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Gildo Zegna “Una familia fuerte hace fuerte a una empresa. Una empresa fuerte hace fuerte a una familia”.
La elegancia italiana va unida al sello inconfundible de la firma fundada por su abuelo. Más de un siglo después, el heredero de Ermenegildo Zegna nos demuestra que las claves del estilo están directamente vinculadas al sentimiento. Con el sentido de familia que se tiene en Italia, ¿el peso de su apellido es un privilegio o una obligación? La familia es lo más importante que tengo en mi vida. Por eso es un orgullo que nuestra compañía siga dirigida por nosotros desde su fundación tras cuatro generaciones. Mi abuelo, Ermenegildo Zegna, del que he heredado el nombre completo, nos dejó un gran legado: Saber hacer artesanal (a mano), espíritu emprendedor y lealtad a los valores éticos que le llevaron a fundar la firma. Tenemos un dicho en mi casa: Una familia fuerte hace fuerte a una empresa, pero una empresa fuerte hace fuerte a una familia. ¿Cuál es la contribución de Ermenegildo Zegna al concepto ‘Made in Italy’ y qué importancia le dan? Somos conscientes de que la percepción de nuestra firma en todo el mundo es sinónimo de excelencia y estandarte de Italia. No podemos sentirnos más honrados por esa doble vertiente. Es el fruto de haber cuidado durante años nuestra concepción de esa herencia de mi abuelo que no sólo entendemos sus descendientes, sino todo el que pasa a formar parte de la firma. Nuestra concepción de familia va más allá de la consanguinidad.
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¿Mecanismos para llegar correctamente a su cliente? Personalización y diversificación del producto. Y se consigue con un equilibrio que va desde la sastrería clásica hasta los acuerdos con firmas especializadas en otros sectores, véase Girard-Perregaux en relojería, Estée Lauder en perfumería o De Rigo en óptica. ¿Su pasión por la sastrería y la moda es equiparable a la que siente por la relojería? El tacto de una lana como la nuestra es inigualable, pero cuando cumplí dieciocho años, mi padre me regaló un Rolex Oyster Perpetual que todavía utilizo. He mantenido la tradición haciendo lo propio con cada uno de mis dos hijos cuando llegaron a la mayoría de edad. Los relojes añaden un valor sentimental. Por eso, para celebrar los cien años de la marca, hace tres años, Girard-Perregaux creó nuestra edición limitada del Zegna Centennial.
¿Qué tiene la moda italiana que tanto fascina? Respeto por la tradición. Es lo que siempre repetimos nosotros y luchamos por adaptar a los nuevos tiempos.
Tampoco está mal su colección de coches clásicos... No me considero un coleccionista. Simplemente me gustan. Por ejemplo, tengo un Lancia B20 que es perfecto para ir al campo. Era de mi padre y fue fabricado el mismo año que nací, con lo cual, de nuevo, gana en valor sentimental y por eso lo conservo. También de mi padre he restaurado un Fiat Campagona de 1962 blanco alpino que es perfecto para conducir entre las montañas de la fábrica de lana de Zegna en Trivero, Piamonte.
¿Qué puede ofrecer, entonces, Ermenegildo Zegna que otras marcas italianas no consigan? Independencia, financiera y filosóficamente. Eso sólo te lo da el seguir en manos de la misma familia fundadora.
Uno no se puede considerar 100% italiano si no le gusta el calcio. ¿Es su caso? No estoy tan de acuerdo. Aunque no oculto mi amor por La Vecchia Signora (Juventus). — josé maría álvarez
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