Luis Romero
La firma: Luis Romero Estos días, por cuestiones personales que no vienen al caso, he tenido ocasión de pasar mucho tiempo en un centro sanitario de la comarca. He podido convivir con enfermos y profesionales de la sanidad pública durante muchas más horas de las que habría querido. No por nada, sino porque he de reconocer que soy algo aprensivo y no es el entorno en el que me encuentro más a gusto. Pero durante estos días, noches incluidas, he podido comprobar que recortes, haberlos hay los. Pese a toda la buena voluntad que aportan los profesionales sanitarios, se nota que la cosa flojea. Pero, como comentaba el otro día con una paciente, y a pesar de las circunstancias, no sabemos lo que tenemos –o sí lo sabemos pero no queremos darnos cuenta- al contar con una sanidad pública como la que disfrutamos.
Vale que su financiación hoy es un problema, porque se han reducido drásticamente los ingresos que antes abundaban; cierto que ha habido excesos que hoy pagamos por no haberlos cortado antes quienes tenían que cortarlos, que no eran nunca los pacientes; también es verdad que existe poca conciencia de lo carísima que es una sanidad de calidad, pero pese a todo, nada impide que nos empeñemos en mantener esta joya de la corona, que ha sido envidiada durante muchos años por otras sociedades y otras culturas. Lo que hoy es la sanidad pública la hemos costeado todas las españolas y todos los españoles con nuestras cotizaciones y nuestros impuestos y su mantenimiento debe ser algo prioritario, por encima de coyunturas. Porque, si como dicen lo peor de la crisis ya ha pasado, no vale que sigan recortando en algo tan fundamental cuando empieza a verse la luz, no? Porque lo que hoy se recorte, no hay más que ver lo que está pasando con la pérdida de condiciones laborales, será casi imposible volver a recuperarlo en muchísimos años. Eliminar partidas es muy sencillo, volverlas a incluir en los presupuestos, cuesta mil veces más. No nos dejemos engañar. La sanidad pública es de todos y si nos empeñamos en que se priorice, no habrá más tu tía que hacerlo así. Estamos ya en temporada electoral. Que se note que tenemos criterio y que somos nosotros quienes decidimos. O, ¿es que no decidimos nosotros?