigos, compañeros de trabajo, o de las personas con quienes compartimos espacios por el simple azar (no precisamente por compartir las mismas ideas). Audífonos. Silencio añadido. Música. Silencio. He de decir que antes de saber cifras, estadísticas, imágenes y noticias del resultado; antes incluso de encontrar en redes sociales y bombardeo de la celebración o la burla acerca de este gran performance de ser, en que representamos la desaparición, que
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Lunes 9 de Marzo de 2020 elegimos borrarnos del mapa -materialmente presentes o ausentes-, conforme a nuestras posibilidades, nuestras capacidades, nuestro privilegio lo permitiese...El objetivo ya sido logrado en todas extensión: Desde el día en que fue propuesto y comunicado el paro, no hubo persona que no comenzara a rumiar en su cabeza acerca de esta idea descabellada. No se hicieron esperar los comentarios de los hombres que proponían un día sin su presencia (y la respuesta que hablaba de uno de los días más cómodos y seguros para nosotras). El 9 de marzo no se redujo a un día, el 9 de marzo se vino integrando es el mes de febrero, desde el día que se proclamó por primera vez “el nueve nadie se mueve”. La consternación, el odio, la incertidumbre, el enojo, la tristeza, los cuestionamientos, la alteración el orden a partir de la ausencia, la locura, el caos que estaba previsto para un solo día, ya se había instaurado en la mente de todo un país desde días y semanas antes de su posible llegada. Es cierto: no todas comparten las ideas del movimiento, no todas pueden
ausentarse de sus labores en casa, maternas, de cuidado, o como profesionistas; no todas pueden dejar de asistir sin obtener represalias de sus patrones; no todas cuentan con el respaldo económico como para perder monetariamente ese día de trabajo. En cambio todas las personas cuestionaron qué pasaría en cada área de trabajo, en escuelas y hospitales, en casa, en donde la madre de familia es la cabeza del hogar, la única; hombres (y las propias mujeres) pusieron en cifras la fuerza económica y laboral que representamos; hablaron de la inconciencia, de las repercusiones. Pensarnos en la ausencia, volvernos ausencia aunque sea a través de la imaginación, nos hace analizar todo lo que quedaría suelto, interrumpido o roto, en nuestra falta; nos hace ver también la necesidad de la otra, de tejer redes y también nos hacen ver cómo responden ante el miedo. El simple hecho de proponer el paro, movió las estructuras mentales más oxidadas, hizo temblar de coraje, de miedo; como un primer impacto, ha funcionado.
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Alzar la voz Por Karla Janett A. Cruz
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xplorar la labor de las escritoras implica darse cuenta de la poca difusión de su trabajo y el reconocimiento tardío de su obra. Debido a que simpatizo con la idea de reivindicar el papel de la mujer, y en apoyo a la labor que realizan miles de mujeres en el medio literario, deseo visibilizar las voces de aquellas mujeres que escriben, por lo que me he dedicado a buscar, en distintas plataformas digitales, y a través de redes sociales principalmente, proyectos de difusión de la obra de nuestras escritoras.
"En la actualidad son las mujeres quienes crean sus espacios y medios de difusión, no quieren esperar a que la academia las reconozca e incluya en un plan de trabajo, es el deseo de que esas voces, sus voces, sean escuchadas y no se pierdan en el anonimato". Esto porque soy una lectora preocupaba por el panorama literario de las mujeres en la actualidad, me impulsa el deseo de conocer a quienes escriben y sobre lo que escriben; en segundo lugar, considero que aún falta mucho por hacer, desde la crítica, para entender a nuestras escritoras, el por qué escriben y sobre todo, su opinión con respecto a la presencia de las mujeres en el medio cultural; y tercero, me parece necesario explorar más fuentes de información, es decir, ir más allá de la academia, y descubrir, en la actualidad, las formas en que las mismas escritoras dan a conocer su obra. Es en la búsqueda de estos portales, o plataformas digitales, que he encontrado redes literarias a través de proyectos de difusión de esta literatura, que van desde columnas de amigas y compañeras de la universidad que tuve y tengo la oportunidad de leer en suplementos digitales e impresos; blogs personales donde comparten sus creaciones literarias y artículos de análisis literario; hasta proyectos
con mayor alcance y que últimamente han tomado gran relevancia, los cuales incluso, han lanzado convocatorias para la publicación de obras; ofrecen cursos para desarrollar el ejercicio de la escritura y talleres en los cuales se analizan la obra de escritoras contemporáneas; y que cuentan además, con catálogos y tienda en línea. En la actualidad he seguido de cerca dos proyectos de difusión debido a su gran actividad en las redes sociales, de los cuales comparto una breve reseña: Hablemos Escritoras Podcast, un podcast que nace del Proyecto de Escritoras Mexicanas Contemporáneas y de la publicación del libro Romper con la palabra. Violencia y género en la obra de escritoras mexicanas contemporáneas publicado en 2017; podemos encontrar tanto en Youtube, Soundcloud y Spotify una serie de entrevistas realizadas a autoras de distintas partes del país, y de Latinoamérica, con lo cual se busca rescatar, visibilizar y difundir el trabajo de escritoras contemporáneas englobando todos los géneros y temáticas. Se abordan comentarios acerca de sus trabajos, platicas sobre el ejercicio de la creación literaria, editoriales independientes, literatura chicana, la academia, el teatro y sobre mujeres de distintas partes del mundo; además su página cuenta con un catálogo de editoriales que publican las obras de las entrevistadas; este proyecto también podemos encontrarlo en Facebook, Twitter e Instagram. Otro proyecto que ha tomado fuerza y presencia, no sólo en ferias de libros y redes sociales, sino también como espacio cultural, es el de Escritoras Mexicanas. Este proyecto ha llevado acabo convocatorias, presentaciones y publicaciones de libros donde se reúnen voces jóvenes de la literatura mexicana. En su página web encontramos reseñas, entrevistas, ensayos, creaciones literarias y notas informativas de eventos que llevan a cabo. Su presencia en redes sociales como Instagram, Facebook y Twitter nos permite interactuar de manera activa y mantenernos informados acerca de sus futuras presentaciones y convocatorias. Un rasgo importante de este proyecto es la creación de La Casa de las Escritoras Mexicanas, un espacio cultural donde realizan presentaciones de libros, talleres y cursos, e incluso, disponen de una biblioteca, tanto virtual como física, con diversos títulos de autoras del país. Sin embargo, estos no son los únicos proyectos que en los últimos años se han dedicado a la difusión de la obra de escritoras,
existen otros tantos como son Enjambre Literario, una red de escritoras que se dedica a brindar un espacio de difusión, desde el 2018, a las voces literarias de las mujeres a través de convocatorias; por otro lado Bitácora de vuelo ediciones, es una editorial fundada por la escritora Nadia Contreras, que desde 2013 ha sido un espacio abierto a todos los géneros y voces, a través también de publicaciones de libros electrónicos; esto por mencionar tan solo otros dos ejemplos más acerca de esta labor de difusión sobre la literatura escrita por mujeres, no obstante aún hay muchos más por descubrir, así como otras plataformas por explorar. Con lo anterior podemos darnos cuenta que, si bien el medio cultural ha sido más favorable para los hombres, en la actualidad son las mujeres quienes crean sus espacios y medios de difusión, no quieren esperar a que la academia las reconozca e incluya en un plan de trabajo, es el deseo de que esas voces, sus voces, sean escuchadas y no se pierdan en el anonimato. Aún falta un largo camino por recorrer para comprender y conocer a nuestras escritoras; sin embargo son este tipo de proyectos los que evidencian la necesidad de crear espacios de difusión, aprovechando las distintas plataformas y formatos que nos ofrece la era digital. No obstante debemos preguntarnos, ¿qué pasa entonces con las escritoras que no viven en el centro del país?, ¿qué otras plataformas, además de las revistas literarias y suplementos culturales, son viables para la visualización de su obra?, y siendo aún más específicos, ¿qué hay acerca de las mujeres que escriben en lenguas originarias y que no tienen acceso a este tipo de plataformas? Sin duda son cuestiones que debemos atender en nuestro de papel como lectores, hay que estar atentos a este tipo de proyectos y, todos aquellos que formamos parte del medio literario, nos corresponde apoyar a quienes se dedican a esta labor de difusión. Referencias: - [Texto informativo acerca del proyecto disponible en la página web]. Hablemos Escritoras Podcast. (s.f.) s.a. https://www.hablemosescritoras.com/users - Cristina L, (2019). “La Casa de las Escritoras Mexicanas”. Escritoras Mexicanas. https://www. escritoras.mx/la-casa-de-las-escritoras-mexicanas/ - [Breve descripción del proyecto disponible en la página web]. Escritoras Mexicanas. (s.f.) s.a. https:// www.escritoras.mx/ - “¿Quiénes somos?”: Enjambre Literario. (s.f.) s.a. https://enjambreliterario.com/ - “Nuestra historia”. (2018). Comarca Lagunera. Bitácora de vuelos. Literatura y ebooks. s.a. https:// www.rdbitacoradevuelos.com.mx/p/nuestra-historia. html
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Un mundo que ya no entiendo Por Wen Hernández
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ace meses, muchos meses, que ya no entiendo el mundo en el que vivo. Todos los días leo al menos una noticia que informa que una mujer –otra más- fue asesinada, violada, secuestrada, mancillada, ultrajada, jodida de por vida. Navego entre el terror, la tristeza, la incredulidad y la indignación, porque no puedo con el miedo de saber que soy mujer y tengo hermana, primas, amigas, tías, madre, hija…que todas somos mujeres y que por el sólo hecho de serlo, estamos en peligro latente. Tampoco puedo con la tristeza que me da la empatía: otra familia más que de seguro no sabe qué se hace con el –de seguro insoportable- dolor que causa saber que han dañado a alguien a quien amas, alguien que es sangre de tu sangre. Mucho menos sé lidiar con la sorpresa y la indignación que me causa leer los comentarios que surgen a raíz de las noticias:
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las voces más benignas, se pronuncian enviando bendiciones y resignación, pero las otras, las que no entiendo y no soporto, esas se mofan, culpan, suponen que por ser vestirse de tal o cual manera, que por salir a divertirse o que por no saber cómo salir de una relación violenta, entonces se merecen –nos merecemos- cualquier cosa atroz que viva una mujer. Nadie habla de los agresores. Nadie dice que no tenían derecho. Nadie condena los actos viles de los que son víctimas nuestros cuerpos. Y entonces la rabia se apodera de nosotras, de nuestras gargantas, de nuestros brazos. Las imágenes sangrientas, que los medios muestran sin pudor porque eso es lo que vende, aderezadas con los comentarios condenatorios y burlescos, nos llenan de una mezcla muy extraña de sentimientos:
es miedo, es furia, es impotencia, son ganas de quemarlo todo, es empatía, es tristeza, es terror, es indignación, es paranoia, es el deseo de hacer algo para que esto pare, para que ya no haya imágenes grotescas, con esa narrativa que apela al morbo por sobre todas las cosas. Es esa mezcla feroz de emociones la que nos lleva a organizarnos, a veces por redes sociales, otras tantas de boca en boca, pero al fin y al cabo, a organizarnos y a salir a las calles para reclamar justicia. Para muchas, el cúmulo de emociones se ha vuelto una motivación importante, que nos ha llevado a leer, a querer saber más de esa cosa que todo el mundo menciona, a veces con desprecio, a veces como si fuera la mejor alternativa para parar eso: el feminismo. Maravillosa palabra que trae arrastrando otras tantas que, cuando las aprendemos, le dan cause
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Lunes 9 de Marzo de 2020 a nuestro dolor: sororidad, derecho a decidir, libertad, amigas, manada. En ese camino, muchas de nosotras nos hemos encontrado y hemos coincido con muchas otras que se sienten igual de desesperadas que nosotras. Nos hemos abrazado, hemos llorado cada vez que sentimos miedo, nos mensajeamos para consolarnos cuando aparece otra noticia, estamos alertas al comportamiento del vato con el que sale la amiga, nos compartimos lecturas, frases, nos reinventamos y deconstruimos y, por ratitos, nos sentimos fuertes.
Pero allá afuera, la masacre sigue y nuestro miedo-furia-impotencia-rabiatristeza-indignación, crece y vamos y rayamos monumentos a ver si así nos voltean a ver, porque ya lo hicimos de manera pacífica y cantando y se volvieron a burlar de nosotras. Dicen que esas no son formas, que si cómo se nos ocurre pedir paz con violencia, que estamos locas, que nos lo merecemos, que nos echen a la fuerza pública, que es una guerra de gente mala contra gente buena. Pero otra vez nadie dice nada. A los agresores, les tapan parcialmente la cara para que nadie los reconozca, pero las víctimas,
las exhiben y a quienes protestamos, nos someten a juicios sumarios dictados por una sociedad y un Estado que no nos cuida. Y es cuando me entra este desconcierto, este no entender el mundo en el que vivo. Porque mi lógica dice que como sociedad tendríamos que tener tolerancia cero ante la trasgresión de los cuerpos; que, incluso por conveniencia económica, el Estado tendría que proteger a su mayor fuerza de trabajo –porque habría que recordar que el trabajo que hacemos las mujeres, es un pilar importantísimo para el sostenimiento de la economía-; que como
En resumen, a pesar de los discursos y las narrativas buena onda, que aseguran que es una lucha de gente buena contra gente mala y viceversa, la realidad es que transitamos por un momento histórico en el que ser mujer es peligroso; salir a la calle es una acción temeraria y protestar ante la impunidad y la violencia de que somos presas, ya sea de forma pacífica o proactiva, es un acto reprobado por la sociedad. Las desigualdades entre hombres y mujeres, son evidentes; a nosotras se nos siguen negando derechos: a la protesta, a la
maternidad voluntaria, a transitar sin miedo por las calles, a la credibilidad, al espacio y al tiempo de ocio. Esos derechos nos pertenecen y nos han sido negados y su recuperación es necesaria sí o sí. Más allá del oportunismo de la derecha y del permiso institucional, necesitamos el respaldo de todas las voces y el cumplimiento a nuestra demanda de una vida libre de violencia y con pleno acceso a las oportunidades, incluyendo la posibilidad de abortar. Eso sí sería congruente; lo demás, es puro circo.
II Y dentro de toda esta violencia y este caos, llega el 8 de marzo y con él, como siempre, las terribles felicitaciones: por ser tierna, bella y delicada; porque detrás de un hombre, siempre hay una gran mujer -yo agregaría: que le lava, le plancha, le da servicios sexuales, pare a su descendencia y se la cuida, mantiene la casa limpia y la comida calientita-; porque las mujeres somos guerreras incansables; porque no hay nada más hermoso, que la mirada pura de una mujer. Este año, además, nos viene con el oportunismo de la derecha – esa misma que nos históricamente nos ha negado el derecho a interrumpir nuestros embarazos legalmente, esa misma que durante décadas fertilizó el terreno en el que estamos cosechando feminicidios- y el permiso institucional –esa misma institución que nos explota, que precariza nuestros salarios y nos obliga a limosnear prestaciones-, que han promovido el paro del 9M –que en realidad siempre ha sido 8M, pero por razones de calendario se movió de día-, acción que se viene realizando desde hace años, promovida por los diferentes colectivos feministas y que otrora fuera criticado y castigado por esas mismas instituciones. Ahora tenemos permiso de parar y ni las niñas irán a la escuela y entonces me cayó el veinte que muchas mujeres con familias uniparentales e hijos o hijas pequeñas, podrán faltar al trabajo, podrán no hacer pagos, podrán lo que sea, pero difícilmente podrán escapar de ser mamás y actuar en consecuencia: desayuno, comida y cena, por lo menos. Mucha gente dirá: pues son sus hijos, pues son sus hijas. A eso es a lo que llamamos trabajo de cuidados, ese que no se ve, ese que no se paga, ese mismo que pocas veces se puede omitir y que marca una diferencia sustancial entre hombres y mujeres.
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Feminismos, arte y política para la acción
Hilary Villegas. Dalila Van Winkle.
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que consumimos y finalmente desarticula el discurso hegemónico del patriarcado de lo que debe y no debe ser una mujer. Es importante mencionar que dentro de este eje de pensamiento feminista existen diferentes formas de feminismos como diferentes circunstancias y territorios nos rodean, no obstante la urgencia hoy para las artistas en proceso debe ser llegar a la conciencia del discurso y posicionamiento político implícito en sus piezas y acciones. La idea transformadora del arte se da en el pensamiento crítico del artista cuando va encaminado a cuestionar, derribar y demoler todo aquello que no es humanista, que divide, violenta, nos confronta y enferma. El arte feminista hoy grita, ¡las mujeres estamos en emergencia!
Imágenes realizadas por alumnas de la Licenciatura de Artes Visuales de la UdeC.
Blanca Grey.
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onscientes que existen diversas formas de ser y estar en el mundo, vamos construyendo el día a día que se hará historia y reminiscencia de la actual sociedad. En estos muchos modos de existir aparecen cuestionamientos como detonantes permeados por características geográficas, étnicas, de género y de maneras de relacionarnos culturalmente. El feminismo, hoy nuevamente en emergencia abanderado por las mujeres más jóvenes, es una de estas bombas que desde posturas radicales, colectivas y poderosas, están dispuestas a romper con sistemas sociales que las determinan y signan en desventaja hasta el punto de la aniquilación; el feminismo, se perfila como uno de los movimientos más revolucionarios y transformadores del mundo contemporáneo. Las disciplinas artísticas no se han
abstraído de este fenómeno pues como en otros campos del quehacer humano, las mujeres creadoras están sujetas a una serie de “retos”, violencia de género, discriminación e inequidad por el simple hecho de serlo. Son asignaturas pendientes que abarcan tanto el ámbito público como el privado. Para las nuevas generaciones de mujeres en proceso de formación artística el feminismo les tocó, no siempre de manera consciente o voluntaria, pero desvelar la diversidad de asumirse en el mundo y ejercer su corporalidad hasta reconocerlo territorio es un proceso que inevitablemente marca su manera de pensar, producir y politizar su trabajo. La perspectiva de género no solo en el arte sino en otras esferas de la vida, han agregado el valor de reconocer la diversidad y dotar de discurso político a lo que se hace, el feminismo entonces es el marco que provee las herramientas para desarticular los constructos culturales de femenino o masculino, de lo
Blanca Grey.
Por Ada Karmina Benavides
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Si tu hija es hermosa y extraordinaria, que estudie veterinaria Por Dan Ruelas
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urante mi paso por la universidad, la ciencia siempre fue una parte fundamental de la matrícula, cambiando de enfoque rápidamente a través de los semestres dando estructura y cimientos a lo que después se convertiría en ejercicio profesional de un día a día. Como ensañada estudiante de la medicina veterinaria, considero un logro la integración y reconocimiento de las mujeres que han participado con aportes científicos a través de los años. En un ámbito anteriormente considerado exclusivo para varones de carácter rudo y debido al trabajo físico pesado, mujeres de valor y vocación indestructible se abrieron paso para tomar al toro por los cuernos y decir: Yo también puedo. Cuando se habla de medicina veterinaria indiscutiblemente hay una fuerte asociación por el ganado, manejo de razas grandes y la producción de alimentos de origen animal. ¿Sabías que fue una mujer quien aportó fuertes tendencias sobre manejo animal y su bienestar en la producción ganadera actual? Claro, hablo de la famosísima Temple Grandin que gracias a sus estudios sobre zoología y etología actualmente se usan modelos de manejo más humanitarios en la producción pecuaria. Pero la curiosidad de la ciencia no limita a la veterinaria en esa área . Por allá de 1939 cuando en la Ciudad de México se nombró oficialmente La Escuela Nacional de Medicina Veterinaria y Zootecnia, las mujeres no faltaron en la lista de titulados algunos años después, misma que nos entregó a la Médico Veterinario Aline Schuenamnn Hoffne profesora Emérita de la Universidad Autónoma de México quien nacionalmente es sinónimo de dedicación y excelencia en el ámbito veterinario, gran investigadora en áreas como la patología, bienestar animal, parasitología y nutrición. Por decir unas cuantas por que la lista sigue. Si bien nos vamos con mujeres que actualmente están marcando el área por su intelecto y experiencia un buen ejemplo sería: La doctora Samantha Maerker destacada por su conocimiento en el área de cirugía de perros y gatos siendo referente internacional, ponente y tallerista actualmente alrededor de América Latina, desempeñándose en uno de los hospitales veterinarios de mayor prestigio a nivel nacional de nuestro país. O también está la doctora Yukie Tachika ohara, cardióloga veterinaria, docente de la UNAM, brillante catedrática y autora de capítulos en diplomados de pequeñas especies. quien con una sonrisa
bien grande nos demuestra que todo esfuerzo da resultados. Podría llenar este espacio de reconocidas mujeres que han dejado su huella por sus múltiples investigaciones y eso apenas sería solo una parte de la historia que muestra que el estigma en que se nos encajona nos queda pequeño. Cuando pienso en los avances que ha tenido la ideología feminista en la facultad de veterinaria de donde vengo me da gusto afirmar, que actualmente año con año la población de mujeres crece en las listas de nuevo ingreso. Y que cuando existe un evento con referencias como al cáncer de mama o cervicouterino, violencia de género, etc. toda la escuela participa en las labores, mismas que son alentadas por el trabajo de la sociedad de alumnos y maestros. En mi generación y en muchas otras atrás, si preguntas por docentes dedicados a la investigación sin dudarlo entre los más populares una doctora de sonrisa amable y pasión por los ectoparásitos saltará a los recuerdos de todos con gusto. Si la Doctora Edelmira Galindo Velasco. De igual manera esta ha sido la mejor forma de decir con orgullo que como mujer dedicarse a las grandes especies como caballos y ganado, no tiene nada de raro. Ser parte de investigaciones en laboratorios de genética o analizar muestras en una granja de peces, junto al análisis estadístico productivo de una granja. Que estos puestos cada vez sean más ocupados por mujeres, se considera un logro colectivo lleno de constancia y preparación. Reivindicando la ideología de que tanto la veterinaria como la ciencia incluida en ella, es exclusiva de un solo género. Sé que con el paso de los años venideros, seguramente habrá una época donde pensar que la atención médica e investigación veterinaria es exclusiva de hombres será algo irracional, puesto que el trabajo en equipo es algo fundamental en ambos rubros. Sin embargo, mientras eso pasa les dejo algo para alentar a las futuras generaciones de mujeres que decidan conocer esta profesión y no desalentarse en el proceso. Esta es la porra más popular de la Carrera, imagínenla como es: Un símbolo que toda persona que cruzó algún semestre en medicina veterinaria a gritado con orgullo, sin importar género, sin morbo y obviamente con la emoción que se necesita para gritar bien fuerte: ¡Útero, Vagina y Glándula mamaria arriba Veterinaria!
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Mujer + Varón = Hombre Por Yunuén Cuevas
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l significado o la interpretación que damos a las palabras, tiene un poder desmedido. Al buscar la definición de “mujer” en el diccionario de la Real Academia Española encontré “Persona del sexo femenino, que tiene las cualidades consideradas femeninas por excelencia”; de forma instintiva tecleé “hombre” esperando encontrar el significado similar, donde lo único que cambiaría sería el género (atributos sociales y oportunidades asociadas a ser hombre o mujer) y ahí me percaté de mi error realizado de forma inconsciente, la definición otorgada por la Real Academia es “Ser animado racional, varón o mujer”. La clase de biología hizo su trabajo, recordé cuando nos mostraban aquellas imágenes de la evolución del hombre, considerando al Homo sapiens una especie de primate que se caracterizaba por ser racional en relación al resto. Y el ¿hombre?, esa persona del sexo masculino, que tiene cualidades consideradas masculinas por excelencia ¿qué término tiene?, la de varón. Entonces, lingüísticamente hablando las mujeres y varones somos un subgrupo de hombre. Tratando de identificar las diferencias entre estos subgrupos, una forma de distinguirlos fue la biológica o fisiológica y para ello se agrega un término más, “sexo”. En él se vuelve a hacer presente el término de hombre y mujer. Pero ¿qué no la mujer es una forma de hombre? Quizá ahí radica tanta confusión. Al no tener certeza del significado o tener múltiples interpretaciones del mismo comienza el caos. Según Jean Piaget, epistemólogo, psicólogo y biólogo suizo, el niño adquiere el significado aproximado de una palabra nueva después de escucharla sólo una o dos veces dentro de una conversación, generalmente, de un adulto u otro niño que aprendió de la misma manera. A partir de ahí el niño va relacionando el significado y podrá modularlo, conforme pasa el tiempo, dependiendo de los contextos a los que se va enfrentando. Aquí es cuando la lingüística adquiere su poder, el de la comunicación y
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socialización, recordemos que el hombre es social por naturaleza. A través del tiempo el término de mujer quizá no ha variado mucho, lo que ha cambiado es el contexto en el que se emplea. Cada vez es más común escuchar el término dentro del ambiente laboral, las casillas para votar, libros, libertad, conocimiento, independencia económica, poder, fuerza, pero también con otros como violencia, feminicidio, desigualdad, inequidad, y la lista se vería modificada según el contexto. La Organización de las Naciones Unidas tiene un espacio dedicado a las
Hablemos tanto de Marie Curie (premio nobel de física y química 1903, 1911) y Selma Lagerlöf (premio nobel de literatura 1909), como se habla de Albert Einstein (premio nobel de física 1921) y Octavio Paz (premio nobel de literatura 1990); de Kathryn Bigelow (premios Oscar mejor director 2008) y Alice Rohrwacher (festival de Cannes, ganadora del gran premio 1993), como de Alfonso Cuarón (premios Oscar mejor director 2018) y Bruno Dumont (festival de Cannes, ganador del gran premio 1999); de Eugénie Brazier (chef con tres estrellas Michelin) y Nadia Santini (chef con tres
mujeres, ONU Mujeres. Y ¿ONU varón? O aún mejor, ONU hombre; correcto, no existe. Vayamos más allá, elaboremos ese contexto en nuestro mundo. Cuando ese bebé comience a hablar, pueda ubicar a una mujer en el taller, en la cocina, en el trabajo, en la familia. Estamos en el camino, por ejemplo, la presencia de las mujeres en la unión parlamentaria fue del 12% en 1997 a un 25% para 2020; las mujeres con cargo de directoras generales en la lista Fortune 500 fue de un 2.4% en 1995 a un 6.6% en el 2019; las mujeres presentes en los juegos olímpicos fue de 3 deportes para mujeres en 1900, a 41 para el 2020 (uno más que los deportes para hombres).
estrellas Michelin), como de Joël Robuchon (chef con tres estrellas Michelin) y Alain Ducasse (chef con tres estrellas Michelin). Así como el informe “El progreso de las mujeres en el mundo 2019-2020: Familias en un mundo cambiante”, presentado por la ONU Mujeres, tiene un enfoque en la familia, resaltando la importancia de generar políticas en favor de la presencia del amor y la solidaridad en la familia; hagamos cotidiano la esencia del varón y la mujer por doquier. Generemos un contexto donde el significado de hombre renueve su sentido, humanidad. Y así, desde que se aprenda a pronunciar varón y mujer lleve intacto el sentido de afecto, comprensión y solidaridad hacia las demás personas.
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Violencia de género Por Mirtea Elizabeth Acuña Cepeda “Por la mujer comenzó el pecado, y por ella morimos todos”. (Eclesiástico 25, 23)
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iolencia de género, pensar que se ha llegado a considerar que la violencia es normal y hasta necesaria con significación de natural, la de género se fundamente en la diferencia de los sexos por adjudicarles valoraciones que afectan las relaciones interpersonales; al respecto, el feminismo es un movimiento social, que actualmente centra sus demandas contra la violencia de género, la cual podemos encontrar en muchos ámbitos de la sociedad, aquí hablaremos de esta violencia en el discurso patrístico. Primero, digamos que un movimiento social es definido como la acción de un colectivo, que demanda promover o frenar cambios sociales, que se aceptan como normativos, pero en sí mismos no son más que una forma de percibir la realidad y por esto, un movimiento social implica una ruptura de relaciones sociales reguladas y sistematizadas; entonces, la fortaleza y solidaridad de quienes integran el movimiento, son factores básicos para que pueda darse la producción de nuevas formas de percepción de la realidad y promover otras normas y legitimaciones sociales. A lo largo del camino recorrido, el movimiento social del feminismo ha ido presentando demandas sociales y políticas reivindicativas y/o resignificativas; por ejemplo, el derecho al voto de la mujer, que se rechazaba y se le otorgaba el significado de innecesario. La acción de un movimiento social está fundamentada en lo que un colectivo social reconoce como situación injusta, generalmente legitimada por la tradición cultural y por tanto, dichas situaciones difieren según la sociedad y el momento histórico dando lugar a variantes en el feminismo, incluidos los periféricos. Hoy en día, una demanda pertinente es frenar la violencia contra las mujeres y comprender que va más allá de la violencia física. Una mirada retrospectiva en el tiempo nos permite explicar la imposición cultural que legitima y por ende autoriza ejercer la violencia; en el caso de la patrística, mencionada antes, se fundamenta en una equivoca interpretación de los textos bíblicos, lo cual se observa en la iconografía medieval, que representa tormentos y castigos repelentes e inaceptables y no obstante, tiene la capacidad de seducir y
comunicar ideas, destacando aquella icónica de la mujer y la serpiente, apareciendo como una “infalible” aseveración de que la mujer es la causante de todos los males de la humanidad. La patrística relacionó mujer y serpiente con la maldad, poniendo el acento sobre la lujuria, un pecado capital que sobrepasa la deseable atracción sexual, que inicia por la vista y va utilizando todos los sentidos hasta culminar con el tacto; recordemos que en el génesis Dios comanda: “Sed fecundos y multiplicaos” lo cual implica evidentemente la unión carnal. El discurso patrístico pareciera tener una visión misógina, al asentar la falacia de que todos los males que sufre el hombre son venidos de mujer y para sustentarla, utilizó figuras de la mitología grecorromana y versículos bíblicos, lo cual permitió construir una mentalidad que asocia la naturaleza femenina al pecado. Pero, he aquí el pero, no interiorizan la razón del pecado, niegan que el hombre sea el culpable y asocian el pecado “original” a la lujuria, adjudicando la culpa a la mujer, a quien consideran la maldad intrínseca del goce sexual, es decir lujuria, desenfreno y no dudan, sin el menor paliativo, la responsabilizan y señalan como merecedora de castigo y desprecio ¡Claro, es la impulsora del pecado! Los patrísticos no podían aceptar que el hombre creado a “semejanza de Dios”, pudiese caer en los bajos instintos, salvo por instigación de la mujer… “Y no fue Adán el que se dejó engañar, sino la mujer, que seducida, incurrió en la transgresión (I Timoteo 2,14). Es intrigante, que la patrística no perciba, que en esta visión hace de la mujer el Sujeto, es decir la persona humana capaz de tomar decisiones, la mujer no es el Objeto, y surge la interrogante, por qué la patrística presenta al varón como si fuese un Objeto, sin libre albedrío, ni capacidad de decisión. La cuestión es, por qué el Sujeto, mujer, puede decidir y sin embargo no tiene derechos. Asimismo, es interesante que la patrística haga a un lado el primer capítulo del Génesis, donde se establece una igualdad entre ambos sexos: “Y creó Dios a los hombres a su imagen, a imagen de Dios los creó; varón y hembra los creó. Y los bendijo Dios diciéndoles; Creced y multiplicaos…” (Génesis 1,27-28); multiplicarse implica relación sexual y por otra parte se comprende que optasen por el segundo, pues se da una diferenciación entre los sexos, Adán es creado de la nada y recibe el soplo del espíritu divino, mientras que Eva es parte de Adán: “…Dios pensó: No es bueno que el hombre esté solo… y de la costilla que había sacado del hombre, Dios formó una mujer y se
la presentó al hombre (Génesis 2,7-22). Y, pese a ser obra divina, la mujer fue percibida como “…la puerta del demonio; eres la que quebró el sello de aquel árbol prohibido; eres la primera desertora de la ley divina; eres la que convenció a aquél a quien el diablo no fue suficientemente valiente para atacar…” (Tertuliano, De Culta Feminarum –Los adornos de las mujeres-,1.1). Ironía, ¡Satanás no pudo, pero la mujer sí! Respecto a la mujer, buena parte del discurso patrístico es una forma de violencia simbólica y por ello, entre las demandas que versan sobre la redefinición o reinterpretación de la realidad, la no aceptación de la violencia es pertinente y exige formas de cohesión social, con base en la socialización y la interdependencia solidaria. Para lograrlo, un objetivo es la liberación cognitiva, que necesita del estudio de los hechos y las relaciones que se han utilizado para definir e interpretar la realidad, tales como las contenidas en el discurso patrístico o las aseveraciones cotidianas: así ha sido siempre, los hombres son más violentos, la mujer es inferior física e intelectualmente y otras frases similares, ya que son valorativos y se interiorizan como realidades irrefutables. En consecuencia, el movimiento social del feminismo debe tener un fundamento crítico y tender a evidenciar lo irracional en una determinada visión de la realidad, que se ha establecido por la costumbre; asimismo, es un hecho que se tropieza con muchas barreras, una de ellas es la de convertir el feminismo en un movimiento revanchista o victimista. También es indispensable que las demandas se estructuren desde la mirada plural de los feminismos, pues difieren en cada lugar del mundo y reconocer, que la historia de la humanidad nos presenta escenas de tanta violencia que parecen resultantes de psicopatías, por tanto sabemos que no será fácil lograr la construcción de una sociedad libre de violencia. Bibliografía - Amoros Puente Celia.“Movimientos feministas y Resignificaciones Lingüisticas”, en: Quaderns de Filosofia i Ciència, Nº. 30-31, pp. 7-21, 2002. - Miguel Álvarez Ana. “El movimiento feminista y la construcción de marcos de interpretación: El caso de la violencia contra las mujeres”, en: Revista Internacional de Sociología, nº 35, 2003. - Laraña Enrique. La construcción de los movimientos sociales. Alianza. Madrid, 1999. - Osborne Raquel. Coord. La violencia contra las mujeres. Realidad social y políticas públicas, UNED, Madrid. 2001.
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Toponimia Por Adriana de la Mora
La loca La loca que siente las cosas La loca fusión La mujer que es fusión el hombre que es fusión y nace así, híbrido fusionado. La mujer Que sabe pensar porque nombra como le dictan Que ve el mapa señalado y sigue esos caminos La loca ignora el mapa porque sabe el territorio. Se domina al territorio nombrándolo. La loca no se domina La loca no manipula La loca es dominada, nombrada. La loca que siente, no nombra o nombra pero no sabe y como no sabe está loca Entonces las realidades sentidas se vuelven realidades ficticias Pero Un día sabe nombrar Sabe sacar 10 Sabe ostentar un título universitario Sabe cómo manipular desde la sombra femenina Con minifalda Con pechos Con piernas Con movimientos ondulantes Manipula al hombre solo con estar
Pero la luminosa
mujer Franca
mujer loca
Se ofende indignada ruje No alcanza a razonar o reaccionar Porque está loca No alcanza ni siquiera a nominar la ofensa La impotencia Corre tras el hombre que restregó el falo Su derecho siniestro a proclamar el manoseo Ella siente y grita pero no lo alcanza porque Sí está loca y es que nosecontrola “¡Señorita, contrólese!” “Amiga, piensa” “Amiga, estudia” “Lee, para que no estés loca” Entonces obedece y aprende a nombrar las cosas, repite teorías, cita a los racionales aprende retórica para que le crean “Estudia para que demuestres la razón de los científicos”
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La nominación del territorio nunca coincide con el mapa-cuerpo. Dicen Falopio y, don Falopio, carece de sus trompas Dicen óvulo y otra razón de mujer le llama ova. Por fin pasas el examen porque te portaste bien. ¡Ya sabes nombrar! Demostraste tu extraordinario uso de etiquetas y nomenclaturas YA NO ESTÁS LOCA Toma la píldora usa el tampón cuida tu histeria controla tu progesterona CONTRÓLALA, loca. La loca sintiente renuncia a nombrar, desprecia el nominar. Se llama al canario, a la oruga, a los vientos, a la sangre y su RH. Todo ha sido nombrado, todo lo conocido por él y ella, los fusionados diseñaron el mapa oval con cetro fálico. “Éste es mi hijo, éste es mi cuerpo, éste es mi útero” - Le nombras porque no estás loca, invocaste el poder y derecho para nombrarlo todo. Demuestras tu no sentir porque es taaaaaan primitivo. Y nos vemos tan poco evolucionadas. Nos sabemos las capitales a los cinco años Las tablas a los seis Podemos resolver ecuaciones, Liberamos sofismas con nuestra laureada razón “¡OH, LLEGUÉ A LA NASA! No estoy loca” No sientas No intuyas Porque caerás de puentes medios con la razón preñada. Fotografías de Jamie Pacheco.
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La imagen vuelta palabra Tres poemas de Flor Larios
Levantarse a ciegas comenzar a tomar conciencia un día nuevo ¡qué importa!
Dicen que… El demonio soy así me han etiquetado los tuyos, los otros, la iglesia, la historia. ¿Me temes? ¿quieres que desaparezca?
Entre el verde marchito renace una chispa de vida esperando el momento de expandirse crecer, florecer.
Luchas en vano. El cuerpo sólo es carne, materia. Tú también eres carne, recuerda. Éstos, mis ojos no te ven como enemigo, te miro como un aliado cómplice de la existencia, el complemento en esta teoría de los conjuntos llamada vida, donde coexistimos Elementos, llamados persona. La tentación soy, dicen… la manzana con gusano, nadie te obliga a comerla. suprimamos la etiqueta de pecado y maldad a la tentación que el impulso a cometer tus actos sea el respeto, la tolerancia, el amor. Es una invitación abierta…
Sangre negra
Mi cuerpo se arrastra como una gota de agua para ser consumida por este desierto y perderse entre cifras. Números perfectos para hablar de nada de ausencias. Este cuerpo, dentro, contiene todas las corrientes del mar a punto de desbordarse inundar este desierto con sangre t r a n s p a r e n t e.
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Iridiscente
Te levantas, caminas sobre espinas las reconoces, se encajan las sacas, … se encajan… las sacas otra vez hasta que un día las quitas del camino. Porque lo que te alimenta es ese rayo de luz ese que brota de tu entraña, te vibra en todo el cuerpo y te pone colorada, ardiente iridiscente. Dispuesta a todo porque todo quieres porque todo mereces el resplendor del sol pinta tus mejillas doradas, sagradas y por dentro, en el pecho, FUEGO.
El rojo ya no es rojo, porque ahora todo es rojo. La montaña, la ciudad, la calle, mi casa. transparencia Decir verdad para encontrarnos
Hay agua que parece que viene en nubes. Nubes de tormenta eléctrica con descargas de sangre negra ya podrida y seca por el olvido
¿Dónde están? ¿A dónde me llevan?
Salir con los puños hechos, se necesita tener estómago Salir y despedirse para siempre salir…
Sostener la mirada. No demostrar miedo. Caminar más rápido. Correr. Luchar. Preguntar y silencio nada qué contar y muchos cuerpos inertes espectadores de las estadísticas de los deseos perdidos de los sueños truncados de las vidas que…
Regresar.
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Cuatro poemas Por Ada Aurora Sánchez
Aclaración Un día, al terminar mi segundo año de primaria, mi padre, el maestro, dijo: “En septiembre, vas a quinto”. Pronto me vi entre niñas de diez y once. Niñas terribles que ya espiaban los amores. Por más que me paraba de puntitas, que estiraba el cuello, no lograba ver lo que ellas miraban, entre risas. Aquel desaliento de niña huérfana de amores no me importa perderlo. Es más, si por algún lado comienza el olvido, que sea por la hora del recreo: Noveno mes, 1980, patio de los tamarindos.
A final de cuentas Andrea encontró un gato y comenzó a alimentarlo en nuestra casa. Lo llamó El Admirante, y le pintó una línea azul en la cabeza. El Admirante pasaba su cola blanca por mis pies, y venía a acompañarme cuando leía a Carilda Oliver en la sala. Cuando El Admirante desapareció con su carita de mono, no dejó nada salvo la sensación de una sombra suave en las paredes. A final de cuentas, lo único que se recuerda es la tibieza del afecto, el claro sustento en lo más profundo de la memoria.
Arribos Después de todo solo figuraciones, imágenes, un dolor quedito, como de sueño. La impresión de que ha sido ayer o nunca la vivencia de la soledad y sus designios. Pero también la calma, la tibieza de lo nuestro, el polvo de los viajes, las palabras y sus huellas. El muñón de la memoria es un trofeo para el ámbar, evidencia de tiernos estertores. A partir de aquí, regreso. ¿Estarás, amor, en esa hora en que el cerebro formule su último recuerdo? En medio de estas líneas que se abren grito tu nombre para abrazarlo.
Ciclos que no se olvidan Tenía catorce años cuando fui madre de mi hermana. La vi llorar detrás de la puerta de nuestro cuarto. ¿Qué tienes? —le pregunté. Se dio la vuelta contra la pared, y sin decir nada, dijo: Tengo una mancha roja en la falda. La abracé, y le hablé de los ciclos, las mujeres y los meses. De ahí en adelante peleamos menos, y en ciertas fechas, incluso, nos mirábamos a los ojos.
Entonces seremos héroes Por Circe Zamora
Con amor a David Bowie Año de 2016 No olvides en el Mictlán la vieja letanía de que todos los cielos son los mismos y todos los tiempos son los mismos:
Yo soy el que siempre he sido. Renuncia a ti. Te lo prometo: no temas. Hay un cortejo de luces detrás tuyo, un enjambre de chispas te persiguen. Bésame a escondidas del bullicio de las serpientes.
Seremos otra vez los donceles más brillantes de la Tierra. Nuestro beso es el temblor de Esmirna /a mil años de distancia. Renuncia a ti, a tu casa, a tu nombre, a tu historia. Me encontrarás de pie /como siempre /desde hace tanto tiempo en el río de nuestra infancia. Encuéntrame por fin Y seremos héroes.
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Las jefas del narco en México: Breve construcción histórica desde el siglo XX Por Fátima Vanessa Carrillo Mendoza
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lo largo de la historia del narcotráfico en México, es posible entrever algunas figuras femeninas que se posicionaron como jefas; sin embargo, es difícil ubicarlas dentro de los libros y revistas que retoman el tema. Se considera que el mundo de las drogas y narcóticos es, generalmente, dominado por varones o son ellos a quienes se les ha dado mayor reconocimiento. En los top de narcotraficantes más famosos siempre se nombran a Rafael Caro Quintero, Amado Carrillo, Ernesto Fonseca, los hermanos Arellano Félix, los Beltrán Leyva, Miguel Ángel Félix Gallardo, Pablo Escobar (colombiano) y Joaquín Guzmán Loera. Actualmente, las mujeres que han logrado sobresalir entre dichas listas conformadas por rostros masculinos, son Sandra Ávila Beltrán “la Reina del Pacífico” y Melissa Calderón Ojeda, más reconocida como “La China”, gracias al narcocorrido que interpreta el vocalista Javier Rosas. Esto se debe a que se han vuelto virales a través de las redes sociales y el periodismo actual ha dedicado notas y críticas hacia ellas. Es decir, gracias a los medios digitales y al acceso de información que se tiene en el siglo XXI, se han conocido sus figuras. Arturo Santamaría Gómez compiló una serie de estudios históricos de diversos investigadores sobre el papel de la mujer en el narcotráfico desde principios de siglo XX, nos referimos al libro Las jefas del narco: El ascenso de las mujeres en el crimen organizado, publicado por primera vez en 2012. Gracias a estas investigaciones, podemos darnos cuenta de que a finales del siglo XIX y principios del XX, el narco sólo contemplaba ciertos plantíos de amapola y mariguana que se traficaban hacia Estados Unidos; no obstante, ya aparecían mujeres que más tarde influenciaron a algunos de los hombres que mencionábamos anteriormente. De acuerdo con Santamaría Gómez las tres primeras jefas y pioneras del narcotráfico en nuestro país fueron: Ignacia Jasso de González “La Nacha”, quien operaba en Ciudad Juárez desde 1925 hasta mediados del siglo XX, aproximadamente; Dolores Estévez Zulueta “Lola la Chata”, en Ciudad de México,
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desde 1920 hasta su detención en 1945, y Manuela Caro, traficante de goma de opio en Sinaloa, iniciadora de la estirpe de los Caro. Algunos periodistas juarenses le adjudican a “La Nacha” como autora intelectual del asesinato de once chinos que traficaban opio en Ciudad Juárez, lo que va dando cuenta de los usos de la violencia para obtener el poder. En este punto es relevante centrarnos en Manuela Caro, considerada como “la primera y más importante jefa del narco en la historia de Sinaloa” (Santamaría, 2013: 33). Asimismo, es necesario recuperar el recuento de los personajes del narco que la rodearon y que más tarde se colocaron como líderes del narco: Ella, Gil Caro y Rafael Fonseca hicieron de la colonia Tierra Blanca el primer espacio urbano de la mitología del narcotráfico estatal. Este último fue el padre de Ernesto Fonseca Carrillo, alias Don Neto, tío de Rafael Caro Quintero. Al parecer, Manuela es la iniciadora de la estirpe Caro, de la que el célebre Rafael sería integrante de la tercera generación de narcos de la familia. (2013: 33). Referente a las mujeres, Ernestina Lizárraga, en el capítulo “De Sinaloa y el narcotráfico”, del libro Las jefas del narco, señala que “con las mujeres sinaloenses, el narcotráfico, por primera vez en México, se dotó de rostro femenino” (2013: 61). De la misma forma, en Baja California radicaron un par de mujeres después de la primera mitad del siglo XX, una de ellas es María Elena Silveira, quien a inicios de los años 70 se dio a conocer como la “Reina de los narcóticos”. Más tarde, Enedina Arellano Félix desempeñó un papel importante en la organización que lideraban, principalmente, sus hermanos Ramón y Benjamín, en Tijuana a partir de los años 80, hasta que se enemistaron con el cártel de Sinaloa y uno de ellos fue asesinado y el otro detenido. Con Enedina iniciaría la expansión financiera del cártel de Tijuana, al grado de que el Departamento del Tesoro de Estados Unidos, en 2005, alertó al gobierno mexicano para que asegurara 25 empresas vinculas con el lavado de dinero de la familia Arellano Félix. (Santamaría, 2013: 43). Con lo detallado anteriormente, se aprecia cómo el poder de los narcos, en este caso de las mujeres, comienza a manifestarse
dentro de lo económico y que además hemos de visibilizarlo mediante los discursos que ofrecen en las producciones artísticas que contemplan la narcocultura y la estética de las buchonas y buchones. Y esto puede considerarse como la base o punto de partida para después ascender. Sandra Ávila Beltrán es nacida en Tijuana, Baja California, pero hija de padres sinaloenses y sobrina del narcotraficante Miguel Ángel Félix Gallardo “El Jefe de Jefes”, fundador del cártel de Guadalajara y primer exportador de cocaína a Estados Unidos. Ella se hizo cargo de las relaciones públicas del cártel de Sinaloa, hasta su detención en el año 2007, luego de que el expresidente Felipe Calderón Hinojosa declarara la supuesta guerra contra el narcotráfico. A Ávila Beltrán se le atribuyó el personaje de Teresa Mendoza, mitificado en La Reina del Sur, novela del escritor español Arturo Pérez-Reverte. Finalmente, es indispensable hablar de Melissa Calderón Ojeda, porque con ella y con Sandra Ávila se marca una ruptura con relación a las mujeres mencionadas con anterioridad, puesto que, a través de su imagen física ofrecen otro discurso de poder; en redes sociales han circulado fotografías de ellas posando con armas y sicarios, lo que da pie para establecer que existe una estética de consumo y presunción de la que habla la investigadora Anajilda Mondaca Cota (2014). Calderón Ojeda operó como jefa de sicarios del cártel de “Los Dámaso” en el año 2005. Ascendió rápidamente, convirtiéndose en la comandante del brazo armado de dicho grupo, hasta que Abel Quintero salió de prisión y la sustituyó por órdenes de sus jefes. No contenta con la idea, desertó del cártel y decidió formar su propia organización al lado de Pedro “El Chino” Gómez, declarándoles la guerra a sus antiguos patrones y generando una fuerte ola de violencia en el estado de Baja California. Así sucedió hasta que “El Chino” brindó información que ayudó a su captura en el año 2012. De esta manera es como han ascendido y descendido algunas de las figuras femeninas del narcotráfico en México, mostrando que se trata de un necroempoderamiento efímero. A pesar de ello, es importante repensar el poder de la mujer desde estos espacios y descartar la visión de mundo machista que existe al respecto.
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Mujeres que saben mirar Por Brenda Rosales
Karla Solorio.
Alma Delia Chávez.
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ras la lente el temple de una mirada que han forjado los años, la vida. Frente a la cámara: el mundo. Esta semana, nos dimos la oportunidad de brindarle un exclusivo espacio a estas mujeres que día a día trabajan por gritar a través de su cámara, con imágenes, cuáles son sus inquietudes en la vida, su historia. Nos regalamos un instante para no solo mirar lo que miran, sino también para mirarlas a ellas, a todas. Este espacio es para reconocerles la incansable lucha de nacer mujer y sumarnos a ella. A continuación les dejamos esta galería de imágenes que no resumen una vida, pero que intentan hacerla más bella.
América Álvarez Sepúlveda.
Isa Ruiz.
Daniela Martínez.
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se fundó
Griselda Álvarez, un parteaguas en la política y la poesía colimense Por Karla Valdovinos
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riselda Álvarez Ponce de León, es una de las mujeres más conocidas en el estado de Colima; esto se debe a la amplia trayectoria que logró alcanzar en diversos campos; entre ellos destacan política, educación y desde luego, literatura. Griselda nació en la ciudad de Guadalajara el 5 de abril de 1913 y falleció el 29 de marzo de 2009 en la ciudad de México. En su vida, siempre se consideró como una mujer fuerte a la que le gustaba enfrentar nuevos retos en la vida. El Dr. José Manuel González Freire, la cita en el libro Griselda Álvarez Ponce de León. Monografía de la escritora mexicana. Fui precoz, pedante. De todo algo conservo… En Colima, donde deslicé mi vida (porque la infancia siempre se desliza). Ahí se lava la niña y la niña creció en consentimiento y mañas. Y mi madre sentenció alguna vez.- Ojalá esa vena, sea la vena poética (Álvarez en González, 2019: 26). La mamá de Griselda acertó en el hecho Cosas del mar Cosas del mar. Sobre la arena tuve una tienda de sueño y fantasía, huraña me crecí de lejanía y estando anclada mi tiniebla anduve. Así dormí sobre jergón de nube y el cielo, al destrenzar su alegoría, me dio permiso de contarle al día un manojo de estrellas que retuve. Con ellas voy. La noche en mi cintura tiende su sal, me unta de tiniebla y me abre en flor jacintos de negrura. El mar entonces con su luz puebla y le basta a mi arena en su locura poco fulgor para su mucha niebla.
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de que por las venas de Griselda, podría circular la poesía, pero también una fuerte iniciativa por realizar acciones para permitir la integración de la mujer en la sociedad, a tal grado que “fundó más de 25 escuelas para mujeres denominadas Centro de Acción Educativa” (González, 2019: 26), en distintos estados de la República Mexicana, con el objetivo de que las mujeres tuvieran un mayor acceso a la cultura, elevar su ánimo con respecto al aprendizaje, y desde luego, que tuvieran la oportunidad de mejorar su economía. En cuanto al ámbito político en el que se desarrolló, dejó una huella trascendental cuando en el año de 1980 se convirtió, no sólo en la primera gobernadora de Colima, sino también de México. Una vez que culminó su periodo como gobernadora, continuó muy apegada a la difusión de la cultura, y desde luego, a la escritura y publicación de sus poemas, pues incluso, desde antes de ser gobernadora (alrededor de los años setenta), era bastante común que perteneciera “a tertulias literarias, Griselda se reunía con un grupo de amigos de la literatura, llamada Acapatzingo y Cantarranas” (González, 2019: 43). Como escritora y gobernadora del estado de Colima, se dieron momentos en que se unían los proyectos en los que trabajaba, uno
de ellos, se destaca en el lema que caracterizó su etapa al frente del estado: “educar para progresar”. Del mismo modo que hizo notoria su preocupación por la educación, entre sus prioridades se encontraba la protección de la mujer, fue por ello que, fundó “la primera institución gubernamental de apoyo a las mujeres violentadas, sin importarle las críticas y apenas llegó al poder promovió los cambios en el código penal de su estado necesarios para prevenir y perseguir la violencia contra las mujeres” (González, 2019: 57). Otro aspecto con el que también buscó, principalmente el apoyo a las mujeres, fue por medio de la apertura de un corredor industrial, y como dato importante, se tiene que “exigió de los inversionistas buena paga, horarios legales y justos; sin decirlo pensó en las madres solteras” (González, 2019: 57). Principalmente, es por las razones previamente mencionadas, que el Griselda Álvarez Ponce de León, fue una mujer que fungió como parteaguas en la búsqueda de los derechos de la mujer y la poesía colimense. A continuación, se anotan un par de poemas que pertenecen a Desierta compañía, libro que publicó en el año 1961.
Tu imagen me persigue Tu imagen me persigue. La escollera trasluce en el hondón tu rostro grave y la roca senil me cifra en clave, cosas que fueron y en cincel numera. Agita su pulmón de primavera el ala del recuerdo, y como el ave, va y viene en seguimiento de la nave y vuelca su cansancio en la ribera. Roto espejo de mar en que detengo esa imagen del sol, múltiple y una, obstinada región de donde vengo, voz llovida de azúcar y de luna que llega en paz a darme lo que tengo: la exacta desnudez de mi fortuna.
Bibliografía: - Álvarez, Griselda (1961). Desierta compañía. Dirección General de Coordinación Académica y Superación Profesional de la Universidad de Colima. México. - González, José M. (2019). Griselda Álvarez Ponce de León. Monografía de la escritora mexicana. Instituto Griselda Álvarez. Colima, México
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¿Amar
la trama o el desenlace?
Azules Versos Negros Por Karina Ortiz Bonales
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as vivencias, los momentos, las experiencias son esos destellos que nos dan sentido, que distinguen el transcurrir de los días. Casi siempre no se trata de lo que nos pasa, sino de cómo nos lo apropiamos. La poesía inmortaliza y delinea las palabras, les da armonía o las desordena como un torbellino. Mi punto es que de alguna forma vamos a sentir con ella que algo se mueve. Hay voces poéticas muy bellas, aterciopeladas, que hablan bajito, casi al oído. Una voz elegante pero cercana, cotidiana y armoniosa, es una voz femenina que nos dice: “Mi pasado/ es una niña que corre/ trepa árboles/consuela muñecas”. Esta semana acompasamos nuestro pulso con los Azules Versos Negros de Grace Licea. Grace Licea nació en Colima en 1976. Ese es su primer poemario. Ha participado en talleres literarios con los poetas Efrén Rodríguez y Verónica Zamora, quien le editó esa primera publicación. Ha colaborado en los suplementos Destellos, del periódico El Comentario, y Ágora, de Diario de Colima, así como para la revista literaria Monolito. En recientes días fue reconocida con la Presea “Griselda Álvarez” que otorga el Congreso del Estado. En Azules Versos Negros, Grace nos traza un camino que parece querernos conducir hacia un sitio íntimo, hacia su propia casa, la que habita. Desde allí nos relata sobre un niño: “Tu voz es el advenimiento/ de todos mis anhelos/ y todos los acontecimientos…” La maternidad es un tema que está presente en la obra y se convierte en un relato cercano que nos habla de “una violeta masculina que nació inundando el quirófano de estrellas”. Seguimos el recorrido por ese hogar habitado por mujeres, las de medio día, la tía que es un fuerte, porque “las mujeres de la casa que miran el tren y lo despiden”, y nos acercamos a los propios desafíos de Grace siendo una mujer de precipicios. Percibimos, luego, cómo se mira a través de su padre, de su hermano. Nos queda claro también su relación
con las aves, con la libertad con volar. Grace se acerca a la naturaleza, al mar, a los paisajes inolvidables. Los describe y nos regala unas imágenes cargadas de belleza: “Voy a mirar la aurora en este amanecer/ he conocido la esperanza”. Y en la búsqueda del equilibrio hay un lado oscuro y profundo que nos marca por vivencias no tan gratas, sin sabores y recuerdos: “Es extraño recordar a mis muertos/ se abren igual que una rosa blanca/ aquellos cuya daga/ se clavó más profunda sobre sus pechos/ y su herida fue más profunda que la mía”. Si bien la poesía es un género literario que produce cercanía, estamos ante un libro muy personal que nos da una muy buena entrada al “Universo de Grace”, a sus intereses, a su estilo cálido, entrañable, como cuando le dice a su padre: “Yo también lo he perdido todo/ como a ti solo me queda la familia/ y si la adversidad no te impidió/ hacer un modesto patrimonio/ a mi tal vez me sea dada la poesía”. Sin duda, la poesía es el patrimonio de Grace y de eso no nos queda duda. La metáfora de su casa habitada cobra completo sentido, porque ese hogar
rodeado de árboles, de aves, con corrientes de aire que nos mecen los cabellos, ese es el efecto que nos dejan esos azules versos negros. El libro está editado por Monte Venus ediciones y se publicó con apoyo del Instituto Griselda Álvarez y el Instituto Municipal de Cultura Manzanillo.
En Azules Versos Negros, Grace nos traza un camino que parece querernos conducir hacia un sitio íntimo, hacia su propia casa, la que habita. Desde allí nos relata sobre un niño: 'Tu voz es el advenimiento/ de todos mis anhelos/ y todos los acontecimientos…' La maternidad es un tema que está presente en la obra y se convierte en un relato cercano que nos habla de 'una violeta masculina que nació inundando el quirófano de estrellas'.
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Cine-arte
La verdad de Soraya Por Lía Llamas
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ay países extremistas que mantienen leyes que conceden todos los derechos y ventajas únicamente a los hombres, es decir, parece que todo lo que debería de ser juzgado en equidad de género, es obsoleto. En Afganistán, Arabia Saudita, Azerbaiyán, Baréin, Bangladés, Brunéi, Emiratos Árabes Unidos, Indonesia, Irán, Irak, Jordania, Kazajistán, Kuwait, Kirguistán, Líbano, Malasia, Maldivas, Omán, Pakistán, Palestina, Catar, Siria, Tayikistán, Turkmenistán, Turquía, India, Uzbekistán y Yemen, sí una mujer es sorprendida cometiendo adulterio, y lo que parece peor y utópico, sin pruebas, porque solo basta el testimonio de un acusador, irremediablemente la ley le sentencia ser lapidada hasta la muerte, así de simple. Ser fémina en alguno de esos países es realmente una pesadilla. Aunque organismos internacionales sobre derechos de las mujeres han luchado por querido abolir esas prácticas, resulta imposible por la masculinización de las leyes y
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la perpetuidad que mantienen esos regímenes androcentristas. Recuerdo perfectamente cuando mi padre viajó por cuestiones de trabajo a Irán. Cerca de un año estuvo viviendo en ese país. En ese tiempo yo solo tenía 10 años, pero mi curiosidad era equiparable a la de una anciana, como lo es hasta la fecha. Además de sus pláticas y recuerdos, papá trajo bastantes fotos que aún las conserva. Me llamaba mucho la atención ver a todas aquellas mujeres vestidas hasta los ojos. Ahora sé que se llama burka y con ello empecé a notar la opresión que sufre la mujer desde su vestir. Ellas deben permanecer ocultas en sus propios cuerpos. Recuerdo una foto en particular: a una de esas chicas se le notaban unos ojos negros, tristes. Todo esto lo menciono porque la película La verdad de Soraya revive esas enclaustradas emociones y la empatía triste que genera tanta aberración enfermiza del odio hacia la mujer en territorios sumamente fanatizados y dogmatizados, con una cultura ancestral sumamente misógina. En la película, Soraya fue
acusada injustamente por un marido violento. Fue juzgada por un consejo de hombres, cuyos integrantes eran igual de aberrantes que su marido. Soraya usaba burka, era madre, era mujer y “era”, porque fue asesinada. Su historia marca que no es impedimento el lugar donde habites para ser un número más. En año 2008, esa historia retumbó en diversos continentes. Un pco antes, la muerte de Soraya fue el tema de una novela publicada en 1990: Femme Lapidée, de la autoría de Freidoune Sahebjam. La novela fue adaptada y tuvo su versión cinematográfica: La verdad de Soraya, una pieza fundamental sobre los feminicidios en países que se consideran intocables. El filme muestra la revolución de unas mujeres cansadas de un sistema cruel. Por esa película muchas honramos el nombre de Soraya Manutchehri. Es una historia real de una lucha que nos compete posicionar para garantizar la integridad de nuestras vidas y no temer a nada solo por el hecho de ser mujer.
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Lunes 9 de Marzo de 2020
Ataque de pánico, ¿y ahora qué? Por Naomi Arelí Villafuerte Martínez
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ensación de peligro, temblores, dificultad para respirar y miedo a morir son algunos de los síntomas que caracterizan al ataque de pánico. Uno de los factores que más dificultan la vida de una persona con ataques de pánico es la falta de comprensión en su entorno sobre lo que se vive durante el episodio. Por ello la información es un arma poderosa, así podremos acompañar mejor, aceptar, transitar e identificar si estamos teniendo uno. Esta es una breve guía para quienes lo padecen, quienes conocen a alguien que lo padezca, y para los que nunca han vivido uno . El ataque de pánico se entiende como una crisis temporal y repentina de miedo o terror que provoca reacciones físicas través aún cuando el sujeto no está en peligro alguno. Cabe aclarar que cuando los episodios son recurrentes al punto que se pasa con miedo constante de sufrir otro ataque, es probable que se esté padeciendo un “trastorno de pánico”, aunque este debe ser diagnosticado por un psiquiatra. Los síntomas pueden variar, en general son los siguientes: miedo a perder el control o a la muerte, dificultad para respirar, escalofríos, dolor en el pecho y cabeza, mareos o sensación de desmayo, sensación de hormigueo, latido cardiaco rápido, náuseas, temblores, entre otras cosas; estos no se presentan necesariamente todos juntos. Un ataque de pánico es un pico de ansiedad, no todos lo expresamos de la misma manera o en la misma situación. Cada cuerpo y mente procesa y expresa como puede. Si alguna persona que conozca tiene un ataque de pánico, es posible que no pueda pensar con claridad debido a la ansiedad que provoca. Si lo que busca es ayudar, puede hacer lo siguiente: Permanezca a su lado y mantenga la calma, el hecho de estar tranquilo puede resultarle reconfortante al individuo,
estresarse s ó l o empeorará las cosas. Trasládela a un lugar tranquilo fuera del ruido, multitud o lo que sea que le esté causando el episodio, por ello es importante no suponer absolutamente nada y preguntarle si necesita algo. Al hablar hágalo con frases cortas y simples, para que pueda ser procesado; cuando se tiene un ataque de pánico llegar a concentrarse puede ser difícil, para ello puede pedirle que repita una tarea física simple como levantar los brazos sobre la cabeza o que nombre objetos a su alrededor. También puede realizar algunos ejercicios de respiración, como contar lentamente hasta 10. Algunas frases que son útiles son las siguientes: “puedes superarlo”, “estoy orgulloso de ti, buen trabajo”, “concéntrate en tu respiración”, entre otras. Evite confrontar a la persona, regañarle o entrar en pánico. Valide sus sentimientos con palabras y acercamientos, mientras la otra persona así lo permita. Además, esté
consciente de que la situación no durará para siempre, así que no desespere. De esta manera puede reducir la cantidad de estrés que la crisis provoca, prevenir que empeore y ayudar a poner control. Una vez terminado el episodio, el individuo puede sentirse agotado debido al esfuerzo físico realizado; ofrézcale agua o algún alimento ligero. Hágale saber que está fuera de peligro y que seguirá con él. Si desea descansar, hágalo. La comprensión en estas situaciones es de vital importancia, por lo cual informarse nunca está de más. No sabemos cuándo será la próxima vez que una persona cercana a nosotros o inclusive nosotros suframos una crisis. Concientizando sobre la salud mental, naomi.villaf@gmail.com.
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Lunes 9 de Marzo de 2020
He de confesarles... Por Sugey Navarro
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e de confesarles, pasó tanto tiempo desde la última vez, que creía haber olvidado cómo era eso, que le había perdido el gusto. Ya no encontraba en mis memorias el encanto con que antes lo venía realizando de forma periódica, casi ceremoniosa. Otras ocasiones, ni siquiera veía la hora ya estaba dispuesta, cualquiera era un buen momento para entregarme a él. Habían pasado tantos días y noches de encuentros fallidos, que después de una nueva frustración venía a mi mente Cortázar y su cursilería de “andábamos sin buscarnos, pero sabiendo que andábamos para encontrarnos”, aquí no me importaba si quiere mezclar cosas de amor; esto era un reto pues andábamos buscándonos, sin saber que andábamos para encontrarnos para no encontrarnos. Y yo intentando con posturas y rituales infructuosos. Ya era prioridad: lo había colocado tantas veces muy por encima del hambre; aguantado las ganas de orinar, por el puro intento de seguirle; por no espantar la cercanía del alivio que estaba segura, traería a mi cuerpo. Pensé que el problema podría estar en la compañía de los intentos de otros artilugios: música, aromas, estiramiento. Pero, con decirles que el humo del incienso no hizo más que clavarse con bastilla en un punto de mi garganta, marcando la pauta de salud: una sesión de tos seca. Me había convertido en una farsa. Me estaba cansando de conformarme con intentos. Los malditos libros de autoayuda -que sin abrirlos llegaron a mí, pues hay varios que tienen boca y hasta se dicen llamar mis amigos- me decían que no me llegaba porque mi subconsciente no lo estaba llamando con ahínco; ah, qué perra vida que no veía estos ojos llenos de necesidad, mi postura jodida, la falta de brillo en el rostro, en la piel, el hartazgo. Otros, con aparente comisión de las farmacéuticas, me enviaban derechito al médico y yo “que no, que no, ¿no soy muy joven para tener problemas de este tipo?, ayudarme con medicamentos, ¡oye!, no necesito paro de nadie”. De pronto, algo te regresa la esperanza en el destino. Fue en plena jornada laboral, un día en que la oficina no parecía ofrecer ninguna novedad y yo era la misma desesperada por las noches malogradas. Entró como ráfaga. No vi cómo ni a qué hora. No alcancé a moverme de la silla y me derribó sobre el escritorio para no soltarme si no hasta pasadas unas horas. Y fue así como perdí el trabajo, el costo de dormir como no recordaba hacerlo. Al despertar, ni siquiera importaba el desempleo, volvía de gustar el mundo con la delicia posterior al volver al buen descanso.
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Lunes 9 de Marzo de 2020
Palabrario
mexicano
Por Karla Patricia Valdovinos Mendoza Ve a ver si ya puso la marrana: En primera instancia, es importante señalar que la palabra marrana cuenta, al menos dentro de la cultura mexicana, con un amplio número de sinónimos, entre los que destacan los siguientes: puerco, cerdo y cochino. El previo enlistado se va ampliando, conforme vamos ubicando al animal en determinada zona de México, pero quizá, debido a que marrano es una de las más conocidas, en la actualidad es la que conforma dicha frase. Cuando los mayores expresan (mayormente a los niños) “ve a ver si ya puso la marrana”, es una estrategia meramente distractora. Con el objetivo de no decirle a los infantes que no deben de estar ahí, escuchando alguna conversación, que es momento inoportuno y es mejor que se retiren, o simplemente si no se les quiere contestar alguna pregunta que hayan planteado, mejor se les dice “ve a ver si ya puso la marrana”. Quizá cuando estamos pequeños no sabemos a dónde ir exactamente, pero sin duda alguna, gracias a nuestra intuición logramos resolver que simplemente debemos alejarnos del lugar.
Se metió hasta la cocina: Uno de los aspectos necesarios para que el ser humano sobreviva, es su alimentación, sin embargo, en el planeta no todos consumimos o preparamos los alimentos de la misma manera, un ejemplo de ello podría ser el arroz, en México y en China no se prepara de la misma manera, a tal grado que llegamos a tener a la cocina como un importante potenciador identitario de la cultura. Por lo tanto, se puede interpretar que la cocina es un elemento prácticamente íntimo dentro de cada pueblo, y si lo vamos particularizando, también lo es dentro de las familias. Entre los mexicanos la comida es sumamente importante, reúne a la familia, amigos e incluso vecinos, es el centro de la casa y en cada una de éstas, representa, como se había mencionado previamente, la intimidad; entonces cuando una persona se excede en confianza, dice imprudencias o lleva a cabo determinada actividad en un lugar que no es de su propiedad (en éste último aspecto mencionado, se resalta que lo básico, no es la acción sino el entorno en la que se realizó) y al no ser un ambiente de confianza, es cuando los mexicanos decimos que “se metió hasta la cocina”, es decir, fue confianzudo.
A cada capillita le llega su fiestecita: Otra de las importantes características de los mexicanos, es que siempre encontramos algo que celebrar, tenemos Día de las Madre, del Padre, del Abuelo, del Árbol, del Agua, de la Tía, entre otras festividades, pero desde el aspecto religioso, en cada capilla que se localiza en nuestros lugares de residencia, se festeja al santo, por lo que si en un lugar hay 20 capillas, serán 20 las celebraciones que se harán a lo largo del año, y desde luego, son fechas que tarde o temprano llegan, y es justo a éste último aspecto al que se refiere la frase “a cada capillita le llega su fiestecita”. Ella radica en que determinada fecha va a llegar, sólo es cuestión de paciencia; sin embargo,
hay muchas personas que emplean esta frase cuando pretender realizar una venganza, y desde luego, uno de los elementos cruciales es saber esperar. Del mismo modo, otra ocasión en la que suele usarse es cuando se quiere tranquilizar a una persona, que no esté ansiosa por concretar determinado proyecto, sino que espere porque “a cada capillita le llega su fiestecita”.
Caer gordo: Es bastante probable que todos conozcamos a alguien que nos cae gordo o, con otras palabras, alguien que nos cae mal. Quizá esta palabra parta de que remite a algo, digamos, pesado; por lo que cuando no logramos simpatizar con alguien, decimos que nos “cae gordo”. También es importante hacer la aclaración de que cuando decimos “caer”, no es de forma literal, sino representativa, sentimos cierta carga, peso o presión. Dentro de la psicología existen algunas teorías del por qué no podemos llevarnos bien con ciertas personas. Una de ellas dice que cuando no nos llevamos bien con alguien es porque ellos hacen cosas que nosotros no nos atreveríamos a hacer o decir; pero la otra teoría es completamente opuesta, consiste en que cundo alguien nos cae mal, es porque somos muy parecidos. Quizá las teorías aplique en algunas personas y no de un modo general, lo que sí resulta seguro, es el hecho de que a casi todas las personas conocen a otra que les “cae gorda”.
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Lunes 9 de Marzo de 2020