La firma Juan Antonio Palacios ENTRE EL VOLAR Y EL ANDAR.-
Cada vez que me coloco ante el micrófono para hilvanar con mi voz este comentario radiofónico, no sé muy bien si viajaré por las nubes o caminaré a pie de tierra.La realidad más cercana, la que nos ofrece nuestra ciudad, Algeciras, nos da motivos para ambas cosas. Pero no sufra, señor alcalde, que no les voy a cansar hablando de lo” increíblemente bien “que está la ciudad desde que usted gobierna, ni le voy a pedir que me lleve con usted a uno de sus viajes a Corea o cualquier lugar del mundo para promocionar este bello rincón, porque si lo hiciera, nadie se lo creería. Por cierto, que de los anteriores sabemos más bien poco, salvo que nos vendió humo que al parecer nadie ha comprado. Y en éste, señor Landaluce, además de explicar con claridad y transparencia sus objetivos comerciales y políticos, le convendría siguiendo el consejo de Manuel Morón, ser prudente para que no haya interferencia con las negociaciones portuarias. Tampoco voy a hablarles de lo difícil que resulta andar por muchas de nuestras aceras, entre cacas de perros y la cantidad de boquetes que hay que sortear practicando el salting, por favor al concejal de cráteres y agujeros, unas baldositas y una manita de cemento y a evitar que nos caigamos, que ahora me he enterado que esas son obras de calado, pues ánimo no se me corten. Quizás cambie el reloj para que no dé las horas en punto, y así pueda coincidir el tiempo y el espacio con el que ustedes viven.O mejor hincharé un globo hasta que explote. ¡Qué placer!