5 minute read

México participa en Tratado de Alta Mar para proteger al ecosistema en zonas sin jurisdicción nacional

Reconociendo el principio de patrimonio común de la humanidad, este fin de semana se acordó en Naciones Unidas un nuevo tratado para la conservación y uso sostenible de la Diversidad Biológica Marina en zonas situadas fuera de la jurisdicción Nacional (BBNJ por sus siglas en inglés). México participó en las negociaciones privilegiando la visión ambiental sobre la necesidad de proteger y conservar los ecosistemas que se encuentran potencialmente en riesgo por el cambio climático u otras actividades humanas en aguas internacionales como el tránsito marítimo, la minería submarina o la sobrepesca.

Así lo informó la Secretaría de Medio Ambiente

Advertisement

• Se trata de un instrumento vinculante que busca proteger el 30% del océano y su biodiversidad marina mediante la creación de áreas marinas protegidas, informó la SEMARNAT y Recursos Naturales (Semarnat) el 6 de marzo de 2023 mediante un boletín de prensa.

Explicó la dependencia que El nuevo “Tratado de Alta Mar” es un instrumento vinculante dentro de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar que tiene como principales objetivos el conservar, proteger y recuperar la biodiversidad marina mediante la creación de áreas marinas protegidas que abarquen por lo menos el 30% del océano para 2030, además de establecer un mecanismo que permita el reparto justo y equitativo de los recursos genéticos marinos, así como sus beneficios entre todos los países.

El nuevo acuerdo está alineado – señaló la Semarnat-, con los compromisos internacionales que ha refrendado México durante la COP27 de Cambio Climático (UNFCCC) en Egipto, la COP15 sobre Diversidad Biológica (CBD) en Montreal, así como la política ambiental nacional que busca promover Soluciones Basadas en la Naturaleza para proteger, conservar y restaurar los ecosistemas mediante la creación de nuevas Áreas Naturales Protegidas, siendo las comunidades quienes se vean beneficiadas de la conservación de los recursos naturales que son patrimonio común.

Este nuevo tratado, que en breve deberá ser ratificado formalmente por nuestro país, sienta las bases para resaltar el riesgo de los impactos ambientales acumulativos en el océano como ecosistema interconectado, la importancia de promover el principio precautorio y la necesidad de información científica mediante evaluaciones de impacto ambiental antes de iniciar cualquier actividad de explotación en alta mar como lo es la minería submarina.

El sector ambiental seguirá acompañando las negociaciones reconociendo que la conservación de la biodiversidad marina es fundamental para cuidar y proteger el patrimonio común de la humanidad.

Algo está pasando en el INEGI con relación a la actividad pesquera y no es bueno. Con datos de esa dependencia, la organización datamexico. org del Gobierno de México, publicó que –“en el tercer trimestre de 2022, Agricultura, Cría y Explotación de Animales, Aprovechamiento Forestal, Pesca y Caza registró un producto interno bruto (PIB) de $1.02B MX, evidenciando una caída de 14.2% con respecto al trimestre anterior y un alza de 19.6% respecto al mismo periodo del año anterior”. Y para empezar, está mal que en un solo cajón (Agricultura, Cría y Explotación de Animales) metan al sector pesquero, y sobre todo que sigan tomando como base los datos del Censo Económico 2019. https://datamexico.org/es/profile/ industry/fishing#:~:text=Acerca%20de%20Pesca&text=En%20el%20tercer%20trimestre%20de,Pesca%20 registr%C3%B3%2017%2C338%20unidades%20econ%C3%B3micas.

Así lo publican en ese portal oficial: -“Según datos del Censo Económico 2019, la producción bruta total fue de $22,348M MX. Los estados con mayor producción bruta total fueron Sinaloa ($4,114M MX) y Sonora ($3,182M MX)”, y seguramente con base en ello, la senadora Nancy Sánchez Arredondo, presidenta de la Comisión de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Rural, del Senado de la República, manejó en su discurso de apertura del Foro de análisis de reformas legislativas a la Ley General de Pesca y Acuacultura Sustentables, una cifra del valor del sector, de 24 mil millones de pesos (dijo que con datos de SADER), siendo que a finales de la anterior administración federal en 2018, valía como 47 mil millones de pesos, y durante su exposición en ese foro, Alfonso Rosiñol De Vecchi, Vicepresidente de Pesquerías de la Canainpesca, dejó en el aire la pregunta: “¿dónde desaparecieron veintitantos mil millones de pesos, que es la mitad de lo que valíamos?, siendo que el volumen de captura no ha bajado y los precios de los productos no han bajado lo suficiente como para que haya desaparecido tanto valor.

En 2017, la producción del sector pesquero, en términos de valor alcanzó una cifra histórica, al registrar 35 mil millones de pesos, según boletín publicado por la entonces Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, el

11 de junio de 2017 (hace como ocho años). En ese año, el titular de la CONAPESCA señaló durante el “Foro de Consulta Regional con el Sector Pesquero y Acuícola del Caribe y Golfo de México para una Pesca Sustentable”, que convocó la Comisión de Pesca del Senado de la República, que “el sector pesquero demuestra un desempeño dinámico en su economía, por lo que de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) registró un crecimiento en su Producto Interno Bruto (PIB) de 19 por ciento, sin considerar la actividad acuícola”.

En el libro “Emerge México como potencia pesquera” publicado en 2018, se publicó que “como parte integrante de las actividades primarias, la pesca y la acuacultura registraron un significativo crecimiento para posicionarse en el equivalente al 7 por ciento de las actividades agroalimentarias, con una producción nacional superior a los dos millones de toneladas con valor de 40 mil millones de pesos; derrama económica que impulsa el desarrollo regional y mejor calidad de vida de los productores en los estados de la República y México está hoy posicionado en el lugar número 17 por su volumen de producción pesquera entre los casi 200 países en el mundo y en el sitio 24 por su producción acuícola, lo que no es cosa menor”.

Ahora, en su intervención, el experto Alfonso Rosiñol calcula que al final de la anterior administración federal, la pesca valía como 47 mil millones de pesos, y en su análisis considera que el INEGI solamente cuenta el valor de la producción reportado en los avisos de arribo a playa o a muelle, avisos que tienen muchas irregularidades, independientemente de que hay extensiones costeras de más de cien kilómetros donde los pescadores no encuentran ninguna oficina para reportar los avisos de arribo.

Pero lo más relevante es que hay una gran diferencia entre el valor de la pesca en playa al valor que adquiere al salir de las plantas. Es un hecho que la pesca no se puede comercializar sin las plantas por lo delicado que son los peces, Es innegable que después del proceso en planta se multiplica varias veces su valor, independientemente de que al no considerar eso, no se está valorizando el trabajo de la mujer en la pesca y son miles de ellas en las plantas.

Tal vez por eso no salen las cuentas del INEGI y el sector pesquero queda subvalorado para todos los efectos que de ahí se deriven. Rosiñol opinó que “debe buscarse un cambio en la forma en que el INEGI evalúa a la pesca, para que se tome en cuenta hasta que el producto sale de una planta, pero esa dependencia no ha mostrado interés en hacerlo…”, y es un tema al que le tienen que poner atención las dependencia federales para asignarle, documental y oficialmente a la pesca, el valor que realmente tiene en su participación en el PIB y en la economía nacional; de otra forma seguirá viéndose como un subsector primario de poco valor.

This article is from: