RELATOS CORTOS PARA LA MUJER QUE AMO VOLUMEN 3
Cuando la naturaleza nos alojó
Como olvidar un día tan extraordinario en el cual tu y yo decidimos conquistar los paisajes y disfrutar de ellos, hospedándonos en medio de la naturaleza. Así fue como erguimos nuestra carpa la cual sería el refugio para dos amantes que contemplarían la belleza de ese lugar que nos alojó por un par de días, los cuales fueron el experimento para fortalecer aún más nuestro amor.
Cuando la naturaleza nos alojó
Y como dos chiquillos queriendo conquistar el mundo, no rompimos la promesa de encontrar el lugar que seria nuestra meta, ese mismo lugar que llenaría nuestro cuerpo de una fría brisa y que me daría el mayor consuelo de saber que vivir junto a tu lado es sinónimo de vida, de alegría, de encontrar la paz.
Quien iba a pensar que la ira se presentaría. Pero tu estabas ahí para combatirlo
Todos tenemos una debilidad y a mi llegó en el momento menos esperado. Nunca pensé que un estado iracundo se interpondría entre tu y yo, como odie el instante en que esto ocurrió, pero para mi fortuna no estaba solo; tu dulzura, tu mágico carisma y tu divina presencia logró combatir este turbio momento para retornarme al estado de Ataraxia al que nunca debo retirarme. Como siempre fuiste la cura que le da vida a mi espíritu.
Y la tarde se marchĂł para entregarnos a la noche
Ya sabiendo que estaba al lado de tan divina presencia, me dediquĂŠ solamente y Ăşnicamente a ti. Por tal motivo, me propuse contigo a rodear los riachuelos para que nuestros pies fueran moldeados por las piedras y suavizados por la tibia agua.
Y la tarde se marchĂł para entregarnos a la noche
Mientras recorrĂamos la belleza del lugar en que nos encontrĂĄbamos, percibĂamos cada momento las mejores visiones, distintas al acostumbrado concreto de la ciudad. A la vez, nuestro olfato se percataba de las fragancias arrojadas por el musgo y toda la flora que nos rodeaba como a dos amantes perdidos entre el amor y un lugar que no era nuestro.
Y la tarde se marchó para entregarnos a la noche
Debo confesar que me faltaba tener una noche diferente. Y fue tan reconfortante escucharte cantar mientras nos acompañaba un buen fuego en medio de la oscuridad más el sonido de los grillos y del riachuelo que teníamos al lado. Será una de las noches a tu lado que jamás olvidaré y de las cuales se afirmaran en mi mente como un retrato imperecedero.
No hay mejor amanecer cuando sucede a tu lado
Y lo primero que sintió mi inconsciente al amanecer fue el sonido de la naturaleza que provocó en mí un rápido despertar, y al abrir mis ojos, me encontré con el ángel hermoso, mi novia.
Y ella al despertar, comprob贸 mis teor铆as sobre la existencia de las diosas que enamoran a mortales como yo.
Era la hora de encontrar lo que estรกbamos buscando. Tomamos nuestro entusiasmo y nos dirigimos a encontrarnos con una nueva experiencia.
Y tu belleza seguía mezclándose con cada lugar que nos encontrábamos
ยกY llegamos!
¡Y llegamos!
Después de mucho caminar tuvimos un privilegio que nunca será en vano. Estar a tu lado por un día más, seguir haciendo mi existencia la más exquisita para deleitarme. Solo queda seguir viviendo para algún día volver con tu divina presencia a buscar alojo en un nuevo lugar.