Aquellas noches en Studio 54
Andy Warhol posa junto a su buen amigo el diseñador Halston, dos fijos de Studio 54. Foto valorada entre 3.800 y 5.000 euros.
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Christie’s subasta las fotos originales con las que Andy Warhol inmortalizó el espíritu de la desaparecida sala de Nueva York. Instantáneas que nos retrotraen a los años más frenéticos de la ciudad que nunca duerme. por josé maría álvarez fotografías, andy warhol robb report
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Dictadura en la puerta, democracia en la pista. Steve Rubell y Ian Schrager pusieron en marcha en 1977 una fábrica de sueños con perfil de teatro (lejos geográfica y conceptualmente de Old Trafford) en la calle 54, entre la Octava Avenida y Broadway. Sala de fiestas, discoteca, templo del vicio, epicentro de la música Disco... Rubell era el juez noche tras noche que decidía personalmente en la puerta quién entraba y quién no. Sin un criterio fijo. Si le gustaba a Steve, entraba. Si no, se quedaba en la calle. Imagen superior: Steve Rubell conversa con Truman Capote, otro asiduo de Studio 54, junto a Cheryl Tiegs y un amigo. Capote y Warhol mantenían una estrecha amistad con Rubell y propiciaron que Studio 54 ganara prestigio entre los intelectuales de los setenta y los ochenta. 1978. Valorada entre 3.000 y 4.500 euros. En la página siguiente: Maura Moynihan hija del Senador por Nueva York Daniel Patrick Moynihan, escritora y fugaz cantante bajo la tutela de Andy Warhol. Junto a ella, un jovencísimo Bill Murray, por aquel entonces dándose a conocer al gran público como cómico estrella del Saturday Night Live. 1978. Valorada entre 3.800 y 5.000 euros.
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Ética frente a estética Gogós, drag queens, camareros musculados con el torso desnudo, ríos de champán, nevadas de cocaína... Todo valía. La condición sexual quedaba en la calle. Studio 54 no se regía por las normas del mundo real. Una dimensión paralela en la que muchos encontraban la parte de su personalidad que no se atrevían a investigar en el exterior. Parte de ese castillo de arena supuso el principio del fin para muchos. Para los homosexuales por el SIDA (incluido el propio Rubell). Para el propio Studio 54 por las drogas. Un cuento de hadas que se tuvo que dar de bruces con la realidad. En la imagen: La modelo, actriz y cantante Grace Jones, musa de los 80 y de Studio 54, en las Polaroids más cotizadas de Andy Warhol. Lote valorado entre 7.500 y 11.500 euros. En la página siguiente: El artista pop Keith Haring ¿bromeando? con una modelo. Imagen valorada también entre 7.500 y 11.500 euros.
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El camino del exceso
Meca del ritmo
A estrellas extravagantes, gustos extravagantes. Uno de los grandes alicientes de Studio 54, siempre de la mano de Steve Rubell, era ofrecer a sus clientes VIP todo tipo de alternativas y excesos que no pudieran encontrar en ningún otro local del mundo. Cenas, alcohol, sexo, drogas y mucha diversión. En las imágenes: Whitney Tower Jr, Jerry Hall, Keith Richards y Mick Jagger celebrando el cumpleaños de Jerry Hall en Studio 54. Lote valorado entre 3.800 y 5.000 euros.
Diana Ross, Gloria Gaynor, Nile Rodgers, Blondie, Richie Kaczor, Nicky Siano... Studio 54 marcó la culminación de un nuevo género: la música Disco. El funk, el soul o el R&B se daban la mano. Los conciertos se convirtieron en otro aliciente por el que beberse la noche a sorbos largos entre las luces de su mejor escondite. En las imágenes: Backstage de Debbie Harry, Blondie, antes de uno de sus conciertos en Studio 54. Lote valorado entre 4.500 y 6.000 euros.
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Estrellas en el firmamento Una media luna con rostro humanizado presidía el escenario de Studio 54. Hacia su nariz, se dirigía una cucharilla con un polvo brillante (sutil metáfora). A su alrededor, una pléyade de estrellas del cine, la moda, la pintura, el deporte o la danza se daban cita. Jóvenes y maduros. Neófitos y veteranos. La criba era indisoluble a los caprichos de la noche (y de Steve Rubell, claro). Lugares comunes y rostros extraños se entrecruzaban con la extravagancia. Celebrities y desconocidos se unían en la espiral de un todo que nunca parecía tener fin. En marzo de 1986, la fiesta quedaría clausurada. Tras un intento fallido de reapertura en 1994, hoy día el espacio se utiliza esporádicamente para la representación de obras de teatro (su cometido original). La sala sigue ahí y muchos son los nostálgicos que aún sueñan con su resurgimiento. Por el momento, podemos conformarnos con la particular visión que Warhol nos dejó y que Christie’s pone a disposición de mitómanos con una cuenta corriente saneada. En la imagen: La modelo y actriz Lauren Hutton junto al bailarín y actor Mikhail Baryshnikov, posando flanqueados a su espalda por una Brooke Shields radiantemente joven. Fotografía valorada entre 6.000 y 9.000 euros. Christie’s www.christies.com
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