CONTEXTO DE LA RELACIÓN HOMBRE - AMBIENTE
2015
Osteología antropológica: variabilidad estructural de los seres humanos Anthropological Osteology: structural variability of humans Jhonatan Teodoro Chivata-Bedoya 1 Estudiante
Licenciatura en Biología. Facultad de Ciencias y Educación. Universidad Distrital Francisco José de Caldas. (leforgan@hotmail.com)
Resumen La identificación de las características principales de restos óseos humanos, hace parte fundamental de los estudios que tienen como objeto, describir la historia natural de aquellos individuos que ya no existen en la actualidad pero que sin importar el paso del tiempo, han dejado evidencia suficiente para contarnos quienes eran y por qué lo eran. Para este tipo de estudios se han establecido diferentes parámetros que permiten determinar con precisión aspectos como el patrón racial, el sexo, la dieta, enfermedades, entre otros factores que pueden llegar a generar modificaciones en la estructura ósea y por tanto ilustrar hechos ambientales y culturales que actuaron sobre cada individuo. En este estudio se realizaron diferentes análisis orientados principalmente a evaluar y caracterizar el patrón racial, el sexo, la estatura, la lateralidad de los huesos largos e índices cráneo-faciales a partir de diferentes restos óseos como cráneos, pelvis y huesos de las extremidades; estos análisis permitieron observar que cada individuo, para el caso de cráneos y pelvis, cuenta con un patrón racial y sexual que no siempre es del 100%. Es importante mencionar que al realizar este tipo de análisis, el patrón morfológico total de un grupo determinado, debe ser definido por la valoración de su estatus filogenético y taxonómico basado "no en la comparación de los caracteres individuales, es decir, vistos éstos uno por uno, sino en la consideración del patrón total que ofrecen en combinación analizar las relaciones existentes con grupos vecinos", estimar el grado de afinidad o semejanza a través de la evaluación cuantitativa de sus relaciones taxonómicas (Le Gros Clark, W. E. 1976). Por ejemplo, la comparación directa de los caracteres morfológicos y métricos del cráneo que más diferencia a poblaciones relacionadas estrechamente en un marco geográfico, pone de manifiesto la historia del poblamiento y migración de ese territorio. (Alexeev, 1979). Palabras clave: osteología, antropología, filogenia, ambiente.
Abstract The identification of the main characteristics of human skeletal remains, is an essential part of the studies that are intended to describe the natural history of individuals who no longer exist today but are no longer sufficient evidence regardless of the time, for tell us who they were and why they were. For such studies have established different parameters for determining precisely issues such as racial pattern, sex, diet, diseases, cultural and other factors that can generate changes in bone structure and thus illustrate environmental facts acting on each individual. In this study different analyzes aimed primarily at assessing and characterizing the breed standard, sex, height, laterality of craniofacial from different bones and skulls, pelvis and long bones of the limbs and indexes bones were made; These analyzes revealed that, every individual, in the case of skull and pelvis, has a racial and sexual pattern that is not always 100%. It is noteworthy that when performing this type of analysis, the total morphological pattern of a particular group, to be defined by assessing their phylogenetic and taxonomic status based "not on the comparison of individual characters, ie viewed these one by one, but considering the overall pattern offered in combination analyze the relationships with neighboring groups ", estimate the degree of affinity or similarity through quantitative evaluation of their taxonomic relationships (Le Gros Clark, WE 1976). For example, direct comparison of morphological and metric skull more closely related populations sets in a geographic context, highlights the history of the settlement and migration of the territory. (Alexeev, 1979). Key words: osteology, anthropology, phylogeny, environment.
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Introducción Nuestro cuerpo es un constructo determinado en la interacción de carácter biosocial y, como tal, esta interacción se expresa en el tejido óseo humano de manera diferencial, marcando los contrastes en y entre las poblaciones, y manifestando fenomenológicamente la variabilidad biológica en la estructura ósea (Monsalve y Serrano, 2008). De tal forma, que el estudio de la variabilidad de la estructura ósea de un individuo permitirá conocer con mayor detalle aspectos relacionados con su vida y su entorno, como la edad, la dieta, el sexo, posibles enfermedades, formas de vida y muerte, entre otros aspectos fundamentales a la hora de estudiar las dinámicas poblacionales. Los temas que estudia la antropología física tuvo su origen a mediados del siglo XIX, cuando a su vez se dio el descubrimiento de los primeros hombres prehistóricos, lo que permitió constatar la presencia de una diversificación morfológica, no solo entre los distintos grupos humanos en aquel entonces conocidos, sino también los distintos caracteres de algunos hombres fósiles que se exhumaron, en especial los del hombre Neandertal (Campillo & Subira, 2004). En Colombia, el Laboratorio de Antropología de la Universidad Nacional, sede Bogotá, cuenta con una colección osteológica de referencia de la población colombiana prehispánica, de material óseo recolectado en varios lugares del país en diferentes proyectos de excavación e investigación, lo que posibilita la utilización de la información para compararla con las necesidades de estudio de la población actual. Por lo tanto, la conformación de una colección de referencia representa un gran aporte a la actividad científica investigativa de orden básico en cuanto al conocimiento de la población colombiana, y de orden aplicado en su utilización tanto para la antropología forense como para la osteológica. Por último, Botero Páez 1999 anota otro valor al crear una colección de referencia para salvaguardar el material producto de investigaciones pasadas y futuras, es el espacio propicio para
preservar, en este caso el material osteológico. Es necesario entonces conformar la colección osteológica de referencia para desarrollar investigación básica y aplicada en antropología osteológica y antropología física en población contemporánea, investigaciones que con el paso del tiempo permitan conocer la biología ósea de la población y desarrollar nuevos métodos de identificación y ajustar los métodos estándares internacionales a la población local para su posible aplicación en el campo como la antropología forense. Lo anterior con el fin de obtener patrones de referencia en cuanto al crecimiento, estatura, maduración ósea y filiación grupal, entre otras, y utilizarlos en la identificación de personas (Isaza, Juliana y Monsalve Vargas, Timisay, 2011). Conocimiento de la estructura ósea El hueso como tejido se ve modificado durante la vida del individuo tanto por factores endógenos (desórdenes hemopoyéticos, metabólicos, endocrinos, enfermedades infecciosas) como exógenos (traumas, marcas de estrés laboral, estrés nutricional, factores culturales). Por tal razón, su estructura se modifica en el tiempo y en el espacio de acuerdo al principio de la variabilidad filogenética (evolutiva), racial (ancestral), sexual, ontogénica (durante su crecimiento y desarrollo), indivi-dual (según la intensidad y tipo de actividad física) y cultural (de acuerdo a las prácticas culturales arraigadas) (Rodriguez, 1996). En el estudio y análisis de restos humanos esqueletizados se utiliza métodos homogenizados y estandarizados para la observación de características métricas y no métricas con el fin de reconstruir parámetros demográficos, traumáticos y tafonómicos. Generalmente es la antropometría que analiza cuantitativamente el organismo humano, y ramas científicas específicas como la osteometría con subtemas de la craneometría, odontometría y las mediciones del poscráneo enfocan en las mediciones de los huesos o dientes, mientras la somatometría investiga el cuerpo como tal, ambas con fines de registrar
CONTEXTO DE LA RELACIÓN HOMBRE - AMBIENTE la forma y el tamaño del hombre en su variabilidad cronológica y geográfica. La aplicación de métodos, mediciones e instrumentos homogenizados de la antropometría permite la cuantificación y la comparación de los resultados obtenidos de las investigaciones (ver Bräuer 1988, Martin 1928, Knussmann 1988, Schwartz 1995). Para garantizar estos estándares en la toma de medidas absolutas como distancias directas (anchura, altura, longitud, profundidad, diámetro, cuerda, circunferencia), volumen o áreas y mediciones relativas (como ángulos e índices) se emplean los siguientes ejes, planos, direcciones y normas (ver tabla 1, imagen 1) Basal
Plano
Dirección
Vista
Sagital
Sagital
Frontal
Vertical
Frontal
transversal
Transversal
Superior e inferior Anterior y posterior Medial, lateral y median Distal y proximal Craneal y caudal
Francfort Medio sagital
lateral Occipital
Vertical Basal
Tabla 1. Términos técnicos de la osteometría (comparar Bräuer 1988, White 2000)
Imagen 1. Orientaciones principales del cuerpo humano (modificado, según Burns 1999).
El inventario mínimo de los instrumentos antropológicos consiste en cinta métrica, compás, calibrador, tabla osteométrica, mandibulómetro, simómetro y un verificador para revisar la exactitud de las herramientas.
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De todas formas en procesos humanos no se evita errores que pueden resultar de la definición falsa, la medición falsa, los instrumentos falsos o no calibrados, la documentación falsa a leer, escribir o trasladar los datos, el error entre observadores así como el error dentro de las observaciones de un investigador. Al final, la osteometría brinda aportes en la descripción cuantitativa (índices) de tamaño y forma, en la comparación y sistematización del material cuantitativo (por ejemplo para la reconstrucción facial tridimensional), en la reconstrucción de la talla, en el sexamiento, en la determinación del patrón ancestral como en la estimación de la edad en niños, para mencionar los temas más importantes (Krenzer, 2006). Materiales Guía de laboratorio con parámetros a considerar, restos óseos como cráneos, huesos largos de las extremidades, escapulas, pelvis, calibrador, cinta métrica y esquemas de huesos. Metodología Se realizó la observación de cada uno de los cráneos para los cuales se determinara el patrón racial mongoloide, europoide y negroide (según región de la nariz, huesos nasales, abertura piriforme y borde inferior, espina nasal anterior, prognatismo subnasal, forma y posición de los malares y suturas craneales); el sexo a partir del cráneo (según desarrollo glabelar, borde supraorbitario, cresta occipital, apófisis mastoidea, eminencia mentoniana, espina nasal anterior y musculatura; el sexo a partir de pelvis (según surco preauricular, incisura isquiática mayor, ángulo subpúbico, hueso coxal, rama isquipúbica, agujero obturador y acetábulo); estimación de edad (según dentición y unión de epífisis); determinación de estatura (según longitud de huesos largos). Se determinó la lateralidad de los huesos largos de las extremidades (húmero, radio, cubito, fémur, tibia y peroné) y se observaron características relacionadas con la dentición, secuencia de formación y erupción de los dientes.
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Imagen 2. Cráneos según patrón racial. (criminalistica-visual/criminalistica-visual2.shtml) Imagen 4. Características cráneo masculno (Pospisil, 1965)
Imagen 3. Pelvis femenina y masculina (http://identificaciondepersona.blogspot.com/)
Imagen 5. Características cráneo femenino (Pospisil, 1965)
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Imagen 6. Pelvis (http://morfologiaforense.es.tl/Unidad-Nro-.--01.htm)
Imagen 7. Crรกneo vista anterior (http://www.imagui.com/a/osteologia-de-la-cara-ckebGj69g)
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Imagen 8. Húmero derecho (Lagunas, 2000)
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Imagen 9. Radio derecho (Lagunas, 2000)
Imagen 10. Cúbito derecho (Lagunas, 2000)
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Imagen 11. Fémur derecho (Lagunas, 2000)
Imagen 12. Tibia derecha (Lagunas, 2000)
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Imagen 13. Peroné drecho (Lagunas, 2000)
Imagen 14. Omoplato derecho (Lagunas, 2000)
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Resultados Las muestras óseas fueron analizadas y valoradas según su estructura. En total se analizaron 10 cráneos, 7 fémures, 6 tibias, 3 perones, 4 cubitos, 4 radios, 3 húmeros y 9 pelvis. *Nota: parámetros tomados de Ubelaker, 1984; Jansen and Jantz, 1990; Bass, 1986; Brothwell, 1965; Iscan, 1989; White and Folkens, 1991; Recomendatios, europeas; Human Evolution, 1980; Standars USA, 1994; Recopilación de Buitrago y Rodríguez, 1998. Cráneos: determinación del patrón racial, sexo e índices craneo-faciales
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Imagen 15. Vista anterior y lateral derecha de cráneos analizados (Fotos: Jhonatan Chivatá, 2015)
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A continuación se presenta la valoración realizada en cráneo para la determinación del patrón racial con su respectivo porcentaje para la condición de mongoloide, europoide y negroide. Carácter a. Región de la nariz b. Huesos nasales c. Abertura periforme d. Borde inferior de abertura piriforme e. Espina nasal anterior f. Prognatismo subnasal g. Forma y posición de h. los molares i. Suturas craneales 1. Mongoloide 2. Europoide 3. Negroide
1 2 2 2 2
Patrón racial a partir del Cráneo 2 3 4 5 3 1 1 1 1 3 3 3 1 3 3 1 3 3 1 3
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Tabla 1. Patrón racial a partir del Cráneo
A continuación se presenta la valoración realizada en cráneo para la determinación del sexo con su respectivo porcentaje según sea hiperfemenino, femenino, incierto, masculino, hipermasculino y no estimable. Carácter a. Desarrollo glabelar b. Borde sopraorbitario c. Cresta occipital d. Apófisis mastoidea e. Eminencia mentoniana f. Espina nasal g. Musculatura 1. Hiperfemenino 2. Femenino 3. Incierto 4. Masculino 5. Hipermasculino 6. No estimable
1 5 5 3 4 4 5 4
Determinación de sexo Cráneo 2 3 4 5 3 3 2 2 4 5 1 3 2 5 1 4 1 5 2 3 6 6 6 6 2 4 3 3 2 5 3 2 % Patrones
6 2 2 5 5 3 5 4
7 1 1 6 6 6 2 6
8 1 2 2 6 6 3 2
9 3 2 4 6 6 3 2
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Tabla 2. Determinación de sexo Cráneo
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A continuación se presenta la valoración realizada en cráneo para la determinación de Puntos craneométricos e índices craneo-faciales. (Ver tabla 3 y 4)
Medidas Altura cara Altura nariz Ancho cara Ancho nariz Ancho de la órbita Alto de la órbita
1 6,36 5,53 12,35 1,88 3,88 3,37
Puntos Craneométricos (cm) 2 3 4 5 6,37 6,53 5,0 6,42 4,71 4,96 4,65 3,17 12,99 11,63 0 0 2,37 2,06 2,56 2,53 3,59 3,63 3,60 3,66 3,76 3,73 3,84 4,05
6 7,43 5,35 14,03 2,62 4,21 4,37
7 6,46 4,93 0 2,46 3,67 3,69
8 4,67 3,33 0 1,76 3,03 3,27
9 6,48 4,57 13,15 2,51 3,81 3,65
Tabla 3. Puntos Craneométricos
Indices craneo-faciales
Cráneo 1 Cráneo 2 Cráneo 3 Cráneo 4 Cráneo 5 Cráneo 6 Cráneo 7 Cráneo 8 Cráneo 9
Índice facial superior (Altura superior de la cara x 100) /ancho de la cara 51.49 (Meseno) 49.03 (Eurieno) 56.14 (Lepteno) 52.95 (Meseno) 49.27 (Eurieno)
Índice nasal (Ancho de la nariz x 100) /altura de la nariz 33.99 (Leptorrino) 50.31 (Mesorrin) 41.53 (Leptorrino) 55.05 (Catarrino) 79.81 (Catarrino) 48.97 (Mesorrino) 49.89 (Mesorrino) 52.85 (Catarrino) 54.92 (Catarrino)
Tabla 4. Índices cráneo-faciales
*Clasificación de cráneos en Eurieno (cara ancha), meseno (caras medias) y lepteno (aras largas). Eurieno hasta 49.9; Meseno 50 a 54.9; Lepteno 55 y más. *Clasificación de craneos en Leptorrinos (nariz estrecha); Mesorrinos (nariz mediana); Catarrinos (nariz ancha). Leptorrinos hasta 46.9; Mesorrinos de 47 a 50.9; Catarrinos de 51 y más.
Huesos largos: longitud, lateralidad y estatura
Fémur 41 cm, lateralidad derecha, estatura femenina 153.5 cm – masculina 157 cm
Fémur 38 cm, lateralidad izquierda, estatura femenina 146 cm – masculina 150 cm
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Fémur 40 cm, lateralidad derecha, estatura femenina 151 cm – masculina 154 cm
Fémur 40 cm, lateralidad izquierda, estatura femenina 151 cm – masculina 154 cm
Fémur 44 cm y tibia 36 cm, lateralidad derecha, estatura femenina 161,5 – masculina 163, 5 cm
Fémur 43 cm, lateralidad derecha, estatura femenina 159 cm – masculina 161.5 cm
Fémur 38 cm, lateralidad izquierda, estatura femenina 146 – masculina 150 cm
Tibia 38 cm y peroné 37 cm, lateralidad izquierda, estatura 165
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Tibia 34 cm, lateralidad izquierda, estatura femenina 154 - masculina 158 cm
Tibia 34 cm Peroné 32.5 cm, lateralidad derecha, femenina 154 - masculina 158 cm
Tibia 32 y peroné 30.5 cm, lateralidad derecha, estatura femenina 148.5 cm – masculina 154 cm
Tibia 30 cm, lateralidad izquierda, estatura femenina 143 cm – masculina 150 cm
Tibia 29.5 cm, lateralidad derecha, estatura femenina 11.5 - masculina 149 cm
Radio 21 cm, lateralidad derecha, estatura femenina 149.5 – masculina 154 cm
Radio 22 cm, lateralidad derecha, estatura femenina 153.5 – masculina 157 cm
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Cúbito 24 cm, lateralidad izquierda, estatura femenina 154.5 cm – masculina 158 cm
Cúbito 25 cm, lateralidad izquierda, estatura femenina 158.5 cm - masculina 160.5 cm
Cúbito 25 cm y radio 23 cm, lateralidad izquierda, estatura femenina 158.5 cm - masculina 160.5 cm
Húmero 33 cm, lateralidad izquierda, estatura femenina 170 cm – masculina 166.5
Húmero 31 cm, lateralidad izquierda, estatura femenina y masculina 161.5 cm
Húmero 29 cm, lateralidad derecha, estatura femenina 153 cm – masculina 156.5 cm (Fotos: Jhonatan Chivatá, 2015)
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Pelvis: determinación de sexo Post-Craneal (pelvis)
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10 Imagen 16. Pelvis (Fotos: Jhonatan Chivatá, 2015)
A continuación se presenta la valoración realizada en cráneo para la determinación del de sexo Post-Craneal (pelvis). Determinación de sexo Post-Craneal (pelvis) Carácter 1 2 3 4 5 6 a. Surco preauricular 5 2 5 5 2 2 b. Incisura isquiática mayor 4 2 3 4 2 1 c. Angulo subpúbico 4 2 4 5 2 4 d. Hueso coxal 5 2 3 4 2 2 e. Rama isquiopúbica 5 1 5 4 2 3 f. Agujero obturador 4 2 3 4 2 2 g. Acetábulo 5 1 4 4 2 2 % Patrones 0.0% 28.6% 0.0% 0.0% 0.0% 14.3% 1. Hiperfemenino 0.0% 71.4% 0.0% 0.0% 100% 57.1% 2. Femenino 0.0% 0.0% 42.8% 0.0% 0.0% 14.3% 3. Incierto 42.9% 0.0% 28.6% 71.4% 0.0% 14.3% 4. Masculino 57.1% 0.0% 28.6% 28.6% 0.0% 0.0% 5. Hipermasculino 0.0% 0.0% 0.0% 0.0% 0.0% 0.0% 6. No estimable Tabla 5. Determinación de sexo Post-Craneal (pelvis)
7 1 2 2 2 2 2 2
8 1 2 2 2 2 1 1
9 4 4 6 5 6 6 5
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CONTEXTO DE LA RELACIÓN HOMBRE - AMBIENTE Análisis de resultados Determinación del sexo: Se evaluaron diferentes caracteres para lograr determinar el sexo de cada individuo. Según los resultados obtenidos en la determinación del sexo (ver tabla 2. Determinación de sexo Cráneo), se logra observar que en la mayoría de los cráneos se observa una tendencia a ser únicamente masculino o femenino, la mayoría cerca de un 70% tienden a ser femeninos, sin embargo el cráneo 6 es femenino un 28.57% y masculino un 14.3 e hipermasculino un 42.8%. indicando que un mismo individuo puede presentar un porcentaje variable tanto para femenino como masculino. La mandíbula aporta mucha información ya que, en general, en el caso femenino es mas grácil, con el mentón redondeado, sin escotadura infrasinfisaria mentoniana o poco marcada y no suele presentar ni trígono mentoniano ni eversión de los ángulos gonianos (Campillo y Subira, 2004:182). Según varios análisis (Schiwy-Bochat 2001) las características que discriminan los sexos de manera mejor son la glabela, el arco superciliar, el proceso mastoideo, y la cresta supramastoidea del calvarium y la impresión general de la mandíbula (Krenzer, 2006). Los resultados obtenidos en el análisis de las pelvis (nueve en total) demuestran ser más contundentes que el cráneo para determinar sexo (ver tabla 5. Determinación de sexo Post-Craneal: pelvis), indicando que un 60% de las pelvis analizadas tiende a un patrón femenino. Se observa una mayor tendencia hacia los extremos. También se realizó el análisis de radiografías, donde se logró determinar el sexo del individuo a partir de la forma de la pelvis y de otros factores como la ubicación de los protectores gonadales. La pelvis proporciona la información más fiable en la determinación del sexo, y es probable que pueda alcanzarse hasta 96% de exactitud en la identificación diferencial (Krenzer, 2006).
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La identificación sexual radica en la necesidad de conocer cuestiones relativas a las condiciones de vida, estados de salud y nutrición de las poblaciones arqueológicas. Asimismo, una división de la población basándose en el sexo permite separar a la población en dos grupos homogéneos entre sí, lo que da lugar a una variabilidad total menor de la población (González, 1999). Esta división es posible debido a que la especie humana, al igual que muchos otros primates, se caracteriza por presentar un dimorfismo sexual osteosensible como consecuencia de la disparidad en los niveles hormonales entre los individuos masculinos y femeninos (Mays y Cox, 2000). Esta disparidad determina los caracteres morfológicos propios de cada sexo, por lo que la determinación sexual en restos esqueléticos a través de ellos suele ser relativamente sencilla (Campillo y Subira, 2004). Patrón racial: El análisis de los cráneos permitió determinar el porcentaje de cada uno de estos para el patrón mongoloide, europoide o africano (Ver tabla 1. Patrón racial a partir del Cráneo). El patrón racial predominante fue el europoide, seguido del negroide y mongoloide; los podriamos identificar como mestizos con rasgos negroides, mongoloides y europeos. Estos resultados se asocian con el proceso de mestizaje entre africanos, europeos e indigenas. Los estudios poblacionales realizados por los antropólogos T. L. Woo, G. M. Morant (1934), G. F. Debetz, V. P. Alexeev (1967), W. W. Howells, G. W. Gill, J. S. Rhine y otros (Krogman, Iscan, 1986; Rodríguez, 1987), evidencian que los principales rasgos craneométricos diferenciadores son las medidas de proyección, cuyos ángulos se obtienen con el compás de coordinación (simómetro) y el goniómetro (facial) y expresan el grado de pronunciamiento o perfilación del esqueleto facial, huesos nasales, pómulos y porción alveolar.
CONTEXTO DE LA RELACIÓN HOMBRE - AMBIENTE Determinación de la estatura: El tamaño de los huesos de mujeres se describe en una tasa de 92/100 en relación a los hombres, es decir que los huesos de individuos femeninos son en promedio de la población bajo estudio más pequeño que los restos óseos masculinos. En general los huesos de varones no solamente son más grandes, sino también más pesados y robustos con inserciones musculares más pronunciadas como en el cráneo la línea temporal, cresta nucal, protuberancia occipital externa, cresta supramastoidea, proceso mastoideo y arco cigomático (Krenzer, 2006). Se determinó la estatura promedio para hombres y mujeres a partir de la longitud de los huesos largos de las extremidades, se analizó u total de veintiséis huesos. En general la estatura de todos los individuos se encuentra entre un mínimo entre 143 cm para mujeres y 150 cm para hombres y un máximo de 170 cm para mujeres y 166.5 masculina. Indicado que todos los individuos están dentro del promedio de estatura colombiana que es de 170.64 cm hombres y 158,65 para mujeres (Meisel & Vega, 2004). Medidas craneometricas: La craneometría estudia la variación métrica del cráneo y sus distintos componentes, tratando de dar cuenta de las dimensiones en anchura, altura y proyección de la bóveda craneal, frente, órbitas, apertura periforme, mandíbula y rostro en general (Villalaín, Puchalt, 2000). Las dimensiones más dimórficas son las anchuras (frontal, frontomalar temporal, orbital, nasal, facial, cigomaxilar, bigoniaca, rama ascendente), las longitudes (nasion-basion, cuerdas frontal, parietal, occipital), y en menor medida las alturas (facial, nasal, mentón). Los índices evaluados fueron Índice facial superior (Altura superior de la cara x 100) /ancho de la cara y Índice nasal (Ancho de la nariz x 100) /altura de la nariz (ver tabla 4); de los nueves cráneos evaluados para el índice facial cuatro no pudieron ser valorados y de los cinco evaluados, 2 corresponden a eurieno, dos a meseno y uno a lepteno,
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mientras que para el índice nasal cuatro corresponden a catarrino, tres a mesorrino y dos a leptorrino. Al realizar estos ejercicios el estudiante logra observar y comprender la importancia de este estas medidas. Conclusiones Cuando se realizan este tipo de estudio es recomendable contar con todos los instrumentos de medida y huesos del individuo, para lograr realizar una mejor valoración y reducir el margen de error. Por ejemplo, solo tres de los diez cráneos analizados contaban con su respectiva mandíbula lo cual no permitió el análisis de la eminencia mentoniana, un patrón importante para determinar el sexo. Si se presenta el esqueleto completo la determinación del parámetro demográfico es más fiable. En casos de esqueletos incompletos se consiguen los siguientes resultados de la clasificación (Meindl et al. 1995), utilizando: Huesos largos < 80%; Cráneo 80-92%; Innominado 96%; Cráneo y pelvis 97%; ADN 99,9%. Los parámetros arriba mencionados se pueden aplicar en la delimitación de grandes grupos geográficos raciales, sin embargo en los países latinoamericanos esta tarea se complica, ya que por procesos de hibridación entre indígenas, europeos y negros africanos produjo un país altamente mestizo y con características de los tres grupos, de tal forma que al realizar estos estudios es necesario documentarse y adecuar las guías de identificación. Aunque no se realizó con rigurosidad, en algunos casos fue posible estimar la edad a partir de las suturas craneales y por desgaste de los molares; este componente debe ser estudiado con mayor profundidad para lograr establecer valores más confiables. Estos análisis permitieron observar que cada individuo, para el caso de cráneos y pelvis, cuenta con un patrón racial y sexual que no siempre es del 100%. Es importante mencionar que al realizar este tipo de análisis, el patrón morfológico total de un grupo determinado, debe ser definido por la valoración de su estatus filogenético y
CONTEXTO DE LA RELACIÓN HOMBRE - AMBIENTE taxonómico basado no en la comparación de los caracteres individuales, es decir vistos éstos uno por uno, sino en la consideración del patrón total que ofrecen en combinación analizar las relaciones existentes con grupos vecinos, estimar el grado de afinidad o semejanza a través de la evaluación cuantitativa de sus relaciones taxonómicas (Le Gros Clark, W. E. 1976). Por ejemplo, la comparación directa de los caracteres morfológicos y métricos del cráneo que más diferencia a poblaciones relacionadas estrechamente en un marco geográfico, pone de manifiesto la historia del poblamiento y migración de ese territorio (Alexeev, 1979). Bibliografía Alexeev, V. P. 1979. La Antropología Histórica. Moscú: Escuela Superior
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