34
DE CULTO
MUNDO MOTORES
P
articularmente en tiempos de crisis o de imprevistos, se refuerza la idea de transformar esos obstáculos en oportunidades para la innovación, en especies de giros de tuerca que permitan, en mayor o menor medida, cumplir con las metas. Una suerte de necesaria astucia mezclada con capacidad de adaptación, según el entorno donde se habite: algo no muy alejado de lo que el propio ser humano ha hecho por millones de años. Ajeno a su innegable y singular
En mayo pasado, el binomio del Porsche 911 Targa 4 y 911 Targa 4S llegó a completar la trilogía de la octava generación del icónico deportivo alemán. El origen de su nombre para muchos resultará fácil de inferir, pero ¿de dónde surge ese peculiar y bombástico formato -a medio camino entre un coupé y un roadster- que se apresta a cumplir 55 años? Todo comenzó así... » Por JOSÉ IGNACIO GUTIÉRREZ. » Fotos PORSCHE.
belleza, tal vez esa sea una de las grandes virtudes del Porsche 911 Targa. Es que este auto nació en tiempos convulsionados, y como la respuesta de Porsche a un escenario poco favorable que la misma
marca, dice, cernía de “nubes negras el cielo” del nueveonce, su modelo estrella de ayer y de siempre. La historia dice que el Porsche 911 Targa fue presentado oficialmente en el Salón de Frankfurt de
1965, como un integrante más de la oferta del 911 que, a su vez, había tomado la posta del recordado Porsche 356. De inmediato llamó la atención por su inédita figura, que derechamente no era la de un coupé, ni tampoco la de un hard top ni de un cabriolet. Entonces, ¿cómo, cuándo y por qué surgió este hit alemán tan particular que en 2020 cumple 55 años?
» Soplando la nube A mediados de los 60, cuando el Porsche 356 emprendía la retirada
del mercado en esa especie de transición que hizo con el 911, su versión descapotable seguía vendiéndose muy bien en Estados Unidos, mercado clave para todos los fabricantes de deportivos. Así, el paso obvio en la lógica de vender más era que Porsche ofreciera esta vez el 911 también en versión roadster. Pero en Stuttgart ya se habían puesto al tanto de que esos potenciales planes podrían tener rápido final: las voces que llamaban a prohibir los descapotables en Norteamérica se hacían cada vez más fuertes.
Octava generación: 2020 Como la generación anterior, el Targa más reciente luce la barra con la chapa 'Targa' en cada costado. La sección de techo sobre el conductor y el pasajero también puede esconderse automáticamente por delante del motor. Porsche lanzó igualmente el 911 Targa 4S Heritage Design, homenaje a la tradición.
JULIO DE 2020
35
Primera generación 1965-1972
El precursor de los Targa debutó con una 'luneta' de lona, pero pronto se evolucionó a una caída fija con defroster, que mejoró la insonorización y la visibilidad.
Tuvieron que poner la cabeza en el hielo y pensar en frío. “Repentinamente, entre Detroit y Dallas se consideró que los descapotables eran autos peligrosos. Esto no fue bien recibido en Zuffenhausen, ya que la mayoría de los Porsche 356 enviados al extranjero tenían justamente techo de tela. No hace falta decir que Porsche no quería perder a sus clientes estadounidenses y, además, el departamento de ventas insistió vehementemente en una variante descapotable para el 911. Se requirió así de algo nuevo, una solución inteligente acorde al estilo Porsche de superar contradicciones en forma funcio-
Ferdinand Alexander Porsche. Su ingenio se plasmó en el 911 precursor y el 904 GTS ganador de la carrera Targa Florio de 1964.
nal y visualmente atractiva”, dice la firma en una reseña oficial. Y entonces la salida tuvo otra vez a Ferdinand ‘Butzi’ Porsche a la cabeza. En el fútbol, los entrenadores dicen que los partidos complicados acaban generalmente en un empate que a nadie deja muy satisfecho, o se definen por una genialidad que termina celebrándose casi como un campeonato. El nieto del fundador -más fanático de las carreras de autos que de la pelota- recu-
Deportivo y sin igual. El 356 estuvo impulsado por un motor 2.0 litros que erogó 130 Hp. Podía ir hasta los 201 km/h.
JULIO DE 2020
36
rrió precisamente al motorsport para encontrar las respuestas. Durante años, Porsche tuvo la costumbre de instalar una barra antivuelco en autos descapotables de competición, entendiendo que la batalla por las rebajas de tiempo y las posiciones exigían al límite a las máquinas y a los pilotos y que, bajo esa presión recurrente en el mundo racing, los volcamientos eran perfectamente posibles. Eso sí, la idea podría aplacar el tema de la seguridad, pero no garantizaba que se mantuviera la esencia
Tercera generación
1988-1992
que el propio heredero Porsche había impreso en el nueveonce. Así, hallada una posible solución, se presentaba inmediatamente otra disyuntiva.
Segunda generación 1973-1987
No innovó mayormente, aunque contó con parachoques con fuelles para cumplir la normativa en EE.UU.: el auto debía quedar intacto al chocar a 8 km/h.
¿911 Flori? ¿911 Targa? Las pruebas en julio de 1964 ya entregaban gran parte de las respuestas. El diseñador alemán había fijado una barra que combinaba en buena medida la elegancia, la deportividad y el carisma nueveonce. Además, se puso un techo fácilmente removible y en el lugar donde habría ido la luneta -en el caso del 911 tradicional-, se implementó una especie de lona
que retuvo la silueta de un coupé. Todo se hizo con una mínima intervención de carrocería, lo que también fue aplaudido desde el área de finanzas de la compañía, que había hipotecado buena parte del capital en el desarrollo del Porsche 911 convencional. Por eso, tampoco había hecho ninguna gracia la posibilidad de que el potencial 911 descapotable (finalmente recién nació en 1983)
Llegó dos años después del 911 Carrera 4 Type 964, el primer 911 integral. Con un diseño moderno, ayudó al Targa a alcanzar las 90 mil colocaciones en sus tres generaciones.
JULIO DE 2020
37
tuviera prohibida la entrada en esa tierra fértil que era Estados Unidos. ¿Y el nombre? Al igual que el término Carrera, que en el mundo Porsche responde a la Carrera Panamericana de México, famosa a inicios de los años 50 por reunir a lo más selecto de los fabricantes italianos, alemanes e ingleses, se decidió que el 911 con barra antivuelco también tuviera una denominación venida
Cuarta generación 1993-1996
Inauguró una nueva filosofía sin la barra antivuelco, pero con un techo de cristal que iba desde el parabrisas hasta el inicio del motor. El tramo sobre el cockpit se deslizaba con botón.
Quinta generación
1997-2005
Por primera vez llevó un cristal o luneta trasera de apertura con brazos, tal y como si se tratara de un portalón. Esto facilitó la entrada a la pequeña zona para dejar bolsos.
JULIO DE 2020
38
de las competiciones. Se pensó en Monza y Le Mans, pero esos célebres nombres ya tenían derechos de propiedad, de forma que si bien la lógica era clara, no había aún respuesta concreta. En eso estaban los creativos de Porsche cuando recibieron buenas nuevas desde Italia: el Porsche 904 GTS (también obra de ‘Butzi’ Porsche) ganaba la carrera Targa Florio, pilotado por el inglés Colin Davis y el italiano Antonio Pucci. Era la cuarta victoria en seis años para Porsche en Sicilia, que solo había cedido dos veces a manos de Ferrari. La respuesta estaba servida: Porsche 911 Florio. ¿O mejor Flori? Más preguntas... Los documentos oficiales de la marca de Stuttgart dicen que el nombre que había sacado más cuerpos de ventaja para convertirse en el oficial era el de Porsche 911 Flori. Eso hasta que el representante de ventas para Alemania, Harald Wagner, propuso que se llamara simplemente Targa. Si bien nadie certificó la elección de '911 Targa', sí lo hicieron las circuns-
Sexta generación
2006-2010
Repitió el diseño de su antecesor, pero empleó un cristal más noble, que le permitió reducir en casi dos kilos el peso. Asimismo, se agregaron líneas de aluminio en el techo.
tancias, puesto que antes de Frankfurt el auto ya debía tener una denominación oficial para mandar a imprenta los folletos. Así, se hicieron los catálogos del Porsche 911 Targa, el homenaje a las descollantes actuaciones de Porsche en el sur de Italia. Si bien el primer Targa fue un boom comercial y acalló para siempre a quienes quisieron ponerle la lápida al 911 sin techo, tampoco es menos cierto que recibió críticas. Su lona en la zona de luneta definitivamente no cuajó y producía ruido con el viento que, para peor, hacía sombra al exquisito compás del motor bóxer. Además, tendía a encogerse con el frío. La respuesta vino apenas un par
de meses después. Porsche ofreció el 911 Targa con luneta calefaccionada, lo que mejoró la visibilidad y la insonorización. Se callaba el viento para que el motor fuera entero protagonista. Para el verano de 1969 se adoptó de serie esa mejora, y ya no como un mero opcional. El 911 Targa, con su particular forma, fue la jugada maestra que Porsche necesitó para ganar el juego. MT
JULIO DE 2020
Séptima generación
2011-2020
Como el pionero, volvió a lucir con orgullo la barra antivuelco. El tramo de techo central se esconde con un botón por detrás de los asientos. Mezcla de lo clásico y lo moderno.
39