Guía de Actuación SABES Ética y Valores

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GUÍA DE ACTUACIÓN DE LOS SERVIDORES PÚBLICOS DEL SISTEMA AVANZADO DE BACHILLERATO Y EDUCACIÓN SUPERIOR (SABES) EN EL ESTADO DE GUANAJUATO

Elaborado por el Comité Interno de Ética del SABES Marzo 2014

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ÍNDICE

Pág. I.

Introducción ……………………………………………………………………………….

II.

Antecedentes de la Ética en la Gestión Pública………………………………………

III.

La Ética en el Siglo XXI ………………………………………………………………….

IV.

Modelos Éticos en el Servicio Público…………………………………………………… -Ética de la responsabilidad …………………………………………………………. - Ética de la integridad………………………………………………………………….. -Ética de la comprensión……………………………………………………………….

V.

Los Valores del Gobierno del Estado de Guanajuato ……………………………….

VI.

Vivencia de los Valores Institucionales en el SABES ……………………………….

VII.

Decálogo del Servidor Público del SABES ……………………………………………

VIII.

Glosario de la ética ..……………………………………………………………………

IX.

Fuentes Consultadas ..………………………………………………………………....

“Cada vez hay más personas que están construyendo una realidad alternativa que surge de la elección entre otras realidades y esa opción es diferente a la creencia general de este mundo. Esa realidad tiene como base, el amor, la felicidad, la solidaridad, la justicia, la paz, el respeto por toda vida y a tener una existencia digna como seres humanos.” Edgar Morin 1999

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GUÍA DE ACTUACIÓN DE LOS SERVIDORES PÚBLICOS DEL SISTEMA AVANZADO DE BACHILLERATO Y EDUCACIÓN SUPERIOR (SABES) EN EL ESTADO DE GUNAJUATO Es deber de los gobernantes formar a los ciudadanos en la virtud y habituarles a ella. Ética con ontología Aristóteles (Ética Nicomaquea)

I. Introducción El propósito de este documento es desde el interior del Sistema Avanzado de Bachillerato y Educación Superior (SABES), brindar una respuesta sólida respecto a la vivencia de los valores, de cara a las principales problemáticas de la ética en las administraciones públicas contemporáneas. Hablar actualmente de educación es hacer referencia a los vertiginosos cambios en la tecnología y del impacto de la globalización en el mundo educativo. La formación que se le brinde al bachiller y al profesional del SABES, debe ser pertinente con la realidad económico-social circundante y responder a las necesidades que éstas implican. Ya que la educación es la fuente de los valores donde se aprenden las grandes virtudes; y su fin principal radica en que el hombre logre su propia autodeterminación como persona. En el siglo XXI se conceptualiza a la educación desde sus propios contextos y desde los diversos entes tecnológicos y mediáticos que influyen en la formación de los educandos, del personal docente y del personal administrativo; desde luego partiendo de la realidad cambiante, la cual nos exige una educación integral para forjar estudiantes innovadores, creativos, éticos y efectivos. Sabemos que muchos de los modelos educativos en la actualidad, poseen un sustrato muy fuerte orientado a la educación en valores, y los valores que hay que impulsar como parte de la mística del SABES, garantizan el futuro de la educación que proporciona. Esta tarea educativa, no es ni será posible, sin la cooperación del personal que la conforma y del apoyo proveniente de otras instituciones, por ello es imprescindible trabajar en conjunto, acompañando el proceso de formación integral desde un proyecto institucional y desde la vivencia de los valores por el personal del SABES. Las interacciones entre individuos producen la sociedad y ésta retroactúa sobre los individuos. Desde ahora una ética propiamente humana, es decir, una antropoética. De donde surgen nuestra conciencia y nuestro espíritu propiamente humano. La antropoética conlleva la esperanza de lograr la humanidad como conciencia y ciudadanía con todos los humanos. Conciencia individual más allá de la individualidad (Morin, Edgar: 1999, 60) Por eso, este Guía de Actuación de los Servidores Públicos del SABES, busca resaltar y aportar los valores que hay que conocer, vivir y sentir desde el quehacer laboral diario, desde la más simple de

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las interacciones con cada uno de nuestros compañeros de trabajo en el SABES, hasta la más compleja de las tareas a realizar.

II. Antecedentes de la Ética en la Gestión Pública Históricamente la ética ha estado vinculada a los asuntos de gobierno tanto en la formación de los gobernantes como durante la práctica política al realizar acciones acompañadas de valores que benefician a los gobernados. Ya que los esfuerzos para fomentar la ética en los servidores públicos serán inútiles sin el apoyo y compromiso político firme y sostenido. La ética pública existe desde tiempos inmemoriales y en culturas muy diversas, siempre con el objetivo de formar la conducta de los hombres de gobierno. En los últimos tiempos se ha vuelto a convertir en un tema de análisis fundamental entre las principales preocupaciones de los gobiernos y de la administración pública. Antes de los años 70’s se tenía una creencia de que aquellos que ocupaban cargos públicos son personas respetables per se y que la ética es inherente a ellos. Pero desgraciadamente en nuestra época esto ya no es más así. En la última década del siglo pasado, se crean paralelamente en distintos países del mundo organismos responsables del fomento de la ética. En Australia se crea el Consejo Asesor de Gestión y la Comisión de Protección de Mérito en el Servicio Público; en Nueva Zelanda, la Comisión de Servicios del Estado; en Noruega, un Grupo de Trabajo, dependiente del Ministerio de la Administración, para la educación y formación ética de los funcionarios; en los Estados Unidos se fortalece la Oficina de Ética del Gobierno; en os Países Bajos no existe un organismo en concreto, la tarea de promover la ética se halla directamente en manos de funcionarios que dirigen un área, y se lleva a cabo de manera centralizada; en Finlandia se creó un grupo para fomentar la ética dependiente del Ministerio de Hacienda (OCDE:1997). En materia jurídica, aparecieron leyes de ética, y por otro, códigos de conducta. Entre las leyes se encuentran: en Finlandia, la Ley de Funcionarios del Estado; en Australia, la Ley del Servicio Público; en Noruega, la Ley de Función Pública; en Dinamarca la Ley de Personal de la Administración Central y Local; en Holanda, la Ley de la Función Pública; en Japón, la Ley sobre Ética de los Servidores Públicos. Los Países Bajos cuentan con códigos descentralizados; en Noruega, los organismos públicos han elaborado normas de conducta que incluyen la misión y los valores respectivos de cada institución: el Reino Unido creó el Código Ministerial, mientras que el Tesoro Británico (1994) estableció un Código para los Consejeros de Organismos Públicos que operan en el entorno del gobierno. (OCDE: 1997, 77). En abril de 1998, la Junta del Consejo solicitó elaborar un Informe sobre la Conducta Ética en el Servicio Público y la Prevención de la Corrupción, en los países miembros. Otro estudio realizado por la OCDE, cuyo resultado se publicó bajo el título La Ética en los Servidores Públicos (1997), describió las herramientas y procesos de gestión de la ética del servicio público y el modo en que éstas operan. Se basó en los informes de nueve países (Australia, Finlandia, México, Países Bajos, Nueva Zelanda, Noruega, Portugal, Reino Unido y Estados Unidos) y propuso desarrollar una infraestructura Ética 4


como piedra angular de una estrategia integral. La propuesta parte de la hipótesis de que cuando esa infraestructura funciona correctamente se fomentan altos estándares de conducta; además de que no existe un método único para construir la infraestructura ética. La propuesta de infraestructura ética de la OCDE integra ocho componentes: El compromiso político, el marco legal, los mecanismos de responsabilidad, los códigos de conducta, la socialización profesional, las condiciones de servicio público, los organismos de coordinación y la participación y escrutinios públicos. Y a su vez, esos componentes se agrupan en tres funciones principales: Control, Orientación y Gestión (OCDE: 1997, 58) En general, las normas de conducta se utilizan para situaciones de conflictos de intereses, por lo que los rubros o títulos que contienen son similares, por ejemplo: a) Todo lo relacionado con la aceptación de obsequios y regalos, b) El manejo y uso de información oficial, c) Los beneficios económicos obtenidos por el cargo, d) Los asuntos extra-laborales, e) Las disposiciones para ingresar en otro empleo, f) Las denuncias y sanciones. En suma, en los países miembros de la OCDE existen cada vez más normativas que regulan y fomentan una adecuada conducta ética entre sus servidores públicos. Para el caso de los países latinoamericanos, el problema de la corrupción se ha acentuado de manera impresionante en las últimas décadas. Esta situación ha motivado una serie de iniciativas para intentar ponerle un freno. Una de ellas es fomentar la ética pública. Actualmente, existen diferentes iniciativas para su fomento. Se han identificado diversos proyectos bajo dos criterios, por un lado, por la magnitud, al integrar a distintos países, y, por otro, por la capacidad de innovación, al ser pioneros en esta materia. Dichos proyectos son: a) La red de instituciones de Combate a la Corrupción y Rescate de la Ética pública, b) La Iniciativa Interamericana de Capital Social, Ética y Desarrollo, proyecto liderado por el Banco Interamericano de Desarrollo. Los países miembros que integran esa Red son: Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, El Salvador, España, Estados Unidos, Guatemala, Honduras, India, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, Puerto Rico, República Dominicana, Uruguay y Venezuela.

III. La Ética en el Siglo XXI Aunque durante la última década se han hecho intentos por fomentar la ética pública en el escenario internacional desarrollándose programas y estrategias acompañadas de distintos instrumentos de aplicación; muchos políticos, empresarios, funcionarios, servidores públicos, están aún lejos de poseer una verdadera ética en su conducta e imaginario de actuación. El fomento de la ética en los asuntos públicos que involucre no sólo la política sino también a la administración pública y la administración privada abarca un universo complejo que, debe integrar al menos los siguientes elementos: 1. Reconocimiento de la importancia de la ética pública acompañado de concientización y deliberación sobre la necesidad de esta materia. Acompañado de la voluntad política, es decir, de un compromiso político verdadero. 5


2. Asignación de un responsable del fomento de la ética (Consejo Ético) que formule una estrategia con un plan de acción y se inserte dentro de un programa de gobierno o dentro de proyectos de administración eficiente. 3. Instrumentos de trabajo. Establecimiento de un marco jurídico ético (por ejemplo Ley de Ética Pública), un marco normativo de conducta (Códigos de Ética) Identificación de lecturas especializadas así como el contar con profesionales en la materia. 4. La operación del trabajo. Se refiere a la forma de impartir la formación así como a los ámbitos en donde se desarrolla. 5. Supervisión, control y evaluación. Implica varios elementos; el establecimiento de un sistema adecuado de quejas y denuncias que recoja actos antiéticos de parte de los servidores públicos; un sistema de sanciones ejemplares, comunicación e información fluida con la ciudadanía; balance de resultados y mejora continua en el proceso para evaluar la ética pública. 6. Un espacio de actuación (área, oficina departamento o unidad administrativa) o bien la creación de un organismo encargado de la formación y vigilancia ética en los políticos y funcionarios públicos. 7. Proyección de la ética en los ámbitos privado, público y académico. 8. Sumarse a la construcción de una red ética estatal, nacional o internacional. El problema de fomentar la ética dentro de los asuntos públicos ha dado origen a diferentes iniciativas no sólo en el plano nacional sino a nivel internacional, en lo público, privado y lo social. Nuevos organismos y propuestas se perfeccionan día tras día intentando hacer más operativo el empleo de la ética. Finalmente y citando a Caiden podemos decir que es una obligación de los gobiernos en el mundo, conservar la ética en la mente de todos los que dirigen nuestra sociedad y nuestras instituciones y nuestras organizaciones públicas y privadas. Estas acciones son más necesarias que nunca, pues el mundo al que estamos por llegar requiere que volvamos a revisar la ética del servicio público y la reformulemos. Toda la producción académica sobre la ética en el servicio público es necesaria para permitir que los funcionarios se alejen de las rutinas y presiones urgentes sus tendencias, echen mano de cualquier iniciativa o inquietud que tengan para reducir el daño potencial, aumentar el bien que pueden hacer y permitir que otros también lo hagan. (Caiden: 2001. 235) “La ética es indispensable en los estados ya que, como escribió el español Margall 1 en sus Cartas sobre la moral: El sentimiento de la propia dignidad y el respeto de la ajena son, a no dudarlo, la conditio sine quan non de las sociedades”.

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Citado por Enrique Álvarez Conde en la Presentación de las Jornadas de Ética Pública. P. 13

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IV. Modelos Éticos en el Servicio Público Los procesos económicos y las nuevas exigencias para obtener sustento y poder, han precipitado en la mayoría de las sociedades humanas la necesidad de reconducir los valores éticos, ya que se ha comprendido que la ausencia de actitudes éticas es el mayor desencadenamiento de la autodestrucción de la sociedad. Conviene señalar que existen varios enfoques generales respecto a la tarea de mejorar la conducta ética en el servicio público, aquí sólo mencionaremos tres a manera de ejemplo: a) Ética de la Responsabilidad La ética de la responsabilidad es un concepto que fue reelaborado en la modernidad (1917) por Weber, a partir de las reflexiones de Kant y Hegel, formulada como una dualidad: la ética de la responsabilidad y la ética de las convicciones. El primero se da en el estricto cumplimiento con procedimientos administrativos descriptivos, mecanismos de control y reglas detalladas que definen lo que los servidores públicos deben evitar, lo que deben hacer y cómo deben hacerlo. Esto se conoce como Administración Ética basada en el Cumplimiento, o ética de la responsabilidad según lo denominara Max Weber. b) Ética de la Integridad El segundo enfoque, basado en aspiraciones, depende de incentivos y fomenta la buena conducta en vez de perseguir y castigar errores y comportamientos indebidos. Este otro enfoque se conoce como Administración de Ética basada en la Integridad. La sola creación de códigos a la espera de que los servidores públicos actúen por deber, cae en la primera situación. No obstante, hay que ir más allá, intentando llegar a una ética integral. La integridad que debe mantener el servidor público en todas sus actuaciones, se refiere al elemento de su carácter, que se plasma en la firmeza de sus principios morales, su rectitud y honradez. En el mismo principio de integridad no se hace diferencia el campo de acción en el cual se desempeña, es más, la integridad no solo debe estar circunscrita al ejercicio profesional, sino a la vida personal. La integridad implica no solamente honestidad sino también relacionarse justa y verazmente. El principio de objetividad impone a todos los servidores públicos la obligación de ser veraces, intelectualmente honestos y libres de conflictos de interés. c) Ética de la Comprensión La comprensión mutua entre humanos, tanto próximos como extraños, es en adelante vital para que las relaciones humanas salgan de su estado bárbaro de incomprensión. Las escuelas, las universidades, las instituciones, las empresas, las oficinas gubernamentales y las ONG’s necesitan comprensiones mutuas en todos los sentidos. El desarrollo de la comprensión necesita una reforma de las mentalidades.

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Por tanto la necesidad de estudiar la incomprensión desde sus raíces, sus modalidades y sus efectos. Es decir focalizar y hacer consciente las causas de los racismos, las xenofobias y los desprecios étnicos; fortaleciendo la educación por la paz. De ahí que el ejercicio de los modelos éticos conlleva a la virtud del ser humano.

IV. Los valores del Gobierno del Estado de Guanajuato Enseguida se describen los valores propuestos por el Gobierno del Estado de Guanajuato, para que los servidores públicos los reflexionen e implementen acciones concernientes, viviéndolos al interior de sus unidades administrativas. (Guía de Actuación del Gobierno Guanajuato: 2014) Valor

Reflexiones y acciones

Honestidad

Alinear el pensamiento, el decir, y el actuar en dirección a lo que es bueno y correcto. Actuar de manera profesional, franca y abierta, sin ocultar nada. Actuar apegados a la legalidad y sin buscar o aceptar compensaciones de cualquier persona que pueda comprometer el desempeño como servidora y servidor público. Esforzarse continuamente en dar a los demás lo que les es debido, de acuerdo con sus deberes y derechos como personas, compañeras y compañeros de trabajo, ciudadanía y comunidad. Comportarse como servidora y servidor público y como integrante de la sociedad, siempre apegados a un compromiso con el bien y la rectitud. Decir siempre la verdad acerca de lo que se piensa y actuar en consecuencia, respetando en todo momento la intimidad de los demás y las reservas de oficio. Nunca utilizar el cargo público para obtener algún provecho o ventaja personal o a favor de terceros. El hablar, vestir y actuar concuerda con las intenciones personales, siempre buscando el bien de los demás, sin afectaciones ni dobles intenciones.

Valor

Reflexiones y acciones

Responsabilidad

Asumir las consecuencias de los propios actos y omisiones, como resultado de las decisiones que se tomen o acepten, buscando siempre beneficios comunes. Obtener los resultados deseados, que impactan para el bien de la sociedad y del personal que labora dentro del organismo, por medios éticos y legales. Usar responsablemente los recursos con los que se cuenta evitando todo aquello que supone desperdicio. Tener la actitud de reinventar el quehacer diario, siempre buscando nuevos caminos para lograr el bien común, implementando permanentemente los mejores modos de hacer y sobre todo, de ser. Abrir la mente y perseguir nuevas maneras de realizar las actividades. Asumir una obligación contraída, y tener la firme determinación de actuar en conformidad a esos principios y criterios. Llevar a buen término las acciones comprometidas superando las dificultades que se presenten. Terminar lo que se comienza y hacerlo bien. Creer en las aptitudes propias y en la capacidad de las personas para realizar bien las labores encomendadas. Ser un ejemplo de conducta, en razón del valor y utilidad de los proyectos y metas que se persiguen. Aceptar, reforzar y proteger a lo largo del tiempo los vínculos adquiridos con la familia, amistades, personal en el centro de trabajo, patria, instituciones y el conjunto de valores que representan.

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Resistir las influencias nocivas, soportando la adversidad que se presenta y entregarse con valentía para influir positivamente en las personas. Cumplir con puntualidad y diligencia los deberes u obligaciones. Tratar a la naturaleza como el hogar de la humanidad y cuidarla para que florezca en ella lo mejor del ser humano.

Valor

Respeto

Reflexiones y acciones Actuar siempre de acuerdo a la dignidad superior de cada persona, a sabiendas que se merece un trato igual o mejor al que uno mismo merece. Igualdad o justicia en el trato de las personas, es decir, dar a cada una lo que le corresponde. Incorporar a la vida y al quehacer diario a las personas que por alguna circunstancia se han visto desfavorecidas o han sufrido algún tipo de discriminación o exclusión social; y de manera especial a las personas con alguna discapacidad. No hacer a otra persona lo que no nos gusta que nos hagan. Reconocer la verdad sobre la propia persona, las limitaciones y cualidades y obrar de acuerdo con este conocimiento. Adaptar el comportamiento a las circunstancias de cada persona, sin abandonar los criterios de actuación personal. Escuchar con atención y sin interrumpir a nuestro interlocutor, disponiendo nuestra mente a incorporar sus aportaciones positivas. Actuar de acuerdo a las prioridades de los objetivos propuestos, en la distribución del tiempo y realización de las actividades.

Valor

Reflexiones y acciones

Amor

Es un acto de voluntad por el que libremente se quiere y busca el bien de otra persona. Defiende por encima de todo, el bien-estar y el bien-ser de las y los demás. Hacer propias las necesidades de las personas y actuar a favor de otras desinteresadamente y con alegría, y de manera especial de las y los más necesitados de apoyo. Entregar lo mejor de cada persona a las y los demás de manera desinteresada, incluso con menoscabo de los intereses legítimos propios. Prestar ayuda necesaria a otras personas en sus tareas y obligaciones, sin sustituirlas; apoyándolas únicamente en lo necesario para que alcancen sus objetivos personales, sociales y profesionales. Ponerse en el lugar de la otra persona y actuar en consecuencia. Gozar de aceptación de la actuación propia, por parte de las y los demás, gracias a un actuar congruente y leal, buscando siempre el bien común. Conectar afectiva y efectivamente con los sentimientos de las y los demás. Compartir con las personas intereses comunes y tiempo libre, generando una simpatía y ayuda mutua. Establecer canales adecuados para relacionarse con las y los demás, comunicándoles real interés por ellos. Reconocer lo que Guanajuato nos ha dado y nos da, y sentir orgullo de pertenecer a él. Tributar a la patria el honor y servicio debidos reforzando y defendiendo el conjunto de valores que representa.

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Valor

Reflexiones y acciones

Benedicencia

Para poder hablar de benedicencia es necesario entender el valor de la caridad, el cual hace a la humanidad seres capaces de darse a las y los demás, aceptando sus individualidades. Ésta debe ser gratuita y desinteresada. Debemos amar al semejante y respetarle por su interés en la obtención del bien común. La virtud de la benedicencia significa expresar las cualidades y potencialidades que tienen las personas. Conmoverse ante las personas necesitadas de apoyo y motivarse a actuar en su ayuda de una manera cordial. Hablar bien de las personas, encontrar sus rasgos positivos y callar cuando no podamos alabar. Saber ver la cara positiva de la vida, que corresponde con una buena actitud hacia las personas y circunstancias que nos toque enfrentar. Emitir juicios de acuerdo a criterios rectos y verdaderos, ponderando las consecuencias de la propia actuación antes de tomar una decisión, siempre pensando en el bien común. Actuar con detalles positivos hacia las personas que tratemos, haciéndolas sentir siempre bien en nuestra presencia.

V. Vivencia de los Valores Institucionales en el SABES La diferencia de los seres humanos con los demás seres vivientes reside en la capacidad de manejar los instintos y de asignarles valor a nuestros actos. A partir de ello, es que podemos decir que nuestras acciones son o no buenas, honestas, justas, equitativas, solidarias, amistosas, amorosas, etc. En este sentido, se afirma que lo que hace más humano al ser humano es la capacidad para no conducirse por sus instintos o por sus intereses personales, sino la voluntad de crear normas para construir la convivencia y comprensión, para propiciar el desarrollo comunitario, así como normas para tomar acuerdos en torno a cuáles son las mejores maneras de orientar sus comportamientos. De esta forma, los valores, las normas y la ética estructuran la convivencia social y garantizan los derechos humanos fundamentales, por lo que la actuación ética del servidor público, independientemente del cargo o posición que desempeñe, es un factor fundamental para el adecuado desempeño de la función del estado y de la sociedad en su conjunto. En el SABES, a efecto de tener presentes los principios rectores del servicio público, los valores institucionales y los deberes de los servidores públicos, a continuación se ordenan, y se alinean con los valores propuestos por el Gobierno guanajuatense, aquellos valores que en el SABES se consideran primordiales para la construcción de la eticidad del devenir público. Lo anterior, no implica que todo el personal tenga que actuar y vivir los valores de la misma manera, sino por el contrario, se encuentra abierta una puerta hacia la creatividad de cada unidad administrativa para la implementación de buenas prácticas en la eticidad, ya que la tabla muestra una guía y un listado de actividades para propiciar la reflexión y la acción de los servidores públicos de esta institución:

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VALORES EN EL SABES Actitudes (Buenas prácticas) en el SABES

VALOR

Aprovecho el tiempo trabajando con intensidad y profesionalismo, y me conduzco congruentemente con principios y valores universales. Cumplo con las leyes y la normatividad para el desarrollo de mis funciones del puesto, respetando también la de los demás. Soy absolutamente honesto en cuanto a la firma de permisos y comisiones para salir de la institución; muchas veces por motivos personales, haciendo parecer que son asuntos oficiales. Desarrollo mi capacidad de percepción distinguiendo entre lo que es importante y lo que es urgente en mi trabajo. Me apego y mido el tiempo destinado al descanso/comida. Soy una persona congruente, apegada a la verdad, sincero en su comportamiento, palabras y afectos, cumpliendo con sus compromisos y obligaciones al pie de la letra. La persona responsable es aquella que actúa conscientemente siendo ella la causa directa o indirecta de un hecho ocurrido. Cumplo con mis obligaciones y pongo cuidado y atención en lo que hago o decido. Busco oportunidades para capacitarme o perfeccionarme con el fin de poder actuar mejor en mis deberes habituales. Asumo las consecuencias negativas de mis acciones equivocadas. Soy puntual en la hora de entrada a las oficinas y en eventos internos. Soy una persona que brinda respuestas. Me obligo a responder por algún asunto a mi cargo, por alguna cosa o por alguna persona. Hago que todas mis acciones tengan un sentido auténticamente humano, con una cierta dosis de originalidad, de iniciativa, y de creatividad. Realizo la retroalimentación fraterna con mis compañeros de las acciones en favor del bien común. Cumplir nuestras obligaciones y compromisos, midiendo y reconociendo las consecuencias de los actos con una noción de justicia. Utilizo los recursos materiales, naturales y monetarios que dispongo para el desempeño de mi puesto de manera responsable y eficiente. Es un valor que permite que el hombre pueda reconocer, aceptar, apreciar y valorar las cualidades del prójimo y sus derechos. El respeto es el reconocimiento del valor propio y de los derechos de los individuos y de la sociedad. El respeto me permite que una comunidad o una sociedad viva en paz. Concluyo mis actividades encomendadas en tiempo y forma. Con una actitud de respeto, mis oportunidades son la generosidad y el perdón. Cuando pido algo a los demás siempre lo hago con respeto y delicadeza, a pesar de sus circunstancias y condición individual. Saludo verbalmente y/o de mano, dirigido a compañeros y usuarios. Me conduzco con apertura, de tal modo que mi actitud de rechazo no es mi forma habitual de comportarme Aprecio y reconozco el trabajo que realizan mis colaboradores No practico el Moobing. Escucho con empatía a mi compañero y/o colaborador. Es necesario pensar este valor como el referente más general que nos permite tomar decisiones éticas. El valor del amor tiene como ideal el bien común, el perfeccionamiento propio y el de los demás. El amor es la base de toda nuestra actuación, como humanos en sociedad. Contribuyo con entusiasmo con acciones a favor de la sostenibilidad y del medio ambiente. Trabajo procurando mi felicidad y la de mis compañeros. Comprenderé la situación de cada quien, sin faltar nunca a mis deberes por ser mejor persona.

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HONESTIDAD

RESPONSABILIDAD

RESPETO

AMOR


Valoro a todas las personas como un acto de amistad fraterna. Reconozco que soy un CIUDADANO ÉTICO procurando el bien común, el amor a la patria y al planeta. Obro con apertura, de tal modo que mi actitud de rechazo no sea mi forma habitual de comportarme. EL AMOR NO DEBE FINGIRSE Es la base de toda nuestra actuación, como humanos en sociedad. El valor de la benedicencia es tener como ideal el bien común, el perfeccionamiento propio y el de los demás. Con optimismo contaré a los demás lo que ellos representan para mí. Me conduciré con prudencia evitando los rumores y el hablar en silencio, o a espaldas de las personas. Establecer acciones del bien decir y acciones filantrópicas de la bondad a través de actividades como la donación u otras similares (juguetes y alimentos). Evito descalificar los puntos de vista de los demás y manifiesto mi disposición para lograr consensos. Procuro hablar siempre bien de las personas y de mi institución. Rechazo toda murmuración o comentarios que afecten la reputación de los demás. El servicio se debe hacer sin distinción de personas Sí ayudas a tu hermano y al vecino no, entonces no se puede llamar servicio. Encuentro mucha satisfacción, cuando trabajo con espíritu de servicio, beneficiando a los demás. Me comprometo a realizar acciones de servicio y solidaridad con instituciones de atención a los ancianos y orfanatorios. Todos los días atiendo eficazmente a mis compañeros y usuarios (trato amable y tiempos de respuesta) Cumplo con mi deber fielmente y evito ser arrogante, presuntuoso y ególatra. Manifiesto mi solidaridad con el compañero al que le soy antipático manifestando mi disposición y un reto para restablecer la empatía. Actuar en favor del otro con alegría haciéndole más fácil la vida y demostrar disposición absoluta para lograr el bien de los demás y el de la institución. Pido ayuda cuando la necesito y reconozco que no soy autosuficiente. El valor del servicio se lleva a cabo cuando se hace desde nuestro interior, con profundo agradecimiento, viendo en cada persona a nosotros mismos. Reconozco la oportunidad y el valor esencial del ser humano, sin importar su apariencia, ni sus condiciones, habilidades o limitaciones. Valoro las necesidades de las personas, sus capacidades y atributos. Reconozco que cada persona tiene dignidad por sí misma y actuó con equidad generando las mismas OPORTUNIDADES para todos los compañeros. Diariamente soy equitativo con las diferencias de las personas (género, ideas, gustos, belleza física, etnia, preferencias, nacionalidad, etc.) Evito imponer mis puntos de vista a mis compañeros de trabajo y subalternos, jerarquizo las necesidades de la institución. Promuevo el reconocimiento de sus habilidades profesionales, sociales. Practico la justicia todos los días, respetando los Derechos Humanos y sobretodo la dignidad de las personas Actuar en favor del otro con alegría haciéndole más positiva la vida y demostrar disposición absoluta para lograr el bien de los demás y el de la institución. Equidad significa construir una sociedad igualitaria, dialógica y respetuosa de la diversidad a través de principios que favorecen la valoración mutua y la participación social. La lealtad implica un corresponder, una voluntad y una actitud que se tiene al haber obtenido algo provechoso. Resulta un compromiso a defender lo que creemos y en quien creemos. Por eso, el valor de lealtad se entronca con temas como: la Patria, el trabajo, la familia o la amistad. Cuando alguien nos ha dado algo bueno, le debemos mucho más que agradecimiento. Desde el SABES, vivo la justicia social reconociendo que es parte del auténtico patriotismo. El mentir para encubrir las faltas de un compañero considerado “amigo” no nos hace leales, nos hace cómplices. La lealtad es una llave que nos permite tener un auténtico éxito en nuestras interacciones.

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BENEDICENCIA

ESPÍRITU DE SERVICIO

EQUIDAD

LEALTAD


Todo trabajo se debe hacer bien, no por “quedar bien con el jefe”, sino por nuestro compromiso, y lealtad con nuestra institución, con nuestra sociedad y con nuestro país. Mantengo la confidencialidad, que se exige a mí puesto de trabajo; es decir absoluta reserva con respecto a las actividades que realizó. Cumplo con mi palabra de manera responsable. Pensando en las consecuencias que eso supone. Siendo leal al SABES Uso al menos una vez por semana una camisa/blusa institucional y diariamente el gafete. Evito las actitudes desleales: las críticas que se hacen a las personas, resaltando sus defectos, hablar en secreto, limitar las cualidades de las personas o “congelarlas” por considerarlas “malos” elementos.

VI. Decálogo del Servidor Público del SABES En el SABES creemos importante resaltar la labor que realiza el servidor público, ya que “demanda que ella se desempeñe con estricto apego a la ética y a las normas morales; con un acendrado espíritu del deber, con eficiencia y con un claro sentido de la dignidad y la nobleza que su función implica. Son tan elevadas sus funciones públicas que bien puede hablarse de la exigencia de crear una mística del servicio público. La dignidad de un acto humano se mide por la elevación del fin que persigue. Los fines que el servidor público persigue no pueden ser más elevados y ellos son la prenda de la dignidad y la nobleza de su función. Los servidores públicos debemos sentirnos legítimamente orgullosos de servir a la comunidad. Kierkegaard decía que la grandeza de un ser humano se mide por la grandeza del objeto de su amor. El objeto de nuestro amor es el conjunto de los valores más altos que pueden darse en la vida colectiva del SABES. A continuación el Decálogo del Servidor Público del SABES: 1. SÉ COMPROMETIDO. Asume como tuyos los fines de tus actividades. Si asumes como tuyos tus actividades, obligaciones y funciones de servidor público, serás mucho más sensible al sentido de servicio a tu estado y a tu país, y a la realización y salvaguarda de los valores fundamentales de la convivencia humana: el orden, la seguridad, la justicia, la libertad, la paz y el bienestar de la colectividad y de todas las personas que la integran. 2. SÉ HONESTO. En un estado de derecho, los servidores públicos sólo tienen las facultades que la ley les concede y están obligados a cumplir con los deberes que les impone. Sin un orden legal ninguna sociedad podrá subsistir. Cuando la ley te parezca injusta, lucha por su reforma y, mientras tanto, trata de interpretarla o de aplicarla de manera que sea más compatible con la justicia. Cumple y haz cumplir la ley. 3. SÉ LEAL. Al aceptar el cargo de servidor público has contraído un compromiso con la sociedad, con la colectividad y contigo mismo. El estado o el país espera que respondas a la 13


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confianza que en ti se ha depositado y nunca antepongas al interés colectivo, tu interés personal. SÉ PROBO. Vive tu rectitud de ánimo, promueve el bien, la integridad, la honestidad en tus obras cotidianas. La sociedad espera probidad en tus acciones e integridad en tu conducta. Es un deber frente al estado que sirves y frente a los particulares que utilizan los servicios públicos. Jamás promuevas, ni cedas a la corrupción. SÉ VERAZ. Profesa la verdad como fundamento de la confianza y el respeto en las relaciones humanas, impulsa el hábito de la veracidad con tus superiores, con la colectividad y con los particulares, familiares y amigos; ya que la mentira, la simulación o el engaño destruyen la confianza y el respeto indispensables para el debido ejercicio de la función pública. SÉ EFICIENTE. Pon en tu trabajo la mayor diligencia y empeño. Da lo mejor de ti. De lo contrario, estarás defraudando a la sociedad que te otorgó su confianza. Procura servir con entusiasmo y poner en ello el máximo de tu capacidad, tu creatividad y de tu esfuerzo. SÉ DISCRETO. Jamás reveles la información que conozcas con motivo del desempeño de tu encargo, ni te aproveches de la información que tengas para tu beneficio personal, de tus familiares o de tus amigos y allegados. SÉ IMPARCIAL. Las decisiones que tomes deberán atender a criterios objetivos, sin influencias de sesgos, prejuicios o tratos diferenciados por razones inapropiadas. Tu condición de servidor público te obliga a brindar el servicio público a todos por igual; es decir, sin discriminación, sin favoritismo y sin distinciones; por razón de pensamiento, grupo social, religión, idioma, vestimenta, preferencia sexual, género, belleza o apariencia física, ideología política, origen étnico, situación socioeconómica o cualquier otra condición que pueda ser objeto de discriminación, favoritismo o distinción. SÉ RESPETUOSO. El poder se te ha dado para interactuar con otras personas de manera cordial y respetuosamente; el valor del respeto tendrá que inspirarte para proporcionar un servicio público de excelencia y no para oprimir, amedrentar, vejar o abusar de los demás. Ni para sentirte superior a nadie. Respeta y haz respetar los derechos humanos y la dignidad intrínseca de cada persona, subordinados, alumnos, docentes, ciudadanía y público en general. Jamás abuses de la autoridad que te ha sido conferida. SÉ CORTÉS Y AMABLE. Enriquece tu trato con tus superiores, con tus iguales, con tus subordinados, con tus familiares, con tus coterráneos, con tus vecinos y con tus amigos. La función pública no confiere derechos para la arrogancia, la prepotencia, la presunción, la descortesía, los acosos o el maltrato. Cuando tratas negativamente al personal a tu cargo, estás tratando negativamente a la institución que te ha conferido el cargo. Cualquiera que sea tu función o jerarquía dentro del servicio público, aprecia y ten siempre presente la dignidad, la rectitud y la nobleza que te confiere ser un servidor público. Trata a los demás con dignidad humana, tal y como quisieras que te trataran a ti.

Con esto, en el SABES, podemos construir e inspirar una profunda reflexión acerca de que los hombres tienen dignidad y las cosas precio. El servidor público debe tener siempre una muy alta conciencia de su dignidad y nunca tener precio. De ahí la importancia de recobrar el orgullo y la mística de ser servidores públicos.

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VII. Glosario de la Ética En el SABES creemos que la ética no se puede promover con lecciones de moral, sino por el contrario, viviendo, sintiendo y experimentando las valores en la labor cotidiana, en la interacción armónica entre sus integrantes; sin embargo, la reflexión sobre los siguientes conceptos serán de mucha ayuda: a) Administración Pública, es la rama de las ciencias económico-administrativas ubicada en el marco legal correspondiente, constituida por el conjunto de órganos y personas que se encargan del cuidado de los intereses públicos y que conduce la gestión de las instituciones del estado para el cumplimiento de sus atribuciones y funciones ante la sociedad. b) Creencias, son pensamientos descriptivos que cada persona posee respecto de algo o de alguien y forman parte de una herencia paradigmática social. c) Deontología, se concibe como “la ciencia de los deberes o teoría de las normas morales”. d) Desarrollo Humano, debe comprender el desarrollo conjunto de las autonomías individuales, de la solidaridad en la participación comunitaria, de la conciencia y congruencia de pertenecer a la especie humana. Ayudar al otro, para que sea quien quiera es una tarea propia del Desarrollo Humano. e) Ética, es una rama de la filosofía que se ocupa del estudio racional de la moral, la virtud, el deber, la felicidad y el buen vivir. Entonces la ética estudia cómo se justifica racionalmente un sistema moral, y cómo se ha de aplicar posteriormente a nivel individual y a nivel social. Debe formarse en las mentes de los hombres a partir de las costumbres y la convivencia, además de que la conciencia de que el humano es al mismo tiempo individuo, parte de una sociedad, y parte de una especie. f) Hábito, se refiere al comportamiento de una persona, repetido regularmente. Pueden ser hábitos malos aquellos que nos alejan del cumplimiento de nuestra naturaleza y reciben el nombre de vicios, y pueden ser hábitos buenos aquellos por los que un sujeto cumple bien su función y reciben el nombre de virtudes. g) Moral, es concebida como el conjunto de costumbres, creencias, valores y normas de un grupo social determinado que funcionan como guía para el actuar de las personas. La moral filosófica la posee aquel que practica una conducta acorde a sus principios filosóficos, en cambio, no la posee el que habla de una forma y actúa de otra. h) Normas, son el conjunto de reglamentos o leyes, decretos, códigos y acuerdos elaborados en concordancia con las creencias y valores que siguen los miembros de un grupo para vivir en armonía y que rigen el funcionamiento institucional. i) Principios, a su vez, son ideas que sirven de máxima orientadora de una conducta aceptada, compartida y aplicada por todos los miembros de la organización. En la Ética, los principios son reglas o normas de conducta que orientan la acción. j) Servidor Público, son aquellas personas que laboran para la administración pública y quienes deben estar al servicio de la comunidad como funcionarios o empleados públicos. k) Valores humanos, a la concepción explícita o implícita, propia de un individuo o característica de un grupo social, acerca de lo deseable y que influye en la selección de los modos, medios y fines de las acciones disponibles, se le denomina valores humanos; los valores una vez 15


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interiorizados se convierten en normas y pautas de comportamientos. Los valores están íntimamente vinculados a la idea que se tenga del hombre y de la sociedad; de ahí que hablemos de valores individuales y colectivos, de ideales, de convicciones, aspiraciones, sentimientos, actitudes y creencias compartidas. Virtud, es una cualidad positiva de un ser, persona o cosa, así como la capacidad humana para realizar un propósito o cometido. Surge del hábito y la reflexión como consecuencia del aprendizaje, y más exactamente de la práctica o repetición.

VIII. Fuentes Consultadas ARISTÓTELES. Ética Nicomaquea. Edit. Aguilar. Madrid 1982. ÁLVAREZ CONDE, Enrique. Presentación de las Jornadas de Ética Pública. Madrid 1997. CAIDEN, Gerald. Tendencias actuales en la ética del servicio público. En Gestión y Política Pública. Volumen X, n° 2, II semestre, 2001, México, pp. 233-252 CONSEJO DE ÉTICA del Estado de Guanajuato. Guía de Actuación del Gobierno del Estado de Guanajuato. México 2014. MORIN, Edgar. Los siete saberes necesarios para la educación del futuro. UNESCO. Paris 1999 OCDE. Confianza en el gobierno. Medidas para fortalecer el marco ético en los países de la OCDE. Paris, 2000 Las reglas del juego cambiaron, la lucha contra el soborno y la corrupción. Paris 2000 La ética en el servicio público. MAP. Madrid 1997. La trasformación en la gestión pública. Las reformas en los países de la OCDE. MAP. Madrid, 1997. WEBER, Max. El político y el científico. Alianza editorial. Madrid 1984.

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