Silvia pers

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Estรก hecha la miel para la boca del goloso


Recetas: Macarrones con queso en una taza Bombones de chocolate caseros Tazas de chocolate rellenas de nutella Bocaditos de yogur Dulce de leche de oreo Helados de nutella Red velvet en una taza Torrijas Vasos de galleta SĂĄndwich de huevo y queso a la parrilla Tableta de chocolate blanco con oreo Tazas de panceta y huevo al pesto Entrevista a la mejor cocinera del Mar Menor PĂŁo de queijo Bocados de coco Magdalenas de kiwi y coco


Macarrones con queso en una taza A pesar de no ser dulce, esta sencilla receta merece ocupar una página en nuestra revista. Se trata de un plato que podemos cocinar rápidamente y que tiene un sabor exquisito. Cada taza nos permite, si su tamaño es normal, cocinar la guarnición de otro plato; y si es grande, obtener un plato entero. Para comenzar, debemos especificar que sólo necesitamos tres ingredientes: macarrones, leche (o agua) y queso rallado, aunque también podemos desmenuzar queso en lonchas. Primero, llenaremos de macarrones la taza hasta la mitad; y luego añadiremos leche o su sustituto hasta llegar al borde. Iremos aplicando un minuto de microondas y removiendo cada vez que pase el minuto hasta que la pasta se cocine, a máxima potencia, y siempre procurando que no se peguen a las paredes. Si hemos empleado leche, ésta se evaporará y dará cremosidad a los macarrones; si en cambio hemos añadido agua; habrá que escurrir la pasta. Una vez cocidos, iremos removiendo y añadiendo queso, que se fundirá con los macarrones. ¡Ya podemos disfrutar de nuestro plato! Si se desea, se pueden añadir especias para adornar el sabor. Recomendamos colocar un plato bajo la taza en el microondas, a fin de evitar desastres acuáticos.


Bombones de chocolate caseros Para cocinar esta receta sólo precisamos dos ingredientes: una taza de pepitas de chocolate y media de cereales. Para comenzar, fundiremos las pepitas de chocolate en el microondas a intervalos de treinta segundos, removiendo cada vez. Una vez fundidas, añadiremos los cereales a la mezcla y lo verteremos en moldes. Tras golpear el molde varias veces para asegurarnos de que no quedan burbujas de aire en el fondo y de que los cerales están uniformemente distribuidos, dejaremos enfriar el molde en el frigorífico durante una hora.

¡A disfrutar!


Tazas de chocolate rellenas de nutella Para este dulce, también de fácil preparación, necesitaremos dos ingredientes: dos tercios de taza de pepitas de chocolate y media taza de nutella. Comenzaremos derritiendo el chocolate a intervalos de treinta segundos en el microondas y removiendo con cuchara de palo hasta que quede completamente derretido y uniforme. A continuación, untaremos el molde de magdalenas con el chocolate y, tras colocar los moldes de magdalenas de papel, pondremos el molde en el frigorífico durante veinte minutos. Al sacarlo, retiraremos los moldes de papel, añadiremos nutella al gusto y taparemos la mezcla con más chocolate fundido. Para concluir, dejaremos que se enfríe veinte minutos más.

¡Que aproveche!


Bocaditos de yogur Para cocinar estos deliciosos bizcochos, necesitamos disponer de una taza de harina, cuatro cucharaditas de levadura, tres cucharaditas de sal y dos tazas y medias de yogur (a ser posible, griego). Comenzaremos precalentando el horno a 250ºC. Una vez hecho esto, mezclaremos la harina y la sal y haremos una especie de volcán, en cuyo centro abocaremos el yogur mientras mezclamos con una cuchara de palo. Una vez la mezcla quede uniforme (puede que la viscosidad de la masa nos obligue a usar las manos), añadiremos un poco de harina en la superficie donde estemos amasando y procederemos a dividir la masa en cilindros de unos tres centímetros de diámetro y medio centímetro de altura. Por último, hornearemos durante unos diez o quince minutos, o hasta que se doren. ¡Que aproveche!


Dulce de leche de oreo Para esta delicia s贸lo necesitamos un bote de leche condensada, doce galletas oreo y tres tazas de chocolate blanco. Para comenzar, derretiremos una taza y media de chocolate blanco y, tras mezclarlo con la mitad del bote de leche condensada, lo esparciremos uniformemente en un molde. A continuaci贸n, trocearemos seis oreo y las presionaremos dentro del molde, tratando que queden repartidas equitativamente. Una vez hecho esto, repetiremos el proceso otra vez. De este modo, conseguiremos que las galletas no se hundan o queden en la superficie. Para terminar, lo meteremos en la nevera hasta que se solidifique y cortaremos con cuidado el dulce en trozos del tama帽o deseado.

隆A disfrutar!


Helados de nutella Esta sencilla receta sólo precisa de un cuarto de taza de nutella, un cuarto de taza de leche desnatada y tres cuartos de taza de leche entera o nata líquida. Para hacerlo, sólo necesitamos batir todo y congelarlo en una polera durante unas horas. Es un aperitivo o postre delicioso para los meses de calor, y hará las delicias de pequeños y mayores.


Red velvet en taza Para esta receta, sólo necesitaremos cuatro cucharadas de harina, dos de azúcar, media de cacao en polvo, un octavo de cucharadita de levadura, dos cucharadas de suero de mantequilla, una de leche (a ser posible, desnatada), media de aceite vegetal, un octavo de cucharadita de vinagre y un cuarto de cucharadita de colorante alimentario rojo. Para hacer el glaseado, precisaremos de unos quince gramos de crema de queso, la misma cantidad de mantequilla y entre cuatro y seis cucharadas de azúcar, al gusto del consumidor. Para llevar a cabo la receta, mezclaremos todos los ingredientes en la taza y lo cocinaremos en el microondas por espacio de un minuto. Cuando esté listo, lo dejaremos enfriar durante treinta minutos, que emplearemos para batir hasta conseguir una masa esponjosa que utilizaremos de glaseado. ¡Que aproveche!


Torrijas Cuando era chica, a menudo me despertaba con el dulce olor a torrijas que cocinaba mi abuela. El delicioso aroma de la canela que inundaba toda la casa me hacía brincar de la cama y bajar corriendo a desayunar. Este típico postre hace las delicias de los pequeños de la casa (y no tan pequeños), y es un clásico en nuestra cultura y, sobre todo, durante la Semana Santa. ¿Cómo puedo deleitar a mi paladar con esta delicia? Es muy sencillo: Sólo necesitamos ingredientes que usamos en nuestra vida cotidiana: pan duro, a ser posible en barra; un litro de leche entera, canela, tanto en rama como en polvo, ralladura de limón, dos huevos, aceite de girasol y cien gramos de azúcar. La noche antes, dejaremos la canela en rama sumergida en la leche, y en cuanto nos pongamos a cocinar, retiraremos con cuidado la canela y añadiremos la ralladura mientras ponemos la leche al fuego hasta que hierva. Entonces retiraremos el limón también. A continuación, procederemos a cortar el pan en inglete, vigilando que las rebanadas tengan un grosor considerable. Hecho esto, las remojaremos en leche cuidándonos de que no se reblandezcan. Luego las pondremos en huevo batido para pasarlas al aceite caliente, que debe ser abundante hasta el punto de cubrir las torrijas hasta la mitad. Una vez cocinadas y escurridas en papel de cocina absorbente, las volvemos a pasar por leche y las pasamos por el azúcar, que previamente habremos mezclado con una cucharadita de canela. Podemos acompañarlas con la leche sobrante, si así lo deseamos. También podemos añadir nata, miel o chocolate caliente. Listo para disfrutar!


Vasos de galleta Con dos tazas de harina, un cuarto de cucharadita de levadura, un octavo de cucharadita de sal, media taza de mantequilla a temperatura ambiente, dos tercios de taza de azúcar blanco, media taza de azúcar moreno, dos huevos grandes, una cucharadita de extracto de vainilla, una taza de pepitas de chocolate pequeñas y una taza de pepitas de chocolate normal (para recubrir los vasos), podemos hacer esta deliciosa receta. Mientras precalentamos el horno, engrasaremos los moldes en los que hornearemos. Entonces, mezclaremos la mantequilla y todo el azúcar hasta que quede homogéneo, y añadiremos los huevos y la vainilla, volveremos a remover, echamos la harina, la levadura y la sal y mezclamos otra vez hasta que la masa quede suave. Se añaden entonces las pepitas de chocolate pequeñas. Iremos presionando trozos de masa contra el molde, procurando que se pegue a las paredes interiores y a la base y asegurándonos de que queda todo el molde interior cubierto. Si es muy complicado, treinta minutos de frigorífico para la masa pueden hacer la tarea más sencilla; o si lo prefieres también puedes lavarte las manos después de moldear cada galleta.


A continuación, envolveremos vasos de chupito o tubos en papel de horno, asegurándonos de que éstos son pesados y no van a subir cuando la masa lo haga. Luego los introduciremos firmemente en la masa.

Hornearemos durante unos diez o doce minutos, o hasta que los bordes se tornen dorados. Rápidamente comprobaremos que las galletas están bien cocinadas quitando el tubo o vaso de dentro: si aún está la masa un poco cruda, colocaremos papel de horno nuevo y hornearemos durante dos minutos más. Cuando las saquemos, antes de que se enfríen, derretiremos el chocolate en el microondas (a intervalos de treinta segundos) o en el horno, y luego lo iremos untando en las galletas con cuidado, procurando que todos los bordes queden cubiertos. Cuando esté ya frío, podremos servir leche dentro y disfrutar de un delicioso dulce.


Sándwich de huevo frito y queso a la parrilla Con sólo seis rebanadas de pan, nueve hojas de espinacas, seis tiras de panceta, tres huevos y seis lonchas de queso Monterrey Jack y tres cucharadas de mantequilla podremos hacer este delicioso sándwich. Comenzaremos por cocinar la panceta a nuestro gusto. A continuación, haremos un hoyo en tres de las rebanadas de pan y untaremos mantequilla en un lado, que pondremos en una sartén. Entonces cascaremos los huevos y procuraremos que se cocinen dentro de los hoyos del pan. Si no conseguimos que la yema termine de hacerse, podemos poner los hoyos que hemos quitado antes sobre las yemas y, cuidadosamente, darle la vuelta al huevo hasta que se cocine.

Una vez hecho esto, retiraremos de la sartén el pan con los huevos y untaremos mantequilla en uno de los lados del pan restante. En el otro, colocaremos una loncha de queso, el bacon, las espinacas y otra loncha de queso (por este orden). Lo cocinaremos en la sartén hasta que el pan se dore y el queso empiece a derretirse, luego pondremos la tostada con huevo en la parte de arriba (con la yema hacia abajo) e iremos alternando con las otras tostadas. Las yemas siempre deben quedar hacia adentro. ¡Listo para comer!


Tableta de chocolate blanco con oreo Para este dulce, necesitamos dos tazas de chocolate blanco para derretir, seis galletas oreo partidas en pequeños trozos (con las manos) y dos galletas partidas en trozos más grandes (ídem). Comenzaremos derritiendo el chocolate en el microondas durante un minuto y mezclaremos durante un minuto. Si no queda del todo derretido, vamos a calentarlo un poco más. Una vez hecho esto, añadiremos las seis galletas rotas en pequeños trozos, cubriremos una bandeja de horno pequeña (o un molde de bizcocho grande) con papel de horno, y echaremos la mezcla ahí, procurando esparcirlo uniformemente con una espátula, tratando que quede un ancho de unos 1-1.5 centímetros. Hecho esto, esparciremos las oreo restantes y congelaremos la mezcla. Las piezas que no nos vayamos a comer en el momento deberían permanecer en frío para evitar que se derritan.


Tazas de panceta y huevo al pesto Para hacer esta sencilla, rápida y deliciosa receta precisaremos disponer de cuatro huevos grandes, cuatro tiras de panceta precocinada (o panceta cruda que necesitaremos cocinar hasta que quede rosácea y casi terminada antes de añadir los huevos) y, aproximadamente, tres cucharadas de salsa pesto por cada huevo. Comenzaremos precalentando el horno a doscientos grados centígrados y engrasando los moldes para magdalenas. A continuación, enrollaremos el panceta y haremos que éste sea rodeado por las paredes del molde. Luego cascaremos el huevo en medio de los anillos de panceta intentando echar sólo poco más de la mitad de la yema (si no se tienen problemas con las yemas de huevo gelatinosas, podemos añadirlas todas) y añadiremos una cucharada de salsa pesto en cada huevo, preferiblemente sobre la clara. Hornea por espacio de siete u ocho minutos, o hasta que la clara esté cocinada pero la yema quede aún por terminar de cocinar. Añade dos cucharadas más de pesto antes de comer. ¡Que aproveche!


Entrevista a la experta Este mes, la reportera de “Está hecha la miel para la boca del goloso” ha tenido la oportunidad de entrevistar a la mejor cocinera del Mar Menor, su propia abuela: Desde hace años lleva deleitando a su familia y también a su círculo de amistades (y de amistades de su familia) con numerosos aperitivos, platos principales e ingeniosos postres. Muchos años entre fogones le han otorgado unas habilidades culinarias increíbles. A continuación, contesta a algunas preguntas que todos sus comensales seguro se habrán preguntado alguna vez: ¿Cuándo te iniciaste en el mundo de la cocina? Que yo recuerde, siempre he estado en la cocina, ya sea ayudando o cocinando. Muy de chica ayudaba a mi madre a preparar la comida, y a medida que fui creciendo, a mis hermanos y a mis padres les fueron gustando más mis comidas. Eso sí, nunca he visto a nadie devorar más rápido un plato de michirones que a tu abuelo... ¿Cómo se te ocurren recetas tan ingeniosas? Bueno, a estas alturas, una ya ha probado casi de todo, y a veces me vienen a la cabeza recetas que no parecen ninguna locura, y luego parecen gustaros, así que las cocino más a menudo. ¿Cómo consigues platos tan deliciosos con ingredientes tan básicos? Ay hija, cuando yo era chica había mucha pobreza, y teníamos que apañarnos con lo que tuviéramos, y normalmente teníamos bien poco […]. Una aprende a desenvolverse entre fogones con aquello que tiene, y sobre todo a buscar sustitutos para ingredientes de los que careces... ¿Por qué nunca dejas que entremos a la cocina mientras cocinas? Álma de cántaro, porque sois muchos primos y, con el hambre que me traéis, picáis como pollicos, ¡y luego no me coméis lo que me tenéis que comer!

Aunque lo intentamos, hubo preguntas que se negó a que fueran publicadas por ser secreto de familia. Sin embargo, la reportera los guardará a buen recaudo.También nos dijo que es importante comer sano y llevar una dieta equilibrada, pero siempre permitiéndonos algún capricho.


Pão de queijo Este típico aperitivo brasileño, en ocasiones empleado en desayunos, sólo precisa de una taza de leche, media de agua, media de aceite, tres de harina de tapioca, una de queso para gratinar (gruyere, parmesano o cheddar), una cucharadita de sal y un huevo. Comenzaremos por hervir la leche, el agua y el aceite en un bote pequeño. En otro bol aparte, mezclaremos la harina de tapioca, la sal, el huevo y el queso. A continuación, verteremos los líquidos sobre los otros ingredientes y removeremos hasta tener una masa suave. Como tenemos que hacer pequeñas bolas (de unos 2.5cm de diámetro), es posible que desees añadir más harina de tapioca para evitar que la masa se te pegue a las manos. Colocaremos las bolas en papel de horno y hornearemos a 200ºC durante veinte minutos, hasta que se doren. Si se puede, es mejor tomarlas templadas. ¡Que aproveche!


Bocados de coco Con sólo tres ingredientes (400g de láminas de coco, una lata de leche condensada y dos cucharaditas de extracto de vainilla) podremos hacer unos aperitivos, postres o galletas deliciosas. Mientras precalentamos el horno a 175ºC, mezclaremos bien todos los ingredientes en un bol grande. A continuación, con una cuchara grande, lo iremos colocando en papel de horno para hornearlo durante unos ocho o diez minutos o hasta que los bordes empiecen a adoptar un tono dorado. ¡A disfrutar! Podemos tomarlas tanto en frío como en caliente, pero recomiendo esperar un poco para poder disfrutar mejor de los matices que proporciona el coco a la receta. Si lo deseamos, podemos añadir ralladura de limón y/o un poco de canela para darle un poco más de personalidad a la receta. La vainilla también le da un atractivo sabor que debemos tener en cuenta si deseamos hacer ligeras variaciones en la receta.


Magdalenas de kiwi y coco Para esta receta, que dará doce magdalenas, basta con disponer de una barra de mantequilla, dos huevos, una taza de azúcar, una y media de harina, media cucharadita de bicarbonato de sodio, la misma cantidad de levadura y otra vez lo mismo de vinagre blanco, un tercio de taza de leche de coco y cuatro kiwis (para los bordes). En un bol grande, batiremos hasta que quede una masa cremosa la mantequilla, los huevos y el azúcar. Entonces añadiremos la harina, el bicarbonato, la levadura, el vinagre y la leche de coco. A continuación, tras cortar los kiwis en finas láminas, alinearemos las mismas alrededor del molde de papel para magdalenas. Engrasaremos dicho molde y llenaremos dos tercios de éste con masa, asegurándonos de que los kiwis quedan paralelos a la pared. Tras hornear las magdalenas durante unos dieciocho o veintiún minutos a 175ºC, las dejaremos enfriar un poco hasta que estén listas para salir del molde. ¡Que aproveche!



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