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El capitán señala el rumbo Marco Oneto es el líder indiscutido de la Selección Chilena de Balonmano, que en junio consiguió su quinta clasificación consecutiva a un Mundial. El capitán entrega una visión crítica respecto del duro camino al éxito y advierte que hay mucho por hacer si es que se quiere seguir mejorando. Él, por su parte, alista el retiro y comienza a jugar en otra área. » Por JOSÉ IGNACIO GUTIÉRREZ G.
» Fotos AGENCIAS.
“S
i estamos esperando que un viejo cojo se recupere, es que estamos mal. Hay que ser sinceros. No puedes contar con que un jugador de 36 años se mejore de la rodilla para conformar el equipo”. Marco Oneto no criticaba a algún compañero de la Selección Chilena, sino que se refería a sí mismo. Así, en enero pasado el capitán –que estuvo seis meses parado– le exponía al entrenador Mateo Garralda su preocupación por la falta de variantes antes del Campeonato Panamericano de Groenlandia. Oneto ha sido el puntal de un equipo que ha clasificado a cinco mundiales de forma consecutiva, algo inédito en cualquier deporte colectivo en Chile. El pívot –que este año rescindió contrato en Italia para acompañar a su papá enfermo– fue multicampeón en España, en Hungría y en Portugal y, además, suma distinciones como dos nominaciones al Equipo Ideal de América y una al Equipo Ideal a nivel mundial. El viñamarino, sin embargo, no se conforma y alista su retiro en 2019 con el Mundial de Dinamarca-Alemania y los Juegos Panamericanos de Lima en la mira.
» La Selección: de amor y desamor Marco Oneto conoció el hándbol a los 13 años en el Colegio Coeducacional de Quilpué, pero fue en el Club Alemán donde realmente terminó enamorándose de la disciplina. Pero, ¿qué podía hacer si en Chile no podría dedicarse profesionalmente? Apenas terminó el colegio dejó su hogar y se fue a España. “No me fui como mucha gente cree. Nadie me mandó a llamar ni me invitó. Simplemente fui a probar. Entrenaba en tres equipos, uno de ellos era el juvenil del Barça. Un día me vio el entrenador y me firmó. Mi primer contrato fue casi por comida”, cuenta el capitán, que ahora de regreso en Chile, tras 18 años, construye su casa en Concón junto a su esposa alemana y a Liam, el hijo de ambos, nacido hace
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La trayectoria europea ESPAÑA 2000: Barcelona 2001: Alicante Costa Blanca 2002: CB Cangas 2005: CD Bidasoa 2007: Naturhouse La Rioja 2009: Barcelona HUNGRÍA 2012: Veszprém ALEMANIA 2013: SC Magdeburg 2014: GWD Minden POLONIA 2015: Wisla Plock PORTUGAL 2016: Sporting CP ITALIA 2017: AS Albatro Siracusa
dos años en Portugal. Para Marco Oneto, el jugador más exitoso en la historia de Chile, los inicios con la camiseta roja no son gratos. “Cuando tenía 16 años me fisuré un hueso del brazo jugando en Argentina. Me pusieron yeso y alguien de la delegación me explicó que yo tenía que pagarlo. Le dije que lo sentía, pero en mi casa éramos cuatro hermanos, mi papá era marino mercante y mi mamá nos cuidaba. No tenía la plata para pagar. Me respondieron ‘hasta que no lo pagues no vuelves…’ y me fui. Me volvieron a llamar cuando ya estaba en España”. En 2006, ya como jugador adulto, Oneto fichó por Naturhouse La Rioja. El contrato tenía una cláusula: debido a las lesiones que había sufrido en su rodilla derecha, el club estableció que, si se resentía jugando por la selección el acuerdo terminaba. “Lo que yo necesitaba era un seguro que me cubriera. A los días después volvieron con un seguro escolar y me dijeron ‘esto es lo que tenemos’. Les dije que así no podía jugar”. Luego de tres años, Marco Oneto volvió al Barcelona y a la temporada siguiente retornó a la selección dirigida en ese entonces por el argentino Fernando Capurro. “2011 fue el clic”, cuenta el apodado Gigante Maravilla. “Pudimos juntarnos Emil Feutchmann, Felipe Maurín, Rodrigo Salinas y Felipe Barrientos para los Panamericanos de Guadalajara, donde sacamos ese pri-
mer bronce cuando nadie lo esperaba. Le hicimos partido a Argentina, empatándole sobre la hora. Si bien por fallos arbitrales perdimos por un gol, ese fue el quiebre, porque desde ese momento no nos hemos bajado del podio”. La selección inició en Guadalajara una seguidilla de éxitos: el septeto repitió medallas en los Campeonatos Panamericanos de 2012 y 2014, en los Juegos Suramericanos de Santiago 2014, en los Juegos Panamericanos de Toronto 2015, y este año se colgó el bronce en los Juegos Suramericanos de Cochabamba y en el Campeonato Panamericano de Groenlandia, donde tim-
bró boletos para el Mundial de 2019. Para el capitán, los triunfos cosechados en los últimos años no tienen ningún otro responsable que el mismo grupo de jugadores. “Aquí no hubo ni un proceso ni un apoyo. Tocó la coincidencia de una buena generación. Aunque suene arrogante, todo es causa de nosotros”, sostiene.
» Garralda es el hombre La llegada del entrenador español Mateo Garralda en 2016 es un ingrediente que debería resultar provechoso a futuro, dice Oneto. “En su momento se me pidió un consejo y di el nombre de Mateo. Fue un proyecto que trabajamos con Neven Ilic, que buscaba mejorar lo ya hecho. Garralda fue un jugador de los más grandes en la historia. Es medallista olímpico, campeón mundial y europeo. No hay título que no haya ganado como jugador. Él imprime esa garra y hambre que necesitan los jugadores”. Para Oneto, al ibérico hay que darle continuidad por al menos dos ciclos olímpicos. “El problema aquí es que el jugador chileno es complaciente, no es ese que se coma la pista. Dice ‘bueno, ya hice un buen primer tiempo, el segundo ya está’. Para cambiar eso no lo puedes hacer con tipos que llevan 20 años haciéndolo igual”. El capitán confía en que Garralda cambiará esa mentalidad. “Él tiene eso para dar el paso que falta. Lo ideal es tomar niños y sacarlos adultos con una forma de trabajar y de jugar diferente. Es lo que más cuesta”, asevera.
» El recambio y la ‘Fundación Marco Oneto’ El elegido de Oneto. Mateo Garralda es el entrenador de la selección chilena desde 2016 y, según Marco Oneto, es el hombre indicado para llevar a nuestro país a un sitial más competitivo.
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El no poder sostener los éxitos es algo que preocupa al líder de la Roja.
Doble paso por Barcelona. Jugó como juvenil y adulto en el cuadro catalán. Con esa camiseta ganó dos Copas del Rey, tres Ligas de los Pirineos, una Súper Copa de España y una Champions League. Distinciones individuales: En 2012, el capitán fue nominado al equipo ideal de América. En 2014, además, sumó una al equipo All Stars del mundo.
Oneto siente que esta bonanza no se ha aprovechado como un punto de inicio para desarrollar el deporte. “Veo que somos viejos y que no tenemos un recambio. Recién hace un par de años se ve algo, pero vuelvo a lo mismo… es porque somos nosotros quienes impulsamos eso. Yo que he estado en más lugares, que conozco gente, he podido crear opciones para jóvenes que de otra forma estarían en el aire”. Echando mano a los contactos que hizo en Europa, Marco Oneto creó hace cuatro años una fundación que lleva su nombre. La organización da a jóvenes la oportunidad de luchar por un contrato en Europa a través de proyectos que les ha permitido entrenar en clubes de Alemania, Polonia y España. Para la fundación, un candidato
no puede ser alguien únicamente con talento. “Si un cabro no es humilde, no es sacrificado y realmente quiere hacer esto, no me vale. Cuando vas allá no solo estás lejos, sino que tienes que re aprender a jugar, sobre todo en España donde el deporte es muy táctico. Debes ser capaz de decir ‘voy a aprender de nuevo y voy a hacerlo de cualquiera’. Si aquí eres bueno, ten por seguro que afuera eres del montón con suerte”. De los jóvenes que han ido a Europa patrocinados por la fundación, hoy nueve son seleccionados chilenos en diferentes series. Ahora que ve de cerca el retiro, el capitán quiere abocarse de lleno a la fundación: “me gustaría tomar niños y formarlos acá en Chile. Tener un lugar donde se pueda desarrollar y
Oneto celebra la medalla de bronce en los Juegos Panamericanos de Toronto. El pívot no puedo estar por lesión, pero, de todos modos, la Roja venció a Uruguay por 23 a 17. trabajar con el fin de alimentar a la Selección Adulta, tal como se hace en Europa. Ese es mi sueño”.
» Un 2019 para cerrar con altura Oneto viaja periódicamente a Santiago para tratar su rodilla. Carga con diversas dolencias, entre ellas una rotura parcial del ligamento in-
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terior, una desviación de la rótula y una sinovitis crónica. Pero eso no lo priva de su último anhelo como profesional. “Quiero que el Mundial y los Panamericanos sean mi epílogo. La expectativa para Alemania y Dinamarca es pasar de ronda. Antes siempre estuvimos cerca, partiendo por el 2011 que tuvimos al dueño de casa, Suecia, contra las cuerdas… En el mundial pasado también: los chicos ganaron a Bielorrusia, pero luego perdieron con Arabia Saudita. Históricamente hemos quedado con el sabor de que pudimos luchar más arriba”, explica. ¿Y en los Juegos Panamericanos? “En Lima queremos ser primeros del grupo y luego disputar el oro”. Si la rodilla responde, el veterano capitán quiere estar una vez más a la altura. MT