25 Enfermedades arteriales, venosas, linfaticas

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UNIVERSIDAD TÉCNICA DE MACHALA Calidad, Pertinencia y Calidez UNIDAD ACADÉMICA DE CIENCIAS QUÍMICAS Y DE LA SALUD ESCUELA DE CIENCIAS MÉDICAS

CÁTEDRA DE MEDICINA INTERNA TEÓRICA TEMA:

ENFERMEDADES ARTERIALES, VENOSAS Y LINFATICAS ESTUDIANTES: William Cruz Jhomer Zapata Eric Ontaneda César Torres Dario Ulloa Leiver Mejía Priscila Ojeda

DOCENTE: Dr. Gerardo Aguilera CICLO:

QUINTO SEMESTRE ‘’B’’ Machala, El Oro 2017


ENFERMEDADES ARTERIALES SÍNDROME Y ENFERMEDAD DE RAYNAUD Se caracterizan por cambios intermitentes de la coloración cutánea de las partes acras, en particular de las manos. Los cambios se inician en las puntas de los dedos, en forma de palidez, parestesias y frialdad de varios minu- tos de duración. Esta fase va seguida de cianosis y, finalmente, de rubicundez y sensación de calor. El cuadro se desencadena por el ambiente frío o en contacto con el agua fría. Cuando no existe enfermedad causal, hablamos de enfermedad de Raynaud. Por el contrario, cuando el cuadro se asocia a otras afecciones recibe el calificativo de síndrome de Raynaud. Las afecciones más importantes que cursan con el síndrome de Raynaud son la esclerodermia y el lupus erite matoso sistémico (LES). Otras circunstancias que pueden actuar de causantes o desencadenantes del síndrome

son:

microtraumatismos

repetidos,

enfermedades

arteriales

obstructivas, intoxicaciones medicamentosas (ergotamina, bleomicina, bloquedores beta), alteraciones de la viscosidad (crioaglutininas, crioglobulinas) y otras. La evolución suele ser benigna, a menos que se trate de un síndrome de Raynaud asociado a la esclerodermia, en cuyo caso pueden surgir a la larga fenómenos necróticos en las porciones distales de los dedos. El tratamiento estriba en protegerse frente al frío, tratar la enfermedad de base y emplear fármacos vasoactivos tipo buflomedil (300 a 600 mg/d), pen- toxifilina (800-1200 mg/d) y bloqueadores de los canales del calcio (p. ej., nifedipino [30 mg/d]). ACROCIANOSIS Es la frialdad y cianosis persistente de las partes acras que afecta preferentemente a mujeres a partir de la pubertad. El proceso se agrava con la frialdad. No es raro que se acompañe de hiperhidrosis, la cual se intensifica en verano y en situaciones de dificultad emocional. El pronóstico es benigno, y el trastorno propende a mejorar con la edad. El tratamiento es superponible al del síndrome de Raynaud. LIVEDO RETICULARIS Se trata de una coloración moteada, reticular, azulada o rojo-azulada de la piel de las piernas y, a veces, de la porción inferior del tronco. Lo habitual es que se trate de una manifestación del LES.


ERITROMELALGIA Llamada también eritermalgia, se caracteriza por crisis de calor, dolor y coloración roja de las partes distales, de duración variable y recuperación sin secuelas. Aparte de la forma idiopática, se reconocen formas sintomáticas, causadas por hiperviscosidad sanguínea (policitemia vera), diabetes melli- tus, hipertireosis, hipertensión arterial, LES, empleo de medicamentos (nife- dipino), embarazo y otros. Hay casos familiares. Se ha descrito una forma epidémica asociada a la infección por el poxvirus. El tratamiento es poco satisfactorio. Cabe ensayar los antiagregantes plaquetarios, bloqueadores beta e inhibidores de la serotonina.

ARTERIOPATÍAS ORGÁNICAS Se clasifican en oclusivas (arteriosclerosis y arteritis), ectasiantes (aneuris- mas) y mecánicas (embolia y compresión extrínseca). ARTERIOSCLEROSIS De sus numerosas localizaciones, la que es objeto de estudio principal de la angiología es la localizada en la región aortoilíaca y en las extremidades inferiores. Se expresa clínicamente por isquemia aguda o crónica. Síndrome de isquemia aguda. Resulta de un cese súbito del aporte sanguíneo en el sector orgánico correspondiente, y puede resultar de una obstrucción in situ (trombosis) o por un émbolo procedente de una fuente distante. La manifestación clínica consiste en un cuadro de inicio brusco en forma de intenso dolor, palidez y frialdad en la zona no irrigada. Más tarde surgen placas cianóticas, trastornos de sensibilidad y motilidad, así como necrosis tisular en forma de gangrena, tanto seca (momificación de los tejidos) como húmeda (con grave afección del estado general y muerte por insuficiencia renal). Como terapia hay que prevenir la trombosis secundaria (heparinización) y actuar quirúrgicamente en función del estado general, del estado previo de las arterias y del tipo de gangrena. En caso de gangrena húmeda se impone la amputación, por el peligro vital que supone. La gangrena seca se tolera mejor. Síndrome de isquemia crónica. Es el más frecuente en la práctica y se debe a una lenta obstrucción del flujo arterial. Se manifiesta por claudicación intermitente, es decir, dolor en la extremidad –en general en la pantorrilla– que obliga al paciente a detenerse. Tras un tiempo de reposo, la marcha puede ser reanudada. Según la evolución, se reconocen diversos estadios y la sintomatología varía a tenor del lugar de la obstrucción


El diagnóstico suele establecerse con facilidad atendiendo a la anamnesis y exploración de los pulsos arteriales en las zonas correspondientes (para las extremidades inferiores, se exploran los pulsos de las arterias femoral, poplítea, pedia y tibial posterior). La exploración complementaria más útil para el médico general es la determinación de la oscilometría en la región de la pantorrilla o del muslo. El angiólogo puede precisar el diagnóstico mediante Doppler y las arteriografías correspondientes. El tratamiento consiste en controlar los factores de riesgo de la arteriosclerosis y administrar fármacos hemorreológicos tipo pentoxifilina o buflomedil.

ARTERITIS Según el tamaño de los vasos arteriales afectados, cabe distinguir tres cuadros principales: arteritis de Takayasu (grandes vasos), arteritis de células gigantes y tromboangitis obliterante (arterias de media- no y pequeño calibre).


La arteritis de Takayasu es una arteriopatía inflamatoria crónica que afecta a los grandes vasos, en particular a la aorta y sus ramas, con la correspondiente oclusión. También se la conoce como síndrome del arco aórtico o enfermedad sin pulso. Se traduce clínicamente por manifestaciones generales (fiebre, artralgias, sudoración nocturna) y, tras años de evolución, por signos vasculares (ausencia o disminución de pulsos, soplos arteriales, claudicación intermitente, etc.). Suele cursar de modo lentamente progresivo, causando la muerte por asistolia o accidente vascular encefálico. El tratamiento consiste en glucocorticoides, asociados o no a ciclofosfamida, y correcciones quirúrgicas correspondientes. La tromboangitis obliterante o enfermedad de Buerger es una enfermedad vascular inflamatoria, segmentaria y oclusiva que afecta a las arterias de mediano y pequeño calibre, así como a las venas. Predomina en varones de menos de 40 años de edad, con tabaquismo acusado. Tiene una base racial (Oriente y Este europeo) y genética. El cuadro clínico se manifiesta en forma de isquemia crónica, en general de las extremidades inferiores, que en el curso de pocos años progresa a la presentación de trastornos tróficos (ungueales o úlceras). Es frecuente la aparición simultánea de tromboflebitis superficial migratoria y puede coexistir un síndrome de Raynaud. La angiografía suele mostrar una oclusión infrapoplítea bilateral con circulación cola- teral (en «raíz de árbol» y/o en «sacacorchos»), irregularidades de la luz y estenosis segmentaria, que puede ser lisa o irregular.

ENFERMEDADES DE LAS VENAS Y LINFATICOS ENFERMEDADES DE LAS VENAS Las enfermedades de las venas o flebopatías tienen

una

gran

prevalencia

y,

por

tanto,

importantes repercusiones socioeconómicas. INSUFICIENCIA VENOSA SUPERFICIAL

VARICES La dilatación del sistema venoso superficial de las extremidades insuficiencia

inferiores del

sistema

conduce valvular

a

la

y

la

correspondiente incompetencia de las funciones


de retorno sanguíneo. Ello lleva al desarrollo de dilataciones, alargamiento y tortuosidad de las venas superficiales, que reciben el nombre de varices. En su etiología interviene la edad (menos del 15% de individuos menores de 25 años y más del 50% de la población mayor de 60 años sufren vari- ces), sexo (predominio en mujeres), historia familiar, alteraciones congénitas (displasias venosas o fístulas arteriovenosas), embarazo, factores climáticos (mayor frecuencia en climas húmedos y cálidos), digestivos (estreñimiento) y hábitos sociales (bipedestación, ropa, calzado). El cuadro clínico es variable. Las pequeñas ectasias venosas, llamadas varículas, predominan en los muslos y constituyen más un defecto estético que funcional. Las varices o grandes dilataciones ofrecen una distribución característica. Ante una insuficiencia del cayado de la safena interna, las varices se distribuyen por la cara interna de toda la extremidad inferior, desde la ingle hasta la región maleolar interna y el dorso del pie. En cambio, en la insuficiencia de la safena externa, las varices aparecen en la cara posterior de la pierna desde el hueco poplíteo hasta la región maleolar externa. Tras una fase inicial en que las varices constituyen tan sólo una alteración estética, surgen las molestias en forma de pesadez de piernas (sobre todo en ortostatismo prolongado y en verano) y calambres, para surgir a la larga fenómenos de dermatitis de estasis en el tercio inferior de la pierna con prurito, pigmentación por depósito de hemosiderina y, finalmente, desarrollo de úlce- ras varicosas en la región maleolar interna. Las varices pueden sangrar (varicorragia) o trombosarse (varicoflebitis). El diagnóstico suele establecerse por inspección. Pueden ser de utilidad complementaria algunas maniobras de palpación y percusión, así como algunos tipos de exploración instrumental, que se requieren tan sólo en casos especiales. El pronóstico vital es benigno. El tratamiento puede ser conservador, consistente en mantener activo el drenaje venoso (natación, marcha sua- ve, contención elástica, masajes) y evitar los factores que agravan el proceso (obesidad, ortostatismo prolongado). Los medios farmacológicos son poco eficaces en las varices desarrolladas. La escleroterapia sólo puede estar indicada en las varículas. Por lo demás, se requiere el tratamiento quirúrgico cuando exista sintomatología importante y se haya desarrollado ya la dermatitis de estasis o las úlceras varicosas.

TROMBOSIS VENOSA PROFUNDA Se trata de una afección frecuente que se ha considerado durante años como una afección de escasa gravedad. Teniendo en cuenta que es una de las principales causas de embolia pulmonar y que ésta causa la muerte del paciente en el 10% de los casos, es preciso filiarla de afección grave.


La sangre pierde su condición de líquida por una asociación de varios factores, como la estasis, lesión endotelial y presencia de sustancias procoagulantes. El trombo formado puede disolverse por mecanismos de fibrinólisis, progresar y hacerse más extenso ocluyendo de modo total el flujo venoso, o desprenderse y provocar una embolia pulmonar. De cualquier modo, la vena trombosada rara vez recupera su anatomía normal, tornándose insuficiente. El cuadro clínico completo consiste en la tríada de dolor, tumefacción e impotencia funcional en la extremidad afectada (en general, la pantorrilla), a lo que cabe añadir el hallazgo de aumento de temperatura local, rubefacción y circulación colateral. Hay que advertir, no obstante, que en la mitad de los enfermos la trombosis profunda pasa inadvertida El tratamiento consiste en la instauración de terapia anticoagulante o trombolítica. En circunstancias favorecedoras (cirugía, inmovilización) es aconsejable la profilaxis, con heparina de bajo peso molecular.

TROMBOFLEBITIS MIGRANS Se llaman así las flebitis que tienden a afectar de forma sucesiva diversos segmentos del sistema venoso superficial o profundo. Suelen manifestarse sobre segmentos cortos, de venas pequeñas o medianas, repetirse a intervalos de semanas o pocos meses en localizaciones distintas y remitir en días o semanas. Pueden ser sintomáticas de neoplasias o tromboangitis, o revelar un estado de trombofilia. Se tratan con antiinflamatorios no esteroideos (AINE), heparinoides tópicos y, eventualmente, con anticoagulantes.

SÍNDROMES DE LAS VENAS CAVAS El síndrome de la vena cava superior es raro, pudiendo ser causado por cáncer de pulmón, adenopatías mediastínicas, fibrosis del mediastino, trombo- flebitis, pericarditis constrictiva, enfermedad de Behçet o traumatismos externos. Se manifiesta en forma de edema en cara, cuello, parte superior del tórax y extremidades superiores (edema en esclavina), que es más acusado El síndrome de la vena cava inferior se debe a la obstrucción de esta vena, en general, por tromboflebitis ascendente, compresión por procesos vecinos o extensión de trombosis desde un carcinoma renal. Las manifestaciones clínicas consisten en edema localizado en ambas extremidades inferiores, escroto o vulva, así como circulación colateral en la pared abdominal.


ENFERMEDADES DE LOS VASOS LINFÁTICOS LINFEDEMA Recibe este nombre la hinchazón debida a la acumulación de linfa en el tejido intersticial. Los más frecuentes son los linfedemas debidos a la obstrucción neoplásica de los vasos o ganglios linfáticos, así como los consecutivos al tratamiento quirúrgico del cáncer

de

mama.

A

diferencia

del

edema

venoso,

renal,

cardíaco

e

hipoproteinémico, que son de consistencia blanda dejando a la presión una huella o fóvea, el linfedema es de consistencia elástica y no deja fóvea. Además, la infiltración intersticial de la dermis causada por el linfedema provoca una apariencia similar a la piel de naranja. Entre las complicaciones cabe citar las infecciosas en forma de linfangitis (placas de color rojo, dolorosas, con calor local, escalofríos y fiebre alta, en general causadas por el estreptococo betahemolítico y sensible a la penicilina), trastornos tróficos (engrosamiento dérmico, hiperqueratosis, linforragia) y neoplásicas (aparición de un síndrome de Stewart-Treve, consistente en un linfangiosarcoma insertado sobre un linfedema crónico).

BIBLIOGRAFIA https://baptisthealth.net/sp/servicios-de-salud/servicios-cardiovasculares/paginas/serviciosde-salud-vascular/articulo-de-enfermedad-arterial-periferica.aspx?parm1=p03358&parm2=85 http://www.abc.es/salud/patologias/20110715/abci-insuficiencia-venosa-linfatica201311281628.html http://cirugiavascularactual.blogspot.com/2007/07/enfermedades-vasculares-de-la.html


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