LA HORA CHINA EN MERCAMADRID A las cinco de la mañana, un hervidero de vendedores, productores, transportistas y compradores se agolpa a la entrada de Mercamadrid. Con 25.000 visitas diarias, este polígono que abastece a 12 millones de consumidores, se convierte en una frenética ciudad durante unas pocas horas. La inmensa superficie al sureste de Madrid, se divide en tres grandes "barrios": el de Pescados, el de Carnes y el de Frutas y Hortalizas. Son las ocho de la mañana y en el Mercado de Pescados ya están baldeando el suelo. Sólo quedan unos pedazos de pez espada y medio atún abierto sobre un mostrador. En el Mercado de Frutas y Hortalizas, en cambio, comienza "la hora china". ¿Qué es eso? "Los chinos vienen a comprar más tarde. Llegan todos de golpe, sobre las ocho, para abastecer sus fruterías. Pero no son tontos. A veces, se llevan lo mejor. Son como los fruteros de antes: ellos mismos eligen el producto, están pendientes... Pero yo no debería contar esto", confiesa un productor a la entrada de su puesto.
En el distrito hortofrutícola, Félix Palacios es el rey. Encarna la tercera generación de una familia dedicada a la venta de productos agrícolas. "La fruta, como los toros, está perdiendo sabor. Yo apuesto por variedades muy sabrosas, como las ciruelas claudias de Aguatorcida que crecen en Toledo. Ésas sí que tienen sabor". ¿Un encaste minoritario de ciruelas? "Tenías que ver cómo se ponía Mercamadrid antes, en época de toros. Era el tema de conversación de todas las mañanas. Ya no...". Mientras dice esto, dos chinos se abalanzan sobre una caja de picotas. "¿Conoces el tomate rosa Cucharón? Una joya. Viene de Huesca... Ideal para ensaladas. ¡Y esas patatas son de tu tierra!". Efectivamente, entre los centenares de cajas destaca una amarilla, hasta arriba de patatas, donde se lee “Sabor de Chipiona”. La provincia de Cádiz también tiene su pequeño reino en Mercamadrid. Gloria Sánchez-Grande