El Comentario
Semanal Edición de
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Divagaciones de una mente sin reposo
La educación colimense en el siglo XIX
Sugey Navarro
Mirtea Acuña Cepeda https://elcomentario.ucol.mx/
El ComentarioSemanal
Literatura
Lunes 19 de abril de 2021
Octavio Paz, el intelectual más importante del siglo XX
O
ctavio Paz es considerado el intelectual más importante del siglo XX en México, gracias a su talento como poeta, ensayista y diplomático, además de ser el único escritor mexicano que ha ganado el Premio Nobel de Literatura. Desde joven, Octavio Paz comenzó a escribir ensayos y poemas sobre literatura, historia, política, arte y ciencia, influenciado por diversas corrientes como el modernismo y surrealismo.
Autor de famosas obras como El laberinto de la soledad y Piedra y sol, Paz utilizó los géneros literarios como una forma muy personal de reflejar la cultura, la política y la sociedad de la época. Desde joven, Octavio Paz comenzó a escribir sobre literatura, antropología, historia, política, arte y ciencia. Gracias a ello, logró aportar a la literatura una colección de más
de sesenta títulos, entre ellos, libros, ensayos, poemas y traducciones. A través de sus obras, Octavio Paz logró compartir una amplia visión de la poesía, la sociedad, la tradición literaria mexicana, la modernidad y la vanguardia artística, lo cual le hizo ganar el reconocimiento a nivel internacional. Octavio Paz es reconocido por su calidad excepcional como poeta y ensayista. El describía la poesía como: “La perpetua tensión del poeta hacia un absoluto del lenguaje en la esperanza de cautivar la realidad, con palabras que no se esperan y milagrosamente se ordenan, gracias a la cadencia que el mismo artista vacila en considerar como el fruto de su paciente trabajo”. Para Paz, el sentido estaba en el origen del poema, haciendo
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referencia a cosa alada y ligera a la que aludía Platón y gracias a la cual, las imágenes de escuchaban a través de palabras. Octavio Paz es un autor difícil de clasificar en una sola corriente literaria, aunque podría decirse que en la mayoría de sus obras puede verse reflejado el modernismo y surrealismo de la época. Paz fue un poeta neomodernista en sus comienzos, para convertirse en un poeta existencial. Finalmente, adoptó el surrealismo, gracias a la relación que entabló con grandes artistas de la época como André Breton y Benjamín Péret. Algunos críticos sugieren que el cambio de géneros en las obras de Paz se debe a la experimentación que realizó en el campo de la poesía, por lo que esta se convirtió en una manifestación muy personal y original del autor.
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Literatura
Libros imprescindibles de Octavio Paz Reconocido como uno de los literatos más completo, Octavio Paz profundiza y cubre cada rama de estilos. desde los temas más complejos en sus ensayos y traducciones, así como en su poesía y novelas. Hoy lo recordamos a través de sus escritos más emblemáticos.
La llama doble (1993): En este ensayo, Paz se encarga de adentrarse en las sensaciones más carnales del ser humano desde la ley de la universal gravitación erótica, presentando la relación entre el sexo, el erotismo y el amor. Y es que aunque el amor es una constante en todas las civilizaciones del mundo la idea que se tiene del amor, el modo de organizar este concepto, sí que puede variar mucho de una sociedad a otra.
El laberinto de la soledad (1950):
El mono gramático (1974):
Es una de las piezas clave de la literatura moderna. En la historia de la literatura hispanoamericana se trata de la prosa ensayística más importante de este siglo, la que ha influido más en el pensamiento y en la literatura de lengua española y la que más ha resonado en los de otras lenguas. En palabras de Octavio Paz: “Es un libro dentro de la tradición francesa del “moralismo”.
una de las obras más importantes de Octavio Paz. Dos escenarios convergentes —el camino de Galta, en la India, y un jardín de Cambridge— son el punto de partida de una indagación en torno al sentido del lenguaje y sus relaciones con la realidad fenoménica, en torno al juego de secretas correspondencias entre idea y verbo, palabra y percepción, erotismo y conocimiento.
El mono gramático es
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Divagaciones de una mente sin reposo La necesidad del
que la abogacía y algunas tareas administrativas relacionadas requieren.
tiempo muerto Sugey Navarro
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ecuerdo la imposibilidad de crear que me agobió desde marzo de 2020 hasta avanzado el año histórico*, no por el cambio de horarios y actividades laborales (fue una combinación entre frustración y alivio el migrar parte de los deberes al home office); sino porque eso cambiaba la inercia que me tenía creando para algún taller en turno, o semanalmente para esta columna. *Al escribir año histórico vino la cuestión: ¿no lo son todos los años?; me pregunto con extrañeza si en realidad este será un hito que aparecerá en un futuro en los libros de historia. Calma, este no es un ensayo acerca de la pandemia.
nuestra actividad generada y las interacciones realizadas dentro y fuera de la empresa, nos hicieron llevar una sucinta narración cronológica de las labores a lo largo del día; pues habían considerado, en esferas superiores, que había mucho tiempo muerto entre una actividad y otra. Mi cualidad de extremista y de cuestionar el mínimo detalle para el que se requiere una nueva instrucción, con el fin de apegarme a su cumplimiento me generaban infinidad de dudas respecto al registro a entregar. Ojo: aquí no hablo de procesos de libertad de creación, sino de las formalidades
Saber que otros, como yo, estarían adentrados en el mundo de información y cursos disponibles por un tiempo limitado, aliviaban un poco la culpa por no estar al día, de mi producción personal; porque una vocecilla me recordaba que una de las intenciones con que inicié este espacio denominado Divagaciones de una mente sin reposo, fue crear una constancia tanto de lectura como de escritura, que me hicieran crear, a pesar de todo, al menos un aporte semana a semana. La disculpa está completa al decirles, a ustedes lectores, que no fue tiempo muerto, como se le considera al que no entrega o produce resultados. En algún trabajo, no obstante que había registros físicos de
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Uno liga la creatividad únicamente con lo artístico, pero basta recordar que su definición es tan simple, aunque amplia como la RAE define: Facultad de crear o capacidad de creación. Así que parece ser más algo de nuestra costumbre el relacionarlo con las artes (visuales, literarias, musicales, etc), pues la apertura del concepto sí da cabida a todas estas consideraciones y múltiples estudios que han abordado el tema desde la psicología; que habla más de
un factor multidimensional que implica la interacción o concatenación entre múltiples dimensiones, como se puede observar en este publicado por la
artículo UNAM
Creatividad: definiciones, antecedentes y aportaciones .
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El tiempo en que aparentemente no hacemos nada, porque va en contra de esta cadena de producción en que estamos sumergidos, sirve para apreciar las cosas que están frente a nosotros; para poner orden, encontrar nuevos caminos o aclarar y recorrer los que hace mucho no habían sido visitados.
Aún si así fuera, pues de ser automático ya sería realizado por máquinas, requiere una labor de pensamiento respecto a cuál o cuáles formatos o caminos preestablecidos será debido tomar. ¿Habría que señalar en el desarrollo de nuestra crónica del día a día, el análisis de un asunto, que llevara a la revisión de otro (disculpen mi costumbre de ir de un punto a uno diametralmente distinto)? O que como consecuencia de esta revisión, pasáramos también a una serie de tareas que no se tenían
planteadas, pero vimos urgencia de su realización al estar más claras que el asunto considerado inicialmente. ¿Sería útil describirles mi actividad mental? Pienso entonces en una película, la importancia que resalta la profesora de ensayo, de nutrirnos por diversas fuentes y material que enriquezcan ese apartado de cosas curiosas, que al asentarse encontrarán relación alguna, digna de exponerse en papel. Una canción corre mientras tecleo estas palabras que ya me han llevado a otra lluvia de ideas que no tienen cabida en este texto y serán desarrolladas con posterioridad. Pienso también en esos días en que la creación me fue negada, y no hablo de una espera absoluta de la visita de una musa que visitara mi pensamiento, sino de que mi enfoque estaba en la edición de mis propios textos y la posibilidad de armar algo a partir de elementos que a simple vista estaban sueltos, pero no lejanos unos de otros. En resumen: el tiempo muerto que no me hubiera permitido el acelerado avance de los días con sus deberes y la inercia cotidiana que venía arrastrando desde hace unos cuatro años, entre los talleres y la creación libre; dieron como resultado mi primer libro. El tiempo en que aparentemente no hacemos nada, porque va en contra de esta cadena de producción en que estamos sumergidos, sirve para apreciar las cosas que están frente a nosotros; para poner orden, encontrar nuevos caminos o aclarar y recorrer los que hace mucho no habían sido visitados. Así, estas intermitentes ausencias, me han llenado de letras, pintura y otras imágenes y sonidos que se están asentando con el paso de los días, reconociendo espacios comunes dentro del pensamiento. Entonces, esta aparente muerte es necesaria para dejarnos más vivos que nunca; ser creativos y permitirnos encontrar nuevos caminos.
tukeynam.wordpress.com
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Directorio
Ahí la gran duda: si no hay libertad de creación (volviendo al trabajo de labores aparentemente formales, jurídicas y por demás cuadradas), ¿cuenta como creatividad, la actividad cerebral y por ende lo contrario al tiempo muerto, de analizar un caso para pensar el camino o solución a seguir? Nos insisten desde la carrera y en los trabajos que no utilicemos machotes, que en el argot jurídico (aunque parezca más pintoresco) es un escrito como borrador o ejemplo al que se le tienen que cambiar los datos para individualizar su contenido, sin que se altere la forma.
Literatura
Christian Jorge Torres Ortiz Zermeño Rector Joel Nino Jr Secretario general Vianey Amezcua Barajas Coordinadora general de Comunicación Social Jorge Vega Aguayo Director general de Prensa
El Comentario Semanal José Ferruzca González Director del periódico El Comentario Yadira Elizabeth Avalos Rojas Coordinadora de edición y diseño
Historia
Lunes 19 de abril de 2021
La educación colimense en el siglo XIX
Mirtea Elizabeth Acuña Cepeda
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l proceso educativo en Colima al inicio del siglo XIX, se enfrenta al problema de la escasa sistematización de la información en materia de instrucción pública. La situación se agrava cuando se trata de la instrucción privada y adquiere proporciones enormes en relación con el concepto de educación en toda su amplitud, que se define como integral. Educación es un proceso intencional y también espontáneo, que se concreta en la intercomunicación realizándose mediante la socialización; la educación forma la inteligencia, desarrolla capacidades y habilidades mentales y físicas. Dediquemos unas líneas a dos verbos que actúan recíprocamente en el acto educativo: Educare: acción realizada por quienes nutren, cuidan y acompañan al educando; Educere, el sujeto es el actuante de la acción; De lo anterior se deduce que es un proceso de Enseñanza / Aprendizaje, que en sentido pedagógico se concreta en la transmisión y adquisición de conocimientos, conductas y comportamientos. Ya que el Aprendizaje, de aprehendere -coger, atrapar algo para que no se escape- le corresponde al educando, con toda la ayuda posible del educador, para saber Conocer, Ser, Hacer y Convivir, los cuatro pilares
de la enseñanza (Jacques Delors, informe ante la UNESCO, 1991). La educación debe estar dirigida al desarrollo integral de la persona en su esencia, ya que forma su eidos: forma o aspecto del espíritu, inteligencia, valores, cultura, en fin, su esencia filosófica y de vida; sin embargo, surgen interrogantes al respecto, de cómo, en qué grado y más, relativas a la educación. Dejemos por ahora ese tema y retomamos el que nos ocupa, no sin recalcar que eidos conceptualiza la forma, los aspectos del medio en que se vive, al que se pertenece, en lo sensible e intangible y que aprehendemos esa realidad mediante la acción intelectual y física que denominados educación. Retomemos la educación colimense en el siglo XIX, la escolarizada por ahora; en 1830, había dos escuelas gratuitas en la ciudad de Colima, una pública con fondos municipales, y una privada a cargo de la parroquia. En opinión de los colimenses, la educación pública necesitaba más atención, se encontraba "mal servida" y "atendida por hombres ineptos" (León, 1995; 34, 35). Pasa el tiempo y en 1852 se contaban seis escuelas públicas, 3 para niños y 3 para niñas (León, 1995; 86) y en 1869 Evans (1971: 153) escribe: "visité las escuelas públicas en Colima [ ... ] las encontré muy concurridas, y a los alumnos, de muy buen comportamiento e inteligentes. Las escuelas son
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gratuitas para todos y parecen estar bien valoradas". En 1900, el número de escuelas para niñas supera ligeramente las de niños, gracias a varios factores, que suponemos, iniciaron con el proyecto de educación diseñado para la mujer, de Ramón R. de la Vega quien, durante su mandato, funda la Normal para mujeres y el Liceo de Varones (Aguayo, 1973). Podemos pensar que para de la Vega, “la educación doméstica” consistía en que la mujer adquiriera conocimientos útiles e indispensables para su desempeño en la vida como ama de casa y en sociedad, de ahí los tres rubros de su proyecto, conservador y progresista a la vez, de educación: moral, física y económica, con el cual se lograría formar mujeres ilustradas y piadosas, apta para "cumplir su santa misión de hacer feliz el hogar, gobernar la casa y educar a sus hijos" (Castañeda, 1988: 167). La educación privada estaba en manos de la iglesia católica, La Caridad era una escuela para niños y niñas pobres y el Colegio de la Purísima, dedicado a la enseñanza elemental de niños y niñas que, por sus posibilidades económicas, podrían continuar sus estudios en el Seminario, en la Escuela Normal o trasladarse a las ciudades de México o Guadalajara, para finalizar su formación en el nivel superior.
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En 1906, se agrega a esta lista el Colegio del Sagrado Corazón, luego La Paz, nombre que se le da en 1916, en ocasión de la visita de Venustiano Carranza en Colima; el objetivo era formar profesoras católicas y niñas en la escuela anexa del nivel elemental. Esta escuela estuvo dirigida por profesoras normalistas que llegaron a Colima entre 1907 y 1916, Ma. Guadalupe Melenche y María Gertrudis Carriedo Méndez, egresadas de la Escuela Normal de Guadalajara y la de México, respectivamente (ICC, 1976: Reseña; LVC, no. 6, 1955: 8). Al iniciar la guerra cristera, en 1926, La Paz se ve obligada a cerrar
Educación es un proceso intencional y también espontáneo, que se concreta en la intercomunicación realizándose mediante la socialización; la educación forma la inteligencia, desarrolla capacidades y habilidades mentales y físicas.
la Normal para profesoras, en tanto que la de niñas continua en la clandestinidad. Respecto a la educación femenina en Colima, en el siglo XIX existía una diferencia entre la educación de las mujeres en las distintas clases sociales; hasta donde se ha investigado, las de clase económicamente alta no asistían a escuelas públicas, la mayoría recibía clases privadas; la instrucción de Matilde, hija del cónsul alemán Christian Flor, estuvo a cargo de
una institutriz y un seminarista acogido por mi abuela, Stephanía" (González, 2004). Estas mujeres recibían una educación esmerada desde la concepción de su formación de esposas, madres y amas de casa; estudiaban música, aprendiendo a tocar el piano u otro instrumento musical, pintura, bordados, tejidos de dos agujas, gancho y lanzadera o frivolita. Ese bagaje de instrucción que se contempla como labores femeninas que permitirían a la mujer llevar el mayor lucimiento y mejor organización de sus hogares (Macedo, 2004). Hasta bien avanzado el siglo XX, las mujeres en general, ingresaba a las escuelas elementales y de secundaria o comercio -introducción a la contabilidad y taquimecanografía-; los datos indican que en muchas se consideraban cursos específicos para mujeres u hombres, bajo los estereotipos de género, los femeninos incluían costura, cocina, etcétera. En la escuela La Paz, bajo el nombre de J. Jesús Ursúa, actualmente Instituto Cultural Colimense, la Formación familiar era "… una de las más interesantes, y sobre todo la más deseada por todas”, posiblemente gracias a que la disciplina se relajaba, dando lugar al esparcimiento (LVC, No. 2, 1955: 4). Otra fue la educación de la clase obrera, mano de obra en las industrias en Colima, notemos la percepción de Chavero (1904; 91 92), en 1864, acerca de ellas en Colima: "las jóvenes obreras […] limpias, elegantes, coquetuelas, trabajan y sonríen [...], se han hecho superiores a su sexo bastándose a sí mismas” Evans (1871:151,152) anota que "un número de estas niñas fueron recientemente a California a mejorar su condición” y que muchas otras mujeres desean “seguir sus pasos”, una ambición legitima de formarse y adquirir conocimientos y cabe el subrayado de Chavero, en Colima la mujer no lleva vida de reclusa" (1904; 9496).
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Historia Del panorama que contemplamos de mediados del siglo XIX al inició de la rebelión Cristera, se desprende un avance educativo para el trabajo en las industrias, por lo que cabe preguntar cuál fue la causa del estancamiento de ese proceso educativo, que apuntaba hacia la superación de la mujer colimense y que vemos reanudarse con la fundación de la Universidad de Colima.
mirtea@ucol.mx
Fuentes y bibliografía - Aguayo. Figueroa Ismael (1973) Colima en la historia de México: La Reforma. Talleres gráficos de México. - Castañeda, Campos Carmen Silvia (1988). "Intelecto Débil y corazón piadoso: educación femenina según Ramón R. de la Vega", en: en: Romero de Solís J.M. (dir.). Los años de crisis de hace cien años. Colima. 1880-1889. Universidad de Colima/ Ayuntamiento de Colima. - Chavero Alfredo (1904). "El Manzanillo, el Colima", en: Ortoll Servando, compilador (1987). Por tierras de cocos y palmeras. Apuntes de viajeros a Colima, siglos XVIII a XX. Instituto Mora. CEOSA. México. - Evans S. Alberto (1871). “Una visita de gala a Manzanillo y Colima", en: Ortoll ( 1987). - González Flor Jorge (2004). Nieto de Christian Flor y Stephania Meillón (96 años), entrevista grabada en Colima. - ICC, Archivo del Instituto Cultural de Colima. - León Morales Ramón (1995). La instauración de la Educación Pública en Colima, pugnas y conflictos (18301876). Tesis Maestría en Historia. U.de C. Colima, México. - Macedo Gregorio (2004), entrevista grabada en Colima. - LVC - La Voz de mi Colegio, 1955, época 1, año 11. Órgano mensual de las ex alumnas del Colegio J. Jesús Ursúa Aldama 232. Colima. México.
Poemas de
Sor Juana Inés de la Cruz A 326 años desde su muerte, Juana Inés de la Cruz, escritora y exponente del Siglo de Oro de la literatura en español, sigue estando presente por sus diferentes obras, las cuales pertenecen a distintos géneros, entre estos la lírica, auto sacramental, teatro y prosa. Es considerada por muchos como la décima musa, debido a su trabajo de lírica, teatro, prosa y auto sacramental. Su trabajo dentro de la lírica se adscribe a lineamientos del barroco español en su etapa tardía.
Amor empieza por desasosiego Esta tarde, mi bien, cuando te hablaba Esta tarde, mi bien, cuando te hablaba, como en tu rostro y en tus acciones vía que con palabras no te persuadía, que el corazón me vieses deseaba; y Amor, que mis intentos ayudaba, venció lo que imposible parecía, pues entre el llanto que el dolor vertía, el corazón deshecho destilaba. Baste ya de rigores, mi bien, baste, no te atormenten más celos tiranos, ni el vil recelo tu quietud contraste con sombras necias, con indicios vanos: pues ya en líquido humor viste y tocaste mi corazón deshecho entre tus manos.
Amor empieza por desasosiego, solicitud, ardores y desvelos; crece con riesgos, lances y recelos; susténtase de llantos y de ruego. Doctrínanle tibiezas y despego, conserva el ser entre engañosos velos, hasta que con agravios o con celos apaga con sus lágrimas su fuego. Su principio, su medio y fin es éste: ¿pues por qué, Alcino, sientes el desvío de Celia, que otro tiempo bien te quiso? ¿Qué razón hay de que dolor te cueste? Pues no te engañó amor, Alcino mío, sino que llegó el término preciso.
Éste que ves, engaño colorido Éste que ves, engaño colorido, que, del arte ostentando los primores, con falsos silogismos de colores es cauteloso engaño del sentido; éste, en quien la lisonja ha pretendido excusar de los años los horrores, y venciendo del tiempo los rigores triunfar de la vejez y del olvido, es un vano artificio del cuidado, es una flor al viento delicada, es un resguardo inútil para el hado: es una necia diligencia errada, es un afán caduco y, bien mirado, es cadáver, es polvo, es sombra, es nada.